El título de esta entrada parecería haber sido puesto por
Elizabetta Piqué, expectante aún de la revolución franciscana que, por cierto,
nunca llegará. Sin embargo, el sentido de la expresión es otro: no me refiero a
una revolución en la curia vaticana o en la Iglesia universal, sino a la
revolución por antonomasia, la Francesa, pues pareciera que el papa Bergoglio ha
asumido ya abiertamente sus ideales.
Los hechos son los siguientes: entre el domingo y lunes
pasados fueron ultrajadas y asesinadas en Burundi tres ancianas religiosas
italianas, misioneras algunas de ellas durante décadas en ese país africano. Técnicamente
no fue un martirio, ya que no fueron muertas por odio a la fe sino que el
asesino, que sería
un desequilibrado mental, confesó que lo hizo porque el convento habitado
por las monjas se levanta en lo fuera la casa de su padre.
Pero no cabe duda que las tres misioneras podrían haber
pasado sus vidas, o los últimos años de sus vidas, en una cómoda y mullida casa
religiosa italiana y, sin embargo, prefirieron hacerlo en los calores, incomodidades
y olores africanos. Frente a esto, no queda más que admiración y veneración por
tres vidas entregadas a la causa del Evangelio.
Sin embargo, apenas conocida la noticia, se pensó que la
causa de los asesinatos había sido religiosa dado que es eso lo que está
sucediendo desde hace ya varios meses en otros países del continente negro. Y
ni lento ni perezoso, como es de oficio, el Santo Padre envió sendos telegramas
al obispo africano y a la superiora general de la congregación de las monjas
muertas, condoliéndose por lo sucedido. Y aquí viene la cuestión. Es en ese
telegrama donde el papa de la revolución (francesa), escribe:
“…, EL SANTO PADRE ASEGURA SU VIVA PARTICIPACIÓN AL PROFUNDO DOLOR DE LA
CONGREGACIÓN POR LA GRAVE PÉRDIDA DE ESTAS ENTREGADAS RELIGIOSAS, Y MIENTRAS
ESPERA QUE LA SANGRE DERRAMADA SE CONVIERTA EN SEMILLA DE ESPERANZA PARA
CONSTRUIR LA AUTÉNTICA FRATERNIDAD ENTRE LOS PUEBLOS,…”
Suena feo, muy feo, o muy revolucionario. En realidad, el
papa Francisco esta torciendo en el sentido que le gusta escuchar al mundo
contemporáneo, a quien él se ha rendido, la célebre frase de Tertuliano que
decía, promediando el siglo II: “La sangre de los mártires es semilla de nuevos
cristianos”.
A Bergoglio no le importa, pareciera, que germinen nuevos cristianos.
Lo que le importa es que haya paz entre las naciones. Se trata del mismo ideal
de Felsenburg de Benson o, digámoslo sin ambages, el mismo ideal de la Bestia.
Sabemos por las profecías reveladas, que el Enemigo de Nuestro Señor proclamará
la paz entre los pueblos como sustitutivo del mensaje evangélico y, con él, de
la espada de doble filo que ese mensaje supone.
Ya sabemos que, desde los años conciliares, la mayor parte
de los misioneros católicos más se preocupan por la promoción humana que por la
conversión de los paganos a Cristo. Lo importante es que sigan su conciencia,
aseguran y, en última instancia, que sean respetuosos de los demás. En otras
palabras, que asuman como propia y como norma de vida la declaración de los
derechos del hombre, y tomen del Evangelio, lo que se adapte a sus culturas. La
praxis ahora se confirma con las declaraciones pontificias: mártires laicos
para un mundo laico.
Nobleza obliga: Ha llegado a mi conocimiento una
actitud de finísima caridad cristiana, totalmente gratuita y desinteresada, que
ha tenido un importante superior del Instituto del Verbo Encarnado. Sin
desdecirme en una sola palabra de mis opiniones acerca de ese Instituto, no
puedo menos que reconocer la nobleza y el auténtico espíritu cristiano que han
demostrado en este caso concreto.
Me voy a hacer el neocon: la auténtica fraternidad entre los pueblos se da en la fe cristiana. O sea, el telegrama de Bergoglio es una manera torcida de decir que su sangre será semilla de nuevos cristianos.
ResponderEliminarAquí termina mi defensa. Se puede hacer una interpretación ortodoxa de esta declaración del papa, así como de otras, pero es clara la intención de confundir, de generar doble sentido: por un lado, agradar a los mundanos, a los revolucionarios; y por el otro poder alegar un sentido ortodoxo. Pero un papa de verdad debería ser siempre claro y no permitir ninguna otra interpretación de sus dichos, hechos y escritos que no sea el de la doctrina cristiana.
Wanderer
ResponderEliminarEl análisis es impecable, como de costumbre.
Lo único que no me cierra, es que a JB le de el balero para tanto.
Realmente cree usted que el puede haber dicho eso de la esperanza las semillas y la sangre con esa finalidad?
Para mi no le da el IQ, sinceramente debe haber dictado (si es que lo hizo) una nota llena de lugares comunes, como todo lo que hace, y listo.
Leo con estupor, que el Cardenal Danneels ha sido designado por el Papa para participar en el Sínodo de la familia. Danneels es un ser perverso que presidió una iglesia belga infestada de pedófilos, que buscó ser sucedido por un Obispo pedófilo abusador de su sobrino, y que fue responsable (al menos pasivo) de la publicación y distribución de un manual catequético que incitaba a los niños al autoerotismo y otras perversiones. La fuentes acá:
ResponderEliminarDanneels 1
Danneels 2
¿Tiene mucho sentido estar investigando en que tipo de Sede estamos, cuando lo que está más que claro es que estamos en manos de una jerarquía de hombres malos, malos en grado satánico, que sólo buscan la destrucción espiritual de sus fieles?.
A Bergoglio no le da para ser ni La Bestia ni El Falso Profeta. Demasiado mediocre y tilingo. A lo sumo podrá ser un precursor de ellos.
ResponderEliminarO sea Don Wanderer, a ver si lo entiendo. ¿Para usted que Francisco abrace los ideales masónicos de la Revolución francesa (yo comparto esa visión suya sobre Jorge Mario) no ya es en sí mismo una "revolución"?. ¿Cree usted que hay algo más revolucionario que ver al Obispo de Roma patéticamente seducido y acariciando diariamente esos preceptos y dogmas anticatólicos?.
ResponderEliminarJ.M Guerrero
Vea Don Guander
ResponderEliminarJB cada día que pasa nos demuestra más que es el "Papa de la Inmanencia".
Me dirán: en el plano prudencial del gobierno de la Iglesia hay muchas cosas que "están más acá".
Y no se equivocan pero cuando no se habla nada del "mas allá" es más cuando, como ocurre desde antes de JB, no hay una verdadera catequesis de la Gloria a que espantarnos si al grito de milagro... misterio... , se nutren las filas ( y las arcas) de las iglesias farandulescas que usurparon nuestros queridos cines de barrio.
Que cura habla hoy de la Iglesia Militante la Iglesia Purgante y la Iglesia Triunfante. Vea cuando yo era chico todo era pecado ahora todo esta bien y es cuestión de experiencia individual.
Y el Cielo?. Bien gracias.
El Paraíso allí donde quiera Dios pasemos una eternidad, es un antigüedad y percibido, hoy más que nunca, como un lugar aburrido lleno de curas gordos y monjas viejas. O si no dígame cuantos santos sin "polleras" ve usted en los altares.
Y estoy seguro que los habrá y en cantidad vestidos de traje de calle, de uniforme de combate y aún en jean y alpargatas.
No, de eso no sea habla.
Por eso, no nos quejemos si la devoción popular sustituye a Santa Rosa de Lima por Gilda y a San Luis de Francia por Isidro Velázquez.
Pero no le pidamos peras olmo. O mejor dicho a estos nuevos heresiarcas de la "papolatria"
Puestero del Oeste
Porque pensar que no le da para falso profeta...el orbe hoy es así...mediocre...aparte de ser una burla al mismo tiempo. Para mi se burla y lo disfruta.
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