Páginas

lunes, 1 de mayo de 2023

Los fantasmas del Papa Francisco

 


Una lectura de regalo para hoy, 1 de mayo, fiesta De los Santos apóstoles Felipe y Santiago.

Todos los que se acercan a este blog saben que Horacio Verbitsky es un enemigo de Cristo y de su Iglesia; un marxista de la peor raza y dotado de un enorme poder. Pero es verdad también que, justamente por eso, dice muchas verdades que los católicos, por desconocimiento, cobardía, actitud opusdeísta o prudencia prefieren no decir. Ya hablé en este página de su Historia Política de la Iglesia Católica argentina, en cuatro tomos, que es de lectura obligada sobre todos a quienes estudiar la cuestión seriamente, y no sólo para escuchar la otra campana sino por la profusa cantidad de documentación que aporta.
Hace algunas semanas escribió una columna en su influyente pasquín electrónico en el que publicita, y regala, su nuevo libro titulado:
Los fantasmas del Papa Francisco. Y no lo hace por generosidad, sino por odio a Bergoglio, y porque sabe que ninguna editorial se lo publicará. Como dice, su Historia de la Iglesia desapareció de las librerías y la editorial sentenció que estaba agotada, cuando en realidad quedaban miles de ejemplares. Es que el poder de presión de Su Santidad se hace sentir aún en Argentina y no le conviene que esas páginas sigan circulando. 

Aquí va lo que escribió Verbitsky y el libro de regalo.



por HORACIO VERBITSKY

Mañana se cumplirán diez años de la elección de Jorge Mario Bergoglio como Papa de la Iglesia Católica Apostólica Romana. Recuerdo tanto el momento en que un anciano cardenal chileno pronunció su nombre en latín, como el mail de Graciela Yorio que recibí ese mismo día. “No lo puedo creer. Estoy tan angustiada y con tanta bronca que no sé qué hacer. Logró lo que quería. Estoy viendo a Orlando en el comedor de casa, ya hace unos años, diciendo ‘él quiere ser Papa’. Es la persona indicada para tapar la podredumbre. Es el experto en tapar. Mi teléfono no para de sonar, Fito me habló llorando”. Se refería a sus dos hermanos, parte de una familia destrozada a partir del secuestro de uno de ellos, el teólogo y sacerdote tercermundista Orlando, quien había sido maestro de Bergoglio en la Compañía de Jesús.

En ese mismo marzo de 2013 comencé a trabajar en una biografía, titulada Piel de Cordero, el lado oscuro del papa Francisco. Mientras avanzaba con ese libro, no quise que el material de mis notas posteriores a la publicación en 2010 de La mano izquierda de Dios, último tomo de mi Historia Política de la Iglesia Católica Argentina, sirviera para los fast books que en todo el mundo se dedicarían a él. Si alguien se interesaba, debería rastrearlos en hemerotecas, no con la facilidad de un clic.

Un infotainer ingenioso pero trivial dijo que era un servicio a Cristina Fernández de Kirchner, quien procuraba un acercamiento con Francisco. No resiste el análisis: fueron sólo ocho artículos sobre centenares que permanecieron donde siempre habían estado y por otra parte luego agregué más de 40 nuevos, tan críticos como los anteriores.

A su regreso del primer viaje al Vaticano cuando asumió Bergoglio, Cristina me preguntó qué me parecía lo que había hecho. Le dije que era un control de daños inobjetable. Ella me respondió que también estaba de acuerdo con lo que yo hacía. Cada uno siguió su camino y nunca volvimos a tocar el tema.

No terminé esa biografía porque, en términos generales, aprecio las posiciones políticas que Francisco comenzó a sostener desde el Vaticano y no me atrae alinearme con sus detractores de la derecha confesional. Pero la reconstrucción de su virginidad política contó con todo el aparato poderoso del Vaticano, que ya había probado su eficacia con Pío XII, a quien el historiador católico John Cornwell llamó en un libro muy bien documentado El papa de Hitler. Con Bergoglio se pasaron de la raya. No sólo negaron las denuncias en su contra, sino que llegaron a presentarlo como un héroe de la resistencia a la dictadura, organizador de una red de auxilio a los perseguidos tan secreta que ni siquiera sus propios integrantes lo sabían (!). Incluso hubo dos películas, que no se centran en su desempeño como Papa sino en sus años en la Argentina, por su necesidad de blanquear ese periodo. Los dos papas lo hace con una inteligencia notable: es el personaje que representa a Bergoglio el que se reprocha no una acción sino una omisión, dice que no los defendió lo suficiente. Y el personaje que retrata a Ratzinger lo consuela. Le dice que usó su autoridad para salvar decenas de vidas, esconder familiares, llevar a otros hasta la frontera. “Todas las dictaduras nos quitan la libertad de elegir, los dos lo sabemos”, dice el ex miembro de las juventudes hitleristas.

  En 2005, cuando Ratzinger pasó a ser Benedicto XVI y Bergoglio fue el segundo más votado en el cónclave de ese año, la revista humorística Barcelona le dedicó una tapa, en la que Bergoglio decía: “Es muy difícil competir con un nazi alemán. Apenas delaté a algunos subversivos”.

Además, la Conferencia Episcopal ha publicado en estos días el primero de tres tomos dedicados a blanquear el rol institucional en lo que genéricamente llaman "la violencia". Para ello, un grupo de teólogos de confianza accedió a los archivos que el ex presidente de la Iglesia argentina, Estanislao Karlic, me dijo por escrito que no existían. Yo ya había conseguido consultar una parte de ellos, que utilicé en mis libros. Les llevó más de una década elaborar una respuesta, hipócrita pero documentada.

La edición de 2010 de La mano izquierda de Dios concluyó con un párrafo que los años transcurridos validaron: “Volver al Concilio y abandonar los combates por el control del Estado es, antes que una alternativa, el único camino que la Iglesia católica tiene para frenar su lento pero constante descenso hacia la irrelevancia. Excede el alcance de esta obra vaticinar si lo seguirá”. Sin embargo, no fui capaz de predecir quién seguiría ese rumbo. Durante una década señalé que la ambición cada día menos secreta de Bergoglio era sentarse en la silla apostólica, como se le llamó por siglos al máximo sitial de su Iglesia. Incluso en abril de 2010 anticipé la posible renuncia de Benedicto XVI, tres años antes de que se produjera.

Pero cuando llegó el día sobrevaloré un detalle burocrático que no lo merecía: en diciembre de 2011 Bergoglió cumplió 75 años, que es la edad del retiro. Por eso en el momento decisivo me había distraído con otros temas.

A partir de 2013 la editorial que publicó los cuatro tomos de mi Historia Política de la Iglesia Católica argentina cedió a las presiones que antes había resistido. Mientras los pedidos de libreros y lectores recibían la respuesta de que todos los tomos de la obra estaban agotados, la editorial escondía miles de ejemplares en un depósito que me llevó tiempo encontrar. Por eso rompí el contrato y recuperé los derechos.

El cuarto tomo, La mano izquierda de Dios, que cubre el periodo que se abre con el golpe de 1976, se publicó en 2010, cuando Bergoglio sólo era arzobispo de Buenos Aires. Por eso, para su reedición una década después, escribí una introducción dedicada a él. Pero a falta de un editor riguroso que moderara mis demasías le agregué 200 páginas a un libro que ya tenía 500. Ese disparate coincidió además con el comienzo de la pandemia, que en los meses del aislamiento obligatorio sumó obstáculos a la circulación del libraco. Cuando ya era tarde, me di cuenta de que Los fantasmas del Papa Francisco eran una obra autónoma, que debería haberse publicado como tal. Es el error que hoy intentamos subsanar con esta publicación como eBook, de acceso libre, que integra la edición de El Cohete a la Luna. Las referencias que hay a “esta obra”, son en realidad a los cuatro tomos de la historia, o a La mano izquierda de Dios.

El libro Los fantasmas del Papa Francisco, puede bajarse desde aquí


Fuente: El Cohete a la Luna

27 comentarios:

  1. Como muy bien demostró el periodista Gabriel Levinas en su libro "Doble Agente", el "Perro" Verbitsky es un sujeto de avería sin moral, porque después de haber sido 2do. jefe de inteligencia de Montoneros y responsable de horrendos atentados como la bomba en Seguridad Federal que dejó un saldo de 28 muertos y más de 60 heridos, en tiempos de la dictadura no tuvo ningún empacho en escribirle los discursos al Brigadier Graffigna porque parece que tiene estómago para todo.
    Pero más allá de eso, sus investigaciones periodísticas son muy documentadas, especialmente el papel que jugó Bergoglio en el secuestro de los jesuitas Yorio y Jalics en tiempos de la dictadura.
    Vale recordar que mientras Bergoglio fue cardenal en Buenos Aires el "Perro" y Cristina Kirchner fueron sus enemigos declarados, pero una vez convertido en Papa Francisco por arte de magia esa enemistad se transformó en todo lo contrario. De ahí que al volver de su visita a Francisco en 2013 Cristina le preguntara qué opinaba sobre lo que había hecho y él le respondiera hipócritamente que fue "un control de daños inobjetable".
    Lo que Verbitsky no dice, es que ni bien Bergoglio se convirtió en Francisco no insistió más con su denuncia sobre los secuestros de Yorio y Jalics, sin duda por orden de Cristina que todavía era presidenta.
    Si ahora el "Perro" vuelve sobre sus pasos con "Los fantasmas de Francisco", debe ser porque Cristina está en retirada y Bergoglio totalmente desprestigiado. Está visto que el hombre no da puntada sin hilo.

    Fuenteovejuna

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buen análisis Fuenteovejuna.
      Sobre la relación Kirchner/Bergoglio de lo mejor que leí es un tal Fray Rabieta, busque el ebook y cito a continuación:
      "Aquí resulta necesario un excursus, porque entiéndanme bien: si Bergollo está peleado con Kitchinette, no es por razón de su fe (que no la tiene), ni de sus principios (que, como los de Groucho Marx, pueden cambiarse por otros), ni por haberlo denunciado por corrupto, ni nada. Bergollo está peleado con Kitchinette porque el muy tullido eligió pelearse con Bergollo. De mal llevado que es nomás. Pero son de la misma calaña. Y cualquier día de estos, qué se creen ustedes, como Herodes y Pilatos, pueden volver a amigarse sobre la injusticia hecha a un pobre cristo"
      Eso se publicó en 2012 y le acertó nomás el Rabieta, la viuda del tuerto y Bergoglio se amigaron por conveniencia política.
      De Verbitsky se me ocurre que quizás a pesar suyo el está haciendo un bien a la Iglesia y a la Verdad.
      Porque la mitificación de "luchador social" de llámame Jorge no tiene mucho sustento.
      Esa mentira se tiene que combatir desde Argentina y mejor aún si lo hace alguien de izquierda.
      A por cierto el ebook de Fray Rabieta también se consigue gratis y es muy agradable de leer, en los enlaces del blog busquen ET VOILÀ la editorial y allí está para descargar
      Rafucho

      Eliminar
    2. En qué andará ese Fray Rabieta, no?

      Eliminar
    3. Lo mismo me pregunto yo, surgió luminoso como una estrella fugaz y se desvaneció en un instante sin siquiera rozar el esfumino del horizonte...

      Eliminar
  2. No dejemos de señalar las mentiras en este artículo:
    - dar por bueno y "documentado" el absurdo libro de Cornwell sobre Pio XII
    -acusar de nazi a Ratzinger por haber sido obligado, como todo chico de 13 años, a unirse a las Juventudes Hitlerianas
    - ni siquiera emboca el anuncio de la elección de Bergoglio que no fue hecho por el chileno Medina Estevez (que sí anunció a Benedicto)
    Verbitsky es un mentiroso muy hábil. Yo jamás he podido leerle más de dos frases seguidas sin encontrar una mentira.
    Nada bueno puede salir de leerlo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cierto, todo un cúmulo de sandeces de este tal estrafalario Verbitsky, del que se le acusa de terrorista criminal contra la humanidad o genocida por un gran atentado con muertos y heridos.

      Ratzinger le pilló su niñez durante la Segunda Guerra Mundial y bajo el régimen nazi. De Benedicto XVI se le recuerda con mala intención o manipulando la realidad, pero lo interesante es que el propio Ratzinger escribió con mucha claridad y detalle sobre aquel agitado período de su vida en una obra publicada cuando aún era cardenal, en 1997: “Mi vida. Recuerdos”.

      Eliminar
    2. ...y que lo del adolescente Ratzinger lo diga el que, ya adulto, escribía para la armada durante el Proceso (cosa que nunca desmintió, pese a que, segun recuerdo, abordó el tema) es particularmente cínico.

      Eliminar
  3. Ratifica con más ejemplos documentados lo que en su momento escribió el ignorado Omar Bello.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. "Ignorado" y convenientemente muerto en un muy extraño accidente automovilístico.

      Eliminar
  4. Como se suele decir, hasta el diablo habla con verdades a medias. De cualquier modo, no le compro ni le bajo un libro a este tipo ni por descuido. Por buena q sea la información q ofrezca.

    ResponderEliminar
  5. Correcto, ¡feliz fiesta de los Santos Apóstoles Felipe y Santiago! Y que intercedan por el pronto fin de todo este lumpenepiscopado, Pont. Max. a la cabeza.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿El 1 de Mayo no es el día de San José Obrero?

      Eliminar
    2. Es una buena pregunta. La fiesta de San José Obrero es muy reciente. La instituyó Pío XII en 1955, para lo cual trasladó la fiesta de los Santos Apóstoles Felipe y Santiago que se celebraba desde siempre el 1 de mayo. El motivo que se adujo fue "cristianizar" el día del trababajor. En mi opinión, no fue más que una triste concesión al socialismo.

      Eliminar
  6. Me parece que no es importante si el autor confunde en sus recuerdos a Tauran con Medina. Tampoco las acusaciones a Pío XII, que son totalmente periféricas.
    Lo importante es que trae testimonios sobre quién es Francisco. Algunos hechos bien conocidos, otros totalmente desconocidos.
    También es testimonial el libro de Omar Bello
    https://dokumen.tips/documents/bello-omar-el-verdadero-francisco.html?page=1

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El de Bello es magnífico porque no es el de un resentido como lo de Verbitsky, sino que está escrito desde la admiración del maquiavelismo y marketing de Bergoglio.

      Eliminar
  7. El libro sobre Pio XII es un panfleto típico. Lo del PERRO es ilegible a pesar de la documentación que pueda traer. Es como leer el San Martin de Mitre: hay selección arbitraria de documentos y una interpretación torcida de los mismos. Imposible confiar.

    ResponderEliminar
  8. Un libro de un sinverguenza sobre otro sinverguenza. En no mucho tiempo mas se veran en el infierno.

    ResponderEliminar
  9. Viejo duelo el de Bergoglio y Verbitsky, tiene casi veinticinco años; hay que tener poder para que el perro tenga que regalar su libro por el eficaz bloqueo jesuítico. Los libracos de Galli-Liberti-Durán auspiciados por nuestros obispos le hacen el juego al monto Horacio. Fíjense en el tomo respectivo de su "Historia política..." ¿qué opinaba él de Caggiano?: lo ataca como al obispo más anticomunista de todos. Vayan al libraco de Galli et allia y hallarán que Caggiano "cae" junto a Tortolo y Bonamín, dotado de una visión "dualista": civilización cristiana contra marxismo internacional a combatir. ¡Hay que llevarse puesto a un arzobispo de Buenos Aires en Buenos Aires! Es decir, coinciden, le hacen el juego. Vean el discurso de Ojea en "la Montonera" de la semana pasada; el libraco en cuestión para él muestra tantísimo dolor en la época de violencia ejercida claro por los uniformados a la que resistieron el Satanelli riojano y el Ponce de León Nicoleño. Es decir, hicieron los deberes, se blanquearon ante la izquierda y ven la "espiral de violencia" con la postura y actitud de la izquierda. Aunque es cierto que lo limpian de todo a Francisco sobre todo por Yorio-Jálics, vieja fijación de Verbitsky. Viejo duelo de dos veteranos de 86 y 81 años. Verbitsky es de fácil ponderación, su vida fue y es odio a Dios, a la Santa Iglesia y a la Patria; en cambio para ponderar a Bergoglio-Francisco hay que rezar muchísimo antes de aproximarse al inmenso misterio que hay en torno a él y en él...recemos el Credo (para que el sínodo alemán y la democratización de la iglesia en curso no altere la Fe que profesamos) y no le mezquinemos la oración que él nos pide. Como nosotros también él comparecerá ante Dios.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y ahora parece que quieren canonizar al tercermundista devenido juampablista Pironio... o Pirotecnico, como le decían por cobijar en la Univ. Católica de Mar del Plata a los montoneros.

      Eliminar
    2. No hay nada para ponderar en Bergoglio, lo mismo que Verbitsky. En el mismo lugar terminaran y al Maligno es a quien sirven.

      Eliminar
  10. No diría que Verbitsky odia a Bergoglio. Más bien que lo conoce y lo desprecia.
    Bergoglio es un sujeto que pasó de darle un Honoris Causa a Massera y colaborar con las desapariciones -buchoneando a sus propios hermanos jesuitas- a actual líder de la izquierda feminista-ecólogica-sanitaria internacional. Bergoglio, con su afán de poder, ha logrado revolverle el estómago a Verbitsky.
    Lo de Levinas contra Verbitsky insinuando que fue un buchón es un invento de los servicios de inteligencia de los años noventa. No es verdad; y se salvo porque se salvó, como tantos y con ayuda de familiares y amigos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estimado anónimo de las 20:42
      Dice Ud. que "lo de Levinas contra Verbitsky insinuando que fue un buchón es un invento de los servicios de inteligencia de los años noventa. No es verdad, se salvó porque se salvó, como tantos, con la ayuda de familiares y amigos".
      Siento mucho decirle que está equivocado, Levinas no insinúa nada, afirma categóricamente que Verbitsky trabajó para el Brigadier Graffigna.
      Si no puede leer su libro "Doble Agente" porque le resulta pesado, puede leer el artículo que escribió el 15 de noviembre de 2015 en Infobae titulado "Es hora de que Horacio Verbitsky explique sus vínculos con la dictadura", donde ofrece sobradas pruebas.
      En efecto, allí dice que unos meses antes de que apareciera este artículo en Infobae y buscando justificarse, el "Perro" publicó que "Graffigna sostiene que nadie le escribió sus discursos" porque ambos nunca se conocieron.
      Levinas responde que nunca dijo que se conocieran, lo que sí dijo es que encontró cantidad de carpetas y cartas entre el Comodoro Güiraldes y Graffigna donde consta que "en la elaboración de esos discursos y la discusión de su contenido -que sí escribían Güiraldes y el Brigadier Pedrerol"- colaboraba activamente Verbitsky.
      Agrega Levinas que la táctica del Perro de negar las denuncias en su contra es la misma que utilizó cuando trabajaba en Página12, donde borró todos los archivos que escribió contra Bergoglio sobre su nunca aclarada responsabilidad en los secuestros de los jesuitas Yorio y Jalics en tiempos de la dictadura, ni bien se enteró que Bergoglio se había convertido en el Papa Francisco.

      Fuenteovejuna

      Eliminar
    2. Estimado:
      Simplemente le dije lo que pienso del tema, habiendo leído el libro de Levinas e, incluso, siendo cierto que Verbitsky, de algún modo, colaborara con los discursos de Graffigna y Güiraldes, dada la amistad de toda la vida de Verbitsky con el segundo.
      Deducir linealmente de eso que Verbitsky era un doble agente no me parece correcto: ello exige, a mi juicio, muchas más pruebas que las que aporta Levinas.
      Un respetuoso saludo

      Eliminar
    3. A propósito, el libro de Levinas es un plagio de los escritos de Carlos Manuel Acuña, en "La Prensa" y en sus libros, quien sí aportó numerosos documentos (tenía un impresionante archivo que hoy está en poder del Tata Yofre), para demostrar sus afirmaciones.

      Eliminar
    4. No se que dirà el de Levinas; pero el libro de Acuña no le recuerda que haya aportado nada concreto sobre el personaje, y si lo hay -por ejemplo sus vinculos con la fundaciòn Ford- esta demasiado tapada por "introducciònes" interminables sobre las "nuevas caras" del marxismo.

      Eliminar
  11. "Tengo dos enemigos: Verbitsky por izquierda y Caponnetto por derecha" (Sic. Bergoglio).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si esto es cierto, es un tarado. Más allá del aprecio que le tengo a Antonio, lo leen no más de una docena de personas. En su cabeza paranoica, Bergoglio se crea enemigos de fantasía.

      Eliminar