Estamos asistiendo o, mejor todavía, estamos siendo protagonistas de un cambio de paradigmas en la Iglesia. No se trata de la primera vez que ocurre. El Edicto de Milán marcó uno de esos cambios, y la Revolución Francesa marcó otro. El actual quizás no sea tan espectacular o identificable con un hecho histórico concreto -al menos no lo es para nosotros-, pero no es menos real y profundo. Y esto nos exige que tomemos conciencia que las cosas cambiaron de un modo drástico y que deberemos adaptarnos a vivir en una Iglesia que nos costará reconocer.
Me parece que pueden identificarse al menos tres manifestaciones de estos nuevos paradigmas:
1. Tiranía: Uno de las manifestaciones del ultramontanismo que tomó forma y poder en el siglo XIX fue la exaltación del pontífice romano hasta extremos nunca vistos, y el egrosamiento de sus poder y prerrogativas que no tenían ningún sustento en la Tradición. Esto no fue un problema grave mientas las Iglesia estuvo gobernada por pontífices equilibrados, más allá de nuestras simpatías o antipatías por ellos, pero el peligro de que apareciera algún trastornado estaba siempre latente. Y lo que podía ocurrir ocurrió el 13 de marzo de 2013. Bergoglio se ha convertido en un tirano con apenas un poco más de refinamiento que Calígula. Éste nombró cónsul a su caballo Incitatus; aquel, Sustituto de la Secretaría de Estado a Edgar Peña Parra, con méritos similares a los del equino imperial.
El Papa Francisco hace lo que quiere, desde echar a oficiales de la Curia sin siquiera consultarle al cardenal prefecto del dicasterio correspondiente, hasta predicar diariamente en su capilla palatina profiriendo un cúmulo de lugares comunes e insensateces, en el mejor de los casos, que después deben ser interpretados con malabares por sus voceros para salvarlo del ridículo o de la herejía. No me extrañaría que ésta haya sido una de las causas del portazo que dieron el último día del año Burke y García Ovejero, los dos portavoces de la Santa Sede.
Esta tiranía pontificia tiene como co-relato la destrucción de los fueros, es decir, los derechos y privilegios que tenían los distintos estamentos eclesiales: obispos, sacerdotes y laicos. Así como la irrupción de las monarquías absolutos implicó la desaparición de los fueros medievales y de ese modo se abrió la compuerta que dio paso al liberalismo -relación directa del Estado con el individuo prescindiendo de las organizaciones intermedias-, lo mismo está sucediendo en la Iglesia. Recordemos, por ejemplo, que en los comienzos del pontificado bergogliano, cuando eran costumbres los llamados telefónicos pontificios a cualquier hijo de vecino (práctica hoy felizmente caída en desuso), Francisco autorizó telefónicamente a una mujer rosarina a comulgar a pesar de la situación matrimonial irregular en la que vivía, ignorando y despreciando la jurisdicción que sobre ella poseía el obispo del lugar. Casos similares hemos visto a montones. Y lo peor es que este ejemplo tiránico se replica en cascada. En la última semana nos enteramos del decreto firmado por nuestro amigo, Mons. Tucho Fernández, arzobispo de La Plata, en el que, entre otras cosas bastante sensatas, ordena que la las misas en la forma ordinaria del rito romano se celebren cara al pueblo y en lengua vernácula, contraviniendo lo permitido por el Misal Romano, y que la forma extraordinaria se celebre solamente dos veces por semanas en parroquias y horarios por él mismo establecidos, contradiciendo flagrantemente el motu proprio Summorum Pontificum del papa Benedicto XVI. Se trata de disposiciones inválidas a todas luces y ningún sacerdote de su diócesis está obligado a obedecerlas, pero ¿qué les espera si no lo hacen? Siempre tienen la posibilidad de apelar a Roma, pero ¿qué funcionario vaticano se animará a reconvenir al valido y paniaguado de Bergoglio? El panorama no es muy distinto al que solemos ver en las películas con argumentos medievales y que buscan ridiculizar esa época: el tiranuelo sentado en su trono con una manada de cortesanos asustadizos dispuestos a satisfacer cualquiera de sus caprichos.
2. Desleimiento de la figura papal. Es paradójico, pero pareciera que al poder tiránico del papado se opone una abrupta caída en la popularidad del papa entre fieles y infieles. Desde hace ya un buen tiempo, preocupa en el Vaticano la notable disminución de fieles que asisten a las audiencias pontificias. El tema aparece regularmente en todos los medios de prensa y las fotos que ilustran las notas son muy elocuentes. Y algo análogo sucede en los viajes apostólicos. Todos recordamos el triste espectáculo de la misa cuasi vacía en Irlanda, o el papelón de la visita a Chile.
No se trata de un hecho necesariamente negativo. Los papas se convirtieron en figuras populares en el siglo XVIII, cuando los fieles comenzaron a mostrar pública y vocingleramente su adhesión a ellos como modo de oponerse a los ataques que los gobiernos ilustrados o revolucionarios propinaban a la Iglesia. El primer caso de popularidad callejera de los papas romanos se dio en 1782, cuando Pío VI viajó a Viena a fin de encontrarse con el emperador José II y encontrar una solución al llamado “josefinismo”. Sus tratativas fracasaron, pero lo cierto es que el pontífice fue aclamado por los fieles a lo largo de todo su extenso recorrido entre Roma y la capital imperial. Y un caso análogo sucedió con Pío VII, cuando se dirigió a París a fin de participar en la coronación de Napoleón Bonaparte. Aunque políticamente ninguno de estos viajes produjo resultados, lo cierto es que el apoyo popular a los papas contrapesó su pérdida de influencia en las cortes europeas.
Con el paso de las décadas este afán de popularidad marcó a todos los pontificados, hasta su apoteosis durante los tiempos histriónicos de Juan Pablo II. Después de algo más de doscientos años, pareciera que esa euforia masiva por la figura del sucesor de Pedro ha terminado. No me interesa en este momento discutir las causas, pero lo cierto es que, si esta tendencia se confirma, tendremos una iglesia que sufrirá un rápido debilitamiento fruto del debilitamiento de la figura del pontífice con la que fue identificada. Otro de los frutos previsibles del ultramontanismo del siglo XIX que inflamó de tal modo la autoridad y “santidad” del papa romano, que éste terminó comiéndose a toda la Iglesia, a punto tal que el agotamiento de su figura, ha terminado agotando a la institución de la que era cabeza visible, y sólo cabeza visible.
3. Desamparo. Pensemos por un momento en lo que habrán debido atravesar los buenos católicos europeos de fines del siglo XVIII y principios del XIX, cuando los gobiernos de países tradicionalmente cristianos como Francia y Austria, se volvieron contra la Iglesia. No solamente se incautaron cuantiosos bienes y se ocuparon la mayor parte de sus templos, sino que se suprimieron órdenes religiosas y se cerraron conventos, expulsando del país a millares de religiosos. En Francia, por ejemplo, desaparecieron, entre otros, los benedictinos y los dominicos, órdenes que serán restauradas décadas más tarde por los padres Guéranger y Lacordaire.
Los católicos de esas épocas habrán vivido una indudable sensación de incertidumbre y de desamparo, puesto que el cobijo que desde siglos brindaba el Estado había desaparecido, y se enfrentaban a un estado que perseguía y encarcelaba. Sin embargo, ese desamparo no era absoluto, puesto que la Iglesia, abollada como estaba, seguía siendo un lugar de refugio. Y si bien causa asombro que la mitad del clero francés haya juramentado la constitución revolucionaria, la otra mitad no lo hizo, y eso es un buen número. Además, en esos años comenzarán a fundarse otras congregaciones religiosas que irán supliendo poco a poco a aquellas que habían quedado diezmadas. Aunque los católicos de la época avizoraran un panorama muy oscuro por un lado, por el otro, sin embargo, seguía brillando el sol.
El problema actual es que el sol desapareció de ambos lados. No hace falta abundar en la persecución más o menos sutil de los gobiernos actuales a todo lo que sea cristiano. Y casi que tampoco es necesario abundar en la palidez casi cadavérica del sol eclesial. Estamos cayendo en la cuanta que estamos desamparados a diestra y siniestra. Nos hemos quedado no solamente sin príncipes -y de esto hace ya algunas centurias-, sino también sin pastores. Y lo que causa mayor dolor, desconcierto y escándalo, es que estos pastores no nos abandonaron solamente por seguir las doctrinas del mundo, sino que, desde hace unos un tiempo, están apareciendo ante nuestros ojos la imagen de muchos de ellos como personas entregadas a los vicios más abyectos y que ni nombrarse pueden entre cristianos.
Esta nueva imagen de la Iglesia la revela debilitada, humillada y pisoteada, y nosotros, con ella, también nos sentimos débiles, humillados y pisoteados. Se trata del desamparo. Vienen degollando y no tenemos dónde correr.
En este momento bisagra dentro de la historia de la Iglesia, asistimos a una reconfiguración del escenario, a la aparición de nuevos paradigmas que todavía no terminamos de comprender del todo pero en los que deberemos vivir en los próximos años.
Wanderer: ¿cuáles son las cosas bastantes sensatas que ordena el Obispo Víctor Manuel Fernández en su decreto? ¿O es ironía por parte de usted?
ResponderEliminarLindo video en el Vaticano,
ResponderEliminarhttps://www.infobae.com/america/mundo/2019/01/02/contorsionistas-malabares-y-musica-cubana-el-festejo-circense-del-papa-francisco-en-el-vaticano/
Estimado.
ResponderEliminarUsted es un visionario vía Intuitiva, un verdadero centinela.
Quiero contarle que la Opción Benito, la cual usted comento es a mi criterio y experiencia, la única vía que conduce a perseverar en la Fe y esperar la Segunda Venida.
Adonde puede terminar estos nuevos paradigmas, esencialmente a confundir y negar la Fe, esa Fe que se mantiene en cada Flia que trasmite con Obras la Fe recibida.
Tengo temor y temblor adónde nos lleva este Pontificado, pero esto ya fue profetizado.
Gracias por su Blog, me ayuda mucho a discernir, ser lucido y tener coraje.
Abrazo
No estoy seguro de que este cambio de paradigma en la Iglesia se vaya a consolidar; dependerá mucho de cómo sean los próximos papas.
ResponderEliminarGASTON: Gracias por el análisis. Creo se podría incluir la desaparición del Papa como defensor de la cristiandad, título que puede sonar a anacrónico pero que supondría una respuesta bien actual al hecho de los cristianos perseguidos y masacrados de los que no habla Francisco. Mientras es una asociación holandesa la que paga al abogado de Asia Bibi y Trump el que busca proteger a los cristianos de Siria e Irak.
ResponderEliminarHERMENEGILDO, en respuesta a su primer comentario, le aclaro que en esta ocasión, no fui irónico. Pero le agradezco la observación, que me da pie para una respuesta más amplia y creo que puede ayudar. Lo haré, Dios mediante, en forma de post la semana próxima.
ResponderEliminarDon Wanderer, ud se queda corto con lo de Víctor "trucho" Fernadez, con una nueva resolución prohibió directaente la misa de rito extraordinario en toda la diócesis de La Plata. Y me animo a profetizar que va a prohibir la comunión en la boca y de rodillas, va a imponer por la fuerza acólitos femeninos y un montón de disparates bergoglianos más.
ResponderEliminarGastón: Trump el que busca proteger a los cristianos de Siria e Irak? De dónde usted sacó eso, qué hizo el presidente yanqui por esas poblaciones? Los que protegen a los cristianos sirios son Al-Assad e indirectamente Putin, por más que los globalistas los tilden de sanguinarios tiranos. No sé si alguien protege a los de Irak, probablemente nadie.
ResponderEliminarCarlo... no se preocupe usted demasiado por las cosas que afirma Gastón. Tiene algunas ocurrencias ciertamente extrañas a veces. Parece creer en la existencia del "occidente cristiano" todavía. La verdad es que además de dudar de que algo como eso haya existido alguna vez, también me quedo de una pieza ante razonamientos básicos como el del mencionado. Dicho todo esto sin menoscabo del respeto que merece Gaston... pero hombre, vamos, ¡ a despabilarse!
EliminarOff topic. En otro blog dicen que Zanchetta está bajo investigación por abuso sexual. ¿Alguno sabe algo al respecto?
ResponderEliminarSi parece que el Edicto de Milán y la revolución francesa dio pie a cambios de paradigma. Quizá hubo otros cambios con el renacimiento, descubrimiento de América y el protestantismo. Lo importante es que los cambios no supongan la abolición de los fundamentos de la Iglesia y que no impidan la transmisión de la Tradición y sólo se criben las adherencias realmente prescindibles o las perniciosas disfrazadas de tradición al paso del tiempo. Son muchos los factores que pueden influir en estos cambios y a medida que la sociedad se hace más compleja será la combinación de varios factores, por eso en el momento actual es difícil señalar uno, dos o tres como determinantes. Quizá a posteriori y no sin la posibilidad de errar se podrán aventurar. El síntoma que más nos afecta es, creo, esa sensación de desamparo, esa perplegidad seguida de otra y de otra. Yo en sus palabras, estimado Caminante, encuentro consuelo y ánimo. Vamos a seguir amando a la Iglesia padeciendo por ella, en ella y para ella. El Señor no engaña, quien quiera ir pos de él se tiene que negar así mismo y eso supone ver como se niegan muchos asideros humanos, basados en los espirituales, pero que no dejan de ser humanos, tomar la cruz de cada día y seguir al Maestro Redentor. El tiempo de Adviento tiene que dar el tono a nuestra vida cristiana, para que no deje de ser vida pascual, haciendonos fuertes en la esperanza mientras vivimos en la inmolación. No olvidemos que en última instancia la Iglesia no la guía el Papa, ni los cardenales, ni los obispos, ni depende de este fiel o de otro, ni de un lobi, ni de un blog, depende y es guiada por el Espíritu Santo. Que sepamps ser dóciles a sus inspiraciones.
ResponderEliminarGASTÓN a CARLO: Teniendo la buena costumbre en español de colocar la interrogación y la admiración al principio y no sólo al final de la frase no entiendo por qué abandonarla. Aparte de eso le diré que recuerdo haber leido en algún sitio serio que Trump preparaba dos leyes ordenadas a la protección de los cristianos de Siria e Irak. Lamento no recordar el nombre del sitio en cuestión. Si en realidad son otros los que lo hacen por mi encantado con tal que haya quien lo haga. Porque, desde luego, y desgraciadamente lo que está claro es que el que fuera Defensor de la Cristiandad ha dejado de serlo para convertirse en apologista del Islam. Y la raiz de esto estaría en un Documento del Vaticano II, Nostra Aetate, donde se pinta un Islam de colorines. Aparte la falta de cordura del personaje.
ResponderEliminarYo también creo que este papado marcará un antes y un después: Sencillamente el Papa está desnudo, todos lo saben y muchos ya lo proclaman. También la de los obispos, sacerdotes y laicos están a la vista del Sol. Debemos alegrarnos de que, por fin, salga la verdad de la situación en la que nos encontramos y que tantos avisaron y no les hicieron caso por estar cubierta de tanto oropel y falsedad. Ecce Homo! Ecce Ecclesia! He aquí el resultado de nuestros pecados, de nuestros crímenes, de nuestras hipocresias, contumelias, mentiras, fariseismos y demás. Somos irrisión de las gentes, piedra de escandalo, vergüenza del orbe. Nuestro papa es casi diablo, nuestros pastores son forajidos, nuestros sacerdotes lobos hambrientos y los laicos judas; los que no lo son son mártires blancos y rojos (China, Oriente), fieles en llaga viva.
ResponderEliminar¿A quién iremos?
Sólo a Ti, sólo Tu tienes palabras de vida eterna.
El gran error del siglo XIX no fue el montanismo ni el pontificado desaforado ni un integrismo ramplón, ni siquiera un fariseismo fuerte. Fue que confiamos en hombres y en estructuras humanas en vez del Dios de los Ejercitos. Nos olvidamos del Señor para servir su Templo cuando este es inútil sin Aquel. Propongo leer el discurso de San Estebán ante el sanedrín y comprararlo con lo que se dice de la Iglesia desde hace unos siglos. Israel estaba desamparado en el exodo pero tenía al Señor y ahora están amparados en el Templo y sus sacerdotes pero han despreciado al Señor y Le han dado muerte por confiar en los hombres. Volvamos al Señor.
Por eso me alegro de estos tiempos a pesar de esta tribulación y del daño a tantas almas porque Su Iglesia es su Imagen en la Cruz y podemos soportar su cruz con Él. Es la hora de los valientes, la de ser cristianos de verdad sin caer en la santulonería ni hipocresias, de ser fieles cuando las papas queman y tantos reniegan.
La verdad nos hará libres, acojamos la Verdad pues y confíemos en ella.
Solo tengo un pero a este artículo: no hace justicia a Calígula al compararlo con este papa, el Cesar era más refinado y más cruel. Dejando a parte los crímenes (es peor ser asesino de almas pero el mundo no lo ve así). Caligula era culto: sabía griego, citaba a Homero aunque quiso que desapareciese argumentando como Platón en La Republica, hacía juicios literarios bastante ajustados (llamó a Seneca arena sine calce, juicio corroborado por Quintiliano) aunque en su locura quiso destruir la obra de Virgilio y Livio, tenía ingenio y humor aunque cruel, inhumano y vesánico. También erigió dos acueductos, alabado por Plinio, reformó Roma, engalanó la ciudad con monumentos como obeliscos. etc.
ResponderEliminarHasta en la tiranía hay clases,no es lo mismo Jack el destripador y Annibal Lecter.
Excelente descripción. Vienen degollando. Es una imagen magistral, debemos tan solo no hacernos al lao de la güella.
ResponderEliminarDesde que Bergoglio se convirtió en Francisco se profundizaron todos los paradigmas, a punto tal, que la grieta que hoy existe en la Iglesia entre católicos y herejes bergoglianos es más profunda que la que separa a Cristina Kirchner de todos los argentinos que no la pueden ver ni en la sopa.
ResponderEliminarEsa profunda crisis que en este blog y otros del mismo buen nivel se discute con creciente inquietud, ha cruzado un límite del que ya no se puede volver.
Estamos en un punto de no retorno, un cisma no declarado que si la Jerarquía conservadora no lo blanquea ahora contra Francisco, la mafia de San Galo bergogliana lo hará contra el que venga después, si es que el próximo Papa fuera la contracara de Bergoglio.
Si antes lo echaron a Benedicto, ¿alguien puede pensar que les temblará la mano para ir más lejos si fuera necesario?
De modo que estamos viviendo un tiempo de descuento, un paréntesis que nadie sabe cuánto va a durar pero que va a terminar de la peor forma. De eso no hay duda.
Será una catástrofe, claro, pero es necesario. Lo mejor viene después. Está escrito...
Iba a saltar en defensa del animal de Caligula, pero leyendo los comentarios encuentro que se me han adelantado... en fin, que al actual ocupante del Sillon resulta exagerado compararlo con el famoso equino devenido consul.
ResponderEliminar...caerán mil a tu lado y a tu diestra diez mil...
ResponderEliminarDisculpe, don Wanderer, es lo primero que me ha venido a la cabeza leyendo su post
Salmo 91, la protección de Yahvé
Precioso salmo.
GASTON a JAN:Se puede dudar de que quede algo de Occidente cristiano pero es un hecho que ha existido e impulsado una civilización que, con todos sus muchos defectos, era muy superior a, por ejemplo, la del imperio chino o la islámica. Lo que dice Vd a propósito del equino de Calígula sí que es una pasada.
ResponderEliminarCreo que Gaston confunde. Una cosa es o fue la Cristiandad y otra muy diferente la entelequia que algunos denominan "occidente cristiano". Pero ¿para que explicarle?
EliminarPara entender bien, aca se piensa que este es sólo un cambio de paradigma donde nos sentiremos mas o menos solos, abatidos y demás....hasta volver a ver la luz y un renacer con toda la misma Iglesia ?
ResponderEliminarYo creo que no es un cambio, es literalmente el fin de lo que conocemos como Iglesia, y que seremos muy muy muy pocos los que seamos luego "Iglesia".
Veo familias divididas, sociedad luciferina, presidentes títeres, sacerdotes dejando el sacerdocio, monjas ídem....Misa... que será de la Santa Misa ?
Lo que viene es mucho mas grave.
ResponderEliminarUna simple hipótesis ...
Con la basura que aparece todos los días en la Santa Iglesia , la doctrina pasa al segundo lugar .
¿ Quien es más curtido que Francisco para hacer lo que hace , y aguantar las críticas ?
Elece
Jan, por lo menos Incitato había ganado carreras en el Circo Máximo, lo que tiene mérito, mientras que el actual ni siquiera una competición escolar...Para mas inri, el susodicho equino era hispano...Las comparaciones son odiosas y más para muchos de la Curia que deberían leer a Tácito para saber su destino, eso sin menos glamour ni clase ni estilo que en la Roma Imperial, que no somos principes del Renacimiento.
ResponderEliminarCoincido en todo con usted Eck... es que mi intento pasaba precisamente por defender a Incitato de tan odiosa comparación.
ResponderEliminarAnonimo de las 12.01, si hasta la Eucaristía nos será quitada... calculo que sobrevivirá un cura fiel para cumplir la profecía, te deseo suerte y que sea el tuyo.
ResponderEliminarDon Wanderer y amigos, ¿saben ustedes de buenos monasterios, orientales o occidentales?
ResponderEliminarMaria
"Y esto nos exige que tomemos conciencia que las cosas cambiaron de un modo drástico y que deberemos adaptarnos a vivir en una Iglesia que nos costará reconocer."
ResponderEliminarDisculpe W. pero yo no voy a vivir en esa falsa iglesia.
Ni yo... anoteme en la lista de "borrados".
EliminarAhora resulta que la Diócesis de Goya oficia Misa por la devoción del Gauchito Gil....hemos caído en el delirio total:
ResponderEliminarLa festividad en honor al Gaucho Gil se realizó al conmemorarse el aniversario de su muerte. Si bien la figura religiosa no es una imagen reconocida oficialmente por la Iglesia católica, la diócesis de Goya, que tiene ámbito en la jurisdicción de Mercedes, participó del homenaje.
Una misa fue oficiada por el obispo Adolfo Canecín, quien promueve desde su diócesis la obra de una capilla sobre la ruta 123 en honor a la Santísima Cruz, con la que los fieles identifican la devoción por el Gaucho Gil.
Luego partió una peregrinación a pie y a caballo en la que se trasladó la Cruz de la Catacumbas hasta el santuario.
La conmemoración abrió cerca de las 8 de la mañana en la ermita central del santuario sobre la ruta, donde el sacerdote Julián Zini ofició un responso a la memoria del gaucho milagroso, con el acompañamiento del conjunto de chamamé "Neike Chamigo".
La diócesis de Goya avala la devoción del Gauchito Gil
Si... es también un delirio aunque más técnicamente, y realmente, se trata de idolatria. Pero vea, amigo... toda nueva "devoción" pasa por el tamiz eclesiástico o clerical para su aprobación. Claro, lo que ocurre es que el CRITERIO según el cual los "curas" se deciden a aprobarlo ultimamente es "lo popular" ... que cuanto mas "popular", mejor. Y por que? Pues... aumentan las visitas, aumentan los llamados fieles, aumentan los ingre$o$.
EliminarGASTON a JAN: Del debate intelectual pasa Vd a descalificaciones personales que un servidor no cree haber empleado ni siquiera cuando Vd. proponía la retirada en bloque al desierto en vez de ir a unas elecciones. A cualesquiera elecciones y con cualquier formación política. ¡Nada! ¡Al desierto! No actúa Vd limpiamente así que le dejo el campo libre para que pueda proponer aquí o donde sea los paramos desérticos que más sean de su gusto.
ResponderEliminarEstimado Gaston. No. Simplemente cuando digo lo que dije no incurro en descalificaciones personales hacia usted. Sólo digo que por ser usted de una persona que cree en la existencia de la entelequia denominada "occidente cristiano" y que cree que es posible sin grave detrimento tanto de la verdad, como de la honestidad y del honor, inmiscuirse en la actividad política bajo las reglas de juego que impone el SISTEMA, que es corrupto y anticristiano por definición y que absolutamente todo lo corrompe, resulta inútil (pienso yo) intentar explicarle a usted ni menos aun intentar convencerle al respecto. Es más... el actual sistema es por mucho el mas antitradicional y anticristiano, vesanico, oscuro y ctonico que jamas haya existido nunca (incluye a su "occidente Cristiano" obviamente) lo que hace aun mas evidente la cuestión. Lejos estoy de predicar una huida en bloque al desierto, como usted sugiere. YA ESTAMOS en medio de un desierto, aunque estemos rodeados de personas.
EliminarEs el DESIERTO DE LA FE. Tampoco predico el quietismo. El problema... SU problema es que usted tiene por quietismo algo que no lo es. Por contraposicion entonces intuye que el "activismo" viene a ser una virtud. Lo crea o no, lo entienda o no, mi posicion frente a la devastación actual es diferente, a la suya propia tanto como a la que usted supone que seria mi posición desde su muy particular manera de ver estas cuestiones. En fin. Insisto, no creo que usted quiera comprender. Se aferrara ahora y en adelante a falsas expectativas restauracionistas... y mire, eso no es posible, SALVO, por la accion directa de Aquel que afirma que "MIA ES LA VENGANZA".
La iniquidad ha llegado ya a superar la linea de "no retorno". Es por eso que se impone un completo descreimiento respecto de las soluciones humanas y poner la Esperanza solamente en donde la Inteligencia Profética enseña. No es necesario ser un apocaliptico patologico para discernir el momento actual.
GASTON a JAN: Gracias por su aclaración. Con respecto a que "la iniquidad ha llegado ya a superar la linea de "no retorno" creo que puede tener Vd razón y que su obrar en consecuencia sería una forma de coherencia personal que merece respeto. Recuerdo una frase, casi literalmente, del cardenal Achilles Lienart (1884-1973) que decía que "humanamente la Iglesia está perdida" Y lo diría en torno a los años 60 ó 70 del pasado siglo. Y gozaba de información privilegiada no sólo por la púrpura sino también por su bastante probable filiación masónica. Para mi el grado de deterioro moral de la actual jerarquía romana en general no es que se manifieste sino que clama al cielo en el olvido de los mártires. Sólo en Nigeria -según el boletín Christianophobie Hebdo- más de 400 católicos han sido asesinados recientemente.¿Y cual es la preocupación de Francisco? La inmigración incontrolada.
ResponderEliminarDicho esto no conviene olvidar que lo del punto de no retorno es una apreciación ampliamente fundada pero no un dogma de Fe y que en absoluto puede que no sea así. De ahí que lo intentos de revertir esta situación -o aspectos parciales de la misma- pueden ser no sólo legítimos sino meritorios. A veces muy meritorios. Pienso en el Doctor Dor y en SOS Tout Petits, por ejemplo. O -perdone que insista- en el caso del juez Serrano candidato en Andalucía por Vox.
Está creo es la respuesta a las razones del cambio de paradigmas. Esta en el Catecismo 675 al 677. La última prueba de la Iglesia
ResponderEliminar675 Antes del advenimiento de Cristo, la Iglesia deberá pasar por una prueba final que sacudirá la fe de numerosos creyentes (cf. Lc 18, 8; Mt 24, 12). La persecución que acompaña a su peregrinación sobre la tierra (cf. Lc 21, 12; Jn 15, 19-20) desvelará el "misterio de iniquidad" bajo la forma de una impostura religiosa que proporcionará a los hombres una solución aparente a sus problemas mediante el precio de la apostasía de la verdad. La impostura religiosa suprema es la del Anticristo, es decir, la de un seudo-mesianismo en que el hombre se glorifica a sí mismo colocándose en el lugar de Dios y de su Mesías venido en la carne (cf. 2 Ts 2, 4-12; 1Ts 5, 2-3;2 Jn 7; 1 Jn 2, 18.22).
SM. Realmente parece ser muy ajustado a la realidad su aporte.
EliminarEn efecto. Tanto en la descripción del tipo de prueba final como, y principalmente, en el modo en que se refiere al anticristo:
"La impostura religiosa suprema es la del Anticristo, es decir, la de un seudo-mesianismo en que el hombre se glorifica a sí mismo colocándose en el lugar de Dios y de su Mesías venido en la carne (cf. 2 Ts 2, 4-12; 1Ts 5, 2-3;2 Jn 7; 1 Jn 2, 18.22)."
Es decir... no se refiere al anticristo definida y claramente como si se tratase de un personaje puntual. Mas bien habla de un mesianismo en el cual EL HOMBRE se coloca en el lugar de Dios.
Pero esto es lo que vemos plasmado hoy de un modo universal desde lo institucional a escala domestica o internacional... pero también en la inmensa mayoría de los corazones de hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, niños muy niños incluso... todo el universo gira en derredor de egos hipertrofiados volcados freneticanente en la contemplacion de si mismos y la satisfaccion (mas o menos velada) de caprichitos inmediatos. Egoísmo e individualismo a nivel planetario. Endiosamiento de los hombres... y si. Esto empezó con la llegada de la democracia moderna, me parece. Y cada vez está peor.
Ahora bien deberiamos, tal vez, preguntarnos si acaso no estamos alcanzando la "apoteosis del hombre".
A mi me parece que la imagen que ilustraba la obra de Hobbes, que representa a Leviathan es casi perfecta. Si se fija, esa figura representa una suerte de monstruo enorme que lleva en su mano un cetro y en su cabeza una corona, pero su cuerpo está integrado por incontables figuritas que representan personas...
Como que las personas se van integrando de a poco o de a muchos en ese organismo monstruoso, enorme, universal y colectivo; ese "cuerpo moral" o "colectivo de iniquidad" que en verdad parece ser el famoso anticristo.