Recomendaciones bibliográficas

 Erik Peterson, El libro de los ángeles. 

Erik Peterson es uno de los teólogos más brillantes, y olvidados, del siglo XX, un caso similar al de Louis Bouyer. Nació en Hamburgo en 1890 y creció como protestante, haciendo estudios de teología y Sagradas Escrituras en Alemania, donde tomó parte en la reacción contra el protestantismo liberal. Sus investigaciones teológicas, su honestidad de corazón y su apertura a la gracia lo llevaron a abrazar la fe católica, siendo recibido en la Iglesia el día de Navidad de 1929 en San Pedro de Roma. Vivió en la Ciudad Eterna, dedicándose al estudio y enseñando en el prestigioso Pontificio Instituto de Arqueología Cristiana, y habitando junto al monasterio benedictino de San Anselmo, en la cumbre del Aventino, donde llevó una vida retirada, dedicada a la oración. Murió en Hamburgo en 1960.

Joseph Ratzinger lo reconoció en varias ocasiones como uno de sus maestros y, sin duda, puede descubrirse en la obra de ambos muchas similitudes.

Desde hace algunos años los ángeles se han puesto de moda. Despojado el hombre contemporáneo de Dios y de lo sagrado, recurre a ellos pero no reconociéndolos por lo que son, sino más bien como una suerte de deidades intermedias, poderosos demiurgos tanto o más eficaces que los sahumerios de ruda, las velas azules o los filtros de amor. La teología católica, por su parte, hace mucho que abandonó su interés por los ángeles; no serían más que seres mitológicos ancorados en el cristianismo merced a residuos de las doctrinas judías o del platonismo medio. No vale la pena ocuparse de ellos. 

Erik Peterson, en cambio, les dedicó una obra, y la mejor de todas las que escribió. Breve, pero repleta de profundidad y de datos. En ella hace converger las tres grandes dimensiones de su pensamiento: la litúrgica, la política y la mística. La Liturgia cristiana es una participación de lo angélico, y los ángeles están presentes en los misterios del culto cristiano. El aspecto político es la relación de las esferas de la ciudad terrestre y del Reino de Dios; esto, esbozado ya por el autor en su trabajo sobre el martirio —Los testigos de la verdad—, alcanza su desarrollo en el estudio de la liturgia angélica como culto oficial. Estos dos puntos de vista se compensan con el aspecto místico. Para toda la tradición antigua la vida mística es una participación de la vida angélica; no es que el hombre se haga ángel, sino que se asemeja a los ángeles. La vida espiritual es ya una participación de la vida celestial, y por ello tiene un carácter esencialmente escatológico. Finalmente, aparece en esta obra uno de los rasgos característicos de Peterson: haber restituido la espiritualidad a sus fuentes patrísticas.

Puede conseguirse en Amazon en formato Kindle y soporte papel. 

Albert Frank-Duquesne, Lo te que espera después de tu muerte. La vida de ultratumba a la luz de la Revelación cristiana.

Hay libros que por alguna razón misteriosa marcan al lector de un modo especial. Quien tiene esta experiencia es capaz de recordar luego de décadas, el momento en que leyó ese libro, el lugar donde estaba sentado haciéndolo e, incluso, los aromas que poblaban el aire de ese rincón. Me ha ocurrido eso, por ejemplo, con El paraíso blanco, de Pieter van der Meer de Walcheren que, misteriosamente, me abrió una dimensión del todo nueva de la fe y de la espiritualidad cristiana. 

Una experiencia similar la he tenido al leer Lo te que espera después de tu muerte. La vida de ultratumba a la luz de la Revelación cristiana, de Albert Frank-Duquesne, autor genial del que hemos hablado en más de una ocasión en este blog. El libro fue publicado en Buenos Aires por Desclée, en 1953. Un joven amigo me regaló incomprensiblemente su ejemplar, que había rescatado de las llamas a las que los Maristas lo habían condenado junto a toda la biblioteca que ya nadie usaba.

Se trata de un libro largo y denso, de lectura difícil; es necesario advertirlo. Y es el único modo de escribir un libro de esas características pues temas tan complejos y en los tan fácilmente puede caerse en el macaneo, exigen ciencia profunda y pluma sutil. Y Frank-Duquesne tiene ambas. La erudición que pone de manifiesto en sus páginas, la fuerza de los argumentos con los que prueba sus hipótesis, las permanentes referencias a la Escritura, a los comentarios patrísticos y a los escritos judíos van configurando algunos de los aspectos de aquello que nos espera detrás de las montañas grises. Desde “el estadio intermedio de las almas separadas” hasta la “eternidad de las penas del infierno”, pasando por “El Ángel de la Faz” (capítulo fascinante) y “Hay gloria y gloria”. 

Y no es poca cosa que no sea necesario recurrir a amigos generosos para hacerse del libro, pues la generosidad de la librería Vórtice lo ofrece para descargar gratuitamente. 

Peter Kwasniewski, El rito romano de ayer y del futuro.

Versión en español del conocido libro de Kwasniewski, ampliamente recomendado por muchos estudiosos y conocedores del tema. Se trata de un libro litúrgico; una seria investigación sobre la revolución que, desde 1969, ha enfrentado el ritus modernus de Pablo VI con el rito de la tradición de la Iglesia latina. Aquí encontrarán un breve video que hace las veces de reseña y, en la descripción del mismo, las opciones de compra del libro.