En las próximas semanas se publicará el documento final surgido del sínodo alemán y que se presume catastrófico. El obispo de Ratisbona lo ha calificado de herético y nada menos que el cardenal Kasper de “no católico”. Este acontecimiento, que nosotros por ahora vemos de lejos, es indicativo de la situación real en la que se encuentra la Iglesia católica en la actualidad: la irrelevancia, con una fuerte tendencia a su desaparición. En un estudio reciente llevado a cabo en Alemania se concluye que sólo al 12% de la población, incluidos los católicos, les parece que la religión tiene alguna importancia en la sociedad. Es decir, al 88% les da lo mismo que la Iglesia exista o no exista, y si siguen saltando los escándalos de los últimos años, no sería raro que prefieran directamente que no exista. Seguramente los porcentajes serán distintos en Europa del sur, en Estados Unidos y en Iberoamérica, la fantasiosa reserva de la Iglesia, pero ¿cuánto más? ¿20%? ¿25? Sí, en el mejor de los casos.
Estos datos los he tomado de un video del P. Santiago Martín que recomiendo vivamente. Y este sacerdote, que no es un tradicionalista, concluye: “La nueva Iglesia ha fracasado”. Y es que, si después del Concilio Vaticano II la Iglesia, que ya estaba en retirada, adoptó la estrategia de adaptarse al mundo para permanecer en el candelero y no perder fieles, esa estrategia se ha revelado como un error espantoso que nos ha encaminado a la presente situación de extinción.
Y no es necesario recurrir a estudios sociológicos o a costosas encuestas realizadas por consultoras internacionales. Basta visitar los domingos —no digamos los días de semana—, las iglesias: están vacías. Y lo mismo en Europa que en Argentina. La poca gente que aún iba antes de la pandemia, ya dejó de hacerlo por efecto del pésimo manejo que hicieron los obispos de las cuarentenas decretadas por los gobiernos. Un lector comentaba en la entrada anterior del blog: “En la parroquia donde yo concurro, ayer domingo en misa sólo éramos siete más dos del coro, el cura casi se puso a llorar. Y motivos no le faltan porque cualquier secta de esas que proliferan por ahí reúne mucho más gente”. Y esta no es una situación privativa de Argentina. Es la situación que se observa en todo el mundo.
Pero el problema se agrava porque la jerarquía de la Iglesia, comenzando por el Sumo Pontífice, no reconoce la gravedad terminal de la enfermedad y propone incrementar las dosis del mismo remedio que ya probó su efecto nocivo. Recuerdo, solo para poner un ejemplo entre tantos, lo dicho a los jesuitas eslovacos:
Por eso hoy se vuelve al pasado: para buscar seguridad. Nos asusta celebrar delante del pueblo de Dios que nos mira a la cara y nos dice la verdad. Nos asusta seguir adelante con las experiencias pastorales. Pienso en el trabajo realizado en el Sínodo de la familia para hacer entender que las parejas en segunda unión ya no están condenadas al infierno. Nos asusta acompañar a gente con diversidad sexual. Tenemos miedo de las encrucijadas de las que nos hablaba Pablo VI. Este es el mal de este momento.
Bergoglio insiste con que el adulterio ya no es pecado y en el “acompañamiento” a las personas con diversidad sexual como signos de esta “nueva Iglesia” “en salida” que ha probado ser un completo fracaso. Muy pocos son los adúlteros interesados en ir a misa o en comulgar, y menos aún los diversos sexuales. Ambos saben bien qué tienen que hacer para ser salvos: más vale arrancarse un ojo y entrar tuerto en el Reino de los Cielos, que irse con los dos ojos al infierno.
La catástrofe actual de la Iglesia no es culpa de Francisco. Lo hemos repetido aquí infinidad de veces; son problemas que se arrastraban desde hacía décadas y que se resolvieron mal sistemáticamente. Pero sí es su responsabilidad la hecatombe que se prevé en un futuro próximo. Hace un par de días, un medio laico calificó a Bergoglio como “el Papa más ridículo de la historia de la Iglesia” y como “tonto”, y ya dimos cuenta aquí que aún sus amigos más cercanos lo han dejado solo. El rey está desnudo y ya no sólo el niño se ha dado cuenta.
Considero que es tarea urgente y grave responsabilidad de los obispos, encargados por Nuestro Señor del gobierno de la Iglesia, sentarse a pensar seriamente qué hacer para encontrar una salida que tenga un mínimo de garantía de éxito. El pontificado de Bergoglio está ya terminado y fracasado. No se puede insistir por esa vía. El problema es lo vendrá después de él. Ya ha quedado claro que la crisis de la Iglesia no se arregla refosilándose con el mundo y juntando multitudes en las JMJ o en los viajes pontificios. Esas fueron ingenuas esperanzas de los ’80 y ’90 que han quedado sepultadas.
El P. Martín, al final de su video, explica que en su opinión la solución exige la unidad. Y estoy de acuerdo. El problema es que cómo se logra.
Que buen artículo. Si Kasper considera que hay algo herético, cómo debe de ser. Este tema ya ha pasado del drama a la comedia.
ResponderEliminarEl problema de gente como el padre Martín, es que podrían ver el edificio derrumbándose y seguiría diciendo que la culpa la tiene el ingeniero calculista por no estudiar danza árabe. Esa gente es más el problema que la solución. Mi impresión es que el engendro conciliar se va a auto fagocitar y Francisco, simplemente, está acelerando el proceso. Y luego, van a quedar pocos, muy pocos, pero de los buenos y de ahí partir.
Gracias Papa Francisco por favor concedido.
Estimado... vaya usted y de la cara como el P. Martin y verá como lo ponen a bailar danzas arabes... hagalo con nombre y apellido en un video y le aseguro que será parte de la solución...
EliminarAsi que los obispos tienen que "pensar seriamente qué hacer para encontrar una salida que tenga un mínimo de garantía de éxito". ¿Cuántos de esos obispos son aún peores que Bergoglio? ¿Cuántos de ellos son homosexuales y practicantes como cuenta Martel? ¿Esta jerarquía es la que nos tiene que sacar del atolladero? Eso si es ser ingenuo.
ResponderEliminarSiento dar malas noticias, pero las religiones verdaderas tienen todas prohibiciones (entre otras muchas cosas). Es un problema de Ciencia, no de Filosofía o de opinión.
ResponderEliminarPor tanto si se empeñan los tontos del Concilio en quitar las prohibiciones ("quién soy yo para condenar") simplemente se quedan sin religión y por ende sin Iglesia.
Afortunadamente tenemos el Islam, que no tiene a estos ilustrados, intelectuales y opinionators de pacotilla s.j.
Hoy, en el blog The Federalist, Auguste Meyrat publica su "How turning Christianity into a "nice people club" is destroying the Church"
ResponderEliminarMerece la pena echarle un vistazo.
Dos apostillas a dos afirmaciones leídas aquí:
ResponderEliminar...en su opinión la solución exige la unidad. Y estoy de acuerdo. El problema es que cómo se logra.
En la Iglesia el único factor de unidad lo impuso el Mismísimo Jesucristo: la Fe. No hay otro modo: la unidad es sobre la Fe. Ahora bien, si seguimos pensando que a cada generación hay que preguntarle qué o cuál es la Fe, estamos amolados.
Y otro: ... las religiones verdaderas tienen todas prohibiciones (entre otras muchas cosas). Es un problema de Ciencia, no de Filosofía o de opinión.
Esta afirmación es un increíble disparate, al menos en gran parte. No existen "religiones verdaderas" en plural. Por definición, una religión es la verdadera, la única, o no lo es y, consecuentemente, es falsa. La religión verdadera sólo puede ser UNA; luego, no hay "religiones verdaderas".
Y que tengan o no prohibiciones no es un signo característico de ser una religión, sino acaso de no serlo. La Religión Católica, que es la verdadera, no tiene "prohibiciones" en el sentido de caprichos de sus autoridades circunstanciales: Como religión verdadera, pende de la Sabiduría Divina, dentro de la cual está la Moral. Por eso se dice que "la moral es increada", porque existiendo en la Sabiduría de Dios, es eterna como Él. Por consiguiente, hay cosas que deben hacerse y otras que deben evitarse para permanecer -los bautizados, no cualquiera- en la participación de la vida Trinitaria en este mundo, y alcanzar su plenitud en la venidera.
Si a Bergoglio o a quién fuera le gusta modificar la Moral, no viola las prohibiciones sino que se burla de la Sabiduría Divina y corre alocadamente hacia su perdición, por que de Dios, nadie se burla.
Empezar por no contradecir estas sencillas verdades, es comenzar a andar el camino de la unidad en la Fe.
Algo que de momento -y en esto concuerdo con W.- hay que ver cómo se logra, porque el instrumento por antonomasia para llegar a ese fin, que es el Papado, está profundamente escorado.
Bravo!!!!
EliminarEstimado anónimo 10:39
ResponderEliminaren varias entradas le leo algunos comentarios donde hace referencia a "religiones verdaderas". Le pido si por favor puede aclarar a qué se refiere con la expresión: ¿son religiones que tienen pretensión de exclusividad? Es una categoría que no conozco.
Saludos
G.
Religiones "verdaderas" desde el punto de vista etnologico.
Eliminar(honestamente "verdadero" no es una palabra científica, pero sí muy ilustrativa)
Toda religión "verdadera" tienen la pretensión de exclusividad, porque si no no sería verdadera.(seguro que en lógica formal esto es un axioma)
Se suele oponer religiones universalistas (cristianismo, Islam...) a religiones étnicas (judaísmo, los cultos religiosos griegos y romanos de familia y de ciudad), sin embargo estos últimos también son excluyentes: Si sales del culto, sales de la familia o comunidad ciudadana.
La razón es porque la religión cumple en la persona/grupo social unos beneficios determinados; y si no los cumple es que no funciona: No son útiles o son falsas.
Tiene que saber que en marketing comercial un truco común para posicionar o vender el producto es declararlo "diferente" o resaltar su "diferencia". Y si no existe, literalmente se inventa.
EliminarEl marketing es el conjunto de "trucos" (técnicas") originados en las ciencias psicológica y sociológica sistematizados para ser usados en la venta efectiva.
No es algo a tomar a broma ni a rechazar por "comercial", sino una cosa muy seria y demasiado efectiva (literalmente nos manipula para comprar)
Esto significa que la Religión Católica es "diferente" (por ser verdadera, por haber sido fundada por Cristo en persona, por sus miles de Santos, por sus sacramentos que ayudan a la salvación..., porque es la única que salva etc, etc, etc)
No puede haber por tanto ningún ecumenismo, ni poner todas las religiones y culturas a la misma altura, ni dejar a un lado el proselitismo.
Esas son las razones por las que con el Concilio ha ido todo mal:
Han destruido una a una todas las características que la Ciencia dice que tiene que tener una religión.
?Usted ve que hagan esas estupideces en el Islam?
?No?
Porque el Islam, hoy por hoy es una religión "verdadera".
Por cierto, que uno de los beneficios que da una religión a sus seguidores es la seguridad (por ejemplo, en el Islam a sus adeptos)
Nunca puedes dar seguridad si no eres verdadera o eres como las demás.
Ídem respecto a la sociedad formada por los creyentes y que al reafirmarles en su fe les protege: La relación es mutua.
Eso explica la malaise de las sociedades occidentales (una de las causas, no todas)
Porque digan lo que digan los ilustrados, las actividades humanas se practican, no se piensan o se opinan. Y si se quiere sobresalir en cualquiera (ej tocar el violín, rezar...) hay que practicar con concentración e intención. Durante mucho tiempo (10 años, para ser precisos).
Pensar impide concentrarse y además trae dudas, inseguridades; lo que para ciertas actividades, no sólo para la religión, es letal.
Cuando el asunto es la salvación eterna, hay que ser más precavido.
Y cuando están en juego la supervivencia de las sociedades cristianas, todavía más.
Señor mío, ya se habrá dado cuenta que no está el horno para bollos: No podemos seguir igual.
Sólo un matiz que puede aclarar el tema:
EliminarLa única religión verdadera es la Católica mientras pueden haber verdaderas religiones (que actúan cómo tales aunque sean falsas: tienen dioses, culto, dogmas y leyes en una palabra, intentos de re-ligare) frente al carácter de artificiales que tienen muchas de las actuales (políticas, económicas, culturales que obran como si lofueran pero sin reconocerse como tales). Creo que van los tiros por aquí.
Las razones reales por las que el Cardenal Kasper, que es progresista y amigo de Bergoglio, no apoye públicamente ese documento no es precisamente porque "el documento no es católico" o es "herético".
ResponderEliminarLa única razón la dio Bergoglio a los obispos franceses en su visita ad limina:
No forzar las cosas porque la oposición conservadora católica en Estados Unidos es muy poderosa y hay un riesgo cierto de que se separen de Roma.
Por tanto hay que hacer las cosas poco a poco, con malicia, como lo han ido haciendo hasta hoy, para no levantar sospechas y llevarse así el gato al agua.
Tengo que decir que los norteamericanos tienen una idea muy personal de su libertad y de su dinero, además de que está en sus genes unirse, poner dinero y administrarse para lograr un fin. Los norteamericanos católicos conservadores, sean muchos o pocos, no tragan a Bergoglio, al que públicamente llaman "payaso"; ni sus "herejias".
Esto significa que Kasper podrá parar por un año o dos la decisión de los obispos heréticos.
Pero nada más.
En un momento en que los obispos y los sacerdotes norteamericanos están totalmente desprestigiados por los escándalos de pederastia y homosexualidad, la quiebra financiera de muchas de estas diócesis para pagar las indemnizaciones y el apoyo publico de los obispos al marxismo cultural, Biden, que se ha quemado con lo de Afganistán, la inmigración masiva, que también va a estallar...tarde o temprano, si han de elegir, eligiran ka virtud al vivio y la sana doctrina sobre Bergoglio.
El caso es que los Estados Unidos junto con Alemania son los grandes contribuyentes a la Iglesia.
Sin la aportación norteamericana el Vaticano se hunde.
Benedicto XVI, como sabemos, hizo en su tiempo de cardenal una prediccion que se esta revelando cierta sobre el proceso de transformacion de la Iglesia. En vez de seguir fustigandonos, por que no aceptamos como cierta esa vision y mas bien empezamos desde ya la nueva etapa para devolverle su esplendor?
ResponderEliminarBien vale pensar en las sectas de la época de Cristo, para saber que no hacer.
ResponderEliminarSaduceos y herodianos: buscaban no crearse conflictos con el enemigo, adulándolo si es preciso, no tanto para salvar la vida, sino para salvar la vida cómoda y el renombre social.
Fariseos: hipocresía. La ostentación grotesca de una vida de piedad para encubrir todas las bajas pasiones imaginables.
Zelotes: los fariseos honestos, convencidos que la solución está en convertir a la sociedad para Dios por la fuerza.
Esenios: la evasión a una secta de puros que esperan el final desentendidos del resto.
Aquí vemos retratados desde los fanáticos de la "cultura del encuentro" hasta los nostálgicos de los nacional-catolicismos. Solo me queda claro que el Evangelio no iba por ahí.
«Iberoamérica, la fantasiosa reserva de la Iglesia, pero ¿cuánto más? ¿20%? ¿25? Sí, en el mejor de los casos»;
ResponderEliminaryo diria que ya estamos en el peor de los casos, por debajo del 15%, nada mas hay que observar los siguientes ejemplos, en brazil, ya los catolicos apenas son el 50% de la poblacion, en centroamerica, exceptuando mexico, los protestantes de tipo pentecostal ya son mayoria por encima de los catolicos, y en el resto de latinoamerica los catolicos siguen disminuyendo sin parar.
Y de esos que aún se dicen católicos, no pregunte las cosas que creen (y las que no creen)... en un examen pasan directamente a no católicos.
EliminarBueno, ya Bergoglio pidió permiso por la evangelización (pagada íntegramente por el Rey de España, porque no fue gratis; y con el trabajo de miles de santos que eligieron vivir la privación e incluso el martirio para salvar almas)
EliminarEntonces, ?qué podemos esperar?
Pues intentar arreglar el error y convertir a la población al evangelismo.
Anónimo 1 de octubre de 2021, 11:26
EliminarBergoglio NO pidió ningún "permiso".
Bergoglio pidió PERDÓN.
y sí; lo mejor es que nos hagamos todos protestantes, a ver si Bergoglio, sus s.j. y las sectas nos dejan en paz de una vez.
!Señor, qué cruz!
El catolicismo latinoamericano se suicidó cuando eligió imponer la teología marxista de la liberación capitalista.
EliminarKissinger no iba a permitir de ningún modo el comunismo en el patio trasero de Estados Unidos. De ahí su apoyo a las misiones protestantes contra el catolicismo hispano.
Bueno, no será muy legitimo, pero tiene sentido que Estados Unidos intente conservar sus colonias como fuera. Y es mucho más efectivo que dar golpes de Estado, porque éstos siempre traen rechazos, no solo entre los latinos, sino en el mundo en general y en casa:
Si Estados Unidos -"Libertia" en lenguaje masonico, (Pais de la Libertad)- se creó porque no quería ser colonia inglesa, no puede tener colonias con ninguna excusa.
Don Anónimo 4 de octubre de 2021, 18:08,
EliminarEn Iberoamérica han misiones protestantes desde siempre. Aquí, en la Argentina, desde que cayó Rosas empezaron los pastores a desperdigarse por todas partes. Ya en tiempos del Gobierno de Martín Rodríguez (1820) el personaje increíble de Francisco Hermógenes Ramos Mejía intentaba convertir a los indios pampas al protestantismo desde sus estancias Las Mulas y Kakel. Fué detenido por el gobernador y obligado a recluirse en su estancia de Tapiales, cuya casa aún existe. Ni hablar de la multitud de predicadores que llegaron al país después de Rosas, alimentados por la ideología liberal. El Padre Meinvielle contaba que en su juventud había carpas de los protestantes por muchos lugares de Buenos Aires. En tiempos de Perón (1953-1955), en medio del conflicto con la Iglesia, aprovecharon a instalarse en Buenos Aires varias sectas protestantes (creo que la del abuelo de Cynthia Hotton fue una de ellas) que todavía subsisten, más o menos.
No sé si Kissinger alimentó o no el protestantismo -lo dudo, porque él es judío- ni creo que la Teología de la Liberación fuera la causa de tal embestida. Primero, porque como he demostrado, existen misiones protestantes hace más de 200 años, clandestinas o permitidas, en nuestro territorio. Y segundo, por que a los yankis la teología mucho no les interesa, salvo a ciertos sectores muy particularizados. La infiltración comunista en aquel país a partir de la Revolución Rusa y hasta nuestros días, en los niveles más altos del gobierno, es una consecuencia de esta falta de interés. A los yankis les interesa que se mantenga la propiedad privada y se proteja la platita; el resto, nada de nada. La conversa Bella Dodds ha dejado escrito como durante su etapa comunista infiltraron seminarios católicos (más de 1.000 seminaristas, homosexuales y comunistas) y altas esferas de la Administración norteamericana, sobre todo, favorecidos por el gobierno de Franklin Delano Roosvelt, de quien dijera nuestro Ignacio Braulio Anzoátegui: "cada uno tiene el segundo nombre que se merece".
Nada más.
Don Wander:
ResponderEliminarA propósito del post “La Iglesia irrelevante”
“La nueva Iglesia ha fracasado”. Y es que, si después del Concilio Vaticano II la Iglesia, que ya estaba en retirada, adoptó la estrategia de adaptarse al mundo para permanecer en el candelero y no perder fieles, esa estrategia se ha revelado como un error espantoso que nos ha encaminado a la presente situación de extinción. […] El P. Martín, al final de su video, explica que en su opinión la solución exige la unidad. Y estoy de acuerdo” (The Wanderer).
Mas la dificultad radica en que, ya el enfoque de base sobre el que se levantan los cimientos de esta nueva Iglesia está viciado de nulidad. Pues, mal se puede pretender hacer pasar por “nueva Iglesia Católica”, algo que no sólo se pretende refundar como “distinto” de lo anterior, que es, precisamente, la Iglesia fundada por el mismo Señor Jesucristo, sino porque se lo ha pretendido hacer, no ya mirando el luminoso y firme “rostro de Dios”, sino atendiendo al borrascoso tembladeral constituido por los “signos de los tiempos”.
Así lo entendió el propio Juan XXIII, en su Constitución apostólica “Humanae salutis”: 1961): “Aunque la Iglesia no tiene una finalidad primordialmente terrena, no puede, sin embargo, desinteresarse en su camino de los problemas relativos a las cosas temporales ni de las dificultades que de éstas surgen. Ella sabe cuánto ayudan y defienden al bien del alma aquellos medios que contribuyen a hacer más humana la vida de los hombres, cuya salvación eterna hay que procurar” (“Humanae salutis, 11).
Así lo entendieron los teólogos de la Teología de la Liberación: Clodovis Boff llega incluso a proponer, como alternativa, hablar de una "Teología 2" (T2), "para indicar a teología que se ocupa de todos os problemas referentes á secularidade, sobre todo dos problemas sociais" (Clodovis Boff, Sinais dos tempos, Edições Loyola, São Paulo, 1979, p. 161).
Y hoy, la situación no parece haber cambiado esencialmente. Obviamente, en los días que corren, la unidad de la Iglesia sigue siendo la clave de solución de la actual crisis de la Iglesia, pero, ¿qué unidad se puede erigir en una Iglesia, que, en el orden doctrinal, se proyecta desde la perspectiva de una tan preocupante como vaciada teología “poligonal”, donde, en nombre de un pragmatismo que, ajeno a toda especulación fundada en la contemplación de la verdad, lo que, desde el vamos, se rechaza es la doctrina sustentada por la tradición de la Iglesia? “Las distintas líneas de pensamiento filosófico, teológico y pastoral, si se dejan armonizar por el Espíritu en el respeto y el amor, también pueden hacer crecer a la Iglesia, ya que ayudan a explicitar mejor el riquísimo tesoro de la Palabra. A quienes sueñan con una doctrina monolítica defendida por todos sin matices, esto puede parecerles una imperfecta dispersión. Pero la realidad es que esa variedad ayuda a que se manifiesten y desarrollen mejor los diversos aspectos de la inagotable riqueza del Evangelio[44]”.
¡Dios protege a la Iglesia! ¡Alabado sea Jesucristo!
Desde España me permito hacer una aclaración y es que el P. Santiago Martín es como aquellos soldados que "corrían con entusiasmo en auxilio del vencedor". Años atrás censuraba a los que decían lo que hoy dice él. A ver si pide perdón...
ResponderEliminarNo se en que iglesia es que no hay nadie, después de la pandemia en mi parroquia en CABA hay cada vez más gente (excepto la de las 8 am que eran abuelos y se siguen cuidando). Pila de bautismos (duplicamos los turnos cada sábado) y casamientos hasta marzo...
ResponderEliminarPues seguro que tiene que ver con el párroco o sacerdote a cargo.
EliminarPorque efectivamente el responsable puede hacer una gran diferencia.
La Iglesia está fatal, pero hay brotes verdes por doquier aunque minoritarios. La profecía Ratzinger se va a cumplir
EliminarEl Padre Martín conoce muy bien al Cardenal Kasper, por eso es muy sugestivo que se pregunte por qué siendo Kasper un paladín del progresismo, haya decidido no apoyar las conclusiones finales del sínodo alemán que pronto conoceremos.
ResponderEliminarY su respuesta es para ponerse en guardia porque dice que Kasper tiene miedo.
¡Cómo serán esas conclusiones para que un progre como Kasper se asuste! Por eso ahora el pobre quiere recular en chancletas.
Hace tiempo vengo diciendo en estos comentarios que tanto los obispos como los laicos alemanes de católicos no tienen nada, y que ese conflictivo sínodo va a provocar un cisma catastrófico dado que muchos otros obispos por el mundo seguirán a los alemanes.
El Padre Martín corrobora lo dicho cuando dice preocupado que en Austria, Bélgica, Holanda, Suiza, y hasta en Francia, hay obispos que piensan igual que los alemanes.
Personalmente estoy convencido que cuando el cisma caiga sobre la Iglesia como un piano de cola desde un quinto piso, muchos se sorprenderán preguntando ¿qué pasó, qué pasó? Son los que hasta ahora se la pasaron mirando otro canal, viven adentro de un frasquito. ¡Lo malo es que son millones!
Los que así piensan es hora de que despierten porque hace rato que la Nave de la Iglesia navega al garete y sin timonel en medio de la tormenta. Y como están las cosas, a nadie debería extrañar que se produzca un motín a bordo.
Lo que viene después del cisma todavía no se puede ver con claridad, pero los dormidos deberían saber que hace rato venimos transitando los últimos tiempos, y si nos atenemos a lo que está escrito, debemos prepararnos para lo peor porque lo único que quedará de la Iglesia es el pequeño resto fiel que con la ayuda de Dios y la Ssma. Virgen aguantará a pie firme la persecución que cada vez resulta más ostensible.
Hay señales por todos lados, ¿cómo es posible que no las vean?
«Personalmente estoy convencido que cuando el cisma caiga sobre la Iglesia como un piano de cola desde un quinto piso, muchos se sorprenderán preguntando ¿qué pasó, qué pasó? Son los que hasta ahora se la pasaron mirando otro canal, viven adentro de un frasquito. ¡Lo malo es que son millones!»;
Eliminarcuales millones? los templos de las iglesias de austria, alemania, suiza, belgica y holanda estan tan vacias como bar sin licor para vender y consumir. esas iglesias estan muertas en vida, un cisma simpolemente acelararia la desaparicion de dichas iglesias.
Estimado anónimo de las 21:29
EliminarNo sé si está de acuerdo conmigo o lo que digo le parece un disparate, porque me dice blanco y negro a la vez.
Si usted supone que la Iglesia no vive ninguna crisis y lo de un posible cisma es un cuento chino, ¿por qué le preocupa entonces que las iglesias de Austria, Alemania, Suiza, Bélgica y Holanda están vacías y más que vacías muertas en vida? Si no hay ningún peligro a la vista ¿No le parece que tendrían que estar llenas?
Y por si fuera poco, sobre el pucho me dice alarmado que si yo tuviera razón "un cisma simplemente aceleraría la desaparición de dichas iglesias".
Por favor, primero póngase de acuerdo, si en Europa las iglesias están vacías, ¿no será porque la gente ha perdido la fe? Y si en castigo nos cayera encima un cisma como un piano de cola, ¿no sería lo más razonable del mundo?
Lo de "Iberoamérica como reserva de la Iglesia" me recuerda a un pasaje del libro de Caturelli, "La patria y el orden temporal", donde afirmaba que la Cristiandad medieval hoy se ha trasladado a Iberoamérica como designio de la Providencia. Cuánta ingenuidad.
ResponderEliminarMuy buen post. Saludos.
En la cancha se ven los pingos, dicen en la campiña criolla.
ResponderEliminarEn esta hora de pruebas, debe verse la aptitud y la valentía de los que creen -de veras- en las enseñanzas evangélicas y en las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
La Iglesia Católica Apostólica Romana, vive una crisis terminal y a pasado de ser objeto de ataques y de burlas a convertirse en una organización política y social anodina de predicadores de la religión masónica de la ONU, a la cual casi nadie le presta atención.
La influencia de Bergoglio en este estado calamitoso es indudable e innegable. Pero también lo es que no es sino el fruto de un proceso de decadencia, corrupción y levantamiento de la contra-iglesia que lleva muchísimos años de desarrollo.
¿Quién puede desconocer los escándalos financieros del IOR y de muchas organizaciones políticas y económicas que giran en torno suyo, con inversores de actividades insólitamente anticristianas y directamente delictivas?
¿Quién podía no darse cuenta de los ataques sexuales de pederastas disfrazados de curas, obispos y cardenales a tantos niños, jóvenes y personas en situación de inferioridad evidente? Era por todos sabido, visto y conocido. Y tapado o soslayado al mismo tiempo. Pese a las prevenciones de Nuestro Señor de a quién se le estaba haciendo algo malo cuando lo malo se le hacía a los niños.
¿Quien podía no ver la infiltración marxista en todas sus variantes, bajo la cobertura de una presunta preocupación social por la pobreza? Máxime cuando si hay ejemplos de fabricantes de pobres y miserables, es el comunismo el mayor exponente de las calamidades sociales.
¿Quién no podía observar la hipocresía de tantos ejemplares de la Iglesia que son sepulcros blanqueados, más que pecadores comunes y corrientes? Cobardes y acomodaticios que sólo piensan en cómo pasarla de la mejor manera y con menores dificultades con el poder mundial.
Todo eso y muchas cosas más que exceden cualquier espacio de un foro, han manchado progresivamente el rostro y el alma de la Iglesia.
La última, pero seguramente no será la final, es la traición a quienes en España, primero esparcieron el Evangelio por tres cuartes partes del mundo y después a quienes dieron su vida para que los rojos stalinistas, trotskystas, socialistas, bolcheviques, anarquistas y masones, trataran de hacerla desaparecer de la península ibérica por las armas en los años 30 del siglo 20 y por el ataque continuo y solapado en las últimas décadas a través de los medios de comunicación y educativos?
Se cosecha lo que se siembra, incluidas las malezas y las hierbas venenosas.
Sabemos que no triunfarán, pero también sabemos de los anuncios de la gran tribulación que precederá a la derrota definitiva de las fuerzas infernales.
En eso estamos. Hay que apretar los dientes y pedir fuerzas para no desafallecer, pero el huracán no amaina y estamos en el ojo de la tormenta.
Harto de Tanto Hipócrita
Tenemos que aceptarnos como minorías y organizarnos, no para tomar el poder, sino para ser grupo de presión y lograr que el Estado no nos moleste, nos deje vivir tranquilos, y nos permita educar a nuestros hijos, como hacen los menonitas o los judíos ortodoxos. No es necesario rechazar de cuajo la tecnología, los alemanes del Volga vivieron en colonias alemanas, como alemanes, con sus leyes y costumbres, con la tecnología de la época, por siglos en el medio de Rusia.
ResponderEliminarToda idea nacionalista católica está errada, y viendo al pasado desde el presente, tal vez siempre fue un error. Si hubiera sido algo bueno habría dado buen fruto, empero, los 50 años entre Roca y el golpe a Yrigoyen fueron indudablemente los mejores años para la patria. Los católicos produjimos cosas como el peronismo, tacuara/montoneros y Bergoglio. Nos van a juzgar los masones.
Fue muy revelador para mi ver estas semanas las fuertes críticas al nuevo ministro Manzur por obligar a parir a un niña de 11 años violada, con un embarazo avanzado, en vez de permitir el descuartizamiento explícito de un ser humano. Criticas tanto de la oposición como por parte del grupo duro kirchnerista. Ese es el nuevo sentido común y no tenemós nada en común con esa gente, por ende, ya no pertenecemos a la misma nación.
No rescato a Manzur, si tuviera principios, no colaboraría con esa gente.
Veo con cierta frecuencia en estos comentarios hablar del "pequeño resto de la iglesia", que supuestamente va a quedar en estos "tiempos finales". Es posible que sea verdad,y ciertamente parece que la escritura predice algo así. Pero yo tendría cuidado con dos cosas: Una: que muchos santos estuvieron convencidos de estar en los tiempos finales y al final fue que no, y de eso hace siglos enteros. Ahí tienen, sin ir más lejos, a San Vicente Ferrer, que se consideraba a sí mismo como el ángel del Apocalipsis. Si los santos pueden equivocarse, seguramente nosotros también. La confianza es para Dios, no para nuestras personales interpretaciones, por muy fundadas que nos parezcan.
ResponderEliminarDos: si queda un "pequeño resto" convendría no apresurarse demasiado a considerar que uno mismo forma parte de él. Es algo que satisface tanto nuestro narcisismo y nuestra vanidad que conviene tentarse la ropa dos veces antes de considerarse entre los elegidos.
Pero San Vicente Ferrer fue efectivamente un "ángel del Apocalipsis". Se equivocó, y no se equivocó. Pues estaba realmente cerca el final, pero surgió un movimiento de restauración que atajó la crisis. Tal vez su problema es que cree que el final está "fijado".
EliminarLe haría bien escuchar las conferencias de Castellani sobre la Parusía, por si acaso.
¡Efectivamente, Andreas! Y es la Santísima Virgen María quien puede obtener de Dios una de esas rectificaciones de su plan: un aplazamiento del final, una prórroga para la Iglesia y para el hombre, una nueva oportunidad de reforma. Es muy propio de Ella, pero supongo que solo la pedirá si le parece que la vamos a aprovechar.
EliminarQuico, dos cosas:
Eliminar1) En tiempos de San Vicente Ferrer todavía no se había descubierto América y China estaba tan lejos que parecía de otro planeta. Entonces el mundo civilizado era la Europa católica, y eso hasta por ahí nomás, porque en tiempos de San Vicente la mitad de España todavía era musulmana.
Como en aquellos tiempos remotos lo más rápido que se conocía era el caballo, el mundo era tan inmenso que parecía infinito.
Pero hoy, que sabemos que el mundo es tan chiquito como una pelotita de ping-pong porque si Xi-Jinping estornuda en Pekín al instante nos enteramos en Buenos Aires, tenemos mil argumentos para explicar por qué el pobre San Vicente Ferrer se murió sin darse cuenta que estaba equivocado.
Pero justamente por eso me parece un poco imprudente deducir que porque San Vicente se equivocó y el Apocalipsis que esperaba en el siglo XV no llegó, igual que el cuento del pastor mentiroso y el lobo nosotros también podemos dormir destapados porque en el siglo XXI el Apocalipsis tampoco vendrá.
2) No sé de dónde sacó usted que si alguno piensa que el fin está próximo es porque vanidosamente espera formar parte del pequeño resto fiel.
Yo creo tener sobrados motivos para sospechar que estos son los últimos tiempos y no por eso sueño con formar parte de ese pequeño resto fiel.
Lo que sí creo es que hay muchos despistados que están viendo otro canal y cuando el cisma alemán les caiga como un piano de cola en la cabeza gritarán alarmados ¿qué pasó? ¿qué pasó? Espero que usted no sea uno de ellos.
Mire no se en que mundo vive usted, pero en donde me toca vivir a mi la gente está sumergida en pecados gravisimos de los que en muchos casos no puede salir sin perderlo todo porque su vida está construida en torno al mal, me dirá que peco de sobervia pero no encuentro ninguna explicación para llevar una vida diferente en un ambiente tan hostil y agresivo más que Dios me halla elegido, y no es delirio místico, mire tengo otros amigos que sin ser grandes santos de altar también llevan una vida ordenada en este mundo desenfrenado y cuando hablamos se preguntan lo mismo... Porque? En mi caso particular siempre que quise hacer el mal algo me lo impidió, muchas veces cosas que parecían desgracias, me alejaron de ocasiones de pecado que no podría haber enfrentado. Con esto admito que no siempre he tenido buena voluntad y que no poseo fuerzas superiores ni mejores sentimientos que otros. Y me vuelvo a preguntar: porque me ocurre esto a mi y a otras personas no, porque otros pasan toda su vida pecando sin frenos, nada los conmueve ni los llama a Dios, es más la desgracia los hace odiar más a Dios. Porque hay gente que va a la misa tridentina y siente rechazo y otra que llega y siente que encontró todo lo que busco en su vida? Porque hay gente que tiene una infancia piadosa y otros no tienen esa gracia? Debe ser que hay elegidos entonces, sino porque hay gente que tiene pecados gravisimos y otros que no tanto? El catecismo enseña que se es cristianó por gracia de Dios, entonces si Dios te da esa gracia y no a otro es porque sos un elegido, si ves la crisis moral y espiritual de la iglesia y la sociedad es que tienes que ser un elegido, porque esa gracia no la tiene casi nadie.
EliminarDígame sobervio, fariseo, lo que quiera, no encuentro otra explicación que algunos son elegidos y otros no.
Anónimo 1 de octubre de 2021, 19:20
EliminarSi usted quiere, dejando a parte a Dios, cada uno nace en un pais determinado, en una familia determinada y en un tiempo determinado.
Si eso le favorece, podemos decir que tiene buena suerte; y si no, mala.
Como ser católico -poder salvarse- es lo más importante para el hombre, puesto que usted podría haber nacido en una familia hereje o pagana, podemos decir que usted es cristiano por la gracia de Dios.
Curiosamente ninguno damos gracias a Dios por esta gracia totalmente inmerecida (tampoco damos a Dios gracias por los padres que nos ha dado, lo que indica muy claramente la clase de tipejos que somos)
Recuerde que Dios sólo nos da la cruz que podemos llevar, por lo que sus apuros por vivir entre el vicio y el pecado no debería preocuparle, especialmente si usted no puede cambiar de lugar.
Tampoco debe compararse con los demás, porque cada cual es diferente y siempre se comparara en lo que le desfavorezca.
Le ayudará conocer gente como usted, por ejemplo en un grupo parroquial o haciendo deporte en grupo o participando en alguna actividad artística...simplemente porque saberse que uno no está solo ni es el único, ayuda.
Usted no sabe quién es santo y quién es pecador, quién tiene una vida fácil y quién difícil. Ni le importa.
Lo único que debe importarle es jugar lo mejor posible con las cartas que Dios le ha dado. Seguramente usted no va a sacar escalera real o incluso ganar la partida.
Pero si está a lo que está y entregado a lo que hace, disfrutará del juego y seguro que saca una buena puntuación.
Creo que usted debe empezar a dejar de exigir nada de nadie, de la vida o de Dios:
Nadie le debe nada.
Y empezar a agradecer a Dios todo lo bueno que tiene o recibe cada día (en EEUU lo llaman "counting your blessings") "!mano de santo!"
Si usted tiene escrúpulos de conciencia, eso no le hace mejor, sino peor, por lo que necesitaría la ayuda de un sacerdote que le aconseje.
Y si alguien es elegido de Dios o no, usted tampoco lo sabe, ni le interesa.
A usted Dios le ha dado X talentos y es su responsabilidad hacerlos fructificar como bien pueda.
Nunca podrá tener paz si usted se empeña en pensar así. Y desde luego ninguna vida espiritual.
Don Wander:
ResponderEliminarA propósito del post “La Iglesia irrelevante”
“No es necesario recurrir a estudios sociológicos o a costosas encuestas realizadas por consultoras internacionales. Basta visitar los domingos —no digamos los días de semana—, las iglesias: están vacías. […] El P. Martín, al final de su video, explica que en su opinión la solución exige la unidad. Y estoy de acuerdo. El problema es que cómo se logra” (The Wanderer)
Lo grave es que la pérdida de la unidad se explica, simplemente, en el abandono de Dios, pero no nos damos cuenta de ello. Esto me recuerda a los días en que, como estudiantes, participábamos de una de las charlas regulares que nuestro sacerdote nos daba en un campamento universitario. Corrían los años aciagos ’60, adecuado preludio de los infernales ‘70. El sacerdote nos preguntó: ¿qué “signos de los tiempos” observan ustedes? Las respuestas llovieron, todas apuntaban a lo mismo: “La pobreza”, “el hambre”, la “injusticia social”, y otras del mismo tenor. Pero, yo tenía otra opinión y la dije: “Entiendo que es el abandono de Dios”. Y una de las chicas del campamento, me corrigió de inmediato: “¡Oh, no …, no se trata de eso!”. Algunos años más tarde, cuando el campamento universitario se transformó en “Campamento de trabajo”, la cosa fue más evidente: en la misma homilía de la misa que se celebraba diariamente, el sacerdote nos decía: “Debemos ser más humanos”. ¡Vaya, vaya! -sorprendido, ingenuamente me preguntaba -¿por qué no nos exhorta a que fuésemos más cristianos? En otra oportunidad, durante ese mismo campamento, habiendo observado que uno de los muchachos que habían venido al campamento, ya no estaba entre nosotros, pregunté por él a uno de los responsables del campamento, éste, con manifiesto aire de desprecio, me contestó: “Ah … ¿ése? Lo tuvimos que echar, porque nos enteramos que dejaba papelitos debajo de las almohadas que decían: ‘¿Cuánto tiempo hace que no te confiesas?’”
En ese momento, con profundo dolor, constaté que, ciertamente, para algunos, “no se trataba de Dios”.
En nuestros días, también constato que, como lo deja ver nuestro actual pontífice, ya no se puede hablar de Dios: “el proselitismo es una caricatura de la evangelización”.
¡Dios proteja a nuestra Iglesia! ¡Alabado sea Jesucristo!
Todavía peor:
Eliminar?Se ha dado cuenta de la edad media de los asistentes?
Sólo una observación y es que el problema a resolver no es el de ser una minoría sino el ser irrelevantes.
ResponderEliminarCosas de la "justicia social" (socialismo)
EliminarUna pregunta. Si es cada vez más irrelevante, ¿que florezca en África y en Asia no es una prueba al contrario?
ResponderEliminarPor otra parte, no me extraña que a pesar de lo anterior sea así. Sus dirigentes muestran negligencia, además de comportamientos análogos a aquellos denunciados en los Evangelios, pura hipocresía.
Por otra parte, el espíritu de los tiempos presenta desafios que, indudablemente, la Iglesia no sabe cóm lidiar con ellos. Pongamos por caso, la homosexualidad es pecado, la Iglesia pide castidad a los homosexuales. Esa exigencia, ¿de verdad se cree que va a ser admitida por los homosexuales? Entonces, ¿qué queda? Se condenan. Entonces, ¿qué hacemos? ¿Los dejamos tirados? No, claro, es una obra de misericordia enmendar al errado; entonces, hay que acompañarlos. Bien, ¿cómo?
A lo que voy, este tipo de preguntas, en el presente, tienen que ser debidamente respondidas. Si no lo son la Iglesia va a ser cada vez más irrelevante.
Por otro lado, no es responsabilidad mía entender o dar soluciones a estos problemas, para eso existen presbíteros y organizaciones que los nuclean. ¿Hay conflictos? Problema de ellos. La Iglesia de Alemania cae en cisma por el Sínodo este...bien, ¿y?, ¿Me voy a rasgar las vestiduras?
Mi conclusión es que cultivar la vida espiritual no exige enredarse en estas cosas.
De hecho, a veces pienso: los judios con sus seis mil años de historia, persecuciones, muertes y exterminios existen precisamente por ese simplícimo hecho.
«¿que florezca en África y en Asia no es una prueba al contrario?»;
Eliminareso no compensa para nada las colosales perdidas que la iglesia catolica esta teniendo en america, desde alaksa hasta la patagonia, y en europa.
sobre el espiritu de los tiempos, un eslogan trillado del progresismo mas rancio y caduco
«entonces, hay que acompañarlos»;
efectivamente, hay que acompañarlos para que se conviertan y abandonen el pecado.
"¿que florezca en África y en Asia no es una prueba al contrario?" (de "irrelevancia")
ResponderEliminarEn África, no solo "florece" el catolicismo, también el Islam y el protestantismo.
Hubo en tiempos de Pio XII un intento exitoso de africanizar el catolicismo antes de que las independencias identificasen catolicismo-blanco invasor y expulsasen a los misioneros (el dictador de Guinea Ecuatorial lo hizo y seguro que hubo más).
Esa época preconciliar y la explosión de natalidad (son normales las familias de 10 y 12 hijos) que produjo las medicinas y la sanidad e higiene occidentales lo que ha propiciado eso. En África el prestigio de la cultura blanca (y no la "inculturacion") ha favorecido la expansión.
En Asia, a parte de Filipinas, pais evangelizado por los españoles antes del Concilio, China se está convirtiendo en masa al protestantismo, no tanto al catolicismo.
La razón es porque el ateísmo oficial ha dejado un vacío espiritual y la emigración masiva a las ciudades ha roto los vínculos familiares. En una sociedad muy materialista en la que solo importa enriquecerse.
El catolicismo se ha quedado como una religión de campesinos que no ayuda el que necesite de sacerdotes ordenados (en el protestantismo cualquiera con un mínimo de entrenamiento puede predicar, de ahí que sea normal que convertidos prediquen y conviertan a amigos y vonocidos). De ahí la política de Bergoglio de colaborar con el Gobierno comunista chino y perseguir a la Iglesia de las catacumbas.
En Occidente ha pasado que el nivel económico, Estado del bienestar ("justicia social"), el anticristianismo de los que mueven a los políticos y el hedonismo hacen que unas necesidades que las personas buscaban en la religión lo encuentren en otras cosas. Piense también que el socialismo ("justicia social") sociologicamente es una religión laica que compite con las demás (como el cristianismo)
Eso no significa que no necesiten del catolicismo o de una religión, pero no de este catolicismo aguado. Necesitan espiritualidad y fraternidad.
Respecto a Estados Unidos, que tienen una tradición diferente y no tienen Estado del Bienestar, el catolicismo ha bajado, pero tiene 2 constantes que ayudan:
EEUU es una sociedad de comunidades, más o menos fluidas, por lo que es normal ser siempre de una comunidad y es normal ser católico -el 23% del pais- (y por eso hay tantos católicos tradicionalistas).
Además el vivir en casas aisladas en comunidades o en el campo, la pertenencia a una iglesia se convierte en el único modo de socializar con gente similar. Excepto en el trabajo o en la escuela la gente vive aislada.
Usted está vinculando el catolicismo de África y Asia al Concilio.
No es cierto de ninguna manera.
Al contrario, al quitar los elementos mágicos y espirituales del catolicismo se está apartando de la cultura tradicional africana.
No es ninguna casualidad que el Cardenal Sarah, natural de Guinea-Conacri, sea un critico de la falta de espiritualidad de la misa conciliar y del abandono del latín (es normal en África tener lenguas sagradas).
"los judios con sus seis mil años de historia, persecuciones, muertes y exterminios existen precisamente por ese simplícimo hecho"
ResponderEliminarNo.
Ser judío viene (casi) exclusivamente de tener madre judía, por lo que un judío puede ser ateo y la mayoría lo es.
Las persecuciones, que no han sido exterminios y sí molestias racistas constantes, lo único que han hecho es aumentar el sentido de comunidad y autoayuda (es una reacción naturalde defensa).
Por eso en Estados Unidos, donde no tienen ninguna persecución y es una comunidad más en un pais de inmigrantes, la comunidad se está disgregando al casarse los hombres con no judías y con ello sus hijos nunca serán judíos.
Esto no tiene nada que ver con la vida espiritual.
Lo que no quita que se les copie su vida social, sus relaciones de ayuda mutua y su sentido de comunidad (perseguida), porque funciona.
De hecho, para que el catolicismo vuelva a ser importante es necesario que sus fieles le vean una UTILIDAD personal (como con cualquier otra actividad).
Y ya ve que ocultamos la enfermedad y la muerte, haciendonos creer que vamos a vivir eternamente, por lo que no habrá Juicio Final (y como nos hemos calvinizado: Salvación por la fe -"?como un Padre bueno va a condenar a un hijo suyo por toda la eternidad?"-...)
El socialismo (justicia social) que promueve Bergoglio no vale, porque lo único que hace es publicitar y dar prestigio a una filosofía (que no funciona) que en su forma política es anticatolica y que compite con el catolicismo, por lo que tarde o temprano se hacen socialistas y dejan la Iglesia. Esto ha sucedido en España y es una de las cosas que explican la desaparición de la Iglesia católica de la sociedad española.
La gente tiene hambre de espiritualidad y necesita retos personales que solo se lo puede dar la fe. Todo lo demás no vale.