Sorprendentemente, los obispos argentinos han comenzado a pronunciarse con claridad contra el aborto luego de que el proyecto de ley fuera aprobado en Diputados y comience su discusión en el Senado.
El arzobispo de San Miguel de Tucumán, en el Te Deum al que el presidente Macri prefirió no asistir, aunque era su deber, dijo que “el aborto es la muerte de un inocente”; el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, en la misa convocada en la basílica de Nuestra Señora de Luján, afirmó que “el aborto no es un derecho sino un drama”, e incluso nuestro amigos Mons. Tucho Fernández, fue tajante en el Te Deum del 9 de julio: “Si el presidente Macri tiene una profunda convicción sobre el tema, que vete la ley como hizo el presidente uruguayo Tabaré Vázquez”.
No han dicho ninguna novedad ni han defendido la divinidad de Nuestro Señor. Han afirmado, para seguir con la expresión chestertoniana, que el pasto es verde y no es azul. Pero eso ya es mucho, muchísimo, para los obispos argentinos. Más vale tarde que nunca. Es una buena noticia. Pero todos nos preguntamos por qué ahora, por qué no tuvieron la misma actitud cuando apenas se insinuó la posibilidad que esta ley podría ser aprobada. Sin ánimo de hacer un análisis exhaustivo para el que no estoy capacitado, propongo algunas reflexiones.
1. Una primer motivo tanto de la actitud anterior como del cambio hacia la actual, viene del sometimiento, que no obediencia, que tiene el episcopado argentino hacia el Papa Francisco. Recibe órdenes directas de él y le obedecen sin chistar, so pena de ser misericordiados o humillados, como sucedió con Mons. Aguer. El primer responsable del fracaso en Diputados es Bergoglio.
2. Hay cuestiones de fondo y cuestiones estratégicas. Si vamos a las de fondo, es claro que los obispos son liberales. Se han tragado con papel celofán incluido el cuento de la democracia y sus bondades. La mayoría no son capaces de ver lo que ésta verdaderamente significa, y los que algo vislumbran se quedan callados. Aceptar la democracia liberal como sistema válido de gobierno implica necesariamente aceptar que todo -TODO- sea debatido. O más bien, que casi todo sea debatido, puesto que los derechos humanos exclusivos para la izquierda revolucionaria de los ’70 no se discute, y no se discute tampoco la culpabilidad de todos los militares de esa época, y no se discute que dos personas del mismo sexo pueda casarse, y otras progresividades por el estilo. Aquí estuvo el primer error: no oponerse decididamente al debate parlamentario sobre el aborto. Más aún, en propiciar y apoyar el debate. El 28 de febrero de este año, la Comisión Ejecutiva de la CEA emitía un comunicado en el que decía: “Que este debate nos encuentre preparados para un diálogo sincero y profundo que pueda responder a este drama, escuchar las distintas voces y las legítimas preocupaciones que atraviesan quienes no saben cómo actuar, sin descalificaciones, violencia o agresión. Junto con todos los hombres y mujeres que descubren la vida como un don, los cristianos también queremos aportar nuestra voz, no para imponer una concepción religiosa sino a partir de nuestras convicciones razonables y humanas”. Craso error. Sobre la verdura del pasto no caben diálogos sinceros ni profundos ni los cristianos tienen nada que decir: ya está todo dicho. El pasto es verde. Eso no se discute.
3. Otro problema de fondo es el sentimiento vergonzante que habita escondido en el pecho de nuestros obispos: tienen vergüenza de ser cristianos y adalides de una religión que, en un siglo de tantos progresos científicos y humanos, todavía proclame que un predicador judío ajusticiado en una cruz hace veinte siglos es el Hijo de Dios, que unas simples palabras dichas por un sacerdote transforman milagrosamente el pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre de ese mismo predicador, que las mujeres están impedidas por disposición divina de pronunciar esas palabras, que la sexualidad se orienta primariamente a la procreación y no al placer, y otras antiguallas por el estilo. Este sentimiento de inferioridad los lleva a comportarse como mansas ovejitas y los fuerza a convencerse que los lobos que tienen enfrente no son lobos sino juguetones perritos lanudos. No osan poner en duda el principio por el cual, desde el Vaticano II, los cristianos podemos comulgar sin ningún escrúpulo con los ideales de la humanidad de nuestro tiempo aunque, en apariencia, sean peligrosas para la fe. Nuestros obispos se olvidan que, si bien el evangelio es la salvación del mundo, no se trata sin embargo de un agradable licor que lo hace entrar en calor a través de una borrachera dulce y gozosa. Se trata de un remedio terrible. Cuando el mundo lo gusta, dice como los hijos de los profetas a Elías: “Hombre, la muerte está en la bebida”. Para el mundo, como para Dios, la encarnación es la cruz. El evangelio debe despertar en el mundo una hostilidad que estaba latente, y que será llevada a su paroxismo. Por eso, lo que espera a los apóstoles que predican el evangelio no es la conversión del mundo, sino el odio del mundo. Les aguarda la enemistad del mundo y al mismo tiempo, la victoria sobre el mundo.
4. Nuestros obispos y muchos católicos de hoy no pueden soportar la idea de tener enemigos. Ellos quieren estar en contra de todo lo que está contra algo, y estar a favor de todo lo que está a favor de algo. “No estamos en contra de nadie”, es su frase favorita. Nadie marchaba en contra del aborto; todos marchaban a favor de la vida. Peor aún, las demostraciones “a favor de la vida” eran una fiesta, con música mundana, hurras y una muestra de desconcertante alegría. Todos los hombres son buenos. Malinterpretamos a los abortistas; incluso el más acérrimo ateo, es más cristiano que nosotros mismos. Es cuestión de hacérselo ver. Pero lo cierto es que los adversarios desprecian al que cede continuamente el terreno. Los obispos “amigos de todo el mundo”, siempre con su sombrero en la mano saludando simpáticamente a todos, se sienten rodeados, sin comprender bien el porqué, de una indiferencia glacial. Todo lo que obtienen sus declaraciones de humilde devoción y de respetuosa admiración por el mundo, es una condescendencia desdeñosa. Nunca sabremos si son conscientes de ella, debido a su perpetuo complejo de inferioridad.
5. Junto a estos errores de fondo, aparecieron también varios errores de estrategia. El primero es que se creyeron el camelo de que el presidente Macri y su jefe de gabinete Peña estaban real y convencidamente contra del aborto y que la habilitación del debate era solamente una picardía política destinada a distraer a la opinión pública mientras se atravesaba una situación económica difícil; que los números en diputados sobraban para rechazar la ley y, de última, si las papas quemaban, el ejecutivo se jugaría para que la ley no afuera aprobada. Esta ficción es la misma que repitió la semana pasada la mesiánica diputada Elisa Carrió. ¡Pobre Macri! Fue un ingenuo; lo engañaron. Si así fuera, le resultaría muy fácil al presidente de la nación hacer lo que hizo su colega uruguayo: vetar la ley en caso que sea aprobada. Se lo dijo bien claro el 9 de julio Mons. Tucho Fernández. Pero su lenguaraz ya salió a repetir por enésima vez que eso no ocurrirá: Macri respetará el sano juego democrático aunque vaya contra sus convicciones personales. ¡Qué ejemplo de virtud! Es probable que Macri no sea favorable al aborto, pero le importan mucho más otras cosas. La discusión que aparece en la superficie esconde intereses mucho más profundos como queda bien explicado en este video.
6. El mismo afán que muestra el papa Francisco por evitar las peleas con el mundo progresista -con el otro se pela sin problemas-, impulsó a los obispos argentinos a dejar la pelea contra el aborto en manos de los laicos, puesto que se trata de una cuestión de ley natural. Ellos se limitaron a aparecer el Domingo de Ramos con cartelitos que en los que proclamaban su opción por “las dos vidas”. Y es verdad que el aborto es una cuestión que atañe a la ley natural, pero hay algo mucho más profundo y religioso; hay algo satánico en el aborto, como bien fue expuesto en este blog hace algunos meses. Nuevamente se trata del sentimiento de inferioridad que les impide decir las cosas como son: el aborto es un pecado abominable, particularmente diabólico, y quienes los propician pecan gravísimamente. No significa esto que los laicos no debían hacer su parte, como la hicieron. El problema es que los obispos, por estrategia, no hicieron la suya, y así nos fue.
7. La saludable reacción de nuestros obispos que estamos observando derivará indefectiblemente en pegar la ley del aborto a las maldades del gobierno neoliberal de Macri. No es cuestión de negar la responsabilidad que tiene este nuevo rico que llegó a la más alta magistratura del país. Seguramente es un apóstata de la fe y muy probablemente sea un comprometido masón. Pero el problema no es de Macri sino, una vez más, del sistema democrático. Los peronistas hubiesen hecho lo mismo. Y no me estoy refiriendo a la inicua equina Cristina Kirchner que anunció que votará a favor ni tampoco a su camarilla de ladrones; me refiero al peronismo clásico: uno de sus representantes más conspicuos, el senador Pichetto, decía: “La Iglesia debería ejercer la tolerancia porque la ley está por encima de los dogmas”. Él, por cierto, votará a favor.
1. Una primer motivo tanto de la actitud anterior como del cambio hacia la actual, viene del sometimiento, que no obediencia, que tiene el episcopado argentino hacia el Papa Francisco. Recibe órdenes directas de él y le obedecen sin chistar, so pena de ser misericordiados o humillados, como sucedió con Mons. Aguer. El primer responsable del fracaso en Diputados es Bergoglio.
2. Hay cuestiones de fondo y cuestiones estratégicas. Si vamos a las de fondo, es claro que los obispos son liberales. Se han tragado con papel celofán incluido el cuento de la democracia y sus bondades. La mayoría no son capaces de ver lo que ésta verdaderamente significa, y los que algo vislumbran se quedan callados. Aceptar la democracia liberal como sistema válido de gobierno implica necesariamente aceptar que todo -TODO- sea debatido. O más bien, que casi todo sea debatido, puesto que los derechos humanos exclusivos para la izquierda revolucionaria de los ’70 no se discute, y no se discute tampoco la culpabilidad de todos los militares de esa época, y no se discute que dos personas del mismo sexo pueda casarse, y otras progresividades por el estilo. Aquí estuvo el primer error: no oponerse decididamente al debate parlamentario sobre el aborto. Más aún, en propiciar y apoyar el debate. El 28 de febrero de este año, la Comisión Ejecutiva de la CEA emitía un comunicado en el que decía: “Que este debate nos encuentre preparados para un diálogo sincero y profundo que pueda responder a este drama, escuchar las distintas voces y las legítimas preocupaciones que atraviesan quienes no saben cómo actuar, sin descalificaciones, violencia o agresión. Junto con todos los hombres y mujeres que descubren la vida como un don, los cristianos también queremos aportar nuestra voz, no para imponer una concepción religiosa sino a partir de nuestras convicciones razonables y humanas”. Craso error. Sobre la verdura del pasto no caben diálogos sinceros ni profundos ni los cristianos tienen nada que decir: ya está todo dicho. El pasto es verde. Eso no se discute.
3. Otro problema de fondo es el sentimiento vergonzante que habita escondido en el pecho de nuestros obispos: tienen vergüenza de ser cristianos y adalides de una religión que, en un siglo de tantos progresos científicos y humanos, todavía proclame que un predicador judío ajusticiado en una cruz hace veinte siglos es el Hijo de Dios, que unas simples palabras dichas por un sacerdote transforman milagrosamente el pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre de ese mismo predicador, que las mujeres están impedidas por disposición divina de pronunciar esas palabras, que la sexualidad se orienta primariamente a la procreación y no al placer, y otras antiguallas por el estilo. Este sentimiento de inferioridad los lleva a comportarse como mansas ovejitas y los fuerza a convencerse que los lobos que tienen enfrente no son lobos sino juguetones perritos lanudos. No osan poner en duda el principio por el cual, desde el Vaticano II, los cristianos podemos comulgar sin ningún escrúpulo con los ideales de la humanidad de nuestro tiempo aunque, en apariencia, sean peligrosas para la fe. Nuestros obispos se olvidan que, si bien el evangelio es la salvación del mundo, no se trata sin embargo de un agradable licor que lo hace entrar en calor a través de una borrachera dulce y gozosa. Se trata de un remedio terrible. Cuando el mundo lo gusta, dice como los hijos de los profetas a Elías: “Hombre, la muerte está en la bebida”. Para el mundo, como para Dios, la encarnación es la cruz. El evangelio debe despertar en el mundo una hostilidad que estaba latente, y que será llevada a su paroxismo. Por eso, lo que espera a los apóstoles que predican el evangelio no es la conversión del mundo, sino el odio del mundo. Les aguarda la enemistad del mundo y al mismo tiempo, la victoria sobre el mundo.
4. Nuestros obispos y muchos católicos de hoy no pueden soportar la idea de tener enemigos. Ellos quieren estar en contra de todo lo que está contra algo, y estar a favor de todo lo que está a favor de algo. “No estamos en contra de nadie”, es su frase favorita. Nadie marchaba en contra del aborto; todos marchaban a favor de la vida. Peor aún, las demostraciones “a favor de la vida” eran una fiesta, con música mundana, hurras y una muestra de desconcertante alegría. Todos los hombres son buenos. Malinterpretamos a los abortistas; incluso el más acérrimo ateo, es más cristiano que nosotros mismos. Es cuestión de hacérselo ver. Pero lo cierto es que los adversarios desprecian al que cede continuamente el terreno. Los obispos “amigos de todo el mundo”, siempre con su sombrero en la mano saludando simpáticamente a todos, se sienten rodeados, sin comprender bien el porqué, de una indiferencia glacial. Todo lo que obtienen sus declaraciones de humilde devoción y de respetuosa admiración por el mundo, es una condescendencia desdeñosa. Nunca sabremos si son conscientes de ella, debido a su perpetuo complejo de inferioridad.
5. Junto a estos errores de fondo, aparecieron también varios errores de estrategia. El primero es que se creyeron el camelo de que el presidente Macri y su jefe de gabinete Peña estaban real y convencidamente contra del aborto y que la habilitación del debate era solamente una picardía política destinada a distraer a la opinión pública mientras se atravesaba una situación económica difícil; que los números en diputados sobraban para rechazar la ley y, de última, si las papas quemaban, el ejecutivo se jugaría para que la ley no afuera aprobada. Esta ficción es la misma que repitió la semana pasada la mesiánica diputada Elisa Carrió. ¡Pobre Macri! Fue un ingenuo; lo engañaron. Si así fuera, le resultaría muy fácil al presidente de la nación hacer lo que hizo su colega uruguayo: vetar la ley en caso que sea aprobada. Se lo dijo bien claro el 9 de julio Mons. Tucho Fernández. Pero su lenguaraz ya salió a repetir por enésima vez que eso no ocurrirá: Macri respetará el sano juego democrático aunque vaya contra sus convicciones personales. ¡Qué ejemplo de virtud! Es probable que Macri no sea favorable al aborto, pero le importan mucho más otras cosas. La discusión que aparece en la superficie esconde intereses mucho más profundos como queda bien explicado en este video.
6. El mismo afán que muestra el papa Francisco por evitar las peleas con el mundo progresista -con el otro se pela sin problemas-, impulsó a los obispos argentinos a dejar la pelea contra el aborto en manos de los laicos, puesto que se trata de una cuestión de ley natural. Ellos se limitaron a aparecer el Domingo de Ramos con cartelitos que en los que proclamaban su opción por “las dos vidas”. Y es verdad que el aborto es una cuestión que atañe a la ley natural, pero hay algo mucho más profundo y religioso; hay algo satánico en el aborto, como bien fue expuesto en este blog hace algunos meses. Nuevamente se trata del sentimiento de inferioridad que les impide decir las cosas como son: el aborto es un pecado abominable, particularmente diabólico, y quienes los propician pecan gravísimamente. No significa esto que los laicos no debían hacer su parte, como la hicieron. El problema es que los obispos, por estrategia, no hicieron la suya, y así nos fue.
7. La saludable reacción de nuestros obispos que estamos observando derivará indefectiblemente en pegar la ley del aborto a las maldades del gobierno neoliberal de Macri. No es cuestión de negar la responsabilidad que tiene este nuevo rico que llegó a la más alta magistratura del país. Seguramente es un apóstata de la fe y muy probablemente sea un comprometido masón. Pero el problema no es de Macri sino, una vez más, del sistema democrático. Los peronistas hubiesen hecho lo mismo. Y no me estoy refiriendo a la inicua equina Cristina Kirchner que anunció que votará a favor ni tampoco a su camarilla de ladrones; me refiero al peronismo clásico: uno de sus representantes más conspicuos, el senador Pichetto, decía: “La Iglesia debería ejercer la tolerancia porque la ley está por encima de los dogmas”. Él, por cierto, votará a favor.
¿Qué puede esperarse de la votación en el Senado? Nadie lo sabe. Es verdad que hay mucho malestar dentro de la coalición gobernante, la famosa “grieta” que cada vez se profundiza más. La vicepresidente Michetti ha dicho que no sabe cómo podrá continuar en el gobierno si la ley es aprobada. Los senadores contrarios a la ley se están moviendo y pareciera que lo están haciendo bien. Pero también en la Casa Rosada se están moviendo a pesar de su declamada prescindencia. No puede explicarse de otro modo, por ejemplo, que la senadora Gladys González, que se había manifestado contraria durante la campaña electoral, haya cambiado de postura: obediencia debida o sobre indebidos.
Nobleza obliga, los obispos argentinos nos están dando un pequeño respiro y, en algún aspecto, hemos dejado de sentirnos huérfanos. Uno se siente raro cuando experimenta esa percepción, entre racional y emotiva, de que hay un padre que nos defiende.
Aclaración necesaria: Que yo afirme que el debate parlamentario jamás debió admitirse, no significa que, cuando éste indefectiblemente se dio, haya que censurar a quienes participaron de él dando testimonio. Ya lo hablamos en estas páginas.
Y que tenga mis diferencias en cuanto al modo inexplicablemente festivo que adquirieron las marchas contrarias al aborto, o “a favor de las dos vidas” como les gusta decir, no significa que el hecho mismo de manifestarse masivamente me haya parecido inoportuno. Ciertamente iba a ser ineficaz, como lo fue, pero había que hacerlo aunque, creo yo, debería haber adoptado otra modalidad.
Queda una duda, sobre el por qué de tanta demora en empezar a hablar claro. ¿Acaso se lo hace ahora, cuando las cartas ya están echadas, para salvar las apariencias?
ResponderEliminarY por otro lado, ¿a qué viene ese respeto sagrado del presidente para la "voluntad" de los representantes del pueblo y de las provincias? ¿Acaso no vetó otras leyes aprobadas por el Congreso?
Dudoso Comoelmar.
La noticia que me apena es que la FSSPX acaba de elegir hoy un nuevo Superior General sumamente capaz, pero que no es precisamente un "acuerdista".
ResponderEliminarla gran falta de los obispos es no haber mantenido unido al rebaño. Hay gente que piensa ser católica y esta a favor de la ley. Ahí es donde debían haber actuado.
ResponderEliminarSu actuación inicial en el debate hubiese perjudicado la posición anti abortista, el prestigio de la Iglesia en la Argentina es tan bajo que me resulta inentendible, basta mencionarla para que nazcan toda clase de insultos y el rechazo in limine de cualquier razonamiento, para no hablar del rechazo que produce Francisco en la mitad no peronista de la sociedad.
Los argumentos anti aborto fueron instalados por los laicos católicos y ateos. Ahora la voz de los obispos parece ayudar. Que el Espiritu nos guie.
Mucho me temo que haya sido hoy el día del suicidio de la Fraternidad San Pío X al elegir como superior general a un sacerdote al que muchos apreciamos y valoramos pero claramente contrario a acordar con la Sede Apostólica. La historia nos ha enseñado lo que ocurre y como terminan todos los movimientos que, movidos muchas veces por las mejores intenciones, se separan de Pedro para permanecer fieles a la Iglesia.
ResponderEliminarMucha de la responsabilidad de esta triste situación caerá sobre las espaldas de Mons. Fellay.
Y no sería extraño que esta movida ahora sea mangoneada por Bergoglio para encumbrar en el poder a algún peroncho de baja ralea que arme una coalición "provida" que quiera asaltar el poder bendecidos por el obispo de roma y con la campaña hecha por los obispos y movimientos de celeste. En Tucumán,.tiempo atrás, la causa provida salió a hacerle campaña a los candidatos pro (radicales) abiertamente. Bergoglio tiene intenciones pedestres, no lo olviden....y esta puede ser la oportunidad para que el abortista macri sea suplantado por los gloriosos peronistas que privilegian a los niños.. (porque en este país, todos somos mas o menos peronistas).
ResponderEliminarEl ajenjo
Sus últimos años estuvo destinado a un seminario donde no es costumbre salir a los gritos ni hacer lío, pero que es marcadamente contrario a un acuerdo (como casi todos los curas en general, pero allí están quienes estos curas reconocen como sus viejos maestros).
ResponderEliminarbellavistense GENIAL
ResponderEliminarEl primero es que se creyeron el camelo de que el presidente Macri y su jefe de gabinete Peña estaban real y convencidamente contra del aborto
ResponderEliminar-
me consta que es así, un cura en una homilía dijo estar decepcionado de Macri pero la razón es que no se informó en el sitio de Mónica del Río Notivida, pues allí hace años que nos pasan los datos de quien es Macri, de su nefasta gestión en Capital Federal...jeje odio llamar a BsAs caba..ujjj
El 9 de julio en la catedral de La Plata al finalizar el tedeum, la multitud gritaba 'si a la vida-no al aborto', mostrando sus pañuelos celestes a la gobernadora y a los demás políticos, y al clero platense.
ResponderEliminarSi bien en las fotos, monseñor y sus consultores (los de capa morada), aparecen sonrientes, la verdad es que se notaba que estaban muy nerviosos y que no les gustaba para nada que la gentuza católica gritara 'no al aborto'. Supongo que sentían vergüenza. El día anterior en Luján nadie gritó 'no al aborto' en la procesión de salida, y se puede ver en cualquier video lo contentos y relajados que estaban los monseñores y los demás integrantes de la CEA, por tan hermosa y festiva jornada . Y en La Plata fue distinto por la simple razón que a los políticos se les debía dejar en claro lo que exigimos como católicos.
Aclaración: los curas que no ostentaban altos cargos eclesiales sí se los notaba contentos y orgullosos de la feligresía.
Tabaré Vázquez como buen uruguayo, es agnóstico pero es médico. Y se vé que buen médico, por eso él tiene la convicción de la defensa de la vida humana desde el momento de la concepción, más allá de consideraciones religiosas. Deberían aprender médicos argentinos aborteros que más de uno se tendrá por católico.
ResponderEliminarAborto: el crimen que clama al Cielo. No será gratis esa ley.
ResponderEliminarY ahora puede ser que la apreciación de Ludovicus haya sido errada. Bergoglio aún sin fe le gane la pulseada a Macri y Macri (y Durán Barba) y su estrategia haya sido absolutamente fallida.
ResponderEliminarSepararse de Pedro esta muy mal, pero separarse de Babilonia está muy bien.
ResponderEliminarLos obispos salen a pelearle a Macri en el aborto y en el tema social (pobreza etc) porque es una linea bajada desde "arriba" por Francisco que preferiría ver otro presidente en 2019. Además, Macri está para que le peguen y se lo ha ganado a pulso.
Excelente el análisis de Wanderer, pero que hay razones más "politiqueras" también. Los políticos argentinos son punteros políticos (algunos parientes o amigos íntimos de políticos, empezando por Bergoglio). Me consta que se vieron "desbordados por las bases" en el tema aborto y que, incluso, mucha gente los cuestionó en la cara. Incluso, a alguno le dio vergüenza lo que se dijo en el exterior sobre la indiferencia de los obispos en el tema. Fue así que decidieron ponerse al frente. Y, más allá de matices y omisiones, no lo están haciendo tan mal. Además, según me comentaba la sobrina de uno de los obispos claves en esto, de repente sienten que esta lucha les devuelve la fe perdida u olvidada en el día a día de la rosca política y la penosa administración de sus diócesis.
ResponderEliminarNunca me voy a olvidar lo que siempre me decía un amigo: La Rochejaquelein se escondió abajo de la cama cuando los campesinos vandeanos lo fueron a buscar; Gorostieta era liberal y ateo; Zumalacárregui no Era un dechado de virtudes; San Pedro debió ser amonestado por el Señor en persona para no abandonar Roma; y los ejemplos son miles. Quizá la Iglesia argentina haya tocado fondo y toque el tiempo de rebotar. No sé. No es para cantar victoria pero tampoco hay que perder la esperanza.
Ajenjo de las 16:56, en el supuesto de que la ley saliese y Macri no la vetase, ¿preferiría Ud la continuidad de Macri a que ganase una coalición provida encabezada por un peroncho de baja ralea?
ResponderEliminarSi usted tiene esperanzas en la urna, haga religioso uso de ella. Pero que un teatrito como este sirve para los intereses bajos y sordidos de los corrompidos y corruptores, ayudados por las testas mitradas, a mi no me asombra. Solo los principios solidos y un orden social establecido en ellos con gente real que viva un minimo de.virtud puede revertir la situación. Pero llevará tiempo. La cristiandad no se hace con decretos.. menos una república pretendidamente ceistiana, asentada en los endebles "principios" de la constitución yankófila. Ajenjo
EliminarAnónimo de las 18:48: Que usted no sepa nada no lo justifica a publicarlo.
ResponderEliminar"Los de capa morada", de "consultores" del Sr. Fernández no tienen ni el nombre, son simplemente los canónigos de la catedral de La Plata, unos viejitos asustadizos y en general inofensivos con los que el flamante Arzobispo no consultaría ni a qué número apostar en la Quiniela.
(porque en este país, todos somos mas o menos peronistas)
ResponderEliminarEl 10 de julio publicó una nota en La Nación el senador peronista Miguel Ángel Pichetto titulada: “Una discusión de Estado, no de creencias religiosas”, donde explica su posición a favor del aborto:
Dice este exponente del "peronismo racional": “Lo dije en el debate del matrimonio igualitario: el tiempo, la realidad social y la vida van determinando la necesidad de adaptarse. Las sociedades evolucionan y las instituciones deben acompañar esa transformación. Si fracasan en ese objetivo, se alejan de la comunidad y crece el riesgo de que el sistema y la sociedad emprendan caminos separados. Cuando se trata de una discusión que busca garantizar un nuevo derecho, es meritorio que desde la cabeza del gobierno nacional se haya habilitado el debate. Pero esto por sí mismo no es suficiente; es imprescindible que se lo lleve adelante y a buen puerto.”
Debo confesar que mucho antes de esta elevada lección de "peronismo pragmático en acción" ya me declaraba, y siempre fui, anti-peronista... Mi próximo voto será impugnado con una papeleta que diga: "No al aborto".
19:16 bueno que caiga sobre ellos la sangre, no sobre nosotros que ya expresamos que no lo queremos.
ResponderEliminar20:29 bergoglio aca no corta ni pincha, la gente le ganó la pulseada si no aprueban la legalización del genocidio.
ResponderEliminarMe parece que esta vuelta los Obispos han decidido ir full monty. Lo celebro.
ResponderEliminarLa Iglesia recibe a diputados que votaron contra el aborto
Muchos católicos que conozco no querían ni mencionar el tema religión en la defensa de la vida del niño por nacer por decir que el aborto no era un tema religioso.., capáz la Iglesia actúo así también, indignante.
ResponderEliminarCon lo del debate/diálogo sincero, entiendo que los obispos pedían que al menos hubiera opoprtunidad de exponer las posiciones y que presentaran argumentos serios. En criollo, "Si no queda otra que que tengan que discutir, al menos permitan un espacio para confrontar y háganlo con argumentos válidos". En las preliminares, claro, el reclamo abortero era por la despenalización del aborto y giraba en torno a la criminalización de la mujer. Sólo explotó masivamente en los medios la consigna de "aborto libre, legal y gratuito" cuando se pasó a exponer en comisión conjunta.
ResponderEliminarEn mi opinión los obispos (un par) salieron ahora a los medios como medida de fuerza mayor: el lobby episcopal-vaticano no surtió tanto efecto como se esperaba, y entonces los obispos tuvieron que girar en descubierto para ganar la calle. Pero a esta altura quizás ni eso frene el proyecto de ley.
Tampoco podemos echarle la culpa a los obispos de que dejen todo en manos de los laicos, el mismo Fulton Sheen preguntó: "Who is going to save our Church? Not our bishops, not our priests and religious. It is up to you, the people". Y así es hoy y así será. De la misma manera que los cabecillas del feminazismo no son públicas, sino que adoctrinan a las masas, así tendrá que ser ahora con el resto católico.
Lefe triste y bellavistence: la noticia en realidad no hace más que reflejar el sentir general de la FSSPX y ratifica que su posición histórica tiende inevitablemente al cisma formal. Fellay estaba muy solo y un sector importante del clero amenazaba con rajarse.
ResponderEliminarLos tradicionalistas que supieron ver esta característica inherente en la FSSPX a tiempo se fueron a la FSSP. Otros tardaron un poco más y se refugiaron luego en los ecclesiadei. Los neotradis post-Summorum tienen opciones "en regla" a esta altura.
Los lefes que siguen esperando el acuerdo, al fin ya la tienen bien clara. La cosa es con papeles y bajo el yugo romano, o sin papeles y rumbo al Palmar. Se acabaron "les discussions" eternas con Roma, los Preámbulos doctrinales y todo ese vilo y la ansiedad por noticias que arrojaran una mínima luz.
Y lo digo igual de triste que ustedes eh, que conste. En la época de Benedicto y el Preámbulo, algunos vivíamos esperando la final de la copa mes a mes, con el corazón en la garganta. Se acabó pues. Y no hay mal que por bien no venga, dicen...
GASTON a LEFE TRISTE: Si después de resistir durante unas décadas a acordar con la "Sede Apostólica" que en estos dias no contesta a los 4 cardenales, traiciona a los católicos chinos, destruye los Franciscanos de la Inmaculada, olvida absolutamente los cristianos martirizados en tierras islámicas y cada semana nos ofrece algún nuevo escándalo de Bergoglio, etc, etc, etc...el Superior de la FSSPX haría el ridículo más espantoso. Entre otras cosas.
ResponderEliminarJuan Enrique GarcíaPérez
ResponderEliminarUna demostración práctica (y costosa para el Estado pues seguirán cientos haciendo lo mismo para jubilarse antes) de lo absurdo de las políticas de género. Para más datos, cuando el periodista de un diario local le arrostró que cómo siendo mujer andaba de novia/o con una chica, le respondió que efectivamente salía con una chica porque... era lesbiana. Pero hay más, la legislación vigente permite cambiar de "género autopercibido" cada seis meses. Una aclaración, no hay manera legal de impedir casos como éste en Argentina.
http://www.infocatolica.com/blog/notelacuenten.php/1807041021-un-avivado-sergio-por-sergia
la legislación vigente permite cambiar de "género autopercibido" cada seis meses
Cabe alegrarse por eso de que el Bien Común prima sobre el particular; mas cómo no entristecerse, al menos un poco, por la ausencia de ese cura excepcional. Extrañaremos sus conversaciones pausadas y fecundísimas, entre asados y otras delicias.
ResponderEliminarPienso también en cuánto lo extrañará mi mujer, pues siendo él italiano, exaltaba sus pastas.
Errata:
ResponderEliminarDonde dije "Los políticos argentinos son punteros políticos..." quise decir "Los OBISPOS argentinos son punteros políticos..."
¿¡Quién me manda comentar desde el celular?!
GASTON:
ResponderEliminarTodo lo que Ud. menciona es lo que siempre hizo la Santa Sede... no sé qué le sorprende. En este juego el Vaticano siempre juega fuerte, pero siempre te deja un espacio para que puedas hacer tu jueguito.
El Vaticano te recibe de lo más bien y te da los papeles. Pero te encaja a un superior general que viene de afuera y te patea en contra. O te deja liberado a los obispos diocesanos. O te juega en contra con tal o cual cosa.
Pero es casi la "gracia" de ser católico: estás sólo porque sabés que estás en el Cuerpo Místico. Que si fuera por esos obispos politikones, la Iglesia estaría vacía.
Y si vos te quejás de la FSSPX, primero revisá el caso de la Iglesia greco-católica ucraniana, supuestamente autónoma, sui iuris y humillada continuamente por la Santa Sede. Condenado el uniatismo, son la posición incómoda del Vaticano ante la Ucrania y la Rusia ortodoxa. Y aún así, los greco-católicos ucranianos siguen siendo millones y no hay abandonos masivos.
Muy lindo texto. Coincido con todo....y me gustó mucho la observación sobre el "clima festivo de las marchas"....Fue mi impresión al participar de las mismas. Imperante CAMBIAR MODALIDAD.
ResponderEliminarNo soy lefe, pero no creo que este sea el mejor momento para acercarse a Roma. Aguantaron hasta aca y se van a entregar justo ahora, en el peor momento de la Iglesia.
ResponderEliminarNo pasen por alto el hecho que en los últimos años han llegado a la Frater jóvenes, grupos de amigos y novios que no estaban vinculados previamente al mundo tradicional. Estas nuevas generaciones están formando nuevas familias; además en gran parte son profesionales serios y no diletantes, lo que los hace poco adictos al celo amargo y al sectarismo. Tienen clara su fe pero también piensan por si mismos.
ResponderEliminarSon personas que quieren mantener la fe, pero están lejos de las disputas y trancas históricas de la Frater; no son “acuerdistas” pero tampoco se cierran a ello como si en ello se jugara el Credo. El nuevo superior habrá de lidiar con ello.
"no son “acuerdistas” pero tampoco se cierran a ello como si en ello se jugara el Credo".
ResponderEliminarLefe Estepario, lo dice como si estuviera en mano del voto de los laicos un "acuerdo" o no. Alguien que está en contra de reconciliarse con Roma, es en definitiva un cismático en el corazón. Y quien ya ha pecado de cisma en el corazón...
Lo de los jóvenes, habría que ver si es representativo a escala. ¿Ud. no es chileno, si mal no recuerdo?
Anónimo: obviamente -y si no es obvio se precisa- que mis observaciones parten de lo que veo en Chile pero también de lo que puede advertirse en la red, particularmente en como a partir del Motu Proprio y del levantamiento la Tradición fue haciéndose conocida, Y que la salida de Williamson apartó a ciertos elementos más preocupados de las conspiraciones judeo-reptilianas que de la fe católica.
ResponderEliminarPor cierto, Dios me libre de creer en un “poder de los laicos” en la FSSPX, aparte los curas me fusilan. Simplemente hago notar que el ambiente es distinto que hace 10 o 15 años. Como la nueva jerarquía de la Frater enfrente eso, ellos verán conforme a su prudencia.
(Nota: Encontré este artículo y me pareció interesante. Comienza el ensayo "Bueno, vamos a debatir", y va mostrando que son las abortistas las que no debaten. Lógicamente hablando alguien debe cargar con la paradoja del “no se debate”. La publicación o no del comentario esta en su poder Wanderer)
ResponderEliminarLas abortistas por Guillermo Barber Soler.
Al principio les creí. Pensé que proponían el aborto de buena fe y me dije: "Bueno, vamos a debatir".
Me dijeron que proponían el aborto porque morían chicas. Les pregunté haciendo qué morían esas chicas, y me dijeron "abortando". Les pregunté si esas muertes se evitarían si no se abortara y me dijeron que era machista.
Me dijeron que el problema era la clandestinidad. Les pregunté si el riesgo que conllevaba realizar otros actos ilegales también era motivo para legalizar aquellos actos, y me dijeron que no, que era ridículo. Les dije entonces que el argumento que proponían era el mismo, y entonces era ridículo, y se enojaron.
Insistieron en que era un problema de salud pública por la cantidad de muertes. Les pregunté cuántas eran y no se pusieron de acuerdo. Unas dijeron números ínfimos (ninguna vida es ínfima, pero era un número ínfimo para hablar de emergencia en salud pública), y otras que era un número altísimo, equivalente a la población femenina entera en un solo año. Entre ellas no vi discrepancia ni correcciones. Les pregunté entonces si el dato les importaba. Callaron. A las que dieron números pequeños les pregunté si no sería más efectivo a nivel salud invertir esos recursos en prevenir otras muertes más numerosas, y me llamaron insensible. Pero yo no las vi preocuparse por esas otras muertes numerosas. A las que daban números exorbitantes les pregunté cómo pensaban repoblar el país. No rieron. Les mostré que en países donde era más fuerte y eficiente la prohibición, había muchos menos casos de muertes maternas por abortos que en los países donde era legal que se hicieran. No les importó. Les mostré que otros países ya estaban sacando de circulación, por el peligro que traía a la salud materna, el misoprostol que ellas promovían en nombre de la salud. No les llamó la atención.
Empecé a dudar. Pensé que quizá se podía resolver el núcleo de la cuestión, que tiene que ver con la vida y la libertad. A los que les hablé de metafísica, me dijeron que eso era chamuyo. A los que les hablé de ciencia, me dijeron que la ciencia no tenía competencia en la ley. A los que les hablé de ley, me dijeron que era una cuestión de principios. A los que les hablé de principios, me dijeron que todo era relativo. A esos les pregunté entonces por qué estaban tan seguros, y me llamaron dogmático.
Me dijeron que era una cuestión de pobreza. Les pregunté si les parecía bien matar pobres. Se enfurecieron. Les pregunté si sabían de las políticas internacionales que promueven el aborto como un recurso para reducir la población de los países pobres. A unos les parecieron bien. Otros no pudieron verlo, no soportaban la contradicción. Les pregunté si no era mejor mejorar la economía, y les hablé de modelos económicos exitosos. Se aburrieron y me miraron raro, como si hablara otro idioma.
Me dijeron que era una cuestión de autonomía y autodeterminación. Les pregunté si estaban de acuerdo en aplicar la autonomía y la autodeterminación a temas de economía y política. Me dijeron que no, que uno no puede tomar decisiones que dañen a otro.
Me dijeron que era un tema de igualdad de género. Les pregunté si los padres podían demandar el aborto en contra de la voluntad de la madre. Se escandalizaron. Les pregunté si la madre podía abortar contra la voluntad del padre. Les pareció obvio. Les pregunté si entonces todavía creían en que a un padre se le puede exigir legalmente hacerse cargo de un hijo que él no quiso. Lanzaron gritos de guerra.
(continua)
(continuación)
ResponderEliminarMe dijeron que era un tema de países progresistas. Les pregunté si estaban de acuerdo con todas las políticas de esos países. Negaron rotundamente. No vieron nada raro en eso.
Me dijeron que nadie podía obligar a una mujer a ser madre. Estuve de acuerdo. Pero les pregunté primero por qué sí se podía obligar a un hombre a ser padre. No entendieron. Les pregunté si creían que el derecho a decidir estaba por encima del derecho a vivir. Dijeron que era relativo. Les pregunté por qué, mejor, no buscamos una propuesta superadora que respete las 2 vidas y la elección de los padres a no hacerse cargo. Me dijeron que no les hable de adopción. Les pregunté por qué. Callaron. Les insistí en por qué no mejorábamos el sistema de adopción. Me dijeron que era imposible. Les comenté de otros países donde se hacía. No quisieron escuchar. Les mencioné proyectos de ley en nuestro país para mejorar el sistema. Pero nadie había hecho pañuelos por ese proyecto. Tampoco ahora.
Las vi vestidas todas de un mismo color, vitoreando a su equipo, agradeciéndole las emociones que les hizo vivir. Les dije que había ahí un fenómeno de masificación, y me llamaron racionalista. Les pregunté si no seguían sin cuestionar lo que la masa, manipulada por medios y poderes, les proponía. Me llamaron nuevamente dogmático. Sí. A mí.
Me di cuenta entonces que eran todas excusas. Que directamente la vida no les importaba. Ni la de los seres humanos en gestación ni la de las gestantes. Si no, habrían dudado. Si no, habrían escuchado. Si no, habrían investigado. Si no, habrían militado por propuestas superadoras. Pero no. No les importa.
Las chicas sólo quieren poder matar. Los chicos sólo quieren desentenderse y no hacerse responsables.
fin
Tranquiliza saber que las decisiones no se toman en la estepa.
ResponderEliminarTradi Ortiba y Machirulo (Cristina dixit).
Muy bueno el texto de Guillermo, que muestra una cosa interesante que algunos no quieren ver: que existen abortistas de izquierda y también de derecha. Es muy fácil detectarlos por su discurso: los primeros hablan de libertad, igualdad, derechos; son los discursos hegemónicos de nuestra época y por lo tanto son los que más salen en los medios. Pero también están los que hablan de reducir la pobreza, eliminar enfermedades congénitas, aumentar la calidad de la población (sea lo que sea que eso signifique): este tipo de discurso hoy no es tan bien visto, pero en foros de grandes medios se puede encontrar un buen número de comentarios así, y de vez en cuando deslizan alguna noticia celebrando el aborto en este sentido, como año pasado donde varios medios informaron del gran logro de Islandia en casi eliminar el síndrome de Down (los poquísimos casos se dieron por error en el diagnóstico prenatal):
ResponderEliminarhttps://www.infobae.com/america/mundo/2017/08/16/el-pais-donde-el-sindrome-de-down-esta-a-punto-de-desaparecer/
Excelente el comentario del 12.7.18 22:36, el artículo citado.
ResponderEliminarHay países que no sirven de ejemplo para escrutar el ethos de la FSSPX, por no ser representativos más que en un puñado de personas. Es el caso, por ejemplo, de República Dominicana y, por motivos diferentes, de Chile.
ResponderEliminarAcotándonos Chile brevemente: es como en Madrid, son 50 tipos; sin muchas familias de dos y tres generaciones tradicionalistas, como es el caso de Méjico, Francia, Argentina y muchos otros lugares.
Es obvio que las abortistas no quieren dialogar pues pierden al no tener razones, para tener razón hay que tener razones. He hablado con algunas y dicen que sin las mujeres no hay cigoto, como llaman al niño por nacer en esa etapa primaria, y que ellas tienen derecho a decidir sobre su cuerpo. Pregunté si para engendrar el niño no es necesario también intervenga un varón y que pasa si el padre se opone al aborto y quiere a su hijo. Me respondieron que si el varón lo quiere siga la gestación en el vientre de otra mujer,que ella se saca el cigoto, una ridiculez total, les dije que aún asi seguiría siendo su hijo,con sus genes. Luego se enojan y dicen que uno es fanático etc. Cuando se las acorrala usan la violencia pues no tienen razones.Triste pero es asi,y tristeque muchos queden "envueltos" por sus ideas falaces e irracionales.
ResponderEliminarLo que no entienden los aborteros es que nos oponemos por el 5' mandamiento, no por jorobar.
ResponderEliminarSi es casi obvio que esos niños abortados serían lumpen de grandes. Nadie es otra cosa que lumpen si nace de padres con tamañas ideas.
Pero antes de nacer y haber crecido, son inocentes y matar inocentes es pecado.
Malthus.
Más feligresía que en Madrid o Chile hay en Laferrere, que no tiene priorato y apenas es un centro de misa ubicado en una de las zonas más márginales del Gran Buenos Aires.
ResponderEliminarResumir la discusión entre derechos a: "derecho a decidir Vs. derecho a vivir" es otra chicana mas. Pero bueno si de derechos queres hablar comencemos con las citas, por ejemplo de la Convención Americana de Derechos Humanos, que establece, en el artículo 4.1, la protección del derecho a la vida "en general, a partir del momento de la concepción", creo yo que incluir "en general" en su redacción es una muestra clara que no es un derecho absoluto. Sigamos, La Convención de los Derechos del Niño reconoce el "derecho intrínseco a la vida", pero nada dice respecto a la protección desde la concepción. Sin embargo el derecho a la autonomía reproductiva está reconocido en el artículo 16 de la Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, según el cual se establece el derecho a decidir libre y responsablemente el número de sus hijos y el intervalo entre los nacimientos y a tener acceso a la información, la educación y los medios que les permitan ejercer estos derechos. Dichas Convenciones, en función del art. 75 inc. 22 de nuestra Constitución Nacional tienen jerarquía constitucional, en consecuencia, la libre decisión de la mujer es un derecho constitucional. Sostener que el derecho a vivir no lo es no seria del todo acertado pero no encuentro donde sostenerlo. Pero bueno todavía quedan argumentos que esbozaste; realmente crees que es fácil para una mujer tener que seguir adelante con un embarazo no deseado total después lo das en adopción? La verdad, al igual que vos, nunca voy a tener un hijo en mi vientre pero me parece que tu falta de empatia es brutal. Puede ser falaz lo que te voy a decir pero hagamos el esfuerzo e imaginemos esta situación: una familia en busca de adoptar un niño, un niño a la espera de ser adoptado, un embarazo no deseado que se lleva adelante porque no se puede abortar. Luego de 9 meses nace el niño; aquel que primero enumere vería sus chances de ser adoptado reducida en un 50%. Loco no? No dude, he pasado mucho tiempo investigando y sin embargo, te escuche. Ahora, redactar "Me llamaron nuevamente dogmático. Sí. A mí." me parece totalmente delirante. Por que si o por que no se podría llamarte delirante a vos? Pido disculpas si tengo errores de redaccion, lo que menos quiero es bajar una linea editorial simplemente expresar mis diferencias utilizando la informalidad que una red social nos permite
ResponderEliminarAnónimo del 13 de julio de 2018, 10:55
ResponderEliminar¿Por qué sólo son 50 tipos en Madrid? Yo desde afuera de la FSSPX siempre me imaginé que un país como España con grupos culturales/políticos/sociales y religiosos tan hipertradicionalistas debía tener una importante resto lefebvrista. ¿Podría ilustrarnos sobre el tema?
Porque el español es, fue y será papista.
ResponderEliminarY porque el Opus allí era "culturoso" décadas atrás y dio cierta salida fácil del Concilio.
Unknown,
ResponderEliminarla situación de una mujer esperando un hijo no deseado es desgarradora, desde varios puntos de vista. Pero es inmoral querer resolverla mediante una ley que autorice a la mujer a matar al hijo que está gestando.
Malthus, no lo crea. Sábato escribió (no me acuerdo si en alguna novela o ensayo) sobre los hijos de anarquistas de principios del siglo pasado que después se volvían comisarios de policía. También leí cierta vez el relato de una estadounidense "hija" de lesbianas que de adolescente se volvió cristiana y hoy milita en contra de los derechos de las parejas homosexuales de adoptar. A veces tener padres con ideas tan radicalmente revolucionarias empuja a los hijos a reaccionar y volverse más conservadores; y a veces de excelentes padres sale cada engendro... Solo Dios sabe qué va a ser de cada uno, y es temerario juzgar a alguien por su filiación.
ResponderEliminarHay como un paralelismo subterráneo entre la noticia de la renovación de autoridades lefes y lo del aborto. En ambos casos, me parece, hay una corriente real oculta que mueve las superficies lentamente. El triunfo -gracias a Dios- del antiacuerdismo lefe es signo de valentía y de racionalidad de parte de las autoridades lefes porque Pedro está durmiendo en la barca, no Jesús y arreglar sería entregarse a Bergoglio; pero demuestra sobre todo que ha habido y hay, una verdadera renovación vital en la feligresía tradi que se nutre ahora de muchísima juventud y familias enteras que se han pasado a la FSSPX profundamente disgustados con la línea "oficilista" y semipagana de la Iglesia. Ya no tienen los reparos de concienciea que existían hace 40 años. Van derecho sin molestarse en tener escrúpulos, tal vez porque las cosas son ahora mucho más claras.
ResponderEliminarCon el asunto del aborto sucede algo muy semejante: las bases están presionando enormemente y toda la morralla de los obispos diletantes (el diálogo y la democracia; evitar la "criminalización" de una mujer que es una verdadera criminal; distinguir despenalización de la legalización pura y simple y otras sonceras) y los dialoguistas se está derrumbando a pedazos, por inútil e inconsistente.
Sin duda también incide el descrédito personal y general de los ápices gubernativos en ambos casos: el Pancho y el Mauri.
El peronismo fue el primer intento histórico exitoso de aunar el marxismo práctico con una hipotética línea "democrática" humanista maritaineana, 60 años antes del "progresismo" europeo; y la Argentina un centro de modernismo teológico notable ya a partir de los años '50, si hemos de creerle a los PP. Meinvielle y Castellani y algo a Petit de Murat. Así que ojo: parece que aquí las cosas llegan con 50 años de anticipación, y no al revés como se creía.
Martín Aznar Peyret
El gran daño que hizo la línea media fue celebrar una misa nueva "bien rezada" y no errar en moral. Pero lo bueno es que la Argentina nunca tuvo más de 15 o 20 curas al mismo tiempo y con estas características.
ResponderEliminarEn cambio España tuvo al Opus (los curas sabían latín, etc.) y eran muchos más de 20. Estaban en toda la peníninsula. Eso atentó contra la posibilidad del tradicionalismo allí.
No tuvieron la situación propicia: el completo descalabro clerical, como el que se daba en otros países.
Pensemos en el Opus de tiempos de Franco, tanto en su importancia como en sus características (bastante mejor que el actual).
GASTON a ANONIMO 16,34: Hay que partir de la base de que lo que abunda en España son los conservadores -que no conservan gran cosa- y no los católicos tradicionales. Y que el Opus Dei y algunos movimientos menores absorbieron a esa feligresía. Y la domesticaron convenientemente.
ResponderEliminarPara acabarlo de arreglar hace poco la FSSPX construyó una nueva capilla en Madrid que es sencillamente horrible y poco apta para atraer multitudes.
A pesar de todo son algo más de 50 tipos. No hay que exagerar. Y con algunas vocaciones. Ahora mismo -si no me equivoco- una novicia en las Dominicas de Fanjeaux y dos jóvenes seminaristas en la Reja. Y uno de los capuchinos de Morgón es español, de Burgos. No son muchos pero menos da una piedra y el que no se consuela es porque no quiere.
Podría extenderme para explicar esto sobre hechos históricos como son el que en España no se han conocido intervenciones pontificias desastrosas como en Méjico -Cristeros- o Francia _-Ralliement y condenación de la Acción Francesa- que nos han hecho menos cautos a la hora de distinguir entre las diversas intervenciones papales y su correspondiente valor, que puede ser definitivo, o simplemente digno de atención y respecto o ningún valor._ La Historia explica mucho del fenómeno este.
Y termino con la anécdota que se dice sucedida en una conversación entre el recién elegido Papa Montini y Don Juan de Borbón en la que el que el 1º le manifestaba al 2º sus temores de no ser bien recibido en España. Y Juan de Borbón le respondió con aplomo: "Santidad. En España ya no hay más Montini. Ahora sólo hay Pablo VI"
Con tan monumentales ingenuidades qué se puede esperar.
Soy el anónimo que mando lo de Guillermo.
ResponderEliminarAl anónimo del 13 de julio de 2018, 13:30 respecto a que lo llamaron dogmático es la auto-ironía de que las abortistas no argumentaran nada. Así lo interpreto yo. El resto no te entendí mucho.
Es claro que si hay abortistas tanto en la izquierda como en la derecha, y el articulista así lo entiende al volcar sus argumentos, los atrapa con justicia en su misma salsa, por decirlo así.
Anónimo de 13 de julio, de las 10:55.
ResponderEliminarEn España apenas hay tradicionalismo y el que lo hay no es que sea precisamente sal de la tierra, salvo honrosas y honorables excepciones.
En España lo que hay es conservadurismo, que es diferente. Si el tradicionalismo está encerrado en sí mismo, el católico conservador español, por mucho que se queje de los progres, desconfía de lo que suene a defensa de la Tradición, especialmente de la Liturgia.
Es un catolicismo muy contaminado de prejuicios liberales con el la mayoría de las veces es imposible hacerse explicar.
Anónimo de las 22:56. La anécdota que cuenta de Don Juan de Borbón se dice que fue entre Franco y uno de sus ministros, que al salir elegido el nuevo Papa entró en el despacho del General y le anunció la elección en términos despectivos y nombrándolo como Montini. Franco le cortó en seco y dijo: "A partir de ahora es Su Santidad Pablo VI".
ResponderEliminarNo sé cual de las dos anécdotas es real o si lo son las dos, pero efectivamente, entre los conservadores españoles resulta exasperante cualquier mera crítica a una decisión del Papa de turno, aunque sea una barbaridad como el punto 8 de Amoris Laetitia. Prácticamente te ven como descarriándote del camino y apostatando.
Notable y totalmente desacostumbrada claridad episcopal en un reportaje a Mons. Bochatey: http://www.perfil.com/noticias/politica/hemos-sufrido-mas-presion-los-que-estamos-a-favor-de-la-vida.phtml
ResponderEliminarNo Flastaf, era que no sabían quien era en realidad montini, sin dudas no manejaban los datos que tenemos nosotros ahora. No le hubieran dicho santidad a semejante monstruo ni por asomo.
ResponderEliminarEstimado unknown admiro y lo felicito por su empatía con la mujer embarazada en una difícil situación, evidentemente es superior a mi empatía. Ahora esa empatía no debe nublar nuestra razón y permitir la sanción de una ley nefasta. El derecho de la mujer a “decidir libre y resposablemente el numero de sus hijos y el intervalo de los nacimientos” no puede ser ejercido de cualquier manera, especialmente no puede ser ejercido convirtiendo la defensa del niño desde la concepción que generalmente se aplica en nuestro país en una excepción como ocurriría con esta ley que la defensa de la vida desde la concepción existiría solo si la madre así lo quiere. Nuestra sociedad sería peor.
ResponderEliminar"Sábato escribió (no me acuerdo si en alguna novela o ensayo) sobre los hijos de anarquistas de principios del siglo pasado que después se volvían comisarios de policía."
ResponderEliminarTambien hay casos en el sentido opuesto como el de Juan Carlos “el hippie” Alsogaray, hijo del tte gral Julio Rodolfo Alsogaray, quien se hizo montonero y fue abatido en febrero de 1976 en Tucumán.
Para mí, es claro que junto a la criminalización del aborto es necesario implementar un sistema extremadamente ágil de entrega del recién nacido para su adopción. Porque flaco favor se le haría al niño cuya muerte fue evitada por la criminalización del aborto si luego de su nacimiento no se lo librase de ser criado por una mujer cuyo único motivo para no matarlo fue el temor a ir a la cárcel.
Los lefes ya echaron suerte hace rato y esto no es más que el epílogo del establecimiento del “estado de excepción” como ideal de vida religiosa; del “soy pero no estoy”: callejón que no tiene salida. Ya no se espera que Roma vuelva a la Tradicion; el pensamiento más profundo e impronunciable de muchos es que Roma regrese a Econe.
ResponderEliminarRecuperaron la celebración tridentina; y se les agradece infinitamente. Pero junto con la liturgia, trajeron también del pasado todas las lacras del barroquismo preconciliar: clericalismo galopante, puritanismo doctrinal, moralismo social, maniqueísmo ideológico, presunción jansenista, hegelianismo político, papolatria selectiva, etc.
Anécdota real: dos niñitas lefes de 13 años discutían sobre los cristianos que iban a la misa nueva. Una argumentaba que esos bautizados también buscaban a Cristo y por ende eran parte de la Iglesia Católica. Su compañera le refutaba que si no iban a misa tradicional (celebrada por un cura de la frater) no podían agradar a Dios, por ende no eran parte de la verdadera Iglesia. Su compañera, perpleja, le pregunta quiénes “eran” entonces la Iglesia; con aire solemne y postura ex cathedra, la otra le responde: “¿No sabés eso? La Iglesia somos nosotros”. Extra “frater” nula salus.
Fallay intentó frenar inútilmente esta deriva; y fracasó.
Buena la nota de Bochatey, lástima que el cronista tomó mal la cifra de lo que quiso señalar como absurdo, no es 57 abortos por día los 365 días del año, sino por hora. Así daría cerca de 500.000. Dijo todo con bastante nonchalance.
ResponderEliminarHilbert.
GASTÓN a ANONIMO 15,32: Que los lefes hayamos hecho del estado de excepción "el ideal de la vida religiosa". Primero, eso lo dice Vd y Vd sabrá de dónde lo saca. Yo lo veo falso: el estado actual de la Iglesia para cualquier católico con fe es una gran cruz y no otra cosa. Lo que se puede legítimamente discrepar es el modo cómo reaccionar ante esa situación de extrema confusión generalizada. En la que hay al menos un elemento claro: Los responsables de la misma son muy diversos pero coinciden en que ninguno de ellos es lefe. No confundamos los efectos con las causas o los culpables con las victimas o caer en el síndrome de Estocolmo.
ResponderEliminarY a propósito de un párrafo suyo que cito a continuación le haré un comentario final: "Recuperaron la celebración tridentina; y se les agradece infinitamente. Pero junto con la liturgia, trajeron también del pasado todas las lacras del barroquismo preconciliar: clericalismo galopante, puritanismo doctrinal, moralismo social, maniqueísmo ideológico, presunción jansenista, hegelianismo político, papolatria selectiva, etc." Anonimo de las 15,32 con amigos como Vd no necesito enemigos. Y, además, desbarra Vd de lo lindo.
Lo de la fraternidad es una cuestión de derecho eclesial, en la que los laicos tienen poco que ver. Respecto a los problemas doctrinales enunciados por Benedicto XVI y necesarios según Roma para la "completa comunión", son los problemas teológicos latentes de siempre, sobre todo respecto a la autoridad y los sacramentos, que con el concilio y sus prácticas, se pusieron sobre la mesa.
ResponderEliminarSeguimos discutiendo el CVI, pero ahora con cuestiones prácticas para definir las teológicas, y en algo hay que darle la mano a la fraternidad: Roma no quiere hacerse cargo del debate teológico.
Ahora, si es cierto que las argumentaciones del lado tradicionalista tiene muchos obstaculos respecto a los limites de la tradicion, de la autoridad y de cuando se esta adentro o afuera y de la participación con el mal.
El ejemplo sobre las niñas lefes, es eso, una conversacion de niñas de 13 años. Nunca lo tomaría en cuenta porque las cosas que se escuchan en catesismo de cualquier parroquia son similares pero en otros temas. Me parece que hay mala leche en el ejemplo.
La realidad es que, por lo que he leido y escuchado, la fraternidad confunde intenciones con aplicacion de la autoridad, dando lugar a juzgar como malo cuestiones de omisión o intenciones ambiguas o no manifiestas. Su alegacion del estado de necesidad es real en muchos casos y en otros forzados, pero ahí ya estamos lidiando con la prudencia y con la falta objetiva de una autoridad que determine la practica, porque mientras que Roma dice que prohibe los abusos, no los corrige ni los modera, mientras que la fraternidad actúa en este aspecto.
La cuestion no es facil ni resumible a un par de puntos. Y como dijo alguno mas arriba, ya hay demasiados autores, sacerdotes, fieles, que fuera de la fraternidad siguen su modus operandi, provocando un movimiento similar en la práctica y los principios pero distinto en la cuestión que a todo el mundo le importa: los papeles legales.
Festeja el lefebvrismo, Francia es el campeón.
ResponderEliminarCómo sería el "hegelianismo político"?
ResponderEliminar14 de julio de 2018, 15:32
ResponderEliminarExcelente. Es tal cual. Los problemas de fondo son esos. Y ellos están cómodos en la zona gris "adentro pero afuera".
Conociendo el Catecismo y practicándolo seremos buenos Cristianos, ya está todo escrito, hay que cumplirlo. No os desesperemos tanto por los pregres, levre, tradi etc.
ResponderEliminarAhora se suman los evangélicos.., si es para que no salga esta nefasta ley bienvenidos!..me gustaron los argumentos en defensa de la vida
ResponderEliminarLos obispos deben declarar públicamente la excomunión a los legisladores que votan por el aborto.No importa si lo toman a risa, es aleccionador, es advertencia, es caridad.
ResponderEliminar"Los obispos deben declarar públicamente la excomunión a los legisladores que votan por el aborto.No importa si lo toman a risa, es aleccionador, es advertencia, es caridad".
ResponderEliminar¿Alguien sabe técnicamente quién o quiénes decidirían esa excomunión? ¿Quién o quiénes la proclamarían? ¿Quién podría levantarla?
Mons. Carlos Humberto Malfa, obispo de Chascomús, reprende públicamente a sacerdote a favor del aborto.
ResponderEliminarA la Comunidad de Lezama
Queridos hermanos y hermanas:
Como Obispo tengo la misión y grave responsabilidad de cuidar la fe de todos los ustedes y velar por que las enseñanzas de la Iglesia sean transmitidas con fidelidad y coherencia.
Por esto comprendo que algunas afirmaciones públicas respecto del aborto, realizadas por el Pbro. Juan Carlos Di Sanzo, susciten escándalo, confusión y perplejidad.
Con tristeza, les transmito que he reprendido personal y formalmente al padre Juan Carlos por tales dichos expresándole, oralmente y por escrito, que de persistir en tal actitud me veré obligado a tomar otras medidas establecidas en el Derecho Canónico.
Quisiera, finalmente, reiterar mis expresiones, de cariño, confianza y gratitud a todos los que, aún entre dificultades, han permanecido fieles a la verdad y a la defensa de la vida inocente, particularmente a los miembros de la querida comunidad educativa de “Cristo Rey”. Unidos en oración al Dios de la Vida, los abrazo y bendigo de corazón en Cristo y María Santísima.
Y en Santiago del Estero veinte diputados querellaron a una escuela católica porque los alumnos desfilaron el nueve de julio con pañuelos celestes.
ResponderEliminarAlcanza con una reprimenda formal? No sería necesaria una retractación de sus dichos?
ResponderEliminarMe parece importante tener en claro cuál es el núcleo de la LEY MACRI con media sanción.
ResponderEliminar1.- Se reconoce el carácter de persona humana del concebido y su protección estatal desde la concepción. PERO esa protección es progresiva durante la gestación, opera su plenitud a partir del nacimiento.
2.- La progresividad depende de algunas causales, pero en último término de la autonomía de voluntad de la persona gestante.
De esta manera si la gestante quiere, el concebido puede gozar de la plena protección en cualquier momento, incluso desde la concepción.
3.- El poder de decisión de la gestante incluye el deber del sistema de salud de operar según sus indicaciones.
Estos tres puntos conforman el núcleo que se debate, esto es lo que Macri y Peña quieren hacer ley.
Saludos. Juan el Gris (ya nacido hace varias décadas, antes de Macri y Peña) .
Anónimo de las 19,29. Los obispos PUEDEN Y DEBEN declarar públicamente la excomunión que se produce de hecho y en forma pública. Ni deciden ellos ni excomulgan ellos. Queda excomulgado aquel que comete tal o cual pecado grave, queda fuera de la comunión; si el pecado es público la excomunión también debe serlo.
ResponderEliminarAnónimo de las 22:21: en Uruguay el aborto se aprobó y los obispos dijeron que los legisladores no quedaban excomulgados sino los médicos que perpetraban el aborto. También pasó algo similar en Irlanda, si no recuerdo mal. También hay casos donde un obispo sale a declarar la excomunión y otros obispos salen a contradecirlo.
ResponderEliminarEn síntesis, aquí ningún obispo saldrá a decir nada. Ni siquiera el arzobispo emérito platense probablemente. ¿Se imaginan a Ojea o al "obispo villero" contradiciéndolo, diciendo que quiénes son ellos para juzgar y penar?
Ay los maximalistas...
ResponderEliminarNo es necesaria ninguna declaración de excomunión ya que la misma opera en forma automática, si se entiende que estos políticos han cooperado a la realización de un aborto en los términos del canon (postura "oficiosa" de la carta de Ratzinger a los obispos de los EE.UU.).
Por otro lado, rara vez la Iglesia ha declarado una excomunión "genérica". Entiendo que, siguiendo el procedimiento tradicional, la misma debe hacerse con nombre y apellido previo proceso canónico donde quede claro que el reo es pertinaz en sus opiniones luego de un tiempo en que se le explicó su error con el detalle y dedicación necesaria, o si éste se niega a comparecer.
No está demás recordar que la carta de Ratzinger iba dirigida a los obispos estadounidenses (no a los políticos) para que aquéllos nieguen la comunión a los políticos abortistas.
Derecho canónico, canon 1398 " Quien procura el aborto, si éste se produce, incurre en excomunión latae sententiae." Los obispos PUEDEN Y DEBEN declarar públicamente la excomunión a los legisladores, quienes se excomulgan son ellos mismos, pero al ser pecado público debe haber declaración pública. La carta de Monseñor Ratzinger a los obispos de EEUU es una carta de Monseñor y punto. El derecho Canónico es otra cosa, es derecho, como dice su título. Monseñor Pedro Martinez publicó en el facebook de la diocesis un documento sobre el aborto y habla de este tema de la excomunión. En la página 9 del documento Monseñor ya está declarandoles la excomunión.Lo que quizás le cueste ser misericordiado. Este es el link para el interesado.
ResponderEliminarhttp://uccuyosl.edu.ar/images/Carta_Pastoral_debate_legislativo.pdf
Para el cura del Chaco, Rafael del Blanco, Mauricio Macri será excomulgado de la Iglesia si se aprueba la despenalización del aborto.
ResponderEliminarUn cura argentino dijo hoy que, según el Derecho Canónico, todas las personas que contribuyan directa o indirectamente a la aprobación de la ley de despenalización delaborto y sean católicas quedarían automáticamente excomulgadas de la Iglesia si la ley se hace efectiva. Esto incluye a los legisladores que apoyan el proyecto, y también al propio presidente Mauricio Macri.
https://www.lanacion.com.ar/2154579-para-un-cura-del-chaco-mauricio-macri-sera-excomulgado-de-la-iglesia-si-se-aprueba-la-despenalizacion-del-aborto
Por eso mismo, "latae sententiae". No hace falta ninguna declaración pública de nadie.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con la nota aclaratoria.
ResponderEliminarLa modalidad de defender la vida, me parece que ha fracasado. Tanto parlante, globos, carta a diputado, carta a senadores, tuiteazo, banderazo, bocinazo.... mucho activismo sin Dios. Y una alegría como si fuera un festival, y como si la convocatoria a las marchas fuera un tema social para encontrarse con los amigos, y ahora termino de caer esta modalidad con el pedido de dinero...
No es mejor rezar (de verdad) y abrir las Iglesias dia y noche para pedirle a Nuestro Señor ?
Y medir ahí si los argentinos realmente defendemos la vida o no.
Que dolor todo esto.
"mucho activismo sin Dios"
ResponderEliminar¿De dónde sacás que todas esas iniciativas (a las cuales ya estás rotulando como 'activismo') están vacías o "más allá" de Dios? Yo participé (como católico "independiente" que soy) y muchos otros conmigo, de muchas de esas actividades. Fuimos con ánimo de Cruzada, defendiendo a la vida por nacer, conscientes de que estábamos dando testimonio "pro-vida" y católico. Participé de casi todas las procesiones de Jericó (7 días, jueves y domingo) rezando el Rosario y cantando cantos religiosos alrededor de la Quinta presidencial. Participé de la Misa de medianoche y la Adoración en el San Pablo en vísperas de la votación en diputados.
Hay muchísimo más de fe y de amor a Dios de lo que usted en su torcida, escéptica, amargada y dolorida realidad prejuzga desde internet.
Sospecho que es como aquello de que el ladrón cree que somos todos ladrones como él.