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jueves, 25 de mayo de 2023

III. La superstición progresista. Entre Saruman y Nazgul

 


por Eck


Podían caminar, si querían, invisibles ante todos los ojos bajo el sol,

 y podían ver cosas invisibles para los hombres mortales; 

pero a menudo contemplaban sólo los fantasmas e ilusiones de Sauron.

El Silmarillion 


No todos los días podemos contemplar uno de los mejores inventos de Sauron, que le acreditan como suma inteligencia, suma maldad y suma mala leche de todas las criaturas. Se puede decir que en el caso del progresismo y la superstición vaticana se ha superado a sí mismo de manera tan admirable que no dudamos mucho que su gesta quedará en los anales de la historia de la Iglesia. Ya puede estar muy contento y satisfecho con la enorme labor de los think tanks de Mordor pues el trabajo de sus diabólicos secuaces en los fronisterios ha sido de aupa al convertir semejante esperpento de asamblea y piltrafa de documentos en todo un dechado de destrucción de la Fe, en un arma de destrucción masiva de almas que es la envidia de cuanto hereje, comecuras y apóstata reside en las caldeadas zahurdas de Barad-dûr. No todos los días podemos ver como caen en la misma trampa quienes, bobitos e ingenuos, creen en ella y quienes, vivos y listillos, quieren aprovecharse de ella. No en balde, el Señor Oscuro tuvo la genialidad de cazarlos usando el Concilio Único y su multiuso poder de atracción para que nadie pudiera escaparse de sus lazos.


El principio de Humpty Dumpty o el Huevo de Colón progresista.


-Cuando yo digo una palabra —afirma Humpty Dumpty— significa aquello que yo quiero que signifique; ni más ni menos.

-La cuestión es —contesta Alicia— si uno puede hacer que las palabras signifiquen cosas distintas.

-La cuestión es —replica Humpty Dumpty— quién es el que manda, y se acabó.

Lewis Carrol,  Alicia a través del espejo.


Dos de las principales cualidades del Concilio Único que otorga a sus poseedores progresistas son: el volver invisibles sus errores y tonterías y el ver cosas vedadas para el resto de los hombres, como es la transformación gradual de la Iglesia en otra cosa más mundana: una ONG o algo peor. So capa de Concilio está oculto el único dogma que acata el modernismo y el único al que dan asentimiento fanático todos sus partidarios: el principio de Humpty Dumpty por el cual los dogmas significan lo que ellos quieran que signifiquen. Variante e hijo legítimo del ultramontanismo papal pero extendido de manera roussoniana a la comunidad de creyentes con su vanguardia y su centralismo democrático, of course, que unos son más iguales que otros: No es lo mismo un hombre lleno de kairós y modernidades (y egresado en la Ponti, hay que añadir) que un patán recién salido de la Caverna, aunque sea la de Altamira. He aquí la raíz más pura del modernismo resuelta por el Huevo, todo su relativismo se basa en ser quien manda, ellos, claro ¿Quién, si no?, quintaesencia del voluntarismo y la egolatría. Ellos son los dioses ¿Para qué hacer caso al de Arriba? Lo progre es morder la manzanita y ponerse el anillo.

Así que en esto de meter de matute su cacharrería teológica averiada y sus ansias de poderío les sirve de mil maravillas el Concilio Único. Cuando tenga algún problema, el modernismo aplicará su principio Humpty Dumpty a los documentos de Concilio y mano de diablo. ¿Cómo no lo iban a hacer si lo están aplicando al propio Evangelio desde hace décadas? ¿Y cómo no iban a caer en esa tentación tan pecadora con textos de ínfima calidad y tan ambiguos que ni sus redactores sabían lo que decían de verdad? Miel sobre hojuelas. Cuando manden, Stalin y cuando no, Bakunin y, entre medias, Marx (Groucho).

Sin embargo, a pesar de ser iguales en sus métodos, el campo progresista se escinde en dos según sus amores, su mística porque tienen su corazoncito, no lo dudemos: los sarumanes y los nazgules, a los que Saurón les muestra los embelecos y los engaños que les llevan a su destrucción: el Poder y la Revolución. En los primeros es el Poder, por el cual matarían a su padre si tal caso se diese. Son los politicanti, los que someten la Iglesia al Mundo para gobernar ambas a su antojo. En los segundos es la Revolución, por la cual matarían a su madre si tal caso se diese. Son los zelanti, los que destruirían a la Iglesia con tal de transformar el Mundo para rehacerlo a su gusto. 

Y ambos están de acuerdo en una cosa: sus fines justifican los medios. ¿Como no iban a ser buenos si ellos son los progresistas y los modernos, culmen moral y temporal de la humanidad?


Saruman y los sarumancillos


“Juntos, mi señor Sauron… gobernaremos la Tierra Media” 

Saruman tras tomar mate un poco cargado en Isengard


Según un cuentecillo una vez una persona estuvo en Sevilla predicando y curando cuando le atrapó un Santo Oficio en plenitud de potestades. En un sitial renacentista le estaba esperando un anciano, de ojos vivos, de piel curtida y de extremidades sarmentosas, que le reconoció al instante. No había engaño posible y ante Él era inútil toda trampa. Llevado pues ante la presencia del hombre de hábito blanco, éste le abrió su alma ya que no todos los días tenía esta oportunidad única y había que aprovecharla a fondo:

El don que Tú, cuando te tentó por tercera vez mostrándote todos los reinos de la tierra, rechazaste indignado; nosotros lo aceptamos tras el Vaticano II y, dueños de Roma y la espada ideológica de la ONU, nos declaramos los amos del mundo.

Ya podrá el Gran Inquisidor hablar de cruces (solidaridad, diría él) por el bien de la humanidad y la Pachamama pero... qué gustirrinín da el ser el mandamás de vidas y conciencias y despachar de vez en cuando a algún desobediente a churruscarse sin que venga el Altísimo con sus cosas a chafar la fiesta. Que se quiten el jabugo, el caviar, las odaliscas y demás, que no hay placer similar a este y encima quedas como un santo. Como Saruman, los sarumancillos eclesiásticos piensan como el dominico y buscan usar el Concilio, al cual creen dominar cuando, en verdad, lo son por él, para sus propias ambiciones destruyéndose en ello en una carrera enloquecedora por el Poder, traicionando y traicionándose a diestro y siniestro, en pos de quimeras y embelecos de dominancia, de influencia en el mundo secular, quebrando la base real de su poder, la Iglesia, ya que hasta esto que tenían les será quitado. Y al final, vacíos y no siendo nada, oirán al Señor Oscuro carcajeándose mientras cierra la celda....Mordor traditoribus non praemiat!


Nazgules robespierranos


 Suenens se jactó de que el Vaticano II fue «¡1789 en la Iglesia!» Yves Congar dijo del Concilio que «la Iglesia ha pasado pacíficamente por su Revolución de Octubre».


Leyendo semejantes cosas uno se pregunta ¿Cuando tomarán al asalto el Palacio de Santa Marta, con la consiguiente borrachera de los monaguillos con el vino de misa? ¿Huirá el Santo Padre a Castelgandolfo? ¿Donde quedará mejor en el Vaticano la guillotina para afeitar cardenales y monseñores, en la plaza o en basílica?¿Veremos a las solteronas monjiles haciendo de Tricoteuses durante las sesiones a pesar de ser poco feminista y moderno? De lo de plantar arbolitos, de actos sacrílegos y cultos cutres a la diosa Razón en las iglesias no hablo, ya lo llevan ensayando unas cuantas décadas sin conseguir el tono adecuado para la ocasión...Hasta la cuestión calendárica la tocaron los asambleístas pero fueron muy humildes, no crearon ni la Era Vaticana ni establecieron el comienzo de año litúrgico en el día de la Apertura ni adoptaron las cursis conmemoraciones anuales a imagen de los calendarios revolucionarios (esto lo dejaron en manos de cada diócesis), lo que es de agradecer. Tal grado de ridículo era muy difícil de superar para sus sucesores. Como se puede ver, no hay muchas diferencias entre la concepción modernista del Concilio y las revoluciones, en ambas se les fue la cabeza pero de distinto modo...

Decía muy profundamente Donoso Cortes hablando de la Revolución que detrás de cada cuestión política había un problema teológico. El bajar el Cielo a la Tierra a golpazos, el adelantar los tiempos de Dios a empujones o crear una iglesia nueva para los nuevos tiempos con decretazos no deja de ser el fondo una forma de soberbia religiosa, de misticismo político, de endiosarse a lo grande. Es la vieja visión de tipo joaquinista que ve el Concilio Vaticano II como el Nuevo Pentecostés de la Iglesia y comienzo de la Era del Espíritu. Así, por ejemplo, el Rito Tradicional para ellos es equivalente a los ritos judíos del Templo del Antiguo Testamento frente al Novus que sería como el del Nuevo, más o menos. Esta fe mundana y carnal es su hálito negro que todo lo pudre puesto que convierte hasta lo más santo en palanca política y mata la fe ultraterrenas con sus fantasías de tejas para abajo. Todo lo envenena al dejar de lado a lo único necesario, la gracia de Dios, y repiten pelagianamente el pecado original al querer ser como dioses y crear una Iglesia nueva con su voluntad. Con sus utopías impiden la verdadera reforma y la evangelización de las almas a favor de realizar la gran revolución políticas eclesiástica.


Conclusión

Uno de los mayores errores que tienen los oficialistas es usar los textos del Vaticano II contra ellos siendo como es erróneo, dañoso y, por encima de todo, inútil. Les entrará por un oído y les saldrá por el otro ya que para ellos son meramente utilitarios para sus fines. Cuando les convengan los emplearan y cuando no, no, alegando su espíritu y sus ambigüedades. Es más, les sirve de coartada para sus planes  y acciones, es su disfraz que les hace pasar como católicos auténticos cuando sólo creen en sus ídolos mundanos. Por ello, lo primero que se debe procurar es arrancar a los progresistas su mascara, para que sea conocido de todos su verdadero rostro, es decir, eliminar la excusa de los documentos del Vaticano II y su superstición.


5 comentarios:

  1. Cuando Bergoglio era Arzobispo de Buenos Aires y Cardenal Primado de la Argentina, siempre se mostró con rostro huraño y mirada torva, nunca una sonrisa; pero en cuanto se calzó la sotana blanca, más de una vez se lo vio reír con ganas porque igual que Saurón se sintió dueño del Poder y la Revolución, esa simbiosis perfecta con la que, como bien dice Eck, engatusó a sarumanes y nazgules "con los embelecos y engaños que les llevan a la destrucción".
    Es cierto que en su larga historia la Iglesia siempre supo salir invicta y victoriosa de mil batallas contra enemigos de todo pelaje, pero aún no había llegado la hora del fin porque faltaba que el evangelio fuera predicado en todo el mundo.
    Hoy todo se ha cumplido, Saurón arrodilló a la Iglesia frente al mundo y se siente orgulloso abanderado de la Agenda 2030 de la ONU; bendice a homosexuales y lesbianas porque Dios los ama tal como son, y persigue a los pocos que gritan de viva voz que deben arrepentirse de su pecado nefando como Jesús le dijo a la prostituta que salvó de morir lapidada bajo una montaña de piedras.
    ¿Qué más falta para que un castigo peor que el Diluvio caiga sobre esta generación perversa?

    Fuenteovejuna

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  2. Todo lo que quiera.

    Pero ¿por qué estos "progresistas" no dan la oportunidad al resto de los miles de millones católicos de decir qué liturgia quieren?

    ¿Por qué se creen tan supremacistas que sienten como una obligación moral forzar a la gente a hacer lo que ésta no quiere hacer?

    ¿Han pensado por lo menos qué pasaría si su invento falla?

    ¿Alguien se va a hacer responsable si esta parida no funciona?

    No sé qué es peor, si que Dios haya creado tantos millones de "deplorables" o que Dios haya creado supremacistas tan osados y tan obsesionados.

    Necesitamos un ángel vengador que nos salve de esta plaga.

    ¿San Miguel Arcángel, Príncipe de las huestes celestiales?

    "SANCTE Michael Archangele, defende nos in proelio, contra nequitiam et insidias supremacistorum esto praesidium"

    Amen!

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  3. Y el demonio a sus anchas, con tan buenos secuaces cumpliendo sus designios

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  4. Acaba de salir en los diarios que que el Sr Bergoglio nombro a Garcia Cuerva arzobispo de Bsas. Mejor me guardo de opinar.
    Como diria Discepolo: "Dale nomas, dale que va...que alla en el horno ce vamo a encontrar..."
    Encima el muy sinverguenza planea venir al pais en 2024.

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  5. Sí; todo está muy bien.

    Y el que quiera que se convierta a esa neorreligión y más.

    Pero ¿no sería mejor dejar de obligar a la gente honrada a creer en estas patrañas?

    El Bergoglio y sus siniestros s.j. deberían dejar al Pueblo fiel y devoto la libertad (es un derecho humano protegido por el Tribunal de la Haya) de ser de la religión católica o de ser de su protestantismo de la Pachamama y la Justicia peronista.

    Si esta gentuza creyera en el Juicio de Dios y en Su castigo eterno, no se atreverían a maltratarnos, manipularnos ni sodomizarmos, aunque sea de pensamiento.

    Tendremos que recordarles a estos abusadores que el Pueblo, unido, jamás será vencido.

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