A todos nos resulta molesto cuando quieren hacernos pasar por tontos; cuando pretenden engatusarnos con discursos falaces, en los que se usan argumentos torcidos a fin de convencernos. Es decir, nos molesta que quieran hacernos pasar por tontos. Y es lo que me ocurrió cuando vi uno de los últimos vídeos que publicó Mons. Taussig sobre la situación que está ocurriendo en su diócesis que se agrava cada vez más.
Comprendo perfectamente al obispo cuando dice que está triste. No es para menos después del desaguisado que él mismo armó pretendiendo obligar a sus fieles a recibir la sagrada comunión exclusivamente en la mano y a los sacerdotes a distribuirla exclusivamente de ese modo. Fabricó un Trafalgar de lo que podría haber sido no más que una escaramuza. Como decíamos la semana pasada, se metió en un berenjenal del que no podrá salir y las cosas se le están yendo de la mano. Este domingo sufrió una segunda pueblada a las puertas del seminario diocesano, donde él se ha refugiado, en la que los fieles le suplican que les permita continuar con la tradición de la Iglesia y comulgar en la boca. En este video pueden ver lo ocurrido.
Esta disposición transitoria en cuanto al modo de recibir la comunión se aplica en la mayor parte de las diócesis del mundo afectadas por la pandemia, incluido países como Italia, Francia o Estados Unidos. Y sin embargo, las redes están silenciosas y no hay batalla alguna librándose por allí. ¿Es que en esas naciones no hay fieles conservadores o tradicionalistas que se resistan a recibir la comunión en la mano? ¿Alguien puede pensar que en Francia o Estados Unidos, donde el movimiento tradicional es muy fuerte, todos aceptan mansamente las disposiciones? De ninguna manera. Lo que ocurre es que allí, como en otras diócesis argentinas, los obispos se manejaron con prudencia cosa, que no ocurrió en San Rafael. Publicaron la reglamentación pero no se dedicaron a investigar si se cumplía y cómo se cumplía. Eso quedaba librado a la prudencia de los sacerdotes. Es lo que cualquier persona sensata haría en circunstancias similares. No fue el caso, sin embargo, de Mons. Taussig que armó una batalla demencial provocando en sus sacerdotes y fieles un estado de angustia y sufrimiento por el que deberá rendir cuentas, y un escándalo que ha tomado proporciones internacionales pues la noticia ha salido en medio europeos y americanos.
En el video al que me refiero, Mons. Taussig basa todo el peso de su argumentación en la obediencia que se debe al propio obispo. Todos sabemos que la obediencia es una virtud y que al obispo hay que obedecerle. Pero no se trata de una virtud absoluta sino, como todas, debe estar regulada por la razón, caso contrario puede dejar de ser obediencia para convertirse en sometimiento, en pecado y en vicio.
Todos sabemos el enorme daño que ha causado en muchas ocasiones a lo largo de la historia de la Iglesia el ejercicio imprudente de la obediencia o bien, las pretensiones de obediencia que muchos superiores quisieron imponer a sus súbditos. Recomiendo la lectura de El ruiseñor fusilado de Leonardo Castellani para entender la cuestión y los límites que tiene la obediencia. Porque el conflicto aparece cuando se llega a la situación, como se ha llegado en San Rafael, de tener que decidir a quién obedecer: o al obispo, o a la Iglesia y su tradición. Porque, aunque Mons. Taussig sea la voz de la Iglesia para su rebaño, deja de serlo cuando en su discurso se opone a las enseñanzas y tradiciones de Iglesia universal, y contraviene sus mandatos. Los fieles, en ese caso, tienen todo el derecho e incluso el deber de no obedecer.
Y estoy ha ocurrido innumerable cantidad de veces. Espiguemos algunas: Orígenes desobedeció a su obispo Demetrio de Alejandría y huyó a Cesarea de Palestina donde fue ordenado sacerdote por el obispo de esa ciudad. San Atanasio desobedeció al Sínodo de Tiro en 335 y al Concilio de Milán de 355. San Juan de la Cruz desobedeció a sus superiores calzados en repetidas oportunidades y debió fugarse de la cárcel donde lo habían recluido. Santa Juana de Arco desobedeció al tribunal que la juzgó, integrado por obispos y clérigos. La Madre Teresa de Calcuta desobedeció a sus superioras de la congregación de las Madres Irlandesas para fundar las Hermanas de la Caridad. En fin, hay un sinnúmero de casos en la historia de la Iglesia donde se ve que los santos, que son hombre y mujeres prudentes, desobedecen cuando es virtuoso hacerlo.
Mons. Taussig es un hombre formado que sabe teología, por eso resulta llamativo que utilice como argumento de autoridad —“iluminante” lo llama él recurriendo a un neologismo—, las palabras de Santa Faustina Kowalska que dijo: “El demonio se puede revestir del hábito de la humildad, pero nunca del hábito de la obediencia”. Si Mons. Taussig quiere apoyarse en autoridades de monjitas santas, podría recurrir a Santa Catalina de Siena, que además es doctora de Iglesia, y vería allí lo que esta santa le dijo no sólo a su obispo, sino al mismísimo Papa. O bien, recurrir a otra doctora de la Iglesia, Santa Teresa de Ávila y enterarse de cómo trató al arzobispo de Burgos o al de Sevilla.
Y no soy impío porque discuto los dichos de Santa Faustina, que habrá que ver en qué circunstancias los dijo, sino porque la realidad impone crudamente que el demonio en muchas ocasiones se viste con el hábito de la obediencia, mal que le pese al obispo sanrafaelino. Y no es necesario irse a casos lejanos. La semana pasada, Sandro Magister publicó la carta de una reconocida historiadora católica en la que narra con dolor sus descubrimientos en los archivos vaticanos en relación a los abusos sexuales cometidos por el fundador del movimiento de Shoënstatt, el P. Joseph Kentenich. Copio aquí un fragmento “iluminante”:
Las religiosas, mensualmente, debían arrodillarse frente al “padre”, extender sus manos hacia él y darse totalmente a él. El diálogo que se desarrollaba, frecuentemente con la religiosa a solas y a puertas cerradas, era el siguiente:
“¿De quién es la hija?”. Respuesta: “¡Del padre!”
“¿Qué es la hija?”. Respuesta: “¡Nada!”
“¿Qué es el padre para la hija?”. Respuesta: “¡Todo!”
“¿A quién pertenecen los ojos?”. Respuesta: “¡Al padre!”
“¿A quién pertenecen las orejas?”. Respuesta: “¡Al padre!”
“¿A quién pertenece la boca?”. Respuesta: “¡Al padre!”
Algunas religiosas se refirieron también a esta continuación del rito:
“¿A quién pertenece el seno?”. Respuesta: “¡Al padre!”
“¿A quién pertenecen los órganos sexuales?”. Respuesta: “¡Al padre!”.
Las pobres religiosas no se prestaban a semejantes humillaciones porque les gustara. Lo hacían por obediencia. Y no es necesario explicar que en este caso, mal que le pese al obispo de San Rafael, un demonio muy feo y aborrecible —el de la lujuria—, se había revestido del hábito de la obediencia.
Monseñor, no nos corra con la vaina.
Por una cuestión de justicia, debo hacer una ajuste a lo que afirmé en un artículo de la semana pasada. En los últimos días, el vocero del obispado de San Rafael, en una larga entrevista concedida a una radio salteña, aclaró que los seminaristas diocesanos fueron conminados por su obispo a comulgar en la mano no debido a una cuestión sanitaria (el seminario está confinando desde el inicio de la pandemia por lo que no hay peligro de contagio) sino como una "prueba de obediencia". Pueden escuchar aquí el audio. Respetuosamente, me permito sugerirle a Mons. Taussig que evite pedir "pruebas de obediencia" de cualquier tipo que sean, puesto que el horno no está para bollos. También pidieron pruebas de obediencia a sus seminaristas el Sr. McCarrick cuando era cardenal arzobispo de Washington y Marcial Maciel, cuando al frente de los Legionarios de Cristo.
Un comentario final. Ayer, 5 de julio, la Iglesia celebró entre otros, a santa Zoe. Vivía en Pamfilia (actual provincia de Antalya, en Turquía), en la primera mitad del siglo II, con su esposo Hesperio y sus hijos Siríaco y Teodulo. Eran esclavos. Ella era la encargada del cuidado de los perros de sus patrones. Éstos eran devotos paganos pero trataban bien a sus esclavos y les dejaban practicar el cristianismo libremente. En una ocasión, se celebraba una fiesta doméstica --algún cumpleaños o aniversario--, y los patrones enviaron a Zoe y su familia parte de la comida del festejo. Sin embargo, esas carnes habían sido previamente sacrificadas a los ídolos por lo que ellos se negaron a comerlas. Enterado el patrón, se enfureció, pidió cuentas a sus esclavos y éstos que no cedieron. Finalmente, Zoe y su familia fueron arrojados a una hoguera y murieron mártires de la fe.
Pongámonos un momento en la cabeza de Zoe y su marido, y pongámonos un momento en la cabeza de los actuales jerarcas de la Iglesia. ¿No parecería que fue exagerada la actitud de estos cristianos? No se les pedía que ellos hicieran el sacrificio a los ídolos; no se les pedía que renunciaran a la fe; no se les pedía que pecaran contra el sexto mandamiento. No se les pedía nada; se les ofrecía un poco de carne. Pero esa carne pertenecía a un animal que había sido sacrificado a los ídolos. San Pablo (I Cor. 8) dice que "No perdemos nada si no la comemos (a esa carne), y no ganamos nada si la comemos", pero añade que comerla puede ser un mal ejemplo para los demás, ya que pueden creer que acordamos con el culto a los ídolos. Por lo tanto, manda no comerla. No se trataba de que comer esa carne en sí mismo fuese un acto pecaminoso sino que, al hacerlo, muchos podían pensar que se cedía a las presiones de los paganos y, de esa manera "se destruirá un creyente débil por el que Cristo murió" (I Cor. 8, 11). Zoe prefirió morir ella y su marido, y animar a la muerte a sus hijos por esa "insignificancia". "En la boca o en la mano, ¿qué más da?", dice Mons. Taussig. Era un detalle mínimo; sin embargo, Zoe y los suyos resistieron hasta la muerte.
Santa Zoe, ruega por nosotros.
Yo jamás recibo la Sagrada Forma en la mano. Adhiero a todos los argumentos contra dicha práctica. Pero se me plantean en este caso ciertas dudas:
ResponderEliminar1) Lo que usted parece defender es la idea de que las órdenes de un Obispo se deben o no obedecer según la prudencia de cada sacerdote. No me gusta ese principio. De hecho creo que uno de los grandes problemas de la Iglesia hoy es que cada cura hace lo que quiere, diga lo que diga el Derecho.
2) Los aberrantes ejemplos que usted da se refieren a un superior que ordena conductas contrarias a la ley de Dios (como Kentenich) o prohibidas por la Iglesia (como comer carne de sacrificios idolatricos). Aquí el obispo manda una conducta lícita (hoy recomendada por la amplia mayoría de los Obispos). No parece lo mismo.
3)A que me parece bien la protesta ante una disposición notablemente errada. Pero una cosa es protesta y otra desobediencia. Es el ejemplo de Santa Catalina, que habló (y como!) pero no desobedeció.
En fin, espero que no se me malinterprete como como defendiendo a Taussig. Gracias
Yo le respondería:
Eliminar1) La obediencia prometida al Obispo entiendo que debe contemplarse en el marco de la autonomía y libertad del sacerdote. Por lo tanto, el sacerdote al recibir una orden puede hacer un razonamiento o juicio prudencial acerca de la misma y actuar en consecuencia. Obedecer una bestialidad no es virtud, sino supresión del intelecto, acallamiento de la prudencia, la sabiduría y demás dones. Si los grandes santos arriba mencionados hubieran suprimido su capacidad y acallado lo que les exigía el corazón y el Espíritu, sus hagiografías habrían sido distintas y no precisamente heroicas.
Por otro lado, los curas siempre hicieron lo que quisieron. Más antes, cuando había cabildos eclesiásticos que defendían al presbiterio de las arbitrariedades episcopales.
2) El tema es justamente la discusión de la ilicitud de prohibir la comunión en la boca. Una cosa es que el Obispo privilegie la comunión en la mano --con el indulto correspondiente de la Santa Sede-- y otra cosa muy diferente que decida prohibir lo contrario. Eso pareciera ser ilícito.
3) Cuando la ley es injusta, la desobediencia es justificada y hasta quizás mandatoria. Depende de las circunstancias, por supuesto.
Estimado Anónimo GSMyngrown:
ResponderEliminarEl equivoco que flota aquí es pensar que en la cuestión de la "comunión en la mano" que pretende imponer el obispo Taussig hay un asunto de "desobediencia razonable" o "conflicto de obediencias". No existe tal cosa.
Dejando de lado consideraciones teológicas y de tradición litúrgicas que son muy relevantes, pero que omito, desde el punto de vista del derecho de la Iglesia hay que decir con claridad: el obispo Taussig no tiene autoridad alguna para mandar que sólo se comulgue en la mano, y prohibir que se comulgue en la boca. Porque eso pertenece a la legislación universal del rito romano, cuya competencia es exclusiva de la santa Sede y no está delegada en los Ordinarios del lugar. Lo más que podría hacer el Ordinario es sugerirlo, recomendarlo (aunque en este caso sería un muy mal consejo e imprudente).
De modo tal que es un abuso de poder pretender legislar sobre lo que no se tiene competencia.
Si un fiel, clérigo o laico, decide desoír el pretendido mandato de Mons. Taussig sobre la restricción de la comunión en la boca que es la propia del rito romano (lo de la mano es solamente un indulto otorgado, como excepción a la regla general), no comete ninguna desobediencia. No acatar una orden nula no es desobediencia.
Y si tomara dicho "mandato" a lo sumo como consejo, puede tener sobrados motivos para considerarlo un mal consejo e imprudente; y por ende, salvada la reverencia debida al prelado, desoirlo también como consejo.
Vergüenza deberían darle al susodicho mitrado y a sus voceros, la acusación calumniosa de desobediencia que enarbolan contra clérigos y laicos que no acatan sus caprichosos actos de abuso de poder... Y, en justicia, debería retractarse y reparar la calumnia.
Dios le conceda al mitrado, y a todos nosotros, la conversión del corazón.
- P. Xavier
Que diga Taussig en cuál estudio científico se basa para prohibir la comunión en la boca. Cuál es la razón de este abuso de poder.
ResponderEliminarO ahora también es epidemiologo?
Lamentablemente a estos Obispos sin fe hay que presentarles fundamentos sanitarios, porque parecen haber perdido la visión trascendente y sobrenatural del hombre y solo escuchan argumentos del mundo para el " cuidado" de la salud del cuerpo mortal.
Pues no tiene NINGUN fundamento científico para prohibir la comunión en la boca.
FALSA OBEDIENCIA
ResponderEliminarSanto Tomás afirma que hay dos casos de falsa obediencia u obediencia ilícita, o sea, donde no se debe obedecer. El primero se da cuando justamente el mandato del superior contradice claramente un mandato de orden superior, sobre todo de Dios. Sería el caso de una autoridad que obligara a cometer pecado. Allí se aplicaría el principio expresado en el libro de los Hechos: Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres (Hch 5,29). El otro caso se da cuando el superior ordena algo claramente fuera de su competencia; como sería el caso si la autoridad pretendiese comandar actos internos de la voluntad de una persona, o bien, en la obediencia religiosa, si un superior comandase algo que claramente contradice las constituciones o Reglas de un instituto (cfr. II-IIae, 104,5).
Taussig parece haberse convertido en un lobo asalariado en feroz persecución al rebaño de ovejas que se le confío a su cuidado.
ResponderEliminarHoy en un diario de San Rafael , hay una foto de un multitude ( 500 niños y adultos ) rezando el Rosario delante el Seminario Diocesano .
ResponderEliminarCual es la petición .. ?
Una simple opinón ...
ResponderEliminarSi el Obispo de San Rafael se va , nunca habra más Obispo , ni seminario , ni ordenaciones a San Rafael .
Perdón mi ignorancia pero, la manera tradicional de recibir la comunión, no sería en la mano? es decir, no fue así como se recibió durante cientos de años luego de la primer misa? Aseguro que mis intenciones son buenas
ResponderEliminarLe recomiendo que lea algún libro de historia de la liturgia. Yo suelo recomendar La Misa del Rito Romano (1948) de J. A. Jungmann, sj.
EliminarCómo se comulgaba en los primeros cuatro siglos es difícil de establecer en cada lugar y en cada comunidad. Y no es determinante para esta cuestión. El rito cristiano es el resultado de dos mil años de prácticas, codificación, añadiduras, cercenamientos, etc., e incluso es una fuente de la Tradición, algo que a menudo se ignora. Hay un mito según el cual la Misa actual es una vuelta a los primeros siglos, borrando el ritual medieval producido por una élite clerical para preservar el misterioso y oculto ritual del vulgo. Es una visión reductivista y mezquina, fácilmente rebatible leyendo la historia y haciendo "ritos comparados" con las liturgias apostólicas de otras partes del planeta (incluyendo Egipto, la India o Armenia).
En lo que nos atañe a los cristianos de rito romano del siglo XXI, hay un modo puntual de recibir la comunión que deriva de la práctica tradicional (mil años al menos) y que se encuentra regulada exclusivamente por la Santa Sede. Es la comunión en la boca. La comunión en la mano únicamente puede establecerse por medio de un indulto concedido a cada Obispado particular por la Santa Sede. Como es sabido, por ej, el Obispado de San Luis nunca pidió ese indulto y por lo tanto continúa la legislación de siempre de comulgar en la boca.
En ninguna parte la Iglesia advierte que comulgar en la mano sea pecaminoso, ni blasfemo ni mucho menos sacrílego, como alegan algunas personas poco leídas pero muy apuradas a amenazar al resto. Pero tenemos en positivo:
-La Tradición de la Iglesia;
-La norma de la Santa Sede;
-El principio litúrgico de que únicamente las manos que han sido bendecidas por el santo óleo manipulen las hostias consagradas.
-La recomendación de una buena cantidad de santos;
-Resultados científicos concluyentes que minimizan/descartan la incidencia del contagio del coronavirus por comulgar en la boca.
Y en contra tenemos que:
-Históricamente la comunión en la mano fue introducida en el Protestantismo, en el cual coincidentemente se rechaza de forma más o menos generalizada la creencia en la Presencia Real;
-La desacralización masiva de la liturgia coincidente con la reforma litúrgica encargada por el Vaticano II y la introducción del Misal de 1969 hasta nuestros días. En ese contexto la comunión en la mano permitida por la Santa Sede sólo empeora la noción de la Presencia Real entre los laicos (y los sacerdotes...).
A Una simple opinión:
ResponderEliminarAlgunos prefieren malo conocido que bueno por conocer. Pero para los seminaristas de San Rafael el seminario que imaginaron "ya fue". Pues esas pruebas de obediencia seguirán proponiéndose y no creo -sinceramente- que ellos hayan ingresado a ese seminario para comulgar en la mano.
Algunos -como Ud y Julien Freund- creen que es bueno mantener el statu quo. Evidentemente les cierra. Otros creen que si no se empieza a frenar al Obispo, estos atropellos se incrementarán. Tal vez convenga dialogar un poco. Creo que es lo que Wanderer propone con este tipo de notas.
Sin embargo se ve que el Ordinario es poco afecto al diálogo, pues solamente comunica. No escucha. Puede ser que ese tipo de manifestaciones (como las de ayer) logren que Mons. Taussig imite al beato Angelelli (único obispo argentino en los altares) y tenga un oído en el pueblo, y no los dos en su potestad episcopal.
Distinguidos saludos
Esta zamba resume muchas cosas:
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=LgHHZq-v4wo
No dejen de leer el tratadito de Castellani sobre la obediencia. Fundamental: Leonardo Castellani, Digresión sobre la Obediencia fragmentos), de El Ruiseñor Fusilado.
ResponderEliminarLos que dicen que la comunión en la mano es "lo tradicional" porque así se hizo en los primeros siglos (ellos no lo saben pero lo suponen), deberían volver a estudiar lo que es la Tradición (transmitir lo recibido). Lo que no tiene nada que ver con el arqueologismo. Al respecto viene bien recordar las palabras del P. Ronald Knox sobre el arqueologismo como una forma velada de modernismo.
Qué bien que hicieron Mons. Lefebvre y Mons. de Castro Mayer!!!!
ResponderEliminarLa hizo tan bien que murió excomulgado.
EliminarValuable su vida misionera, su ministerio episcopal en África y su lucha incansable contra el modernismo desde en la Coetus. Pero después de quedar suspendido a divinis se fue de mambo.
"se fue de mambo"..., notable exégesis sobre quién salvó la Tradición católica.
EliminarEl Ignoto
Nuevo visitador apostólico en san Rafael podría ser el padre Farinello, lástima que se murió
ResponderEliminarFarinello al menos fue un buen tipo, y por eso nunca fue obispo. Pero tenía olor a oveja, no como estos obispos truchos que viven en la villa pero en una casa llena de comodidades y enfrascados en el estudio de Canónico. Farinello no era un trucho ni un hipócrita, aunque estuviera equivocado en muchas cosas.
EliminarMás que obediencia, la actitud de Monseñor Taussig se identifica con el temor reverencial que el Derecho Canónico define como el temor de desagradar a ciertas personas a quienes se debe respeto y sumisión.
ResponderEliminarTan grave es el pecado que comete quien pretende imponer ese temor disfrazado de obediencia, que en el matrimonio constituye una verdadera causal de nulidad.
El respetado Padre Santiago Martín, fundador de los Franciscanos de María que siempre se ha caracterizado por su prudencia y sobriedad cada vez que toca el tema de la crisis de la Iglesia, la semana pasada sorprendió al decir que sólo un milagro puede evitar el inminente cisma que se cierne sobre ella. Daba como principal causal las irreductibles posiciones de conservadores y progresistas sobre la aceptación o rechazo del Concilio Vaticano II.
Lo que ocurre en San Rafael parece ser un claro ejemplo de ese enfrentamiento decisivo al que alude el Padre Martín, quien, si bien confía en que se produzca un milagro para evitar el cisma tan temido, sospecho que no va a tener suerte.
Todo indica que las cartas ya están echadas, Monseñor Taussig es un digno representante de esa iglesia nueva postconciliar, y si quiere sobrevivir, debería ir pensando en formar rancho aparte con los de su laya porque el cisma es un hecho irreversible y los modernistas quedarán afuera de la Iglesia que Cristo fundó sobre esa piedra que es Pedro y sus fieles sucesores.
Mas facil que se pegue el virus recibiendo la Hostia en la mano ya que esa mano paso por todos lados apoyandose,en ambio la lengua no..y si el sacerdote tiene buen pulso ni siquiera toca la lengua del fiel comulgante.Cuestion esencial de minimo desarrollo del pensamiento..Con dos celulas que trabajen basta.
ResponderEliminarAhora el Obispado de San Rafael se sirve del brazo secular
ResponderEliminarhttps://mediamendoza.com/contenidos/172658
¡Qué vergüenza!
https://mediamendoza.com/noticias/172662-manifestacion-de-fieles-catolicos-%E2%80%98se-trato-de-un-grupo-de-personas-rebeldes-a-la-autoridad%E2%80%98
ResponderEliminarAl que pida pruebas de que el Obispado pidió el auxilio del brazo secular contra quienes se manifestaron en el medio del campo en la calle Tirasso, pueden encontrarla en las palabras del vocero: "esto no fue algo organizado por la Iglesia Católica. Solo un grupo de personas rebeldes a la autoridad, en abierta desobediencia de las leyes civiles de la cuarentena. No tienen nada que ver con el Seminario".
Sé que me voy de tema, pero esta nota tiene mucha tela para cortar:
ResponderEliminarhttps://fromrome-info.cdn.ampproject.org/v/s/fromrome.info/2020/07/04/la-renuncia-d-ratzinger-mal-escrita-para-sorprendernos/amp/?usqp=mq331AQRKAGYAcjE-vLr5u2IjQGwASA%3D&_js_v=a2&_gsa=1#referrer=https%3A%2F%2Fwww.google.com&share=https%3A%2F%2Ffromrome.info%2F2020%2F07%2F04%2Fla-renuncia-d-ratzinger-mal-escrita-para-sorprendernos%2F
La gente de San Rafael ha tenido una formación muy modernista de derecha. Se creen que se le pueden plantar a un obispo como se le planta a un curita de barrio; que sean más o menos 400 monos es grave y fue un error garrafal.
ResponderEliminarPero como ese modernismo de derecha tiene una tendencia liberal, desprecian la política. Es decir, son justicieros de la moral, sin importar las consecuencias. Total, si alguien destruye el seminario, no va a ser por culpa de ellos, sino por culpa de Roma.
Una postura apolítica, sin pensar en costos y beneficios. Taussig, con todo lo tiránico que ha sido y puede llegar a ser, funciona a modo de obstáculo a los fines de la iglesia oficial. La muchedumbre no lo entiende. Muchos de ellos han tenido malos pastores (empezando por el vocero del obispado), y otros directamente son anarquistas. Total, tienen su misa tridentina y su rancho aparte. No les importa la comunidad.
Hay que cuidar a Taussig, les guste o no les guste.
- Julien
Don Güander: no sé cuáles fueron las razones principales por las cuales Ud. suprimió de las páginas favoritas el blog Linum Fumigans. Pero me parece que ha sido un acierto, teniendo en cuenta que en los últimos dos meses ha derivado hacia una típica “línea media neocon” con una fanática defensa del Concilio Vaticano y poniendo injustamente en el mismo plano equidistante de error la resistencia de obispos como Lefebvre para defender la fe de siempre, con las herejías de los modernistas enseñadas en los últimos 60 años.
ResponderEliminarA raíz de todo esto se ha dado una reacción en algunos medios o alternativos/blog/bitácoras católicos/as que incluso han logrado hacer transcender la información en los medios de comunicación. Creo que deberían considerar la posibilidad de crear una asociación de medios alternativos para tomar acciones conjuntas antes hechos como este e incluso ante la cristianofobia rampante que se da en el ámbito político y mediático.
ResponderEliminarJulien, lo que señala es interesante. No conozco desde adentro la situación sanrafaelina. Sin embargo, a la distancia compartía la indignación y la resistencia pasiva de muchos ante el atropello jurídico de Mons. Taussig. Pero cuando vi la "manifestación" en la puerta del seminario confieso que sentí un cierto disgusto. Me chocó como una suerte de versión vernácula de la "cancel culture" que se instaló en USA. El Obispo se equivocó (fiero), entonces le armo un lío tal que terminen sacándolo, sin importar qué consecuencias puede traer esto. Quizá en otras épocas tendrían sentido cosas así. A más de un obispo lo han tenido que sacar por la puerta de atrás del palacio episcopal en siglos pasados, porque se le venían los fieles al humo. Pero hoy ya no veo que una acción como esa sigue teniendo sentido.
ResponderEliminarComo sugiere Ud., hay que ser prudente antes de quemar las naves con un Obispo que, con sus más y sus menos, no deja de ser de lo mejor del episcopado argentino.
Saludos.
G.
Dicen que Castellani dijo algo como "sobran 250 sacerdotes y faltan 500".
ResponderEliminarSupongo que lo mismo puede decirse de los obispos. Que un obispo no sea tan malo no quiere decir que es bueno.
A los que quieren mantener el statu quo: preferible un progre buen tipo como el de San Miguel a un pseudo conservador con complejo, garca y tergiversador como el de San Rafael que evidentemente tiene problemas psiquiátricos serios.
ResponderEliminarEsto salvo para el que tiene una poltrona y no quiere perder privilegios, claro está.
Para los que no saben ese tal Julien que escribe más arriba es el es mismo vocero del obispado o uno de sus delegados.
ResponderEliminarLa versión que hoy trata de imponer entre los curas que están con algunas dudas y algunos laicos es justamente lo que escribe en su comentario. Hay que cuidar a Taussig porque viene otro peor
Lo mínimo que se pide en gente más o menos culta es que no se agarren de un "ad hominem" para desprestigiar mi argumento. Les incomoda que les digan modernistas de derecha y me acusan de ser "vocero del obispado"; esto surgió en el foro de Juan Carlos Monedero, el único que me acusó de tal cosa.
ResponderEliminarSolamente hago un análisis de la realidad: si viene un obispo progre más o menos piola, con el que se pueda charlar sin que te acuse de desobediente, va a prender fuego el seminario. Es aquí donde se da una paradoja que hay que analizar fríamente: o que se vaya Taussig y chau seminario; o que se quede Taussig y nos aguantamos su tiranía. No está ese análisis en los modernistas de derecha. Yo elijo por la segunda, que cualquier persona que tenga amor por la diócesis de San Rafael lo entendería fácilmente.
Pensar que puede venir otro obispo y dejar el seminario tal cual está, es una ingenuidad.
-Julien.
Anoche en La Nacion + dijeron que hay versiones de que Poli va a Roma y lo sucederia el Trucho. Por otro lado estoy seguro que sin tanto lio Taussig tenia los diad contados, por que creen que San Rafael tiene los dias contados en la mentalidad franciscana. Son muchos años de buen clero y buena formacion. Monseñor esta dando manotasos de ahogado y quedando mal para un lado y para otro, con grave daño a las almas.
ResponderEliminarJ.A.-Julien: según su juicio, el actual obispo que no es más o menos progre, no prendió ya fuego el seminario? Parecería que sí. Echó el rector (al anterior también) y obligó a los seminaristas a comulgar en la mano como pruebita de obediencia a su poder omnipotente. Ni los progres obligan a comulgar en la mano a los confinados sin riesgo de contagio.
ResponderEliminarUsted dice que quiere quedarse con la tiranía, es su elección. Claro que con el carguito que tiene, es entendible. Si llega un obispo nuevo y googlea un poco...
Distinguidos saludos
Estimado – Julien.
ResponderEliminarSi no interpreto mal, Ud afirma que Taussig es tirano (“que ha sido y puede llegar a ser”; “nos aguantamos su tiranía”). Pero advierte que el que venga va a ser peor, y con eso se perjudicaría la feligresía no formada de San Rafael.
Le pregunto entonces cual es la línea de no ceder. Fue Mons el que dio una orden que NO PODÍA DAR. Fue Mons el que, cuando se le pidió que revisara la orden, persistió en su intención. Fue Mons el que obligó a renunciar al rector del seminario. Fue Mons el que presionó a los seminaristas a comulgar en la mano. Fue Mons el que abusó (de autoridad) de una niña de 7 años.
Ud dice que hay que aguantar la tiranía. Y como se concretiza eso? Comulgando en la mano? Sin comulgar?
Fue Mons el que llevó la situación a la guerra. La tiranía se venía soportando hasta ahora porque nunca dio una orden que no se pudiera cumplir o al menos que no se pudiera desobedecer. Ahora lo hizo. Si hay guerra, es culpa de él. Y Ud propone que no peleemos porque el que viene peor. Ya lo sabemos. O mejor dicho, nos lo imaginamos. Pero, hay un límite que no hay que ceder. Y Mons ha querido traspasarlo. Si lo que viene es peor, ahora da igual.
Disculpe la grosería, pero lo gráfico ayuda a ser más claro (pregúntenle a Santo Tomás Moro, según comentarista de hace unos días): lo que Ud dice es que tengo que dejar que un violador abuse de mi mujer, porque si no lo dejo, después vendrá otro que será peor (no describo en qué sería peor, pero creo que se entiende). Y no es así. Repito. En todo hay límites. Mons quiso cruzarlo. Ahora que aguante la batalla.
Alfonso Jesús Vivar
PD1: Mons se va a ir igual, haga lo que haga. Mire como trató Pancho al de San Luis. De nada le bastó celebrar la beatificación de un guerrillero, ni permitir la comunión en la mano. (Lo mejor para Bergoglio es que el trabajo sucio lo está haciendo Taussig, así que cuando envíe uno nuevo, no tendrá tanto que pelear).
PD2: La idea de hacer un único seminario de toda la región de Cuyo no es de ahora. Eliminado Martinez, sólo quedaba San Rafael. Las medidas que tomó Taussig me parecen encaminadas a esa intención. Echar a los seminaristas “díscolos” para poder unificarlos a los demás seminarios.
Yo sigo sin entender cuáles son los móviles finales de Taussig con todo esto. Qué busca? En qué se beneficia?
ResponderEliminarAnónimo 10:50, no se complique. No es necesario que Taussig busque algo. Se trata de un hombre al que lo ganó la pasión de la ira, desatada por lo que él considera un desafío a su poder.
ResponderEliminarEstá poseído por esas dos pasiones: poder e ira, una combinación terrible, y que claramente es incapaz de dominar.
No hay por tanto objetivos en lo que hace; se trata solamente de saciar su pasión.
Mi amigo, porque no publica mis msj, medite un poco en la realidad, Aristótelica Tomista, los laicos tenemos responsabilidad en falta de piedad Eucaristíca. La comunión en la mano es una consecuencia de la ignorancia del pueblo de Dios de lo que entienden por la Misa.
EliminarParedes Javier
Qué ensalada Jav!!!! ¿Qué será la "realidad aristotélica tomistas? La realidad es la realidad, sin importar las escuelas filosóficas. Caso contrario, deja de ser realidad para convertirse en ideología.
ResponderEliminarY qué tiene que ver la piedad eucarísticas con la "realidad aristotélica atomistas"?
Tranquilícese y purifique su mente.
Me parece que a veces, no vemos la realidad, estamos en un mundo donde la Piedad Eucaristíca ya fue en el común de los Laicos, luchamos y hacemos Lobby, sin ver la realidad, luchamos contra el EA y olvidamos predicar a tiempo y destiempo sobre la Piedad Eucaristíca.
EliminarSto Tomás, en su precioso Himno lo dice, usted como yo y muchos de lo que estamos acá, alguna vez nos tomamos el tiempo de explicar los sacramentos o sobre la Piedad Eucaristíca, lo dudo, mucha Teoría, Doctrina, pero muy poca Realidad, ojo me lo digo a mi mismo y a mis hijos.
A veces nos metemos en camisas de 11 varas y nos olvidamos del Prójimo, que parafraseando al P Castellani, es el próximo, el que está a tu lado.
Un Abrazo y gracias por la corrección.
Perdone Wanderer, pero escandalizados con el tema San Rafael, nos olvidamos del tema Schönstatt, cuestión no menor.
ResponderEliminarEl fundador con cara de abuelito bueno y venerable barba parece que era un truan.
Para colmo sus seguidores cerraron filas en defensa de la injusticia cometida contra la memoria del Padre.
Esperemos que se tomen cartas en el asunto. Por lo pronto infomar.
El caso Kentenich no es equiparable a Maciel, etc. Lo que salió a la luz fue parte de las pruebas aducidas por una de las partes en una denuncia de los años 50. Proceso que fue llevado adelante, y culminó con el decreto de Pablo VI en el que le levantan las sanciones. Habria que ver todas las pruebas, de ambas partes, para poder hacer un juicio justo, que por otra parte parece que ya fue hecho, por las autoridades responsables de ello. No se trata se una situacion de encubrimiento por parte de la Iglesia.
ResponderEliminarNo pongo las manos en el fuego por Kentenich. Pero son situaciones diferentes.
G.
Estimado G: la dinámica del caso Kentenich es muy similar al de Maciel. Condenado por Pío XII, rehabilitado por Pablo VI, exaltado por Juan Pablo II.
ResponderEliminarLuego reflotan las antiguas acusaciones.
Estimado, hasta donde se, Pio XII no condenó a Maciel, que tampoco fue rehabilitado. Su caso fue una seguidilla de ocultamientos locales y vaticanos que da escalofrios. El caso Kentenich fue seguido de cerca por Pio XII y Pablo VI, fue un proceso jurídico "by the book", según entiendo. Y Kentenich murió casi una década antes de la elección de JPII. Repito, puede haber verdad en las acusaciones, pero comparar ambos casos es un despropósito.
EliminarG.
Estadístico... A ud le falla la cronología. O el prejuicio lo confunde.
EliminarUnos comentarios mas y resulta que el p.Buela es recontra santo/inocente/calumniado.
ResponderEliminarEs interesante la expresión de la cara de Taussig en el video señalado y en el video más reciente agradeciendo las FELICITACIONES recibidas por su cumpleaños !
ResponderEliminarEn el primer video , sin prestar demasiada atención a sus dichos, que tienen la típica maniobra psicopática de colocar la culpa en el otro, se ve una persona odiosa en sí misma, muy parecida a las fotos de Bergoglio enojado.
En la segunda se lo ve alegre , casi eufórico , como si todo estuviera terminado y con un happy end.
De nuevo , se aprecia a una persona psicopática, con doble personalidad.
De estas personas conviene alejarse e ignorarlas, ya que depredan todo a su paso.
Me permito traer una historia , cuyas fuentes no puedo revelar : Créanlo o no , pero es fidedigno.
Cuando este Obispo era sacerdote , formaba parte de un grupito de sacerdotes que se reunía regularmente con Bergoglio en Buenos Aires, quien los instruía metodicamente en como hacer carrera para llegar a Obispos.
Este Obispo es una creación Bergogliana.
Bergoglio, lógicamente lo puede decapitar en cualquier momento. sin mosquearse, pero hay que tener en cuenta que este Obispo, aunque supuestamente pudiera ser odiado por ser “conservador (ja ja ), es un complementario del jefe psicopata.
El jefe psicopata lo conoce a la perfección, y Taussig es su esclavo para cualquier tarea , como Zanchetta que está atareado en el Vaticano.
Estimados G. y 10 de julio de 2020, 14:19
ResponderEliminarDisculpen si me equivoqué, me pareció haber leído que era así. Verificaré.
Es cierto que ambos casos no son iguales. También es cierto que Maciel fue un monstruo. Y pregunto, Kentenich era un venerable anciano?
Se lleva el dudoso premio al mayor déspota eclesiástico de la historia. Jamás un obispo cometió un atropello semejante.
ResponderEliminarEl mayor esta en Roma
Eliminar