He pecado más que la prostituta, oh amado Señor,
y sin embargo nunca te he ofrecido mis lágrimas.
Pero en silencio me postro ante Ti,
y con amor beso Tus pies purísimos,
suplicándote como Maestro
que me concedas la remisión dede los pecados;
y clamo a Ti, oh Salvador:
Líbrame de la suciedad de mis obras.
Kontakion del oficio bizantino del Miércoles Santo
Gran verdad, el que esté libre de pecado que arroje la primera piedra.
ResponderEliminar"Cuando comprendes que toda opinión es una visión cargada de historia personal, empezarás a comprender que todo juicio es una confesión" (N.T.)
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