Aldo María Valli es uno de los vaticanistas más respetados en Italia, y posee una larga trayectoria informando y comentando sobre todo lo que sucede en el Vaticano y en la Iglesia. Hace pocos días, en una entrevista que le realizó un sitio italiano, afirmó que la intervención quirúrgica a la que se sometió recientemente el Papa Francisco no estaba programada sino que fue de urgencia, que se le habrían extirpado dos tumores y que el pontífice ha sido muy reacio a seguir los tratamientos indicados por los médicos. Un periodista del profesionalismo de Valli nunca daría por buena una noticia de este tipo si no tuviera serios de su veracidad para hacerlo. Creo, entonces, que podemos tener cierta confianza en ella y afirmar con cautela que es cuestión de meses para que, finalmente, termine el pontificado de Bergoglio. No renunciará, sino que Dios Nuestro Señor lo llamará para pedirle cuenta de su vida.
Los historiadores deberán escarbar mucho en la historia para encontrar un pontificado tan catastrófico como el que dejará el único Papa argentino, en el que se combinaron la torpeza de sus decisiones con la vileza de su persona. Y así, una Iglesia que venía derrumbándose lentamente desde mediados del siglo XIX y acelerando su caída luego del Vaticano II, ha quedo postrada y convertida no solamente en un apéndice subsidiario e insignificante de los organismos internacionales, lo cual no sería tan grave, sino en la “sal que perdió su sabor” (Mt. 5,13) puesto que en la práctica, y también en los documentos, ha renunciado a ser lo que debía: el canal de la gracia de Dios para la santificación de los hombres a fin de que, a través de ella, alcancen la salvación eterna. Las preocupaciones actuales pasan por el cuidado del medio ambiente y por la acogida de los migrantes. Incluso el agonizante Opus Dei, otrora un baluarte conservador, se ha subido al tren del oficialismo de turno.
Valli, en la entrevista mencionada y refiriéndose al próximo —muy próximo— cónclave, opina lo que en alguna ocasión hemos comentado en este blog: los cardenales, por muy bergoglianos que sean, no son suicidas, y un grupo minoritario de ellos tiene neuronas suficiente para darse cuenta que otro pontífice similar a Francisco terminaría con la Iglesia. No sería extraño, por tanto, que no salga electo otro primate como ocurrió en 2013, y nos libremos así de cualquier posibilidad de un nuevo papa venido de las periferias y, en cambio, podríamos escuchar el anuncio de la elección de un cardenal medianamente católico, que crea en Dios y en la encarnación de su Hijo, que no mienta, que tenga nobleza de carácter y algunas pocas virtudes más. Con eso nos conformamos.
Sin embargo, es necesario ser realistas. Cruelmente realistas. Yo sé que es mucho más fácil y, sobre todo, consolador, escaparse por tangentes escatológicas, ilusionarnos con la postrera persecución y entretenernos con discusiones sobre la capacidad de transmisión de datos que posee el óxido de grafeno inoculado en millones de seres humanos, sellándolos con la Marca del Innominable, los que morirán en poco tiempo debido a una purulenta úlcera. La fe católica es mucho más simple y seca y por eso también más dolorosa. No necesita aditivos, y nos exige ser fríamente realistas, evitando el escapismo que supone el masón o el judío siempre a mano para justificar que la realidad no es como la imaginamos ni como la sueña la poesía, y tranquilizarnos de ese modo, trasladando al odioso culpable la responsabilidad de la situación, que escapa a nuestro control y a nuestro entender.
Y este realismo cruel que reclamo nos exige también ser conscientes de que aún cuando salga elegido Papa el mejor candidato posible, poco y nada podrá hacer por la Iglesia, a no ser que medie una portentosa intervención divina. Y señalo aquí tres factores que me llevan a afirmar lo dicho:
1. En las crisis más profundas de la Iglesia, el poder secular tuvo o bien la iniciativa, o bien jugó un papel central a la hora de implementar las reformas. Y pongo sólo dos ejemplos, aunque se podrían agregar muchos más: el concilio de Nicea, que buscó solucionar la crisis arriana, fue convocado por el emperador Constantino I, y el concilio de Trento, que hizo lo propio con la crisis protestante, fue convocado a instancias, insistencias y presiones del emperador Carlos V. En la actualidad, en cambio, no existe poder secular alguno interesado en una reforma de la Iglesia —más bien lo contrario— y, más importante aún, la Iglesia tiene una relevancia social tan mínima y desdeñable, que a nadie le interesa su suerte. En el mejor de los casos, se ocuparán de ella a fin de que continúe en el camino en el que se encuentra.
Se trata éste de un argumento que debe ser mejor pensado y valorado, pero creo que vale la pena que sea explorado.
2. Es impensable la reforma de la Iglesia sin un episcopado católico y mínimamente virtuoso. Y lo cierto es que los obispos actuales son, en su inmensa mayoría, exactamente lo contrario. El Papa Francisco, en la que quizás sea una de las acciones más graves y deletéreas de su pontificado, se dedicó a nombrar una enorme cantidad de obispos con las mismas condiciones que adornan a su augusta persona: ignorancia, vileza e impiedad. Los argentinos sabemos de sobra la clase de obispos que tenemos, y el mundo se entera semanalmente de nuevos escándalos. Recuerdo los dos ocurridos en las tres últimas semanas: el dimitido secretario de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos por mantener encuentros homosexuales concertados a través de una aplicación en su celular, y el dimitido obispo de Solsona, que abandonó su carga episcopal para ayuntarse con una psicóloga, madre de dos hijos, esposa de un moro y escritora de novelas eróticas. ¿Cómo se hace para terminar con esta situación? Yo no encuentro otra solución más que el paso de un nuevo ángel exterminador, pero mucho me temo que esos gloriosos tiempos hayan ya pasado hace mucho tiempo.
3. Podríamos abrigar la esperanza en las bases de la Iglesia: el clero y los religiosos. Y ciertamente es donde queda cierta reserva de fe católica y virtud. Pero me permito ser también muy escéptico al respecto. Las congregaciones religiosas, salvo excepciones muy raras y puntuales, se encuentran en un profundo estado de postración y en camino ya irreversible en muchos casos de la extinción. Es cuestión de darse una vuelta por los candidatos que pueblan los noviciados para caer en la cuenta del real estado de la situación. En este blog vimos hace algunos meses el caso de los Hermanos de Lasalle, y no me extrañaría que la situación fuera similar en la mayor parte de las congregaciones. Y albergo mis dudas de que se salven de esta situación generalizada los institutos tradicionalistas. La misa tradicional, la sotana y los latines no son suficientes.
El clero secular, más que menguado, recorre un camino paralelo. En países como Alemania, Francia, Suiza o Austria, entiendo que más de la mitad del clero activo son sacerdotes africanos o asiáticos, con todo lo que eso significa. Los que vivimos en Iberoamérica, conocemos en qué consiste la “reserva de la Iglesia” que el Papa Juan Pablo II soñó que se encontraba en Latinoamérica: nada y menos que nada.
En resumen: aunque la previsiblemente pronta desaparición física del Papa Francisco puede ser un alivio, lo será muy relativo, porque aun en el mejor de los casos, y aun cuando el Sacro Colegio sufriera un shock de fe católica y virtud y fuera elegido el mejor candidato posible, bien poco y nada podrá hacer. Y por eso, debemos arribar a la novedosa conclusión de que la a Iglesia, o la salva Dios, o no la salva nadie.
Pero este post me suscita una duda: ¿cómo se puede esperar la elección de un cardenal medianamente católico si casi todos son afines al bergoglianismo? Para mí al menos es absurdo. Puede que el próximo Papa no sea tan autoritario e ignorante como el actual pero que seguirá con la línea de devastación de éste es casi seguro. ¿Por qué motivo deberíamos pensar lo contrario? ¿Por la crisis de la Iglesia? Esa crisis lleva mucho tiempo sin que nadie haga nada y esto nos tendría que hacer reflexionar sobre cómo se ha llegado a este punto. Pero quienes no lo van a resolver ni lo intentarán siquiera son los actuales cardenales. Pregunto: ¿un cardenal de Papúa, de India, de Myanmar, de Bangladesh o de Madagascar sabrán siquiera qué votar si no saben ni subirse los pantalones? ¿Cupich, Tobin, de Kesel, Calança o Poli van a elegir a alguien medianamente católico te lo crees? Por favor no seamos ingenuos.
ResponderEliminarEstimado, pregúntele al Espíritu Santo.
EliminarQuizás se saben subir mejor los pantalones que Vd. Menudo comentario sobrante
EliminarHágase ortodoxo.
EliminarSi en la Iglesia Católica hay católicos de rito oriental, en las Iglesias ortodoxas habrá ortodoxos de rito latino u occidental.
Solo es cuestión de buscar.
Después de Francisco, la Iglesia Peronista, pachamamica, del cambio climático, el feminismo y la sodomia...habrá dejado de existir.
Laus Deo Virginique Matri.
Recemos sin interacción , acompañemos al Señor en su dolorosa pasión junto a María, San Juan y las santas mujeres. Parece que eso da resultado. Ya vendrán más tarde Pedro y los demás.
ResponderEliminarEstimado Wanderer, la Iglesia siempre la salva Dios de la manera que ÉL quiera y cuando ÉL quiera. Saludos
ResponderEliminarPD: a pesar de ser el peor pontificado de la historia sirvió para derribar lo más grave que tiene la Iglesia desde Pio IX: la papolatría. Dios se vale hasta de los personajes más bajos como Bergoglio para estas cosas.
Muy tendencioso y prejuicios. Varios Papás corruptos, vicioso y homosexuales fueron italianos de siglos XIV a XVI.
EliminarHay que ser realistas:
ResponderEliminarPase lo que pase con Bergoglio, éste ha venido a implementar unas políticas muy precisas y no se va a ir sin asegurarse que el que viene detrás no las va a deshacer.
Esto significa que la Iglesia Católica como la entendemos acabó con el Concilio y Montini y solo estamos viviendo sus últimos estertores.
La solución natural es que grupos de creyentes, independientes totalmente de Roma (seguro que el Vaticano solo será un museo; y la Casa de Santa Marta una sucursal del Hilton o del Marriott) cumplan sus obligaciones católicas de siempre sin las presiones protestantizantes de los montinistas. Y estos grupos independientes pueden estar en comunión con otros si cumplen un mínimo de condiciones.
Volvemos a la Iglesia de las catacumbas.
Respecto a la Iglesia del Concilio, se está extinguiendo biologicamente por falta de fruto.
Esa es la realidad y esas son las consecuencias.
No hay que lamentarlo; muy al contrario.
Es la justicia de Dios que dará la oportunidad a otros fieles y a otros sacerdotes a ser santos.
Mientras haya montinistas vivos es imposible, porque siguen conservando la legitimidad que da el poder.
Por cierto, que en "Crisis Magazine" publicaron ayer un artículo sobre los Amish ("Live like the Amish", de David Larson). Cada 15 o 20 años los Amish doblan su población, mientras que luteranos, presbiterianos y episcopalianos se están extinguiendo.
Un artículo que da mucho de pensar y que explica parte de lo que ha pasado con el Concilio y posibles soluciones.
«Pase lo que pase con Bergoglio, éste ha venido a implementar unas políticas muy precisas y no se va a ir sin asegurarse que el que viene detrás no las va a deshacer»;
Eliminarpara que eso ocurra bergoglio deberia hacer uso de la infabilidad papal, y no hay ningun indicio de que eso ocurra, sin ello cualquiera de sus medidas seria completamente reversible.
Sr. Wanderer; En el evangelio hay respuesta para todo y Jesús recomienda a sus discípulos cuando se vuelven catastrofistas la santidad personal; no mirar la paja en el ojo ajeno sino la viga en el ojo propio.
EliminarLos dos anónimos son estereotipos del tradicionalismo cómodo:
EliminarEl primero una definición de infalibilidad que no importa a nadie. Los fieles toman todo lo que emite el Papa como infalible (escuché decir que si así no fuera, perdían la fe)
Y el otro... el cómodo. Si hoy el anticristo simulase ser Cristo entre nosotros, tampoco haría o se opondría en algo, apelaría a la perfección personal y no mirar a quién se obedece.
Entre esas dos opciones, no pasa nada y la Iglesia está como está.
Michael Jordan
Me conformo con la muerte de voldemort.
ResponderEliminarYo para ese día guardo un par de botellas de un vino muy escogido, y tengo ya prisa por abrirlas porque una tercera que tenía la descorché en 2016, cuando ganó Trump, y estaba sublime... pero como que quería empezar a remontarse. A ver si «espicha» pronto el porteño, no sea que el vino se me pique.
EliminarYo voy a tirar cohetes desde el balcón. Por aquí está prohibido: te cascan una multa... Pero la pagaré con gusto.
EliminarEsos Hermanos de Lasalle no son verdaderos Hermanos de la Salle.
ResponderEliminarCuanto antes se extingan, mejor. Están impidiendo con sus personas y su ideología que puedan profesar personas que quieran servir el ideal de San Juan Bautista de la Salle para salvar a la juventud y santificar su vida.
No son Hermanos de Jean-Baptiste de La Salle, sino Hermanos de Ferdinand Lassalle.
Eliminar..."La misa tradicional, la sotana y los latines no son suficientes..."
ResponderEliminarMientras que la misa tradicional, la sotana y los latines sean una declaración de principios y una garantía de ortodoxia, sí, serán suficientes.
Estimado, lea bien. Me estoy refiriendo a la formación de los sacerdotes, no a los principios. Conozco un largo listado de sacerdotes que en su seminario tuvieron misa tradicional, cantaron en latín y usaron sotana, y ahora mejor no quiere saber qué estilo de vida llevan.
EliminarMire, cuando con el Concilio les cambian de religión y les hacen pastores criptoprotestantes, animadores de grupos ("acompañantes", dicen) y presentadores de Bingo (!el seis!. !Bingo!) es normal que pierdan el norte. Simplemente porque el norte se lo han quitado.
EliminarCuando se deja de ser una persona sagrada ya no tiene sentido guardar la castidad (por eso los pastores protestantes se casan y tienen hijos)
Cuando ya no importa vivir las virtudes, pues viven como todo el mundo.
Además muchos serán unos resentidos y unos amargados porque saben que pudiendo haber salido a tiempo, como la mayoría de sus compañeros, no lo hicieron; y viven una vida vacía, sin sentido, que no es la suya.
?Hay que culparles?
Habrá que conmiserarles, que es otra cosa muy distinta.
Dando siempre gracias a Dios por no estar en su pellejo (ni en el Montini-Bugnini, que estarán recibiendo su castigo merecido)
Gracias, don Guánder, por su franqueza.
ResponderEliminarLa conclusión que saca usted es muy verdadera, y siempre ha sido sabida por los católicos: es Dios quien salva. También en esos casos en que el instrumento fue el poder temporal, quedaba clara la autoría divina, y que la causa segunda podría podría haber sido cualquier otra. Un avezado estudioso de la historia de la Iglesia, como usted, podría hallar hasta casos en que la divina Providencia se valió de la acción de hombres y grupos, también poderosos pero malintencionados, que a diferencia del César Carlos no buscaban el bien de la Iglesia sino su perdición, pero contribuyeron involuntariamente a reformarla y a salvarla. Recemos para que Dios vuelva a proveer, por intercesión de su Santísima Madre.
Yo sí tengo buena impresión de las vocaciones que cosechan los institutos Ecclesia Dei. Lo que veo por estos rumbos es que las tienen, entre jóvenes aborígenes locales, más bien nerds, y que no solo son sacerdotes muy piadosos, que por supuesto, sino bastante sensatos, maduros, equilibrados, prudentes y realistas. Intuyo en ellos fortaleza para resistir la contradicción. Contrastan en todo eso con los curitas diocesanos de su edad, que también los hay por aquí gracias a Dios, ¡y conservadores!, pero generalmente son chicos algo inmaduros, muy emocionales, dependientes de la aprobación de los demás...
ResponderEliminarYo también tengo una buena impresión. Lo que digo es que la formación que reciben en los seminarios tradicionales con los latinas y las sotanas, no garantiza nada del futuro de su vida sacerdotal. Y para probarlo están los hechos.
EliminarPuede o puede no ser. Los rumores sobre la salud del líder son un complemento ideal del gobierno justicialista y de todo gobierno tiránico en general. Sirve de válvula de escape a la opresión, porque todos se relajan y esperan el ansiado óbito. Paraliza la reacción tanto en la masa como en los cardenales que van a jugar a las estatuas porque cualquier actitud compromete sus chances para el presuntamente cercano cónclave. En la época de Perón era un clásico matarlo a Perón, hablando de cánceres siempre presentes.
ResponderEliminarJuan P, peronólogo.
No hay duda que a raíz de lo que dijo Valli se fortalecieron mucho las especulaciones en torno a que Bergoglio estaría preparando un motu proprio -o algo parecido- para regular el papado emérito y hasta para ponerles un límite de 85 años a los futuros papas, edad que él cumplirá en diciembre y que aprovecharía para renunciar, aunque ahora acaba de decir que nunca había pensado en eso.
ResponderEliminarSin perjuicio de lo dicho, las especulaciones sobre su estado de salud y un inminente cónclave existen y circulan cada vez con mayor intensidad.
Comparto que en ese cónclave los cardenales que no piensan suicidarse podrían elegir al mejor de entre ellos para pilotear la Nave en medio de este mar embravecido, pero a pesar de los mejores esfuerzos que ese futuro papa pudiera poner, todo indica que nunca podría torcer el curso de la Historia dado que la situación parece haber llegado a un punto que no tiene retorno.
No obstante, justamente por eso no veo para nada descabellado considerar que si estamos buceando en los tiempos finales, tarde o temprano el Inicuo haría su entrada triunfal porque es sabido que los poderosos del mundo -contando con la inestimable colaboración de Roma- hace rato vienen trabajando noche y día sin descanso por hacer realidad ese Gobierno Unico Mundial largamente acariciado.
Demás está decir que aunque ese desenlace sea inevitable, los católicos sabemos de memoria que tenemos que seguir perseverando hasta el fin como si todo dependiera de nosotros aún sabiendo que todo depende de Dios, porque eso es lo que Dios espera de nosotros.
Señor Wanderer,
ResponderEliminar1. Olvidó usted que el curso de la Iglesia y del mundo no es por voluntad humana.
2. Confíe en la Providencia y el Auxilio de la Gracia.
3. Y tampoco olvide el Triunfo del Inmaculado Corazón de María.
Excelente, creo que ud dio en el clavo
EliminarCaminante ya no existen Constantinos, Carlos Quintos ni prebendas basadas en la fuerza militar de los estados modernos. Piensan que la Iglesia es una máquina tragaperras y que absorbe de muchas maneras, donaciones,exenciones fiscales, impuestos,bolos etc, es terrateniente y roca en construcciones. Pero hay santos, más de lo que nos parece. A pesar de todo, pienso que el clero es mil veces superior a sus feligreses. Las familias ya no formamos en los ideales católicos de antaño, no son creíbles. Por otra parte los pulpitones impartiendo doctrina y los tres palmos de mitra ocasional y poner voz hueca para leer el evangelio de Judas Iscsriote, ya no funciona, tampoco los teléfonos de baquelita negra ni los anónimos. Lo tiene mal, muy mal pero hay personas entre ellos de buena doctrina, que tienen Fé, añoran la Esperanza y proyectan su caridad. Un saludo.
ResponderEliminarLa muerte siempre es pavorosa, pero aún más aterra la inminencia de la muerte de un protervo como este, tan cargado de iniquidades. Entre otras herejías, profesa que las almas de los réprobos no son inmortales: que se aniquilan. Pues dentro de nada saldrá de su error. Tendrá que comparecer ante Cristo, su Dios y Juez, con la responsabilidad a cuestas de haber ocupado en la tierra el solio más alto... Los pecados contra el Espíritu Santo llevan unos a otros; la impenitencia final es el corolario de todos, y haber tomado tan en vano el atributo divino de la Misericordia quizá no le valga lucrarse de ella. Qué ajustadas las palabras con que la Iglesia nos advierte del Juicio, por ejemplo en el Dies Irae: Quantus tremor est futurus! Y futuro inminente. Que Dios tenga misericordia de ese miserable y de todos nosotros.
ResponderEliminarDuro pero acertado comentario, que nos acerca a la realidad
ResponderEliminarYo creo que hay que ir pensando en un formato de Iglesia radicalmente distinto. Porque es evidente que no va más este formato con una jerarquía que, en el mejor de los casos, están ahí para tener una vida cómoda usufructuando los bienes materiales de la Iglesia (y las herencias de las viejas que puedan manotear) o para hacer su getto gay friendly, y en el peor de los casos están ahí para poner la institución al servicio del proyecto del NOM.
ResponderEliminarEl efecto de la caída de los pastores será la completa dispersión de las ovejas si no se hace algo para mantenerlas conectadas. Las solución pasa porque las ovejas se organicen horizontalmente en una red que permita mantener el contacto entre las personas que buscan mantener esa comunión. Las catacumbas del siglo XXI no están bajo tierra sino en internet. La semilla de esta ·comunidad pueden ser los católicos que se agrupan alrededor de los foros y blogs (como este) cercanos a la tradición, donde personas afines puedan organizarse para, por ejemplo, buscar curas y sacramentos. Para mi que no va mas esa forma de catolicismo en la que el laico era un ser pasivo que hacía su misa de los domingos(nos sentamos y nos ponemos de pie como robots) y ya está, sin formación doctrinal, sin compromiso con el funcionamiento de la organización, etc.
Así es. Por otra parte, esta situación recuerda Ap 6.10
EliminarCuando el Señor preguntó si encontraría fe en la tierra en su regreso, fue por algo. Cuando el apóstol San Pablo advirtió que antes de la aparición del inicuo había de darse una apostasía, fue por algo. Por cierto, solo apostata quien antes ha creído. Cuando en el libro del Apocalipsis no se ve por ningún lado una iglesia institucional visible en el momento en que las cosas de ponen "calientes", mientras que sí aparece un remanente fiel perseguido, es por algo. Y cuando Dios permitió que la Virgen nos advirtiera de lo que se nos venía encima, y ahora solo estamos empezando a vislumbrar, también fue por algo.
ResponderEliminarEn mi opinión, da absolutamente lo mismo quien sea el próximo pontífice. La suerte está echada: "El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía" (Ap 22,11).
«En mi opinión, da absolutamente lo mismo quien sea el próximo pontífice»;
Eliminares decir, da lo mismo juana que su hermana, en fin!
Luis Fernando, llevas toda la razón.
EliminarDa en el clavo Luis Fernando. A veces se nos olvida lo que dice la Palabra de Dios.
EliminarLos más jóvenes lectores de este blog viviremos para ver la canonización de Bergoglio.
ResponderEliminarLa canonización peronista ya la tiene
EliminarBergoglio no se va a morir, todavía. La Divina Providencia se va a encargar de que, primero, vea caer en llamas todo lo que ha sembrado y, humillado en vida, pase a la siguiente.
ResponderEliminarPoca luz y esperanza en su dictamen sobre el futuro de la iglesia. Aceptable como radiografía de la iglesia romana, y esa es la Iglesia? Y los ortodoxos, y la vitalidad espiritual de Rusia, la. Ortodoxia en Estados Unidos, o en la misma Etiopía. No es un defecto, el pensar que todo pasa por Roma, cuándo es precisamente Roma la que ha desviando su fe desde hace más de mil años.
ResponderEliminarUn defecto muy presente en este blog es aceptar la teoría de Toda la Iglesia = Roma. Saliendo de esa premisa, puede verse que esta amarga decadencia es el resultado de varios errores que en algunos casos pueden rastrearse al siglo XI. Sobre todo el intento de fusionar la devoción pagana de la antigua Roma con la correspondiente a la Sede Patriarcal que se estableció sobre sus ruinas. Aunque para ser justos, también mucho de eso puede encontrarse en la Constantinopla "moderna" inaugurada por el infame "anglófilo" Meletios Metaxakis. Su sucesor fue el también infame Atenágoras, sepultado con una ceremonia esotérica, gran amigo del Papa romano Pablo VI.
EliminarOjalá muchos abran sus ojos. Las cosas que ahora están mal, con seguridad empeorarán. Como en la liturgia: miren hacia oriente.
Constantino Heleno
Parece que aquí también escriben algunos fieles de la Iglesia Ortodoxa para quejarse de que este blog habla de la Iglesia católica como si fuera la verdadera Iglesia de Cristo.
EliminarHay cosas que no se entienden, es como entrar sin permiso en la casa de un vecino y reprocharle al dueño que tiene muy mal gusto para elegir los cuadros. ¿No tendría derecho el dueño de casa a decirle al intruso, quién te dio vela en este entierro?
¿Qué tal si un católico va a Moscú y le dice a Cirilo I: che flaco, cuándo te vas a convertir a la verdadera Iglesia de Roma? Así estamos.
FuenteOvejuna, de hecho lo hacen. Pregunte por los fatimistas, que creen a Juan Pablo II un santo y que la Catedral de guitarras y alegría que fundó en Moscú es una señal del Cielo... le advierto que con ese criterio tampoco podría haber gente de la FSSPX, ni TFP, ni anglo(católicos) en el grupo. Y ciertamente los hay.
EliminarEl credo niceno-constantinopolitano, que recitan las iglesias orientales católicas dependientes del papa de roma solo menciona el filioque y no se diferencia en nada del que recitamos sin cambios hace 2.000 años. Los innovadores son ustedes, y tienen el fruto de poder cambiarlo todo por decisión de un solo obispo.
Los Ortodoxos somos Católicos, y en eso nos quedamos, el problema es cuando comenzamos a cambiar las cosas como si el cambio fuese un valor en sí mismo. Será que tienen miedo a aburrirse. No creo que esas consideraciones las hayan tenidos los mártires o Nuestro Señor Jesus-Jristos en la Cruz.
Constantino Heleno
(ruego que publique esta versión, corregida. La anterior fue "autocorregida". Muchas gracias)
EliminarFuenteOvejuna, de hecho lo hacen. Pregunte por los fatimistas, que creen a Juan Pablo II un santo y que la Catedral de guitarras y alegría que fundó en Moscú es una señal del Cielo... le advierto que con ese criterio tampoco podría haber gente de la FSSPX, ni TFP, ni anglo(católicos) en el grupo. Y ciertamente los hay.
El credo niceno-constantinopolitano, que recitan las iglesias orientales católicas dependientes del papa de roma no menciona el filioque y no se diferencia en nada del que recitamos sin cambios hace 2.000 años. Los innovadores son ustedes, y tienen el fruto de poder cambiarlo todo por decisión de un solo obispo.
Los Ortodoxos somos Católicos, y en eso nos quedamos, el problema es cuando comenzamos a cambiar las cosas como si el cambio fuese un valor en sí mismo. Será que tienen miedo a aburrirse. No creo que esas consideraciones las hayan tenidos los mártires o Nuestro Señor Jesus-Jristos en la Cruz.
Constantino Heleno
Constantino Heleno
EliminarNo se sorprenda si le digo que comparto su punto de vista, hace tiempo que Roma tomó el camino equivocado. Aún así, lo que a primera vista parece confirmarle que está en lo cierto podría ser nada más que un espejismo. Si no fuera por el árbol que le tapa el bosque tal vez podría descubrir que en realidad es usted el que agarró por el camino equivocado.
Fíjese una cosa, ahora usted duerme tranquilo convencido de que la Iglesia Ortodoxa es la auténtica Iglesia de Cristo porque después de 2000 años se mantiene sin cambios. Y está seguro de eso porque según afirma los católicos somos unos innovadores que lo cambiamos todo por decisión de un obispo.
Ahora bien, si tanto ustedes los ortodoxos como nosotros los católicos creemos que la palabra de San Pablo es la Palabra de Dios, yo le hago la siguiente pregunta: cuando San Pablo les dice en su Segunda Epístola a los Tesalonicenses que antes de la venida del Inicuo habrá de caer sobre la Iglesia la noche de la apostasía, ¿a qué Iglesia se refiere, a la Ortodoxa que según usted se mantiene fiel como el primer día o a la Católica que anda a los tumbos?
Porque salvo mejor opinión, si la apostasía es la pérdida de la fe, es evidente que lo que San Pablo nos está advirtiendo es que esa será la condición que tendrá que cumplirse sine qua non "antes" de la entrada del Anticristo en escena.
¿Y por qué la apostasía será esa condición previa? Pues porque si la Iglesia nunca se corrompiera, ni la falsa iglesia ni el mundo podrían recibir nunca al Anticristo como a su salvador.
Siguiendo con ese razonamiento, si usted cree que la Iglesia Ortodoxa es la Iglesia de Cristo porque nunca cayó en la apostasía, tendría que empezar a ponerse nervioso porque si nunca se corrompe está más claro que el agua que no es la auténtica Iglesia de Cristo.
Así que si ya descubrió para qué lado apunto habrá caído en la cuenta de que si es Roma la que ha caído en la apostasía, debe ser porque está cumpliendo la condición necesaria de la que habló San Pablo. De ser así, probaría sin lugar a dudas que la verdadera Iglesia de Cristo es la Católica, no la Ortodoxa que no cae en la apostasía.
Espero su respuesta a esta pregunta capital, porque si lo primero que tiene in mente es decirme que estoy equivocado mucho me temo que el primero que se equivocó fue San Pablo.
Fuente ovejuna, esto no es un diálogo de tercios españoles con un soldado griego, ambos lanzando bravuconadas. Hablamos de cosas serias.
EliminarUstedes lloran la última innovación de muchas otras, el último abuso luego de muchos otros. Lea completa la historia y verá que los Patriarcas Orientales sólo siguieron haciendo lo que por 1.000 años Roma también hizo. Ahora ya no ven como contener al supermercado profeta infalible que supuestamente tienen en Roma. ¿Desde hace cuanto? Le recuerdo que el propio Papa San Martín de Roma predicó contra la superioridad de cualquier Obispo sobre sobre toda la Iglesia.
Lo que están viviendo con Jorge Mario Bergoglio es la consecuencia de un largo camino de rupturas. Ahora se enojan cuando otro Cristiano se los recuerda.
Recuerde que quienes se cortaron solos, rompiendo con la Tradición desde los primeros Concilios, e impusieron un cambio en el credo unilateralmente no fueron los demás Parriarcas de la Pentarquía (aceptada por los Papas de Roma por siglos). Tampoco la imposición forzosa del celibato al clero, resistida con desesperación por el clero galo. ¿Leyó la carta? Está disponible en Internet. Pretender cambiarlo y acomodarlo todo al parecer personal, ese es el camino de la Apostasía, no el obedecer y cumplir lo que siempre se obedeció y cumplió.
Apostasía, palabra fuerte, fue lo que me quedó como central de su comentario. Es abandonar la Fe, la Fe que se recibió y no la que uno acomoda e inventa a su comodidad y parecer. Defender esta última, eso es Apostasía, y es algo que viene ocurriendo hace tiempo en occidente. La Iglesia es Una Santa y Católica. No hay otra, y es pecar contra la verdad afirmar que algún "ortodoxo" cree lo contrario. Primero el conflicto con los iconoclastas y tristemente el ulterior de los romanos llevó a que se utilice el adjetivo ortodoxa para diferenciarse de quienes cambiaron la Fe, como puede afirmar usted ser ortodoxo frente a un albigense.
Constantino Heleno
Fuenteovejuna, no se gaste. El problema es psicológico. No soportan la derrota en esta vida y entonces salen corriendo a buscar alternativas que les permitan seguir "jugando". Lo mismo en religión que en politica. Se salen de la Historia de la Unica Iglesia de Cristo, que supone Crecimiento, Apogeo y Decadencia, porque no soportan esta ultima parte. Se ve que el Apocalipis para ellos es un novela de ficción. Y asi es como yerran en el modo de ver los hechos actuales. Ignoran olimpicamente que todo esto ha sido anunciado por Cristo y los profetas.
EliminarLo que tienen que hacer los Ortodoxos es definirse de una vez. No vale cuando nos interesa que somos una Iglesia y cuando no, no son cismáticos y herejes. Cuando hay que devolver iglesias a los católicos orientales, entonces todos somo lo mismo y no hace falta... cuando se trata de que los ortodoxos presten sus templos a católicos orientales y latinos; no, por ser herejes. Protestamos si son erigidos obispados en Oriente por ser una injerencia en nuestro territorio pero en Occidente no nos privamos de hacerlo porque somos diferentes.
EliminarPerdone Señor Constantino pero sus razones son un resumen de las de Focio y Miguel Cerulario (falta el pan cenceño, la barba y otras):
-Lo del Filioque, el tema estrella de Focio (al cual los amantes de la cultura griega siempre estaremos en deuda)y encima malinterpretándolo. Resulta que aparece desde el III Concilio de Toledo en 589 con los principales Padres Hispanos y en Constantinopla esperaron hasta el 858 para denunciarlo a pesar de ser conocido desde hace mucho como lo prueba las obras de S. Máximo el Confesor (580-662). Lo peor es el cuajo, resulta que son santos Leandro e Isidoro para la Ortodoxia y son los verdaderos redactores y firmantes de semejante error. Por no hablar de los demás Concilios recogidos en la Hispana que lo repiten y los prescriben para la misa. Tenemos cayendo en el mismo error a Julián, Ildefonso, Eugenio, Valerio, Braulio, Beato, Eulogio etc. Santos igualmente y santos Padres.
-Del celibato. Pues resulta que el modelo latino ya se encuentra impuesto en el Concilio de Elvira del año 300 y ¿quien es uno de los firmantes?: otro santo ortodoxo, S. Osio de Córdoba. Para más Inri hay crónicas hispanas que culpan del 711 (invasiones musulmanas) de que no se respetase esta norma, insultan al rey que lo hizo y nos falta el último Concilio de Toledo en la Hispana, se sospecha que por aceptarse el Concilio de Trullo....
Soy el primero en tener simpatía por las Iglesias de Oriente separadas, por su santa liturgia y costumbres y comprender mucho de sus temores de una unión con esta Roma degenerada, el Gran Cisma me ha parecido la mayor catastrofe de la Iglesia pero las razones alegadas para la separación siempre me han parecido muy flacas y un poco hipócritas.
Constantino Heleno
EliminarUsted se va por las ramas para no contestar la pregunta. Y no la contesta porque no la puede contestar.
Como no puede negar a San Pablo, a pesar de saber que antes del Anticristo la noche de la apostasía tendrá que caer sobre la Iglesia se resiste a creer que en la apostasía de Roma que tiene ante sus ojos se esté cumpliendo la profecía. ¿Y por qué se resiste? Porque reconocerlo sería aceptar que la Iglesia Católica es la verdadera Iglesia, no la de Moscú a la que usted adscribe.
¿Pedro era obispo de Roma o de Moscú?
Todo lo demás es pura cháchara, como decía el viejo Vicente Saadi. ¿Se acuerda?, el que acorralaba a Dante Caputo reprochándole que igual que usted se iba por las Nubes de Ubeda.
Los historiadores no tendrán que escarbar mucho para encontrar un pontificado tan desastroso como el de Francisco. En la historia encontrarán papas mujeriegos, amantes del ocio, el lujo y el dinero, papas que hacían la guerra o que mantenían alianzas políticas cuestionables, pero ninguno de ellos negaba las verdades de la fe como lo hace Francisco. Comparto la esperanza de que el próximo papa crea en Dios, en la Encarnación del Verbo Divino y en la vida eterna. Que Dios nos lo conceda.
ResponderEliminarEstamos hablando de la posible partida de Francisco pero nadie ha mencionado en ningún comentario a alguien fundamental: Benedicto XVI que ahí sigue con 94 años y no creo que esto sea una menudencia pues el Papa emérito sigue teniendo una importancia capital en contra de lo que pudiera parecer.
ResponderEliminarLuis Fernando, ¿conoces a San Malaquías?
ResponderEliminarA conclusão do artigo fala por si: somente Deus pode proteger e salvar sua Igreja. É a promessa para Pedro. E o socorro divino nunca faltou, enviando homens providenciais como São Gregório Magno, São Bento, São Gregório VÍI, São Pio V, São Pio IX ou São Pio X.
ResponderEliminarE muito mais: enviou sua própria Mãe para proclamar em Fatima: "Por fim meu Imaculado Coração triunfará". De minha parte, tenho plena certeza que a Providência Divina já enviou homens provideciais para nossa época, como Plínio Corrêa de Oliveira e seu discípulo fundador dos Arautos do Evangelho, Mons. João Clá. E os ataques furibundos do Vaticano do papa Bergoglio, com o Cardeal Braz Aviz à frente, a esta Congregação só faz aumentar esta certeza. Não se atira pedras em quem não incomoda. A fidelidade dos Arautos do Evangelho ao depósito da Doutrina da Santa Igreja e sua pujança no apostolado moderno com certeza preocupa os que procuram destruir a obra de Cristo. O tempo dirá.
Y también envió al Dr. Plinio para indicarnos el camino al Reino de Maria.
EliminarA propósito del post “¿Los últimos meses del Papa Francisco?”
ResponderEliminar“Y por eso, debemos arribar a la novedosa conclusión de que la a Iglesia, o la salva Dios, o no la salva nadie”.
Con seguridad, la costumbre de recibir malas noticias por todas partes, se nos haya naturalizado hasta el punto de no dejarnos luz para sorprendernos ya por nada. Bien sabemos que, a lo largo de la historia de la Iglesia, ésta ha debido atravesar por graves dificultades. Las hubo en el pasado. Recordemos, por ejemplo, las herejías arriana (s.IV), o la albigense. Y, ¿qué duda cabe, aunque nada se diga de ello, que las sigue habiendo en el presente a través del continuo bombardeo de las mentes católicas, por una caterva de malas teologías? Por eso, por negativas que puedan ser hoy las noticias referidas al presente y futuro de la Iglesia Católica, y por cierto que no deja de haberlas en demasía, sin embargo, todavía tengo dos fuertes razones para mantener firme mi esperanza en ella. La primera, que, aunque no lo parezca, pequeñas o grandes, anónimas o públicas, frente a nuestros propios ojos, todavía hoy se siguen alzando vigorosas muestras de fe, por parte de algunos cristianos; y, la segunda, que, con arreglo a dicho incuestionable testimonio -“Dios contestó: -No la destruiré en atención a los diez” (Gn, 18, 32)- Dios no dejará de asistir a la Iglesia Católica. Es promesa de Dios: “Sabed que yo estaré con vosotros hasta el fin del mundo” (Mt 28, 20). Se trata de una esperanza, cuyo fundamento, no es humano, sino enteramente sobrenatural: “Dios demuestra su amor hacia nosotros, porque, siendo todavía pecadores, Cristo murió por nosotros” (Rm, 5, 8). Vale decir, porque, en definitiva, por muchos que sean los ataque que reciba, la Iglesia no dejará de ser cosa y obra de Dios antes que de los hombres.
¡Dios salve a la Iglesia! ¡Alabado sea Jesucristo!
El problema que deja Bergoglio es institucional. Ha hecho asumir a la Santa Sede tantos compromisos seculares y novordistas que un retroceso en la materia pondría al Vaticano en una condición de rogue state. Bergoglio ha liquidado al Vaticano. La Iglesia es otra cosa.
ResponderEliminarEl Pulpero de la Recoleta
Estimados, prueba de que el mundo Ortodoxo y el Católico no están tan lejos, es la contaminación "modernista" del Patriarca Bartolomé de Constantinopla. Siguiendo los pasos del infame Atenágoras (y de su antecesor Meletios Metaxakis), ha entrado en una suerte de subordinación al Papa de Roma. En línea con su nueva filiación, dio canonicidad ortodoxa a una iglesia ucraniana formada por sacerdotes sin ordenación o suspendidos por pecados graves. Hace poco el Patriarca Romano de Kiev, Sviatoslav Shevcuchk, anunció que van camino a la unidad con aquella iglesia.
ResponderEliminarCon respecto a este último, ya tiene comunidades carismáticas, focolares y de muchos otros movimientos. La ruptura con la tradición oriental es total. Por eso los demás Patriarcas desconfían del ecumenismo y la aproximación de Roma.
Entiendo que algo parecido es el dilema de los Obispos de la FSSPX y su "Santo Sínodo". Dificilmente puedan retornar a la comunión con Roma, por la propia estructura de la Fraternidad: visiblemente continuadora de tiempos ortodoxos en Galia. Lo que reclaman sus Obispos es justo, nada más que como se manejó la Iglesia en Europa hasta que comenzó el proyecto centralista romano, y sobre todo, la eclesiología napoleónica de Pio IX.
¿No ven que esto que ocurre ahora no podría ocurrir si hubiesen preservado la eclesiología y la canonicidad que cumplieron los Papas en comunión con los Patriarcas Orientales? Doce Obispos de su Iglesia o tres Patriarcas de las demás, podrían derrocar a un Papa hereje. Luego del CVI solo les queda su muerte o convencerlo de que abdique.
No caigan en el fanatismo ciego. Hay más en común entre el tradicionalismo y la ortodoxia, que entre ustedes y el padre Pepe, presbítero en perfecta comunión con el Papa de Roma actual y los anteriores.
Constantino Heleno
Que Dios se lo lleve junto con toda la Jerarquía, y todos los edificios del Vaticano. No son nada más que humo y cáscara. La verdadera Iglesia, la que habita en la vida del creyente, esa es la verdadera Iglesia, que no necesita ostentosos edificios, ni payasos vestidos de blanco asomando en un balcón.
ResponderEliminarHemos retrocedido más de 1000 años, hasta el siglo IX y la Pornocracia, ahora con otros mimbres y corruptelas.Tan negro lo veían que también se preocupaban si estaba el fin cerca (Cristo lo comparó al Arca de Noé: nadie lo pensaba cuando vino de improviso el Dilubio, quizás la pista esté aquí...).
ResponderEliminar-1.En la Reforma Gregoriana intervino más en pueblo, los laicos que los Emperadores. Las revueltas patarinas, la negativa de ciudades, monasterios y otros a aceptar a simoniacos y nicolaitas llegando hasta la revuelta como en Milán. Hoy tienen que ser los laicos los que presionen para la reforma. Gran parte de que el "Judas Traditionis Custodes" no esté siendo catastrófico, al contrario que en 1970, es por las asociaciones y laicos que están detrás protestando y criticando ferozmente, dando razones y animando a sacerdotes y religiosos a continuar.
2. No limpiaría del todo pero vendría bien empezar a poner en práctica el mandato de S. Pablo y con sello soviético además para los más progres: Obispo o cura que no trabaje en la Viña del Señor predicando la Fe y celebrando con dignidad, no come, sencillamente. Ni un céntimo para ellos. No podremos garantizar su virtud y santidad pero si el que no estemos pagando sus vicios públicos y sus imbecilidades.
3. Reedifiquemos la inteligencia católica, medios y recursos tenemos. Nadie puede prohibir leer a los Padres y Santos, ni traducir sus escritos, reflexionar sobre ellos ni enseñarlos. Tampoco a rezar, ni a pintar, componer literatura, etc. Sólo los análisis que se están haciendo dese hace ya más de 70 años están arrojando luz sobre los problemas ocultos desde hace siglos, aprovechémolos para corregir por lo menos lo que podamos. A veces parece que estuviésemos atados a la jerarquía hasta que nos dan su placet para hacer cosas que son de nuestra única competencia. Por primera vez hagamos caso del malhadado Concilio pero a nuestro favor.
No digo que con esto salvemos a la Iglesia de la situación catastrófica pero si de facilitar al Señor algo su trabajo para salvarla (por favor, entiéndase en sentido recto y católico esta última frase). Además tiene la ventaja de que no depende de lo que hagan los cardenales ni obispos en Roma.
"Los más jóvenes lectores de este blog viviremos para ver la canonización de Bergoglio."
ResponderEliminarAlgunos ya lo han hecho en vida.
Estimado Wanderer,
ResponderEliminarEste post es de lo más sensato salido de su pluma.
En particular el punto 1, que no deja de ser un reconocimiento al imperio de la política (o al menos de su necesidad).
Tarea que hoy se intuye imposible, pero… nada hay imposible para Dios.
El ejemplo que da de Carlos V es luminoso: concretó Trento a pesar de la oposición de aquellos que deberían haber sido los más interesados en la tarea, o sea los Papas (von Pastor y Lortz, entre otros, ilustran cabalmente esto).
Sobre las últimas líneas (Se trata éste de un argumento que debe ser mejor pensado y valorado, pero creo que vale la pena que sea explorado.) pienso que no requieren demasiada meditación, si nos atenemos a la descripción de Belloc sobre la “conciencia católica de la historia”.
Atentamente
Rogelio Alonso
Si el futuro de la iglesia se decidiera según criterios humanos está claro que no hubiera durado 2.000 años.
ResponderEliminarJorge
EliminarLo que usted dice encierra una verdad tan grande que hasta hoy nadie ha podido entender en su verdadera dimensión.
Cuando el Padre Julio Meinvielle escribió "El Judío en el Misterio de la Historia", se hizo la misma pregunta. ¿Cómo es posible que los imperios más grandes que haya conocido el mundo desaparecieron y este pequeño pueblo judío haya podido sobrevivir? ¿Alguien podría explicar cuántas persecuciones superaron los judíos desde que Moisés los sacó de Egipto hasta hoy y por qué no desaparecieron? Parece una tarea imposible.
Aún así, está claro que si no fuera porque la Mano de Dios ha estado siempre sobre ellos, nunca hubieran podido sobrevivir.
¿Pero por qué lo lograron entonces?
Todo indica que Dios los preserva hasta el final porque para ejemplo del mundo los judíos tienen que cumplir una misión: después de haber renegado del Mesías, Cristo los espera al final de los tiempos porque se tienen que convertir. Será un acontecimiento tan grandioso que los cristianos nunca vamos a celebrar como es debido.
Pero no debemos dormirnos sobre los laureles, nosotros no les vamos en zaga porque con la Iglesia pasa lo mismo, después de haber sido depositaria de la Nueva Alianza, igual que la sinagoga la Iglesia también debe traicionar a Cristo para que se cumpla lo que está escrito.
Eso es lo que hoy estamos viendo, con la apostasía de Roma la Iglesia revive la Pasión de Nuestro Señor que camina hacia el Calvario donde debe morir antes de su gloriosa Resurrección.
Estamos a las puertas, grandes cosas vamos a ver, lo mejor está por venir...
Yo no me haría ilusiones.
ResponderEliminarEs una lástima que tras comentarios serios basados en las Escrituras y el CIC, se hagan comentarios banales de quienes no tienen nada que decir.
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