Su cumple un aniversario más del nacimiento de este blog: dieciséis años -fue en 2007-, de publicaciones casi sin interrupción. Lo comenzaba con el post que pueden leer aquí: apenas una justificación para el nombre que había elegido. Y lo que pensé como un pasatiempo destinado al entretenimiento de un pequeño grupo de amigos, creció hasta alcanzar, al día de hoy, casi dos mil artículos publicados, sesenta mil comentarios, cien mil visitas mensuales y las iras de un arzobispo y de un coronel.
Gracias sean dadas a Dios por darme la posibilidad, a mí y a los que colaboran en el blog, de bien servirlo a través de tan particular apostolado. Gracias también a mis amigos que a lo largo de los años lo han alimentado: Ludovicus, Jack Tollers, Lupus, el Anónimo Normando, Pedro de Luna, Dosifei, entre otros. Y gracias también a los lectores y comentaristas que lo mantienen vivo.
Y aquí van algunas recomendaciones bibliográficas:
Gabriel Calvo Zarraute, De Roma a Berlín. Vol. 1: La protestantización de la Iglesia Católica (Madrid: Homo Legens, 2022).
Tengo entre mis manos —entre las dos, pues ambas son necesarias para sostener un volumen de casi 700 páginas— el libro escrito por don Gabriel Calvo. Y en primer lugar se impone hablar del autor. Es un joven sacerdote de la arquidiócesis primada de España, Toledo, que no se contentó con los estudios generales recorridos en su seminario, sino que obtuvo varios diplomas extra: licenciado en Teología, licenciado en Historia y licenciado en Derecho Canónico y además, termina su doctorado en Historia de la Iglesia en la Universidad San Dámaso de Madrid. Con tales antecedentes, es seguro que don Gabriel nunca será obispo durante el reinado francisquista. Pero no hay que confundirse, que él es muy ajustado a la imagen sacerdotal deseada por el Sumo Pontífice: no tiene cara de pepinillos en vinagre, yo diría lo contrario; no es carrerista, pues en tal caso no habría escrito este libro; es un sacerdote preocupado por las periferias pues basta ver a qué pueblos rurales y moribundos sirve como párroco; se define abiertamente por una Iglesia en salida y es cuestión de ver el empeño, esfuerzo y ocurrencia que pone semanalmente en su programa de YouTube; aunque debo ser sincero, es también un poco indietrista, lo que se deja ver por su gusto por la sotana y el latín. Peccata minuta.
Muchos de los lectores del blog ya conocerán a don Gabriel a través de “La sacristía de La Vandée”, el exitoso canal de YouTube que pueden ver en el listado de favoritos a la derecha de esta página. Lo recomiendo vivamente. Está protagonizado por un grupo de jóvenes sacerdotes que son ese tipo de curas —de los que hay muchos más de los que pensamos— que alientan la esperanza de que, a pesar de Bergoglio, Tucho, el Sínodo Alemán y todo el resto de catástrofes actuales, no todo está perdido. Ellos son los sacerdote que la Iglesia necesita en la actualidad: hombres de fe probada, de oración, masculinos, apostólicos, valientes.
Y hay que tener todas esas cualidades para escribir De Roma a Berlín, libro en el que no se deja de decir todo aquello que hay que decir, para lo que basta ver el índice y el título de sus capítulos: 1. Lay natural e Iglesia, sociedad política; 2. Agenda 2030: Nuevo orden Mundial, marxismo cultura e ideología de género; 3. El Vaticano II como super dogma absoluto; 4. El delirio sinodal; 5. Elementos básicos para la sanación de la Iglesia después de Traditionis custodes; 6. La fe sustituida por la ideología deviene en demagogia y, como apéndice, La podredumbre de los funcionarios eclesiásticos. Sí, hay que ser valiente para escribir tal libro.
Como puede suponerse, se trata de un completo manual o, mejor aún, vademecum del buen católico para los tiempos actuales pues en un solo tomo —y se vendrá un segundo—, se tienen los argumentos, las discusiones y las respuestas a un buen número de los temas que hoy nos preocupan y nos tiene a mal traer. Que el episcopado alemán haya dispuesto que en su país se bendecirán las parejas del mismo sexo o que podrían recibir a transexuales en los seminarios y ordenarlos/las sacerdotes/isas —y esto es lo que ocurrió la semana pasada—, es signo de que la cosa no va bien, de que la primavera no termina de llegar y de que tenemos que estar preparados para seguir pasando el invierno que comenzó hace cincuenta años y que todo hace presumir se volverá aún más crudo. Pasar este invierno implica nutrirnos de la doctrina perenne de la Iglesia católica enseñada por los Padres y maestros en la fe, e implica poseer las respuestas a los dilemas y cuestionamientos actuales. El libro de don Gabriel es este tipo de vitualla imprescindible.
Y más allá de que se trate de un libro de combate, no deja por eso de ser un texto serio y hasta erudito, lo cual prueba las casi mil quinientas notas a pie de página, colocadas no por afán académico, sino para refrendar cada una de las afirmaciones que allí se hacen. No vaya a ser que algún arzobispo susceptible acuse falsamente al autor de no colocar las comillas necesarias.
El libro lo editó Homo Legens, y va ya por la segunda edición. Puede conseguirse también en Amazon en soporte papel y en formato Kindle.
Yves Chiron, Annibale Bugnini (París: Desclée de Brouwer, 2016).
El libro tiene ya varios años pero nunca me había tentado comprarlo. Un buen amigo me lo prestó y no me arrepiento de haberlo leído. Se trata de una típica biografía de Chiron, que tiene oficio para escribirlas. Se leen fácilmente, son relativamente breves y el lector se queda con una idea más o menos completa del personaje. Pero, claro, no se trata de una biografía canónica o definitiva. En el caso concreto de Bugnini, creo que es muy incompleta y sobrevuela muchos temas y acontecimientos que merecen ser profundizados mucho más. Seguramente, en algún momento alguien se tomará el trabajo de hacerlo.
La vida del nefasto Bugnini —y el calificativo lo compartirían, como en su momento lo compartieron, no solamente los tradicionalistas sino también los conservadores y hasta algunos progresistas de peso como Martimort— puede ser conocida por todo el que se interese porque él mismo se preocupó, desde su exilio en Teherán, de escribir su autobiografía (Roma: CLV, 2012) y el grueso volumen con el relato de la reforma litúrgica (Roma: CLV, 1997), y que aclara en el título que comenzó en 1948 y terminó en 1975. Es una interesante advertencia para todos aquellos que denuestan la reforma de la misa pero aceptan alegre y mansamente la reforma de la Semana Santa de 1955, que se hizo con la misma lógica y los mismo autores. Chiron añade a esta documentación interesada, pues Bugnini escribe en estos libros su propia defensa ante la terrible humillación sufrida, el testimonio de documentos y personas que vivieron esas épocas y conocieron a los protagonistas del mayor desastre litúrgico ocurrido en la historia de la Iglesia.
Alguien interesado en el tema no encontrará en este libro grandes novedades. Sin embargo, seguramente le será útil para afirmar lo que sabía por lecturas más superficiales y por comentarios. En mi caso particular, destaco lo siguiente:
1. Sí, Bugnini fue un viejo zorro que desde su juventud tuvo como finalidad cambiar la liturgia. Probablemente tenía buenas intenciones, al menos en sus inicios de religioso lazarista, pero lo cierto es que utilizó todos los medios que tenía a su alcance, lícitos e ilícitos, incluida la mentira y la manipulación, para conseguir sus fines. No fue un hombre virtuoso, y la humildad no era su virtud característica. Es notable el modo desvergonzado con el que exigía ascensos en la carrera eclesiástica y los berrinches que armaba cuando no lo nombraban en los puestos que él creía que le correspondían.
2. Más allá de que sea un tema conocido, queda reafirmada la enorme responsabilidad de Pablo VI en toda la reforma litúrgica. Él aprobó personalmente cada una de las reformas, aún las más pequeñas, que se hicieron a la misa, al breviario, al ritual, al pontifical y al resto de los libros litúrgicos. Él es el gran responsable del descalabro litúrgico y del descalabro doctrinal de la Iglesia, ¡y han tenido el tupé de canonizarlo! Y si como se dice, y es probable que así fuera, en torno a 1973 cayó en la cuenta del desastre que había provocado, no hizo nada para remediarlo. Se encerró a llorar sus melancolías en los solitarios salones del Palacio Apostólico. A tan poco años de iniciada la hecatombe, no habría podido detenerla del todo, pero ciertamente habría podido hacer un muy efectivo control de daños.
3. Más allá del desagrado que pueda producir la figura de Annibale Bugnini, hay que ser justo y veraz. En caso contrario, seriamos peronistas: “Al enemigo, ni justicia”. Y lo digo por la repetida versión que sostiene que fue masón y que fue el descubrimiento de esta condición la que llevó a Pablo VI a defenestrarlo.
Bugnini era secretario de la Congregación del Culto Divino y, seguramente, se veía a sí mismo ocupando la prefectura de ese dicasterio y vistiendo la púrpura cardenalicia. Sin embargo, el 14 de julio de 1975, fue llamado por el Sustituto de la Secretaría de Estado quien le entregó una carta del cardenal Villot en la cual se lo despojaba de su puesto y se lo nombraba nuncio apostólico en Uruguay. Bugnini no lo podía creer y escribe en sus memorias que le dijo al Sustituto: “¿Liquidan de esta manera un trabajo de tantos años? No conozco la lengua española y no tengo idea del mundo diplomático. ¿Me quieren mandar a morir a un lugar tan lejano?”. No aceptó la nominación y algunos meses más tarde fue casi forzado a aceptar el puesto de nuncio en Teherán.
¿Lo desgraciaron porque eran masón? No hay ningún documento serio que atestigüe la pertenencia de Bugnini a la masonería o algún otro tipo de sociedad secreta. Él mismo se preocupó de negarlo en varias ocasiones —lo cual era previsible— pero lo cierto es que la versión del Bugnini masón tiene como base sólo comentarios repetidos aquí y allá, y dichos públicamente por personajes importantes como Mons. Lefebvre, Jean Madiran o Tito Casini. Y un hecho de tal gravedad no puede darse por cierto simplemente a base de comentarios aunque éstos nos resulten simpáticos.
Lo que afirma Chiron, y a mí me parece la versión más fundada, es que Bugnini fue humillado y expulsado de todos sus puesto porque se había hecho muchos enemigos en la Curia. Algunos lo eran porque no sufrían la reforma litúrgica de la que había sido autor, y otros, porque deploraban la gran influencia que tenía sobre Pablo VI y su consecuente omnipotencia. Entre los primeros, se contaba sobre todo el cardenal Seper, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y otros purpurados importantes como el cardenal Oddi. Y también habría estado entre sus enemigos, sorprendentemente, Mons. Virgilio Noè. Lo que especula Chiron es que la presión de este grupo de altos funcionarios sobre el pontífice más el hecho de que él mismo cayó en la cuenta del desastre del que Bugnini había sido autor, y que él había refrendado, provocaron su caída en desgracia. Es notable que Montini se negó rotundamente a volver a recibirlo, a pesar de los insistente ruegos que le dirigió el que había sido un habitué de los apartamentos pontificios.
Hasta donde sé, el libro está sólo en francés y en inglés, y puede ser comprado en Amazon.
Señor Wanderer en primer lugar felicidades por el natalicio del blog, deseo que siga así y que Dios lo siga utilizando para proclamar la fe santa y verdadera.
ResponderEliminarMe atrevo con su permiso a realizarle una pregunta,. Usted dice en su muy atinado artículo que sorprendentemente monseñor Virgilio Noe también fue enemigo de nuestro amigo aniballe, sabria usted el motivo ? En esa época también el futuro cardenal Noe era subsecretarío del culto divino y pensaba yo que ambos eran de la misma clase y cizaña.
ResponderEliminarMuchas Gracias.
Sí, es muy sorprendente e inexplicable. El mismo Chiron confiesa que no encuentra las razones para explicar esa enemistad.
EliminarEspero poder comprar el libro de Gabriel Calvo Zarraute en Buenos Aires. Gracias, Wanderer, y gracias Padre Gabriel...!
ResponderEliminarMuchas felicitaciones por el nuevo aniversario del blog y por muchos más, que aunque no tengamos la misma posición teológica frente a la actual apocalíptica apostasía de la Fe reinante, lo leo siempre ya que es un blog muy inteligente. Bendicones
ResponderEliminarPues no se cierto si Bugnini era o no masón.Al menos parece que sí, según el libro y las charlas que ha dado el padre Charles Theodore Mur, en su libro: "asesinato en el grado 33", que es su experiencia personal de la investigación de su amigo el cardenal Édouard Gagnon ¡¡durante tres años!!.Ordenado por PabloVI,pero que no pudo,o no quiso, hacer nada con los resultados de la investigación.
ResponderEliminarCharles Theodore Murr
¡Enhorabuena, don Guánder, y ad multos annos! Le animo a que siga usted dedicando su tiempo y su talento a ese apostolado con la misma constancia y generosidad. Tenga por seguro que nos hace un inmenso bien a sus lectores de las diversas oleadas. Somos sin duda muchas almas con diferentes historias, pero compartimos la suerte de que Dios se ha servido de usted en algún momento para iluminarnos, tocarnos con su gracia y salvarnos de algún mal.
ResponderEliminarDios se lo pagará.
Gracias, wandy!!! Estoy bastante achacado, pero semper fidelis!!
ResponderEliminarLa famosa misa de bugnini. Desde que tome conciencia de su valor Anglicano luterano no puedo ir a esa liturgia, guitarras aparte. El Padre Gabriel viene muy bien con gran Parresia. Felicidades por su Aniversario el Señor siga apoyandolo. Marcelo
ResponderEliminarRaro lo que dice ud de Bugnini. En esta entrevista que hace el padre Olivera al padre Murr, deja en claro lo de la pertenencia de aquel a la masonería. Son más que dichos. (minuto 37' de https://youtu.be/suA5o2sbNTY)
ResponderEliminarLa pertenencia de Bugnini estaría acreditada en un exahustivo estudio que le encomendó Pablo VI al cardenal Gagnon y que aquel se negó a leer. Dicho estudio fue leido mucho más tarde por Juan Pablo II. Esto lo cuenta muy seriamente el padre Charles Murr en su libro "Asesinato en el grado 33". Es un testimonio de peso porque el padre era en aquellos días secretario del cardenal Gagnón. El padre Murr dio varias entrevistas hace unos meses, entre ellas al padre Javier Olivera Ravasi, y que pueden encontrarse fácilmente en You Tube. Me parece que el estudio de Gagnon es algo mas que simples comentarios o rumores y no veo por qué debería ser tan rotundamente descartado. Bugnini era masón. Felicitaciones por el blog.
ResponderEliminarPero si Pablo VI se negó a leer el Informe Gagnon, entonces cómo pudo saber que Bugnini era masón y mandarlo de nuncio a Irán. Evidentemente, fue por otra razón.
EliminarSe negó a leer el informe pero el informe lo encargo justamente porque ya le habían llegado reportes de la pertenencia de Bugnini y otros a la masonería. Por eso le encargo a Gagnon que investigara a TODA la curia romana. Ese es el informe Gagnon que se nego a leer tres años después por sentirse enfermo y sin fuerzas. A Bugnini lo echo porque ya tenía varios reportes de que era masón. El padre Murr tiene varias entrevistas donde explica esto con pelos y señales. En lugar de objetarme a mi le sugiero que vaya y busque en las fuentes. El padre Murr no es cualquier delirante, era secretario de Gagnon.
EliminarPerdón, pero si no recuerdo mal, Pablo VI le encargó el informe a Gagnon por el caso del cardenal Baggio, prefecto de la Congregación para los Obispos (el mismo que según la hipótesis del bueno del P. Carlos Mur mató de un disgusto a Juan Pablo I). Pero no por Bugnini.
EliminarFelicidades don Wanderer et al.
ResponderEliminarÁnimo y adelante..
"Hay que ser justo y veraz", como dice Vd. Y por lo tanto, decir que la versión de Bugnini masón "tiene como base sólo comentarios repetidos aquí y allá, y dichos públicamente por personajes importantes como Mons. Lefebvre, Jean Madiran o Tito Casini" es inexacta. No solo está el testimonio del Padre Murr, secretario del cardenal Gagnon, ya mencionados por algunos otros comentaristas y que me sorprende que Vd. ignore, sino también la famosa lista Peccorelli, que aun si se duda de su contenido, es necesario tenerla en cuenta, pues fue la FUENTE de donde mons. Lefebvre, Madiran y Casini extrajeron la versión de la masonería de Bugnini. Como sabemos, Peccorelli, él mismo miembro de la logia P2, murió asesinado en 1979.
ResponderEliminarDon Hobla, ¿cómo le consta a usted que la "famosa lista Peccorelli" era veraz y no era un listado fraguado? ¿cómo explica que quienes lo expulsaron a Bugnini de su alto puesto y lo mandaron a Teherán estuviera también en esa lista? Me refiero a los cardenales Villot y Baggio. ¿Sugiere usted que Peccorelli fue asesinado por divulgar estos nombres, el clásico sofisma "post hoc, propter hoc? ¿No le resulta sospechoso que, cómo usted bien dice, siendo Peccorelli un confeso integrante de la logia masónica P2 denunciara públicamente a miembros de su cofradía?
EliminarNo cierra.
¿La lista Pecorelli no era la que también incluía a Perón en la masonería?
EliminarAd multos annos, Dear Wanderer!
ResponderEliminarJuancho.
Felicidades Don Wander!
ResponderEliminarPor mil años más!
Felicidades Wanderer. Por mucho más. Le dejo un regalito: https://twitter.com/DisneyPlusES/status/1636005236635516932
ResponderEliminarEl objetivo de la masonería respecto a la Iglesia Católica es quitar todos los elementos que hacen de los sacerdotes un intermediario de Dios y el hombre; esto es, quitar su carácter sagrado.
ResponderEliminarEs realmente lo que ha pasado con la Reforma(s) Protestante(s) en que el pastor, en el mejor de los casos es un funcionario del Gobierno (en Inglaterra con el anglicanismo, Prusia, Dinamarca, Noruega, Suecia con el luteranismo) y controlado 100% por los políticos.
(de ahí la prohibición de altares, vestiduras, cirios, incienso...)
A esto se suma las desamortizaciones, o robo de las propiedades de la Iglesia con las que financian su misión y la hacen independiente. En los paises en que los pastores son funcionarios del gobierno, este les controla con el sueldo, los ascensos, la casa gratuita, los colegios y universidades para los hijos del clero (ganan poco, lo que es una gran ayuda).
además la Iglesia Católica, aunque su teología es racional, pública y que obliga a todos por igual, es un organismo centralizado y muy influyente.
Es decir, una nueva clase social (muy pequeña, porque son o millonarios o pudientes) que en nombre de la Nación se hace con el control de las mentes de su pais a través del clero y, políticamente, con las Constituciones, Parlamentos y desamortizando los bienes de la Corona (el Rey/Jefe de Estado ahora depende cada año de ella porque votan su asignación con los Presupuestos Generales del Estado.
Su legitimidad a gobernar el pais en su beneficio y a saquearlo patrioticamente (y saquear otros con guerras coloniales) y a hacer guerras de exterminio contra los indígenas para robarles sus tierras está en que está compuesta por "ilustrados"; seres superiores, porque "piensan" y "no creen" que, como poco antes hicieron con el Rey Absoluto haciéndole un déspota ilustrado, obligan a la población a hacer lo que no quiere hacer.
Su objetivo público es el progreso de la población a través de la ilustración y la persecución de lo que lo impida (la Iglesia Católica, porque "no piensa", sino que "cree"). Su objetivo privado es sentirse superiores al resto de la población (porque no piensa, sino que cree; además no está ilustrada -por ejemplo no lee en francés o va a la Ópera-): son racistas y supremacistas.
Bugini y Montini, como todos los ciudadanos de la época en occidente y en las partes occidentalizadas del resto del mundo, viven en esa cultura político/social; una cultura que acusa a la Iglesia Católica de que "atrasa" porque impide pensar ("cree"), es intolerante (persigue a los protestantes y judíos) y "los frailes" "medievales" no trabajan, sino que rezan.
Como Bugini y Montini son católicos (no depende de ellos; es inconsciente), su objetivo es "ilustrar" a la Iglesia y los católicos y anular las acusaciones de los "ilustrados", que toman por ciertas (!!!).
De ahí por ejemplo la insistencia en "entender la misa", quitar el latín (lengua sagrada) "leer la Biblia" y quitar todo lo "mágico", y considerar que la Iglesia Católica es igual que otra religión.." efectivamente protestantizando la Iglesia Católica.
Dudo mucho que Bugini haya sido masón, porque no es su clase social; aunque ciertamente ha estado rodeado de masones y ha recibido su influencia.
Por ejemplo él era profesor de liturgia. Es lógico y normal que un profesor esté al tanto de las novedades y tendencias que hay en su asignatura; y esta asignatura, que se pretende "científica", como cualquier asignatura universitaria, no sólo es trabajada por investigadores católicos, sino también protestantes, porque compartimos 500-600 años de historia religiosa común y una de sus excusas para separarse y nacer como iglesia independiente es volver a la tradición apostólica "corrompida" por los agregados "medievales" "supersticiosos"...etc etc etc.
Mmm...no sé. Yo conocí masones que estaban muy lejos, lejísimo, de hablar en francés e ir a la ópera. Y eran masones porque buscaban promoción social o jerárquica o económica,etc. ( Dicho por ellos mismos)
EliminarLa verdad,yo escuché al padre Murr. Su información parece de primera mano. Es creíble. Y además por los frutos se conoce el árbol.
Don Wanderer sé que este comentario no va en su línea, espero lo publique igual.
En el siglo XIX-XX, muy basado en el bildung alemán o por lo menos basado en los mismos principios (la moral burguesa es la del que no vive de las tierras heredadas, porque su padre no las tiene, ni de los beneficios eclesiásticos, porque no está ordenado, sino de su propio esfuerzo, ingenio y medro) y políticamente se plasma en nacionalismos (exaltación de lo propio y de ellos mismos como ejemplo), se reconoce pues "superior" por pertenecer a un pais "superior" y éste es superior por el progreso económico y desarrollo cultural (naturalmente, cuando hablan de su pais, hablan de ellos: la mayoría de sus connacionales eran muy pobres y tenían una cultura ("alta cultura") inexistente.
EliminarCiertamente es una exageración lo del francés y la ópera. No tanto como parece, porque lo que hace esta gente es, exactamente como el tifoso de futbol, sentirse superiores simplemente por su pertenencia a la clase "ilustrada" (en el caso del futbol por ser de un equipo ganador). Pero ese profundo desprecio por los que no son como ellos, empezando por los campesinos de su propio pais, justifica a sus ojos el genocidio de "salvajes" (aunque estén bautizados y hablen español, como el famoso apache chiricagua Jerónimo) o la expulsión de campesinos de sus tierras (cierre de tierras en el Reino Unido)
Doble exageración porque hasta el Concilio era muy común en Italia los coros de iglesia compuestos por obreros y campesinos que, educados en los principios del bel canto, era capaces de cantar coros de opera (italiana), arias (en italiano) o una misa de Perosi (en latín); pero siendo católicos y obreros no pueden ser muy "ilustrados".
Esa mística pertenencia a esa clase "ilustrada" es lo que justifica lo injustificable.
Yo también he conocido a un peruano que quiere entrar en la masonería porque busca conseguir a través de ella lo que el estudio, el trabajo y la inteligencia no le conceden. (naturalmente no habla francés y no le gusta la música clásica). Todavía no lo ha logrado. Su excusa es que "si no lo hace él, lo hará otro" y "quién soy yo para juzgar".
¡Enhorabuena por el aniversario don Wanderer! El suyo y otro par de blogs son los unicos remanentes de la epoca de oro de la blogosfera tradi en español... buenos tiempos aquellos... cúanta falta hacen aquellos buenos guerreros!!!! en fin.... un single malt a su salud y Adelante!!!!
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