Páginas

viernes, 22 de octubre de 2021

La maldición del Papa Francisco (II)

 


El segundo daño que ha hecho el Papa Francisco debido a su torpeza, si somos generosos en señalar una causa, es el que se refiere al cuidado del medio ambiente o, como diría un cristiano, de la Creación.

Sucede que frecuencia que las buenas causas, cuando son promocionadas por las personas equivocadas, despiertan rechazo. Y es lo que sucede en este caso. Que la insistencia en cuidar la naturaleza venga impulsada por la ONU, Greta, Bill Gates y, lo que es peor, el Papa Francisco, despierta en muchos —en mí, por ejemplo—, una inmediata desconfianza y el casi irreprimible deseo de hacer lo contrario. Pero soy consciente que actuar de ese modo sería dejarme llevar por las emociones y no por la razón; sería una insensatez.

Cualquier persona sensata estará de acuerdo en que debemos cuidar la naturaleza y el medio ambiente, y acordará también que las condiciones en la que se da el actual crecimiento de la población mundial implica un peligro [destaco que el problema no está en el crecimiento de la población, sino en las condiciones en las que sucede]. Los bosques y selvas tienden a desaparecer para dejar lugar a cultivos intensivos; los ríos y mares tienden a contaminarse con los productos químicos y deshechos de las megápolis; las especies animales tienden a extinguirse por falta de habitat, etc. Nadie está conforme con ver islas de botellas plásticas flotando en el océano, o con la devastación del Amazonas, o con el derretimiento de los glaciares. Desde hace más de un siglo grandes autores nos alertan con sus obras literarias acerca de este peligro. Basta leer a William Blake o a J.R.R. Tolkien. 

La Creación le fue dada al hombre para que se sirviera de ella a fin de conservarse en la existencia, y no para que la explotara a fin de aumentar desmesuradamente sus riquezas artificiales. Hay un deber de conciencia hacia el cuidado y el buen uso de los recursos naturales que son, en definitiva, regalos de Dios.

El problema de Bergoglio y de su corte de aduladores, es que defienden esta buena causa con los peores argumentos, con aquellos que les provee el establishment del mundo, y son incapaces, por cobardes o impíos, de recurrir a los argumentos que nos da nuestra fe cristiana, y que son los únicos válidos. Es verdad que el capítulo II de Laudato sì ofrece los fundamentos cristianos del cuidado de la Creación, pero ese capítulo ha pasado sin pena ni gloria. Nadie lo recuerda y nadie lo cita. Se perdió en medio de la cháchara progresista del resto del documento. 

El problema nuestro es que, sin darnos cuenta, podemos contaminarnos con el concepto moderno del sujeto individual, herencia del dualismo cartesiano, y abandonar la cosmovisión tradicional cristiana, y descuidar completamente el cuidado de la Creación.

En el universo bíblico el cuerpo no es nunca algo diferente del hombre. El acto de conocer no es producto de una inteligencia separada del cuerpo. El hombre es una criatura de Dios, del mismo modo que lo es el conjunto del mundo. El mundo fue creador por la Palabra. Dios dijo y todo fue hecho; ordenó, y todo existió. La materia es, entonces, una “emanación” del habla, no está fija ni muerta, fragmentada, sin solidaridad con las otras formas de vida. No es indigna como en el dualismo. La encarnación —y el mundo creado—, es el hecho del hombre, no su artefacto.

Estas consideraciones filosóficas no son más que la racionalización de lo que el hombre medieval, el que habitaba la Cristiandad, vivía cotidianamente. Él estaba inmerso en una totalidad social y cósmica, en la que participaba del destino común a los animales, a las plantas y al mundo invisible. Cuando venían sequías o heladas, el hambre y el frío era sentido y sufrido por los hombres, por los animales y por las plantas. Todo estaba vinculado, todo resonaba en conjunto, nada era indiferente, todo acontecimiento significaba. Existía una relación de simpatía con todas las formas animadas e inertes que se juntan en el medio en que vivía el hombre. Era una suerte de “comunidad de todo lo viviente”, que imposibilitaba la separación de una forma de vida del resto del mundo.

Es la modernidad, con su dualismo y con su endiosamiento de la razón y consiguiente desprecio del cuerpo y de lo material, la que hace posible el desprecio por la naturaleza y por las otras formas de vida que no gozan del privilegio de la razón. El hombre dejó de ser el rey de la creación, tal como lo había constituido Dios, para convertirse en su tirano y dueño absoluto.

Pero hay otra razón aún más importante. Todos los seres de la Creación, aún los más pequeños e insignificantes, son una huella de Dios. Ellos nos permiten conocer más al Creador y acercarnos más a Él, y no a través de un silogismo, como parecen sugerir algunos decadentes manuales escolásticos, sino porque el cristiano percibe en ellos el eidos divino, o las razones de Dios. En la plaza de la ciudad en la que nací, había una Victoria de Samotracia hecha en yeso. La escultura descabezada no me llamaba particularmente la atención, y hasta me parecía fea. Pero cuando visité por primera vez el Louvre, y subiendo distraídamente la escalera Daru, me topé en el descanso con la escultura original, quedé fascinado. Recuerdo que no podía moverme del lugar; estuve un largo rato contemplándola, atraído, casi imantado por la belleza de la escultura griega. El eidos del artista aún habitaba en aquel trozo de mármol y ejercía una suerte de magia hacia quienes lo contemplaban. Algo similar sucede con los seres de la Creación. En ellos habita el eidos o la razón que fue concebida por el Verbo y que luego plasmó en ese ser particular. Y lo que digo no es poesía filosófica; es la enseñanza pura de los maestros cristianos, desde los Padres a San Juan de la Cruz. ¿Qué otra cosa sino esa, explica en su Cántico espiritual? Mil gracias derramando, / pasó por estos sotos con presura, / y yéndolos mirando, / con sola su figura / vestidos los dejó de hermosura. Sí, la Creación es el reflejo de la hermosura de Dios. Y por eso mismo merece el cuidado y respeto. 

La Creación es una escala descendente de teofanías o manifestaciones de Dios. Dios desciende hasta nosotros a través de sus “energías” que lo manifiestan, y nosotros ascendemos a Él a través de la contemplación de esas “energías”, o “razones” o eidos que encontramos en las cosas. La Creación es, en definitiva, un instrumento privilegiado e imprescindible del progreso espiritual, de la santidad.

Estos son sintéticamente los motivos por los cuales un cristiano debe cuidar y preocuparse por la Creación —que no del medio ambiente, término pagano—, y se trata de un deber que obliga en conciencia. 

Sin embargo, ¿hemos escuchado a Bergoglio aludir a razones cristianas en su arranques amorosos por la Pachamama? Claro que no. Las suyas son las razones del mundo; son las razones de Greta Thunberg; son, en el mejor de los casos, las razones del paganismo redivivo que él alienta irresponsablemente. 

Una vez más, el Papa Francisco ha manchado y arruinado una causa buena y justa. Es esa su maldición. Las consecuencias las paga la Iglesia y todos los fieles católicos. 

23 comentarios:

  1. ¿Olvidamos el acto de culto pagano-amazónico en los jardines vaticanos? Y siguen hablando del rey y su vestido impoluto, aunque esté desnudo. No hubo arrepentimiento público ni penitencia por esta profanación, así que en el presente hay un pagano en la sede de los antiguos pontifices paganos de Roma. ¿Para cuando reactivan el panteón?

    Focio

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya se habrá enterado que Bergoglio ha puesto una estatua de Lutero en el Vaticano.

      Si esto no es herejía manifiesta, que venga Dios y lo vea.

      Eliminar
  2. Esta semana Glasgow será escenario de la más importante reunión internacional conocida hasta la fecha para debatir las medidas a adoptar en la lucha contra el cambio climático que amenaza el cuidado del medio ambiente. Por lo menos eso es lo que se dice.
    El hecho de que el Papa Francisco adhiera con entusiasmo a las políticas de la ONU y las grandes potencias por corregir ese peligro ambiental marca el sometimiento de la Iglesia a los dictados del mundo, algo que, si bien se venía insinuando antes de Bergoglio, desde su llegada se alienta sin disimulo.
    No obstante, más allá del error de adherir a esas políticas creo que lo que más debería preocuparnos es el abandono de la salvación de las almas y la lucha contra el pecado que Cristo encomendó a Pedro como tarea primordial de la Iglesia, porque sin dejar de reconocer la importancia de la lucha por el cuidado de la Creación -no del medio ambiente en el que Bergoglio ha embarcado a la Iglesia- el hecho de haberla enganchado como furgón de cola de la ONU y sus mentores que trabajan por la imposición del Nuevo Orden Mundial descubre con alarma que esta ya no es la Iglesia de Cristo sino otra Iglesia, esa falsa iglesia de la que hablaba Congar y que Bergoglio había citado como el gran objetivo a alcanzar, como bien se mencionó en la primera parte de este post.
    Si Bergoglio había prometido estar en Glasgow y ser uno de sus principales oradores -si no el principal- el hecho de no poder ir pero comprometer en su lugar la presencia de Parolín confirma que ya estamos en presencia de otra iglesia.
    Y si esta nueva iglesia ya no es la de Cristo la pregunta que nos deberíamos hacer es ¿de quién es entonces?
    Seguramente es la iglesia del Otro que debe estar muy contento con las medidas que se adopten en Glasgow como parte de la Agenda 2030 de la ONU y el paraíso en la tierra "donde nadie será dueño de nada pero todos seremos felices", como bien ha dicho Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial.

    ResponderEliminar
  3. En realidad el foco en las consecuencias del exceso de desechos de los procesos economicos hummanos, tanto la contaminacion en sí como el cambio climatico, es un camouflage del problema mas serio que es la insuficiencia de materiales de input a esos procesos, comenzando por los combustibles fosiles y siguiendo por los metales y el litio que se requeririan si se quisiese reemplazar toda la flota automotriz presente por vehiculos electricos.

    La razon de por qué enfocarse en un problema y no en el otro es muy simple: psicologia. El estado psicologico resultante de que un padre le diga a su familia "tenemos que dejar de usar el auto y comprar helados y facturas porque estamos engordando" es distinto que el resultante de que les diga "tenemos que dejar de usar el auto y comprar helados y facturas porque no tenemos mas dinero", y el efecto practico va a ser el mismo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La respuesta no es el juego de suma cero de las industrias extractivas, sino la tecnología, que ya está trabajando en otras formas de generar y acumular energía. Lo del litio es una transición.

      Elon

      Eliminar
  4. Don Wander:
    A propósito del post “La maldición de Francisco (II)”.
    “¿Hemos escuchado a Bergoglio aludir a razones cristianas en su arranques amorosos por la Pachamama? Claro que no. Las suyas son las razones del mundo; son las razones de Greta Thunberg; son, en el mejor de los casos, las razones del paganismo redivivo que él alienta irresponsablemente”. (The Wanderer).
    Dicho, filosóficamente, nuestro actual Sumo Pontífice, al hablar en defensa del orden natural, no lo hace hablando como cristiano, esto es, haciendo centro en una perspectiva trascendente o metafísica o teológica, sino desde una perspectiva puramente inmanente o naturalista.
    Lo cual se pone en evidencia, porque, al ir en defensa del orden natural, cosa que sí es sumamente ponderable, no se refiere a dicho orden como tal, sino reduciéndolo a “medio ambiente”, o, designándolo bajo el pagano lenguaje de “Pachamama”. Y, aunque, sabiamente, no deja de brindar los luminosos pasajes bíblicos, a los que todo cristiano debe apelar para defender la obra de la Creación, no lo hace recurriendo a las “razones de Dios”, como Primer Principio o Causa Primera de toda la creación, donde dicha Creación, entendida como una suerte de “libro de Dios”, en el que se da lugar a una “primera Revelación” o “Revelación natural”, la cual, junto con los datos de la Revelación bíblica, debe entenderse como la expresión más cabal de la voluntad de su Autor.
    No, si acaso hay alguna referencia al dato de la revelación, ésta “se perdió en medio de la cháchara progresista del resto del documento”. De donde, más bien, todo parece indicar que, cuando el actual Pontífice habla en defensa del orden natural, lo hace poniendo la mirada en las razones que están fundadas en el corto vuelo del saber que conviene a las ciencias naturales, y, esto sólo en cuanto que dichas razones puedan expresarse en un lenguaje “políticamente correcto”.
    Bien dice Santo Tomás, que, al que no cree se le deben brindar razones de orden natural y no de fe, pero, ¿acaso, un documento de la Iglesia no está dirigido, primo et principaliter, a quienes tienen en común la misma fe? Con lo cual, sólo parece advertirse que el mensaje del actual Pontífice parece buscar adecuarse, antes que a la voluntad de Dios, a la dictatorial medida impuesta por la corriente ideológica de turno. Desde luego, hay que convenir en que, como lo sugiere San Pedro, al dato de fe, se le deben agregar datos de razón, éstos deben brindarse con arreglo al máximo grado de inteligibilidad alcanzable por la razón natural. De esta manera se podrá advertir que “toda criatura, con arreglo a todo su ser, pertenece naturalmente a Dios”.
    ¡Dios proteja a la Iglesia! ¡Alabado sea Jesucristo!

    ResponderEliminar
  5. Como escribi antes, el problema mas grave que las condiciones del crecimiento de la poblacion plantean no es el de la contaminacion ambiental sino el de la insuficiencia de recursos criticos para que esa poblacion viva en esas condiciones. Y las condiciones en custion mas importantes son dos: el paradigma de movilidad personal y el paradigma de consumo.

    Hace 120 años el paradigma del caballo se chocaba contra un limite fisico de espacio:habria llevado a que las calles estuviesen cubiertas de bosta, con perdon del latinismo. Hoy el paradigma del auto se choca contra un limite fisico de recursos: la cantidad de combustibles fosiles bajo la tierra es finita, por lo que la cantidad que se extrae por año va necesariamente a llegar a un maximo y luego a declinar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La insuficiencia de recursos críticos es una mentira monumental, vamos.
      Se han descubierto cantidad de recursos mejores, y no se producen sencillamente porque chocan con los intereses de los poderosos del mundo.
      Hay suficiente espacio y recursos para todos, si el uso es razonable. Y "razonable" no quiere decir dejar de usar, sino usar bien, o sea, la eliminación del capitalismo.
      Como eso no sucederá, vendrá la Parusía.

      Eliminar
    2. ¡excelente! Si breve y bueno,dos veces bueno.

      Eliminar
  6. Para presentar Laudato sí, en otro ejercicio cursi, se proyectaron imágenes de distintos animales sobre la fachada de San Pedro. Alguien comentó que con eso Evelyn Waugh se consagró como profeta: al fin hubo "monos sagrados en el Vaticano" como Cordelia le había dicho a Rex Mottram en "De regreso a Brideshead". Y hablando de Mottram, habría que consagrar el neologismo "Mottramistas" para los papólatras y "Mottramismo" para la papolatría...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hablando de Cordelia ¡qué buena interpretación hizo de ella Phoebe Nicholls en la serie de la BBC! No dejen de verla...

      Eliminar
  7. Superficie Provincia de Buenos Aires: 307.571 km²

    1 km² ………………………………. 1.000.000 m²
    307.571 km² ………………………………. 307.571 km² x 1.000.000 m²
    1 km²

    = 307.571.000.000 m²

    Población mundial estimada: 7.900.000.000 personas


    Superficie Provincia de Buenos Aires………….. 307.571.000.000 m²
    Población mundial estimada …………. 7.900.000.000 personas

    = 38,93 m² / persona

    En resumen, podemos agrupar la población mundial en la provincia de Buenos Aires y a cada persona le correspondería casi 39 metros cuadrados (familia tipo 39 x 4)
    El resto del planeta queda para explotar. (Seamos generosos y dejemos la mitad sin explotar a causa de, supongamos, no sea explotable).
    Igual me lo va a censurar estimado W.
    Shai

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muy interesante. Había escuchado, hace ya muchos años en una conferencia sobre economía, un razonamiento similar, pero tomando como pauta el estado de Texas.

      Eliminar
  8. El degenerado juez argentino Eugenio Zaffaroni dijo en 2012 que el constitucionalismo andino (se refiere a Ecuador y Bolivia) ha dado un paso relevante, pues, en ambos casos, la Tierra asume la condición de sujeto de derechos. La noción de “bien común” ya no queda limitada a los humanos. Una regla básica del Sumak Kawsay (neologismo en quechua creado en la década del 90 como propuesta política y cultural de organizaciones socialistas-indigenistas) interpreta que el bien común incluye a todo lo viviente y requiere complementariedad y equilibrio, no siendo alcanzable individualmente.
    Eso Zaffaroni lo dijo en 2012. Debe ser una de las tantas fuentes inspiradoras del Papa.

    ResponderEliminar
  9. Gustos musicales, al margen. Parece que un Medici expresa una queja pública.

    https://www.infobae.com/america/america-latina/2021/10/27/pidale-perdon-a-cristo-la-cancion-que-le-reprocha-al-papa-francisco-la-censura-a-los-cubanos-en-el-vaticano/

    ResponderEliminar
  10. Quien sabe, quizá le toque ser "Francisco el Hechizado"

    Carlos II

    ResponderEliminar
  11. Una forma diferente de verlo es que muchos de los objetivos "globalistas" como dicen beben, nacen de la tradicion cristiana. Y el hecho de que a nivel global se esten persiguiendo objetivos que los cristanos creemos buenos deberia ser un motivo de orgullo. Siempre habra personas con malas intenciones (o que creemos que tienen malas intenciones porque no conocemos su conciencia) defendiendo un objetivo comun y bueno y esto no lo hace malo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Usted está confundido.
      El globalismo es la falsificación del Catolicismo, según lo que dice la Escritura acerca del Anticristo. Será parecido al Cordero, por eso engañará a muchos.

      Eliminar
    2. Tiene Ud completa razón Andreas

      Eliminar
  12. Después de Bergoglio s.j. ya no habrá Iglesia Católica.

    Por lo menos la romana.

    Si solo hubiera sido este engreído, no hubiera pasado nada.

    Pero los errores del Concilio, la protestantizacion forzada de la Iglesia Católica, el falso ecumenismo de Juan Pablo II y Benedicto XVI suponen demasiadas generaciones de católicos educados en el error.

    Es posible que ya no haya Papa, sino un Presidente ejecutivo de iglesias sinodiales ecumenicas. O una Directora de la Asociación-asociaciona del culto Ecuménico, sincretista y psicologista.

    Parece que los mayas creían que el tiempo cósmico era circular y, que, una vez terminado el ciclo, empezaba otro.

    Seguramente algo de verdad tendrán:

    Parece que el ciclo de la Iglesia católica ha llegado a su fin y hay que comenzar de nuevo.

    ?Volveremos a cometer los mismos errores?

    Parece que lo único que está comprobado es que el hombre no aprende de sus errores.

    Al menos ahora dependerá de nosotros mismos la defensa y transmisión de la fe y no de estamentos clericales como Bergoglio, sus amigos s.j. y sus advocaciones luteranas.

    Una manera de asegurarnos la catolicidad de nuestros líderes y de pedirles cuentas, lo que ahora no podemos hacer con estos pachamameros de lengua bífida.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nada de tiempos circulares.
      El tiempo es espiral, y el único "nuevo comienzo" que esperamos, lo hará Cristo directamente, en su Segunda Venida.

      Eliminar
    2. Otra vez Andreas dando en el blanco ja!

      Eliminar
  13. Este Papa es como la encarnación de la esencia de la Devotio Moderna y de la Modernidad, su hija: destruye por exageración, por absolutizar cosas buenas católicas pero que se vuelven locas si andan sueltas sin encuadrarse en algo superior, en Dios, convertidas en ídolillos y fetiches de una acción sin otro fin que ella misma. Todo lo que toque lo hinchará hasta que explote, reduciéndolo a pedazos inconexos.
    Es peor que una herejía, porque esta niega la Verdad y las verdades, mientras que este pontifice las inutiliza y las deforma hasta sus caricáturas, a rasgos grotescos que impiden que resplandezcan y anuncien por su belleza y orden a su Creador.
    Midas convertía en oro todo lo que tocaba, Bergoglio en globos llenos de humos y nada.

    ResponderEliminar