Un análisis sobre el tema de Xavier de Bouillon:
El Nacionalismo católico se
pronunció contra los crímenes de la Triple A y grupos semejantes, al igual que
contra la metodología del Proceso, mediante el magisterio de sus principales
referentes. Ellos además hicieron lo que pudieron, aunque en general de manera
privada, para no plegarse al "coro de las izquierdas". De todos modos
es difícil juzgar esas acciones ("podrían haber hecho más", "no
fue suficiente", etc), porque desconocemos todas las circunstancias
conforme a las cuales decidieron actuar del modo en que lo hicieron. Lo que
otros nacionalistas -católicos o no - hayan hecho a título personal, corre por
su cuenta. En lo que hace al discurso sobre el "ser nacional" que
usaban Videla y los militares del Proceso, no era por entonces exclusivo del
nacionalismo. Se referían a él desde el peronismo hasta cierta izquierda
nacional, pasando por sectores conservadores y tradicionalistas. Cada uno, con
matices distintos. Pero para que se vea lo confuso del momento - es tarea de un
buen historiador ubicarse en el contexto de tiempo y lugar - menciono el
ejemplo del "Colorado" Abelardo Ramos, que apoyó a Isabel Perón
contra los grupos terroristas mientras Héctor Sandler, de UDELPA (el partido de
Aramburu y él mismo amigo del ex- presidente) terminó aliado a los Montoneros.
De modo que cargarle el "sanbenito" de la responsabilidad por los
crímenes del Proceso (o de los Montoneros) al Nacionalismo católico parece
bastante injusto. Yo personalmente critiqué el "militarismo
lugoniano" nacionalista, en un opúsculo de 1994, recordando un conocido
texto de Castellani sobre la Revolución del 43 y no me retracto de lo que allí
dije. También me referí a la excesiva influencia maurrasiana y falangista, en
detrimento de mejores aportes que se podrían haber incorporado del tradicionalismo
carlista. Pero al margen de esto, la metodología criminal empleada por el
Proceso tiene otro origen: fue en parte sugerida por asesores norteamericanos y
franceses (lo que algunos, con cierta imprecisión, llaman "Doctrina de la
Seguridad Nacional"), además de una decisión personal de la Junta Militar
de no adecuar el orden jurídico positivo a una situación de guerra (es decir,
crear tribunales militares ad hoc y aplicar las penas correspondientes, dando
la información necesaria a las familias de las víctimas una vez superado el
tiempo necesario para mantener en secreto las detenciones de los subversivos).
En cuanto a la influencia de los teóricos franceses de la guerra
contrarrevolucionaria, no se recibió ni se promocionó en el nacionalismo católico
sin el lógico "beneficio de inventario" impuesto por la moral
cristiana. Haciendo un breve inventario de lo que dijeron o escribieron los
referentes principales del Nacionalismo católico en aquellos años, menciono
(citando de memoria), lo siguiente:
1) Juicios privados del Profesor Genta a principios de la
década del 70 contra quienes aconsejaban formar bandas parapoliciales y
asesinar de modo clandestino a los terroristas. Hay al menos 2 pruebas
testimoniales de esos juicios, uno hecho en Tucumán y el otro en Buenos
Aires. La condena era tajante y sin concesiones a lo que hicieron la Triple A y
grupos similares. En el mismo sentido, aunque no perteneciera ya al
Nacionalismo católico sino al "peronismo de derecha", se proncunció
Disandro con ocasión del asesinato de Silvio Frondizi. Lo mismo hay que afirmar
de Carlos A. Sacheri. Y si la memoria no me falla, también la revista
"Cabildo" condenó el modo en que fueron muertos Silvio Frondizi y
Rodolfo Ortega Peña
2) El opúsculo de Ezcurra, escrito a pedido de Monseñor
Tortolo (como dice el original escrito a máquina, una de cuyas copias poseo en
mi archivo) es un interesante análisis de cómo enfrentar al enemigo en una
guerra no convencional, teniendo en cuenta las enseñanzas tradicionales de los
moralistas católicos acerca de la guerra justa. El opúsculo llegó a mis manos a
principios de los años 90 y alguien dijo en este blog que el mismo circulaba en
los cuarteles, lo cual es verosímil. Recién hace pocos años fue editado como
libro, con prólogo de Antonio Caponnetto. El propio Ezcurra intercedió por un
desaparecido, ex integrante de Tacuara, Manuel el "Bicho" García.
Había tenido una breve y parcial desviación hacia la izquierda a fines de los
60 y principios de los 70, pero en 1975 militaba en la derecha peronista
apoyando a Isabel Perón. Lo "chuparon" por error después del golpe
militar y lo mataron en el Uruguay. El pedido de Ezcurra no tuvo éxito.
3) Mons. Tortolo, que le pidió ese estudio a Ezcurra para asesoramiento
del Episcopado, intercedió por una desaparecida y por ser quién era Tortolo,
los militares la dejaron en libertad. Algunos meses después esa mujer fue
partícipe de un operativo terrorista, en el cual murió. Los militares le
dijeron a Mons.Tortolo: "A Ud. lo respetamos mucho, pero por favor no
interceda más por nadie". Eso "ató las manos" de Tortolo, que no
supo cómo hacer a partir de ese momento para ayudar a los familiares de los
desaparecidos. De todos modos y como cuenta Héctor H. Hernández en su biografía
de Sacheri, antes o después de este desgraciado episodio, empezó a llevar un
fichero con las denuncias que le iban llegando acerca de personas
"desaparecidas".
4) La Revista "Verbo" publicó un pequeño artículo
acerca de cómo combatir al terrorismo marxista en el año 1975. El artículo es
claro y no deja lugar a dudas acerca de que "el fin no justifica los
medios". Verbitsky, del mismo modo que hace con otros textos, lo ha
descontextualizado y presentado como parte de la influencia directa del
Nacionalismo en la represión ilegal. Me refiero a los libros que escribió sobre
"Historia política de la Iglesia en la Argentina". Libros llenos de
calumnias, generalizaciones indebidas, juicios temararios, injurias y un largo
etcétera...
5) El libro de Marcial Castro Castillo, el más completo
sobre el tema, y fundado todo en Santo Tomás de Aquino, Francisco de Vitoria y
Pío XII. Sólo con ese pequeño manual, la metodología criminal del Proceso y de
las bandas parapoliciales está totalmente condenada. El escrito circuló primero
escrito a máquina - año 1975 aproximadamente - en unidades militares,
promocionado por los discípulos que el Profesor Genta tenía en la Fuerza Aérea.
Luego fue publicado como libro en 1979. Ezcurra hizo una recensión elogiosa en
"Mikael" y lo mismo se realizó en "Cabildo"
6) Francisco "Pancho" Bosch, que sin dejar de ser
a su manera nacionalista y católico, comenzó a militar en el peronismo en los
años 70, escribió contra la represión ilegal en su libro "Indexación o
Soberanía", publicado en pleno gobierno militar. También se realizó una
recensión elogiosa del mismo en "Cabildo". "Pancho" Bosch
intentó evitar el golpe de estado, en una propuesta que le hizo a Corvalán
Nanclares, con quien colaboraban Francisco Javier Vocos y Carlos Sanz, pero sin
resultados positivos. Es sabido también que al hacerse cargo del Decanato de la
Facultad de Derecho, durante la intervención "Ottalagano", exigió que
desaparecieran de la Facultad las bandas parapoliciales
7) El Doctor Bernardino Montejano dictó una conferencia
pública en Mendoza, si no recuerdo mal en el año 1979, en la cual se refirió en
términos muy duros a la inmoralidad con que el Proceso había encarado la Guerra
contra la Subversión. Tengo fotocopia de la misma, publicada en "Verbo -
Speiro". Por aquellos años Sábato todavía elogiaba a Videla y al
Proceso...
8) Seineldín, que apoyó a Numa Laplane en la convicción de
que lo que se venía era un "golpe liberal" y se opuso a lo sucedido
el 24 de marzo de 1976, logró ir reuniendo en torno suyo a militares que
querían combatir a la guerrilla, pero no estaban dispuestos a hacerlo de un
modo contrario a la moral cristiana. El hecho está relatado en un breve párrafo
del libro "Línea de fuego" escrito por Héctor Simeoni y Eduardo
Allegri.
9) Es muy conocida la intercesión del P. Castellani en favor
de Haroldo Conti, desde la famosa cena con Videla hasta la visita al lugar en
el cual estaba prisionero el escritor (ocasión en que le administró los últimos
sacramentos). La anécdota está relatada de modo completo en el libro "Nacionalistas"
de Luis Fernando Beraza
10) En las postrimerías del Proceso y con posterioridad al
mismo, escribieron artículos en "Cabildo", contrarios a los crímenes
del Proceso (aunque en defensa de los que combatieron de modo limpio al
terrorismo, marxista) Tucídides, Antonio Caponnetto y Edmundo Gelonch Vilariño,
entre otros. En la biografía de Sacheri, realizan juicios análogos Enrique Díaz
Araujo, Aníbal D`Ángelo Rodríguez y nuevamente el "Bocha" Montejano.
D`Ángelo Rodríguez no duda en calificar al gobierno militar como
"barbarie", del mismo modo en que Patricio Maguire, desde su revista
"Informaciones sobre Masonería y otras sociedades secretas", habló -
a propósito del tema de los "desaparecidos" - de "tiranía
liberal".
Esto es sólo un pequeño inventario sobre la relación
Nacionalismo católico- represión ilegal y cada uno juzgará si es poco o mucho
lo que se realizó. Pero entiendo que culpar a esta corriente por la metodología
criminal que eligió el Proceso es, por lo menos, un reduccionismo. Que Videla,
Suárez Mason, Massera, etc. se refirieran a los "valores occidentales y
cristianos" está más en la lógica del ya formado por entonces
"neconservadorismo norteamericano", que en los principios del
Nacionalismo católico. Eran "neocon", con todo lo que eso implica
para los que conocen las implicancias políticas y religiosas del
neologismo...Díaz Araujo, en su libro "De golpe en golpe" explica
cómo el Proceso fue el más liberal de los gobiernos militares y en el que la
participación de nacionalistas en puestos relevantes, fue nula
Xavier de Bouillon
Como dueño del blog, aprovecho para poner aquí mismo algunos
comentarios al texto de Xavier.
1) Resulta muy esclarecedor, y comparto totalmente su juicio
acerca de la influencia negativa del maurrasianismo en el nacionalismo católico
argentino. Hace pocos días, en este mismo blog, Nicanor Paredes hablaba de “San
Maurras de Francia”…. Otro sería el cantar si la influencia hubiera provenido
del tradicionalismo español o carlismo.
Sin embargo, la defensa que Xavier hace del nacionalismo en
la época del proceso me parece que deja bastante mal parados a algunos de los
actores que menciona, principalmente a los clérigos.
2) Dice que lo que se hizo, se hizo de “manera privada, para
no plegarse al "coro de las izquierdas"”. Es decir, para que no ser
confundidos con los zurdos, hablaron despacito, casi en secreto. No me parece
que esto sea una excusa, ni que tampoco sea un gesto muy caballerezco.
3) El opúsculo escrito por Ezcurra, a pedido de Tortolo para
asesoramiento de la Conferencia Episcopal, circuló en fotocopias por los
cuarteles y recién fue publicado como libro hace pocos años. ¿Por qué no se
publicó y difundió cuando podría haber sido efectivo? ¿No había plata para
hacerlo? Eso es lo que aducía hace algunos días el Soldado Muerto. En cambio,
sí había plata para seguir publicando los documentos insulsos de la CEA y
repartirlos en todo el país; para publicar Mikael, Verbo, Cabildo y otros
muchos textos. ¿No será más bien que no había interés en que circulara ese
escrito?
4) A Tortolo le ataron las manos cuando la muchacha que
soltaron a pedido suyo volvió a participar en un atentado terrorista. Es
notable lo fácil que se ataban, y se atan, las manos de los obispos argentinos.
Y partir de ese momento, según dice Xavier, la tarea a la que se dedicó
presidente de la CEA para salvar a los futuros desparecidos, era llevar un
fichero con las denuncias que recibía. Bastante poco, me parece…. ¿no? No era
cuestión de ser un Hesayne o De Nevares, pero algo más se podría haber hecho.
Concede que las circunstancias en las que se dio toda esta
situación eran muy difíciles y nosotros no las conocemos, por lo que los
juicios que hagamos serán relativos, pero los hechos objetivos, como los que
narra Xavier, sí son pasibles de un juicio negativo.