Aquí
van algunas reflexiones sobre los últimos temas que hemos discutido en el blog.
Las hablé hace algunos días con un amigo; por eso, los créditos son para él.
1)
Espero que nadie haya pensado que en el último post yo hacía una crítica a la
santidad del matrimonio cristiano. Es un tema fuera de toda discusión por
muchos motivos que todos conocemos y no vale la pena repetir. Una lectura
imperdible es el capítulo que le dedica Louis Bouyer en su libro “El Trono de
la Sabiduría”. El matrimonio es una institución querida y santificada por Dios.
Y no hay duda al respecto.
2) Mi
crítica iba dirigida a la “ideología del matrimonio cristiano” que lo presenta
como el estado de vida más recomendable después de la vida religiosa. Yo
arguyo que San Pablo opina que es mejor la soltería. Podrá gustar más o menos,
pero los textos están y son claros.
3)
Sobre el hecho de traer al mundo todos los hijos que Dios manda, entiendo que
es un imperativo que podría cumplirse hasta hace unos cien años, más o menos.
Hoy, las condiciones sociales y culturales han cambiado, y se ha convertido en
una situación difícilmente sostenible, y que muchas veces termina mal. Veamos:
a. La
mujer, hasta un siglo, tenía claro que su misión era traer hijos al mundo y
atender a su marido. Con eso se realizaba y era feliz. Hoy, en cambio, la han
convencido de que debe ir a la universidad, trabajar fuera de su casa y tener
momentos de libertad para comadrear con las amigas. Y, si no cumple con ese
programa, no se realizará existencialmente. Y, efectivamente, cuando no puede
hacerlo, se siente una inútil, y se deprime. No abro juicio de valor sobre si
está bien o mal; digo solamente que es una realidad, y para todas las mujeres.
También las católicas, y también las que están “en la tradición”.
b. La
mujer de hace un siglo tenía diez hijos, se dedicaba a cuidarlos, a cocinar
para su esposo, a coser y a limpiar. Y era feliz. La mujer de hoy, que
necesariamente debe trabajar para alcanzar su realización personal, no puede,
también, cuidar a diez hijos, ni siquiera a tres, y ni aunque tenga un trabajo
part-time. Si intenta hacerlo, con el primero estará todo bien; con el segundo
terminará los días cansada; con el tercero, empezará a enloquecer; con el
cuarto, estará histérica, y con el quinto depresiva. No será en todos los casos
iguales, pero ciertamente lo es en la mayoría.
c. La
cultura contemporánea nos ha impuesto una atención excesiva a los niños.
Festejan la primera ecografía, el babyshower, el nacimiento, la primera vez que
dice “mamá”, el primer pasito, e via
dicendo. La madre debe necesariamente jugar con el bebé, estimularlo,
pasearlo, cambiarle los pañales cada vez que los moja, etc. etc. Antes, y
aunque la expresión suene fea, el niño se criaba más bien como un “animalito”.
No le festejaban ni el cumpleaños; si la familia podía afrontarlo, la madre no
siquiera le daba de mamar porque buscaban a un ama de leche, y luego se
encargaba la nurse. Si no había plata, la madre lo atendía como podía, le
cambiaba los pañales dos veces por día y del resto se encargaban los hermanos
mayores.
d. ¿Y
no se puede hacer ahora lo mismo? No. Social y culturalmente no admitiríamos
que se tratara de con tanto descuido a los niños; habrían fuertes críticas y
hasta denuncias. Los hermanitos mayores ya no pueden criar a los más chicos
porque culturalmente están obligados a ir a inglés, rugby y guitarra, o a
gimnasia artística y jockey; a ver televisión, a jugar con la compu y a ir a
casa de sus amiguitos. No sería muy bien visto que un padre le impidiera a sus
hijos realizar todas esas actividades porque debe atender a sus hermanitos, y
podría sufrir hasta penas legales si lo hiciera.
e. Me
parece, entonces, que para cumplir el imperativo categórico de traer al mundo
cuantos hijos Dios mande, deberíamos cambiar de época y retroceder unos cien
años, lo que por el momento, y aunque nos pese, es imposible.
4) El
cura que, porque es tradicionalista, aconseja a los matrimonios engendrar cuantos
hijos vengan, debería, por su parte, vivir como vivía un cura del siglo pasado,
ya que él quiere imponerle a sus fieles estilos de vida de esa época. Y lo que
yo sinceramente no entiendo, es que la pobre gente recurra a un cura, muchas
veces de veinticinco años, para consultar la cantidad de hijos que debe tener.
Y que el cura pontificalmente le responda. ¿Dónde quedó la prudencia? Y después
esos clérigos se dicen “aristotélico-tomistas”.
5) A
Carlitos le respondo que San Pablo no aconsejó la esclavitud, sino que aconsejó
a los esclavos que permaneciera en el estado en el que se encontraban, lo cual
es bastante distinto. Por otro lado, y si de confundir órdenes se trata, le
recuerdo que San Pablo también se expidió sobre los dones del Espíritu Santo y
sobre el sacrificio eucarístico. Finalmente, no sé a qué viene la referencia a
Evelyn Waugh. Y si es a lo que supongo,
le informo que Waugh se casó dos veces y tuvo siete hijos.
Me quito el sombrero con este post, sobre todo en lo que dice que "con el segundo terminará los días cansada; con el tercero, empezará a enloquecer; con el cuarto, estará histérica..."
ResponderEliminarVoy por el segundo y doy fé de ello. tener tantos hijos como Dios mande hoy en día sólo es viable (salvo excepciones) para Kikos y Opusinos porque tienen un entorno muy fuerte que les protege y anima, si no una mujer sola efectivamente se volvería loca; y por cierto que parece que aquí sólo opinan varones y también hay que ver qué dice la mujer, porque no todas son tan creyentes, ni siquiera para animarse a usar los métodos naturales. En el cursillo prematrimonial al que asistí hablaron del Billings y sólo uno (yo) levanto el brazo diciendo que lo intentaría seguir, y luego claro hay que ver lo que dice ella.
Salo
A veces mejor tentar al profesor, antes que andar dando lecciones magistrales, que aburren a toda la concurrencia.
ResponderEliminarBuena respuesta Wanderer. Solo puedo acotar que los hijos son algo maravilloso, pero exigen un compromiso que va mucho más allá de engendrarlos. Y en el pasado, tenemos muchos ejemplos de padres muy procreativos, pero que seguramente tuvieron bastante que explicar en su juicio particular (el general urquiza o fray tomás aldao, por ejemplo).
No tengo respuesta para su opinión sobre las épocas y el número de vastagos. Eso sí, le pido que no me cite a guenón con lo del reino de la cantidad. Me niego a hacerme musulman.
Carlitos
Los curas tradicionalistas sabían distinguir entre las causas graves y muy graves para diferir un nacimiento. El problema está en estos neocones que no quieren distiguir y que además entienden la sexualidad matrimonial de un modo que pudiéramos llamar gnóstico. De todos modos que un niñato recién salido del seminario se atreva a pontificar de ese modo parece de una soberbia o de una confianza megalómana en la gracia de estado. Tal vez es bastante mejor recurrir a un buen sacerdote con años y experimentado.
ResponderEliminarLudovicus dijo,
ResponderEliminarEs curioso que las fórmulas "tener todos los hijos que vengan" o "que Dios mande" no se apliquen en los restantes ámbitos de la vida humana.
Si alguien postulara "comer toda la comida que venga" o "hacerse amigo de todas las personas que conozcas" o "atender a todos los clientes que Dios te mande" o "leer todos los libros que puedas" terminaría acusado de, respectivamente, glotón, arribista, workalcoholic o curioso.
Será que la dama Prudencia no concurre a los lechos conyugales.
Buena su referencia sobre el cura de 25 años. Conozco uno que tiene algunos años más, y, después de unos pocos años de ministerio, me dice que ya ve muchas cosas muy distintas y, efectivamente, se ha vuelto más cauto. La prudencia... ah, sí, no se juega con los cristianos. No se experimenta con la gente que viene buscando un consejo...
ResponderEliminarGracias por este claro escrito.
W. E.-A.
Suplico leer los comentarios números 14 y 15 del anterior post, en los que hago alusión al deber de fecundidad que existe en el matrimonio y que el uso de métodos naturales no es lícito sin una razón seria o grave. Estos son principios católicos aplicables siempre.
ResponderEliminarAhora, muchos católicos emplean contra la doctrina de la Iglesia los métodos artificiales: unos usan contraceptivos -como el preservativo- y otros emplean métodos con doble función a) impedir la fecundación o, en su defecto, si ésta se presenta b)impedir la implantación del óvulo fecundado, como es el caso mayoritario de las dizque píldoras anticonceptivas o adminículos como el DIU. No se diga ya otros métodos microabortivos que se emplean luego de la relación sexual.
Por el otro lado, están los más conservadores (y hasta tradicionalistas) que creen que el uso de métodos naturales siempre está permitido, lo cual es TOTALMENTE FALSO. Y así, con la misma mentalidad anticonceptiva LIBERAL de los primeros evitan los hijos sin razones graves o serias que justifiquen esto. No pecan contra la naturaleza, pero sí pecan contra el deber de fecundidad al evitar la procreación de hijos -fin del matrimonio- sin motivo serio. En todo esto debe haber GENEROSIDAD para con Dios. La doctrina y la moral católica no puede variar en sus principios, éstos son siempre válidos. Si las circunstancias varían los principios a aplicar no. Luego, una nueva circunstancia PUDIERA -en ciertos casos- dar razones válidas y serias para emplear los métodos naturales, siempre que esa circunstancia parta de una realidad cierta y natural, y no de una mentalidad moderna distorsionada y determinada por un nuevo entorno ideológico liberal.
Un abrazo en Cristo
Wanderer:
ResponderEliminarMuy realista su post.
Yo también en una época pensaba "si no me hago cura, entonces TENGO QUE casarme". Como que no había una tercera opción entre consagrado o casado. Y estaba errado.
Pero agrego un matiz: me parece que la vida del "casado con hijos" tiene menos posibilidad de caer en el egoísmo (por ponerle una palabra) que la del soltero.
Lo veo en familiares o amigos, en eterna adolescencia, que a los 30 largos viven en un estado "ideal" para la modernidad: altos ingresos, todo el tiempo del mundo, cero obligaciones excepto las laborales, viajes, consumo a full, etc...
Eso una mujer y un par de hijos te lo sacan de cuajo. Y es necesario que te lo saquen.
Juancho.
Bien wanderer!
ResponderEliminarEste último post contiene todos los "peros" que (in mente) siempre le puse a la historia rosa de susanita y sus 10 hijitos en pleno año 2020.
Esos "peros", me llevaban a las posibles alternativas:
1)VIVO CON EL CALENDARIO EN LA CABECERA DE LA CAMA
y
2)NO ME CASO NADA (como tú me has propuesto)
Perfecto. Pero, tengo un "pero" más:
¿Si las actuales condiciones socio-culturales han dificultado en tan gran medida el desarrollo de la familia cristiana; no ocurre lo mismo con el celibato?
Soltería no es sinónimo de Contemplación. Como la pobreza no conlleva siempre virtud.
Con un mundo exacerbante de los goces individuales, casi que parece el estado más propicio para SER DEL MUNDO (entiéndase esto sin ideología).
El loco
La superioridad del estado de castidad sobre el matrimonio esta dogmaticamente definido por el Concilio de Trento, no resulta un tema discutible para los catolicos.
ResponderEliminarY destaco, el simple estado de castidad, ni siquiera vinculado a una vida religiosa.
No es solo San Pablo, San Pablo fue hecho dogma de la Iglesia en Trento, y quien opine en contrario sea anatema.
Aclaro algo mas, viendo comentarios en el otro post.
ResponderEliminarLa libre eleccion del estado celibe -cuando puede sobrellevarse- no implica hacerse sacerdote o religioso. Basta con la solteria, claro de modo sacrificado y entregado a vivir la vida cristiana. De ninguna manera siendo egoista.
Pero agrego que se puede ser celibe y egoista dentro de estructuras eclesiales (ordenes religiosas, sacerdocio, Opus Dei, etc.) como fuera de ellas. Y hasta lanzaria la hipotesis de que es mas "facil" una vida de santidad fuera de ellas, sin egoismos, que dentro de ellas.
¿Es conforme a la doctrina cristiana? Por supuesto. El laico celibe, con vida religiosa que no se casa y puede llevar esa vida bien, tiene un estado de perfeccion superior al padre de 10 hijos, aunque les duela a los tradicionalistas. Esto conforme el juicio de la Iglesia.
Hay cierta sociologica catolica erronea, que parece que si las cosas no se hacen en grupo -y no niego que los grupos a veces ayudan-, no esta bien. Parece que la decision individual de vivir celibe, siendo laico, para alcanzar la santidad no goza de aprobacion social. Y creo que, por el contrario, ese tipo de personas son las que volverian a generar admiracion social por el catolicismo.
Saludos,
En cuanto al numero de hijos, creo que este post hay que completarle la idea anti-cristiana que lo empapa (y no se explicita):
ResponderEliminara.- El miedo terrible a ser pobres. 10 hijos es igual a ser pobre. Salvo que se gane entre $ 50.000 o $ 100.000 por mes (e.g. Maru Botana y su esposo).
Aseguro que con esa suma de ingresos, la mujer no se pone tan histerica (o se descarga con unas tardes de shopping y cafe), el padre no la pasa tan mal. Hay ayudas, etc.
Pero justamente, en la mentalidad cristiana, la pobreza es consustancial. Es una puerta de entrada al reino de los cielos.
Mientras en la vida moderna la pobreza es algo vergonzoso.
Muchas veces la resistencia a tener mas hijos tiene un nombre, miedo a la pobreza, cuando no la mera miseria de privarse de comodidades. (Bastante cerca del razonamiento pro-aborto, mejor no tener hijos y abortarlos si los vamos a traer a un mundo de miseria)
Hoy una niña que era cartonera llego a Presidente de Petrobras: seguramente no tuvo ingles de chica, ni colegio privado, ni nurses, ni vivio en un barrio lindo, ni vacaciones, ni nada, NADA. Ni siquiera debe tener formacion catolico de "colegios catolicos". Quizas alguna instruccion deplorable en la parroquia. Siendo que la temida pobreza de muchos "catolicos" seria unas condiciones de vida muchos mejores que esas, sabemos entonces que son todos esos pruritos: terror a la pobreza y llano egoismo.
Señores, ser cristiano no es una joda. Ser cristiano es jodido, es una eleccion radical que implica dejar el cuero.
Saludos,
Anónimo de las 10:58
ResponderEliminarMe parece que lo que Ud dice desbarranca.
Lea lo que escribió Castellani sobre la castidad del religioso.
Juancho.
San Pablo escribió lo que escribió cuando los cristianos estaban más o menos perseguidos y creían que eran los tiempos del Anticristo y que Cristo estaba a la vuelta de la esquina.
ResponderEliminarPor eso a San Pablo hay que leerlo, además de como se lee correctamente con una enseñanza intemporal, también hacerlo en el contexto.
Y el contexto de entonces era que creían que Cristo estaba por venir ya mismo.
Resumiendo, que tanto el texto de San Pablo como el contexto, hoy sí que nos aplican para nuestra desgracia o nuestra fortuna, porque al rito que vamos nos quedan cuatro días antes de pasar por la tribulación.
Anónimo de las 11:20,
ResponderEliminarle aseguro que sin ése "miedo terrible a ser pobre" la niña que era cartonera por Ud. citada; jamás habría llegado a ser Presidente de Petrobras..
(que por otro lado, es un tipo de logro muy mundano para esta discución).
toto corde
El loco
Coincido con la logica de los planteos de Wanderer, pero igualmente no puedo aceptarlos.
ResponderEliminarEn mi caso tengo dos hijos, y lamentablmente no creo que vengan otros, cuando hablo sobre este tema, mi mujer, directa o indirectamente arguye todos los argumentos explicados por Wanderer en el post.
Tratar de ir a una confrontacion marital en la que yo me llame a la castidad, casi termina en divorcio, con el peor mal que significa en la crianza de mis hijos esto.
Yo quiero a mi mujer, lamentablemente yo no sabia claramente en el momento de casarme (lo digo con verguenza) de las penas sobre mi alma por usar metodos anticonceptivos (fruto de la educacion catequistica de medio pelo que recibi). Ahora no puedo arguir mi ignorancia en esta materia, ahora lo se, y sin embargo no tengo salida, mi mujer me dijo en su momento que un cambio en ese sentido implicaria un cambio de reglas que ella no estaba dispuesta a aceptar.
Conclusion, condenado como estoy, al menos no comulgo y trato, mediante la oracion de tratar de mejorar este matrimonio y de darle a mis hijos la educacion correcta que no recibi yo.
Ojo no culpo a mi mujer, es una metida de pata compartida.
Finalmente coincido con el anonimo que claramente dijo que ser catolico implica poner el cuero en juego.
Ya señalé en el otro post que San Pablo dijo: "Quiero que estéis libres de preocupaciones: el soltero se preocupa de los asuntos del Señor y procura agradar al Señor". No habla de cualquier soltería por motivos egoístas sino de la que se ocupa y se preocupa por los asuntos del Señor.
ResponderEliminarEn la vida actual, en términos generales y con contadas excepciones, el soltero ni se ocupa ni se preocupa de las cosas de Dios. En el mejor de los casos, cumple apenas con lo esencial de su religión. Su estado, en estos casos, no es mejor que el de casado que generosamente tiene y atiende hijos y mujer, sobre todo si éste es generoso y cumple con su deber de fecundidad inherente al matrimonio.
La superioridad de la virginidad (sobre el matrimonio) ofrecida a Dios y dedicada a Él, ya sea en la vida religiosa o sacerdotal, o meramente laical, implica ese ofrecimiento y compromiso (conozco personas laicas que viven por ejemplo entregadas en cuerpo y alma a sus apostolados, independientemente que trabajen o no para sostenerse).
Esa superioridad, poco se da EN LOS HECHOS ACTUALMENTE, pues los solteros lo son por egoísmo en su mayoría (cuando de ellos depende serlo y no de las circunstancias). Si no entramos a la teoría, sino a lo que sucede REALMENTE con la generalidad, resulta que son simples solterones que viven muy a gusto y sin más compromiso que el laboral. Viven muy bien con gran comodidad y sin tener que ver por nadie. Las pocas excepciones de quienes se consagran y preocupan de las cosas de Dios no pintan, sino que son eso: excepciones.
Por eso, a ellos no aplica ni lo dicho por San Pablo ni lo enseñado por el Concilio de Trento.
Que se pueda ser egoísta en el matrimonio o en el estado religioso, no demuestra nada, más que la falta de compromiso y congruencia con el estado en que se vive. Ni la vocación ni las estructuras de ambos estados llevan a ello. Todo lo contrario.
En cambio, el que se decide voluntariamente por la soltería para vivir una vida sin compromisos, más holgada y cómoda, lleva activado -en sí mismo- el virus del egoísmo más brutal. Los que esto hacen son la mayoría de los solteros empedernidos. No verlo es estar ciego. Además la gran generalidad no viven una vida de castidad ni auténticamente católica.
Diferente son las pocas excepciones que realmente consagran su castidad perfecta a Dios sin entrar al sacerdocio o la vida monacal.
Tanto en ellos como en los religiosos podemos decir con certeza que llevan un modo de vida superior al casado. Siempre que vivan realmente de acuerdo con su vocación y estado. Y esto lo enseña Trento y San Pablo.
Pero no olvidemos que si esta doctrina es cierta, también lo es que cada estado es el mejor, para cada persona, de acuerdo con la vocación que Dios le imprima.
No vayamos a cometer el error de consagrar y predicar que los solterones empedernidos -sólo por su simple estado civil- aunque lo sean por mera comodidad y egoísmo, viven un estado superior a los casados.
Un abrazo en Cristo
¿Qué dificultades quieren en la vida? ¿las de los hijos no? Bueno pues tendrán las penas amargas de los solteros... En el servicio se aprende a ser cristiano. Y criar hijos es un servicio grandisimo al bien común temporal y al eterno. Las opiniones de escritorio, por mas que se fundamenten en las S.E., son ideológicas. Porque son de los libreros que están alejados de la realidad. Se han empachado de conceptos (abstractos).
ResponderEliminarLudovicus dijo,
ResponderEliminarBenigno, me da la impresión de que su situación admite algunas soluciones alternativas. Haga el favor de investigar.
"hay eunucos que se hicieron tales a sí mismos por el reino de los cielos" Mt. 19, 12
ResponderEliminarEs importante recalcar las palabras de N Señor "por el reino de los cielos", pues anteriormente (en el génesis) se dijo "multiplicaos, echid la tierra". O sea, hay un mandato a multiplicarse, explicación de la existencia de aparato reproductor en todos los hombres, no solo en los casados. Se exceptúa su uso "por el reino de los cielos". Eso no implica hacerse cura, ni numerario ni mormón itinerante. Sí que sea por el reino de los cielos.
Con respecto a la castidad como sinónimo de soltería parece confuso porque un casado es casto si cumple con el débito exigido por su cónyuge y dejaría de serlo si no lo cumple abteniéndose de la unión matrimonial.
Ludovicus: Se entiende perfectamente a dónde apunta, porque no hay virtud sin prudencia, pero su razonamiento es falaz por dónde se lo mire, porque Ud propone comparar realidades totalmente distintas.
Poli
Ludovicus, no le entiendo.
ResponderEliminarNo veo qué otra cosa puede hacer que pecar con el preservativo y no comulgar, ni confesarse (pues no puede ofrecer enmienda) o cuidarse solo por el método natural.
Tal vez haya algún tipo de "evatest" pero para esos días... No sé a qué se refiere.
Benigno, si bien usted podría (tal vez) traer más hijos al mundo, la prudencia en su caso particular, indique que puede igualmente usar de los métodos naturales. No lo afirmo. Pero podría ser. Piénselo muy bien (y si le gustan los directores espirituales para estas cosas ... a mí no, aunque los hay buenos). La mejor de las suertes.
Dos cosas hacen que los esposos se vean obligados a postergar los nacimientos:
ResponderEliminar- el costo de la educación catolica, hoy día privada.
- el costo de la vivienda.
nn
¿Por qué no explican las complicidades y vasos comunicantes que hay entre la "ideología del matrimonio cristiano" y la "democracia cristiana"? Una capa extensa de familias cristianas no podrá nunca pertenecer a las clases acomodadas (minoritarias por definición) y deberá recurrir al estado de bienestar y / o al empleo estatal que en la práctica se parece bastante. Todo muy honrado pero así tenemos un ejército de cristianos "tirando del carro" y apoyando en forma implícita el moderno estado de derecho y la dictadura del relativismo que lleva aneja. En fin, creo que hay que llevar los argumentos hasta el límite, ya que no se pueden llevar hasta el límites las acciones y las omisiones. En efecto, la verdad es que la mayoría no aguanta el celibato y termina por casarse aunque despotrique contra la moderna sociedad secularizada y su expresión jurídica que es el Estado de derecho. O piensan que sus hijos van a cambiar el mundo y así seguimos tirando...
ResponderEliminarNo sé si es inviable tener muchos hijos. Durante mucho tiempo pensé que sí, pero... existen familias con 8 hijos que funcionan muy bien.
ResponderEliminarSobre el punto 3 del post... lo difícil es encontrar una mujer que quiera tener una familia numerosa, pero en ese caso no va a estar ni deprimida ni histérica: va a ser feliz.
El problema es que "todo no se puede". En el promedio de la Argentina hay una mujer que quiere tener varios hijos cada 200 que no. Si además queremos que sea rubia, bien dotada, llena de plata y con apellido bonito... Good luck, you're gonna need it.
Las buenas mujeres existen... y están buscando buenos hombres. Es más difícil cuando uno ya se casó.
La mayoría argumenta desde el propio caso. Eso no es bueno y tal vez no sea de muy buen gusto. Pero además muestra una deficiencia en el modo de razonar.
ResponderEliminarOjo no me refiero sólo a los que hablan de limitar los hijos sino también a los solteros.
A quienes tienen dificultad para encontrar soluciones a los propios problema ciertamente lo bueno es el consejo de alguien prudente. Eso no se puede lograr antes de los 40 años más o menos. Creo que no hace falta que sea sacerdote e incluso muchas veces conviene que sea un casado quien ilumine desde el particular y con ejemplos y su ejemplo para resolver las cosas(Ludovicus?). Un sacerdote podrá iluminar si hay pecado o no.
Las soluciones muchas veces traen dificultades: las quejas al crucificado, decía mi catequista. Gracia, oración y paciencia.
Estimados Ludovicus y Anonimo de las 15:03.
ResponderEliminarGracias sinceras, por las recomendaciones y consejos.
Estoy viendo el tema que sugiere Ludovicus, lamentablemente las mujeres son complicadas en muchos aspectos y todo lleva tiempo y mucha astucia (que Dios y oracion mediante espero de frutos), mientras aguanto.
Con respecto a los consejeros espirituales, he confesado este tema con cuatro curas diferentes, de hecho logre que mi mujer despues de muchos años accediera a confesarse y plantear el tema, el resultado fue terrible.
De los cuatro, los tres primeros, dejaron la cuestion de lado, restandole importancia y diciendo que uno podia comulgar y que habia que evaluar cual era el mal menor, y bla bla bla.
Solamente el ultimo cura, un monje benedictino, fue el que efectivamente me canto la posta (que de hecho ya sabia).
Es complicado todo esto, ademas entra en este delicado juego el tema de la educacion de mis hijos, como educarlos con respecto a este tema, que decirles, que enseñarles, se complica todo, y el riesgo es muy grande, porque es el alma de mis hijos la que esta en juego.
En fin, hay que rezar.
Para darle un toque de color les dejo una frase Chesterton al respecto,
"El bigamo es el que realmente cree en el matrimonio"
Como dice ramón, argumentar a partir de casos propios no parece ser lo más sensato. Además, hay casos para todos los gustos, familias con más de siete u ocho hijos ejemplares, y otras con igual cantidad de hijos que da pena verlas. En la mayoría de los casos la gran diferencia la hace -por lo que pude observar- la capacidad de abnegación del padre; conozco los que vuelven de trabajar lo antes posible para dar una mano en todo, que en cada acto doméstico intentan dar el ejemplo, sembrar una enseñanza, que aportar una visión sobrenatural hasta en los juegos, que hacen vida sana; y también conozco de los que llegan cuando muchos chicos duermen, después de fumarse un puro y bajarse unos whiskies con amigotes, y que cada vez que pueden hacen sus juergas. Lo cual no los convirte en malas personas, pero sí quizás en malos padres (y algunos de esos chivos, hay que verlos, hasta ni hablar saben, y andan medio como animalitos). Este es un tema donde quizás establecer posiciones objetivamente rígidas como "hay que tener todos los hijos que Dios mande", sin considerar otros factores (¿el padre quiere seguir viviendo como soltero, o como cuando tenía dos hijos, o se va a hacer cargo de esas almas?) roza bastante el ridículo en boca de quien las dice, y me suena a fariseísmo. Por otro lado, ¿qué problema hay en espaciar los nacimientos, limitar los hijos, si es para poder educar bien a los que se tenga, sin renunciar a los legítimos placeres de la vida, como por ejemplo estar con amigos, leer, estudiar, o viajar? ¿Esto es ser mundano? Realmente si alguno me dice que sí, respondo: "me importa un rábano, y aunque si se me apareciera San Pío X a decírmelo, lo mandaría a pasear, es cosa mía, déjeme solito que después de todo yo solito tendré que rendir cuentas a Dios, y métase en lo suyo. No creo en un religión que asume idiotamente posiciones genéricas de esta forma. ¿me excomulga? Me quedo con mi consciencia".
ResponderEliminarQueridos amigos, leyendo esto me doy cuenta que tengo suerte. Mi novia, con la que pronto nos casaremos, está buenísima, quiere tener muchos hijos, es inteligente, y además le gusta laburar dando clases, en tanto la cantidad de hijos no lo complique. Encima es joven. Quizá el palo me vendrá por el lado de la plata. La verdad no me preocupa tanto. Un amigo mío me dijo, poco antes de morir, que "de todas las personas que conoció y que le gustaría ser como ellas, ninguna tiene mucha guita". Espero que nunca me falte, pero que sin embargo pueda ser digno que querer ser imitado por mi amigo.
ResponderEliminarPero para bancar la pobreza como Dios manda hace falta mucha Fe...
El juglar
Algo que ayudaría mucho sería que en la escuela pública sólo se instruyera y no se educara.
ResponderEliminarQue en la escuela pública enseñen matemática, lengua castellana, inglés, geografía, física, química, biología e historia sin tratar de bajarle ningún tipo de línea ideológica a los chicos, ahí todos podrían enviar los chicos al colegio público gratis.
La educación católica se daría en casa, o la iglesia podría aggiornar algo bueno de los evangelistas, y tener "escuelita dominical" los Domingos a donde llevás a los chicos.
Con respecto a la pobreza que implican la familia grande, hay que ver a qué se refieren con pobreza. Si con pobreza se refieren el mudarse al segundo o tercer cordón o a Villa Lugano porque sólo ahí se puede comprar una casa grande y relativamente barata, aunque tal vez tus vecinos escuchen cumbia, o si se refieren a la pobreza estilo Bangladesh de los cartoneros y villeros.
Saludos
Ex Luterano
Tiene razón el que dice que no hay que hablar de casos particulares porque después los argumentos pueden lastimar visto que se habla de personas queridas.
ResponderEliminarAlgunos plantean aquí que alguien convenza al cónyuge de que tenga más o menos hijos. Eso debe hablarse entre los esposos. Como tantos otros temas.
Por otra parte nadie está obligado a pecar, por lo que siempre hay remedios al pecado. Si no caeríamos en una perplejidad que daría una indiferencia para elegir entre una u otra solución y no es el caso.
Mucha oración y prudentes consejos ayudan por demás. Ahora bien meter a todo el mundo dentro de la intimidad matrimonial no ayudará a nadie.
Pretender que el cura resuelva cualquier problema eso sí que es del S XIX, más que tener 7 o 15 hijos.
ah, by the way... A los curas que quieren que la gente viva como en el S XIX propónganle que él haga lo mismo: sin notebook, blackberry, auto, plancha eléctrica ni microondas. Verán como cambian de parecer en un santiamén.
Bueno yo me recuerdo un retiro espiritual que nos dio el padre Ceriani en el año 2000 aquí en Santiago de Chile y dejó muy claro que sólo había 3 estados de vida: sacerdotal, religioso y matrimonial. Por lo tanto el instaba fuertemente a los solteros a que eligieran uno de esos estados...por lo tanto no hay un cuarto estado de vida "en soltería".
ResponderEliminarMe gustaría que me dieran sus doctas opiniones sobre lo que dice el buen padre Ceriani.
Saludos
Jorge de Chile
Les dejo el breve cuento llamado "Por poco".
ResponderEliminar"Una mujer me miró a través de la vitrina en un centro comercial. Y bien, en su mirada me vi con tres hijos, un perro en el patio, el miedo a perder el trabajo, los préstamos interminables, y unos atardeceres de domingo eternos y lánguidos en casa de sus padres. Sentí el peso de las mañanas iguales, de las tardes iguales, de las noches repetidas, de los iguales reproches. Rápidamente desvié la mirada, apuré el tranco y salí a la calle. Había sobrevivido a uno de esos segundos fatales con que la ciudad suele sellar el destino de los hombres".
Este cuento es genial no hay nada más que decir.
Jorge de Chile
Sr. Benign_o:
ResponderEliminarMe han dicho que, en un manual para confesores de un tal padre Fuentes (del IVE), que parece ser que es un buen libro, está contemplado lo que Ud. plantea. No le digo la solución que me dieron porque tengo miedo de tergiversar esas palabras. Pero parece ser que ahí el autor habla del asunto.
Espero haber sido de ayuda. Y cuenta con mis oraciones.
W. E.-A.
Quiero aportar lo que dice la Humanae Vitae a estos respectos, sólo añado que entiendo que en toda la encíclica se recalca que la decisión es de los esposos, y que meter aquí a un cura de asesor es una decisión propia de los esposos, según lo entiendo yo:
ResponderEliminarLa paternidad responsable
10. Por ello el amor conyugal exige a los esposos una conciencia de su misión de "paternidad
responsable" sobre la que hoy tanto se insiste con razón y que hay que comprender
exactamente. Hay que considerarla bajo diversos aspectos legítimos y relacionados entre sí.
En relación con los procesos biológicos, paternidad responsable significa conocimiento y respeto
de sus funciones; la inteligencia descubre, en el poder de dar la vida, leyes biológicas que forman
parte de la persona humana (9).
En relación con las tendencias del instinto y de las pasiones, la paternidad responsable comporta
el dominio necesario que sobre aquellas han de ejercer la razón y la voluntad.
En relación con las condiciones físicas, económicas, psicológicas y sociales, la paternidad
responsable se pone en práctica ya sea con la deliberación ponderada y generosa de tener una
familia numerosa ya sea con la decisión, tomada por graves motivos y en el respeto de la ley
moral, de evitar un nuevo nacimiento durante algún tiempo o por tiempo indefinido.
La paternidad responsable comporta sobre todo una vinculación más profunda con el orden
moral objetivo, establecido por Dios, cuyo fiel intérprete es la recta conciencia. El ejercicio
responsable de la paternidad exige, por tanto, que los cónyuges reconozcan plenamente sus
propios deberes para con Dios, para consigo mismo, para con la familia y la sociedad, en una
justa jerarquía de valores.
En la misión de transmitir la vida, los esposos no quedan, por tanto, libres para proceder
arbitrariamente, como si ellos pudiesen determinar de manera completamente autónoma los
caminos lícitos a seguir, sino que deben conformar su conducta a la intención creadora de Dios,
manifestada en la misma naturaleza del matrimonio y de sus actos y constantemente enseñada
por la Iglesia (10).
Jorge de Chile, si don Wander me lo permite, le respondo con una no respuesta.
ResponderEliminarToda la ciencia teológica del P. Ceriane como de la mayor parte de los sacerdotes de la FSSPX, proviene de manuales decadentes escritos por curitas franceses de la segunda mitad del siglo XIX. Si usted es feliz con esa teología, es cosa suya. Pero si no le cierra, pregunte a los que saben.
Es indudable que Sulpicio no ha pasado por un confesionario de la SSPX en su vida.
ResponderEliminarEso que comenta Jorge, de ser cierto, solo me lo entero ahora y en todo caso en relación a ese sacerdote puntual.
Marcos.
NO entiendo las subtilidades de Jorge de Chile ????
ResponderEliminarJorge:
ResponderEliminarEn varios directores del Opus Dei, mutatis mutandi, campea la misma idiotez de Ceriani.
A los numerarios que se van, en buen plan, les dicen que se casen rapido: parece que el "mundo del Opus Dei" se divide en cuatro estados: casados, sacerdotes, religiosos y numerarios.
Ellos quieren tener el monopolio de los laicos celibes que luchan por la santidad...
Ceriani y estos directores, siendo mas grave en estos ultimos, ignoran la amplitud "social" del catolicismo, que se dirigie a los fieles todos, y les enseña que la castidad, vivida por Dios, es el estado de vida mas excelente del fiel cristiano siempre que pueda sobrevellarla virtuosamente (cfr. Concilio de Trento), sin condicionamientos de ninguna especie para vivirla, menos ser sacerdote, religioso o -desde 1928- numerario.
Cristianismo, puro, duro o simple. No patologias sociologicas o barroquismos institucionales.
Estimado Wanderer:
ResponderEliminar¿Por qué no abrir juicios de valor sobre la locura de que la mujer se "realice" profesionalmente y no como señora de su casa? Es uno de los más perversos logros de la modernidad. Si nos acoplamos a eso, estamos jodidos. ¿Cuántas cosas grandes son intolerables para el mundo? ¿Y no vamos a decir nada? Aparte de que estas cuestiones son muy personales, por cierto.
Normando rezongón
Normando, la verdad que está rezongon..., pero al menos se avecina al blog, y escribe.
ResponderEliminarNo quise decir establecer como principio el no tratar el tema de las féminas liberadas, sino que me parecía que no venía caso hacerlo en el post. O quizás sí venía al caso, pero no tenía ganas de hacerlo.
El problema es que, si abordamos ese tema, se nos arma la podrida. Recuerde que hace poquito, simplemente porque sugerí que los talleres bíblicos estarían llenos de mujeres, una señora se me enojó y expresó su descontento en un comentario. Imagínese como nos trataría, por ejemplo, Juana la Loca, que es mujer de guardar.
Si usted se anima, bienvenido...
Estimado, como pocas veces, no estoy de acuerdo con usted. He podido comprobar que en este tema, los solteros tienden a defender su soltería y los casados su estado, antes los ojos de Dios y/o de los hombres. Yo creo que en todo orden de cosas hay que tratar de vivir "como Dios manda" y pienso como mis abuelos, que un hijo siempre es un don. Si no lo entendemos así, es sencillamente porque le prestamos oídos a la voz del mundo, y no a la Gracia, nos dejamos ocupar por las consideraciones naturales y no por la realidad sobrenatural de Dios. Me parece más atinado decir que cada uno se esfuerce por llevar su cruz y por intentar cumplir con la vida que Dios dispone para él. Acaso la dificultad en el matrimonio no sea sino un sacrificio santificante. "El matriminio es ascetismo", dice el poeta chileno Armando Uribe. Que sea mejor el matrimonio o la soltería, dependerá del casado y del soltero. No busquemos justificaciones tradicionalistas o no a una pura opción/vocación personal.
ResponderEliminarNo me animo, ciertamente, Wanderer. A lo mejor le envío con otro pseudónimo (Lupus, o Ludovicus, o Tollers) algunos chistes machistas, que los hay muy buenos!!
ResponderEliminarNormando intimidado
Cuidado con un post contra las mujeres, lo van a crucificar.
ResponderEliminarotrosí digo: mejor haga un post sobre los maridos pollerudos que no logran dominar a sus esposas.
ResponderEliminarEl anónimo de antes
Tampoco para tanto.
ResponderEliminarAunque no es mi caso (mi mujer siendo profesional y con bastante éxito laboral hace años se dedica 100 % a acumular y criar a nuestros hijos y es exactamente lo que desea hacer), creo que hay algunas actividades laborales que la mujer puede hacer fuera de su casa y que lo que tiene se siga pareciendo a una familia. Por ejemplo ser maestra en un solo turno.
No me vengan con que es imposible llegar así a fin de mes, que es otro de los males que hacen que las familias ya no lo sean tanto.
Aunque esto también tiene su vuelta de rosca: antes la gente común tenía mucho menos que ahora (muy mucho menos) y no se quejaba como ahora, ni esperaba lo material como ahora, ni se frustruba como ahora, ni desesperaban por un 2° o 3° ingreso. Hoy el hombre no puede vivir sin las idioteces que consume (y paga), sea progre, neocón o tradi.
Sobre el punto 3a.
ResponderEliminarSi Dios se hubiera encarnado en el siglo XX y la Virgen Maria hubiera estudiado en la universidad?
Beatriz
Coincido totalmente con el anonimo 13:33
ResponderEliminarCriar hijos es un gran servicio al bien temporal y al eterno ademas de constituir un gran camino de santificacion igual que el matrimonio. Los padres asi como tenemos grandes alegrias con nuestros hijos, tambien sufrimos pequenas y grandes penas que podemos ofrecer a Dios por otros. Lo mismo sucede con el esposo. Tienes a tu lado a mas de un alma que Dios los quiere como hijos suyos eternamente. Cuando todo pase y estemos (espero) disfrutando de Dios, las almas que fueron tus hijos en la vida terrenal te agradeceran que los hayas traido al mundo.
Algunos comentarios parecen de personas pesimistas y empachadas con gran cantidad de conceptos. Conocimiento no es igual a sabiduria.
Beatriz
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNo puede sostenerse la interpretación de algunos disidentes, según la cual el matrimonio debe ser obligatorio para todos (cf. I Tim. 3, 2; Tito 1, 6). Porque, si bien S. Pablo condena a los que prohiben el matrimonio como si fuese pecado (I Tim. 4. 3; I Cor. 7, 25), no es menos cierto que el mismo Apóstol aconseja la virginidad como más conveniente (I Cor. 7, 27 ss.) y el Señor nos enseña que, aunque no todos lo entienden, hay eunucos que se hacen tales a causa del Reino de los cielos (Mat. 19, 12).
ResponderEliminarCita de Straubinger a Heb. XIII, 4.
Pirincho
Un comentario sobre las condiciones materiales (que no es marxista): sugiero una visita a la provincia de San Luis. Se nota una proporción entre viviendas sociales muy accesibles -no son estilo fuete apache- y matrimonios jóvenes con hijos que no se ve en otros centros urbanos.
ResponderEliminarComplicado decirle a un empleado de comercio cuya mujer trabaja como cajera en un supermercado, que se gasta más de la mitad del ingreso familiar en alquilar un depto de 2 dormitorios, que tenga 10 hijos...
Saludos.
Bravo por Beatriz, lo ha dicho de una manera impecable. No nos olvidemos de ver el matrimonio y la paternidad/maternidad desde la perspectiva de la eternidad. La perspectiva humana demasiado humano dejémosla para la luz del autoexamen diario.
ResponderEliminarDon Wanderer
ResponderEliminarMuy bueno el post. Lamentablemente descubro un montón de comentaristas que evidentemente hablan desde el escritorio, o sea, no están casados ni tienen hijos.
Los progres atacan con su antinatalismo como siempre. A mí desde el segundo hijo me dicen boludeces como "y ahora cerramos la fábrica, ¿no?" "ya está la parejita, entonces ya está bien", etc. No me calientan, los mando a pasear. Los que me enojan son los tradis que atacan con sus recetas inflexibles universales. Digo recetas, y no principios, que son otra cosa distinta a lo que postulan. Si tenés menos de 5 o 6 hijos te salen con la generosidad y la pobreza y con que los métodos naturales no se recomiendan salvo en casos muy excepcionales que sólo ellos conocen taxativamente y que son dos o tres, más no, y rarísimos. ¿Generosidad? Mi esposa ha tenido cuatro cesáreas porque no puede tener partos naturales por una malformación. Luego de la última, hace 6 meses, quedó hecha puré. Los tejidos de su vientre están tan rotos y laxos que le duele la panza cuando se da vuelta en la cama. Y atiende a los cuatro, la casa y la mar en coche. ¿Pobreza? ¿Quién fija lo que es pobreza? ¿Si tenés un auto no sos pobre porque podrías andar en micro? ¿Si mandás a tus hijos a una escuela privada para que tengan clases (no para que los eduquen cristianamente) simplemente para que tengan clases, entonces no vivís la pobreza? No me jodan. ¿Métodos naturales? Yo tengo hijos gracias a los métodos naturales y todavía tengo esposa gracias a los métodos naturales.
Coincido con Ud. W. cuando dice que hoy no se puede "descuidar" a los hijos como hace 100 años. Y cuando la mujer los cuida como se requiere ahora, se vuelve un poco loca.
Finalmente, no sé por qué me repugna tanto ese clericalismo de mierda que mete a los curas al lecho matrimonial. ¿Acaso los laicos no recibimos junto con la gracia santificante la virtud de la prudencia? ¿Acaso cuando nos casamos no recibimos la gracia sacramental justamente para esos casos, situaciones, decisiones, difíciles? Yo no le pregunto a un cura cuántos hijos tengo que tener o qué colegio los mando. Rezo, hablo con mi esposa, trato de ver la voluntad de Dios y trato de amar a mi esposa y a mis hijos buscando hacer lo mejor para la salvación de sus almas. Los demás son de palo.
Don Martin E. me parece excelente su ejemplo del empleado de comercio. Los que reparten "recetas" no lo entienden porque viven en burbujas cómodas y solitarias.
Un abrazo
Fernando
Evidentemente, para ser católico hay que tener mucha más teca que yo.
ResponderEliminarPor suerte lo mío es la ortodoxia rusa.
La generosidad no va siempre a la cantidad sino a la posibilidad .
ResponderEliminarLa viuda del Evangelio , con una monedita dio mas que todos .
Fernando, escucheme...No la haga difícil, tenga por lo menos 8 hijos. Lo de los colegios es facil, hay dos opciones: Los Molinos o el Buen Ayre. El primero para los varoncitos y el otro para las chicas.
ResponderEliminarAlvaro
Este post me recuerda a uno viejo que tengo guardado en mi arcón personal:
ResponderEliminarhttp://caminante-wanderer.blogspot.com/2009/08/carta-richard-el-otro.html
No todo sigue una formula mátematica...la vida tiene mucho de tragedia.
Junger
Pues sí Martin, con lo que se ahorra uno en vivienda podría criar muchos hijos. Me recuerda un poco a cuando condenamos el aborto y luego si nos pasan la bandeja para echar dinero para casas de acogida para madres solteras sin recursos miramos a otro lado, eso es hipocresía de la buena.
ResponderEliminarSalo
W: Perdone el off-topic. ¿Vio esta noticia?
ResponderEliminarWanderer, hace dos días hice un comentario que por lo que veo no salió publicado. No sé si porque dije algo que Usted no consideró apropiado o por algún error del blog o por mi poca cancha con internet. Entonces decía que si los fines del matrimonio fueran los de “remediar la concupiscencia y propagar la especie” (como decía el anónimo de las 19:50 del post "Se acabó la discusión"), eso se podría hacer con cualquier machito o hembrita que tenga buenos órganos reproductores. Como me dijo la esposa de un filósofo muy sabio: “yo no me casé para tener una conejera, me casé por amor”.
ResponderEliminarAnónimo de las 19:50, Usted dice:"El matrimonio no se contrae para ser feliz, vivir bien o tener placer. Si eso se da, OK". y después dice: “Pero con muchos hijos y siendo personas íntegras psíquica y moralmente, será difícil una separación. Y si no hay hijos, si se separan probablemente no pase nada”. ¿A Ud. le parece que alguien puede estar íntegro psíquica y/o moralmente si no siente amor en y por su matrimonio? Yo le aseguro que no. Soy hijo de una familia numerosa, pero les garantizo que si no hay amor (primero y principalmente) entre los esposos, la familia se cae o, si se llega a mantener, los hijos tarde o temprano pagan el pato, algunos más o otros menos. Se los digo por experiencia, yo soy un hombre que sufrió muchísimo eso y hoy veo las consecuencias del desamor en mí y en mis hermanos.
Anónimo de las 19:50, le aclaro que no soy de parroquia y me he leído todos esos manualitos de moral casuística que seguramente Usted frecuenta. Y le digo que UNO SÍ SE CASA PARA SER FELIZ, Y LOS HIJOS SON FRUTO DE ESA FELICIDAD, DEL AMOR ENTRE LOS ESPOSOS. Y recuerde una cosa: AL FINAL DE NUESTRAS VIDAS SEREMOS JUZGADOS EN EL AMOR.
Cuántos hijos y cuándo tenerlos queda en la prudencia de los esposos.
Saludos.
A.
Me parece que esta denuncia de los curas cordobeses es la misma que la de la tipa de la editorial San Pablo: quieren vender, eso de la libertad d espresión les importa un corno.
ResponderEliminarLa editorial quería vender con el gancho de católica y los cduras cordobeses en librerías del centro cuyos locales pertenecen a las monjas.
Por qué las monjas tienen locales? No sé, pero fueron vivas en poner esa cláusula.
Pregunto: si le pido a uno de esos curas que venda un libro de Benedicto XVI, lo hará?
Estimado Wanderer:
ResponderEliminarMe parece que el debate no puede soslayar las siguientes cuestiones:
1) ¿hay algo mejor que la participación del Ser?
2) ¿no es tal participación el fin de la Creación?
3) ¿no es el matrimonio el medio para cooperar al respecto con Dios, como El manda?
4) ¿quiere el buen Dios que la humanidad acabe en las pocas generaciones que mediarían de generalizarse una virginal soltería?
5) ¿debe una madre católica "realizarse" por la vía del trabajo fuera de casa para, como dice más o menos Mr.Gilbert K., enseñar matemáticas a los hijos ajenos, privándose de enseñar a los suyos el Universo?
6) ¿deben los padres católicos someterse a la cultura hegemónica y cuidar que los hijos mayores no descuiden su aprendizaje del inglés o la música para ocuparse un poco de sus hermanos menores?
7) ¿acaso la caridad, que empieza por casa, no exige sacrificio de padres e hijos?
8) ¿es realmente necesario contar con un entorno como el que señala Salo?
9) ¿vale o no vale asumir el compromiso Carlitos?
10) ¿"tener todos los hijos que vengan" se identifica con "tener todos los hijos que Dios mande? ¡Ay Ludovico!
11) ¿no acierta Juancho en punto al riesgo de un mayor egoísmo?
12) ¿si hay minucias que pueden ser enormes, no es el pero de "el loco" un perón?
Al margen, aclaro que no soy del IVE o del OD ni neocon, etc., etc., soy casado con más hijos que dedos en las manos (y nietos), en estos menesteres un quintacolumna que cada tanto siente el deber de meterse a opinar, posiblemente porque me encanta decir que "mi padre y el padre de mi padre cazaron en este bosque antes de que yo naciera, y mis hijos y los hijos de mis hijos cazarán en él después de que yo me muera".
Saludos.
GARRA DE JAGUAR.
Fernando: lo suyo es de antología. Soy soltero, pasé los 40, sin novia, y me parece que su intervención es mejor que cualquiera "ex-catedra" (el que pueda -o quiera- entender, que entienda...)
ResponderEliminarSi tuviera como contactarlo..., lo tendría presente para quizás, algún día, pedirle consejo...
Gracias
Gigaset
Gigaset
ResponderEliminarLe agradezco el elogio, pero no es para tanto. Yo creo que los consejos los tienen que dar los amigos. Porque amigo es el que ama, el que busca el bien del otro. Entonces cuando aconseja busca el bien del aconsejado. Así que... primero nos hagamos amigos... y los consejos, ya veremos.
Saludos cordiales
Fernando
Estimado Fernando:
ResponderEliminarUn viejo cura recordaba sobre la falta de comunidades cristianas...
Eso muchas veces se siente..., y mucho... Puede entender mi comentario en ese sentido...
Le estoy agradecido y rezo por su familia.
Gigaset