[Aclaración previa: yo no estoy proponiendo que todos los católicos tradicionales deban "retirarse" entendiendo por tal que deban irse a vivir en medio de Los Andes, de la Sierra de la Ventana o de los Pirineos, y fundar allí pequeños pueblos. En esto no hay recetas. Esa puede ser la solución para algunos, y me parece muy bien y la aliento; en definitiva, esa es la solución radical que proponía John Senior. Pero ciertamente no es la solución para todos. Cada uno, cada grupo de amigos -porque en este es fundamental no estar solo sino rodearse de amigos- sabrá de qué modo retirarse, de acuerdo a como se lo dicte su prudencia. Eso es lo que pienso, y eso es lo que dice Dreher en su libro, que no hace más que ayudar en esta tarea mostrando una serie de casos en los que otros católicos de nuestro tiempo lograron "retirarse" de un modo u otro]
por Rob Dreher
En su libro Después de la virtud, el filósofo Alasdair MacIntyre relaciona el momento cultural presente con la caída del Imperio Romano. Considera que Occidente abandonó la razón y la tradición de las virtudes para lanzarse hacia el relativismo que ha inundando el mundo de hoy. Estamos siendo gobernados no por la fe, o la razón, o por alguna combinación de ambas, sino por lo que MacIntyre llama emotivismo, es decir, la idea que toda elección moral es solamente la expresión de lo que los sentimientos de cada persona consideran correcto.
El autor dice que una sociedad que se gobierna a sí misma de acuerdo a principios emotivistas se parecería bastante al occidente moderno, en que la liberación de la voluntad de cada individuo es vista como el bien más grande. Una sociedad virtuosa, por el contrario, es aquella que comparte las creencias en un bien moral objetivo y en las conductas necesarias de los seres humanos para llevar a cabo esos bien en comunidad.
Vivir “después de la virtud” es, por tanto, habitar en una sociedad que no solamente ya no está de acuerdo con aquello que indican las creencias y las conductas virtuosas, sino que también dudar que la virtud existe. En una sociedad post-virtud, los individuos detentan la máxima libertad de pensamiento y acción, y la sociedad misma se convierte en “una colección de extraños, cada uno persiguiendo sus propios intereses con un mínimo de obligaciones”.
Para alcanzar esto, la sociedad requiere
- Abandonar los estándares de objetividad moral;
- Rechazar todo tipo de narrativismo religioso o cultural que se origine fuera de uno mismo, a no ser que sea elegido;
- Repudiar la memoria del pasado como irrelevante, y
- Distanciarse de la comunidad y de cualquier obligación social que no haya sido elegida.
Este estado mental se aproxima mucho a la condición conocida como barbarie. Cuando pensamos en los bárbaros, nos imaginamos a hombre salvajes, tribales y rapaces, asolando las ciudades, destrozando las estructuras y las instituciones de la civilización, simplemente porque pueden hacerlo. Los bárbaros son gobernados solamente por una voluntad orientada al poder, y nadie sabe ni le interesa qué es lo que están aniquilando.
Si tenemos en cuenta estos estándares, deberemos aceptar que nuestra sociedad occidental, a pensar de nuestra riqueza y sofisticación tecnológica, está viviendo en estado de barbarie, aunque no lo reconozcamos. Nuestros científicos, nuestros jueces, nuestros príncipes, nuestros académicos y nuestros escribas, se encuentran ocupados en demoler la fe, la familia, el sexo; en fin, todo aquello que signifique ser humano. Nuestros bárbaros han cambiado las pieles de animales y las lanzas del pasado, por trajes de diseñadores y teléfonos inteligentes.
MacIntyre concluye Después de la virtud mirando hacia lo que ocurrió en Occidente luego de que las tribus bárbaras asolaran el orden imperial romano:
Un cambio crucial ocurrió en aquel momento cuando hombres y mujeres de buena voluntad abandonaron la tarea de apuntalar el imperio romano y dejaron de identificar la continuidad de la civilización y de la comunidad moral con el mantenimiento de ese imperio. Lo que se propusieron conseguir -aunque no siempre se dieran cuenta de lo que estaban haciendo- fue la construcción de nuevas formas de comunidad dentro de las cuales la vida moral podía ser sostenida, de modo tal que la moral y la civilización podrían sobrevivir los siglos y la barbarie, y la oscuridad que se avecinaban.
En la lectura que hace MacIntyre, el sistema pos-romano había caído demasiado lejos para ser salvado. San Benito actuó sabiamente al abandonar la sociedad y al iniciar una nueva comunidad cuyas prácticas preservarían la fe de las amenazas que sobrevinieron. Aunque todavía no era cristiano, MacIntyre, llamaba a los tradicionalistas que todavía creían en la razón y en la virtud a formar comunidades dentro de las cuales la vida de virtud pudiera sobrevivir la larga Edad Oscura que se aproximaba.
El mundo, dice MacIntyre, espera “otro -y sin duda muy diferente- San Benito”. Los cristianos sitiados por las furiosas aguas de la modernidad, esperan a alguien como Benito para construir arcas capaces de llevarlos y dentro de las cuales vivir la fe, mientras cruzamos el mar de la crisis, la Edad Oscura que puede durar varios siglos.
En este libro encontraremos hombres y mujeres que son los Benitos de hoy. Algunos viven en el campo. Otros viven en las ciudad. Otros construyen sus hogares en las afueras de ellas. Todos son cristianos conservadores que están convencidos que, si los creyentes no salen de Babilonia y se separan de ella -sea metafóricamente, sea realmente-, su fe no sobrevivirá otra generación en esta cultura de la muerte. Y reconocen una verdad que no es popular: la política no nos salvará. En vez de apuntalar el orden político actual, se han dado cuenta que el reino del cual ellos son ciudadanos no es de este mundo, y han decidido no comprometer ni arriesgar esa ciudadanía.
Lo que estos cristianos conservadores están haciendo son las semillas de lo que llamo la Opción Benito, una estrategia que se inscribe en la autoridad de las Escrituras y en la sabiduría de la antigua Iglesia, y que consiste en abrazar el “exilio en el lugar” y formar una vibrante contracultura. Reconociendo las toxinas del secularismo moderno, como también la fragmentación causada por el relativismo, los cristianos de la Opción de Benito miran a las Escrituras y a la Regla de San Benito buscando modos de cultivar prácticas y comunidades. En vez de entrar en pánico o permanecer complacientes, reconocen que el nuevo orden no es un problema para ser resuelto sino una realidad con la cual convivir. Serán aquellos que lo soportarán con fe y creatividad, profundizando sus propias vidas de oración y adoptando prácticas piadosas, enfocándose en las familias y las comunidades en vez de en partidos políticos, y construyendo iglesias, escuelas y otras instituciones dentro de las cuales la fe cristiana pueda sobrevivir y prosperar mientras atravesamos la inundación.
No se trata solamente de nuestra supervivencia. Si vamos a estar en el mundo como Cristo quiere que estemos, deberemos pasar más tiempo fuera del mundo, en oración profunda y en una vida espiritual seria, así como Jesús se retiró al desierto para orar antes de comenzar su ministerio. No podemos darle al mundo lo que no tenemos. Si los antiguos hebreos se hubieran asimilado a la cultura de los babilonios, habrían dejado de ser una luz en el mundo. Lo mismo ocurre con la Iglesia.
La realidad de nuestra situación es alarmante, pero no podemos darnos el lujo del pesimismo histérico. Hay bendiciones escondidas dentro de esta crisis si sabemos abrir los ojos a ellas. Así como Dios usó el castigo en el Antiguo Testamento para traer de regreso a su pueblo, así también puede estar juzgando a la iglesia y al pueblo nacidos del egoísmo, del hedonismo y del materialismo. La tormenta que se aproxima podría ser el medio a través del que Dios nos libre.
The Benedict Option, cap. I.
Traducción de Wanderer
.
Juntada de familias afines (de un catolicismo parecido) y posteriores nacimientos de católicos que fueron naciendo en ese sitio, al menos en Argentina hay muy pocos.
ResponderEliminarCon sus diferencias eclesiológicas, entiendo que esto solo se ha dado en Bella Vista (el primer lugar y ya tiene décadas la cosa allí), en San Rafael por la atracción del IVE y en La Reja por la FSSPX.
Ninguno de estos tres sitios vio modificado su ethos debido a la emigración y nacimientos católicos. Son muy minoritarios estos católicos en comparación con el resto de los habitantes de esos lugares y creo que precisamente por esto funcionaron bien. Si hubiesen logrado un alto porcentaje de afines hubiesen terminado en un experimento del tipo amish.
Al fin de cuentas, el hombre no necesita por su naturaleza gregaria estar únicamente entre afines. Le alcanza con tener pares a 1, 2, 5 y 10 cuadras de su casa, tocarles bocina en el auto, saludarlos en el atrio, compartir alguna reunión cada tanto, tener escuela y lugar de culto.
A un escape que vaya más allá de esto, le escaparía.
Loco de la calecita, si le parece , escápele a un escape que vaya más allá de lo que usted dice, pero no desacredite ni trate de amish a otros buenos católicos como usted que, en este punto particular, tienen la buena voluntad de intentar otra cosa.
ResponderEliminarExiste el emprendimiento de emigración católica, hecho en los siglos XX o XXI, que haya dejado una mayoría católica en determinado sitio, modificando la realidad social del lugar?
ResponderEliminarEn qué país?
Cómo resultó?
Siguen en pie?
Saludos.
Wanderer.
ResponderEliminarNo he querido agredir a nadie, de verdad.
Es que creo que con los adultos no pasa nada, pero que resulta inconveniente criar chicos en la exclusividad geográfico-social de un emprendimiento que vaya más allá de los ya conocidos en Argentina.
Bastante ya alejamos a los chicos -en lo que sí estoy de acuerdo-, de familias y otros niños paganos.
Un alejamiento "limitado", les supone un continuo ejercicio de adaptación para el futuro (en el supermercado ven al lumpen tatuado, a la chiruza semi desnuda, etc); ya de muy chiquitos preguntan por qué pasan esas cosas y uno les va explicando.
Es fundamental tener escuela católica, una parroquia/iglesia en la que haya una fracción importante del palo (y el cura acompañe, a poder ser) y suficientes amigos con los que se pueda contactar a menudo. Si las mujeres van a estar en casa va a ser necesario que puedan verse a diario (de eso nos olvidamos a menudo). También es bueno que nos demos trabajo unos a otros y así haya empresas que sean de verdad "compañía". Para todo eso se necesita una masa critica de cristianos en un lugar determinado. Luego si eso va a ser el campo, un pueblo, o una minoría en el extrarradio, pues creo que se daría de todo.
ResponderEliminarPero mi corazón me dice que al final lo que mas va a funcionar y a durar es la Opción "alrededor de San Benito". Es decir que un monasterio que funcione bien y con vocaciones atraiga laicos, al principio a misas, confesiones y retiros, pero finalmente que se establezcan familias enteras alrededor y así se forme un poblado. Vamos, como montones de pueblos se formaron en la edad media por toda Europa.
La repuestaes simple .San Lucas 17.
ResponderEliminar«Aquel Día, el que esté en el terrado y tenga sus enseres en casa, no baje a recogerlos; y, de igual modo, el que esté en el campo, no se vuelva atrás. Acordaos de la mujer de Lot. Quien intente guardar su vida, la perderá; y quien la pierda, la conservará. Yo os lo digo: aquella noche estarán dos en un mismo lecho: al uno tomarán y al otro le dejarán; habrá dos mujeres moliendo juntas: a una la tomarán y a la otra la dejarán.» Y le dijeron: «¿Dónde, Señor?» Él les respondió: «Donde esté el cuerpo, allí también se reunirán los buitres.»
Qué suerte la de estos pequeños que están siendo educados en la Belleza, en la Verdad, (Dios quiera que también en la Bondad), en la tradición, en las artes liberales, según he oído que están haciendo algunas familias. Yo con treinta años, perdí muchas horas, días y años en un sistema que no te educa para ser, ni virtuoso, ni inteligente, ni siquiera para trabajar la tierra, ordeñar una vaca o tener un oficio.
ResponderEliminarSólo un comentario. No se vuelvan pedantes. Como bien leí acá "el mundo moderno ya es el castigo". Sepan que muchos no saben darse cuenta del castigo que es el mundo moderno. Otros tal vez se dan cuenta tarde y ya sin mucho para hacer.
Tal vez a cierta edad sea bueno animarlos a hablar y preocuparse con los que no han tenido tal suerte. Lo digo porque yo cada tanto voy a algún evento del palo de este blog, y tímido como soy, me parece ver grupos un tanto "cerrados", hablando mal y pronto. A mí personalmente no me preocupa, yo ya seré un solterón por opción (completamente agradecido de serlo) y me trago mis limitaciones. Pero sí pienso en hijos de amigos queridos, pero que no terminan de ver el mal que hay en el mundo moderno. No me gusta ver que sus hijos van directo a pasar por lo mismo que yo pasé.
Saluti.
"retirarse" entendiendo por tal que deban irse a vivir en medio de Los Andes, de la Sierra de la Ventana o de los Pirineos, y fundar allí pequeños pueblos. En esto no hay recetas.
ResponderEliminarCreo que para los que no podemos retirarnos físicamente, de nuevo, podemos encontrar ese espacio en la Liturgia, sobre todo en la "fuerza del silencio"
Meditaciones sobre la Misa, de Theodor Schniztler. 1960
Página 59. El canon.
Cuando uno, huyendo del estruendo de la gran ciudad, se retira al bosque solitario, siente que entorno suyo se levanta, como los altos árboles, un silencio inacostumbrado y respira la calma dentro de sí, como un aire claro. Algo semejante acontece a nosotros cuando nos invade el sosiego del canon.
Esta calma y serenidad debiéramos como sorber nosotros de modo que no sólo no serenara a nostros mismos, sino que de nosotros irradiara a unos hombres mal traídos y llevados, y a unos tiempos atormentados.
Esta tranquilidad presta al canon su solemnidad casi ultraterrena, y hace que se nos aparezca como un fenómeno de aquel otro mundo del que se escribió en Patmos: Factum es silentium in caelo Apoc 8,1.
En estos últimos días ( en el doble sentido), don Wanderer, mientras leía estos sus dos últimos post estuve pensando en que cualquier opción es buena siempre que nos sirva para mantenernos en el buen combate cosa que no es mas que, San Pablo dixit, mantener la fe.
ResponderEliminarUnos se podrán retirar a las montañas con un grupo de afines, o educar a sus hijos en casa o alejarse del mundanal ruido de la forma en que lo puedan hacer. Otros, simplemente no podemos. Por los motivos que fueren. Y estamos abocados a combatir en aparente soledad " caerán mil a tu lado y diez mil a tu derecha..."
Hay casos peores, yo, al menos tengo Misa Tradicional en Madrid.
Así que, ánimo, vamos a ganar, nuestra pelea no es contra los poderes de este mundo. Que los muertos entierren a sus muertos. Vamos a ganar porque estamos a punto de ser derrotados.
O ¿ qué pretendemos, despertar al que duerme en la barca para que nos llame cobardes ?
Gustos son gustos, pero tener muy pegada gente parecida puede ser un poco denso. Uno agradece luego de un tiempo, ser invitado a reuniones, a lo sumo, una vez al mes o más también.
ResponderEliminarA otros les gusta más, es verdad.
Pero demasiados iguales cerca podrían atentar, para el imprudente, contra la intimidad familiar.
Sólo la familia pasado el tiempo no aburre, al menos a mí.
Hay que tener una personalidad muy particular, gran caridad y paciencia, para mudarse a un lugar de vecinos exclusivamente iguales y querer permanecer allí pasados tres meses.
El loco de la calesita: los pueblos orientales en su gran mayoría consisten en aglomerados milenarios de gente afin. Los grandes pueblos cristianos de Europa que surgieron como potencias en la Edad Media eran "gente afín". Los pueblos bárbaros que conquistaron el imperio Romano decadente eran gente afín.
ResponderEliminarY no hay mayor afinidad que Cristo y sus apóstoles o comunidades cristianas.
No es una constante ni una regla, pero los amish son un grupo social demasiado moderno para la historia de la humanidad. Catalogar cualquier intento de preservación social como "amish" es demasiado injusto.
Le recuerdo, sin ir mas lejos, que Argentina en el siglo XIX se llenó de poblados prósperos de gente inmigrante "afin" (colonias, pueblos, reductos, etc). A estos solo se les reprocha una cosa: no ser capaces de conservar sus tradiciones y mantenerlas en el tiempo. Pero el suelo que ud. pisa (si es mendocino al menos) está trabajado por comunidades de gente que se encerraba en sus parientes, amigos, compatriotas.
Frente al cataclismo moral en que se están hundiendo el mundo, la política, las instituciones y hasta el propio pontificado de la Iglesia Católica, conviene pensar y obrar con valentía e inteligencia.
ResponderEliminarNo hay que atemorizarse ni acobardarse. No debemos rendirnos ni desesperarnos.
Conviene leer el excepcional libro de ERNST JÜNGER: "La emboscadura", del cual me permito transcribir estos párrafos.
"En alemán y en español existen dos palabras que parecen sinónimos sin serlo. Son "hinterhalt o emboscada" y "waldgang o emboscadura". La emboscadura es la estrategia que practica el waldgänger y consiste en retirarse al bosque (en medio del bullicioso cotidiano). Allí, en el bosque es donde se puede vivir con sus propias fuerzas, apoyado en su voluntad e inteligencia y ayudado por las gracias actuales que Dios le brinde. El wälganger" es su médico, director espiritual, psicólogo y hasta su propio juez con auxilio divino. El bosque adonde se ha retirado es un lugar espiritual y metapolítico. Hay bosques en el desierto, en las ciudades, en la soledad, en la colectividad, en el silencio, en las universidades, en el ruido infernal de las ciudades y en los tumultos urbanos. El hombre de la emboscadura (waldgänger) debe permanecer aislado en el seno del rebaño gris, en medio de la multitud de mediocres que proliferan por el mundo, pero teniendo clara conciencia de lo que es la libertad. Entonces, en cierto momento histórico, el waldänger se convierte en un lobo estepario que no sólo es fuerte en sí mismo, sino que puede contagiar su vigor y atributos a la masa cuando amanezca el mal día. De modo que el rebaño de corderos se convierta en horda y así recupera la historia. Y ésta es la pesadilla que no deja de dormir tranquilos a los que tienen el poder político, el poder económico y hasta el poder religioso. ERNST JÜNGER "Der Waldgang", 1988 Ernst Klett Verlag GmbH.
LOBO ESTEPARIO
Pensador, no soy mendicino, ni pisaría su suelo (salvo algún casorio al que me inviten, etc.). El cuyano es en general un sujeto peligroso, timador y oportunista.
ResponderEliminarLa comparación entre el último imperio romano (con su hundimiento del mundo de la cultura clásica) y la sociedad más especificamente "moderna" se viene haciendo desde hace mucho tiempo. Pero olvidamos a menudo que aquel mundo era ya cristiano (¿acaso no daban el nivel San Agustín, San Ambrosio, San Leon Magno, San Martín y toda esa numerosa pléyade de santos de la época?). Que aquel mundo se hundía es cierto, pero no me parece que lo sea tanto que San Benito se retiró de ese mundo porque estaba corrupto (¿a qué época no le ha parecido eso en cierta medida? El mundo es un mundo caído). El monaquismo comienza en Egipto, y aquel no era un mundo de invasiones bárbaras. Casiano y San Benito importaron el modelo y lo adaptaron. Es intrínseca al cristianimo real una cierta medida de "fuga mundi" porque, sencillamente, este mundo no es nuestra patria y algunos lo ejemplifican y viven de un modo radical.
ResponderEliminarLa comparación entre aquel mundo y el de ahora es quizá más justa cuando pensamos en una civilización y una cultura que agonizaban, que ya no tenían vigor para renovarse -y uno de los síntomas de esa agonía fue precisamente el triunfo del cristianismo que fue precisamente lo que "enderezó" aquel mundo-. Pero lo que agoniza hoy, al menos en occidente, es el nuevo mundo que formó el cristianismo (en aquel entonces los bárbaros se convertían al cristianismo y hoy los cristianos se convierten a la barbarie; a la barbarie espiritual). La fuga mundi cristiana como forma de resistencia es buena para salvarse uno mismo, pero no suele ser fecunda para la sociedad a menos que la sociedad misma sea mínimamente receptiva a los valores que la guían(eso sucedía en aquella época pero no me parece muy claro que suceda ahora). Ignoro si existe una solución global, y si existe surgirá tan inesperada como el mismo nacimiento del cristianismo o la aparición de San Francisco. Confío en Dios como Señor de la historia, mantengo la Esperanza (con mayúscula) que es superior a las evidencias pasajeras y que no tiene nada que ver con el superficial optimismo. Sendas Dios hará y cuando lo haga, sabremos de algún modo que ese es el camino si mantenemos la sencillez del corazón.
¿Será cierto que la sociedad actual es irrecuperable? ¿Por qué en Europa, EE.UU. y Brasil surgen populismos de derecha que sueñan con recuperar los antiguos estados nacionales y la soberanía perdida ante el globalismo y el Nuevo Orden Mundial?
ResponderEliminarSi todavía son millones los que luchan contra el aborto, el matrimonio homosexual, la ESI, la ideología de género y todos los privilegios LGTB, ¿por qué los gobiernos liberales y progres imponen esas políticas que nunca propusieron en su plataforma electoral?
Kirchner nunca anunció en campaña sus intenciones de aprobar el matrimonio homosexual y Macri tampoco dijo que iba a abrir la discusión sobre el aborto. Es más, en 2016 juró ante el Congreso Eucarístico Nacional defender la vida desde la concepción.
¿Por qué entonces la ONU, la UE, la OEA y todo el primer mundo presionan a los países subdesarrollados para imponer la cultura de la muerte y no permiten hacer plebiscitos para saber si realmente las naciones apoyan mayoritariamente la destrucción de la familia y los valores tradicionales?
Benjamín Disraeli: "el mundo está gobernado por personajes muy diferentes a los que creen los que no ven más allá de sus ojos..."
Lenin: "detrás de la Revolución de Octubre hay personajes mucho más influyentes que los pensadores y ejecutores del marxismo..."
Franklin D. Roosevelt: "en política nada es casual, si algo sucede, estad seguros que se planeó así..."
Winston Churchill: "aquel que no vea que en la tierra se está llevando a cabo una gran empresa, un plan en cuya realización nos es permitido colaborar como siervos fieles, debe estar realmente ciego..."
Así como en algunos países hay partidos políticos que cuando están en la oposición suelen nombrar un Gabinete en las sombras, mucho se ha hablado también de que más allá de los gobiernos de las grandes potencias existe un gobierno mundial en las sombras que nadie conoce pero al cual todos obedecen.
¿No será ese el verdadero drama que hoy enfrentamos, algo mucho más terrible que los bárbaros que en el 476 acabaron con el Imperio Romano?
Mi experiencia familiar es que los niños, pero sobre todo los adolescentes, necesitan experimentar el compartir valores afines con pares.
ResponderEliminarConozco varios casos, la mayoría de chicas, que fueron a colegios laicos o malos, a parroquias berretas con niños de "parejas nuevas" (sin casar, progres que no quieren saber nada) o jóvenes "en cualquiera". Y la pasaban mal porque se sentían bichos raros entre la "gente normal" sin valores ni educación.
Cuando terminaron el colegio accedieron a peñas y grupos de espiritualidad mas afines y sus vidas dieron un vuelco 180.
La solución puede ser o un colegio del palo (o de la linea, al menos) o mandar a los niños a actividades de iglesia o de congregación del palo. Pero que se sientan contenidos y puedan manifestar públicamente su fe, sus valores o sus costumbres sin temor a ser agredidos o discriminados por eso. En otras palabras, que puedan vivir su vida integrada con naturalidad, sin tener que ser señalados o discriminados desde muy temprana edad por sus pares.
De mas grandes, que se curtan, por supuesto. Pero si ya empiezan con vergüenza o complejos desde chicos, después todo a a costar mas.
Dice Dreher, ' El mundo, dice MacIntyre, espera “otro -y sin duda muy diferente- San Benito”'... "sin duda muy diferente"...
ResponderEliminar¿Podemos, por favor, leer el texto sin anteojeras e intentar entenderlo mínimamente?
Mientras los renuentes paganos culpaban de las invasiones bárbaras el haber abandonado el culto romano por el cristianismo; los conversos cristianos no podían entender cómo, tras las largas persecuciones sufridas hasta la adopción del cristianismo por el emperador, ahora Dios les castigaba con la destrucción bárbara.
ResponderEliminarEn síntesis: abandonamos el combate escudados en el ejemplo de San Benito, que nunca abandonó el combate.
ResponderEliminarEn todo caso, esto de ahora es completamente distinto a la caída del Imperio romano; allí había grandes santos dando fuerzas espirituales y físicas y nutriendo la lucha de un catolicismo naciente. Aquí, hay un desierto que da terror. Cada uno de nosotros debe ser su propio alimento, su guía y su ministro, confiado en la Gracia de Dios y en Su Misericordia, conscientes de estar acompañando a la Iglesia, no ya en su natalicio como San Benito, sino en su óbito, del mismo modo que murió Jesús, a Quien la Iglesia debe acompañar, como recuerda el nº 677 del Catecismo juanpablista en un rarísimo pero incuestionable acierto.
Recuerdo las palabras de Anacleto, el beato Anacleto González Florez, mártir mexicano: «Y nosotros ¿qué hacemos...? Nos hemos contentado con rezar, ir a la Iglesia, practicar algunos actos de piedad, como si ello bastase para contrarrestar toda la inmensa conjuración de los enemigos de Dios. Les hemos dejado... la calle, la prensa, la cátedra... Reducir el catolicismo a plegaria secreta, a queja medrosa, a temblor y espanto ante los poderes públicos cuando éstos matan el alma nacional y atasajan en plena vía a la Patria, no es solamente cobardía... es un crimen histórico, religioso, público y social...»
Será pues necesario aligerar este último trago amargo que la masonería, el protestantismo y la sinagoga nos están imponiendo acunándose en brazos amigos, sí; pero sin negar los nuestros al buen combate que Dios espera de nosotros, como con gran acierto dijera quien citó a san Lucas, capítulo 17. Hay que vivir en el mundo sin pertenecerle, bebiendo hasta el fondo el agraz que nos es presentado, esperando su Segunda Venida, que ya no ha de tardar si Cristo, que es El Fiel, ha de cumplir con Su Palabra.
"Huir a las montañas" es expresión apocalíptica, pero siempre se la ha interpretado en el sentido de hallar el camino espiritual hacia lo Alto, antes que marcharse apresuradamente a "los Andes" o a la bellísima "sierra de la Ventana", esperando no sé qué milagro de un hipotético San Benito que, aparte de la solemne destrucción de su tumba en 1944 por parte de los mismos que hoy nos atosigan como clara advertencia a la Cristiandad, no creo cuente para nada al día de hoy.
Los enemigos han notificado ya que no respetarán nada sagrado -y están cumpliendo. La huida ya no es posible.
Solo el martirio.
Ludovico ben Cidehamete
15 de febrero. Bombardearon la abadia pero la cripta donde estan los restos de Benito y su santa hermana resistió el ataque. Creo. Si me equivoco aclaren porfa.
EliminarLudovico ben Cidehamete, no sé qué blog ha leído usted. No sé dónde saca que la propuesta de Dreher sea de la "abandonar el combate", a no ser claro, que usted, como Pilato, considere que el reino de Dios es un reino de este mundo y que entonces, hay que combatir para ganar este mundo.
ResponderEliminarAquí nadie habla de huir y mucho menos de abandonar el combate, pero miramos al verdadero combate, el combate consigo mismo para vencer los vicios y alcanzar la virtud, y de ese modo amar más y mejor a Dios para poder merecerle en el reino del cual somos ciudadanos.
Si usted todavía sueña con degollar masones y jabonizar judíos, adelante. Pero no cuente conmigo, porque yo sí que creo que San Benito cuenta, y cuenta mucho el día de hoy.
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ResponderEliminarEstimado W.:
ResponderEliminarNo hay que combatir para ganar este mundo, sino para que no se pierda totalmente, pues es donde Dios nos ha puesto con mandato de conservarlo hasta que Él nos pida cuentas. Por cierto, no me parece que Pilato haya considerado que el reino de Cristo fuera de este mundo; simplemente no consideró ningun reino relativo al Justo que tenía delante. Estaba tan apurado por sacarse el asunto de encima que no se quedó a escuchar las respuestas del Salvador y, muchísimo menos, se dedicó a entenderlas...
En cuanto a degollar masones y saponificar hijos de David, dígame cuándo y dónde ocurrió alguna vez una cosa así, o qué tiene que ver el chancho con la velocidá y lo volvemos a hablar.
Suyo affmo.
L. b-C.
Don Ludovicus, no logro encontrar el lugar donde aparece el "mandato" de conservar el mundo hasta que el Señor nos pida cuentas. Con humildad confieso que yo no me siento en absoluto obligado a salvar el mundo. Me siento obligado a salvar mi alma y a salvar las almas de los que Dios puso en mis manos, y con eso es suficiente.
ResponderEliminarTodas las opciones son buenas y, además, complementarias. Que cada cual escoja lo que mejor le parezca o lo que Dios le llame: Lo principal es amar a "L'amor che move il sole e l'altre stelle", a Cristo. Y eso sólo se puede hacer con la Liturgia, la Oración y la Lectio Divina, es decir, conocerLe. En otras palabras, da igual donde estemos o lo que hagamos, debemos llevar el monasterio dentro de nosotros y vivir siempre en él en el corazón del alma. Y si amamos a Dios, amaremos lo relacionado con El: la Verdad, la Belleza, la Bondad.
ResponderEliminarOtra cosa que podemos hacer es el Otium cum dignitate cristiano. Cuando Cicerón, el gran orador, tuvo que retirarse de los rostra porque Cesar, mucho méjos que todos nuestros "cesares" modernos, impuso su dictadura acallando las asambleas, empezó a redactar sus tratados que han influido más que la influencia en las votaciones. Nadie nos impide leer a los clasicos ni crear belleza,ni reunirse como en los banquetes platonicos, ni investigar las verdades humanas y divinas. Mas impedidos estaban en la Urss y crearon los samizdat donde se publicaron obras como la de Bulgakov o Solzhenitsin.
Muchas veces creo que somos nosotros mismos quienes nos cortamos las alas que nos sirven para volar a lo Alto y nos preocupamos en demasía por lo que no está en nuestra mano cuando podemos hacer tanto.
En definitiva, no somos nosotros quienes renovaremos el mundo sino Aquel que dijo: Yo hago nuevas todas las cosas.
"El monaquismo comienza en Egipto, y aquel no era un mundo de invasiones bárbaras".
ResponderEliminar¿Es broma? Justamente los primeros monjes del desierto (antes de ser "Padres") debieron acoger contingentes de cristianos que eran perseguidos y buscaban en el desierto un refugio primero terrenal y luego espiritual. Las comunidades egipcias (diría coptas pero no quiero meter la lucha de facciones en el medio) eran bastante variopintas. De hecho la semana pasada celebramos en el rito romano la memoria de un mártir cuya hagiografía lo señala como un peligroso salteador de caravanas antes de su conversión y retiro al desierto. No sería ni el primero ni el último, pero tal vez sí uno de los mas famosos...
Totalmente de acuerdo con Ludovico.
ResponderEliminar«A menudo encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlo».
Totalmente de acuerdo con el loco de la calecita. La última vez que fuí a Mendoza con tela, fuí acosado por cámaras de velocidad, mujeres policías, crupiers y colectas lefes. Volví pelado.
ResponderEliminarEstimado Ludovico bCH,
ResponderEliminarDiscúlpeme si me meto, pero Dreher no dice que haya que escapar a la lucha ni nada por el estilo.
Si lo quiere ver en términos militares, se entiende quizá mejor. Si uno es sobrepasado por el enemigo, lo que tiene que hacer es reagruparse y fortalecerse; quedándose desperdigado y desunido lo único que se logra es ser aniquilado más o menos rápido. Ser tonto no tiene nada de heroico.
Los monasterios benedictinos eran más una fortaleza que otra cosa --incluso arquitectónicamente (el edificio actual de Montecassino data del barroco)--. Como bien llama Louis de Wohl a su biografía novelada de S. Benito, eran "ciudadelas de Dios".
Porque siendo cuerpo y alma en uno, el contemptus mundi es espiritual sobre todo, pero también material.
Es más, tal como están las cosas, el apartarse del mundo éste (regnum Meum non est de hoc mundo) tendrá que ser en verdaderas "fortalezas".
loco de la calecita:
ResponderEliminarY Pichi?? Son los unicos que se animaron a salir en serio.
Bella Vista?? se ve que hace rato no te das una vuelta por ahi....todo gira alrededor del club y los clanes....y todos peleados. Mal que nos pese, porque soy uno de ellos.
No, no queda nada....solo uno y su conciencia...y su familia intima. Es triste, pero es asi.
Ese caso es distinto. Es un campo y una familia (o familión).
EliminarNo fue ni es una unión de amigos de la misma fe.
La propuesta es polemica evidentemente. En mi caso, debo reconocerlo, irrealizable; necesito interactuar con el mundo para sobrevivir - en el más esttricto sentido biológico de la palabra - no sólo yo, sería lo de menos, sino también mis hijos que es donde se complica la cosa.
ResponderEliminarDe todos modos, creo que se puede dasarrollar una suerte de "estado mental" de desapego a las cosas de este mundo, sabiendo que nuestro hogar está en otra parte, que somos peregrinos; aún actuando y trabajando, sabiendo que es el reino y no la "añadidura" lo que importa.
Es importante lo que hace Wander al permitirnos aprender y debatir en éste blog.
Yo tengo 45 años, no tuve la suerte, o tal vez si, de ir a un colegio religioso; el catecismo que aprendí en la parroquia de mi barrio me lo daba una señora con buenas intenciones pero de una ignorancia supina ( eso lo supe después); los salecianos eran unos tanos laburadores, pero de formación nada. La misa, bueno...bombo, guitarra, matrcaca. Aprendí solo y a los tumbos, un día me encontre con un libro de Castellani, Chesterton, Peguy, un día aparecieron Lewis y Waugh... y así.
No soy un católico tradicional, me siento identificado con esos personajes de Graham Greene que quieren serlo , pero no llegan, fracasan irremediablmente cuando confian en sus propias fuerzas.
Este segundo posteo me gusto mucho más. Pero no termina de cerrarme el nombre de "San Benito". La intención del santo era, mediante la fuga mundi, buscar una mayor perfección evangélica: los laicos no entraban en eso. Si después el proceso histórico llevo a que se volvieran "ciudadelas de Dios", con laicos y amigos, es otra cosa, pero no parece ser parte de la intuición del santo.
ResponderEliminarPor eso no coincido con el nombre. Me parece que más que a los monasterios benedictinos, la aspiración es a ser como las primeras comunidades de cristianos.
Y creo que por ese mal nombre se da buena parte de la discusión, pues se termina identificando la opción con la NECESIDAD de irse a Subíaco o a Montecassino.
Muy queridos todos, con "o": Se ve que el genio del Wanderer tocó una cuerda sensible, que desató un sunami de intervenciones, todas (subrayo) con algo valioso. Por momentos, para plagiar al puestero del oeste, había un dejo de serruchar el aserrín, como un perro que se quiere morder la cola. Pero una buena diversidad: uno busca discutir con hermanos en Xto, y no con clones de uno mismo.
ResponderEliminarMe conmovió el loco de la calesita, por dos cosas: su mención de Pichi, a quien venero y le pido su intercesión en mis oraciones; y otra, su referencia a un desolado encierro en Bella Vista. Lo que me llevó a entrevistar a un antiguo poblador, que me dijo: "Vea, señor: Bella Vista es un manicomio con distintos pabellones, incluso algunos de autoimpuesto aislamiento. Pero... hay un genius loci, como en Oxford, aunque más modesto. Vaca que cambia querencia se atrasa en la parición, y si uno se va sus penas lo acompañan." Me citó a Horacio y a un cantor de por acá que dice que, pese a todo: "sabe qué pasa, paisano: me gusta el aire de aquí"
Pone usted un buen ejemplo.
ResponderEliminarAl final no es tan fácil el paso del proyecto al hecho.
Debe reinar la caridad de un modo más marcado que si uno no vive entre o cerca de pares. Al fin de cuentas, un simple vecino rara vez es objeto de nuestra caridad o de nuestra necesidad de paciencia. Nunca he tenido que controlar mi maledicencia con un vecino que a lo sumo una vez al año usa mi tacho de basura... pero no es igual entre pares, donde uno se entera hasta de lo que no quiere y las meras opiniones ajenas parecen importar.
Además hay que cultivar el sano desdén. Esas movidas necesitan, antes que nada, no tener por demasiado importantes las propias opiniones, para no ofuscarse con las de los demás y, obviamente, porque tampoco son muy importantes las ajenas.
Pero no todo el mundo sabe reirse de uno mismo y de los demás sin malicia y me temo que muchos se enteran de sus faltantes habilidades cuando ya es tarde.
Normando.
ResponderEliminarNo me confunda con el anónimo de 10:16 que habló de Pichi y contó que vive en Bella Vista.
Me hablaba a mí, pero no era yo.
Cuando les documentes eclesiales hablen con lenguaje inclusivo, tode habrá terminade y les leiques y les hermanes no tendrán duda alguna.
ResponderEliminarEstimados, lo que se viene son las catacumbas, que se le va a hacer? Igual que al principio, al final....los Chinos ya estan en eso y en medio oriente matan Cristianos todos los dias. Lo que nos pasa es que nos hemos acostumbrado a tiempos "tranquilos" durante los ultimos 70 años y eso quizas nos haya aburguesado un poco.
ResponderEliminarPor otra parte suscribo lo del Anonimo Normando del otro post, no hay que mirar tanto el mal o tan profundamente, no olvidemos que no existe por si mismo, es ausencia. Es una verdad obvia, pero que a veces olvidamos. Y como dijo el AN (y Castellani) Cristo es la clave metafisica de la Historia, no el Anticristo (como dice Berdiaef).
Y, quizas lo mas importante para estos tiempos, no dejemos que se enfríe la Caridad, por algo fuimos alertados, para que no pase.
Me parece que los confundí. El campo al que aluden los comentaristas me recibió cierta vez con noble hospitalidad. Fueron días muy gratos que no olvido, y me prestaron un magnífico caballo.
ResponderEliminarPero yo entendi que el buen calesitero se refería por el sobrenombre familiar al R.P.Alberto Ezcurra, a quien tanto debo y tengo siempre presente. Perdón, pues, pero me ganó un recuerdo emocionado.
Resulta que ya existe algo muy parecido a los amish en el catolicismo de EE.UU: Los Plain catholics.
ResponderEliminarhttps://plaincatholic.webs.com/
La diferencia, no pequeña, entre ellos y los amish es que salvo excepciones no viven en comunidad, aunque no descartan poder hacerlo en el futuro.
Llevo más de 15 años apuntado a una lista de correo de ellos y son fieles de un nivel espiritual elevado. Eso sí, son muy pocos.
Mi único interés era hacer notar que no hay, ni probablemente habrá ya más, conventos benedictinos; San Benito fue el hombre, el santo, para el nacimiento de la Europa católica, pero a nosotros nos ha tocado asistir a los funelares. No queda nada en pie, ni siquiera el monasterio de Montecassino, señeramente demolido en 1944 para que no soñáramos con restaurar un mundo que se iba...
ResponderEliminarAhora es la hora del catolicismo en los corazones, en las almas, de santificar las cosas que tenemos a mano y no de abandonar nada, ni un palmo de terreno, ni de irse a ninguna isla de la fantasía -ideal o físicamente- no porque no sea buena idea, sino porque no existe.
El apokaleta advierte: "conserva lo que tienes"; ése es el mandato de la hora y en esa sencilla sentencia es que asiento, querido W., esa necesidad que tenemos de salvar de este puerco mundo lo que le queda de cristiano, por pequeñito que fuera. Somos la "pequeña grey" de Nuestro Señor, a quienes se ha dirigido Él diciéndonos que no temamos, que Él ha vencido al mundo. Yo no digo que no haya que juntarse con amigos a solazarse con las cosas de Dios y aquellas buenas que ofrezca el mundo, mientras las ofrezca; o tener colegios, o inclusive hacer educación integral hogareña ("home schooling" o algo así en anglio) no, no digo eso. Digo que Dios espera de nosotros el último esfuerzo para salvar más almas, nuestro ejemplo, nuestro sacrificio, que nos vean las caras, que DEMOS las caras, que no retrocedamos ni un paso. No seamos obispos argentinos, sino católicos en el mundo. La tentación de sentarse a esperar el final es muy grande; y como yo la siento fuertemente en mí mismo, quisiera impedirla en los demás, porque es un mal para todos.
Es todo.
No quise polemizar con una página tan amiga, tan bien hecha y ejemplar en tantos buenos sentidos.
Sólo atajarnos de esa notoria inclinación anglosajona de construir el refugio antinuclear en el jardín de su casa.
L. b-C.
Es cierto que por lo que uno ve, a simple vista, el mundo se esta viniendo abajo, entonces todos decimos alegres: Bien!!, porque se acerca la segunda venida.
ResponderEliminarEl punto es que ninguno de nosotros podemos asegurar cuando va a ocurrir eso.
Uno podria suponer que esta mas cerca, pero nadie puede asegurar si faltan 10 dias, o 10 meses, o 10 años.
Entonces tenemos que preparar a nuestras familias con esa idea.
Hay que mantener la Fe a salvo, porque puede ser que sea nuestra generación como puede ser que sea la de nuestros nietos.
El escape del mundo tiene olor a que ya sabemos la fecha y hora de la segunda venida. Es de alguna manera quemar los buques y esperar. No lo critico pero me parece cortoplacista y apunta a un muy justo martirio (a esas comunidades se las va a atacar primero).
En mi caso, mando a mis hijos a un colegio laico, de la catequesis me encargo yo y la parroquia los Sabados. Los Domingos Misa Tridentina como corresponde. Y con respecto a las aberraciones del mundo (Aborto, maricas, etc) ya desde chicos les enseño que esta bien y que esta mal.
La idea es entrenarlos para que puedan vivir en el mundo, pero escondidos, sin perder el norte y manteniendo viva la tradición de generación en generación.
Michael O'Brien ha escrito mucho al respecto.
En fin, ya veremos que pasa.
Benigno.
De los hijos de la primogénita de la Iglesia, que con cariño, y a veces sin él, los españoles llamamos gabachos a través del P. Pierre-Marie Delfieux nacieron las Fraternidades Monásticas de Jerusalén (http://jerusalem.cef.fr/), que intenta (no sé si bien o mal, porque no conozco a fondo como funcionan pero me parece buena la idea) llevar la vida monástica a la ciudad, para convertirse en un foco espiritual. El mundo está como está y en el siglo XXI se está consumando el éxodo rural hacia la ciudad que comenzó en el siglo XX y, por el momento, con complicada reversión. Yo como soy un sacerdote que me calificarían acá como neocón, no tengo problema porque celebran la misa que impuso Pablo VI. Pero una idea similar con la misa Tradicional creo que sería factible y muy bueno. Aclaro que soy "neocón" porque por los condicionamientos físicos no puedo ser otra cosa así que sean comprensivos conmigo. Aprendo mucho, muchísimo de ustedes y si no fuera tan vago y supiera aprovechar el tiempo que me dejan aprendería latín, pues no pasé de aprenderme las declinaciones y poco más, y después se acabó, por desgracia, el latín para siempre. Y bueno, me callo sobre los estudios de filosofía y teología no vaya a ser que me precipite por algún agujero bien gordo de los huecos que fueron quedando y que para uno que provenía de la formación profesional se escavaban en horizontes más estrechos. Simplemente quería proponer una idea más. Y apoyo a Wanderer en que no hemos de pretender salvar el mundo, sino buscar la virtud, rechazar el pecado, entrar en la santidad y ayudar a los que Dios ha puesto en nuestro camino. No seamos soberbios y pretendamos hacer lo que no hizo ni el mismo Hijo de Dios en el momento de su Encarnación.
ResponderEliminarMe parece que en la Argentina hay varios casos exitosos de 'Fuga Saeculi'. El más evidente son los judíos ultra-ortodoxos. Según el día y hora, la zona de Córdoba y Pueyrredón parece el barrio de Mea Shearim en Jerusalén. Las mujeres con peluca -o algún cubrecabeza- y con polleras hasta los tobillos. Los hombres de riguroso negro, con sombrero. Y son tipos jóvenes y educados. Y les importa nada lo que piense la sociedad que los rodea. Porque ellos son los elegidos, y nosotros somos goyim. Y no están peleando una retirada, no. Porque cualquiera de cierta edad recordará que hace 30 años casi no había judíos ortodoxos en la Argentina. Son judíos -en general jóvenes- que se han volcado a la ortodoxia de manera reciente. Y ojo que tienen observancias de vestido y alimentarias que son bastante incómodas. Y logran llevarlas adelante, y no les importa lo que piensen los demás. Yo he estado personalmente reunido con el Gerente de Sistemas de una corporación local que era judío ortodoxo, y me recibió de negro, con kipá y con barba. Y a nadie le molestó. (Y recuerdo también que siendo Presidente -en medio de la crisis brutal del 2002- Duhalde llamó al Presidente del Banco Central, que estaba de viaje en Washington, Mario Blejer, para que regresara urgente al país. Blejer le respondió: 'Sr. Presidente, en un rato empieza el Shabath. Hasta el Domingo no podré viajar'. Y Duhalde aceptó esa respuesta.)
ResponderEliminarOtros ejemplos, menos espectaculares pero igualmente válidos, creo que los constituyen los Mormones y los Testigos de Jehová. Interactúan con la sociedad, trabajan, estudian, pero nadie los mueve de sus convicciones ni del seguimiento de sus costumbres.
Por algún extraño motivo a los católicos nos resulta muy difícil hacer lo que hacen los mencionados grupos. ¿Será que tenemos menos fe que ellos?.
Los menonitas de Guatraché, La Pampa, y de Santiago del Estero tienen cierta relación con su entorno, aunque más no sea por cuestiones comerciales. No sé los amish del este de Catamarca.
EliminarEducar en la Fe y valores en las familias, luego inevitablemente los hijos salen al mundo. Si se los educó en que un Católico "no es de este mundo, cada uno podrá crear su microclima dentro del mundo y no asimilarse a él. Pienso que no es una cuestión de lugar sino de vida interior, se esté donde se esté.
ResponderEliminarCamaldulenses y cartujos oran, el lema de estos últimos afirma que la Cruz permanece mientras el mundo sigue girando. Tengamos esperanza, El estará con nosotros todos los días hasta el fin del mundo. Y fin como plenitud. No olvidemos, Dios es amor.
ResponderEliminarMr. Wanderer: ¡Qué interesante reflexión y debate! Sólo quisiera acotar tres notas breves por si llegasen a servir de algo. Las mismas, no son el fruto de estudios teológicos (se imaginará que poco puedo estudiar entre las muchas tareas que reclama mi navío... siempre propenso a naufragar); son, más bien, un puñado de experiencias ajenas, que encuentro en las cartas que me envían algunos amigos, amigos que son suyos también.
ResponderEliminarAquí van:
1. No debemos olvidar el objetivo primero: dejarnos conducir por el Espíritu. Esta realidad hace añicos las recetas e infructuosos los debates accidentales. La conciencia recta y la prudencia nos dirán que es lo conveniente conforme a nuestras circunstancias (exteriores e interiores). Mientras más aferrado estamos a los principios, seremos más elásticos en los medios (esa idea es de Thibon); es como decir: mientras más cerca de Dios -y lejos de mi propia voluntad e insolencia-, más libre será mi elección, más certeza en los cruces de caminos. Visto así, habrán distintas propuestas válidas por su elasticidad, y otras inválidas debido a la falta de teoría, de principios claros... ahí es donde se arma el despelote, hablando en criollo.
2. Otro punto que puede esclarecer es el tema del secularismo. Hay muchos conservadores imbuidos de secularismo en sus propuestas apostólicos o en sus modos de vivir, y eso puede nublar la vista para la comprensión de esta fuga saeculi. La vida evangélica es esencialmente antisecularista. Quien decide una vía mística, comenzará a experimentar el rechazo del mundo, de ese espíritu del mundo del cual estamos hablando. Y la opción de Benito tal vez se vuelva cada vez más evidente... y más inevitable.
3. Entonces aparece la úlima idea: los que viven en el mundo sin ser del mundo, el mundo los rechaza como a cuerpos extraños a su desenvolvimiento natural. No hay muchas opciones cuando te destierran. Y los desterrados se vuelven testigos, mártires de esa Fe que el Señor casi no encontrará cuando regrese.
Así lo vivió una comunidad amiga. No tuvo que pensar que opción elegir; decidió ser fiel al Evangelio y se fue nutriendo de almas sedientas, y empezó a ser expulsada de los templos, de la educación, de la política. Y por esas cosas de Dios, empezó también a abrir los ojos de muchos hombres de buena voluntad y ser instrumento de Dios desde su oración y apostolado (apostolado que si quiere ser genuino, siempre será por rebalse, no?)
Ese es mi rollo, caro Wanderer. Disculpe la desprolijidad... estoy en cubierta y la marea está revuelta. Su amigo,
Capitán Dalroy.-
Agrego: eso de que no hay ningún mandato evangélico de salvar el mundo, lo comparto... algo de secularismo puede esconderse allí. Ahora bien, eso no me dispensa de una caridad encendida que me obliga a dejar la vida en pos de mi prójimo, de los que Dios pone en mi camino (sea una nación, un vecindario, mi pequeña familia o el compañerito de secundaria).
ResponderEliminarEn cuanto a la opción benedictina (podría decir "opción monástica", por extensión), también se vuelve a ser realidad en nuestros días... al menos en Mendoza, un reducido grupo de monjes anclados en la Cordillera andina, con su vida silenciosa, su labor y su oficio divino están siendo faro de cientos de hombres que comienzan a vivir un cristianismo auténtico. O sea, auténticamente antisecularista.
Mi gratitud,
Capitán Dalroy.-
Los menonitas son un grupo muy heterogéneo y hay muchísimo mito. Salvo por las colonias que vienen de América del Norte (sobre todo México), en gran parte se han integrado a la sociedad, y de hecho son gente totalmente "normal". La Iglesia Anabautista Menonita de Buenos Aires forma parte de la Federación evangélica y se han integrado con luteranos, metodistas y evangelistas. Diría que los colonos de película son los menos. O los menno, je.
ResponderEliminar"Así lo vivió una comunidad amiga" dice el Capitán Dalroy.
ResponderEliminarEsta comunidad esta ligada a una congregación religiosa particular? Sería interesante conocer el asunto, si puede aportar algún otro dato.
Están también los menonitas del Paraguay. Han colonizado y civilizado todo el oeste paraguayo, una zona a la que llegaron en la década de 1920, cuando ahí no había nada. Usan camionetas y electricidad, se visten igual a todo el mundo, pero hablan en alemán entre ellos y mantienen sus tradiciones religiosas. Y son una potencia económica. Según me han comentado, los menonitas de esa zona de Paraguay tienen un altísimo nivel de vida.
ResponderEliminarTambién goza de un próspero pasar mi vecino Alberto, quien nunca ha frecuentado bailes y francachelas.
EliminarEsto confirma mi sospecha: es menonita.
POESIA: No hago nada (Pbro Leonardo Castellani)
ResponderEliminarNo hago nada:
Corazón, tente en pie sin doblegarte
de la injusta opresión a la insolencia
aunque estoy loco, tengo yo mi arte.
“Nam furor saepe fit laesa patientia.”
Luchando sin más armas que mi triste
corazón contra el peor mal que existe
¿no hago yo nada? Lucho, sangro y no
caigo al suelo. No hago mucho pero
hago más de lo que puedo…
Centinela aterido
no dejo sospechar que estoy herido
ni dejo conocer que tengo miedo…
Herido helado aguanto la bandera
no deserto la inhóspita trinchera
y aunque sé que la muerte me ha podido
estoy de pie y estoy ante ella erguido
marcando el SOS de la brega
a un auxilio que no me llegará
sino un momento tarde si es que llega
y que muerto de pie me encontrará…
La otra mitad la hará sobre mi tumba
otro infeliz después que yo sucumba…
Corazón, tu mitad se ha hecho ya.
AUTOR: LEONARDO CASTELLANI.
Estimado Don Wanderer:
ResponderEliminarPuede ser interesante (y he pensado que esta palabra es la más adecuada), estudiar un poco el caso de la Colonia María Auxiliadora, fundada por Salvador Abascal en México, hacia los años 40 del siglo pasado. Hay al respecto, y para los interesados, un libro gordo del mismo Abascal, titulado “Mis recuerdos”, editado por Tradición, en 1980. Existe asimismo un trabajo de Pablo Serrano Alvárez:”María Auxiliadora:el Sinarquismo en la Baja California Sur”,publicado en la revista Calafia, del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Autónoma de Baja California (vol.IX,n.3, 1999). Creo que todas las ventajas y todos los riesgos, las victorias y las derrotas de una fuga saeculi(no exactamente en los términos en que los plantea Rob Dreher) pueden ser evaluados en este leading case. Lo que estoy mentando es sólo un aporte al estudio de la propuesta que desde este sitio se ha formulado.
Por lo demás, creo que hay algunos reacciones paliativas que deberían considerarse. Hablo de reacciones paliativas no de la “solución final”, con perdón de las connotaciones. Una podría quedar ilustrada con la respuesta que Bernanos pone en boca de la Superiora en su Dialogues des Carmelites: “el mundo (o el siglo) no ha traspasado nunca los muros del Carmelo”. Hay que “carmelizar” nuestras casas,aulas,capillas,ámbitos. Otra reacción podría ser la del protagonista de The Murderer, de Bradbury, cuya lectura siempre es aleccionadora. Se puede terminar en el manicomio con que el secularismo castiga a los réprobos. Pero es mejor esta quijotesca locura a la cordura de la Modernidad. Al fin, que otra reacción puede ser la de Marechal en su Poema de Robot. Dejarse conducir por EL HOMBRE al desierto,”sobre las arenas a una región o sitio no espacial donde un árbol erguía su mástil absoluto”.
En cualquier caso,sugiero asimismo no abandonar nunca la edificante quimera de la degollina de masonetes, a la que por aquí se aludiera. Ni la de amanecer un día sintiéndose Cathelineau, Gorostieta, Millan Astray, Pitsudski o Facundo Quiroga. En suma, lo que me enseñó el Gordo Ordóñez: “portate bien, me decía; pero si no, avisame. No me dejes afuera”.
Pta:Los que entendieron la “Opción Benito” como una Fuga Duce, pueden comunicarse con el Padre Franz Ross Von Thon. Yo ya lo hice,aclaro.Pero se agotaron los cupos.
Un abrazo: Antonio Caponnetto
Muy importante este debate entre cristianos de hoy. Lo he meditado y rezado muchas veces antes de aparecer este post.
ResponderEliminarPor ahora creo necesaria la opcion de armar comunidades como ayuda para los siguientes fines:
-mejor ambiente posible para salvar el alma
-mejor ambiente posible para ayudar a salvar el alma de quienes Dios le puso como obligación grave su educación en la Fe: los hijos
....me preocupa que por un amigo que lo invito a comer, los padres pusieron tinelli en la cena, los amigos le mandan porquerías en el grupo de wapp que comparten, etc y ahora que lo dejé en la boca del lobo le pido que sea virtuoso...
Considero necesario alejarse de una cultura satánica y tomar fuerzas juntos para que nuestros bisnietos puedan quizás verlas de nuevo cristianas
Los tiempos de San Benito eran muy distintos a estos. Había colapsado, cierto, el Imperio Romano...de Occidente. Pero el imperio Bizantino vivía tiempos de expansión. Y había ejércitos poderosos fieles al credo Niceno. Y un general como Belisario poniendo orden como podía y con lo que tenía a mano.
ResponderEliminarPor razones de brevedad, voy a lo más importante: aquel caos, no era un caos organizado por nadie y si uno quería irse a Subiaco como ermitaño, uno lo hacía y punto: nadie se metía con uno. Es que no había gente de gran inteligencia, como hoy, ocupada febrilmente y casi como contra reloj, en establecer un control minucioso para saber sobre todos y cada uno de los habitantes del planeta. Control dirigido a saber por dónde anda uno, qué compra y qué vende, qué piensa, qué hace, etc. Es reveladora, por ejemplo, la edición del 09 de septiembre de 2017 del semanario britanico The Economist:"Nowhere to hide". Allí informan los enormes avances sobre la tecnologia de reconocimiento facial y que en China están en proceso de instalar 160 millones de cámaras de reconocimiento facial y de patentes de vehiculos por todas partes. Seguimiento online y full time. Si alguien cree que esto es algo aún lejano a nosotros, le convendría saber que en la ciudad de Mendoza, so pretexto de la inseguridad reinante, están considerando implantar esta tecnología traída de China comunista.
A lo que voy, es que en mi opinión es obvio es que este frenesí de avance tecnológico digno de mejor causa, tiene un propósito, y es ponerse al servicio de un sistema global con un control férreo sobre la gente, que se viene al galope.
Dicho sistema tendrá un único dueño,el que viene en su propio nombre.
Una fuga saeculi en este siglo XXI ( porque no da para más y vivimos tiempos inminentes ) está bien planteársela y hacer lo posible a nuestro alcance, pero debemos tener en cuenta y recordar que el sistema al servicio de la Bestia tendrá instrucciones de impedir y perseguir nuevos Subiacos.
En mi opinión, sólo seremos auxiliados y salvados por la protección sobrenatural venida del Cielo, allí donde estemos, si permanecemos fieles a Nuestro Señor Jesucristo.
Cuándo sucederá todo esto, no lo sé. Pero el Enemigo sabe que le queda poco tiempo y se le nota el apuro.
Gracias, excelente articulo.
ResponderEliminarWanderer ud esta buscando "socios" para apoyar este proyecto de los alrededores de San Benito ?
Nosotros estamos esperando conocer a varios que quieran esto mismo y con muchísimo gusto estamos dispuestos a pensarlo con seriedad, me anoto !
De hecho hace rato que rezo por esta intención, y no es huir del mundo, sino vivir como Dios manda.
Saludos
No se trata de escapar de la batalla, sino más bien de perseguir al Bien donde sea que este se encuentre y atesorarlo . In Domino!
ResponderEliminarEste debate es eterno, no es la primera vez que lo veo en este blog.
ResponderEliminarY siempre hay muchísimas diferencias de criterio, ambas válidas para este momento.
Aunque creo que en tiempos finales será una necesidad estar mas refugiados, para cuidar la propia fe y la de la familia.
El que se quiere quedar, se quedará.
Perseguir el Bien en una ciudad apostata? Como ?.... no lo veo.
Dios salvo a Lot de Sodoma y Gomorra, los hizo huir y no dar vuelta atrás...Me quedo con esa enseñanza Bíblica.