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miércoles, 7 de septiembre de 2022

Y los conservadores se marcharon entristecidos

 




El lunes de la semana pasada me preguntaba acerca del motivo por el cual muchos católicos son incapaces de ver lo evidente. Y esa pregunta suscita el recuerdo del episodio evangélico narrado por San Marcos (10, 17-27). Se trata del encuentro del Señor con el joven rico, el cual “se marchó triste” de su presencia. 

El joven rico tenía un buen corazón y sinceros deseos de acercarse a Dios, y hacía obras buenas que nadie podía negar. Sin embargo, frente a la posibilidad de hacer algo concreto y aún más radical para seguir a Jesús, se marcha entristecido, pues decide que ese nuevo paso es ya demasiado. No deja de ser un hombre bueno, no abjura de sus buenas obras ni de sus intenciones de vivir de acuerdo a la ley de Dios; simplemente no hace nada; se entristece, y se marcha.

Yo conozco, y seguramente será el caso de la mayor parte de los lectores del blog, a muchos buenos sacerdotes y muchos buenos laicos a los que podría denominar “conservadores”. Sus buenas obras están a la vista de todos; su caridad y su servicio hacia los enfermos y los pobres está fuera de duda y su voluntad de servir en fidelidad a Jesús es innegable. Además, son conscientes de la gravedad de la situación en que se encuentra la Iglesia, ven el estado de postración a la que la ha llevado el papa Francisco y no niegan que la debacle comenzó con el Concilio. Buscan celebrar o asistir a misas celebradas con decoro y al modo católico, se horrorizan de los desastres desatados y avalados por la reforma litúrgica e incluso aceptan la superioridad de la misa tradicional por sobre la reformada. Pero ahí se quedan. Como el joven rico, se entristecen y se marchan.

Es una conducta curiosa. La inteligencia ve la situación y asiente a las premisas pero no llegan a la conclusión. Juzgan y elaboran con esos juicios un razonamiento correcto, pero no concluyen. Pero, ¿es posible abstenerse de concluir teniendo la evidencia de los juicios? No soy un especialista en lógica, pero estimo que, en todo caso, lo que es posible es callar la conclusión. Y el único modo de hacer esto es acallando con un acto de la voluntad la evidencia de las premisas. Voluntarismo puro o estupidez insuperable, los únicos modos de seguir repitiendo dócilmente los mismos fonemas que el conservadurismo católico repite desde hace más de cincuenta años y que los acontecimientos no se han cansado de falsear pontificado tras pontificado. 

Como bien se dice, los conservadores no son más que progresistas con tránsito lento. Es  cuestión de tiempo. Tarde o temprano terminarán aceptando las novedades; todo sea, dirán, por conservar la paz, o por no perder los privilegios. Y tampoco es cuestión de radicalizarse. Lo importante es evitar el conflicto y mantenerse en la sancta (sed non aurea) mediocritas

Martin Mosebach lo dice mucho mejor que yo:

Conozco a muchos católicos verdaderamente piadosos que sufren bajo la actual decadencia de la doctrina y la liturgia y llenan mis oídos de lamentos por los últimos excesos en las comuniones de niños y Misas de Navidad. Pero mi pregunta siempre es: “¿pero por qué sigues yendo allí”? En muchos lugares hay alternativas - una capilla de la FSSPX o de la FSSP o incluso la misa antigua celebrada por los sacerdotes diocesanos - después de todo es un deber apoyarlos. Y vuelvo a experimentar siempre lo que Nuestro Señor encontró en el joven rico: “se fue triste”. Entre los conservadores alemanes hay un letargo espiritual que todavía logra expresar ira, pero de esta ira no se sacan consecuencias. El compromiso con la Misa antigua les resulta algo extraño, se aleja demasiado de la corriente principal. En el Club Rotario, en la Orden de Malta, en los círculos de compañeros de trabajo en las redacciones, se mira con desconfianza: ¿será este un discurso radical? Y, después de todo, la religión no es nada tan importante como para arriesgarse por ella...

77 comentarios:

  1. Entre mis conocidos hay mucho prejuicio con la FSSPX. Ven todo eso que Usted enumera, Wanderer, pero... Hay una cuestión de creer que porque voy a Misa Tradicional corro el riesgo de terminar pensando (sobre todo sus hijos) igual que la FSSPX en todas las cuestiones.

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  2. Hola Wanderer. Me parece que la división no es conservadores vs tradicionalistas, sino entre creyentes / orantes / sacramentales vs funcionarios / activistas / modernistas. Siguiendo las huellas de "Alasochoencasa" y, me arriesgo a la opinión contraria de expertos, del P. Castellani. Yo participo en una parroquia del Conurbano, no hay tradicionalismo ni, diría, conservadurismo, pero si se ve Fe, predicación ortodoxa, Oración, Misión.

    Juancho.

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    1. Castellani ciertamente no está parado en la confusión misticoide de Alasocho.
      Pero es verdad que no se centró tanto en la oposición "conservadores/tradicionalistas", ni siquiera en "conservadores y tradicionalistas vs modernistas".
      Fue a la raíz, o a las raíces si se quiere en plural, del asunto.

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    2. Me alegra ver que he dejado pozo -soy alasocho-. Borré todas mis intervenciones -y dejé de leer el blog- porque don Wanderer no me publicó mi último comentario. Y sí, estoy con Eck y sus acertados análisis. ¿Místicos por aquí? No es mi lugar de estar. Lo propio de la escolástica es debatir y contar los pelos al gato. Lo propio de la mística es, a imitación de Cristo ante Herodes, permanecer callado.
      Sí, lamentablemente este es un blog escolástico.

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  3. De manera análoga, lo mismo ocurre con los tradis respecto al orden temporal, más precisamente el Político: con un acto de voluntarismo disfrazado de conservadurismo escatológico, se refugian en la acedía creyendo que, como María, se quedaron con “la mejor parte”.
    Son modernistas en tránsito lento, que encima avanzan en “reversa”.
    Es la misma tara en diferentes órdenes.
    Somos todos “hijos de la modernidad”

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    1. Antiguamente el pueblo no delibera ni gobierna (ni por sí, ni por representantes). El gobierno queda reservado a los príncipes. En todo caso habrá algún italiano con senado. ¿Cuántos feligreses de San Agustín "estaban en política"?

      En el orden temporal ya bastante difícil es dar sustento a una familia numerosa.

      La vida política con influencia real tiene dos caminos. El primero, siendo antes alguien importante y devenir en político; la segunda, haber dedicado una veintena de años en la rosca para ser del 1% de los militantes que alguna vez llega a algo. Ambos caminos son prácticamente imposibles para la gran mayoría.

      La actividad política sin influencia real (militantes de a pie, think tanks, sanguchitos, sub-directores y gerentes, etc) justamente no tiene influencia y no cumple el objetivo (= es equivalente a no estar).

      En todos los casos "estar en política" destruye muchas familias por la ausencia del padre en la casa y por el efecto hubris que alguna vez hemos comentado (caso Iván Heyn y su heinous crime).

      Muchos santos triunfaron en el orden temporal, pero hasta ahora no conozco ningún político santo salvo que haya nacido príncipe - o quizá a lo sumo que haya tomado el poder por las armas.

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    2. Coincido con el Extirpador. Además, yo he visto que los católicos que se han metido en política terminan adoptando los mismos vicios y procedimientos que un político mundano. Y conozco muchísimo casos.

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    3. El comentario del anónimo, sospecho, depende de una serie de confusiones sobre "lo político" y la Política, por eso es capaz de aplicar al caso el término "acedia", seguramente pensando que es un insulto mayor que hablar de "perezosos".
      En fin.
      Lo del Extirpador es tal cual.
      Y ya lo dijo Castellani también.

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    4. Nada se avanzará mientras pensemos que la política debe pasar ineludiblemente por los malditos partidos políticos liberales. El liberalismo en sí es antipolítico y oligárquico, porque el liberalismo es pecado. Política es criar a una familia unida y en los principios sanos. Política es servir a tu aldea siendo alcalde. Política es crear asociaciones encaminadas al Bien Común (o encaminar hacia él a las ya existentes). Todo esto está en la enseñanza católica desde siempre, pero sobre todo desde la Edad Media. Incluso en el catecismo postconciliar hay un apartado sobre doctrina social que, faltando la parte fetén, no está mal del todo. Lo básico sí está.
      Y eso es, exactamente, lo que enseñan los tradicionalistas en política. No sé que tradicionalistas conoce usted, pero los tradicionalistas hispanos, desde luego, jamás se alejaron de la política activa. de hecho, montaron rebeliones y hasta guerras para defender la Religión en la política.

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  4. Ese es el punto, para el conservador la religión no es lo más importante. Considera una locura el que la Fe lo sea todo y que deba impregnar todo.

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  5. Buendía Don Wander;
    No me parece que para nosotros católicos "conservadores"de rito latino sea la única opción de fidelidad al Salvador, la participación o celebración en la misa antigua.
    Usted mismo alguna vez,mencionó el "rito vaticano" como fuente de santificación para casi dos generaciones de laicos y sacerdotes...
    La obra del Redentor no está sujeta solo a un rito,por más milenario que sea.
    Nosotros sabemos que el núcleo de la Fe reside en la Eucaristia,que perpetua el misterio de la encarnación en la Virgen Madre...pero desconocemos cuáles son sus límites.

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    1. Gracias por expresar lo mismo que quería decir con mejores palabras que las mías. Elegimos la mejor parte y que no nos será quitada, es Cristo, en la Eucaristía, más allá del rito que sea. O no está Nuestro Señor presente en la Misa Nueva (disculpen la chicana)

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    2. Estimado, no es chicana, es ignorancia. Usted considera que la misa no es más que una maquinaria para producir la eucaristía. Con tal de que éste se produzca, poco importan las características de la máquina.
      Y eso es un error burdo y elemental; sobre el que hemos hablado mucho en este blog.
      Le sugiero que lea algún buen manual de liturgia, o alguna buena introducción a la historia de los ritos. Y, si le queda tiempo, a Rudolf Otto y Mircea Eliade. Y si aún le queda un poco más de tiempo, a "El rito y el hombre", de Louis Bouyer.

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    3. Estimado Wanderer, leí con mucho interés este post suyo. La posición asume que la Misa post concilio es inferior a la Misa pre concilio (o pre reforma, si prefiere). En ese sentido, se habla de Misa Tradicional vs Novus Ordo. Creo que hay varias cosas a considerar: más allá que uno al hablar se tome licencias, el llamar "tradicional" a la Misa pre reforma sugiere que el NO no es tradicional, que se aparta de la tradición. Eso es algo que no concedo. Como Ud y otros aquí han dicho ya, el NO es el rito en el cual se santifican y han santificado ya varias generaciones de católicos. Para decir que el rito mismo se aparta de la tradición de la Iglesia hay que hacer interpretaciones enrevesadas. Como tantos, yo asistí durante años a Misas NO. La primera vez que fui a un rito VO, me llamó la atención lo similar que era a lo que ya conocía. Es decir, para ver una diferencia sustancial ("esta es tradicional, esta no") hay que mirar los ritos con los anteojos que me hagan verla.
      Se podrá decir, con razón, que en las Misas NO hay muchos abusos litúrgicos, mientras que en las VO casi nunca o nunca. Eso es verdad. También es verdad que la proporción entre ambas es de 99 a 1, que los fieles que van a Misas VO pertenecen a comunidades comprometidas con la Fe, mientras que a las Misas NO va desde el místico hasta el que le va a pedir al Gauchito Gil por las carreras del domingo. No se puede no tomar en cuenta eso en el análisis.
      Algunas veces también se adujo aquí que esta reforma sería distinta a todas las anteriores (quizá con la excepción de la reforma de la semana santa), porque fue hecha de prepo, por una "comisión de expertos", mientras que el devenir de la liturgia fue siempre orgánico. Considero que esa visión dualista del devenir litúrgico de la Iglesia no se corresponde con la realidad histórica, que es bastante más compleja que eso. Las idas y venidas del rito están entretejidas de política eclesiástica, nacionalismos y particularidades locales, condimentadas con aportes de personalidades puntuales.
      Indudablemente la Misa no es un evento de producción de hostias consagradas. El aspecto ritual es central en la vida religiosa del hombre, y una degradación ritual es una degradación de la vida humana en su núcleo íntimo. De esto adolece la Iglesia hoy. Pero de ahí no se sigue que la causa de esa crisis esté en la reforma litúrgica, que como Ud sabe se planteó como una solución a las manifestaciones preconciliares de esa misma degradación.
      Yo no se cuál es la solución a los problemas de la Iglesia. Pero estoy seguro que no pasa por una "restauración" que estaría siendo bloqueada por el conservadurismo católico. Volvamos al rito VO, suprimiendo la reforma. Nada va a cambiar. Es más, le garantizo que una enorme cantidad de gente simplemente dejaría de ir a Misa.

      Los saludo respetuosamente,

      G.

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    4. G.
      Supongo que usted escribe ese comentario luego de haber leído y refutado a los mejores liturgistas católicos actuales, pongamos por caso un Peter Kwasniewski.
      Si no, lo suyo es un estrambote casi ofensivo para este blog.

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    5. Estimado Andreas, lamento profundamente haber dicho algo que resulte ofensivo. Mi intención es dar mi opinión sobre la cuestión.
      No sabría como refutar a los mejores liturgistas católicos. Hacer tal cosa supone que estamos hablando de cuestiones "refutables". Mi parecer es que estas cosas no son pasibles de movidas lógicas tan simples.
      A Peter K. lo conozco. Definitivamente no es un liturgista, aunque sí es un filósofo católico notable. Su track record en estos temas son un par de artículos y un libro (que no escribió, sino editó) con ocasión del lío con Francisco. Imaginaría que estas cosas Ud ls sabe, dado que lo ha leído, evaluado críticamente y, supongo, concordado con él.

      Saludos,

      G.

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    6. Don G., Ud. repite lo mismo que dicen los "reformistas NO", no obstante la clamorosa diferencia entre el VO y el NO. Le pongo dos ejemplos nomás, para que no se tiente de querer ver "desarrollo orgánico" en el Novus respecto de lo anterior. 1) Completa y total supresión del Ofertorio en la Misa Nueva, reemplazada por una oración judía de bendición de alimentos. Simultáneamente, ha desaparecido toda referencia directa a la Ssma. Trinidad en el NO, lo cual era muy destacado en el VO sobretodo en el Ofertorio. 2) Eliminación práctica -no jurídica- del Cánon romano, que dejó de ser "cánon", o sea regla indispensable, para convertirse en "plegaria eucarística nº 1"; pero con retoques, faltaba más...
      Dar vuelta al celebrante para convertirlo en "presidente" y no en lo que realmente es, ha sido una maniobra magistral del demonio. Hace poco me decían: "¿A Ud. le gustaría dar vuelta al chofer del colectivo, para que mire "al pueblo"....? Pues no, eso no esposible si desea llegar a destino.
      Estas son las diferencias más evidentes, y parece que a Dios Nuestro Señor no le agrada el culto "reformado". Caín y Abel hacían sendos sacrificios al Altísimo, pero a Dios no le agradaba el de Caín. Usté me dirá "la Víctima sigue siendo el Hijo" en ambas MIsas, y es verdad. Pero no se lo trata igual en una y en la otra.
      Por lo demás, estimado Andreas, podría Ud. argumentar, que facultades para hacerlo no le parecen faltar, más que rezongar. Admito que esta discusión de VO vs. NO propuesta por G. llega 50 años tarde, pero la Caridad es permanente. En todo caso, le recomendaría a G. que lea la breve obra de monseñor Klaus Gamber llamada "La Reforma de la Liturgia Romana"...
      Gracias don W.

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    7. "La primera vez que fui a un rito VO, me llamó la atención lo similar que era a lo que ya conocía. Es decir, para ver una diferencia sustancial ("esta es tradicional, esta no") hay que mirar los ritos con los anteojos que me hagan verla."
      Virgen Santísima. Hace falta un gran esfuerzo de violencia mental para afirmar esto, no digamos para creerlo.
      Lo que llama la atención la primera vez que vas a una misa Vetus Ordo es lo muy diferente (y más reverente, más completa, más profunda... más bella) que es de la Novus.

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  6. Cúal sería la conclusión? podría explicitarla para los que somos menos inteligentes? gracias

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  7. A mi lo que me entristece es verlos ir al novus ordo cuando en la misma parroquia tienen la misa tradicional. En muchos casos ellos tienen en gran estima el vetus ordo, son mis amigos y les tengo gran aprecio, no los juzgo, pero me revienta que pudiendo elegir lo mejor eligen lo mediocre. No me pasa con los progres porque ellos están tan lejos espiritualmente que detestan la misa tradicional, me dan pena en otro sentido. Unos por ignorancia están privados de un bien, los otros se privan a si mismos de ese bien.
    Sofronio

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  8. ¿Cómo refutarían un razonamiento del tipo "prefiero la misa más zaparrastrosa dentro de la Iglesia al rito tradicional celebrado con perfección pero con comunión imperfecta"?
    Muchas pensarán, "no me gustan las guitarras acústicas, pero menos aún me gustaría quedar fuera de la Iglesia"

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    1. No lo respondería, porque es una alternativa falsa, producto de que la menor no es verdadera. Simple.

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  9. Simplemente ocurre que al católico no se le ha enseñado a tener un pensamiento crítico propio y a actuar en consecuencia.

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  10. Muy buena entrada don Wander. He sido testigo de lo mismo; algunos con el tiempo, y gracias a Dios, viraron el timón, otros se han ido tristes y así permanecen. Más allá de su aproximación a la causa aun sigo sin entender la situación; sobre todo de gente, podríamos decir, formada. O al menos gente que frecuenta las mismas lecturas, conferencias, maestros, etc...qua a uno lo han despabilado al respecto. Serán como el flaco barrigón del p.Castellani? No lo se. Todo es Gracia!
    Suyo
    A.G.

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  11. Por algo existen los grupos conservadores de disidencia controlada: Opus Iudei, por ejemplo.
    Siempre recuerdo que los conservadores lo que hacen es impedir la restauración.
    Triste.

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  12. Anónimo de las 15:07, tiene usted razón. Ese es un sofisma análogo a "prefiero equivocarme con el Papa a tener razón contra el Papa". La premisa falsa en el caso que usted indica es la idea de "comunión plena".
    En la Iglesia se está o no. Hablar de una comunión parcial no tiene sentido.

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    1. Vea la Summa Teológica, III, q. 8, a. 3. "¿Es Cristo cabeza de todos los hombres?"
      https://hjg.com.ar/sumat/d/c8.html#a3

      - malleus

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  13. No es que quiera ser signo de contradicción ni defensor de causas perdidas, pero si existen curas y laicos conservadores cuyas buenas obras están a la vista por su servicio a los pobres, a los enfermos y al prójimo en general y encima nadie podría poner en duda su voluntad de servir fielmente a Jesús, habría que sacarles el sombrero porque no abundan los cristianos así. Yo al menos no me considero a la altura de ellos, el que esté libre de pecado que arroje la primera piedra. Si buscamos perfección, siempre vamos a encontrar el pelo en la leche. ¿No dicen acaso que lo mejor es enemigo de lo bueno?
    Si en el cónclave de 2013 la mayoría de los cardenales hubiera sido como estos "malos" conservadores seguro que Bergoglio nunca hubiese sido elegido Papa, con lo cual nos habríamos ahorrado un sinfín de dolores que hoy sufrimos en carne viva.
    Este asunto de los "malos" conservadores me recuerda al hijo mayor de la parábola del hijo pródigo, en todas las homilías siempre le pegan duro con un palo porque nunca entendió la felicidad de su padre por haber recuperado al hijo menor que creía perdido. El evangelio destaca muy bien que el hijo mayor siempre había cumplido fielmente sus obligaciones como todo buen hijo debe hacer con sus padres, pero parece que mostró la hilacha con ese error que cometió al regreso de su hermano. Sin duda fue una lástima ese comportamiento egoísta, eso nadie lo discute, pero si todos los hijos fueran tan "malos" como él, otro mundo y otra Iglesia hubiésemos tenido, porque para perfectos sólo Jesús y su Madre santísima.

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    1. Esa frase "lo mejor es enemigo de lo bueno" ha de ser uno de los talismanes del conservadurismo.
      Y es un error. ¿Dónde queda el "sed perfectos como el Padre es perfecto"?
      No, la tolerancia con situaciones menos buenas no tiene nada que ver con abandonar la tensión hacia lo perfecto, en todos los ámbitos.
      Así como un rito perfecto por sí solo no basta, pues vemos que muchos tradicionalistas igual carecen de virtudes básicas aunque vayan a Misa tridentina a diario, así tampoco basta con tener mucho celo en obras exteriores de gran piedad.
      Como ya nos enseñó el Maestro: "hay que hacer esto sin descuidar aquello".
      Pero las obras de misericordia tienen una jerarquía, las espirituales son mayores que las corporales.

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    2. Estimado Andreas
      Todo eso es cierto, no hay duda, pero una cosa es decirlo y otra muy distinta cumplirlo. No es pa' todos la bota e' potro.

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    3. Es que si hay que ser perfecto no hay nada que alcance, es como el limite tendiendo a infinito

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  14. Don Wander:
    “Como el joven rico, se entristecen y se marchan. […] Los conservadores no son más que progresistas con tránsito lento. Es cuestión de tiempo. Tarde temprano terminarán aceptando las novedades; todo sea, dirán, por conservar la paz, o por no perder los privilegios”. (The Wanderer).
    La idea es clara. Los conservadores están llenos de buenas intenciones, pero, a la hora de la prueba, terminan obrando como todos los demás. Y, esto es, ciertamente, abandonar la fe.
    Sin embargo, no todo es tan claro. Pues, en primer lugar, si bien de la lectura de los evangelios se deja ver la flaqueza de la fe que los mismos apóstoles mostraron durante la pasión del Señor, esto sólo pone en evidencia, que, frente a la Cruz, incluso los mejores, aunque no todos, sucumben. Y, con todo, estas mismas Escrituras, ponen de relieve que, éstos mismos que, cuando en su momento más crucial, casi todos abandonaron al Señor, fueron también los que, a la postre, en su propia horade dolor, dando batalla, terminaron dándolo todo por seguir sus pasos. En segundo lugar, como quiera que sea, el espíritu de todo buen cristiano, en cuanto que pretenda permanecer fiel al sagrado Depósito de la fe legado por los padres de la fe, no puede menos que poseer un espíritu esencialmente, conservador. Pues, si, a pesar de todo, no son todo lo santos que debieran ser, eso es harina de otro costal. Y esto también es, al menos, humanamente comprensible, pues ya San Pablo con agudeza había advertido que “el que piensa estar en pie, tenga cuidado de no caer” (I Cor. 10, 12). Y es este mismo Pablo, quien, perfectamente consciente de la verdad de la frase de Jesús dirigida a Pedro: “el espíritu está pronto, pero la carne es débil”, a continuación de lo anterior, también, con inequívoco espíritu de esperanza, nos dice: “No os ha sobrevivido ninguna tentación que supere lo humano, y fiel es Dios que no permitirá que seáis tentados por encima de vuestras fuerzas; antes bien, con la tentación, os dará también el modo de poder soportarla con éxito”. “Bendito el varón que confía en el Señor, y el Señor es su confianza” (Jer, 17, 7).
    ¡Dios proteja a la Iglesia! ¡Alabado sea Jesucristo!

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  15. Tal vez sea yo un ejemplo de uno de ellos o, si no, estoy al menos en la frontera.
    Asisto a misa tradicional 1 vez al mes (participo del coro) y de vez en cuando me dejo caer por la parroquia greco-católica de mi ciudad. Con todo, mi vivencia cotidiana (misa diaria y mayoría de domingos) es de la forma moderna de la misa.

    Hay varios elementos que tal vez pueda aportar de cara a una comprensión. No digo que justifiquen posición alguna (ni personal, ni distinta).

    El asistir únicamente a misa tradicional, implica una marginación de facto de la vida diocesana, un "capillismo", que puede llevar a soledad o al menos a convivir siempre con un grupo de máximo 40 personas unas cuantas de ellas bastante, digamos, "curiosas". Parecería a una vivencia "capillista" poco normal, un poco al margen de la vida del resto de la Iglesia. En parte esa es también la razón por la que no participo con mayor asiduidad de la parroquia greco-católica: si bien ciertamente satisface más mi sensibilidad litúrgica (más que la mayoría de misas tradicionales a que he asistido -pienso, como excepción, una pontifical en la abadía de Lagrasse-): no puedo integrarme en dicha comunidad (y no simplemente "no querer") -además, respecto a un rito oriental, está también la piedad y el patriotismo, que obliga en cierto modo a conservar el rito-.
    Otro tema a considerar es la dificultad por en la vivencia de la misa. Para muchos la tradición es la forma moderna y la tradicional algo extraño, no ya por sus mismas formas, sino por su vivencia anterior. Han asistido toda su vida la forma moderna y han desarrollado su "piedad litúrgica" en ella, chocando elementos como el silencio de la plegaria eucarística, la tensión por el seguir la misa con el misalito en que está la traducción, la sensación de artificialidad que eso puede producir... En ese sentido, puede la misa tradicional hacerse incómoda a muchos, especialmente la rezada (en un primer acercamiento, puede ser la más "fácil" de seguir pero, que con el tiempo, puede hacerse más hastioso), la cantada tiene de bueno (en mi opinión) que puedes olvidarte completamente del misal, pudiéndose vivir de forma más natural (aun cuando al principio, el recién llegado quede desorientado al ver que apenas hay "diálogo").
    Prueba de esto segundo es que conozco gente que se ha animado a venir a viajes a monasterios tradicionales y similares, que fantasea hablando de la señorita Prim... Pero que al invitar a misa tradicional sin viajes, monasterios ni idealizaciones, el globo se desinfla y, tras asistir una vez, no repiten.
    O, también, un amigo mío, que participa también del coro de la misa tradicional y en alguna ocasión me ha acompañado a la liturgia ucraniana, pese a haber ido a distintas abadías por Francia y demás, su deseo es una misa Novus Ordo en latín, con los cantos propios, ad orientem y demases (cosa que no tenemos).

    Siento alargarme. No pretendo con esto defender ninguna postura o idea particular en debate alguno. Solo comento buscando ofrecer una perspectiva que tal vez pueda ser útil a algunos.

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    1. Ademas, un comentario quizas "superficial" para los teologos de este blog como el Sr. Andreas, que tanto comenta y tanto descalifica. No se dan cuenta que los creyentes somos muy muy poquitos? Cuanta gente de 40 / 50 años ven en Misa en familia, con esposa e hijos? Al menos en mi parroquia somos poquisimos! Como vamos a andar rotulando y haciendo grietas en la Iglesia? Tradi - Neocon - Carismatico - .... Si creen en la Fe Apostolica, en el Catecismo de JP II, lo enseñan, se esfuerzan por vivir una vida cristiana, que sentido tiene lo otro? No ven que enfrente estan los pañuelos verdes, los LGBT, los psicobolches, etc... que no se cansan de meterse en todos lados?
      Disculpen lo basico del comentario, leo al Wanderer desde 2008 y aprendo un monton aca. Lo mismo en el blog info-caotica que en su momento era brillante y despues quedo desactivado (por suerte está todavia online con sus articulos).
      Juancho.

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    2. Ya que me menciona...
      No soy teólogo, válgame Dios.
      Los rótulos y las grietas no los pongo yo, es más, soy anti-etiquetas. Si las uso es, como casi todos, por la triste necesidad de agrupar de un modo breve y más o menos comprensible las cosas.
      Pero yo no hablo tanto de las personas individuales como de las ideas, o por caso, de las cosmovisiones (conservadora, progre/modernista... o carismática, "tradi", neocona, opusina...).
      Por cierto no creo en el Catecismo de Juan Pablo II, ni siquiera creo "en" el Catecismo de Trento.
      Los Catecismos no están para creer "en" ellos, sino para aprender la Fe. Son compendios de doctrina, ni siquiera agotan toda la doctrina. Y en ese sentido, ya que vamos al caso, el Catecismo de Juan Pablo II tiene algunos problemillas que ya han sido tratados por expertos... ni hablar de las modificaciones introducidas por Francisco.

      Que los creyentes seamos (Dios quiera que incluirme no sea hipócrita) pocos, no es más que lo que dijo Nuestro Señor, de modo que no veo por qué eso sea un inconveniente para plantear los asuntos importantes, por ejemplo, ver los errores que nos llevaron a donde estamos hoy, o sea, las razones de que los creyentes sean tan pocos.

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  16. También es una cuestión de experiencia (aunque suene progre je). En muchos casos la Misa Nueva te formatea de tal modo que luego es difícil darse cuenta que hay algo más. Por eso el que no ha vivido el Vetus, difícilmente dará el paso hacia él, máxime con los prejuicios que se han encargado de instaurar con todo lo que sea previo al CVII.

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    1. Pues verá, querido comentarista, que si fuera Ud. a cualquier Misa Tradicional, lo que encontraría allí no son ancianos nostálgicos -ni en el altar celebrando ni entre la feligresía- sino familias jóvenes ávidas de Religión y fervorosas, con sus hijos y parentela varia. Lo de los prejuicios lo concedo de mil amores, porque es una verdad resplandeciente de evidencia; sin embargo, la mayoría de quienes dan "el paso" hacía la Misa Tradicional, le reitero, son jóvenes. Vaya y vea; y después vuelva y comente.
      Cordialmente...

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  17. Estimado,
    ¿Qué distinción hace entre conservador y tradicionalista?, entiendo que es esta última con la que se siente más cómodo (o no).
    ¿Qué entiende por conservador?, ¿por qué es peyorativo para usted?
    Scruton, a quien usted frecuentemente cita, se llama a sí mismo conservador y tiene un libro muy bueno y claro sobre eso ("Como ser un conservador").
    En lo personal (aunque no tiene ninguna importancia para nadie) me siento mucho más cómodo con el término conservador sin verme comprendido en lo que usted describe; el término tradicionalista me parece que mucho más claramente tiene reminiscencias ideológicas.
    Le agradeceré si tiene a bien clarificar su opinión sobre esto.
    Atte.,
    Costia

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    1. Sr. Costia, en este blog venimos hablando de los "conservadores" dentro de la Iglesia católica desde el momento de su apertura, es decir, desde hace más de quince años. No me pida que resume lo que hemos dicho en centenares de artículos.

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    2. Estimado,
      Lo tengo claro aunque no tanto (un “neocon” es lo mismo que un conservador?, si no lo es, por qué los llaman de manera diferente?).
      De cualquier manera, por lo terminante de su respuesta, entiendo que mi falta de comprensión se debe más a mi incapacidad antes que a falta de claridad de su parte.
      Atte.,
      Costia

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    3. Wanderer, pues debería de tener un artículo de referencia o un pequeño resumen para repetir, tantas veces como sea necesario, sobre el qué es ser conservador y otras etiquetas. Un famoso periodista español dijo que un periodista se pasa repitiendo lo mismo toda su vida un 95%, y sólo un 5% es innovación o mejora. Y lo mismo los predicadores, los políticos, los periodistas, los profesores y los padres... repetir, repetir y repetir... éste es el secreto y la cruz de estos profesionales...

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    4. El origen de ambos términos proviene de la revolución francesa. Los tradicionalistas eran quienes querían continuar con la cosmovisión previa (ojo, que también estaba infectada de los defectos de su época). Los conservadores (o moderados) eran liberales que abrazaban la revolución pero querían "conservar" lo que consideraban bueno del régimen tradicional (como la monarquía o la confesionalidad católica). Se contraponían a los liberales progresistas (o exaltados) que querían hacer tabla rasa y construir una sociedad utópica desde la nada.
      Lo cierto es que mientras los tradicionalistas, con sus pequeños ajustes, han seguido apegados a la idea de recuperar la Cristiandad, los conservadores han ido "evolucionando" hacia la "conservación" de todas las novedades menos disparatadas que los progresistas han ido imponiendo cuando han tenido el poder. Serían así un enlentecimiento o retardo a la revolución, mientras los tradicionalistas serían una "marcha atrás".
      Las analogías de estos términos con la religión o la Iglesia son más o menos acertadas según lo que opine cada cual.

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  18. Con todo respeto, el pasaje del joven rico no es un texto sobre liturgia sino uno vocacional. Por eso Nuestro Señor le aconseja "ve, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres".
    Sólo una interpretación alegórica permite la aplicación litúrgica que aquí le da Wanderer.
    Pero recordemos que el sentido literal es el primero y el que funda los demás sentidos.
    Entonces, lo que Nuestro Señor recomienda aquí es la vida religiosa.
    Para laicos (que no han seguido el consejo evangélico porque es supererogatorio), y que son los que en primer lugar se han marchado tristes, este pasaje siempre debe recordarles que no han elegido lo más perfecto, pero igual pueden salvarse cumpliendo los mandamientos.
    La interpretación litúrgica es válida, porque es verdad que la Tridentina es mejor, pero no es imposible salvarse en la liturgia de Pablo VI, así como no es imposible salvarse en el mundo (y es posible santificarse también, y llegar a ser muy perfecto, como san Luis rey).
    Y no nos quedamos en la liturgia de Pablo VI porque tenemos muchos bienes, sino porque tenemos muchas obligaciones: hay una inmensa cantidad de gente que no sabe nada de la reforma litúrgica y espera nuestro apostolado, que sólo puede darse en parroquias novus-ordistas, porque estos fieles no van a buscar la liturgia tridentina.
    Faltan catequistas.
    Es fácil denunciar la deriva de la Iglesia, pero lo que realmente se necesita es apostolado.

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    1. El apostolado más urgente es el de denunciar la deriva de la Iglesia y de la liturgia, corazón de la Iglesia.
      Hilbert.

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    2. A mí también me cuesta entender por qué siguen yendo al novus, los que tienen posibilidad de ir a la tridentina. Pero,bueno ,no todos tienen esa posibilidad. Sin embargo,don Carsten, ha dicho lo que yo quería expresar,sobre todo en cuanto al sentido del episodio del joven rico. O parábola viviente del joven rico como diría Castellani.
      Es más, siguiendo la línea del sentido que Wanderer le da y puesta en abogada del diablo,me imagino a un joven tradi preguntando: Señor , qué tengo que hacer para salvarme, además de ir a misa tradi? _Cumple los mandamientos. _Eso ya lo hago _
      _Practica la Caridad. ..

      Lo mismo para un joven de novus ordo.

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    3. ¿Y usted cómo practica ese apostolado, Hilbert? ¿Comentando en el blog del Wanderer?
      Además, ¿no cree que es más urgente anunciar a los paganos que quejarse de los cristianos?
      Yo, misionando por ahí, una vez escuché esto: "gracias por haber venido. Yo estaba a punto de colgarme de una viga".
      Eso no se logra escribiendo en internet de forma anónima. Con todo respeto.
      Y otra vez, dando catequesis, me dijeron esto: "usted nos está prendiendo lucecitas en el cerebro".
      Hay que hacer esto sin descuidar aquello, como dijeron hace un rato.
      Y no creerse mejores que los demás, como dice el Evangelio.
      Me lo digo a mí mismo también.

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    4. No me respondió, pretendió cuestionarme, pero no tiene idea de lo que hago o dejo de hacer, ni pienso yo andar publicando mi apostolado, ni lo que me responden aquellos a quienes trato de hacer algún bien. Yo en cambio respondí su argumento, que me parece flojo e insisto: dice que esa gente no va a buscar la liturgia tridentina, yo digo que a esa gente hay que llevarle la liturgia tridentina. Por otro lado, ud. que va con el mainstream dice que es fácil denunciar la deriva de la Iglesia, pero se equivoca, no es fácil, es muy difícil y muchas veces lo deja a uno sólo, incomprendido, y otras incluso perseguido. Usted cree que su apostolado novusordista es eficaz. Allá usted. Si miramos lo que pasa en la Iglesia Universal, está claro que usted está equivocado. Fíjese si no se aferra a su error por orgullo.
      Hilbert

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    5. Sobran catequistas

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  19. Lo esencial de la Santa Misa es la consagración. Toda Misa válidamente celebrada es esencialmente buena. Pero el bien se predica principalmente del accidente.
    Si nos quedamos sólo en lo esencial, hasta la misa negra es buena.
    El NO debilita la Fe, porque prescinde deliberadamente de los elementos que hacen que la Misa manifieste explícitamente no sólo que Dios es el centro de todo, sino que en ella Dios se hace presente real y substancialmente.



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  20. Los Padres del desierto ayunaban duramente, vestían andrajos, mortificaban la lengua y el cuerpo con el trabajo manual y buscaban la soledad para rogar día y noche por su salvación. Pero en algún lugar de los apotegmas algún abba cuenta que cuando iban a la synaxis "iban como ángeles", con una túnica que reservaban solo para el culto. Porque la mortificación era para ellos, era por su bien, pero el culto es para Dios.

    Estoy segura de que pueden buscarse muchas razones para acudir al novus ordo pudiendo hacerlo a la liturgia tradicional, cada uno tendrá la suya. Pero ninguna de esas razones será nunca que el novus ordo da un mejor y un más alto culto a Dios. La liturgia es en primer lugar para Dios. Esa es la gran razón para aferrarse y defender el vetus ordo, aunque el precio sea acabar en el desierto.

    Rostova, condesa

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  21. Agradezco los elogios que hacen algunos comentaristas, pero recuerdo que la aplicación del episodio del joven rico a la cuestión litúrgica no es ocurrencia mía sino de Martin Mosebach, cuyo texto cito.
    Por otro lado, en varios comentarios se pregunta acerca de cuál es la conclusión a la que hago referencia. La respuesta es obvia. Y, por eso mismo, sé que varios sacerdotes a los que llamaremos "conservadores" se han sentido ofendidos.
    Pero hay también otra cuestión obvia, y es que los principios, al menos en este caso, tienen una aplicación prudencial, en mi opinión. Es decir, depende de las circunstancias particulares. Cada sacerdote sabrá hasta dónde puede llegar.
    Sin embargo, sí creo que hay un mínimo que no es prudencial, y que deberían respetar ante la evidencia de las premisas: no desalentar a los fieles a participar en la liturgia tradicional, sea que ésta la celebre un sacerdote "en comunión plena" o un sacerdote de la FSSPX, como sé que hacen con fervor. Y, mucho menos, criticar como también hacen fervorosamente a sus hermanos sacerdotes que han optado por celebrar exclusivamente la misa tradicional.

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  22. Hoy fue nombrado un nuevo obispo auxiliar para la Arquidiócesis de San Juan de Cuyo. Una pregunta, por qué un número tan elevado? San Juan tuvo alguna vez tantos obispos auxiliares?

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    1. Le iba a responder jocosamente que queremos alcanzar a Buenos Aires en cantidad de auxiliares, pero no. No creo que duren mucho un arzobispo y tres auxiliares en una diócesis tan pequeña y terminal como San Juan.
      Me permito especular un poco: a Mons. Lozano, que es tan cercano a Francisco como para conseguir 2 obispos auxiliares en sendas visitas a Roma en unos pocos meses, seguramente le espera un destino más alto y relevante. A Mons. Domínguez lo nombrarán definitivamente en San Rafael o en algún otro lugar; a San Juan no vuelve. Y por tanto, quedará Mons. Larrazábal de Arzobispo, pero como es muy nuevito en la diócesis le nombran como auxiliar un sacerdote del lugar, que ya conoce los bueyes con los que ara. Digo.
      Juan sin tierra

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    2. Simplemente la inflación episcopal. Ya me imagino un límite de edad para ordenarse obispo de forma automática, como los militares que se quedan buenitos y calladitos llegan todos a general.

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    3. Gracias a ambos por sus respuestas!

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  23. Estimado Wanderer:

    Me resulta de gravedad inusitada la aproximación intelectual del texto que escribe. En más de una ocasión he manifestado concordancia con sus opiniones, más en esta oportunidad no será el caso. Creo menester hacerle llegar mi comentario dado que Ud. se ha convertido en una especie de referente-voluntaria o involuntariamente, no lo sé- para el mundo "tradicional". Mis palabras valen para Ud. tanto como valdrían para Ludovicus o Jack Tollers si fuera el caso.

    Le aclaro, antes que nada, que no es contra su análisis diagnóstico del mundo conservador que me atrevo arremeter, dado que incluso aquí creo que acierta en muchas cosas. No, mi querido Wanderer. Lo que en esta oportunidad me llama la atención es su curiosísima interpretación análoga del relato del Joven Rico, la cual por lo que Ud mismo dice, es una "exégesis" no propia, sino del tal Martín Mosebach.

    Es de una audacia considerable de por sí hacer analogías con las enseñanzas del Señor aplicándolas a casos difícilmente comparables. Algo en lo cual todos caemos con cierta asiduidad (hasta con gusto, en mi caso). Al situarnos poéticamente frente al texto sacro, sentimos una exquisita libertad para efectuar una interpretación anómala, extraña, confusa, cuando no tirada de los pelos. Total, a las palabras del Mesías se les puede, mutatis mutandis, hacer un lugar en casi cualquier ocasión.

    Sin embargo, el texto que Ud. escribe, no es un caso como los que menciono. Ya de entrada, casi como una impresión de Monet con sus amaneceres, me impactó de lleno la contradicción argumentativa del texto.
    En efecto, el relato del Joven Rico, literaliter, habla de la dificultad de ser discípulo del Señor hasta el extremo: "vende todo lo que tienes, dalo a los pobres. Luego ven, y sígueme". Se desprende de su escrito con claridad innegable como para ud, como para la gran mayoría de seguidores del blog, este seguimiento "sine quanon" del Cristo consiste, no única pero si preponderamente, en adherir a la Misa tradicional e ir a las celebraciones del Vetus.
    Por supuesto, el tema de dar a los pobres, encargarse de los enfermos, practicar la caridad y el servicio, entran por descarte en la primera etapa de la narración del Señor: "Todo esto lo he cumplido". Cosas más o menos importantes, con su valor intrínseco sin dudas a los ojos de Dios, pero lejos del corazón del Evangelio.

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  24. Es casi hasta una confesión de parte y de prueba, mi querido Wanderer. Ya no es una simpática adecuación de las palabras de Jesús a los "signos de los tiempos", sino una desviación de 180° de la intención del discurso del Señor.
    Es justamente dar la vida-al modo de Cristo, "hasta el extremo"- por el prójimo, por los enfermos y la caridad con el desvalido, lo que constituye el corazón del Evangelio de Cristo.
    "Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó..."
    "¿Cúando te vimos hambriento, sediento, desnudo, cautivo?". Y el Maestro con voz suave, lenta, y diáfana dirá que cada vez que lo hicieron con cada uno de esos pequeños, con Él lo hicieron.

    Se me acusará de tercermundista, de defender la opción preferencial por los pobres, etc. Nada más lejos de ello. Porque es la caridad, reitero, al modo de Cristo: teológica, litúrgica, hundida en sus raíces plenamente en el misterio de la sublimación de la naturaleza humana en la Trinidad Beatísima, por la Redención del Salvador. Es una caridad con vistas a la vida eterna, en la cual entonces se funden sin problema la liturgia más celeste con la pobreza más terrestre.
    De nada me sirve la filantropía con el pobre si me olvido que en el está Cristo, que me pide vendarlo como el Samaritano, con el aceite de la compasión y el bálsamo de la esperanza. Ese mismo Cristo presente en la Eucaristía, en cada Misa, en cada Sagrario, que baja y se hace presente por antonomasia en esa acción divina llamada liturgia.
    A su vez, de nada me sirve asistir a la liturgia más elevada, recitar la doxología trinitaria en distintos idiomas, colocarme una mantilla en la cabeza, si luego veo al Cristo pobre o enfermo y lo miro de soslayo, al Cristo neocon y lo critico dura y cuando no burlescamente.

    Ni Dios sin el hombre, ni el hombre sin Dios. ¿Por qué diantres nos cuesta tanto entender eso?

    El vicio del tradicionalista consiste, justamente, en ser una campana que resuena o un címbalo que retiñe. Lo tiene todo para ser santo: la ortodoxia, la liturgia divina, los sacramentos, etc. A la hortopraxis, curiosamente, le pasa lejos, casi como de costado. No podemos admitir a un IVE u Opus que haga papolatrías con Francisco; ahora bien, a nosotros, "pensadores", nos permitimos el adulterio, la borrachera, y el destrato al prójimo. Nos damos ciertas licencias para hablar mal del prójimo, mofarnos desde nuestro pedestal de los neocones y progres y vaya a saber quien mas (por supuesto, nos confesamos, para volver a caer en todo esto a la semana siguiente). Todo nos perdonamos, en aras de nuestra recta doctrina y divina liturgia.

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    1. Ortopraxis , no Hortopraxis.

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    2. Si de borracheras y promiscuidad sexual se habla, el IVE que usted cita, tiene varias en la cuenta. Que le quede claro.
      Caridad en el Opus? Pregúntele a los que se fueron.
      En definitiva, no seamos simplistas. Pecados hay en todos lados. Lo que se trata aquí es de una suprema caridad: no falsificar el mensaje de Jesucristo.

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    3. Chiquito fárrago, estimado marqués, para tan poca sustancia. La caridad con el equivocado es enseñar al que no sabe, o dar buen consejo a quien lo necesite, dos obras de misericordia que bien enseña la Iglesia. Por ende, la corrección de Wanderer, si es hecha con caridad y sin odio, como así es, casa plenamente con lo mandado a los cristianos por Nuestro Señor. Por otra parte, si la interpretación que trae don Wanderer de la historia del joven rico puede ser un tanto forzada (coincido con carsten que la más correcta es que el Señor hace alusión a la vida religiosa, sin más), la suya (equiparar a los pobres y a los neocones) tampoco es que se acerque mucho.
      Por otra parte, acusar de fariseos a los demás, y a renglón seguido atribuirles borracheras o adulterios justificados por ser "pensadores", o sea puros-cátaros (¿dónde justifican Wanderer u otros tradicionalistas semejantes pecados en ellos?), me parece muy torticero. Y muy poco caritativo.

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  25. Siguiendo al enorme Pascal, si tuviera que hacer una apuesta probabilística, diría que es infinitamente más probable que un neocon alcance la salvación a que nosotros, asistentes a Misa cantada de 10. Porque como ud mismo dice Wanderer ("su caridad y su servicio hacia los enfermos y los pobres está fuera de duda y su voluntad de servir en fidelidad a Jesús es innegable") Cristo tuvo hambre, y le dieron de comer; estuvo enfermo y preso, y lo visitaron.

    Me permito finalizar con lo que inicié: una libre y fantástica (de fantasía) interpretación del texto sacro (intentaré desviarme unos pocos grados del rumbo exegético tradicional, y no la media revolución que critico de la entrada).

    Seguramente, a la izquierda del Maestro Bueno estaremos los cabritos, alegando saber el Paternoster de la Misa de Angelis y con "El rin desemboca en el Tíber" en la mano. También estaremos con nuestras campanas que resuenan, recitando a coro y a los cuatro vientos el Denzinger.
    A la derecha, junto a los progres de tránsito lento yacerán los santos: una raza fuerte, tenaz y resistente, como una cuerda La a 440 Hz, dando la nota justa. En su mano derecha tendrán la Filokalia y la Catena; en su mano izquierda, un pergamino con el capítulo 25 de San Mateo, en griego antiguo y escrito con letras doradas, centellantes ante el Sol Naciente. Llevarán en su cuello, colgado a modo de amuleto, la Misa en Si menor del Padre Bach, oteando las fusas con el viento, como si tuvieran vida propia. Las mujeres tendrán mantilla, porque no...

    Le agradezco el post, dado que sin el, no hubiese tenido la ocasión de explayarme sobre un asunto tan delicado como este.

    Suyo para siempre,

    El Marqués del Godoy

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    1. Sr. Marqués, su comentario no es más que un injustificadamente largo retorno a los lugares comunes siempre visitados por los que aquí llamamos neocons. Consiste en afirmar que los tradicionalistas están preocupados por el último detalle del ritual y de la doctrina pero que no solamente no tienen amor al prójimo sino que sus vidas dejan mucho que desear. Un tópico repetido desde el p. Carlos Buela hasta algún sacerdote del Opus, para recurrir a los grupos que usted menciona. Es tan básico su argumento que me exime de refutarlo. Como digo en el post, mire a su alredor, y verá que son muchos los tradicionalistas de vida santa, y que son muchos también los neocones de vida mucho menos santo. Y mejor no damos nombres.

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    2. Estimado Wanderer, me parece que no es la manera de responder y "despachar" el asunto en siete líneas, menos arguyendo su también trillada y "a mano" respuesta de que tales tipos de comentarios provienen de gente neocona o de que se trata de lugares comunes y de errores frecuentes ya combatidos en este blog. No, no es así. Pienso que hay comentarios y comentarios, y que usted sabe perfectamente cuáles son distintos y exigen una respuesta oportuna y acabada. Este caso, lo que expone El Marqués de manera seria, profunda, y al mismo tiempo cordial, debería ser atendido y analizado con un espíritu abierto y dócil, y contestado con maestría y caridad para la edificación de todos los lectores de este histórico blog. De hecho, otros comentarios reflejan que no hay acuerdo sobre un punto que debería ser esencial. ¿Será que esta entrada generó sólo confusión, en vez de traer luz? Humildemente, sin ánimo avieso, revisaría el post y consideraría el susodicho comentario. (Después de todo, hay mucha gente que lo lee, estimado, y créame que, si bien se pueden compartir muchas cosas interesantes y lúcidas de este sitio, que compartimos, no por ello se "concluirá" como lo pide en esta estrada, donde confieso que irrita la exégesis del texto evangélico de marras -y no se escude en que la cita es de ese tal Mosebach, se lo ruego. Persuadido estoy que hay gente que, no sólo ve lo que la lógica del "tradi" manifiesta o sigue, sino que incluso ve más allá o ve otras cosas que, por momentos, pareciera ser que al propio tradicionalista se le escapa, quizás por voluntarismo, quizás por estupidez suprema, no lo sé con certeza.)

      Y no digo más. Y sigo confiando en su benevolencia, y honestidad intelectual.

      Antiguamente suyo,

      Don Hilario.

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  26. Marqués de Godoy,
    Yo no lo entiendo como un juicio sobre las almas, sino una cuestión de principios. El primer mandamiento es amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a tí mismo.
    Amar al prójimo es sobre todo hacerle bien espiritualmente. No es solamente, por cierto que también, vestir físicamente al desnudo o visitar al preso o darle de comer al hambriento. Es vestir al desnudo, sobre todo vestir al desnudo espiritual, al preso de todas las mentiras de todos los medios de comunicación (laicos y eclesiales) y recibe piedras en vez de Pan cuando va a misa.
    Las almas, las conoces sólo Dios y a Él está reservado el juicio. Que miles, diría yo la enorme mayoría de los neocones, son más virtuosos que yo, no lo pongo en duda. Me conozco medianamente para afirmarlo. Se trata de querer como principio buscar la solución a la crisis de la Iglesia aplicando más del veneno que la engendro: Vaticano II y Novus Ordo (ya sé, soy groseramente generalizador, es para que se entienda). Esa es la cuestión.
    Tienen que tener la humildad de Mons. Viganò y reconocer que se equivocaron 50 años.

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  27. Sr. Godoy.
    Conozco a muchos "tradicionalistas" verdaderamente extraordinarios y de vida santa, sacerdotes y seglares. Unos dedicados a servir a los menesterosos, otros a los presos, otros a los enfermos, otros a la vida política (no en aquellas bandas gansteriles, los partidos políticos, por cierto). Todos ellos cultos, muy instruídos en doctrina y rigurosos en la observancia de la liturgia. Jamás hacen aspavientos de su obrar y todo lo hacen por amor a Dios y por el Reinado Social de Cristo.
    Atribuirle vicios específicos es una caricatura.
    La nota distintiva del "tradicionalista" es que no pone en riesgo su alma bebiendo en una fuente que sabe contaminada. Ahora, el aprovechamiento de beber de la fuente verdadera es algo que sólo compete a cada alma en particular.

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  28. ¡Brillante la exposición de Marqués del Godoy! Como si apelara al espíritu del dicho que reza “Mano de hierro con guante de terciopelo”, hay en ella una rara habilidad de exponer un claro dejo de sana advertencia, cual es la de no insistir tanto en las formas que se termine cayendo en un caer en un muy lamentable fariseísmo. Pues, como dice Santiago, “Muéstrame tu fe sin obras, y yo por mis obras te mostraré la fe” (Stgo, 2, 18), no vaya a ser, y, siempre hay el riesgo de esto ocurra, que la fe que uno pregona a los demás, esté vacía de obras de amor al prójimo, y, por lo mismo esté irremediablemente muerta. No obstante, no hay que perder de vista las prioridades, pues una cosa no quita la otra -“hay que hacer esto, sin descuidar lo otro” (Lc 11, 43)-, porque, en última instancia, el amor al prójimo encuentra su fuente en el amor a Dios, de donde se advierte el valor de la celebración litúrgica, y por lo mismo, el valor de la misa según el Vetus Ordo. ¡Señor, protege a su Iglesia! ¡Alabado sea Jesucristo!

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    1. Me asombra que tantos comentaristas, algunos habituales, alaben la intervención prolija del marques de Godoy: yo lo único que veo es una cardiognosis temeraria y una descalificación como fariseos a todos los tradicionalistas. O sea, una calumnia. Y todo con la intención de desviar el foco del comentario de Wanderer a propósito de una lectura evangélica. Se podrá estar de acuerdo o no, y se podrá rebatir con argumentos, pero el argumento ad hominem, en este caso, a un grupo meramente por su amor al rito milenario de la Iglesia latina, es bastante repugnante, amén de débil.

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  29. Por qué la Iglesia Argentina se presta a la celebración de misas para políticos que legalizaron el aborto o el "matrimonio" de homosexuales?
    Estas cosas ocurrirían si no existiera el subsidio del Estado a la Iglesia?

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    1. Supongo que no habra comulgado Donda, o el Presidente y una larga lista de abortistas, delincuentes, montoneros, perversos, corruptos de toda laya, que concurrieron a la Santa Misa. Triste papel el de Monseñor Jorge Eduardo...

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    2. Más que triste el papel de Monseñor Scheinig. El episcopado sabía de antemano que el gobierno buscaba usar a la Iglesia en su beneficio, por eso los obispos se desmarcaron y no invitaron a la misa tal como publicó Sergio Rubin en Clarín.
      No obstante, por abajo de la mesa los obispos le dijeron a Scheinig que no podían rechazar el pedido del intendente Boto. Así que pasó lo que pasó, un bochorno, la Basílica convertida en una Unidad Básica para un acto kirchnerista. A tal punto, que Scheinig no pudo menos que decir: "Metí la pata, quisiera hacer una aclaración, este fin de semana los obispos de la Argentina invitamos a todo el país a rezar por la paz y no pensamos en una misa, pero cuando el intendente de Luján me propuso hacer esta misa le dije que sí. Pero fue creciendo la envergadura de la misma y yo quiero pedir disculpas".
      Tarde para arrepentirse, monseñor, si ya sabían de sobra el uso político que los K le iban a dar, ¿para qué se prestaron a ese juego sucio?
      Claro, también leí por ahí que la misa contó con la aprobación de Francisco, el Don Corleone romano. Salvo alguna que otra honrosa excepción, ¿cómo se iban a negar los obispos argentinos si son todos de la misma banda? Ellos son los perros mudos del evangelio, los mercenarios que huyen cuando ven venir al lobo abandonando a las ovejas a su suerte. Aún así, creo que estos son peores que los del Evangelio porque se hacen amigos del lobo y comparten juntos el festín sentados a la mesa para devorar a las ovejas. Total, ¿qué le hace una mancha más al tigre?
      Lo sucedido en Luján es una prueba más de la noche de la apostasía que ha caído sobre la Iglesia. Es más, con esta demostración estos obispos que han perdido la fe creen que le están haciendo un servicio a Dios. Hasta ese punto hemos llegado.
      Me parece que después de tantas agachadas deberían comprarse rodilleras como las que usaban los arqueros cuando yo era chico, porque de seguir así, se van a lastimar las rodillas de tanto arrodillarse ante estos enemigos de Dios conformándose con los pocos mendrugos que les tiran de sus opulentas mesas.
      Y todo eso sin contar con que Alberto Fernández habrá sido el primero en la fila para recibir la comunión. ¿Acaso no lo hizo ya en Roma cuando él y Fabiola la recibieron de manos de Monseñor Sánchez Sorondo con la bendición de Francisco? Hasta ahora no lo leí en ningún lado, pero me parece imposible que no haya querido recibir la comunión. ¿Cómo no hacerlo? ¿Que iba a pensar la gente si no se ponía en la cola, acaso que era un pecador, un corrupto? No se podía permitir semejante riesgo porque podría perder muchos votos. Así que como nobleza obliga, seguro que fue el primero en recibir la comunión que Scheinig o algún otro cura le dio diligentemente como si fuera un católico devoto. Todos saben que no está casado por Iglesia y que defiende el aborto, la homosexualidad y la ideología de género a ultranza, ¿pero cómo negarle la comunión al presidente? ¿Acaso Francisco no mandó dársela a Nancy Pelosi, otra rabiosa abortera nada menos que presidente de la Cámara de Representantes de los EE.UU.?
      Es hora de desengañarse, hoy obispos y políticos son parte del mismo juego, cada uno atiende su juego como en el Don Pirulero porque eso es lo que manda el manual políticamente correcto del siglo XXI.
      ¡Qué desgracia la nuestra, Señor! ¿Cuánto falta para que tu Justicia ponga las cosas en su lugar?

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    3. Me parecen muy atinadas sus palabras comentando, ampliando lo que yo escribi mas arriba, y lo ha hecho con la claridad y dureza que surge de la verdad.
      Conozco al Padre Scheinig, porque es quien oficio de celebrante de mi casamiento, con mi querida esposa, que tambien es una persona de fe, con la que hemos construido, una familia cristiana, con limitaciones y mucho por mejorar, pero hemos construido una familia y criado a Nuestros Hijos en la fe.
      De esto ya han pasado mas de 20 años.
      Conoci a este Sacerdote, siendo el bastante joven y Parroco.
      Me consta que era una buena persona muy pensante y con fe.
      Con algo de formacion, tambien.
      Me ha dado mucha pena lo que paso.
      Pero, lamentablemente, le paso lo mismo que al joven rico, que, seguramente no queria abandonar las comodidades, ya que en esta ocasion, perdio la oportunidad, de dar un testimonio mas profundo.
      El podria haber dado la misa, incluso, pero en su predica ser mas profundo, ir al hueso, ser profetico, costara lo que costara, despues..
      Era su momento, no lo hizo, pero a todos nos puede pasar.
      Pedro, nego al Señor, y lo hizo por tres veces, luego tambien fue martir.
      Yo creo que es la hora de dar testimonio, de la forma y en el momento que nos toque. Sin alardes, ni delirios, el humilde testimonio de los servidores de Nuestro Salvador con verdad, con firmeza, con valentia. Luego se vera como nos va. Y si nos "cortan la cabeza", como a Juan El Bautista, sera que no hemos vivido en vano.
      No es bueno cuidar algo que de todos modos vamos a perder.

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  30. Los conservadores por lo general no tienen ningún aprecio por la misa piov. Para ellos "su" misa es la misa de Pablo VI, los más conserva dirán "bien rezada". De todos modos hay que tener caridad para con ellos, no sea que la nuestra sea la oración del Fariseo en lugar de la del Publicano.

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  31. La diferencia es la Fe, sea conservador tradi o nueva misa pero creyendo realmente en la presencia real de Nuestro Señor Jesucristo en la Eucaristia, en Dios Uno y Trino, Creador Salvador y demás verdades de la Fe. Cada uno sabe si realmente cree o no y sólo Dios conoce los corazones ajenos...

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  32. Mons. Scheinig es el mismo que se ha negado a autorizar la celebración de la misa tradicional en la basílica de Luján, el año pasado y éste, a pesar de que desde durante los 10 años anteriores se había celebrado como término y culmen de la peregrinación de Nuestra Señora de la Cristiandad.
    Mary Poppins

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  33. No me considero conservador, pero sé que el Uso Antiquor no tiene nada que ver con el Novus Ordo, y que entre las dos, prefiero la primera. Entonces, voy a las misas de la FSSPX, a pesar de su espíritu cismático - además de la inconveniencia que surge de la etiqueta que uno recibe cuando dice que uno va a sus oficios.

    Realmente lamento no poder ir a una iglesia del clero dociesano o alguna orden en situación regular con Roma, pero me parece que nuestro obispo Poli no debe querer saber nada con órdenes como la Fraternidad San Pedro y otras "modo Ecclesia Dei".

    Como diría mi abuela, "es lo que hay". Y como dicen lotros, "bancátelo".

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    1. Si la FSSPX tiene un espíritu cismático, qué queda para las diócesis y otras comunidades en "plena comunión".

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  34. La primera liturgia fue la del apóstol Santiago, hoy sólo la celebran las iglesias ortodoxas en algunas fiestas. La diversidad litúrgica se fue desarrollando con el tiempo: liturgia de san Juan Crisostomo y liturgia de san Basilio, esta ultima celebrada en algunas fiestas durante el año litúrgico ortodoxo. En América, cuando entramos a una iglesia, en general, nos encontramos con la iconografía de San Francisco de Asís y Santo Domingo de Guzman. Aparece con frecuencia San Agustín, sin embargo la referencia iconográfica a los Padres de la Iglesia, antes del siglo X es muy escasa, más sin son orientales. Esto se explica por la vitalidad pastoral y evangélica que ejercieron principalmente las Ordenes religiosas mendicantes en la conquista y colonia. Sin embargo, no podemos olvidar que previo a la vida de los santos que dieron origen a las ordenes mendicantes, existían mil años de historia cristiana, generalmente olvidada por clérigos y sacerdotes, no se las enseñaron en el seminario. Así, existía toda una vida religiosa y espiritual, incluida la liturgia que reflejaba diversidad de costumbres y valores culturales espirituales y religiosos mucho antes de San Francisco, Santo Domingo de Guzman, san Juan de la Cruz e Ignacio de Loyola, por mencionar sólo algunos. La devoción moderna de Kempis, ya bastante tardía, expresa un toque moderno, propio del racionalismo de la ilustración, y es el pensamiento o esquema mental que pretende que las innovaciones, por ejemplo, racionalistas de los ejercicios espirituales de san Ignacio, son lo mejor y la única síntesis apropiada. Estamos hablando de una mentalidad, latina para ser precisos que constituye la esencia del miasma destructor de la iglesia, cuya institucionalidad inflacionaria en occidente, por la via de miles de movimientos y ordenes religiosas, siempre pareciera que se oferta como la nueva versión mejorada del patrimonio de lo que se denomina la Santa Tradición. El papado, como institución a partir del siglo X o siglo XII, particularmente con la llamada reforma gregoriana, empezó a imponer un orden, que implico paulatinamente la desaparición de cultos católicos que tenían que "estandarizarse" según los dictados de Roma. El llamado tradicionalismo católico, es el el fondo un vestigio tímido de la ortodoxia, con el agravante de que sus movimientos de defensa, devienen de cierta manera del espíritu del Concilio de Trento, cuya contrarreforma, es la respuesta al protestantismo, sin haber reparado los grandes errores romanos en el vínculo con los "cismáticos" y "herejes de oriente". Y esos errores, tenían mucho que ver con la incomprensión mutua en función de usos litúrgicos. En el fondo, la situación de la Iglesia universal, tiene una deriva histórica que pasa por el crecimiento de la institución papal y sus derivas en la papolatria de conservadores, y también tradicionalistas, incapaces de asumir los errores históricos de la institución papal en su máxima deformación. La Iglesia, es una institución fundada por Cristo, su origen es divino; su dimensión humana, tiene que luchar contra el tentador, y muchos podemos caer y caemos diariamente, pero Cristo nos levanta. Theodidactas

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