Páginas

lunes, 29 de febrero de 2016

Zelus domus tuae

Nevó la mañana siguiente a mi arribo, durante la Semana Santa. Nos levantábamos para Maitines cuando aún era de noche, envueltos en nuestros abrigos porque el frío era glacial, y nos deslizábamos semidormidos escaleras abajo hacia la iglesia abacial, una enorme caverna gótica, en oscuras absolutamente salvo por la roja luz de la lámpara del sagrario que brillaba al fondo. Lo único que podía ver era mi respiración, como algo blanco y fantasmal. Y luego aparecieron los monjes en fila, casi sin hacer ruido salvo por el suave sonido del arrastrar de su hábitos, negro sobre negro en la oscuridad. Entonces se encendieron algunas pequeñas lámparas que parecían incluso aumentar el silencio, si esto fuera posible. Los monjes permanecieron de pie en sus sitiales que descendían como tribunas a ambos lados del altar mayor. Apenas podía verlos como sombras silenciosas mientras se encendían las quince velas de un gran candelabro. Escuchamos un ruido e, inmediatamente, los monjes cayeron de rodillas. Luego, todos se levantaron. Y escuché nuevamente esa voz que no pertenece al tiempo y que se elevaba en las sombras, alta y clara como un grito:

Zelus domus tuae comedit me et opprobia exprobrantium tibi ceciderunt super me.

El celo de tu casa me consume, y los denuestos de los que te vituperaban cayeron sobre mí. 

John Senior, en La restauración de la cultura cristiana, describiendo su primera visita a la abadía de Fontgombault.

20 comentarios:

  1. Hay un sólo momento en el día en el que el visitante puede observar como el orden de movimientos se desintegra. La última oracion comunitaria del día son las Completas, la oración de la tarde, que se remontan a Benito mismo. A esta altura sólo hay dos fuentes de luz en la nave: el mar de velas a los pies de la Madre de Dios de la Santa Muerte y el punto rojo de la lámpara del sagrario que cuelga ante el tabernáculo al final del coro. En su himno, los monjes rezan contra el “phantasmata”, intrusiones demoníacas en sus sueños; reciben la absolución de los pecados del día de su abad y, en las palabras del Padrenuestro, “Et dimitte nobis debita nostra, sicut e nos dimittimus debitoribus nostris”, están reconciliados los unos con los otros. El abad rocía a cada uno de ellos con agua bendita, impartiendo la bendición a todo el monasterio.

    Ahora comienza el tiempo de silencio que no debe ser perturbado incluso por lo que pudiera ser considerado una necesidad. Después de tres golpes de campana los monjes se ponen de pie y, por primera vez, abandonan el coro sin un orden en particular. Cada monje encuentra un lugar en algún de la iglesia para sus oraciones privadas. A la luz intermitente de las velas uno puede discernir oscuras formas individuales; así también, en los escalones de los pequeños altares, uno se encuentra con una oscuridad más intensa que de repente se revela como un ser humano. Un pequeño montón oscuro es perceptible ante la lápida del primer abad, Petrus a Stella, y en los brazos del crucero, donde casi no se puede ver la mano delante de la cara, existen otros tales montones que, en el doble anonimato del hábito monástico y la oscuridad, no parecen un ser humano en absoluto. Por unos pocos segundos, cuando los monjes se dispersaron en desorden al final de las Completas, había una sensación de algo palpitante, como si cada uno estuviera buscando expectante una meta. Después de sólo unos pocos pasos, sin embargo, ese objetivo es alcanzado. La oscuridad elimina toda sensación de espacio. Si te sientas aún por un tiempo, sientes que estás cayendo, de manera pacífica y sin sufrir ningún tipo de violencia.
    (M. Mosebach, La Herejía de lo Informe, Cap. 5 - Los Benedictinos de Fontgombault)

    ResponderEliminar
  2. Fontgonbault. Realmente vivir 5 días con los monjes de la abadía es algo que voy a recordar por el resto de mi vida. Se respira catolicidad. Es aire fresco en medio de los abominables vientos modernistas. Lástima que no sea mi vocación!!! Exelente descripción de lo que se vive allí.

    ResponderEliminar
  3. Gran libro. Mejor todavía la precuela.

    ResponderEliminar


  4. http://www.la-croix.com/Religion/Actualite/L-abbe-de-Fontgombault-ecrit-aux-habitants-de-la-commune-2014-02-24-1111305

    ResponderEliminar
  5. El libro de Senior es fantástico y muy necesario para los tiempos que estamos viviendo. Aguardamos una traducción española!

    ResponderEliminar
  6. ¿Dónde se puede conseguir este libro?

    ResponderEliminar
  7. Para quienes han preguntado, la traducción del libro de Senior al español ya está terminada y, Dios mediante, se encontrará algún editor interesado en publicarlo.
    Por este medio informaremos de los avances.

    ResponderEliminar
  8. Consulto Wanderer: hay que leer el de restauracion de la cultira cristiana y el de la decadencia?

    O se puede leer con provecho el de la restauracion solamente?

    Le pregunto porque estoy por comprarlo y no me da el presupuesto para los dos...

    Juancho.

    ResponderEliminar
  9. Excelente. Hago votos por su pronta traducción al español!!

    Gracias desde ya.

    ResponderEliminar
  10. En dónde se puede comprar este libro? Y el de Mosebach? Y el que quiera sumar cualquier otro libro sobre Fontgombault, sea en inglés o francés (o en castellano, obvio), por favor indique!

    ResponderEliminar
  11. El capítulo I del libro está en internet. Lo busqué y lo encontré. A disfrutarlo!

    ResponderEliminar
  12. ¿Existe el idioma español?. La traducción, ¿no debería hacerse el castellano?. Decir que hablamos español, no sé...me suena a que los yanquis dijeran que hablan 'british'.

    ResponderEliminar
  13. Para los que quieran vivir en vivo la experiencia la Abadia de San Benito en Lujan recibe gente para retirarse a meditar. Si bien el edificio y las instalaciones son relativamente modernas se pueden pasar buenos momentos de reflexion y de recogimiento con verdaderos monjes.

    Benigno

    ResponderEliminar
  14. Desde el Sur Mendocino1 de marzo de 2016, 23:53

    Padre Guerrico, nuevo Vicario General de Puerto Iguazu:
    http://www.aica.org/22090-la-diocesis-de-puerto-iguazu-tiene-nuevo-vicario-general.html

    ResponderEliminar
  15. Claro que existe el idioma español, lo estoy utilizando. También se puede hablar de lenguas de España y entonces si diferenciamos entre la lengua de Castilla o la de Galicia o la de Cataluña....etc.
    Español y castellano se utilizan como sinónimos. En unas de las Constituciones de países hispanohablantes se dice que el español es la lengua oficial ( o cooficial ) y en otras que es el castellano.
    Al menos esto es lo que me explicó un lingüista cuando le hice esa pregunta.

    ResponderEliminar
  16. Anonimo de las 22.10
    El idioma es el ESPAÑOL o castellano. ¿De dónde viene English?,...acaso para usted viene de Tanzania o de Eslovenia. O lo hace con intención o es ignorancia.

    ResponderEliminar
  17. Tío Tomás,
    el english viene de England. No de Great Britain ni del United Kingdom. Del mismo modo, el castellano -lengua principal de este blog- viene de los reinos de Castilla y León, no de España.

    ResponderEliminar
  18. Y no cito a la Real Academia de la Lengua española-que bastante se desprestigia día a día-.Idioma: español o castellano

    ResponderEliminar
  19. Anónimo de las 16:43,
    si el tema es recurrir al argumento de autoridad, acá va otra postura:
    'Por otra parte, la Constitución española de 1978, en su artículo tercero, utiliza la denominación «castellano» para la lengua, diferenciándola de las otras «lenguas españolas», tales como el euskera, el catalán o valenciano, el gallego o el aranés'.

    ResponderEliminar