lunes, 24 de febrero de 2020

Sancta Sanctorum


Roma es una ciudad que resulta difícil sino imposible, de conocer totalmente y, quienes van como peregrinos o como turistas muchas veces siguen los consejos de una guía turística mediocre. Me ha pasado con frecuencia encontrarme con gente que habiendo estado en la Urbe varias veces, jamás había visitado la iglesia de Santa Práxedes, escondida en un rincón detrás de Santa Maria Maggiore, y que es uno de los tesoros más bellos e impactantes que pueden visitarse.
Otro lugar al que a la mayoría le pasa totalmente desapercibido en la iglesia de San Lorenzo in Palatio, más conocida como Sancta Sanctorum. Se encuentra en el santuario de la Scala Santa, frente a la archibasílica de San Juan de Letrán. Cuando se suben las escaleras, sea de rodillas por aquella que subió el Salvador en el pretorio, o sea caminando aquellas que se ubican a los costados, uno se encuentra con una pequeña capilla, que está siempre cerrada, y en la que apenas puede distinguirse a través de una ventana enrejada, un altar y algunos frescos que, en la penumbra, no llaman la atención. Sin embargo, ese pequeña iglesia tiene una importancia central en la historia de la Iglesia.
El edifico era el palacio patriarcal. Es decir, era allí donde vivieron los Papas hasta que se trasladaron a Aviñón a comienzos del siglo XIV. Estaba este palacio frente a su catedral, que es el Laterano, y esa iglesia de San Lorenzo era su capilla privada. Y aunque las primeras referencias que se tienen de ella son del siglo VIII, es muy anterior. Sobre el altar se encuentra una inscripción que dice: “No hay en el mundo un lugar más santo que este”, y esta afirmación viene por el hecho que allí, dentro del altar, se guardaban las reliquias más preciosas de la cristiandad, y por eso mismo tomó el nombre de Sancta Sanctorum
Lo más impresionante es el antiquísimo icono del Salvador, que se encuentra detrás del altar, y que en el siglo XIII fue cubierto con una lámina del plata. Se dice que fue pintado por San Lucas ayudado por un ángel, y hoy puede verse solamente el rostro del Señor, oscurecido por los siglos, pero con una expresión y una mirada de una particular intensidad. 
Toda esta descripción viene a cuento porque en ese lugar tan especial, y por una generosa y única concesión del rector del santuario, tuvo lugar el miércoles 19 de febrero, a las 18:30 hs., un acontecimiento histórico como parte del Coloquio del CIEL que anunciamos en este blog hace algunas semanas. Después de siete siglos volvieron a escucharse allí las melodías del canto romano antiguo (Aquí pueden escuchar el Gloria en el estilo romano), aquel que fue el propio y exclusivo de las iglesias romanas, y que desapareció a fines de la Edad Media. Fue reemplazado por el canto gregoriano que llevaron a la Urbe los monjes del norte que visitaban como peregrinos los monasterios que rodeaban las basílicas romanas.
Una schola dirigida por Marcel Perès interpretó durante una hora varias piezas musicales, comenzando por un kyrie con tropos y seguido por otros cantos del ordinario o del propio de alguna misa.
Estábamos allí pocas personas (el Sancta Sanctorum es muy pequeño), sentados en el perímetro de la capilla, en bancos de piedra en los que, durante siglos, los canónigos y capellanes papeles se habrán también sentado para cantar el oficio. Habían religioso de diversas órdenes, sacerdotes seculares y laicos. Y creo que todos, sumidos en el silencio profundo que imponía no solamente la ausencia de sonidos sino, y sobre todo, la presencia de los siglos y del Salvador, tuvimos el mismo tipo de experiencia. Rodeados como estábamos de frescos del siglo XIII y de mosaicos aún más antiguos, particularmente una teofanía en la que la divinidad del Señor que se abre en la parte del techo que cubre el altar, comprendimos un poco más qué es el cristianismo, qué es la Iglesia y herederos de quiénes somos. 
Y no se trató de una conclusión racional a la que llegamos, luego de considerar eruditamente los detalles históricos del lugar y del canto. No. Se trató en primer lugar de un impacto emocional nacido de las impresiones sensoriales a las que estábamos sometidos y, luego, esa emoción fue la ocasión para que brotara la intuición. Porque ese conocimiento más agudo y profundo de nuestra fe no se debió a una cadena de silogismos. Fue una intuición o, si se quiere, una iluminación. Un ángel que por un segundo levantó apenas el velo que nos oculta momentáneamente el mundo al que nos dirigimos, donde se asienta el trono del Tres Veces Santo, a quien no cesaremos de cantar eternamente sus alabanzas.

Un religioso de una venerable orden medieval que estaba allí, le escribió a su abad que había sido la experiencia religiosa más intensa que había tenido en toda su vida. Yo —afortunadamente— no tengo abad o superior a quien reportar. Pero, si ese hubiese sido el caso, le habría escrito lo mismo. 


15 comentarios:

  1. Qué buena experiencia! Escuché el Gloria , el del enlace de You tube , tiene básicamente las notas del que cantamos actualmente.
    ( uno de ellos, no el de Ángeli) Sólo que actualmente cantar un Gloria de 6.22 minutos, se hace difícil.

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    1. In illo témpore había un cantor o una schola que se encargaba de cantarlo. La gente observaba detrás de la cancela. En otros ritos más expeditivos (como el dominicano) iban preparando el corporal y los vasos sagrados mientras se cantaba el propio, para ganar tiempo.
      Por otra parte, en los primeros siglos no sólo se cantaba el Gloria sino otros himnos (ordinarios como el Trisagio o del propio), uno detrás del otro, que se fueron quitando con los siglos. En este sentido, el rito bizantino da cuenta de cómo era esa sucesión de himnos y "tropos" como los llama Wanderer.

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  2. Hace años que escucho las pocas canciones de youtube llamadas Old Roman Chant, que se las recomiendo todas, aunque no a todos los tradicionalistas les gustan las he compartido con muchos. Es una música muy masculina e intensa, como los himnos de semana santa zamoranos que tambien les recomiendo para esta cuaresma. Choca con mucha violencia con este mundo femenizado, y con el polifonico apastelado que no niego que me gusta un ave verum de mozart, pero carece de este vigor que tanto le falta a la Iglesia modernizada, aun en los sectores tradicionalistas. Y hay algo de angelico en esto de las voces que se mantienen como ininterrumpidas, arte que todabia practican los ortodoxos y que simulan a los angeles que no tienen necesidad de cortar las melodias para pronunciar y respirar... pero no todo el mundo entiende esta belleza, igual que conozco gente que sale de una misa tridentina diciendo: no me gusta esto. Creo que seria una enorme y oportuna decision restaurar el old roman chant en la liturgia para enfrentarse a la desacralizacion de la iglesia y volver a valorar la masculinidad en la liturgia.

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  3. Bueno, don Wander, usted no tiene abad a quien reportar pero tiene este blog para que todos nosotros nos enteremos de un hecho tan singular.
    Lo felicito por el realismo que transmite al relatar ese momento tan especial, porque está claro que los pocos privilegiados allí presentes tuvieron como un anticipo del mundo sobrenatural al que un día todos los católicos soñamos llegar.
    Sin duda fue una experiencia única e irrepetible que todos hubiéramos querido compartir. Enhorabuena.

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  4. Esta es una de esas entradas que casi no tienen comentarios, porque no hacen falta. Porque no hay motivos.
    Lo sublime nos invita siempre al silencio. Y si a uno le acercan experiencia semejante y desea arrimarse a ella; ¿qué puede decir? ¿Qué puede hacer?

    Esta es nuestra Fe.

    Gracias.

    Capitán Dalroy.-

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  5. Se puede ingresar al Sancta Sanctorum, previo pago de unos pocos euros. Lo hice a principios de febrero; en efecto: es abrumador...

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  6. Don Guander:
    Ya que está por Roma, ¿le puedo pedir un favor ? No es que me compre una medallita ni una sotana o una sobrepelliz. No. Lo que necesito es que averigüe quién diablos es el que escribe en L'Osservatore Romano la sección de Rinuncie e Nomina. La reviso todos los días y nunca aparece mi nombre, aunque sea como obispo auxiliar de la Triconitide del Ponto. Qué le hice yo a ese tipo que no sé quien es ! Por qué no pone mi nombre que es tan fácil !! Si se entera quién es, avíseme para rezarle en contra.
    El prete JUAN

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  7. Misa en Santa Praxedes
    https://youtu.be/uiDJmq7mvaY

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  8. Estimado Wanderer. Unas precisiones: Pérès elaboró una teoría sobre lo que sería el canto romano antiguo. No todos los gregorianistas compartes sus ideas y sus interpretaciones. Otra cuestión: los cantores romanos llegaron a Galia y enseñaron el repertorio romano. De la mezcla de galos y romanos surgió lo que se llama canto gregoriano.

    Sobre la historia del gregoriano se pueden escuchar los programa de Juan Carlos Asensio, greorianista español, en Radio Clásica España. Son brevísimos...
    https://www.rtve.es/alacarta/audios/sicut-luna-perfecta/
    (por octubre de 2016 le dedicó al estilo de solesmes y su evolución...)
    https://www.rtve.es/alacarta/audios/sicut-luna-perfecta/sicut-luna-perfecta-131016/3756121/

    Quien quiera probar otro estilo, que no sea Solesmes, ni Pérès, pruebe esto:
    http://gregorian-chant.ning.com/group/enregistrements/forum/topics/ensemble-gilles-binchois-in-omnem-terram-lp-fr-audivis-av-4953-da

    Sería intereante que Gandalf nos haga alguna reseña de lo vivido en el CIEL

    Saludos cordiales,
    Odysseus.

    Ps. No, no hay pocos comentarios porque el post eleva a la contemplación. No los hay porque no hay capacidad de degustar estos temas.

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  9. Así es Odysseus. No todos los gregorianistas están de acuerdo con la teoría de Marcel Perès, y no tienen por qué estarlo. Se trata de una discusión académica.
    A mí, que soy apenas un aficionado, sí me convence lo de Perès. Y por dos motivos fundamentalmente: por la evidencia que presenta, y me refiero al "gregoriano" pre-Solesmes conservado en regiones aisladas de Zamora o de Córcega, por ejemplo. Y a la coherencia que presenta con la evolución de la liturgia cristiana.

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  10. Tenía entendido que dentro del Sancta Sanctorum hay reliquias de los 12 apóstoles... lo más preciado de la cristiandad.

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  11. Tuve el Privilegio de ser invitado a formar parte de la Schola para esta ocasión en Sancta Sanctorum bajo la dirección del maestro Pérès, una experiencia inolvidable. Jorge Aguilera. Ags. MX Desde Roma.

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  12. Otro estilo, el de la Schola Antiqua de John Blackley... ritmo proporcional y microtonos:
    https://www.youtube.com/watch?v=fEL4iBWL6hM&list=OLAK5uy_mHA26lIJukaxbCVs18qScVffrac_vyu_8

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  13. Odysseus, claro que no hay capacidad para degustar esos temas. Pero hablo por mí . Las posibilidades que tengo de estar en un sitio como ése, entre un número muy limitado de personas y escuchando una música de la que ignoro todo deben ser las mismas de que me caiga un meteorito ahora.
    Leo esas cosas, pienso que qué afortunados los que estuvieron y sigo mi camino, que es muy modesto, pero sabiéndome hija de Dios y heredera de Su Gloria.
    No tengo nada en contra del elitismo pero también aspiro a una morada en la casa del Padre. Y no tengo el menor problema en que la morada de ustedes, los doctos, sea mejor que la mía .
    Así que le felicito por su capacidad de degustación .

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  14. The Wanderer siempre nos deleita. Gracias

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