Una clase de personas está formada por aquellos que piensan que el credo católico es demasiado estricto; que mantienen que no es necesario creer ciertas doctrinas para la salvación o que, al menos, cuestionan su necesidad; que dicen que no importa lo que un hombre crea, siempre que su conducta sea respetable y recta; que piensan que todos los ritos y ceremonias son puras sutilezas —así las llaman— y asuntos sin importancia y que un hombre agrada a Dios tanto si los observa como si no; que quizás llegan a dudar de que la muerte de Cristo sea, en sentido estricto, una expiación por el pecado del hombre; que, si se les presiona, no admiten que Él sea, en sentido estricto y literal, Dios; y que niegan que el castigo de los malvados sea eterno.
Estas palabras fueron predicadas por el cardenal Newman el 4 de noviembre de 1838 en Oxford. Él era anglicano y hacía referencia a la rama más liberal de la iglesia de Inglaterra, que era en esos momentos la mayoritaria y rozaba el evangelismo.
Sin embargo, casi dos siglos más tarde, caemos en la cuenta que esas mismas palabras pueden ser aplicadas a buena parte del clero católico, a la casi totalidad de los obispos y, si me apuran, incluso al mismo Sumo Pontífice.
Para quienes dirigía Newman esas palabras, entre otras cosas, los sacramentos —“ritos y ceremonias”—, eran superfluos; sutilizas y decoraciones. Y viene al caso recordar estas palabras del cardenal por lo que estamos viendo en los últimos días. Hemos dicho en este blog que un católico, en caso de imposibilidad, bien puede pasar algunos meses sin asistir a misa y sin comulgar. Pero esto no significa que cuando buenamente podemos acercarnos a los sacramentos, dejemos de hacerlo. Y mucho menos significa que los sacerdotes se desliguen por el motivo que fuere de su obligación primordial para la cual fueron ordenados: la administración de los sacramentos.
Nos hemos enterado que, a lo largo y a lo ancho del país, un pequeño grupo de sacerdotes, con los permisos respectivos de las autoridades civiles, han comenzado a administrar los sacramentos (comunión, confesión y bautismos de urgencia), respetando todas las distancias y requerimientos sanitarios.
Sin embargo, en algunos casos y a pesar de que muchos fieles se lo agradecían calurosamente, algunos prelados decidieron impedir esta actividad puesto que podía despertar los celos del resto de los clérigos haciéndolos quedar como cobardes.
¿Y la gente? Que hiciera un acto de contrición como dijo el Papa Francisco…
Evidentemente, no tenemos la misma fe. Los sacramentos para estos obispos y para sus celosos sacerdotes, son “ritos y ceremonias” de utilería, que bien pueden obviarse. Lo importante es no romper la unidad eclesial.
Dos iglesias: la iglesia de la publicidad y la iglesia de las promesas.
Mientras tanto, en Ciudad Gótica… es decir, en el Vaticano, el Santo Padre dedica su tiempo a decretar la constitución de una nueva comisión que estudie el tema del diaconado femenino. Recordemos que es la tercera comisión que se constituye para ese fin, y la segunda en el pontificado de Bergoglio. Las dos anteriores concluyeron que no hay pruebas que indiquen que el diaconado femenino en la iglesia primitiva implicaba el sacramento del orden. Es decir, las diaconisas era servidoras de la comunidad pero no “diáconos” en el sentido de personas ordenadas.
Pero no se conforman. Seguirán exprimiendo documentos y con ayuda de la fantasía, poesía e imaginación, concluirán que, efectivamente, las diaconisas ordenadas existieron y deben ser restauradas.
Dos iglesias: la iglesia de la publicidad y la iglesia de las promesas.
Una en la iglesia donde el pobre pero piadoso Lázaro y Dimas El ladrón oran por perdón y bendición del cielo.
ResponderEliminarOtra es la de Judas y el rico Epulón, sentados cómodamente comiendo las cebollas de Egipto Y contando las 30 denarios de la traición al buen Jesús nuestro Señor
Mr. Wanderer, seguramente conoce la cita del sacerdote argentino J. Meinvielle que escribió allá por los ´70. No sé qué opina usted sobre ella, y si de allí extrajo las expresiones que ha usado. Como fuere -aunque sea una cita harto conocida- la dejo aquí para continuar la reflexión:
ResponderEliminar"Puede haber dos Iglesias, la una la de la publicidad, Iglesia magnificada en la propaganda, con obispos, sacerdotes y teólogos publicitados, y aun con un Pontífice de actitudes ambiguas; y otra, Iglesia del silencio, con un Papa fiel a Jesucristo en su enseñanza y con algunos sacerdotes, obispos y fieles que le sean adictos, esparcidos como “pusillus grex” por toda la tierra. Esta segunda sería la Iglesia de las promesas, y no aquella primera, que pudiera defeccionar. Un mismo Papa presidiría ambas Iglesias, que aparente y exteriormente no sería sino una. El Papa, con sus actitudes ambiguas, daría pie para mantener el equívoco. Porque, por una parte, profesando una doctrina intachable sería cabeza de la Iglesia de las Promesas. Por otra parte., produciendo hechos equívocos y aun reprobables, aparecería corno alentando la subversión y manteniendo la Iglesia gnóstica de la Publicidad."
A su salud,
Capitán Dalroy.-
¿Sabría usted informar Sr. Wanderer cuánto dinero cuesta organizar y mantener esta nueva Comisión? ¿Quién pago los gastos personales de los miembros de la Comisión, o lo realizan ad honorem? ¿Los pasajes de avión o tren u otro medio, el alojamientos, los demás viáticos, el papeleo, etc. o trabajarán desde sus domicilios en sus respectivos países europeos (salvo el único americano de Estados Unidos)?
ResponderEliminarLo que la Iglesia argentina debería haber hecho, es continuar normalmente con las iglesias abiertas y las misas (especialmente en Semana Santa). Como todos los comunes de los mortales estamos sometidos a arresto domiciliario, sólo los que se hubieran arriesgado a concurrir, por vivir lejos, tener que usar el auto, etc. hubieran ido, pero eso permitiría al menos a los vecinos de las iglesias a concurrir. No era tan difícil.
ResponderEliminarEn otras palabras: las iglesias abiertas y la concurrencia de los fieles a su propio riesgo y cargo.
Por supuesto, capitán Delroy. La expresión la tomé de Meinvielle. Gracias por la cita.
ResponderEliminarAyer me escape a la capilla de un colegio a 20 cuadras. Me habían pasado el dato. Entré, estaba el Santísimo expuesto y había dos viejas, dos matrimonios, dos tipos, incluyéndome, y dos jóvenes . El cura sentado en una capilla lateral esperaba penitentes con alba y estola. Nunca iba allí porque el cura es un jodido, me cae mal, pero allí estaba. Sonreia. Me confesé, después recé un rato y ligué una bendición solemne. Cuando empezó el "Tantum Ergo" me.acorde del final del "Amo del Mundo". Es inevitable. Mientras tanto, en el resto de la diócesis, era de noche
ResponderEliminarUna duda Wanderer: esta gran idea de la Iglesia de las promesas y la de la publicidad suele atribuírsele como profética a Meinvielle. Es tan así lo de profético? Años atrás no hubiese dudado de ello, pero hoy me pregunto si tal idea no la habrá tomado de algún teólogo anterior?
ResponderEliminarTodo lo que estamos viviendo en estos momentos nada es casualidad, es causado.
ResponderEliminarHay que ser realistas, la verdadera Iglesia, la que esperaba en Cristo y luchaba con Cristo contra Satanás ha desaparecido; sólo queda un poco de CENIZAS de la Fe de lo que fue una iglesia sostenida por N.S. Jesucristo, y es la que lo hace Presente Sacramental.
¿CRISTO existió? Por supuesto que sí, y EXISTE, y está GLORIOSO en el Cielo y en Santísimo Sacramento del Altar, y la Santísima TRINIDAD. Pero, la Iglesia, ha entregado ya de hace varios tiempos el reinado a SATANÁS, en quién cree como algo intrascendente, estratosférico, que a veces mete la cola.
Toda está violetamente perfumada, no en el sentido que todos lo sean, no; sinó en el MAFIOSO dominio y manejo, y en el LIBERTINAJE Sacramental, Doctrinal, Moral, en la que han amancebado la Iglesia y por consiguiente a la humanidad; tamaña responsabilidad y consecuencia. Creerán que el Infierno no existe.
¡Oh María! ¡sin pecado concebida! ¡rogad por nosotros que recurrimos a vos!
Estimado Wanderer:
ResponderEliminarSon ciertamente dos iglesias y una claramente sin fe que lo único que busca es una unidad basada sobre el consenso, la mayoría, o el decreto minimalista de los mediocres. Aún se contradice, porque el Santo Padre se la pasa proclamando una "Iglesia en salida" y pidiendo creatividad para anunciar el evangelio, y luego cuando aparece algo de esto, viene la filípica sobre romper la unidad, creerse mejores, ser fundamentalistas, dejar mal parado al resto, etc.
Mientras esos mismos pastores son fundamentalistas de la democracia, de la conferencia episcopal, de las ideas peregrinas de un papa que como mínimo está loco, del último artículo de Elisabetta Piqué, de lo que sea. No sacar los pies del plato, no sea que reciban una "misericordiación".
Me permito concluir con una reflexión un poco incómoda.
Nuestros sacerdotes viven de las limosnas. Muy pocos tienen sueldo, y el que lo tiene es un mísero sueldito del colegio de monjas, o del asilo de ancianos. Pero la gran mayoría vive de nuestras limosnas. Hoy muchos están cercanos al hambre. No hay colectas con qué sustentar la parroquia y la propia vida del sacerdote. Es cierto que contribuir al sostenimiento del culto es un precepto de la Iglesia. Miremos bien dónde queremos canalizarlo. Hay abnegadísimos sacerdotes que ciertamente se lo "han ganado", pero hay muchos otros, de los cuales -sinceramente- podemos prescindir sin problema alguno. Aquéllos que temen quedar como cobardes, verdaderos perros del hortelano, pues no trabajan ni dejan que otros lo hagan, supongo que en justicia no les corresponde ni un centavo. Una oración por su conversión y a otra cosa.
Los obispos por una mera cuestión de edad y en algunos casos además por enfermedades que esconden por diversos motivos (el menos infame es para que el Vaticano los promueva a Diócesis mejores) tienen terror a esta enfermedad, pues están apegadísimos a la vida en este mundo y la resignación a la muerte es algo que predican para "los otros". Todo esto disfrazado -por supuesto- del bien que pueden hacer quedándose más tiempo en esta vida y resguadándose para "servir mejor" a la Iglesia. Ellos se merecen un buen estornudo o tos en su cara, así viven en carne propia lo que es la incertidumbre propia de los viadores al menos durante 14 días, y pueden darnos una lección de fe y esperanza sobrenatural.
Perdone Wanderer si me puse un poco violento durante este Triduo, pero me indignó esta actitud que usted relata.
Le deseo una provechosa Semana Santa y unas santas Pascuas de Resurrección.
A.
Impecable
EliminarPregunto con total sinceridad, ya que me llama poderosamente la atención el nuevo fenómeno: Los curas que están ahora todo el santo día online compartiendo hasta las "meditaciones" más tribiales, a cuál de las dos Iglesias pertenecerian? Trato de ser benévolo y pensar que en la mayoria de los casos responde a un sincero afán apostólico, pero...
ResponderEliminarRecomiendo mirar cuánta gente participa de esas emisiones . Nadie
EliminarMe llama poderosamente la atención que buena parte de los así llamados católicos tradicionales, especialmente entre quienes quieren pasar por cultos y refinados intelectualmente, no vean o les parezca dudoso que se dan todos los signos proféticos de los últimos tiempos: apostasía general de las naciones (evidente), supresión del sacrificio perpetuo (nueva misa), falso profeta (clero apóstata), anticristo (sociedad secular en franca corrupción moral, cultural y política) y vuelta en masa de los judíos a Tierra Santa (fenómeno histórico francamente increíble).
ResponderEliminarPodríamos dar otros muchos detalles más, pero ya entran en el terreno de lo discutible, no así los hechos esenciales descritos que escapan a toda duda.
Anónimo de las 12:04. Estoy en un todo de acuerdo con su detallada descripción de los tiempos que corren. En este sentido creo oportuno transcribir el capítulo 2 versículo 3 de la Epístola a los Tesalonicenses que cito:
ResponderEliminar"Que nadie os engañe de ninguna manera. Primero tiene que manifestarse la apostasía y manifestarse el Hombre impío, el Hijo de perdición, el Adversario que se eleva sobre todo lo que lleva el nombre de Dios o es objeto de culto, hasta el extremo de sentarse él mismo en el Santuario de Dios y proclamar que él mismo es Dios". La actual pandemia está claramente afectando todo lo que es objeto de culto. Sólo falta entonces que el Adversario se siente en el Santuario de Dios y se proclame como Dios.
Anónimo de las 12.04. ¿Por qué interpreta que el Novus Ordo supone la supresión del sacrificio perpetuo? ¿Por qué entiende que la figura del anticristo se refiere a "la sociedad secular corrupta"?
ResponderEliminarSaludos.
G.
Vieron que las meditaciones del via crucis del viernes Santo están elaboradas por presidiarios?
ResponderEliminarNo salgo de mi asombro, es la primera vez que ocurre.
Si alguien de este blog encuentro inspiración divino en este suceso, le agradecería me las comparta
http://www.vatican.va/news_services/liturgy/2020/documents/ns_lit_doc_20200410_via-crucis-meditazioni_sp.html
Al anónimo de las 12.04:
ResponderEliminarEstaría bueno que diera información con datos que lo avalaran.
Por ejemplo, cuando dice que los hebreos vuelven a masa a Tierra Santa...
Y de sus otras afirmaciones también, sin no es mucho pedir...
Saludos y gracias!
La vuelta de los Israelitas a su tierra esta profetizada en Deuteronomio 30. En Isaias 43 y en Ezequiel 35 al 38. Todos los Padres de la Iglesia y los Escatologos coinciden en que la restitución de los territorios a Israel despues de la Segunda Guerra es una señal indudable de la.madurez de los tiempos. Ademas sugiero leer Mateo cap 24. Es como leer el diario de hoy.
EliminarSi una obligación supone un derecho, y los obispos eximen de ir a misa los domingos entonces me parece a mi o nos han quitado el derecho de ir a misa que uno ya no lo hace por una mera obligación sino por hábito ¿no sería eso entonces una TREMENDA ABERRACIÓN??? ¡¡los mismos que nos deben guiar nos quitan los DERECHOS!! Ellos que tanto se llenan la boca con derechos de aquí derechos de allá.....son de terror.
ResponderEliminarNos han echado de nuestras parroquias y piensan que lo que hacen es bueno.
ResponderEliminarHace unos días que estaba buscando una cita en la Biblia hasta que la encontré. Jn 16:2
"Serán echados de las sinagogas, más aún, llegará la hora en que los mismos que les den muerte pensarán que tributan culto a Dios"
Cualquier semejanza con lo que estamos viendo no es coincidencia