miércoles, 2 de junio de 2021

El nacimiento de la cultura cristiana

 



Este libro muestra los personajes decisivos y los hechos culturales centrales en torno a los cuales Europa llegó a ser lo es, o lo que era. 

Se trató de personajes que, a partir de los acontecimientos que se desplegaban frente a ellos, tomaron las decisiones adecuadas para hacer de un mundo caído un mundo más agradable a los ojos de Dios, en el que los frutos de la redención de Cristo pudieran crecer con vigor y lozanía.

No se trató de personajes portentosos. En la cotidianidad de una vida marcada por la oración, el amor a Dios y al prójimo y la conciencia clara del fin último, ellos fueron capaces de construir, con paciencia y a los largo de décadas y siglos, una cultura floreciente en el saber y en las artes, marcada con el sello de Cristo y que pervivió en Occidente hasta los bermejos albores de la Revolución de 1789.

Más información, aquí.

Y el prólogo de Natalia Sanmartín Fenollera:



No habrá muchos más dinosaurios


C.S. Lewis dijo una vez, durante una lección inaugural impartida en Cambridge en 1954, que las mentes contemporáneas no están preparadas ya para comprender los textos de la antigüedad. Él atribuía esa incapacidad al efecto de la educación moderna sobre el entendimiento, a la dificultad del hombre actual para desprenderse de los estrechos prejuicios de la modernidad. Lewis culpaba también a la ignorancia de las lenguas muertas, a la nula habilidad para leer con soltura y fluidez las grandes obras clásicas en la lengua en que fueron escritas. Él se consideraba a sí mismo miembro de una vieja raza casi extinta: la de los occidentales educados desde la infancia en la cultura antigua, capaces de escribir y leer sin esfuerzo latín y griego clásicos; y de hacerlo no por ser especialistas, sino por ser europeos. En aquella lección en Cambridge, hizo lo que haría un bondadoso especimen en peligro de extinción ante un grupo de oyentes desorientados: ofrecerse como objeto de estudio. No va a haber muchos más como yo, vino a decirles aquella tarde; no verán ustedes ya a muchos hombres educados en la vieja cultura occidental. Obsérvenme bien y aprovechen la oportunidad, les advirtió. Y finalmente espetó a bocajarro: “No habrá muchos más dinosaurios”.


Casi setenta años más tarde es evidente que no quedan dinosaurios. Hay académicos y especialistas, pero no dinosaurios auténticos, nacidos y educados en hogares de dinosaurios, hijos y nietos de saurios genuinos. Si Lewis tenía razón, y para comprender la cultura occidental, clásica y cristiana, no nos basta con leer volúmenes traducidos y anotados, ¿qué podemos hacer? Por una parte, podemos desaprender viejos hábitos, liberarnos de prejuicios arraigados, hacerlo con disciplina intelectual y mediante un profundo ejercicio de humildad. Por otra, tratar de introducir en las escuelas y los colegios, incluso en los hogares, aunque sea bajo la alfombra, el estudio de las lenguas clásicas. Y en medio de ambos, como si se tratase de un preámbulo o de un aperitivo, podemos empezar por la tarea más apasionante de todas: ir de caza. Ir en busca de dinosaurios, no de los últimos, como Lewis, sino de los primeros, como san Benito. Investigar cómo eran, cuál era su hábitat, cómo vivían, qué buscaban, qué pretendían, qué amaban y qué papel desempeñaron en el lento nacimiento de la cultura cristiana.


La razón de ser de este libro es exactamente esa: mostrarnos a grandes y escogidos dinosaurios que contribuyeron, a veces de forma pública y otras silenciosa, al nacimiento de la cultura cristiana. Ha sido escrito por un académico, y también por un buen amigo, profesor de Historia de la Filosofía Medieval en la Universidad Nacional de Cuyo, en Mendoza, Argentina, que confiesa haber abordado la tarea sin pretensiones académicas, y ese es uno de sus mayores aciertos. Porque no se trata de un manual denso o de un ensayo científico, sino de un mapa apasionante en el que se cruzan itinerarios perfectamente trazados para viajar al mundo antiguo, a la tierra de los dinosaurios, y vislumbrar a través de la historia de un puñado de hombres, de sus obras, sus cartas y su amor por la Escritura, de visitas a viejas bibliotecas, de consultas sobre misteriosos códices y de viajes a antiguas ciudades y catedrales, cómo era aquel tiempo, cómo fueron aquellos hombres y cómo se formó aquella cultura.


Los primeros dinosaurios que encontraremos en este libro son Casiodoro, San Benito y Alcuino de York. En sus páginas nos toparemos con sabios tratados sobre la educación, como la Disputatio de Vera Philosophia, en la que Alcuino explica mediante el diálogo entre un maestro y su discípulo la verdadera naturaleza de la sabiduría cristiana, que puede alcanzarse a través del estudio de la Biblia y de las siete artes liberales. Nos conmoveremos con la hermosa carta de Dhuoda a su joven hijo al que ilustra sobre la salmodia, sobre cómo los salmos nos acompañan en cada momento de la vida, en cada tropiezo, en cada desaliento, como una llamada eterna que nos empuja constantemente hacia Dios. Capítulo tras capítulo, conoceremos la vida del rey Etelberto de Anglia Oriental, escrita por Gerardo de Gales, y nos sumergiremos en el misterio de la liturgia, que es el corazón de la cultura cristiana, la semilla en torno a la cual Occidente creció y se multiplicó. La profunda cultura cristiana, que germinó como la palmera plantada junto a la acequia, en la que se purificó lo viejo y de la cual bebió lo nuevo, mientras se desarrollaba en medio del jardín cerrado del que nos habla el Cantar de los Cantares. 


John Senior defendía que la cultura cristiana es la Santa Misa y todo lo que se ha generado a su alrededor para enriquecerla y protegerla. No es una casualidad que este libro, que narra el nacimiento de esa cultura, dedique un amplio y hermoso capítulo a la liturgia. Esas páginas, mis preferidas, tocarán el corazón de todos los que aman la antigua tradición de la Iglesia y les descubrirán maravillas como el uso de Sarum, la variante del rito romano que floreció en Inglaterra y Escocia, con su espléndida riqueza, hasta la Reforma protestante. También abrirán un nuevo horizonte para los católicos que creen que la liturgia romana es solo un hermoso adorno, es aquello que recubre el tesoro, pero no es en sí mismo un tesoro; aquellos que consideran que lo único importante del culto es que la consagración del cuerpo y la sangre del Señor sea válida y que todo lo demás es poco más que un envoltorio. Son páginas imprescindibles para quienes no hayan descubierto aún que la manera correcta de acercarse al altar de Dios, al Dios que alegra nuestra juventud, es recordando que todos nacimos esclavos, que hemos sido comprados a precio de sangre y que ahora, como hijos, hemos de ofrecer lo mejor, lo más alto y lo más profundo a Dios. 


Los dinosaurios que pueblan este libro, que forjaron durante sus vidas los cimientos de la cultura cristiana, sabían que no basta con que el culto sea válido y que la labor de la Iglesia va mucho más allá de garantizar un certificado mínimo de calidad. Sabían que desde los días antiguos en que la tierra era joven, en que Caín y Abel presentaban ofrendas muy distintas a su Creador, la gran pregunta que debe hacerse todo cristiano sobre el culto es si este es agradable o no a Dios. 



51 comentarios:

  1. Felicitaciones. Es un libro que promete y será un gusto leerlo.

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  2. Qué gran tema este y qué sabias las palabras de Lewis en 1954 sobre los dinosaurios que se extinguen. Hoy, casi 70 años después, sus palabras parecen una profecía cumplida.
    Si bien en aquellos años Lewis supo advertir que el mundo ya estaba en otra cosa, vaya uno a saber qué hubiera pensado hoy contemplando sin poder creer esta extraña iglesia de Bergoglio tan diferente de aquella de Pío XII en la que él desarrolló gran parte de su labor.
    Imagino que sobre las ruinas del Imperio Romano el milagro de la Iglesia medieval consistió en llevar la Palabra de Cristo a centenares de pueblos -cada uno con su cultura y costumbres propias- hasta lograr homogeneizarlos a todos grabándoles a fuego los mismos valores que -a modo de piedra angular- sirvieron para levantar el maravilloso edificio de la Civilización Cristiana, esa que un día fue y ya no es.
    Por otra parte, aquella funesta convicción de Lewis sobre el mundo que emergía de la II Guerra Mundial hoy es una realidad indiscutible, con el agregado de que al mundo que le daba la espalda a la Civilización Cristiana hoy se ha sumado también la Iglesia, o más bien una parte de la Iglesia, porque es evidente que hoy conviven dos Iglesias, la del mundo y la de Dios, la de Bergoglio y la del pequeño resto fiel que quedará después de formalizado el cisma que hoy ya existe de hecho y que en breve será también de derecho.

    Fuenteovejuna


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  3. El rito tridentino es como el buen vino de las Bodas de Cana'Es el que agrado' a Dios y por ende a los invitados, sorprendidos que se sirviera al final y no al principio.
    El culto Ordinario es una version desabrida, si es comparada con el rito Extraordinario( sin referirme a la misa Solemne cantada) El arribo de los Gurkas , Ostrogodos del modernismo que con su brutez e ignorancia rompieron la belleza incomparable existente desde la Tradicion. con el fin de agradar a los hombres,al mundo y acercarse a los enemigos.Latin,Griego,canto gregoriano etc para que sirven?
    Parafraseabdo a Don Wanderer en su parrafo final.
    Le sera' agradable a Dios este culto actual?

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    1. Para todo lo que usted dice hay un acrónimo de extendido uso: Ahre.

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  4. NO se puede comprar más barato????? 19,50 euros más el envío desde España es incomprable.

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    1. Bueno hermano. No es pá cualquiera la bota'e potro.

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  5. Con todas las críticas que podamos hacerle, creo que Benedicto fue el último papa dinosaurio (JP II ya no lo era)

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    1. Y siempre se vuelve al mismo interrogante -ahora adecuado al contexto del articulo-: si el Concilio se hizo con expertos que eran exquisitos dinosaurios como vgr el joven teologo Ratzinger, ¿cómo es que paso lo que paso allí con la liturgia y todo lo demás ...?.

      Armando B. A. Taholas

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    2. Don Armando, trate de poner un poco de inteligencia en la lectura y el razonamiento. Con su criterio, Lutero era un dinosaurio, y Enrique VIII, que componía versos en griego. Y sabe qué? San Pablo también lo era. Y Santo Tomás de Aquino se salvó porque no sabía griego.

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    3. Supongo que tiene razón, don W.

      Sin embargo, tal vez no me exprese bien. Mi perplejidad apunta a lo siguiente: siendo seguramente gran parte de los participantes del Concilio 'dinosaurios' (como se los llama en el articulo) más o menos ilustrados y de formación clásica 'a la Lewis' (para seguir ejemplo cando según el articulo), ¿cómo fue que la reacción ante lo que se gestaba fue ínfima ...?. Allí no se trató de un individuo (un Lutero o un Enrique VIII) sino de todo un 'colectivo' que arrastró prácticamente a todo lo que iba quedando del catolicismo. Y que no se argumente que hubo una 'vanguardia revolucionaria' ('grupo del Rhin' o como se le quiera llamar) que arrastró al resto de los participantes que eran 'conservadores perros mudos', porque si aquella erudita formación clásica no daba al menos los recursos para resistir a esos innovadores de la vanguardia, entonces no se comprende bien su eficacia.

      Armando B. A. T.

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  6. Bergoglio y los suyos, o si lo prefieren ellos y Bergoglio, se encargarán de que no quede ni recuerdo de que alguna vez hubo una Iglesia, la de Pablo de Tarso, helenizada creo que la llaman con todo su desprecio. Diógenes les condenó a quedarse, y yo no haré menos, que se queden, yo me marcho; en griego el juego es más sutil y parece que Diógenes quiso decir que para quedarse había que marcharse de donde no quedaba nada.
    Esa cita de Wanderer al Cantar de los Cantares me ha tocado en lo más sensible, que es lo menos sensible, un servidor lee poco pero entre esas pocas lecturas estarán siempre las homilías y tratados sobre el Cantar de los Cantares de un Orígenes o de un Gregorio de Nisa. Les llamaban los Padres, cuando los cristianos tenían una familia y no eran criados por los perros. Los Padres escribieron en griego casi todos, algunos en latín, y alguno hubo que redactó en otro idioma. Ahora en Roma ya no son bienvenidos, hay que derribar el Reino de Dios y levantar el templo del mundo. Lo dicho, yo no me quedo.
    No he querido terciar en lo de los ritos y los misales pero ya que estamos hablando de viejas costumbres, en griego o en latín, no puedo sino recordar la lápida colocada a la entrada de la Capilla Paulina en el Vaticano; es la capilla del Santo Sacramento y fue 'arreglada' por Ratzinger en 2009, un rincón recóndito del Vaticano, pero confío en que como ni Bergoglio ni los suyos saben latín no podrán entender lo que Ratzinger le dedicó a Paulo sesto en aquella capilla que mandó levantar y ornar Paulo terzo. Qué gran sentido del humor tenía el tedesco; en 2009 Montini no era santo, solo un farsante, ahora que es santo tengo que referirme a él como falsario. Saludos a todos y que tengan un buen día.

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  7. Pues va a ser plan de comprarlo y leerlo.

    Por cierto:
    "C.S. Lewis dijo una vez, durante una lección inaugural impartida en Cambridge en 1954, que las mentes contemporáneas no están preparadas ya para comprender los textos de la antigüedad".


    Je, pon a leer a un católico de hoy los textos magisteriales pontificios desde 1789 hasta el CVII, y a ver lo que entienden. En todo lo que tenga que ver con el Reinado Social de Cristo, les sonará poco menos que a yihadismo a la católica.

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  8. Disculpe don Gibelino. No sé si la liturgia y el rito romano es lo más importante, si es el tesoro o su envoltorio....pero creo que hay cosas importantes que están en la base y de las cuales poco se habla...y me estoy refiriendo concretamente al tema exegético, a la exégesis histórica, moderna y crítica que hoy sienta sus reales en todas las escuelas de teología. Lamentablemente se trata poco este tema, quizá por ser cosa de gente muy especializada y erudita. Pero ya son legión los que no leen los textos como antaño, y ésto está en un nivel más fundamental que la liturgia, porque todo nace de la hermenéutica, de la correcta interpretación del texto sagrado. No leer la Biblia como antaño significa haber abandonado la tradición patrística y las conclusiones espirituales para aceptar sin más lo que dicen las ciencias históricas, arqueológicas, lingüísticas, antropológicas, etc...con desprecio de todo lo sobrenatural o milagroso, cayendo en una especie de fenomenología bíblica al estilo protestante, carente de toda metafísica tomista. No se habla mucho sobre ésto, que para mí es más influyente que la liturgia....por lo menos en ciertos niveles de gente.

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    1. En lo de la exégesis puedo estar de acuerdo, he citado no hace mucho a Orígenes de Alejandría y hacerlo es como santificar la exégesis. Pero la metafísica tomista, incluso si es la de Tomás de Aquino, no tiene nada de patrística, lo digo no por menosprecio a esa lectura tan peculiar de Aristóteles del santo dominico como por cuestiones de principios cronológicos, Tomás de Aquino será un gran comentarista pero no puede ser Padre, nació cuando la Iglesia ya había echado dientes. Ahora, ya lo ve, está desdentada. Saludos.

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    2. "No leer la Biblia como antaño"
      Antaño no se leía la Biblia. Salvo los copistas y un par de monjes.

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    3. Anónimo, lea la carta que escribe Dhuoda (s. XI) a su hijo Guillermo, o Alcuino al conde Guido, y verá que no era como usted dice.

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    4. Antaño hubo copistas, y monjes; ahora ni lo uno ni lo otro. La diferencia es clara, hemos empeorado. Lo que no comprendo es qué sucede con esos millones de Biblias que se editan cada año, ¿se les ocurre alguna explicación?

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    5. Anonimo, las Sacras Escripturas se leían a todos y el voz alta tanto en misa, recreaciones, sermones (la mayoría centones de citas bíblicas), discusiones, ritos, lectura comunal (uno leía y una multitud oía); por medio de adaptaciones: romances, apólogos, cantares, himnos y hasta obras de teatro (moralidades, ordines, etc) sin contar con la Biblia pauperum de imagenes, retablos, frescos, iconos, etc.
      Las Escrituras estaban tan en el corazón de toda la gente que no se puede entender NADA sin un conocimiento muy profundo de ella, hasta en folclore. Apabulla el conocimiento de personas analfabetas de pasajes del Evangelio que proceden de esos tiempos como yo he llegado a oír en mis abuelos.

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    6. Ya anda don Guánder buscándole un pelo al huevo. Haya paz. No le tenga en cuenta don Limón la impertinencia de haberle llamado gallego, que en la Argentina es metonimia de español. El anfitrión ya habrá oído que los de Bilbao nacemos donde nos da la gana. Pues por el mismo orden de razones, los vecinos de esta villa viven donde les peta. Villa que no ciudad, aunque el Gran Bilbao sí incluye unas cuantas ciudades, como la de Londres. Y sepa también que una misa cualquiera, aunque sea misa kika, si la oye uno de Bilbao, es misa tridentina. Y si el que es de Bilbao es el cura, entonces es además pontifical.

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    7. Es cierto que en Bilbao hemos tenido de todo, pero me han dicho que de misa andan muy desasistidos por culpa del clero. Lo de los gallegos es cosa conocida, como lo de los godos, por cierto fue un bilbaíno el que tuvo un desencuentro con una tal Evita, nada terrible, fue por algo de unos gallegos y la mierda. Evita no estuvo en Bilbao, pero sí en San Sebastián, el conde -Galeazzo Ciano- lo mismo. Saludos y paz a todos los argentinos y a los bilbaínos de la calle Buenos Aíres.

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  9. Don Wanderer!!! Cuándo va a publicar en editoriales populares que los libros sean accesibles a todos, todas y todes...

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    1. El problema no son las editoriales. El problema es Argentina.

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    2. Una edición Argentina en vórtice?
      Con envío son más de$4000.
      Vivimos en Argentina

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  10. "LA HIPOCRECÍA DEL PAPA FRANCISCO HA QUEDADO DEMOSTRADA" Cardenal Reinhart Marx

    https://trikooba.com/el-arzobispo-aleman-ofrece-su-renuncia-al-papa-por-la-catastrofe-de-abuso-sexual-dentro-de-la-iglesia-catolica/

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  11. Una de las fortunas de leer a los Padres de la Iglesia es que la palabra social no aparece; tanto que ganamos así, somos lo que comemos, y seguramente somos además lo que leemos. El término cultura es también moderno, y de padres con muy mala reputación. A Orígenes ese lenguaje le hubieran dejado muy preocupado, en sus días había escuelas de filosofía y con eso se arreglaban; y que la filosofía era un asunto griego lo indica que Aristóteles no fuera traducido al latín hasta muy tarde, cuando se puso de moda traducir, traducir a Aristóteles, a Pablo de Tarso, a los evangelistas.
    Respecto a la misa, yo puedo decir poco, he estado siempre vinculado a una parroquia que ha sabido mantener desde hace sesenta años las cosas con una decencia elemental, me moriré satisfecho por lo que hemos hecho y sin acusar a nadie por lo que dejaron y dejan de hacer y que en tan mal lugar los sitúa; queda a mano izquierda saliendo del Victoria & Albert, lo mismo si se sale de Harrods; no tiene pérdida. Buena tarde a todos.

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    1. Don Limón, resulta que ahora usted vive en Londres y va a misa al Oratorio de Brompton Street, pero hace un tiempo, si mal no recuerdo, nos había dicho que vivía en Galicia. ¿En qué quedamos?

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    2. Un recuerdo es poca cosa para ser desmentido, ¿no le parece Wanderer?

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    3. Si el recuerdo no es suficiente, aquí va la evidencia. Usted comentó el martes 9 de febrero, a las 20:31 horas, lo siguiente: "Estimado amigo, en Bilbao hemos tenido peores candidatos al papado,...".
      Reconozco que mi recuerdo lo ubicaba en alguna ciudad gallega, cuando en realidad se trataba de una ciudad vasca.

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    4. ¿Y no está Bilbao en Galicia? Bilbao es una ciudad española, yo soy español por haber nacido en Bilbao, ciudad en la que nunca he vivido; por mucho que haya vivido más de cuarenta años en Londres nunca podré decir que soy de Londres, me pasa lo que a Orígenes, que habiendo nacido en Alejandría siempre fue Orígenes de Alejandría.
      Espero haberle servido de alguna ayuda, e insisto, se trataba y se trata, lo que no se es si se tratará, de una ciudad española, Bilbao, por supuesto. Saludos.

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    5. Hay que hacer varias precisiones, sr. Limón:
      -El concepto de cultura tal como se entiende hoy tiene su origen en Cicerón, un buen padre pues a menos que siga la escuela de Momsen, que como todos los germanos y germanizados no saben aprehender el alma latina por mucha erudición que le echen, en Tusculanas. Que como social se haya pervertido es otra cosa.
      -Tarde las traducción al latín de S. Pablo y los Evangelistas cuando ya las había en tiempos de Tertuliano y corría la Vetus Ítala para desespero de S. Jerónimo y S. Agustín, grandes estilistas que se horrorizaban de sus barabarismos, solecismos y demás (ese gloria in excelsis... que se empeñaba el pueblo en cantar). No era moda sino necesidad, el pueblo no sabía griego. En filosofía, quitando los efuerzos más patrióticos que filosóficos de Lucrecio, Cicerón y Séneca, no era necesario: toda la élite romana era bilingüe y podían leerlos sin traducciones. Cuando se derrumbó la escuela antigua es cuando aparecen las traducciones de Boecio y Rufino de Aquileya, de donde toma su neoplatonismo S. Agustín, negado para el griego como Petrarca. S. Ambrosio y S. Gregorio sabían griego como persona de altísima posición.
      Toda la Edad Media en cultura se puede ver como un intento de reconstruir la comunidad greco-latina rota mediante traducciones.
      Sólo un detalle más. A pesar de que la verdadera filosofía no se improvisa los esfuerzos de Cicerón, Rufino et alii sirvieros para que el primer verdadero filosofo latíno escalara las cismas sin tener que empezar el trabajo desde cero. Me refiero a S. Agustín, el más grande tras la muerte de Aristoteles.
      Quizás nuestra labor hoy sea la de estos humildes autores: poner los cimientos recogiendo y salvando el pasado para posibles vuelos del futuro.

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    6. Lo del tiempo es una cuestión personal, yo siempre creo esperar demasiado y los que llegan tarde dicen que ha sido un leve retraso. Yo creo que que cien, doscientos, o trescientos años es bastante tiempo, sobre todo sin algo bueno que comer mientras se pasa el tiempo.
      Disiento en lo del bilingüismo de las clases altas romanas, un buen romano no descendía a esas cosas, otra cosa es que en Roma casi nadie era romano, y 'ellos' hablaban griego, tanto que la vida litúrgica cristiana se desarrolló en griego hasta bien entrado el siglo tercero en la ciudad, con la casi certeza de que su fundador había sido Pablo, un judío helenizado, y no el nazareno Pedro. Yo he visto datar en Roma según el año paulino [PAVLINO ANNO ...]. Pero me parece muy bien que me haga precisiones, tantas como quiera; nos pongamos de acuerdo o no lo hagamos será siempre muy ameno. Para terminar, y como provocación sin mala intención, yo no creo que Agustín fuese un filósofo, no es un Orígenes al que se le puede palpar su inclinación por las proposiciones de los viejos maestros griegos, un pensador insustituible sí, uno de nuestros Padres. Y lo dejo ya no sin agradecerle sus palabras.

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  12. Felicitaciones al autor del libro, sobre todo por su estilo. Ya estamos cansados en Argentina que los intelectuales católicos solo escriban libros o para pelearse con alguien o para defender una historia nacional verdadera y esas cosas que por lo menos a mí siempre me parecen antediluvianas. Una bocanada de aire este libro de Pereto.

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  13. No entiendo al Anónimo de las 15,38. Por un lado se alegra ( y yo con él) de la aparición de este nuevo libro del Dr. Peretó. El cual, ha sido calificado en el prólogo, con toda razón, como la obra de un dinosaurio, que aborda cuestiones extintas. Para su gloria, esta obra es, pues, una dinosauriada total. Pero a renglón seguido se fastidia con los autores que él juzga "antediluvianos". Esto es, dinosaurios también ellos. Atentamente: Triceratops

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    1. Estimado Triceratops, soy el anónimo de las 15,38. Yo imagino que en el triásico, junto a los dinosaurios deben haber habido otros animalitos que se parecían a los dinos, no sé, matuastos, lagartijas y esos reptiles.

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  14. Estimado Don Guander
    El nuevo libro promete lecturas formidables. Un detalle no menor: en los sesenta curse primaria y secundaria en colegio de curas. Jamás nos enseñaron Historia de la Cultura Cristiana o Historia de la Iglesia. De primero inferior a quinto año la enseñanza de la Religión no paso del nivel Catecumenal. Creo que cambiaba un poco el lenguaje y las imagenes de los libros.
    Volviendo al libro presentado, costo no parecerá excesivo en un par de meses.De modo que a romper el chanchito.
    Le encargo mis saludos a Don Peretó Rivas, a quien debiera usté invitar más seguido a este "boliche"
    Con mis respetos
    Puestero del Oeste

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  15. Los dinosaurios iban a desaparecer como decía Charly García por ahí, pero muchos entendieron mal, muy mal, la metáfora...

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  16. José Alberto Ferrari5 de junio de 2021, 18:37

    Estimado Wanderer, lo bien que hace al darnos a conocer esta obra. A veces, por trajines casi inhumanos, a uno le queda poco más que leer algunos blogs tradicionales, conversar entre amigos, apenas hojear algunos títulos que escuchó la última semana y ¡hasta comprar otros! … que se suman a esos libros indispensables que añoramos leer, y que suelen formar una pila más o menos intacta en nuestra biblioteca. Y eso no es bueno. Sobre todo, porque uno se puede quedar sin la lectura de libros como este, que no solo cultivan y conmueven nuestro interior, sino que también dan respuestas más acabadas y serias a las inquietudes y debates que nos presenta nuestro tiempo.
    Por pura gentileza del autor, tuve la oportunidad de leer el borrador del libro antes de ser editado y lo primero que reluce es esa cadencia propia de quien posee madurez intelectual y cierto don literario. Porque las dos cosas se necesitan para un ensayo histórico como este; que ni alcanza la sola erudición o bagaje académico, ni la pericia aislada de narrar con soltura y belleza. Es un libro escrito por alguien “que está de vuelta”, dirían los jóvenes. Y que no se ofenda mi amigo el autor, pues sabemos que “en los ancianos reside la sabiduría y en larga vida la prudencia” (Job, xii, 12). Creo que estas cualidades lograron ese cruce de itinerarios perfectamente trazados para mostrarnos el mundo antiguo, como bien señala Natalia Sanmartín; mostrarnos la pureza de esas fuentes y esos hombres que cimentaron nuestra cultura cristiana con una intención unitiva, digamos; poniendo el acento aquí o allá pero dentro de una tradición cultural invariable en donde todo tiene sentido y perspectiva.
    La elección de esos bloques de piedra grandes y pequeños que ha ido recopilando y acomodando el autor para cumplir su cometido es digno de traerse a colación. Me consta lo que digo porque mis estudios de grado son en Historia, y los nombres, por ejemplo, de Casiodoro, Benito de Nursia, Alcuino de York o San Etelberto, entre tantos protagonistas que forjaron nuestra civilización, apenas si los escuchamos en una clase o los vimos de pasada en manuales disecados.
    A riesgo de extenderme, diré lo último. Sumado al exquisito y poético prólogo de nuestra amiga común, Rubén Peretó hace una introducción necesaria y precisa. Nos da una antorcha que será norte y guía para adentrarnos en esos bosques frondosos de la antigüedad. Son principios o criterios de fe para mirar el pasado, para juzgar al hombre realista –contra el pesimismo u optimismo bobo–, para entender cuál es nuestra esperanza y nuestro deber. Además, nos dice que su libro pretende ser un llamado a volver al Hogar, a no perder esa nostalgia de lo que perdimos alguna vez. Y por eso resulta una historia vívida y apasionante, porque en ella subyace un deseo que nos enciende y anima a restaurar eso mismo que el autor nos está enseñando a conocer.


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  17. José Alberto Ferrari5 de junio de 2021, 18:38


    De su introducción (recuerden que es solo un borrador), son las líneas con las que termino e ilustran el tono de su obra:
    “… así como Odiseo no se contentó con sentir su nostalgia mientras miraba el mar con ojos tristes desde el confortable palacio de Calipso, así tampoco nosotros debemos sentir nostalgia por la cultura, nuestra cultura, que nos fue arrebatada, y sentarnos a llorar con un vaso de whisky en la mano. No. Como Odiseo, debemos volver a nuestras naves y hacernos a la mar. Debemos poner manos a la obra; debemos hacer cosas concretas para recuperar esa cultura perdida o robada. Y no se trata de una opción más sino que se trata de un deber ineludible. El hombre debe luchar por su hogar y, si sus enemigos lo redujeron a cenizas, es nuestro deber reconstruirlo. Las otras opciones posibles -acomodarse a los nuevos tiempos porque “el reloj no puede volver atrás”, o sentarse en una roca a contemplar llorando las ruinas de lo que alguna vez fue esplendoroso, no son válidas para el cristiano. Y lo primero que debemos hacer para reconstruir nuestro hogar es conocerlo. Si no conocemos la cultura cristiana, no la amaremos, y si no la amamos, no lucharemos para restaurarla.”

    José A. Ferrari.-

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    1. Muchas gracias por la excelente
      reseña!!
      Ojalá se pueda editar también acá en la Argentina así llega a mucha más gente.

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  18. Vuelvo a insistir con el tema de la EXEGESIS, aunque estaban tratando de la LITURGIA. Qué es más importante ? La pregunta es vana, pero nos debe llevar a meditar. De alguna manera, la liturgia es expresión o cristalización de lo que se cree... de donde aquéllo de "lex orandi, lex credendi", que no significa (como muchos erróneamente pueden interpretar) que todo lo que expresamos en los ritos sean verdades inmodificables: muy por el contrario, primero está la comprensión de la fe y después la expresión simbólica o liturgica. Y lo que hoy existe es una nueva fe, una nueva cristología y soteriología....me refiero a la nueva exégesis (que da lugar a una nueva teología). Creo que de ésto se habla bien poco, eso creo. Cuando hablé de "antaño" tenía en mente la lectura (lectio) patrística y su caracter espiritualista y mística, por oposición a la lectura actual de la Biblia, mayormente abierta a los aportes de las ciencias arqueológicas, históricas, lingüísticas y de crítica textual...que nos dicen, por ejemplo, que Moisés no pudo haber existido porque los lugares que menciona el Exodo recién surgieron muchos siglos después, etc....que la Resurrección, la Eucaristía y muchas cosas más deben interpretarse de otro modo, lo mismo que el Sacrificio Expiatorio y la teología de San Pablo, etc.....es tanto el cúmulo de novedades que no sé hasta dónde da para hablar de un rito inmutable como la Misa Tridentina....si hasta la existencia de los ángeles es negada hoy dia. Me dirán que estoy bajo la influencia de los modernistas, y quizá tengan razón. Pero hay argumentos que no se pueden rechazar de plano sin pasar por estúpido (homo stultus).... en fin....el tema es demasiado denso para este lugar . Pero sí me gustaría debatir sobre algunos aportes de la nueva exégesis, que no se pueden dejar pasar así nomás. Yo entiendo que, en el fragor del combate, un no quiere conceder nada al enemigo. Pero acá se trata de alcanzarla verdad. Ya los primeros cristianos polemizaban sobre el valor de los textos paganos, y por suerte ganaron las mentes abiertas que no los rechazaron, y supieron separar la paja del trigo. reo que lo mismo debemos hacer, sin fanatismos. Nada más por ahora. Me gusta mucho leer este blog con ente tan ilustrada. Saludos

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    1. Desde mi escasa comprensión le contesto, aunque esto da para un post, o mejor dicho un blog dedicado a eso. O una universidad...
      Lo importante es la Revelación de Dios, Dios se Re-vela, quita el velo, se hace congnoscible y nos comunica su misma vida (la Gracia).
      Es cognoscible (en el caso de la Revelación que es aceptada por la Fe), desde dos fuentes: la Tradición y la Escritura. Su pregunta es sobre una de esas dos fuentes desde las cuales abreva la Iglesia. Lo importante es re-ligarse con Dios, para eso Dios se re-veló; reencontrarse con su Creador es el fin del hombre.
      La Escritura solo puede ser entendida desde la Tradición, de lo contrario es la letra que mata sin el espíritu que la vivifica. Los modernistas impugnan la Tradición, con lo cual no acceden a la Revelación en la Escritura sino solo a la letra que mata. Eso como introducción. Después está todo el estudio de la Escritura y miles de recursos más; pero para abordar la Escritura es fundamental tener Fe.
      Le digo más: la Escritura es la parte de la Tradición que se puso por escrito con asistencia de inerrancia del Espíritu Santo.


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  19. Don Wander, a propósito del post sobre el nuevo libro de Rubén Pereto, le felicito por tan hermoso esfuerzo de educación cristiana.
    Pero lo que ahora me mueve a hablar es el comentario de 5 de junio 2021, sobre la necesidad de atender a la exégesis antes que a la liturgia. Donde me da la impresión de que lo que se pretende es leer las Escrituras, a la luz de los aportes de las humanas, para luego, so pena quedar como estúpidos, -“Pero hay argumentos que no se pueden rechazar de plano sin pasar por estúpido (homo stultus)”- efectuar una ¿necesaria? reinterpretación de las mismas. ¿Cuáles son esos argumentos? Pues, simplemente, los de enterrar lo que hasta hoy se ha enseñado en el campo teológico para sustituirlo por una “nueva teología”, lo que supone, necesariamente, abandonar el Depósito de la fe, guardado con el testimonio vivo de todos los santos de la Iglesia, para substituirlo, acaso, con claro espíritu de apostasía, por contenidos que convienen a una “nueva fe”.
    He aquí, sus “argumentos”: “Y lo que hoy existe es una nueva fe, una nueva cristología y soteriología … me refiero a la nueva exégesis (que da lugar a una nueva teología). Creo que, de esto, se habla bien poco, eso creo. Cuando hablé de ‘antaño’ tenía en mente la lectura (lectio) patrística y su carácter espiritualista y mística, por oposición a la lectura actual de la Biblia, mayormente abierta a los aportes de las ciencias arqueológicas, históricas, lingüísticas y de crítica textual … que nos dicen, por ejemplo, que Moisés no pudo haber existido, porque los lugares que menciona el Éxodo recién surgieron muchos siglos después, etc. …, que la Resurrección, la Eucaristía, y muchas cosas más deben interpretarse de otro modo, lo mismo que el Sacrificio Expiatorio y la teología de San Pablo, etc. …, es tanto el cúmulo de novedades, que no sé hasta dónde da para hablar de un rito inmutable como las Misa Tridentina… Si hasta la existencia de los ángeles es negada hoy día”.
    Todo lo cual, con profundo dolor, no hace otra cosa que traerme a la memoria la santa preocupación que desvelaba a San Pío X: “Es preciso reconocerlo: en estos últimos tiempos ha crecido extrañamente el número de los enemigos de la cruz de Cristo, los cuales con sus artes enteramente nuevas y llenos de perfidia, se esfuerzan por aniquilar las energías vitales de la Iglesia, y hasta por destruir de alto o bajo, si les fuera posible el imperio de Jesucristo. Guardar silencio no es ya decoroso, si no queremos parecer infieles al más sacrosanto de nuestros deberes …” (Enclica “Pascendi dominici gregis”).
    ¡Dios proteja a la Iglesia! ¡Alabado sea Jesucristo!

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  20. He conocido a un Pelayo en el seminario de La Reja, pero ignoro si se trata de Ud, Don Pelayo.Pero acerca de su respuesta, creo que se queda corto y está lejos del entendimiento de la nueva exégesis, en la cual ya no se habla de inerrancia, y con inobjetables argumentos. En cuanto a la así llamad Tradición, el tema no es simple sino complejo. Como compleja es la relación entre Tradición y Magisterio. Todo tiene que ver con nuestra evolución en la comprensión de los contenidos de la fe: un problema de la subjetividad humana, de gnoseología si se quiere. Nada es tan simple, pero hay que hablar de estas cuestiones, y no sólo de Liturgia, que es lo periférico. Asi lo veo yo.

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    1. Liturgia no es periférico; es central.
      NO soy seminarista de la Reja.
      Inerrancia en cuanto a de-velar el misterio de Dios, no en otras cuestiones. La nueva exégesis, es cuanto menos heterodoxa, más allá de aportes en otras áreas; aportes que si fueran utilizados con Fe, serían útiles a la Teología.
      Y sí, Tradición es un tema complejo. Todo lo que los hagiógrafos escribieron inspirados, antes lo conocieron por tradición oral. Dios nunca escribió nada (si quiere las tablas de la ley y el Manes tesel fares de Daniel), escribieron los hombres inspirados, y en ese sentido insipirados, pero no fue un "dictado" por parte de Dios.
      Insisto: no se puede hacer buena exégesis sin Fe.

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  21. Creo que no se puede pasar por alto toda la exégesis y teología católicas del siglo XX. Cualquiera que las haya estudiado con algún detenimiento verá que allí hay mucho de valioso y que permite un "unfolding" (en palabras de Newman) de la doctrina cristiana ya que los tesoros de la Sagrada Escritura son inagotables. La Pontificia Comisión Bíblica ha hecho una labor notable, en este sentido, con sus documentos. La comprensión de los géneros literarios, de la formación de los textos bíblicos, y el mejor entendimiento de la historia bíblica (gracias a la arqueología y a las lenguas y literaturas de los pueblos vecinos a Israel) han sido grandes aportes. El propio Benedicto XVI lo ha dicho numerosas veces, incluido en sus libros sobre Jesús, aunque señalando los peligros y riesgos de cierta exégesis que no es ponderada de acuerdo a la teología y a la tradición de los Padres. En cuanto a la liturgia, debe recordarse que en la Iglesia reina un cierto "pluralismo litúrgico". No sólo por la forma extraordinaria y ordinaria del rito romano (o como se las quiera llamar) sino por los bellos ritos ambrosiano e hispano-mozarabe (en Occidente) y los ritos bizantino, caldeo, maronita, siro-malabar,siro-malabar, mezquita, etc (en Oriente). Esa riqueza de ritos impide que todo pueda cristalizarse en un solo rito litúrgico como si fuera el único y el definitivo e inmutable. Antes, incluso en Occidente, había muchos más ritos de uso común o de diversas órdenes, que se han ido perdiendo uso (salvo quizás el cartujano). Recomiendo alguna vez asistir a misa en estos ritos para ver la riqueza litúrgica de la Iglesia. El "novus ordo" , bien celebrado, también puede ser fuente de genuino culto a Dios y alimentó la vida litúrgica de muchos santos contemporaneos.

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  22. El paseador de perros6 de junio de 2021, 21:29

    Es así llamado "novus ordo bien celebrado" puede tener varios significados.
    Un significado sería la celebración de la Misa según el Novus Ordo Missae a la Opus Dei: de cara a Dios, en latín, con el canon romano, etc. Me parece que ese significado es parcial, incluso puede llegar a ser hasta equívoco.
    Otro significado -más adecuado- sería la celebración con TODAS las variantes que admite el Novus Ordo Missae, ya que el rito admite como legítimas: comunión en la mano, concelebración, de cara a la gente, monaguillas, ministras de la comunión, etc.
    En un caso "bien celebrado" coindice con mis preferencias, en el otro "bien celebrado" indica en cualquiera de las formas que admite el rito.

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    1. Quien dice que el Opus Dei celebra siempre en latín y de cara a Dios? En general, al menos en los países que conozco, celebran en lengua vernácula y de cara a la asamblea litúrgica. Pueden usar el latín en algunas ocasiones. El "novus ordo bien celebrado" puede ser en lengua vernácula y de cara a la gente, con dignidad, respeto por la liturgia y recogimiento, respetando el misal para la forma ordinaria del rito romano con todas las opciones que ofrece para una celebración que rinda mejor culto a Dios. Monaguillas y ministras extraordinarias de la comunión mujeres, todo se puede discutir y prescindir de ello si es un obstáculo. La comunión en la mano no es preciso exigirla, depende del comulgante, pero tampoco habría que prohibirla en todos los casos. La "concelebración" no veo cual es el gran problema, aunque no haya sido común antes del Vaticano II. Es un lindo signo de comunión, por ejemplo en los monasterios.

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  23. pregunta: el libro se puede conseguir impreso en papel? y cómo? gracias!
    Dr. House

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    1. Dr. House: en el enlace indicado en el post (https://homolegens.com/libro/el-nacimiento-de-la-cultura-cristiana/) puede adquirirlo directamente en HomoLegens o bien en el enlace interior "comprar ebook de Amazon" se le ofrece también en papel (Tapa dura). Saludos

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  24. Estimado Wanderer, acabo de adquirir el libro en papel. Sería ud. tan amable de decirme a qué iglesia pertenece la imagen de la portada? Muchas gracias

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  25. Estimado Mr. Winters: la verdad que no tengo idea. No estuve yo en el proceso de elección de la portada.

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