Todo el mundo, y no sólo los católicos, nos hemos conmocionado hoy por los titulares de los medios de prensa: “El Papa Francisco alienta la unión civil de los homosexuales”. Lo ha dicho en un documental estrenado hoy mismo, como se constata en el video o se leen sus palabras en cualquier portal de noticias. Analicemos la cuestión.
El hecho. Este último escupitajo pontificio no tiene en sí, desde el punto de vista jurídico, ningún peso. Han sido palabras —nada ha sido escrito—, dichas en un programa televisivo. No fueron pronunciadas en una homilía, ni en una audiencia y ni siquiera a bordo de un avión. No es más que eso: un esputo más a los que nos tiene ya tristemente acostumbrado el obispo de Roma.
Desde una perspectiva liberal, podríamos decir que lo que haga el Estado con una pareja formada por personas del mismo sexo es cosa del Estado. La iglesia, como tal, no está otorgando ningún reconocimiento y mucho menos incentivando este tipo de uniones. Eso es lo que piensa Francisco.
En términos puramente objetivos, las palabras pontificias no revisten gravedad. Mucho más graves fueron, por ejemplo, las palabras y los gestos de Juan Pablo II cuando montó en Asís un aquelarre del que participaron obispos, obistruchos protestantes, rabinos, imanes, chamanes, brujos y un sinfín de especímenes de la fauna pseudoreligiosa del mundo entero. Ese tipo de tenidas estaban claramente prohibidas por el CIC de 1917 (1258, 1) y lo ocurrido en esa ocasión dio lugar a una enorme confusión con respecto a la fe en muchísimos católicos. Y provocar confusiones en la fe es mucho más grave que provocarlas en la moral, y las confusiones de fe terminan irremediablemente en confusiones de la moral. Es lo que estamos viendo en estos días.
Los motivos. Hay que descartar de plano que los motivos sean una supuesta teología progresista de Bergoglio, ya que el Papa no tiene teología, pues carece de intelecto teórico. Es incapaz de entender la existencia de principios universales y de verdades absolutas. Es un pragmático puro de baja calidad —es peronista— y cargado de una monstruosa ambición de poder. Ese es su único motor: conseguir el poder y mantenerse en él. Buscarle a Bergoglio motivos teológicos es buscarle la quinta pata al gato.
Hay que descartar también cualquier pensamiento de compasión por los homosexuales que, debido a una suerte de insoportable soledad, deciden uniarse civilmente. Los que lo conocen de Buenos Aires, saben cuál es su opinión y su vocabulario cuando se refiere, literaliter, a los “trolos”.
La razón, a mi entender, es que debía tirarle algo de carroña a las hienas alemanas. Hace pocos días, La Repubblica publicó en portada una nota de la situación: el cardenal Reinhard Marx y monseñor Georg Batzing son los líderes de una arremetida contra el Vaticano y el Pontífice. La acusación contra el Papa Francisco es de haber frenado la reforma de la Iglesia, despertando el descontento del frente más progresista, que parece amenazar con una especie de cisma por la izquierda. Según La Repubblica, todo esto se plasmará en un documento que los obispos alemanes están redactando para el final de su camino sinodal. Los principales puntos de enfrentamiento son esencialmente dos y conciernen al sacerdocio femenino y la bendición de las uniones homosexuales.
Esto lo sabía Francisco, como también sabe que tiene muchas deudas impagas con aquellos que lo eligieron (pobres ingenuos: creerle a un jesuita y a un porteño), sabe que sin los millones de euros alemanes el Vaticano entraría en banca rota en cuestión de días y sabe que no quiere pasar a la historia como el Papa que provocó un cisma. Su frase, para su pragmatismo, es tirarle un poco de carne podrida a las hienas que aúllan en alemán para ver si puede calmarlas. Otra cosa es que esas hienas le crean. Jorge Bergoglio impuso sus habilidades de puntero político a las mediocres personalidades episcopales argentinas. No creo que esas habilidades le sean ya de utilidad frente a la inteligencia alemana.
Diciendo lo que dijo habrá pensado también que volvería a imponer su agenda y tornaría a ser aclamado por el mundo. Y, según creo, una vez más lo traicionado la malsana convicción de su propia excelencia. Su pontificado ya terminó; está agotado y fracasado. Su estrella no volverá. Los primeros que se han levantado pocas horas después de su proclama son aquellos mismos que hace algunos años lo aclamaron.
Las consecuencias. Son devastadoras. Bergoglio está destruyendo en poquísimo años lo que llevó siglos construir. ¿Cómo se sale de este berenjenal? ¿Cómo hace el próximo Papa para decir que los adúlteros no pueden recibir la eucaristía y que no hay soluciones civiles para homosexuales enamorados sino que la única solución es la vida en castidad?
Son devastadoras para los católicos que veíamos a la Iglesia como una roca firme y segura en quien afirmarnos y construir. Ya no es segura; la roca cambió súbitamente en arenisca.
Son devastadores para los católicos, especialmente los jóvenes, que intentan vivir una vida casta, cultivando la virtud de la pureza, de un modo muchas veces heroico, en medio de un mundo sumido en una desbordante lujuria. ¿De qué modo podrá pedírsele a un joven que evite el sexo, en cualquiera de sus formas, hasta el matrimonio? ¿Con qué autoridad un sacerdote en confesión podrá aconsejar en este sentido? Ya fue desautorizado por el Romano Pontífice.
Son devastadoras para los sacerdotes que, también ellos, cargan con el celibato en un mundo y en una Iglesia en los que cada vez es más difícil justificar esa entrega.
Son devastadoras para el mundo porque el hombre medio, con escasa o nula formación religiosa, que hoy leyó la noticia, entenderá que la Iglesia cambió de postura y ahora acepta la homosexualidad como hace unos años aceptó el divorcio.
¿Qué hacer? Poco y nada podemos hacer los laicos más que rezar. Los que sí deben hacer algo —y espero que así lo sientan en sus conciencias—, son los cardenales y los obispos. Y no se trata ya de que se junten cuatro o cinco y escriban una carta presentando algunas dudas que nunca serán respondidas. Quizás sea necesaria una iniciativa más enérgica y definitoria. La iglesia latina no permite la moción de censura ni el impeachment, y lejos estamos de la posibilidad de un golpe de palacio. No me corresponde a mí pensar qué hacer. Le corresponde a aquellos que están puestos para eso, y que se visten de rojo porque deben tener su sangre presta para ser derramada por la Esposa de Cristo.
Acotación psicológica. En enero de 2016 describí en este blog la psicología de Bergoglio, hipotizando su similitud con la de un psicópata. Y la psicología dice que los psicópatas, al final de su patología, se tornan destructores. ¿Será eso lo que está ocurriendo con el Papa? Caído en la cuenta de su ineluctable fracaso, ya sólo desea destruir.
No es necesario el matrimonio o una unión civil para que en las parejas homosexuales si uno es internado en terapia intensiva el otro pueda visitarlo como si fuera un familiar, o si uno muere el otro pueda heredar lo del muerto.
ResponderEliminarEso se soluciona cambiando unas pocas leyes.
Esas 2 cosas son (creo) los únicos derechos que deberían tener y no tienen, porque son derechos que toda persona debe tener.
Darles el matrimonio fue un exceso, igualar lo que es distinto. El Estado, que posee el monopolio del matrimonio civil, no debe darle semejantes beneficios a personas que no van a perpetuar al Estado creando nuevos ciudadanos y que no pueden ofrecerle a niños el ambiente familiar ideal para ser educados.
Estimado Wanderer, usted dice: "Mucho más graves fueron, por ejemplo, las palabras y los gestos de Juan Pablo II cuando montó en Asís un aquelarre del que participaron obispos, obistruchos protestantes, rabinos, imanes, chamanes, brujos y un sinfín de especímenes de la fauna pseudoreligiosa del mundo entero". Para ser honestos hay que aceptar que lo mismo podría decirse de Bendicto XVI, que también tuvo participación en una conmemoración ecuménica de la reunión de Asís.
ResponderEliminarLamentablemente, las declaraciones de hoy son parte de la ensalada de los testimonios de los Papas postconciliares.
Un saludo en Cristo y María.
Cuando todas estas cosas pasen, levanten las cabezas,la salvación está cerca.
ResponderEliminarestimado wanderer, hay que ser muy ingenuos para creer que los obispos alemanes se van a conformar con tan poquita cosa como una frase suelta de bergoglio.
ResponderEliminarMis amigos.
ResponderEliminarDolor porque el Papa es Argentino, ni Messi ni la falsa métrica de la Pandmeia nos salva.
Poder, el Papa comentó estos no por la causa o el Lobby, hablo porque sabe que su imagen y presencia en los Medios fue olvidada por los efectos de la Panoemia y porque el Papa no vende ni llama la atención con sus gestos o comentario erróneos.
El Papa quería recupesar presencia en los Medios y marcar la cancha, puedo ser el más proge o el más ortodoxo, no me abandoneNo ni traicionen.
Recapitulando , el Papa sólo le interesa el Poder..
Hay por lo menos ya dos obispos estadounidenses (Tobin y Strickland) que salieron a rechazar las palabras del Papa. También Viganò. Veremos qué hace el resto.
ResponderEliminarTobin es parte del juego, porque es parte de ellos.
EliminarEse es otro Tobin. El de Newark. Quien se pronunció es otro Obispo Tobin, conservador.
EliminarEl Tobin progresista al que usted se refiere es el arzobispo Joseph. El Tobin que no apoya estás palabras de Bergoglio debe ser el obispo Thomas Tobin, de Rhode Island, que no es progresista.
EliminarAhora me doy cuenta del porqué Bergoglio tomó el nombre de Francisco. Al diablo le gusta invertir las cosas sagradas. Pues bien, Inocencio III soñó que San Francisco salvaba la Iglesia. Juzguen ustedes.
ResponderEliminarLo que dice el Papa no satisface a nadie. Ni a los católicos ni a los homosexuales que ejercen su inclinación. Ya hace una década querían "matrimonio, no unión civil", y les dieron lo que querían.
ResponderEliminarNo gana nada diciendo esto, ni para bien ni para mal. Sólo pierde.
No hay problema, en cualquier momento sale la Conferencia Episcopal Argentina a repudiar estas declaraciones y a poner las cosas en su lugar.
ResponderEliminar18:09 Tampoco hay que hacer leyes para que hereden, eso es algo que ellos pueden solucionar de la misma forma que cualquier pareja hetero que no está casada por civil y es poniendo todo a nombre de los dos.
ResponderEliminarAnónimo 20:21: Claro que sí. Tiene usted razón.
ResponderEliminarJavier P.: acuerdo con su comentario. Y ya lo he agregado al artículo.
ResponderEliminarCoincido con Emilio. El diablo busca venganza/burla sobre el Santo de Asís.
ResponderEliminarCristo le dijo al Santo: Restaura mi Iglesia.
El Demonio le pudo haber dicho a Jorge Mario: Destruye su Iglesia.
Y las actitudes que tiene Bergoglio no dejan de ser parodias de San Francisco: la pretendida humildad, la pobreza, la ecología, ahora lo de tutti frutti.
Y además, hay que tener en cuenta que, según se dice en las primeras biografías del santo, estando Fray Pacífico un día en oración con San Francisco, tuvo una visión del Cielo, y le fue mostrado un trono vacío. Y Dios le reveló que ese trono había sido de Lucifer, y que lo iba a ocupar San Francisco por su gran humildad.
Como para que el demonio no le tenga bronca al pequeño gran santo de Asís.
Alfonso Jesús Vivar
1 - el primer párrafo (acoger al homosexual en la familia que integra) es correcto. El segundo (alentar la Unión civil) prescinde de todo pudor papal. No solamente opina respecto de un espacio civil que no es de su competencia sino que se ha desligado de la cristiana enseñanza de la sexualidad humana, en castidad y en matrimonio sacramental. Pensemos cómo insertará este buenismo inmoral al interior de su propia esfera, la Iglesia. ¿Veremos bendiciones sacerdotales de estas uniones como las vemos en segundos matrimonios de separados? Si los encuentros ecuménicos pueden generar confusión lo hacen en menor medida por su escasa difusión. Amoris Laetitia ya es un grave daño documentado y bajo firma papal. El documental ya ha levantado polvareda mundial y difusión a niveles mayúsculos y la confusión es aún mayor que bajo lo ecuménico. Aquellos eventos no cambían la moral cristiana ni afectan al concepto del pecado como estas intervenciones de Francisco. No necesita documentos. Actúa sembrando troyanos, a pie de página, declarando a los medios o en un documental. O no dando por o el Sínodo Amazónico. La confusión que genera sobre la moral católica y el pecado es devastadora y se introduce en la Iglesia y la feligresía como un virus troyano
ResponderEliminarLo único que va a lograr el papa es que los jóvenes fervorosos con fe de converso que se acerquen a la Iglesia como reacción al estado actual del mundo, terminen haciéndose ortodoxos rusos o sedevacantistas o algo así.
ResponderEliminarPara ACIPrensa, Opus o el movimiento que sea que intente negar lo que el Papa quiere que se divulgue que dijo, les vendrá bien leer la palabra de Mons. Tucho:
ResponderEliminarhttps://www.infobae.com/opinion/2020/10/21/bergoglio-siempre-tuvo-esta-opinion/
Busca confundir sin atacar la doctrina en si, puede ser que sea para dar "prensa" y que se hable de él, ahora si es así que triste y nefasto, no?
ResponderEliminar23:27 Asís fue tan nociva como cualquier cosa que haya hecho bergoglio.
ResponderEliminarReproduzco la explicación de un numerario español (circula por whatsapp), que da cuenta de cómo están las cabezas conservadoras y su voluntarismo reciamente aplicado a racionalizar el dislate:
ResponderEliminar"No pocos me habéis preguntado por las palabras del Papa sobre las uniones civiles de homosexuales, que casi toda la prensa presenta como una ruptura con la posicion de la Iglesia hasta ahora.
Lo primero que cabe decir es que esta idea no es nueva, y Francisco ya lo comentó en un libro de 2018. https://www.google.com/amp/s/es.aleteia.org/2018/04/24/papa-francisco-llamemos-a-las-uniones-del-mismo-sexo-union-civil/amp/
La prensa siempre busca novedades impactantes. Y los "progresistas" dentro y fuera de la Iglesia siempre celebran cualquier paso hacia el cambio de la doctrina de la Iglesia.
Lo segundo, es conocer lo que ha dicho esta vez, para lo cual os adjunto el video. Es obvio que falta contexto -y las citas del libro en el link anterior aportan un poco: la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio entre hombre y mujer.
Dicho esto es verdad que lo que dice el Papa al menos suena claramente distinto de lo que venía diciendo la Iglesia, por ejemplo en este documento de la congregación de Ratzinger exactamente sobre el tema. http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_20030731_homosexual-unions_sp.html
En cualquier caso el motivo para el "no" a las uniones civiles homosexuales según ese documento es doble: a) la defensa del matrimonio (no crear figuras que debiliten la imagen del matrimonio como unión procreativa entre varón y mujer). Y b) no confundir sobre la moralidad del comportamiento homosexual (como sabéis la Iglesia enseña que el sexo debe estar restringido a la unión procreativa entre varón y mujer unidos por el vínculo indisoluble del matrimonio).
No me queda claro qué tiene el Papa en concreto en la cabeza para esas uniones civiles. Pero mucha gente nada sospechosa ha considerado siempre razonable que haya una fórmula civil que regule la convivencia no marital (hoy tan habitual), al margen de la intimidad sexual que pueda haber (es decir, sin trazar una analogía con el matrimonio), y por lo tanto un marco en el que cabrían homosexuales, o dos hermanas solteras, por poner un ejemplo.
Pienso que el Papa tiene una visión de la jugada por la cual esas inquietudes sobre los efectos "indirectos" de las uniones civiles sobre la idea de matrimonio y de la moral secual son exageradas, o quizá ya no proceden (pues la regla es ya casi el matrimonio homosexual, que él sigue sin aceptar). Leído en clave civil el Papa en realidad estaría pidiendo la cancelación el matrimonio homosexual. Pero eso no es noticia. Ni tampoco es el mensaje que él quiere dar, que es más de comprensión y cercanía con esas personas, y búsqueda de soluciones razonables.
En fin, que no hay que ponerse nerviosos. Aunque no niego que tener que aguantar que el "progresismo" celebre que la Iglesia "al fin se adapte a los tiempos"... siempre es molesto. Pero lo hemos visto muchas veces. Non praevalebunt! El Papa es la roca que ha dejado Cristo. Roca humana, con debilidades y errores y opiniones que no siempre hay por qué compartir, pero con la garantía del Espíritu."
¡El papa haciendo injerencia claramente en asuntos que son exclusivos de la autoridad civil! ¿Eso no es clericalismo de ese que repudia el pensamiento moderno? ¿Por qué entonces, todos aquellos que se escandalizaban cuando la Iglesia opinaba sobre leyes y exigían la estricta separación Iglesia-Estado callan ahora o más bien están encantados?
ResponderEliminarTodo esto es muy muy asqueroso. Quien no quiera ver que la silla de Pedro está ocupada por alguien que sólo pretende congraciarse con el Mundo olvidando todos sus deberes trascendentes es que es un ciego voluntario.
Podemos buscar todos los silogismos y explicaciones canónicas complicadas. Los enemigos de Cristo y su Iglesia son los que lo ven más claro. Y se regocijan.
Gesto hacia las hienas germanas y también hacia Biden y su campaña ya casi demolida por la corrupción propia y de su partido. Bergoglio sabe que Trump va por él y su pacto ruín con China y los negocios de lavado internacional que ya hicieron explotar a Becciu.
ResponderEliminarEn lo práctico para el fiel común, en estas horas he visto una fiesta del mundo y dolor inmenso en muchos inclusive progres soft católicos, hijos de fanáticos del novus ordo. Escándalo.
Y una precisión de Viganò de no menor importancia: un plan para buscar el cisma y barrer a esos contras, dando sus cabezas a sus mecenas ávidos de algo antes que Saruman pase al recuerdo (malo).
En fin, esto de Viganò calzaría muy bien con la voluntad de destrucción final psicopática del enfermo.
Como resumen acorde al tiempo y al sujeto: Amoris Chorizia per Tutti.
El Ignoto
Francisco dice que las parejas homosexuales tienen derecho a estar cubiertas legalmente.No habla de matrimonio homosexual ni tampoco habla de unión civil.
ResponderEliminarCuando el director le pregunta si un homosexual puede llevar a sus hijos a la iglesia, le responde:
“Las personas homosexuales tienen derecho a estar en la familia, son hijos de Dios, tienen derecho a una familia. No se puede echar de la familia a nadie ni hacerle la vida imposible por eso. Lo que tenemos que hacer es una ley de convivencia civil, tienen derecho a estar cubiertos legalmente".
La propuesta de Francisco no es equiparar la convivencia de dos personas homosexuales al matrimonio, ni tampoco promover su unión civil, sino mostrar que todas las personas tienen igualdad civil de derechos hereditarios.
Cualquier intento de una hermenéutica de medias verdades para convertirlas en verdad, termina siendo una falacia...
EliminarA ver, quiero hacer unas consideraciones al respecto de esto.
ResponderEliminar1ª. No es una sola entrevista en que diga eso. Son dos entrevistas no hechas para e dicho documental, que el que ha hecho el documental ha cortado convenientemente.
2ª. La primera parte es del 2019, en que dice que no hay que rechazar a un hijo por ser homosexual e incluso habla de llevarlo a profesionales de tipo psiquiátrico en la misma entrevista. La entrevista es esta: https://www.youtube.com/watch?v=fzTz0mWo1D0&start=3391 , puesto en el momento en que dice la frase, para más contexto, ir unos minutos atrás de donde empieza.
3ª. Respecto a la segunda parte, habla de convivencia y no de unión. Algo significativamente distinto. Habría que ver qué implicaría realmente eso, por ahora no he tenido la entrevista completa para ver el contexto. Pero de primeras, una ley de convivencia civil podría aplicarse a hermanos que comparten casa, compañeros de piso y demases. Cosa que no caería dentro de lo que es una unión civil entre personas del mismo sexo.
Creo que hay que clarificar qué significaría esa "ley de convivencia civil". Donde sí se podría caer en errores criticados en este documento: http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_20030731_homosexual-unions_sp.html
Hay que rezar por nuestra conversión.
Claro... Rezar por nuestra conversión porque él está hablando bien y nosotros lo criticamos. Ay! Qué ingenuo! Busca salvar lo insalvable! Desde ya, haber un documental en estos tiempos siendo Papa, por más verdades que diga, sería un pésimo ejemplo.
EliminarBergoglio sin necesidad de una persecución abierta y sangrienta inciensos los ídolos sin pudor y a los ojos del mundo. Eso hace. En tiempos mejores eso se llamaba apostasía.
ResponderEliminarHilbert
Muy bueno, don Wanderer. También su artículo sobre el papa psicópata enlazado al final. En la acotación se ha deslizado el gerundio «hipnotizando» donde probablemente vd. quiso decir «hipotetizando».
ResponderEliminarPura zaraza Bergogliana...
ResponderEliminarA los que quieren minimizar las expresiones de Francisco me parece que las palabras de Tucho Fernández pueden ilustrarlos: "Esto (derechos hereditarios, etc.) puede estar contemplado en la ley y se llama 'unión civil', o 'ley de convivencia civil', no matrimonio. Bergoglio siempre tuvo esta opinión, e incluso años atrás hubo una discusión en el Episcopado argentino, en la cual Bergoglio defendía esto, pero perdió".
ResponderEliminarEl tema del alcance de esto lo dice Wanderer en el post. Un Papa, que vive pendiente de los medios, prefiere estos 'gestos' a una declaración solemne.
Y todo el dijo, no dijo, cuándo dijo es distractorio. Lo mismo que las entrevistas de Scalfari. Por otra parte todavía no apareció la habitual desmentida del vocero. Habrá que ver qué dice Andrea Tornielli.
Pero la clave de lectura es ésa.
Osea, que al final la Iglesia lleva 20 siglos con la teología equivocada...
ResponderEliminar(y seguramente con la ecología equivocada)
Hoy el dogma es otro; y quien lo define tambien...
¡Bueno es saberlo!
Pues si está equivocada es que no es verdadera.
¡Más claro, agua!
Cañizares muestra su apoyo al Papa tras las declaraciones sobre el matrimonio entre homosexuales:
ResponderEliminarhttps://www.lasprovincias.es/comunitat/canizares-muestra-apoyo-20201022125508-nt.html
No estoy de acuerdo con que la primera parte sea correcta. Un padre tiene todo el derecho del mundo (más derecho que el Papa a los ojos de Dios) a expulsar a un miembro de su familia que tenga un comportamiento escandaloso y que pueda ser ejemplo pernicioso para los hijos. Por ejemplo.
ResponderEliminarMe parece muchísimo más grave esos dichos del Papa que los de la "convivencia civil" y su "protección legal". Lo cual es una estupidez que ya expresó muchas otras veces, incluso acá en la Argentina siendo arzobispo de Buenos Aires. Si quieren estar económicamente protegidos los trolos, que armen una SRL y listo. El Papa no tiene nada que opinar al respecto.
Qué buena manera encontró este director ruso para promocionar su documental!!
ResponderEliminarxD
Me ha llamado la atención el comentario apologético opusino que reproduce 4:22. En los primeros años del pontificado de Francisco eran muy frecuentes, por parte de católicos neocones, intentos como este de «salvar» las declaraciones desafortunadas del Papa mediante una «hermenéutica» que las hiciera pasar por ortodoxas, aunque la interpretación benévola fuera infiel a la mens del Papa claramente manifestada con hechos y palabras. Sin embargo, bastaron pocos años (y unos cuantos desmentidos con los que Bergoglio humilló a sus intérpretes neocones reafirmando el sentido heterodoxo de sus deposiciones) para que, al menos los opusinos, abandonasen ese deporte. Últimamente ya no intentaban justificar los disparates pontificios.
ResponderEliminarMe choca que lo hagan en este caso. Ya no estamos en el lejano 2015... Así que me malicio en el apologista una intención distinta de la de justificar cualquier cosa que diga el Papa. Eso ya lo dieron por imposible hace tiempo.
Y me he acordado de otro caso, ocurrido con Benedicto XVI y que guardaba cierto parecido (salvada la enorme distancia que separa al bávaro del porteño): aquella frase tan escabrosa sobre el condón y el «prostituto». Entonces los exegetas opusinos se lanzaron a defender la desafortunada frase del Papa sosteniendo una interpretación que resultaba, a la vez, heterodoxa y ajena a la mente del autor. Y quedó bastante claro que no lo hacían por mera papolatría sino con intención de arrimar el ascua a su sardina, avalando con la autoridad pontificia ciertas nuevas enseñanzas de su movimiento en materia moral. Isaac García Expósito dedicó al tema este artículo, que recibió comentarios de Ludovicus y Martín Ellingham.
A mí me parece que con esto de las «uniones civiles» está ocurriendo lo mismo.
El matrimonio fue por siglos una institución social y moral, nunca creada por ley, y que solo indirectamente tenía consecuencias jurídicas. Así entre los romanos, para quienes solo importaban en derecho los poderes patrimoniales del paterfamilias y la sucesión hereditaria.
ResponderEliminarEn la edad media occidental y tiempo posterior solo existe el matrimonio de la Iglesia, paralelo a las barraganías y otras figuras de concubinato más o menos toleradas. Es en Bizancio donde el Estado imperial regula los matrimonios y usa a los clérigos como oficiales, lo cual incluyó en la legislación canónica de Oriente más tolerante con el divorcio.
En estricto rigor, lo que dice Bergoglio poco debería importar a quienes creemos que no toca al Leviatán decir quien está casado y quien no (no se ofendan los aún defensores del estatalismo nacional-catolico). Lo gravísimo es la confusión que genera en el vulgo que no distingue, pues claramente será entendido como un cambio en la moral sexual e incluso en la dogmática sacramental, y el ilusorio no creer que esa confusión se daría.
Es verdad la distinción legal que dice un anónimo por ahí. Pero supuesta la protección legal que ya tienen con las leyes vigentes como otros traen a colación. Pero un punto de los miles que se pueden sacar de las expresiones del Papa es la naturaleza de la ley. Se puede tolerar el mal. Pero no legalizar. Y así simplemente leída da la impresión que la ley ha perdido la capacidad de ilustrar las conciencias. Y supuesto que es el papa quien lo dice... Mejor que se calle
ResponderEliminarDejémonos de marear la perdiz con lo de la protección legal.
ResponderEliminar¿Y si son dos amigas ancianas que viven juntas simplemente para ahorrar gastos sin ser tortas y se muere la dueña del departamentito, también tienen que unirse en "convivencia civil" para que la amiga sobreviviente no quede en la calle?
No pequemos de idiotas. Bergoglio está reconociendo, con otro nombre, el matrimonio gay "por lo civil".
Me parece diabólico, cuando en los videos Bergoglio, solo con algo de disimulo, insulta a nuestro Señor y, luego, esboza una risa escondida.
ResponderEliminarA pesar que, comparado con ustedes, soy un ignorante que debiera callar, no me parece que sea un "porteñito adocenado". Evidentemente es siervo del demonio y no hay que olvidar que ese ángel caído es instigador y cómplice de ríos de sangre.
¿Si es tan poca cosa, por qué destruye la Iglesia a vista y paciencia de muchos que notoriamente son más que él?
"«El señor alabó al administrador injusto porque había obrado astutamente, pues los hijos de este mundo son más astutos con los de su generación que los hijos de la luz. (Lucas 16, 8)"
- Bíblia Católica Online
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dice: tienen derecho a "estar en la familia"...
ResponderEliminarPeor que los disparates de Francisco son los innumerables papolatras que ni viendo la entrevista aceptan la realidad. La Iglesia está superpoblada de idiotas, y eso hace más peligrosa la crisis de Fe generalizada.
ResponderEliminarA raíz de éste desliz pontificio, mí me asusta bastante a futuro y usando un poco la imaginación con la ventana de Oberton, la puertita abierta a la comunión eucarística de los llamados divorciados vueltos a casar en Familiaris Consortio N*84 quinto párrafo, más si le sumamos Amoris Laetitia N*305 y su nota a pie de página N* 351... y un Papa alemán no ratzingeriano que extienda por analogía su aplicación a parejas del mismo sexo (pues ambas situaciones contradicen la ley divina), que resultados podríamos obtener? Y si, lo que muchos tememos y hoy nos parece imposible.
ResponderEliminarDice W:"Es un pragmático puro de baja calidad —es peronista— y cargado de una monstruosa ambición de poder".
ResponderEliminarEl mundo entero aprendió cómo es un peronista, en Argentina o en la Iglesia. ¡Por sus frutos lo reconocereis!
Existe la figura jurídica de la donación si quieren dejar algo a otra persona ajena a la familia. Y habiendo tareas y temas tan importantes para predicar en pos de convertir a las almas , era necesario hacer un revuelo con la "herencia" de los homosexuales, porque no nos engañemos solo buscan obtener un provecho material.
ResponderEliminarTengo entendido que el filósofo y teólogo Francisco Suárez escribió sobre el hipotético problema de un Papa que incurriese en herejía.
ResponderEliminarBien por Falstaff!! Corto y contundente.
ResponderEliminarY La guardia suiza no puede armar un golpe de estado y re instalar B16 ? Manda Bergoglio a exilio en la embajada vaticana en Polonia.
ResponderEliminarSi, el hace esas declaraciones donde sabe que no lo pueden tratar de hereje, es un lobo.
ResponderEliminarNo hace escritos, ni homilias, tira esos bocadillos donde sabe que nadie lo puede tocar.
Lo mismo cuando habla con Scalfari, el ateo, la misma estrategia.
¿Habrá cursillos parroquiales o diocesanos de preparación para la unión civil ? Por connaturalidad afectiva algunos monjes y clérigos podrían tomar la iniciativa
ResponderEliminarHay que pensar en serio en la tesis de Sede Impedida.
ResponderEliminarWnaderer, me gustaría saber qué piensa acerca de eso.
Yo la considero razonable, desde luego mucho más que los diversos tipos de sedevacantismos tradilocos.
Es el punto de vista de Jorge Mario Bergolgio, no del papa Francisco, o sea, es una opinión personal de alguien que quiere quedar bien con Dios y el Diablo - sus palabras son música para la progresía y para los cristianos de buena voluntad.
ResponderEliminary para los cristianos de buena voluntad.
ResponderEliminar24 de octubre de 2020, 11:27
¿en serio??
Es un comentario jocoso, seguro, pues es un disparate
EliminarNo puedo hablar sobre lo que no sé. Y, sin duda, poner en cuestión la enseñanza de un papa, pone sobre el tapete una cuestión muy delicada que excede las posibilidades intelectuales de un católico de mediana cultura, y con mayor razón de la mía. Lo cual, más bien me mueve a callar. Pero, no porque consienta o apruebe, sino porque, no tengo las luces para resolver problema tan gordo. Considero que es muy difícil acertar con la respuesta más prudente ante tan grave coyuntura. No obstante, si tengo claro que cuando algo se cuestiona, lo más razonable es retroceder hasta adoptar las conductas de los santos en los tiempos de crisis. Tampoco considero que, con las debidas providencias, no se deba hablar sobre el tema. Sí, que se debe hablar. Pero que hablen los que sepan. Y que los demás callen, escuchen a los que saben y aprendan. ¿Qué hago por el momento? Considero que lo mejor, es levantar nuestra azorada cabeza para dirigir nuestra atención hacia Dios Padre con decidido ánimo contemplativo de la verdad, con inequívoco espíritu de humillación y de penitencia pedir, pedir y no dejar de insistentemente al Padre celestial que nos envíe la luz y la fuerza que sólo el Espíritu Santo nos puede brindar. ¡Christus vincit! ¡Alabado sea Jesucristo!
ResponderEliminaranónimo de las 11:27
ResponderEliminarme recuerda a la condenación al Papa honorio
Lo que no dice el Santo Padre s.j. es sí los homosexuales casados por lo civil van a vivir castos o van a cometer pecado de sodomía.
ResponderEliminarY no una vez, sino muchas veces, porque la proximidad produce facilidad.
(no me pregunto si alguien viviendo públicamente en pecado puede recibir la comunión:
Las comuniones luteranas, anglicanas y calvinistas sí, naturalmente, porque esa comunión no es un sacramento y la forma de pan acimo sigue teniendo la misma substancia)