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viernes, 31 de julio de 2015

Lo que faltaba: la película de Bergoglio

No podía tardar mucho en llegar. La hagiografía de Bergoglio es un buen negocio, en más de un sentido. Y ya está lista para ser estrenada en formato cinematográfico. Se trata de una película argentina sobre la vida actual Papa Francisco protagonizada por Darío Grandinetti en el papel del P. Jorge.
Y aquí van algunas observaciones:
1. Resulta cuando menos inquietante que una película laudatoria hacia el Sumo Pontífice sea financiada por capitales judíos (Benteveo, de Susevich y Curpnicoff). Recordemos que el mundo entero, y particularmente nuestros hermanos mayores, se levantaron en armas cuando Mel Gibson filmó La Pasión, y lo proscribieron a él y a parte de su elenco. ¿Por qué cambian ahora de posición? ¿Cuándo se ha visto que el mundo, en el sentido más puramente evangélico y negativo del término, hable bien de la Iglesia y de sus miembros?
2. El guión fue escrito en base el libro de Elizabetta Picqué (¡Cuándo no!) Francisco. Vida y revolución, quien consiguió el acuerdo de Bergoglio para la realización de la película. ¿Cuándo se ha visto que una persona viva, y mucho más cuando no pierde ocasión de hacer gala de su humildad, autorice la filmación de su propia vida?
3. Se tratará, por cierto, de una película mentirosa. Veamos algunos ejemplos a partir de los fotogramas que ilustran este post. En tres ellos aparece el P. Jorge Bergoglio “salvando” de las furias de los militares argentinos a uno de sus sacerdotes a quien lleva escondido en un viejo Citroën Ami 8 gris. Seguramente la referencia es los padres jesuitas Yorio y Jalics que, en los `70, coquetearon muy de cerca con el marxismo y los grupos guerrilleros. La fábula construida cuenta que el entonces provincial de la Compañía en Argentina, jugándose el pellejo, los puso a salvo fuera del país a fin de que no fueran secuestrados por los militares. Lo cierto es que Bergoglio los entregó a los uniformados pidiéndoles “que le dieran un susto”. Sobre este hecho pueden consultar aquí la documentación que lo respalda. Los padres de la Compañía son testigos de la purga de jesuitas izquierdistas que hizo Bergoglio en esa década, no por convicción sino para congraciarse con el gobierno de turno del país y de la Iglesia. 
Por este motivo -el secuestro de Yorio y Jalics-, el entonces cardenal primado prestó declaración como testigo y, para evitar al máximo su exposición y publicidad del tema, recurrió a todos los privilegios que su cargo le otorgaba, como puede ver aquí. Más allá que su testimonial no fue pública, las filmación están en la web. Aquí, por ejemplo, tienen una parte de ella –pueden ver el resto en los videos relacionado los que aparecen en el costado derecho de la pantalla- en la que se muestra el cinismo típicamente jesuita del personaje y la habilidad del fiscal que intenta “hacerle pisar el palito”. No me cabe duda que, si Bergoglio no hubiese sido elegido Papa, habría sido procesado y, quizás, hoy estaría en prisión.
4. En otras de las fotos aparece una entrevista que Bergoglio tuvo con el almirante Massera, responsable de las torturas y asesinatos que se cometieron en la Escuela de Mecánica de la Armada. Según los guionistas, habría sido una “tensa entrevista” en la que el jesuita se habría plantado con valentía ante el marino exigiéndole respuestas acerca del paradero de los desaparecidos. Lo cierto y comprobable es que el P. Jorge Bergoglio, como provincial de la Compañía de Jesús y, en cuanto tal, máximo responsable de la Universidad del Salvador, otorgó al almirante Emilio Massera el doctorado honoris causa, el 25 de noviembre de 1977, como puede verse en esta nota periodística.
5. Sería interesante producir una película o documental sobre Bergoglio pero con información fidedigna para lo cual habría que consultar no a la Picqué, sino a quienes conocieron, y sufrieron, al actual pontífice. Algunas sugerencias:
1. El P. Víctor Zorzín S.J., que fue su segundo durante su periodo de provincial y que está viviendo sus últimas horas en este mundo sublunar. Bergoglio jamás le volvió a dirigir la palabra ni a recibirlo durante su obispado porteño. El padre Zorzín se llevará a la tumba secretos de incalculable valor sobre quién fue y qué hizo el Provincial.
2. El Sr. Gabriel Ferrini, abusado cuando tenía 15 años por el sacerdote Rubén Pardo, de la diócesis de Quilmes. Cuando el caso fue denunciado a su obispo y luego a la justicia, el sacerdote se fugó y fue recibido, y encubierto, por el cardenal Bergoglio en el Hogar Sacerdotal de Condarco 581 del barrio porteño de Flores. Previsiblemente, y ¿con la ayuda del mismo cardenal?, huyó cuando su escondite finalmente fue descubierto por la justicia, y finalmente  murió de Sida, escondido en una ciudad del nordeste argentino. 
La madre del joven, en su desesperación ante la indiferencia del obispo de Quilmes, acudió a plantear su caso al cardenal Bergoglio pero fue prestamente misericordiada: la hizo expulsar con el personal de seguridad de la Curia. Finalmente, fue recibida por el tribunal eclesiástico que, vale recordar, depende directamente del purpurado, "cuyo presidente no quiso tomarme la denuncia", y en donde quince días después la entrevistaron cuatro curas "que me sometieron a un interrogatorio humillante, con preguntas lascivas y tendenciosas, poniéndome a mí en el lugar del victimario, cuando ellos tenían certeza de que el hecho había ocurrido porque el abusador había admitido el hecho a las 96 horas ante su obispo, que lo amonestó". 
Insisto en el hecho de que fue Bergoglio quien obligó al rector del Hogar Sacerdotal (donde viven los sacerdotes ancianos de la arquidiócesis) a esconder al padre Pardo, a pesar de su resistencia. No es este, por otro lado, el único caso de protección brindada por el cardenal primado a sacerdotes pedófilos que eran expulsados de sus diócesis de origen y buscados por la justicia. No puedo extenderme sobre este asunto pero muchos sacerdotes porteños podrán dar fe al respecto.
Pueden leer los detalles del caso aquí y, si quieren una descripción más detallada y truculenta, vean esta nota
3. La Hna. Hilda Ledesma, que fuera superiora general de las Hermanas del Divino Salvador, misericrodiada por el cardenal Bergoglio por interpósita persona. Por pedido directo del entonces arzobispo de Buenos Aires, y en represalia porque la congregación religiosa fundada por la Madre Antula, no aceptó modificar un acuerdo que mantenía con la arquidiócesis, se decretó la intervención de la congregación, el desplazamiento de su superiora general y varias medidas más, entre las que se destaca el intento de robo -liso y llano- del segundo interventor, Mons. Eduardo García, auxiliar de Bergoglio, de las valiosísimas imágenes coloniales que poseen las religiosas. Desde aquí pueden descargar la carta que en su momento enviaron las monjas al cardenal Rodé explicando la situación a las que se veían sometidas por el arzobispo porteño.
La congregación del Divino Salvador es la dueña del santuario de San Cayetano de Liniers y, por un convenio, ceden al arzobispado el uso del templo aunque la alcancía ubicada junto a la imagen del santo más venerado en Argentina desemboca en las arcas de las hermanitas. El cardenal Bergoglio las presionó durante años para que cedieran también los billetes, pero las buenas monjitas, con toda razón, no cedieron, y así les fue. La intención era disolver la congregación pretextando el escaso número de miembros, con lo que la arquidiócesis se haría finalmente no solo de la anhelada alcancía sino también de la Santa Casa de Ejercicios, un histórico edificio que ocupa una manzana entera en el pleno centro de Buenos Aires, que representa millones de dólares por su valor inmobiliario y por los incontables tesoros coloniales que posee.
4. Los obispos argentinos y provinciales de órdenes religiosas, que detestan amablemente, en mayor o menor grado, a Bergoglio (¿por qué creen que el Papa no viene a Argentina y por qué creen que ningún párroco porteño hizo sonar las campanas de su templo cuando fue elegido?). Y las razones son muchas, entre las que se destaca la red de espionaje que el cardenal había montando en todas las diócesis y congregaciones argentinas a través de sacerdotes adictos que le reportaban periódicamente los movimientos  de sus respectivos ordinarios.
5. Mons. Eduardo García, hoy obispo de San Justo, que fuera durante años el auxiliar y compinche de Bergoglio encargado de los negocios sucios. Quizás, en algún momento, Su Excelencia quiera contar cuáles eran los métodos que utilizaba el cardenal vigilar (¿espiar?) y controlar (¿extorsionar?) a sus propios sacerdotes, los que eran más propios de Beria que de un pastor con olor a oveja. 

6. Mons. Jorge Torres Carbonell, elegido por el papa Francisco como obispo auxiliar de Lomas de Zamora. Se trata de un inquietante personaje -es suficiente con ver su rostro en la foto de la izquierda- que fue sucesivamente rector del santuario nacional de Nuestra Señora de Luján y rector del santuario San Cayetano de Liniers, nombrado en ambos puesto por el cardenal Bergoglio. ¿Qué tienen en común? Se trata de los dos sitios de culto más populares del país y que reciben varias decenas de millones de pesos al año como limosnas y donaciones de los fieles.  Torres Carbonell fue quien los administraba, y reportaba a Bergoglio. Baciamo le mani, don Giorgio!

Estimo que ninguna de estas personas accederá a colaborar en el guión de un documental veraz sobre Bergoglio. La misericordia pontificia es ampliamente conocida y espanta a cualquiera.

miércoles, 29 de julio de 2015

Reportaje a Jack Tollers y sus "Charlas de café"


Wanderer:         Su video ha tenido casi mil seiscientas visitas en dos días. Lo he visto y me ha parecido bastante original, aunque no sé qué cómo ni qué ideas le inspiraron semejante iniciativa…
Tollers:              Bueno, es un poco resultado de mi frustración al recorrer el mundo con Youtube buscando comunicaciones católicas eficientes, plásticas, elocuentes­… además de ortodoxas. ¿Con qué me encontré? Con sermones cuyo audio resulta perfectamente detestable (muchas veces en iglesias horribles), conferencias interminables y aburridísimas filmadas con cámaras fijas, clases de profesores inmóviles y hieráticos que asustarían al más valiente… en fin, cosas que, de hecho, alejan más bien que no acercan a la verdad.
Wanderer:         ¿Y entonces?
Tollers:              Entonces se me ocurrió una alternativa, un poco más cordial, más intimista, menos formal, pero quizás más eficaz desde el punto de vista semiológico. Claro que mis recursos son harto limitados, la filmación se ha hecho con sólo dos cámaras, los camarógrafos son una hija mía y un yerno que no son profesionales (y ni siquiera han usado lo que propiamente se conoce como cámara), la edición ha quedado a cargo de mi hija y la presentación la armé yo mismo que ni siquiera sabía qué cosa era “Windows Movie Maker”…
Wanderer:         ¿Está conforme con el resultado?
Tollers:              Sí, para ser cosa de aficionados, creo que pasa la prueba. Como verá quien lo mire, el ambiente es más “cosy” y menos intimidatorio, una charla en un bar siempre es más confortable que una conferencia en una basílica o una clase en un aula magna. También resulta decisivo, a mi juicio, el hecho de ser pocos: refleja la condición actual de los cristianos de verdad (que, de hecho, viven en virtuales catacumbas) y cuya única justificación (en esto de ser tan pocos, tan desprovistos de medios) es que se rigen por el paradigma de la verdad, no del poder.
Wanderer:         Magna est veritas et praevalebit.
Tollers:              Exacto. Antes, la Iglesia usaba los “medios ricos” (Maritain dixit), como las grandes peregrinaciones, misas masivas en lugares públicos (con altoparlantes y todo) cuando no juntadas gigantescas en estadios y todo ese tipo de cosas. No digo que esté mal eso… digo que no sirve. Mejor todavía, digo que no sirvió.
Wanderer:         Pero hay una pequeña trampa en lo que me dice, porque Ud. se vale de la tecnología (en este caso Youtube) para reproducir su pequeña charlita en un pequeño bar a lo largo y a lo ancho del mundo… lo pueden ver miles de personas…
Tollers:              Si quieren, sí, claro. Pero no crea que la cosa sea tan fácil: hay muchísima gente que me dice que la charla es excesivamente extensa, que, especialmente a los jóvenes, les resultará intolerablemente larga, que esta generación no aguanta mucho más de 10 minutos…
Wanderer:         Bueno, pero una charla de bar, por definición se extiende durante una hora, por lo menos…
Tollers:              Exacto. Por lo demás, es cierto que más de 10 minutos contemplando un monitor en un escritorio, o una laptop sobre una mesa, o incluso la pantalla de una tablet o un celular, se vuelve muy pronto una cosa como tediosa: me parece que tiene que ver con la postura que exigen esos aparatos, pero eso está cambiando…
Wanderer:         No sé a qué se refiere.
Tollers:              Me refiero a las tecnologías que permiten, por ejemplo, descargar un video en un pendrive o grabarlo en un disco, para reproducirlo luego en una pantalla grande (que es lo que hago yo). O, en algunos aparatos más modernos (pienso en la Smart TV, por ejemplo): se puede acceder directamente a Youtube mientras uno se repantiga cómodamente en su sillón y disfruta de un whisky mientras oye y ve la charla. Entonces que dure una hora no es nada. Así es cómo yo he disfrutado de conferencias de Hopko, de clases de Peter Kreeft y de videos presentando al P. Ezcurra, entre otras muchas cosas.
Wanderer:         ¿De modo que continuará con este ciclo de charlas?
Tollers:          Con Dios y ayuda, si puedo, cómo no. También quiero invitar a otros disertantes que con el mismo formato nos pueden dar parte de su saber. Y también espero que más de uno de sus lectores se anime y pruebe de hacer cosas parecidas…
Wanderer:         Es una iniciativa interesante, vamos a ver qué pasa…
Tollers:              De todos modos, sin este blog como plataforma de lanzamiento, no creo que hubiese pensado siquiera en hacer algo como esto, ni en un millón de años.
Wanderer:         Gracias, Sr. Tollers.

N.B: El video del que se habla está en


   

lunes, 27 de julio de 2015

Charlas de café con Jack Tollers



Cuando el Papa Romano se dedica a alertarnos sobre los peligros que atraviesa la Madre Tierra; cuando los cardenales participan de cultos idolátricos; cuando los obispos hablan paran señalar el número de pobres y la gravedad de la drogadicción y cuando el bajo clero se dedican a alabar todo lo que dice la jerarquía esperando, de ese modo, pertenecer a ella algún día, es necesario que sean los seglares quienes tengan que recordarnos las verdades eternas.
Aquí tienen una imperdible charla de café de Jack Tollers sobre el drama de nuestro tiempo.

viernes, 24 de julio de 2015

Las "desaparecidos" del Novus Ordo

Desde que Pablo VI desencadenó la catástrofe litúrgica en 1969 con la creación de un “Comité para la Implementación de la Constitución sobre la Sagrada Liturgia” (más conocido como “el Consilium”) presidido por Annibale Bugnini, siempre hubo quien defendió las reformas efectuadas alegando que no hay gran diferencia entre la misa tridentina y el “Novus Ordo”.
¿Que no hay gran diferencia? 
Minga.
A este tema se abocó uno que no es santo de mi devoción, Anthony Cekada (sí señor, el sedevacantista) en un libro de enorme divulgación (15.000 ejemplares) que no ha sido traducido al castellano. Se trata de Los problemas con las oraciones de la misa moderna en el que el autor analiza las diferencias entre uno y otro ritual, un trabajo penoso que le insumió muchas horas de trabajo. 
Cito algunos de sus párrafos:
La misa tradicional contiene 1182 oraciones. Aproximadamente 760 fueron enteramente dejadas de lado. Del 36% de las oraciones que quedaron, los revisores alteraron más de la mitad antes de introducirlas en el nuevo misal. De manera que sólo un 17% de las oraciones del antiguo misal se incorporaron al nuevo misal sin que se los alterara.
El autor procede a contarnos que el famoso Consilium reformó los “propios” siguiendo un paradigma claramente definido:
Consilium, por tanto, incorporó al nuevo misal sólo aquellos textos antiguos “que aún conservan vigencia pastoral para el hombre contemporáneo.” De introducir las antiguas oraciones sin alteraciones que aludían a doctrinas controvertidas o al ayuno, o que expresan menosprecio del mundo, habría creado, dijeron los revisores, “dificultades para la psicología del hombre que experimenta otros problemas, que tiene otra manera de pensar y que vive en circunstancias y un entorno disciplinario diferente”. 
Cekada se pone a inventariar las revisiones efectuadas y el catálogo de las oraciones suprimidas son por demás elocuentes del espíritu que animaba a esta gente.
Parecería que el hombre de nuestro tiempo ya no soporta escuchar hablar acerca de la perversidad del pecado (M585-vincula nostrae pravitis), ni acerca de las “heridas” que inflige el pecado (M992-culpae vulnera; M785 peccati vulnere disgregatae), ni tampoco quiere saber nada sobre las trampas de la iniquidad (M330-pravitatis insidias; M314-ex nostra pravitate affligimur); no quiere saber acerca del pecado que “ofende gravemente” a la majestad divina (M1030-majestatem tuam graviter delinquendo offendimus) ni del pecado como “camino de perdición” (M340-de perditionis via).
¿Y por qué iba a pensar otra cosa? Ya no hace falta sentir “terror” ante la faz del “Dios airado” (M344-divinae tuae iracundiae terrores; M319-flagella tuae iracundiae queae meremur; M395-iracundiae tuae flagella; M532-ab iracundiae tuae terroribus; M749-iram indignationis tuae; M826-ab eo flagella tuae iracundiae clementer averte), ni tampoco puede sentir su “indignación” (M450-numquam indignationem tuam provocemus elati; M167-te indignante talia flagella prodire) o acaso los arrebatos de la ira divina (M798-cujus iram terrae fundamenta concutientem expavimus). El hombre moderno ya no siente la carga de la iniquidad (M649-pondus propriae actionis gravat; M261-peccatorum nostrorum pondere preminur) como si estuviese cautivo (M429-a captivitate animae liberemur; M286-peccatorum captivitate) y como encadenado por el pecado (M6, M302, M365, M472-vincula peccatorum). 
El hombre contemporáneo está a sus anchas en este mundo, en el que prefiere que no se le recuerden las “adversidades” de la vida (M192-in tot adversis; M333-liberemur adversis; M44,M158,M1138-tueantur adversis; M37-inter adversa securi; M196-ab omni adversitate; M231-omnia adversantia; M325-omnia adversitate fugata; M388-a cunctis eripi mereamur adversis; M547-ab omni adversitate liberentur; M557-a cunctis adversitatibus sit libera; M666-nullis afficiantur adversis; M688-adversitatibus expeditos; M736, M953-ab omni adversitate custodias; M867, M884-cuncta nobis adversantia; M945-contra omnia adversia; M1091-contra omnes adversitates subsidium; M1133-a cunctis adversitatibus protege; M1155-nulla ei nocebit adversitas). Tampoco quiere que le hablen de los “peligros” (M947-humanis non sinas subjacere periculis; M482-praesentibus periculis liberati; M70, M555, M1-corporis defende periculis; M24-ab omni malo et periculo liberemur; M34-a periculis ómnibus eruamur; M240-amotis periculis; M488-praesentis temporis pericula devitare; M730-a cunctis nos defende periculis; M910-ab ómnibus mentis et corporis periculis), ni de sus “enemigos” (M36-ab hostium furore defende; M94-de inimicis nostris victores nos efficiat; M174-cunctis efficiamur hostibus fortiores; M196-ab hostium propitius tuere clementer insidiis; M201-hostium sublata fomidine; M241-eorum insidiis potenter eripe; M249, M270-omnium hostium superatis insidiis; M201-hostium sublata formidine; M587-ab inimicorum defendat insidiis; M811-ab hostium impugnatione defende; M1080, M1158-ab hostium liberemur insidiis).
Cekada enumera muchísimas más supresiones de este estilo con las que se eliminaron cuidadosamente todas las referencias “políticamente incorrectas” según la “forma mentis” posconciliar. Adivinarán ustedes: las referencias al infierno, al demonio, al pecado, etc. etc…   
Especialmente interesante fueron las revisiones de los ritos y oraciones por los difuntos en los que se amputaron cuidadosamente las referencias al purgatorio, a la necesidad de sufragar por las almas y al Juicio. Muy de notar es que la misma palabra “alma” ha desaparecido en las nuevas oraciones por los difuntos…
¿A qué seguir? Ya saben ustedes de qué trata todo esto, pero alguien debería animarse y traducir este librito que tiene un valor testimonial irrefutable.
De lo que fueron estos tipos, de lo que hicieron estos tipos…
(Canonícenlos nomás, que igual nosotros sí que creemos en el Juicio). 
Jack Tollers


miércoles, 22 de julio de 2015

Perversión litúrgica

Comenzó el lunes en Santiago de Chile el congreso Summorum Pontificum que cuenta con la presencia del cardenal Jorge Medina Estevez. En Argentina, se cuentan con los dedos de una mano las diócesis donde se celebra dominicalmente la Misa Tradicional. En muchos casos los obispos hostigan a los sacerdotes que la celebran y, en otros, los sacerdotes comisionados por sus ordinarios para celebrarla, hostigan a los fieles que concurren, exigiéndoles que, a cambio, concurran a la misa nueva a fin de que acrecienten también su amor por ella. 
Esto constituye un primer signo de perversión litúrgica: obligar a una persona a que tome gusto por lo feo después de haber contemplado lo bello. Es como si después de tomar Lagavulin, fuéramos obligados a gustar también del Criadores. Podremos tomar ocasionalmente y en razón de compromisos sociales, una copita de Criadores, pero es imposible pretender que nos guste. 
No niego que el Novus Ordo bien celebrado -admitiendo que eso sea posible-, puede tener cierto grado de desmejorada belleza, pero constituye un claro índice de distorsión pretender que es igualmente bello que el rito tradicional. Es un Criadores comparado con un Lagavulin.
Pero hay una perversión litúrgica mucho mayor. El culto materializa los sentimientos del alma. Los traduce. El buen orden (oikonomía) de los gestos, movimientos, palabras y cantos litúrgicos simbolizan la armonía del alma (simmetría) y reflejan la belleza divina.    
El sentimiento religioso, natural en todo hombre, se expresa en los actos litúrgicos que, en su mayor parte, deben ser contemplación de la belleza de Dios, visible en las imágenes sagradas, en los cantos, en las palabras y en los gestos, los cuales deben ofrecer un “espectáculo” que se conforme, en cuanto sea posible, a la naturaleza divina y que, al mismo tiempo, despierte en nosotros la presencia de Dios. Esta belleza inspira el gozo y nos arranca de las miserias de la vida cotidiana, asimilándonos a ese estado de calma y dulzura que se atribuye a lo divino. 
Estos principios que acabo de exponer corresponden al orden natural humano. De hecho, no son más que una apretadísima síntesis de lo que Platón expone en su tratado sobre Las Leyes. Cuánto más son aplicables, entonces, al culto del verdadero Dios. El Novus Ordo, tal como celebra habitualmente en las parroquias argentinas, dista bastante de expresar alguna belleza, de inspirar gozo y de asimilarnos a la calma y dulzura divina. Son espectáculos lamentables que no puede causar más que daño rebajando el culto a la divinidad a una mera reunión de amigos teñida del mal gusto propio de los clérigos progres.

Se trata de un perversión, es decir, de algo vuelto al revés, pues no refleja la belleza de los dioses, sino la miseria de los hombres. Pero es una perversión particularmente grave ya que no desordena solamente el culto cristiano sino que desordena la propia naturaleza humana. Platón, cuando expone los principios del culto, lo hace a partir de lo que observa en el hombre en cuanto humano y, por eso mismo, propio y atribuible la humanidad entera. Pervertir, en el sentido más propio del término, el culto divino tal como ocurre en la inmensa mayoría de las misas novus ordo -al menos las que se celebran en Argentina- es un atentado no solamente contra la tradición cristiana sino contra la misma naturaleza humana. Y pretende que eso guste y enamore, es añadir perversión a la perversión

lunes, 20 de julio de 2015

La soledad de San Pancracio

Hace algunos días recibí en el blog el comentario particularmente significativo de un joven de diecisiete años. Entre otras cosas, nos hablaba de la soledad que experimentaba en medio de su colegio y de sus amigos al intentar vivir plenamente su fe cristiana. Y enseguida pensé en San Pancracio, un joven que vivió toda su vida golpeado por la soledad y que, sin embargo, resistió hasta el final.
Aquí les propongo un relato en el que reconstruyo su vida. Su ejemplo y su intercesión nos ayudarán en estos tiempos difíciles en los que la soledad y orfandad son las persecuciones que nos tocan sufrir. 

En la península de Anatolia se levantaba la ciudad de Synnada que poseía, a fines del siglo III, cierta importancia en Frigia, la extensa zona del Asia Menor que era parte integrante del Imperio Romano. Era una ciudad pagana y del matrimonio pagano formado por Cleonius y Cyriada nació, en 289, su primer hijo a quien llamaron Pancracio. 
Su vida no iba a ser fácil. Apenas nacido fue cargado con el peso que lo acompañaría a la largo de todos sus años: la soledad y el sentimiento de orfandad. Su madre murió al darlo a luz y el bebé desvalido quedó a cargo de su padre. 
Cleonius era ciudadano romano y pertenecía a una familia conocida de Diocleciano, un dálmata hijo de un liberto que, a fuerza de habilidades oscuras, había sido proclamado emperador por el ejército romano de Oriente en 284 y se había hecho con todo el poder poco tiempo después.   Sus medios económicos le permitían a Cleonius dar a su hijo una buena educación y formación en las virtudes que aún conservaba, en cierta medida, el Imperio. Además, Frigia era un región donde florecían las letras y las artes, y florecía también la fe cristiana. Hacia el este limitaba con Capadocia, de donde saldrían pocas décadas más tarde tres de las luminarias más grandes del Cristianismo: Basilio y los dos Gregorios. Synnade, además, era vecina de las ricas y cosmopolitas ciudades que comerciaban en los puertos del Mediterráneo y del Mar Negro. El porvernir de Pancracio, el niño sin madre, podía preverse como auspicioso. Sin embargo, la soledad volvió a golpearlo: cuando tenía ocho años murió su padre Cleonius y el pequeño, solo, quedó al cuidado de su tío Dionisio.
Es éste un personaje cautivante, a pesar de lo poco que sabemos de él. Eligió la soledad para dedicarse a criar a su sobrino y asumió sin vacilar los costes que esto significaba para su vida personal.
Nada sabemos de los años siguientes, pero seguramente Pancracio habrá cargado con su orfandad, habrá aprendido a vivir solo y a consolarse con el cariño de su tío. Y también habrá continuado su educación a la que Dionisio, pareciera, se abocó con ahínco. Quizás esa sea la clave comprender la decisión que tomó algunos años después cuando, junto a su sobrino, dejaron Synnade y se establecieron en Roma, la capital del Imperio. Era, una vez más, otro golpe de la soledad a Pancracio quien, comenzando su adolescencia, debía dejar a sus amigos frigios y comenzar una nueva vida en un lugar desconocido que lo obligaría a hacer nuevas amistades y tejer nuevas relaciones. 
Dionisio eligió vivir en el monte Celio, una de las siete colinas de Roma donde se había establecido un fuerte núcleo de población cristiana. Y será este un hecho que marcará su destino y el de su sobrino.
Ambos, solos en una nueva ciudad, hombres virtuosos y honestos, sienten la necesidad de la paz que trae consigo el afecto humano y añoran también un ideal que de sentido a sus vidas golpeadas y doloridas. La zona de la ciudad en la que viven les ayuda puesto que sus vecinos son amables con los recién llegados y éstos, a su vez, descubren en ellos la serenidad y la paz que tanto anhelan. En la casa lindera vive un anciano llamado Cayo, al que acuden a visitar diariamente muchas personas caracterizadas por la misma mirada luminosa. Los domingos se reúnen más visitantes y se escuchan cánticos y oraciones que provoca en Pancracio y en su tío una gran curiosidad. 
Junto a la casa de Cayo, vive su hermano Gabino, viudo desde hace años, quien tiene una sola hija, Susana, apenas mayor que Pancracio, dedicada al cuidado de su padre y de los más pobres de la zona del Celio.
Es Susana la que invita a Pancracio y Dionisio a las reuniones que se realizan en casa de su tío Cayo. Y será en estos encuentros, discretos y alejados de las algarabías mundanas propias de la capital imperial, en que los dos frigios conocerán la fe cristiana y se enterarán de que su vecino es el obispo de Roma. Convertidos al evangelio de Cristo, ambos son bautizados por el papa Cayo. 
Habrá pensado quizás Pancracio que las tormentas que se habían abatido sobre su vida habían ya pasado: había descubierto la fe verdadera y tenían un grupo de amigos al que lo unía algo más fuerte que los afectos. Tenía catorce años y la vida se le abría ante sus ojos. Pero, una vez más, la soledad vendría a golpearlo puesto que, pocos días después del bautismo, murió su tío Dionisio. Pancracio estaba otra vez solo en el mundo.
La fe que había abrazado se convirtió en su tabla de salvación, en el sentido más amplio del término. Se abrazó a ella con pasión y se entregó con fervor al servicio del papa Cayo, rodeado de la amistad y el cariño de Gabino, Susana y otros cristianos del Celio. 
Pero la persecución del emperador Diocleciano, que sería la última y más sangrienta de todas, estaba comenzando. Quizás haya sido el ardor del amor a Cristo y a su Evangelio lo que llevó a Pancracio a proclamar públicamente su fe cristiana, acompañado de los ímpetus propios de su juventud. Lo cierto es que fue encarcelado y colocado en celdas en las que se hacinaban asesinos y ladrones. Nuevamente Pancracio debe vérselas con la soledad y el desamparo, aunque esta vez no sería por mucho tiempo. 
A los pocos días de su encierro, se le exigió que quemara incienso a los dioses paganos a fin de ser liberado. El joven no solamente se negó sino que fundamentó y defendió con una vehemencia y elocuencia impropia de su edad la decisión tomada. 
El emperador, que había sido conocido de su padre, quiso verlo a fin de ayudarlo a abandonar la ceguera que lo invadía.  Fue llevado, entonces, frente a Diocleciano quien le mostró con argumentos racionales la necedad de su postura -adherir a la extravagante fe en un líder judío muerto en una cruz hacía casi trescientos años- y le prometió riquezas y poder en su administración si tan solo accedía a arrojar algunos pocos granos de incienso frente a las estatuas de las divinidades romanas. Pancracio no sólo se negó sino que redobló la defensa de su fe y proclamó nuevamente su amor a Cristo. 
Diocleciano no insistió y entregó al adolescente en manos de sus verdugos. Al día siguiente, el 12 de mayo de 303, fue conducido a la vía Aurelia y allí, en soledad, fue decapitado. 
Por la noche, Otavilia, una piadosa mujer cristiana, recogió su cuerpo, lo ungió y envolvió en lino, y lo sepultó en una catacumba cercana. 


(Como sucede con frecuencia en el caso de los primeros mártires cristianos, las noticias de su vida y de su muerte carecen de detalles y de cronologías exactas. De allí ciertas incongruencias en cuanto a las fechas que pueden encontrarse en este relato).  

jueves, 16 de julio de 2015

El Preso en el avión pontificio

El martes de la semana pasada recibí un llamado de Juan Berretta, el periodista de La Voz del Pueblo
-No sabe lo que me pasó - me dijo- Recibí una llamada del P. Lombardi, el vocero del Papa Francisco, invitándome a regresar con ellos a Roma en el avión papal. Yo me puse loco de contento y empecé a besar una estampita que tengo del Papa dando saltos y cabriolas. Y entre tanto salto me tropecé con la mesa, me caí y me quebré la pierna. Tiene que ayudarme; vaya usted por mí y grabe la conferencia de prensa del Papa, saque fotos pero no haga preguntas.
Yo, por supuesto, agarré viaje enseguida. Por las dudas, ni siquiera me acerqué a alguna foto del Papa Francisco, no fuera que tuviera la mala suerte del pobre Berretta. 
Y así, el Preso, fotógrafo de La voz del Rioba, se tomó un avión a Paraguay. Llegué a Asunción el 11 de julio y me fui a Caacupé para la misa pontificia. Con mi credencial de periodista pasé todos los controles y, estando cerca ya del altar, divisé a Mons. Karcher. Se lo notaba inquieto y preocupado. Apenas me vio me llamó desesperado y me dijo:
-¿Trajo la cámara? Venga conmigo, rápido, que se me va-. Y salimos los dos disparados hacia el gentío. A poco correr divisamos un tumulto en el que Karcher se zambulló con valiente decisión. Allí estaba Vicky Xipolitakis siendo abucheada por los fieles. El monseñor le pasó a la vedette el brazo sobre el hombro y me dijo:
-Sácame una foto. Es para mi Feisbuk. 
Así lo hice. Monseñor desapareció Karcher y yo me uní a los paraguayos y le tiré un par de huevos a la bataclana.
El día del viaje estuve temprano en el aeropuerto. A la entrada del avión me esperaba el P. Lombardi y me indicó la butaca que debía ocupar. Al poco rato, llegó una mujer que ocupó el asiento de mi izquierda. Era una mujer muy fea. Fea de un modo rotundo, fundamental y definitivo. Parecía como si a lo largo de su vida hubiera ido cultivando el horror de su cara y de su cuerpo con un cuidado especialísimo, procurando no omitir ninguno de los detalles que deben constituir una fealdad perfecta. En butaca de la derecha se sentó Mons. Karcher. 
- Es Elizabetta Piqué - me dijo señalando a la mujer fea. 
Y ahí quedé yo, ensanguchado entre los dos.
Poco tiempo después de despegar, apareció el papa Francisco tomando mate que le cebaba el P. Lombardi. Y comenzó la conferencia de prensa. Yo la grabé como me lo había pedido Berretta pero no pude con mi genio e hice algunas preguntas y comentarios. Aquí les transcribo la grabación. En color azul van mis comentarios y preguntas al Santo Padre. 

Pregunta de Aníbal Velázquez, del Abc Color:
Santidad. Soy Aníbal Velázquez de Paraguay. Nosotros le agradecemos porque ha ya elevado el Santuario de Caacupé como basílica, pero en el Paraguay se pregunta la gente: ¿por qué Paraguay no tiene cardenal?; ¿cuál es el pecado de Paraguay, que no tenga cardenal? o en todo caso, ¿está lejos todavía de que tenga un cardenal?
Respuesta:
Bueno, no tener cardenal no es un pecado. La mayoría de los países del mundo no tienen cardenales. La mayoría. O sea, las nacionalidades de los cardenales, no recuerdo cuántas son, pero son minoría respecto a todo el conjunto. Es verdad, Paraguay no ha tenido ningún cardenal hasta ahora. No sabría darle la razón. A veces, para la elección de cardenales se balancean, se leen, se estudian los legajos de cada uno, se ve la persona, el carisma, sobre todo, del cardenal, que debería ser el consejero al Papa y asistir al Papa en el gobierno universal de la Iglesia. 
Santidad, ¿cómo definiría el carisma que debe tener un obispo para ser cardenal? Trepador, bueno para el lobby, intrigante… [El P. Lombardi me miró de un modo muy particular y el Santo Padre siguió con su respuesta]
El cardenal, si bien pertenece a una Iglesia particular, es – y de aquí la palabra – incardinado a la Iglesia de Roma, y tiene que tener una visión universal. 
Es decir que Paraguay es un país de cuarta, con curas y obispo de cuarta, donde ni uno solo tiene el carisma y la visión universal requeridos para ser cardenal… -dije por lo bajo. 
Esto no quiere decir que en Paraguay no haya obispos que la tengan, la pueden tener, pero como siempre hay que elegir hasta un número – uno no puede designar más de 120 cardenales electores – entonces, será por eso. Bolivia ha tenido dos. Uruguay ha tenido dos - dos, sí, Barbieri y el actual -. Algunos países centroamericanos tampoco han tenido, pero no es ningún pecado y todo depende de las circunstancias, las personas, el carisma para incardinarse. 
Insisto, ¿cuál es carisma para incardinarse como cardenal a la diócesis de Roma?- Nadie me respondió.
… Yo me hago otra pregunta: ¿Merece Paraguay tener un cardenal, si miramos la iglesia del Paraguay? Yo diría, merecería tener dos, pero es por lo otro, no tiene nada que ver con los méritos. 
Santidad, ¿y entonces por no ha creado ningún cardenal paraguayo en los últimos consistorios? Que yo sepa es usted, y solamente usted quien decide quién será cardenal. Si dice que Paraguay merecería tener uno, ¿no le parece contradictorio que no lo tenga?

Pregunta de Priscila Quiroga, de Cadena A y Cecilia Dorado Nava, de El Deber, de Bolivia:
Su Santidad, por favor, a nosotros nos interesa conocer su criterio en torno a si considera justo el anhelo de los bolivianos de tener una salida soberana al mar, de volver a tener una salida soberana al océano pacífico. Y Santo Padre, en caso de que Chile y Bolivia pidan su mediación ¿usted aceptaría?
Respuesta:
Lo de la mediación es una cosa muy delicada, […] En este momento yo tengo que ser muy respetuoso de esto porque Bolivia hizo un recurso a un tribunal internacional. Entonces, si yo en este momento hago un comentario - yo soy jefe de un Estado -  podría ser interpretado como inmiscuirme o una presión, o algo. […] No tengo el asunto muy claro. El que me dijo una cosa por el estilo, que se estaba cerca de una solución, fue en tiempos del presidente chileno Lagos, pero lo digo sin tener datos exactos. Fue un comentario que me hizo el cardenal Errázuriz. Así que no quisiera decir una “macana” en eso.
Si dice que es una cosa muy delicada, que no lo tiene muy claro y que conoce solamente comentarios que le hizo un cardenal hace años, ¿entonces por qué habla del tema? - le pregunté a Karcher. Me dio un codazo. 
[…]

Prosigue la pregunta: ¿Es justo o no el anhelo de los bolivianos?
Respuesta:
Siempre hay una base de justicia cuando hay cambio de límites territoriales, y sobre todo, después de una guerra. Hay una revisión continua de eso. Yo diría que no es injusto plantearse una cosa de este tipo, ese anhelo. Yo recuerdo que en el año 61, estando en primer año de filosofía, nos pasaron un documental sobre Bolivia - un padre que había venido de Bolivia -, y creo que se llamaba: “Las doce estrellas”. ¿Cuántas provincias tiene Bolivia? (Le responden que son 9 departamentos) Entonces se llamaba: “Las 10 estrellas”. Y presentaba cada uno de los 9 departamentos, y al final, el décimo departamento, y se veía el mar sin ninguna palabra. Me quedó grabado, eso fue en el año 61. 
No entiendo. Acaba de decir que es un tema muy delicado y que no quiere mandarse una macana y ahora dice prácticamente que la salida al mar es el décimo departamento de Bolivia, algo así como la famosa “hermanita perdida” de los argentinos. Y se basa en un documental que le pasó un misionero en el año ’61… ¿Escuché bien Monseñor? - Karcher no me contestó. Estaba entretenido mirando su Facebook en el Ipad. 
[…]

Pregunta de Fredy Paredes, de Tele Amazonas, de Ecuador:
Su Santidad, buenas noches, muchas gracias. El Ecuador estaba convulsionado antes de su visita, después de que abandonó el país, volvieron las personas que hacen oposición al gobierno a salir a las calles. Parece ser que su presencia en el Ecuador se quiere utilizar políticamente, especialmente por la frase que usted pronunció: “El pueblo del Ecuador se ha puesto de pie con dignidad”. […]
Respuesta:
[…] Porque esa misma frase - me comentaron, yo no lo vi – fue instrumentalizada para explicar ambas situaciones: que el gobierno ha puesto de pie a Ecuador o que se han puesto de pie los contrarios al gobierno. Una frase se puede instrumentalizar  y en eso creo que hay que ser muy cuidadosos. Y le agradezco la pregunta porque es una manera de ser cuidadoso. Usted está dando un ejemplo de ser cuidadoso.
¡Qué alivio! - dije despacito- ¡Por fin se dio cuenta de que sus frases pueden ser instrumentalizadas! De cuántos problemas nos habríamos librado si se hubiese dado cuenta antes…
Si ustedes me permiten… Es muy importante en el trabajo de ustedes la hermenéutica de un texto. Un texto no se puede interpretar con una frase. La hermenéutica tiene que ser en todo el contexto. Hay frases que son justo la clave de la hermenéutica y hay frases que no, que son dichas de paso o plásticas. Entonces, ver todo el contexto, ver la situación, incluso, ver la historia. Ver la historia de ese momento o si estamos hablando del pasado, interpretar un hecho del pasado con la hermenéutica de ese tiempo. O sea, las cruzadas: interpretemos las cruzadas con la hermenéutica como se pensaba en ese tiempo. Es clave interpretar un discurso, cualquier texto, con una hermenéutica totalizante, no aislada. Lo digo como ayuda para ustedes. Muchas gracias. 
¡Pido un aplauso para el Papa Francisco que nos está enseñando a los periodistas cómo hacer nuestro trabajo! ¡Este hombre es un genio; no nos habíamos dado cuenta de la necesidad de la hermenéutica! -grité entusiasmado mientras batía palmas. El único que me siguió fue un boliviano pero enseguida lo hicieron callar.

Pregunta de Stefania Falasca, del periódico  Avvenire:
[… ] Ahora, desde hace semanas, nosotros en Europa tenemos este caso de Grecia y del destino de Grecia que corre el riesgo de salir de la moneda europea: ¿Qué piensa Usted de cuanto está sucediendo en Grecia y que también concierne a toda Europa?
Respuesta:
[…]
Después, sobre Grecia y el sistema internacional yo tengo una gran alergia a la economía, porque papá era contable y cuando no terminaba el trabajo en la fábrica se lo llevaba a casa, el sábado y el domingo, con aquellos libros, de aquellos tiempos, donde los títulos se hacían en gótico… y trabajaba, y yo veía a papá… y tengo alergia.
Yo no entiendo bien cómo es la cosa, pero ciertamente sería simple decir: la culpa es sólo de esta parte. 
Pero, si le tiene alergia a la economía y no entiende bien cómo es la cosa, entonces ¿cómo se la pasa hablando de economía? ¿No les habló acaso de economía a los Movimientos Populares? ¿No habló de economía en la Evanglelii gaudium y en la Laudato si? - le pregunté a Karcher, pero estaba jugando al Pac Man con su celular y no me respondió.
[…]
Me han dicho hace un año más o menos, pero no sé si …  esta es una cosa que he oído, que había un proyecto en las Naciones Unidas (si alguno de ustedes sabe esto sería bueno que lo explique),  había un proyecto por el cual un país puede declararse en bancarrota, que no es lo mismo que el default, sino que es un proyecto que he oído y que no sé cómo fue, si era verdad o no. Lo digo para ilustrar como algo que he oído, pero si una empresa puede hacer una declaración de bancarrota, ¿por qué un país no puede hacerla y así se va en ayuda de los demás? Estos eran los fundamentos de este proyecto, pero de esto no puedo decir nada más. 
¿Pero cómo este hombre puede hablar de un tema tan delicado como la deuda griega refiriéndose  a lo que alguna vez le dijeron y de lo que no se acuerda bien?, pensé para mí mismo. Y me animé a preguntar:
Santidad -dije- la propuesta es buena. Si Grecia no entra en default sino que se declara en bancarrota como una empresa, ¿cómo ve usted a los griegos rematando sus activos como en una quiebra? ¿Venderían a sus habitantes como esclavos? ¿Quién pondría el síndico de la quiebra: el FMI o el Vaticano?
El Papa me dirigió una mirada de misericordia que me dejó helado y pidió la próxima pregunta.

Pregunta: Usted ahora irá a Estados Unidos, tiene alguna idea sobre cómo será recibido, algún pensamiento sobe la nación…
Respuesta: No. Tengo que comenzar a estudiar ahora, porque hasta hoy he estudiado estos tres Países bellísimos, que son una riqueza y una belleza. Ahora tengo que empezar a estudiar Cuba, porque iré allí dos días y medio, y luego los Estados Unidos, las tres ciudades del Este - porque al Oeste no puedo ir – están Washington, Nueva York y Filadelfia. Sí, tengo que comenzar a estudiar estas críticas y luego dialogar un poco.
- A este ritmo, en veinte años habrá estudiando a todos los países de la tierra. ¡Qué bárbaro! ¡Qué capacidad de estudio! -le dije a Elizabetta Piqué que me miró con cara de asco.

Pregunta de Aura Vistas Miguel:
Santidad, ¿qué cosa sintió cuando vio esa hoz y el martillo con Cristo, ofrecido por el Presidente Morales? Y ¿dónde ha terminado ese objeto?
Respuesta:
Yo – es curioso – no conocía esto, y tampoco sabía que el Padre Espinal era escultor y poeta también. Lo he sabido en estos días. Lo he visto y para mí ha sido ha sido una sorpresa.
Segundo: se le puede calificar como el género del arte de protesta. Por ejemplo, en Buenos Aires algunos años atrás se hizo una muestra de un buen escultor, creativo, argentino. Ahora ha muerto. Era arte de protesta, y yo recuerdo un de sus obras que era un Cristo crucificado que estaba sobre un bombardero que caía. Era una crítica del cristianismo que se había aliado con el imperialismo que era el bombardero. El primer punto, entonces, no lo sabía; segundo, yo lo califico como arte de protesta que en algunos casos puede ser ofensivo, en algunos casos.
Rápido como soy de reflejos, me di cuenta que era la oportunidad de quedar bien con el Papa y dije en voz alta:
-El Santo Padre tiene razón. Se refiere al pintor argentino León Ferrari que en diciembre de 2004 hizo una muestra en Buenos Aires. ¿Recuerda Santidad que usted la calificó públicamente de blasfema? Bueno, ahora la llama arte de protesta, pero es lo mismo, ¿no?
Noté que el Papa se ponía pálido y que el P. Lombardi cuchicheaba con un grandulón de traje negro que se acercó silenciosamente hacia mi butaca. Y continué: 
-¿Qué le diría Santidad a los miles de católicos porteños que en esa oportunidad se manifestaron frente al museo contra la exposición de arte de protesta de Ferrari?
El grandulón, que estaba detrás mío, me pegó un coscorrón y me quedé callado. 
Tercero, en este caso concreto, el Padre Espinal fue asesinado en los años 80. Era un tiempo en el cual la teología de la liberación tenía diferentes ramas, uno de estos era el análisis marxista de la realidad, y el Padre Espinal pertenecía a este. […] Hagamos la hermenéutica de esa época. Espinal es un entusiasta de este análisis de la realidad marxista, pero también de la teología, usando el marxismo. De esto ha salido esa obra. También las poesías de espinal pertenecen a este género de protesta, pero era su vida, era su pensamiento, era un hombre especial, con mucha genialidad humana, y que luchaba en buena fe. 
Doña Elizabetta -dije- ¿No acaba de decir que no sabía que el P. Espinal era poeta y ahora dice que conoce toda su obra poética?
La Piqué me picó con una mirada viperina y, temiendo otro coscorrón, seguí escuchando. 
Haciendo una hermenéutica de este tipo yo entiendo esta obra. Para mí no ha sido una ofensa. Pero he tenido que hacer esta hermenéutica y lo digo a ustedes para que no surjan opiniones equivocadas. 
Una vez más, no pude contenerme. Había entendido perfectamente la postura del Papa Francisco. Todo era cuestión de hacer hermenéutica. E hice mi aporte:
-Santidad -dije- Me parecen iluminadores sus conceptos sobre la hermenéutica. Siguiendo su criterio, entonces, la hermenéutica nos permite comprender y justificar que los judíos hayan crucificado a Cristo. 
El Papa sonrió complacido y tomó el micrófono para asentir, pero el P. Lombardi le pegó un codazo y se quedó callado. Para salvarlo del trance, seguí:
-Y del mismos modo, mirando hermenéuticamente la situación, se entiende que Stalin haya mandado a más cincuenta millones de personas a los Gulags y que el general Videla haya hecho desaparecer a los Desaparecidos de la dictadura… - no pude terminar la frase porque, al sopapo del grandulón se unió un carpetazo de la Piqué y un pisotón de Karcher.
[…]

Pregunta de Anaïs Feuga:
Durante la Misa en Guayaquil, Usted ha dicho que el Sínodo debía hacer madurar un verdadero discernimiento para encontrar soluciones concretas a las dificultades de las familias. Y después ha pedido a la gente que rece, porque – ha dicho - aun lo que nos parece impuro, nos escandaliza o nos espanta, Dios lo pueda transformar en milagro.
Respuesta:
También aquí haré la hermenéutica del texto. Estaba hablando sobre el milagro del vino bueno y he dicho que las tinajas de agua estaban llenas, pero eran para la purificación. O sea que toda persona que entraba en esa fiesta hacía su purificación y dejaba sus suciedades espirituales. Es un rito de purificación antes de entrar en una casa, o también en el templo. Un rito que nosotros ahora tenemos en el agua bendita: ha quedado eso del rito hebraico. He dicho que justo Jesús hace el vino mejor con el agua de las suciedades, de lo peor. 
Pero, pero… -pensé- El Papa no conoce el Evangelio. San Juan dice: “Había allí seis hidrias de piedra, destinadas a la purificación de los judíos, cada una de las cuales podía contener de dos a tres metretas. Díceles Jesús: "Llenad de agua las hidrias". Y las llenaron hasta arriba” (Jn. 2, 6-7). ¡Las tinajas estaban vacías! ¡Jesús convierte en vino agua limpia, no agua sucia!  
Tenía que advertirle de su error al Santo Padre.
-Santidad, espere, su hermenéutica está equivocada… -. Esta vez la Piqué me metió un codazo en el estómago que me quitó la respiración. No pude seguir explicándole al Papa su error. 
[…]
Pregunta de Ludwig Ring-Eifel, de KNA:
Santo Padre, en este viaje hemos escuchado tantos mensajes fuertes para los pobres, también tantos mensajes fuertes, a veces severos, para los ricos y los poderosos, pero una cosa que hemos oído muy poco eran mensajes para la clase media, es decir, la gente que trabaja, la gente que paga los impuestos, es decir, la gente normal. Mi pregunta es: ¿por qué en el magisterio del Santo Padre hay tan pocos mensajes para esta clase media? Y ¿si hubiera tal mensaje, cuál sería?
Respuesta:
Muchas gracias, es una bella corrección ¡gracias! Usted tiene razón, es una equivocación de parte mía. Debo pensar sobre ello. Haré algún comentario, pero no para justificarme. Usted tiene razón, tengo que pensar un poco. 
¡Propongo que el colega Ring-Eifel sea nombrado asesor del Magisterio Pontificio y reemplace en ese puesto a Mons. Tucho Fernandez, a fin de evitar olvidos y omisiones en futuros documentos! -grité con entusiasmo, pero la moción no fue aceptada.
El mundo está polarizado. La clase media se vuelve más pequeña. La polarización entre los ricos y los pobres es grande. 
¡Tres hurras por los lugares comunes a los que recurre el Santo Padre como lo hace un hombre de la calle de clase media! - volví a gritar. 
El grandulón me agarró de las solapas y me sacó limpiamente de mi butaca, arrojándome en un asiento del fondo del avión. 
[…]
Pregunta de  Courtney Walsh, de  Fox News: 
Santidad hemos hablado un poco de Cuba, adonde Usted va en septiembre antes de ir a Estados Unidos, y del papel que el Vaticano ha tenido en su acercamiento. Ahora que Cuba tendrá un papel mayor en la comunidad internacional, según su opinión, La Habana ¿tendrá que mejorar su reputación sobre el respeto de los derechos humanos, incluida la libertad religiosa? Y ¿Usted cree que Cuba corre el riesgo de perder algo en esta nueva relación con el país más poderoso del mundo?
Respuesta:
Pero, los derechos humanos son para todos y no se respetan los derechos humanos sólo en uno o dos países. Yo diré que en tantos países del mundo no se respetan los derechos humanos, ¡en tantos países del mundo! ¿Y qué cosa pierde Cuba y qué cosa pierden los Estados Unidos? Ambos ganarán algo y perderán algo, porque en un negociado es así. Pero lo que ganarán ambos es la paz. Esto es seguro. El encuentro, la amistad, la colaboración: esto es la ganancia. 
¡Tiembla Merry del Val y Eugenio Pacelli, maestros de la diplomacia vaticana! Nunca se les había ocurrido que las relaciones diplomáticas se rigen por la búsqueda del encuentro, la amistad y la colaboración… - dije mientras comía unos maníes salados que me había dado una azafata italiana, mucho más linda que la Piqué, que estaba también en el fondo del avión. 
Pero qué cosa perderán no logro pensarlo, serán cosas concretas, pero siempre en un negociado se gana y se pierde. Volviendo sobre los derechos humanos y sobre la libertad religiosa, pero ¿piensan que en el mundo hay países, también algún país europeo, que no te deja hacer un signo religioso, no? Por diversos motivos, ¿no? Y en otros continentes lo mismo, ¿no?  Sí, esto. La libertad religiosa no es respetada en todo el mundo, hay tantos países en los que esto no sucede.
Pero no es lo mismo que no te dejen hacer la señal de la cruz en una escuela pública francesa a que te metan preso cincuenta años por pensar distinto como sucede en Cuba. En esto el Papa no se jugó - le dije a la italiana.   
[…]
Prosigue la pregunta, ¿Me permite una broma: qué piensa de estas autofotos, selfies, en plena Misa, que se toman los jóvenes, los niños, los colegas?
Respuesta:
¿Qué pienso? Es otra cultura. Me siento bisabuelo. Hoy, al despedirme, un policía, grande, habrá tenido cuarenta años, me dijo: me tomo un selfie. Yo le dije: pero tú eres un adolescente. Sí, es otra cultura, pero la respeto.
Ya está. Por se abraza con Tinelli y recibe a Icardi y a Wanda Nara. Es otra cultura. Tenemos que aplicar la hermenéutica, ¿vio? - le dije a la azafata para hacerme el interesante, pero la italiana se estaba pintando las uñas y no me hizo caso.
La conversación de prensa terminó en ese momento y el Papa se fue a su lugar a seguir tomando mate. Yo, para matar el tiempo, me puse a ver un video de Tandarica en el Ipad.  



martes, 14 de julio de 2015

¿Quién es Bergoglio?

El desconcierto que despierta la figura del Romano Pontífice en todos los ámbitos -católicos y paganos- da lugar a interesantes esfuerzos hermenéuticos:

No más de lo que se ve
El Papa Bergoglio no es más que un personaje menor, dotado de una enorme ansia de poder y de una fuerte carga de resentimiento social, que supo aprovechar los momentos adecuados para trepar y llegar donde llegó. Renunció a la función natural del intelecto -la especulación-, y la reemplazó por la praxis pura. Esta combinación lo convierte en un monstruo capaz del daño más inconcebible para un cristiano, el cual cometería sin el menor problema de conciencia por su clara psicopatía. 

Olor a azufre
Los últimos días, en que se desarrollaba el viaje papal a Hispanoamérica, han sido particularmente penosos para muchos católicos, sobre todo españoles e hispanoamericanos, manifestada en la misma sensación: una tristeza profunda y un sentimiento de soledad muy pronunciado. No se trata de esas tristezas transitorias de las que habla Benson y que Dios envía a sus hijos para probarlos. Es otra cosa, casi desconocida e inquietante
Más allá que desde la elección de Bergoglio, un buen número de católicos viven de amargura en amargura, esta vez su superó un límite que jamás siquiera se pensó que pudiera franquearse, reflexionan. Quienes aplaudían a rabiar a Francisco en la asamblea mundial de los Movimientos Populares, justo cuando pedía perdón por los crímenes cometidos por la Iglesia contra los pueblos originarios, eran claramente el enemigo contra el que siempre combatimos los católicos, la izquierda progre y mentirosa que profesa un odio profundo por la Iglesia y por la fe. 
Por eso -piensan-, Bergoglio nos ha entregado. En una semana ha destruido aquello por lo que han luchado toda la vida y está convirtiendo a la Iglesia en tierra arrasada. Y esto no puede ser más que obra de las Fuerzas Oscuras.

Bergoglio no es Papa
Frente a este panorama son muchos los católicos que comienzan ya a hablar de que Bergoglio no es Papa, sumándose así a las variadas voces del sedevacantismo. “Un Papa no puede hacer lo que este hombre está haciendo”, dicen. Es la solución más fácil y tranquilizadora. Se trata nada más que de un impostor que estará ocupando durante algunos años un lugar que no es el suyo. Nada más que eso.  
Es verdad que no podemos saber con certeza si la renuncia de Benedicto XVI fue realmente libre y si la elección de Francisco fue canónica. Pero nosotros, laicos de a pie, lo único que podemos hacer es remitimos a la evidencia documental que muestra que, afectivamente, Ratzinger renunció libremente y Bergoglio fue elegido legítimamente. Francisco es el verdadero obispo de Roma y Sumo Pontífice. 

Olor a azufre concentrado o el Falso Profeta
Otros prefieren ver en Bergoglio al anunciado Falso Profeta. Siempre pensamos que sería un brillante y agudo intelectual, una suerte de príncipe renacentista en el que se uniría la cultura más refinada, con la inteligencia superior y gestos principescos. Con todas esas cualidades sería capaz de seducir rápidamente al mundo entero. Pero lo cierto es que, si un tal personaje surgiera en la actualidad, seduciría a muy pocos. El mundo de hoy ha adquirido sus nutrientes en Tinelli, el rock y el arte de Andy Warhol. El hombre del siglo XXI encontraría aburrida la agudeza intelectual y los modales refinados. Jamás sería seducido por Lorenzo de Médici. Es seducido solamente por la chabacanería y la vulgaridad en la que se revuelca diariamente. 


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lunes, 13 de julio de 2015

Todo muy raro



Uno estaría tentado de recordar el siglo XIII y a los güelfos y gibelinos ante la probable creación de un Sacro Imperio Bolivariano, pero esto es otra cosa. El cesarismo papal implicaba la injusta subordinación del orden temporal incluso fuera de la "razón de pecado". En el caso de Bergoglio, no hay tal subordinación por la sencilla razón de que su basto análisis no reconoce distinción alguna. En él, lo temporal y lo espiritual (if any) se mezclan en forma inescindible, en una combinación pre judaica y pre cristiana que recuerda a las culturas teocráticas, quizás al Islam. De tal modo, asume lo político como si fuera religión y la religión como si fuera política, sin rubor alguno. Sus opiniones son dogmas religiosos, las aspiraciones de los pueblos son deseos de Dios, sus causas temporales e inmanentes son sagradas.

Es muy raro esto, muy raro y muy inaceptable. El "sano laicismo" termina con un líder populista vestido de Papa reclamando la salida al Pacífico para Bolivia, la revolución y el cuidado del medio ambiente. Los laicos emancipados y adultos reciben como modelo alternativo al terrible capitalismo el de las misiones jesuíticas, donde regía un jesuita, los bienes eran comunes y hasta el oficio de la naturaleza estaba reglamentado por los curas. Para esto se suprimieron concordatos y se proclamó la muerte del Estado confesional, mil veces más independiente del estamento clerical que estas payasadas populistas y embrionariamente totalitarias, que ahora vienen a recibir una convalidación "espiritual". Preparémonos para ver un totalitarismo realmente totalizador, que ni siquiera el siglo XX vio. 
Ludovicus

viernes, 10 de julio de 2015

Burger Pope


Me levanté esta mañana con la intención de escribir un post sobre el imperdonable pedido de perdón realizado por el Papa Francisco a los pueblos originarios de América por haber sido conquistados por la Iglesia para Cristo y para España. Leí también el discurso que pronunció ante los Movimientos Sociales.
Francamente, no vale la pena escribir nada. Ya es tan obvia la necedad y maldad de este hombre que las palabras terminan aburriendo al que las escribe y al que las lee. O, peor aún, terminan enfermando.
La foto que ilustra el post es suficiente. El Papa Bergoglio saliendo de una hamburguesería que, por caso, pertenece a una de las grandes corporaciones multinacionales por él mismo criticadas, que ofició de sacristía. Definitivamente, es el Burger Pope, el Papa de la Hamburguesa, el Papa de la comida rápida y barata, que indigesta, enferma y termina matando. El Papa que ofrece con su palabras y sus gestos comida chatarra para el alma; la engaña, como las hamburguesas, haciéndole creer que se está alimentando cuando en realidad se está envenenando. 
No vale la pena. Este hombre enferma. 

miércoles, 8 de julio de 2015

Mentiras e injusticia

Lo primero que llamó la atención en la misa celebrada ayer por el papa Francisco en Quito fue su casulla. En realidad, un poncho con diseños indígenas de muy mal gusto. Nada nuevo. Es casi idéntico al que había usado hace treinta años, en el mismo lugar, Juan Pablo II. Como dice un amigo, "el bergoglismo no es más que un juanpablismo grasa... y eso que el juanpablismo era grasa".
Pero lo grave de esa celebración no fue el mayor o menor acierto en la elección de los ornamentos litúrgicos. Fue lo que dijo el Sumo Pontífice. Y lo que dijo fueron mentiras -no puede argüirse ignorancia- e injusticias.
Comenzó repitiendo las afirmaciones políticamente correctas que le aseguraran los aplausos: "El Bicentenario de aquel Grito de Independencia de Hispanoamérica. Ése fue un grito, nacido de la conciencia de la falta de libertades, de estar siendo exprimidos, saqueados, «sometidos a conveniencias circunstanciales de los poderosos de turno». Mentiras. Puras mentiras y, lo que es más grave aún, una enorme injusticia con respecto a España que se desangró por hacer de América un continente cristiano y convirtió a sus habitantes en súbditos de la Corona, tan súbitos y con tantos derechos como los que tenía un vecino de Castilla. Recomiendo el artículo al respecto publicado en Infovaticana.   
Al papa Francisco le importa un bledo la verdad y la justicia. Intelecto práctico puro, no se fija en medios para alcanzar los fines que se ha propuesto: acumular poder e influencia. 
Lo curioso es que, como bien señala Ludovicus, se viene a hacer el criollo cuando no es más que un tanito que nació en Hispanoamérica por casualidad. Mimetización tipo Zelig para parecerse a los ecuatorianos de tez oscura que lo escuchaban extasiados. 
Pero no quedó todo allí. Un poco más adelante dijo: “La evangelización no consiste en hacer proselitismo, el proselitismo es una caricatura de la evangelización, sino evangelizar es atraer con nuestro testimonio a los alejados, es acercarse humildemente a aquellos que se sienten lejos de Dios en la Iglesia, acercarse a los que se sienten juzgados y condenados a priori por los que se sienten perfectos y puros”. En otro contexto, quizás hubiese acordado con algunas de las afirmaciones del pontífice. Pero todo texto debe ser leído y escuchado en su contexto. Decir que en Quito, delante de delegaciones aborígenes, y luego de haber exaltado injusta y falazmente la independencia americana, que “el proselitismo es una caricatura de la evangelización” es, lisa y llanamente, condenar la labor de los misioneros españoles que durante siglos dejaron su vida y su sangre en las tierras americanas. 
¿Qué hicieron los jesuitas, franciscanos y dominicos? Proselitismo, tal como lo entiende el papa Francisco. Claro que atraían a los indígenas con su testimonio, pero también los atraían con el violín, como San Francisco Solano, y con la predicación del evangelio de Jesucristo. Esos millares de hombres admirables se acercaron ciertamente a los que se sentían alejados -en realidad, en poder de los demonios- y a los más pobres, pero se acercaban para predicarles la Buena Nueva y para bautizarlos en el nombre de la Trinidad. Pareciera que el pontífice está aludiendo a una mera cercanía humana, de consuelo emocional y de promoción social. 
Por otro lado, es notable la sibelina maldad de las palabras papales. Dijo: “… acercarse a los que se sienten juzgados y condenados a priori por los que se sienten perfectos y puros”. Dichas esas palabras en el contexto en el cual fueron pronunciadas, ¿quiénes se sentían perfectos y puros y que, por tanto, juzgaban y condenaban? Los cristianos españoles que consideraban que los indígenas americanos eran impuros puesto que servían a dioses falsos detrás de los cuales se escondían los demonios. 
En la homilía de ayer, Francisco no ha tenido vergüenza en renegar de sus hermanos jesuitas a los que América debe en buena medida la fe; de renegar de San Roque González, Alonso Rodriguez y sus compañeros que, jesuitas como él, fueron martirizados a machetazos por hacer proselitismo entre los aborígenes americanos. Y tampoco ha tenido vergüenza el Santo Padre en repudiar la obra evangelizadora de España en América, denigrándola y asumiendo claramente y sin tapujos los postulados que proclama el mundo.

El Papa se está cargando la Iglesia. Lo hemos dicho en varias ocasiones. 
Ayer se lo vio con dificultades para subir los pocos escalones del altar, con la mirada perdida en ocasiones y la voz pastosa. El juicio de Dios está cerca. No quisiera estar yo en sus mocasines negros.