por Marco Tosatti
Veo que en los periódicos - o al menos en algunos de ellos - se intenta construir una narración que pretende hacernos creer que pobre Pontífice reinante que intenta sanear las finanzas del Vaticano y sus alrededores, y que lamentablemente es traicionado... sería muy hermoso y edificante, si fuera cierto; pero en realidad no es así; e incluso en los periódicos que suelen estar bien informados y ciertamente no son los principales, encontramos reconstrucciones y relatos que son el resultado de rencores personales que nunca están latentes, pero que sin embargo dan una impresión engañosa. Para aquellos que siguen los eventos del Vaticano con cuidado y desapasionadamente, algunos elementos emergen.
Es cierto que el Papa Bergoglio trató, al principio de su pontificado, de arrojar luz sobre las oscuridades del dinero del Vaticano. Firmó un Motu Proprio, con el que confió todos los asuntos financieros a un solo organismo, la Secretaría de Economía, y puso al Cardenal George Pell a la cabeza del mismo, dándole todo el poder para operar. Pell, como buen jugador de rugby australiano, se lanzó de cabeza a la aventura, evidentemente encontrando todas las dificultades y objeciones de quienes no quisieron ceder sus poderes, y su dinero: la Secretaría de Estado, con la Sección Económica, la administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (Apsa), el IOR, Propaganda Fide con su presupuesto independiente. ¿Y qué hizo el Pontífice? En conversaciones con Pell le decía: “No mires a nadie a la cara, adelante”. E inmediatamente después firmaba un rescripto con el cual satisfacía a sus oponentes, y le quitaba una parte de su poder. Pell estaba amargado, y quizás todavía lo está, por esta interminable serie de pequeñas traiciones perpetradas por su Superior. Y la pequeña jungla del Vaticano ha permanecido como lo que era, una jungla. Esa fue la oportunidad de limpiar; pero falló, y por la única y exclusiva responsabilidad del Pontífice.
Segundo elemento. Como Becciu ha declarado en el pasado, era responsable ante sus superiores. Pero, para el sustituto de la Secretaría de Estado el superior real es el Papa. El Secretario de Estado generalmente ve al Papa con mucha menos frecuencia que al Sustituto. Por lo que sabemos, durante los años pasados, cuando no existían sospechas, el Papa usó ampliamente a Becciu para trabajos de todo tipo. Becciu aspiraba a la púrpura. El Pontífice no quería dársela sino que quería enviarlo de arzobispo a Cagliari. Finalmente Becciu consiguió la púrpura, y la Congregación para las Causas de los Santos.
Pero creo que además de esto hay otras consideraciones que deben hacerse. La primera es psicológica y de comportamiento. Este Pontífice, cuyos repentinos y muy fuertes cambios de humor, incluso con connotaciones verbales muy fuertes, no son un secreto para nadie en el Vaticano, tiene ahora una pequeña lista de decapitaciones en su haber, pequeñas y grandes, que rompen records. Queremos recordar a los funcionarios de la Congregación para la Doctrina de la Fe echados sin razón, al Gran Maestre de la Orden de Malta, Matthew Festing, al general Domenico Giani, y a otros [agrego: el cardenal Burke, Mons. Carlo Viganò, Mons. Georg Gänswein y el P. Ángel Vallejo Balda], y ahora al muy fiel Becciu.
"Traicionado", dice la narración de algunos periódicos. ¿Me están tomando el pelo? En este Pontificado se sabe que dentro del Vaticano cada palabra puede ser repetida, y causar problemas; en el cual los teléfonos - y el correo electrónico - están bajo control; en el cual los cardenales vienen con sus memorias flash para conectarse a Internet pasando por alto el circuito del Vaticano; y alguien nos quiere hacer creer que el Número Uno, que aún estando en Buenos Aires y que tiene oídos en todas partes, no conocía a ese cardenal. ¿Becciu tenía una pasión, quizás inocente y exitosa, por los negocios y la empresa? Más bien, una vez más vemos que cuando uno de sus hombres de confianza (McCarrick es el mejor ejemplo) está involucrado, con razón o sin ella, en escándalos que son o corren el riesgo de hacerse públicos, la reacción es inmediata y de vanguardia. Incluso contra cualquier hipótesis de justicia mínima.
Fuente: https://www.marcotosatti.com/2020/09/26/la-pietosa-falsa-narrazione-del-papa-tradito/
Queda por verse si el defenestrado Becciu guarda silencio monacal, o prende el ventilador (desde algún refugio seguro, claro está)
ResponderEliminarMarco Tosatti nos revela el manejo despótico con que Bergoglio usa a sus subordinados y cómo se deshace de ellos cuando ya no los precisa, pero lo ocurrido con el Cardenal Becciu es mucho más grave todavía.
ResponderEliminarFrancisco había nombrado al Cardenal Pell para controlar las finanzas del Vaticano, y en esas funciones en 2016 descubrió que Monseñor Becciu metía la mano en la lata. No obstante, en vez de creerle a Pell, Bergoglio le creyó a Becciu. Y no sólo eso, también lo creó cardenal.
Desautorizado y humillado, Pell se vio obligado a renunciar y marchar a Australia donde lo esperaba la cárcel por una falsa denuncia de sus enemigos, algunos de los cuales sin duda habían convivido con él en la Santa Sede.
Pero como no hay plazo que no se cumpla ni tiento que no se corte, esta semana el Papa tuvo que dar marcha atrás y pedirle la renuncia a Becciu en medio de un escándalo de corrupción financiera.
¿Por qué lo hizo Bergoglio? Todo indica que lo hizo obligado porque el periódico L'Espresso publicó las andanzas del Cardenal Becciu, quien manejó una desastrosa inversión multimillonaria en Londres además de unos dinerillos que bajo cuerda habría conseguido para su hermano, titular de una empresa que trabajaba con Cáritas en su pueblo natal.
Al conocer la noticia de la destitución de Becciu, desde Australia el Cardenal Pell expresó con satisfacción: "Espero que la limpieza de los establos continúe tanto en el Vaticano como en Victoria".
Según parece, no sólo Becciu cayó en la volteada, Bergoglio también quedó muy mal parado porque se vio obligado a borrar con el codo lo que en 2016 escribió con la mano.
En todo este entuerto Pell es el único que festeja feliz, pero esto recién empieza, porque Becciu dice que es inocente y lo quiere demostrar, de modo que si se viene un juicio podría revelar muchos nombres que harían crecer el escándalo no se sabe hasta dónde.
Fuenteovejuna,disculpe pero, ud me hace acordar a esos curitas que leen el Evangelio y en el sermón lo repiten de nuevo sin aportar nada nuevo.
EliminarLo cierto es que a Francisco, por mucho que os duela, le creó cardenal Juan Pablo II y le eligieron cardenales creados por el papa polaco y Benedicto XVI. Y Tosatti puede seguir llorando pero es así. Está resentido porque antes tenía mando en plaza y ahora no.
ResponderEliminarLos pecados de los hijos no son responsabilidad de sus padres. Pretender hacer responsable a JP II y BXVI del desastre Bergoglio es una estupidez. Como mucho su pecado fue de imprudencia, no más.
EliminarFred. Que un pecado sea de imprudencia no implica que no sea grave. Y hay imprudencias que no pueden admitirse a quienes ocupan determinados puestos. Que se les pase uno, dos, puedo entenderlo. Pero no la mayoría. Y más grave aún si se tiene en consideración que el Papa tiene poder absoluto en el tema.
EliminarPor ello existe el dicho: "Qué te han hecho, Becciu!!"
ResponderEliminarPor favor recen por Armenia
ResponderEliminarNo exagere, 13:19. El guión no le ha dado lugar a decir «¡qué te hicieron, Becciu!», pero consta que de varias maneras, y con toda desfachatez, se marcó un «¡qué te hicieron Pell!» Y el buenazo de Pell lo encajó con buena cara. Becciu le va a salir más respondón que los misericordiados habituales. Va a resultar un enemigo peligroso.
ResponderEliminar¿...Alcanzaran las aguas del Tiber para los establos ...?
ResponderEliminarSer nombrado Cardenal , no es siempre una recompensa .
ResponderEliminarEl color purpura del hábito es color de la sangre del martirio .
El mismo Tosatti hoy 27 agrega este análisis de un moseñor ....que va más hasta el hueso:
ResponderEliminarhttps://www.marcotosatti.com/2020/09/27/becciu-despues-de-la-decardinalizacion-la-despapalizacion/
Mi amigo monsignore di spicco me dice que contra Becciu existía el dossier que había confeccionado Pell, que ahora venía ampliado. Pero que esta brochure hizo estallar la ira del n. 1 derramando la olla hirviendo de su corazón, que venía a fuego creciente al saber que Becciu aspiraba a sucederlo y comenzaba suavemente a trabajar en esa dirección. Por ello la específica exigida renuncia a los DERECHOS del cardenalato.
ResponderEliminarIl chierichetto Paolo
«Unilateralmente, y sin permiso del Papa, Becciu canceló la auditoría [encargada por Pell] y lo anunció en una carta a todos los departamentos del Vaticano», dice Aciprensa... ¿Sin permiso del Papa? Aciprensa: mírame este ojo.
ResponderEliminarFélix
ResponderEliminarGracias por su aguda perspicacia.
No sé por qué, pero al leerlo me hace acordar al Gato.
Fred, ciertamente que lo son.
ResponderEliminarBergoglio siguió y profundizó lo que los pontífices por Ud mencionados iniciaron más o menos tímidamente.
Disculpe Fred, ¿quiere que hagamos la lista de los pecados de acción y de omisión de Juan XXIII, Paulo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI, que prepararon el terreno para que apareciera el desastre de Bergoglio? ¿Tiene todo el día? Y no solo fueron “pecados de imprudencia”.
ResponderEliminardesde Australia, el martes vuela Pell hacia Roma... la que se viene! otro nuevo capitulo de "mirad como se aman".
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