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lunes, 13 de noviembre de 2023

Cartas a un ultramontano en materia de Pontificado (1)

 




por Eck


Estimado señor,

Recibí su carta de manos del señor Wanderer y le agradezco su atención a mi escrito a pesar de las discrepancias. El debate civilizado sobre estas cuestiones candentes es imprescindible para poder dilucidar donde se encuentra el problema y sus posibles soluciones. Con la ayuda de Dios podremos aquí aportar nuestro granito de arena como colaboradores de la Verdad y arrojar algo de luz allí donde las tinieblas nos impide ver dónde mora el error que nos encadena a su servidumbre. Hoy, esto es más importante que nunca, ya que el papado de Francisco muestra las fallas de una concepción del pontificado y de la Iglesia que han resultado perjudiciales para atacar el gran problema del modernismo. En nuestros tiempos ya podemos decir que ha sido inútil, a la vista está, y, quizás, y ello ha de ser demostrado, ha ayudado a la victoria del progresismo dentro de la Iglesia. Se torna, pues, necesario contemplar, analizar y, en su caso, desandar el camino equivocado para encontrar la senda correcta, más allá de esa historieta maniquea y simple de la malvada infiltración modernista que se hace con los mandos jerárquicos en el Concilio Vaticano con un golpe de mano y que llega a su cima con el actual pontífice reinante. 

    Sin embargo y a pesar de ser tranquilizadora para muchos, pues descarga a los puros de la responsabilidad en el desastre, no contesta a cuestiones mollares: ¿Cómo pudo suceder esto tan mansamente en la iglesia tras los papados de los Píos y educada en sus universidades y seminarios mientras que la anterior resistió mucho mejor la acometida?¿No tendría algo que ver el debilitamiento de la Iglesia durante su etapa ultramontana el que se propagase tan rápidamente la infección por todo el cuerpo sin apenas resistencias solamente porque vino de arriba? ¿Por qué el proceso fue tan rápido, tan universal y afecto a tantas órdenes y a tantos religiosos, otrora bastiones del ultramontanismo, en los 60 y 70? ¿Acaso eran todos modernistas ocultos y disfrazados? A esto debemos también responder.

    Lejos de nosotros el renegar de la inmensa labor en tantos campos de los autores ultramontanos, aún mucho más lejos el menospreciar su luchas y combates en circunstancias tan difíciles como fue la tormenta revolucionaria y la resaca del liberalismo, pero tampoco podemos compartir la visión idolátrica que tantos tienen de ellos. Por este motivo, nuestro artículo, tan polémico, lo envolvimos de aspectos paródicos, no sólo para divertir a los lectores sino también para derribar a tantos idolillos que tienen muchos en sus corazones y con cuyo incienso tapaban la verdad que tan necesaria nos es y, lo que es mucho peor, podría ser peligrosísima para la futura restauración de la Iglesia y matar tantos brotes esperanzadores al proponer un modelo fracasado, gracias a Dios he de decir, porque su triunfo hubiere sido la pesadilla que vislumbró Leonardo Castellani aunque no se atrevió a plasmar del todo en sus obras apocalípticas.

    Nuestra visión la resumió muy bien un historiador español en el siglo XIX, D. José de Caso, en su traducción de la Historia de Roma de Bertolini: “Hijos que hemos costado la vida de nuestros padres, bien ingratos y despreciables seríamos si no mirásemos con piedad filial sus errores, cuando hasta estos errores, que fueron su desgracia, han hecho nuestra fortuna”.

Nuestra fortuna es que Francisco ha eliminado para siempre la confusión entre la Tradición y el ultramontanismo, ya vislumbrada durante el reinado de Leon XIII, asentada durante el Vaticano II y adormecida durante Juan Pablo II y Benedicto XVI. Nuestra fortuna fue el error de confundir el tradicionalismo y el ultramontanismo en esos autores, que retrasó lo suficiente el triunfo casi inevitable  de este último dándonos un tiempo precioso para prepararnos y evitar el peligro. Nuestra fortuna es que el compendio de ultramontanismo es Francisco, ¿Qué hubiera pasado si se hubiese sentado en la Sede de Pedro un Calvino, un Lutero o un Nestorio modernista con el prestigio de S. Pio X o Pio XII?... 

    Ahora, en nuestros días, el ultramontano y ultramontiniano Bergoglio da lugar a sólo dos posiciones coherentes en lo que he llamado el “Silogismo de Francisco” desde esta concepción:

1. El magisterio del Papa es católico.

El magisterio de Francisco no es católico.

Ergo, Francisco no es Papa. 

En distintos grados esta suposición está en los distintas opiniones que se dan al problema: sedevacantismo, sede impedida, etc.

2. El magisterio del Papa siempre es católico.

Francisco es Papa. 

Ergo, su magisterio es católico. 

Si no sigue a los pontífices anteriores es porque los tiempos son otros y sus diferencias son adiaforas sin valor hoy. 

    No se me alegue las definiciones del Detzinger, el magisterio remoto contra cercano y demás, que son meros apaños y engaños para no reconocer el problema, porque sólo el magisterio puede interpretar al magisterio y juzgarlo. Quienes no somos magisterio no podemos juzgarlo porque no hay una regla superior objetiva de la Fe a la que acudir una vez aceptado el magisterialismo moderno. Esto era lo que querían evitar los Concilios y Papas cuando definían los dogmas, los hacían objetivos frente al subjetivismo de los herejes (orto-doxia frente a hetero-doxia) y la labor teológica era objetivar sus contenidos para poder juzgar si era recta o no una doctrina. El cardenal Tucho, en el fondo, tiene toda la razón, desde la actual concepción del magisterio: Quien se aparta de Francisco comete cisma y herejía. ¿Quiénes son ellos para juzgar el magisterio del Papa Francisco si solo el magisterio puede dar razón de sí mismo? 

    ¿Acaso hay mucha diferencia entre lo que ha dicho el Tucho y sus afirmaciones de que el Papa posee “un carisma particular” para la protección del depositum fidei, “un carisma único, que el Señor sólo dio a Pedro y a sus sucesores”, “un don vivo y activo, que actúa en la persona del Santo Padre” y que, por tanto, hoy “sólo el Papa Francisco” está en posesión de esto, y el siguiente párrafo de uno de los representes más eximios del ultramontanismo del siglo XIX?

“No vamos á retratar á un hombre semejante a los demás hombres. El hombre de quien tratamos, no ha nacido para las obras comunes de la vida. En un cuerpo sometido á las enfermedades y á la muerte, tiene, como todos nosotros, un alma sujeta al error, pero no estrechada en todos nuestros límites ni sometida á todos nuestros desfallecimientos. Dios está ligado para con él con un juramento eterno y le asiste de manera especial. Es el hombre á quien el Salvador ha dicho: “Yo estoy contigo”. En él la carne mortal encierra más inmortalidad que en nosotros. Ese hombre es Pedro, que nunca muere (…) Ese hombre enseña, expía, liberta, muere, reina llevando un nombre incomunicable é intrasmisible: es el Papa, el Padre.” Luis Veuillot, Biografía del Papa Pio IX, Imp. La Esperanza, Madrid, 1865; p. 2 y 3. 

    Dice que el alma del pontífice está sujeta al error pero Tucho puede alegar lo mismo, en la teoría claro, pero no en la práctica. No hay imposibilidad lógica de que existan unicornios pero, en la vida real, no existen. ¿Cómo puede estar sujeta al error un alma que no tiene nuestros límites y desfallecimientos?, pregunto. En el fondo, Tucho y los suyos piensan igual que otro de los más grandes ultramontanos, el conde de Maistre, que escribió lo siguiente:

Pero, se dirá tal vez según los disputadores modernos, si el Papa se hiciese hereje, ó se volviera loco, ó fuera un destructor de los derechos de la Iglesia, etc.; ¿Cuál será el remedio? En primer lugar respondo que los hombres que en nuestros días se divierten en hacer este género se suposiciones, aunque no se hayan realizado jamás en el espacio de mil ochocientos treinta y seis años, son muy ridículos ó muy culpables.” Joseph De Maistre, Del Papa, de. Impr. D. José Félix Palacios, Madrid, 1842, . 49.

    ¿Los papas Vigilio, Honorio, Juan XXII jamás existieron? Claro que sí y bien los conoce porque cita el caso del papa Honorio (p. 143-159) pero de nada sirve porque lo niega al parecerle imposible por el silogismo al que hemos aludido. Hasta intenta refutar las condenas de todo un Concilio Ecuménico. Esta ceguera voluntaria a esta pregunta la estamos pagando con creces ahora cuando tenemos un papa destructor de los derechos de la Iglesia y no de un pasado remoto con el que jugar al escondite sin consecuencias.

    Bajo esta concepción del Papado y su palabreja talismán, tan querida por muchos, “magisterio”, se esconde la concepción subjetiva, voluntarista y tautológica de la doctrina de la Iglesia. La confusión en una misma palabra del órgano, la función y el producto (el magisterio del magisterio da lugar al magisterio de la Iglesia con un significado diferente en cada caso, en vez de la iglesia, magistra et doctrix, enseña, docere, la fe, doctrina) da lugar a este monstruo. Y decimos tautológica porque puede dar lugar a esto: es magisterio lo que dice el magisterio actual qué es magisterio.

    ¿Y qué es sino esta concepción de la autoridad, de la potestad y de la doctrina sino un modernismo pero no de un individuo, el creyente, no de una colectividad, la asamblea de la Iglesia, sino de su mayor cargo, el Papa? Es más y aunque escandalice a más de uno, tenemos el firme convencimiento de que el ultramontanismo en la variante mas sutil del modernismo, revestido de angel de luz (II Cor. XI, 14), que engañó a todos con sus errores. No en balde se concibe al Papa como oráculo de Dios, hipostasiado del Espiritu Santo y más parece que, en vez de a San Pedro y sus sucesores, tengamos la Primera Presidencia mormona disfrazada con ropajes católicos. La Fe ya no es una regla objetiva transmitida por Cristo a los apóstoles sino lo que subjetivamente diga e interprete el Magisterio, es decir, el Pontífice, pues son uno y lo mismo. 

    El ultramontanismo es el modernismo de un solo sujeto: el Papa.

    Las únicas diferencias con el modernismo mayoritario se encuentran en el sujeto de la soberanía, la persona del papa y de los jerarcas asociados a él, y en que los papas y la mayoría de sus partidarios creían en la Tradición materialmente aunque las formas fueran formalmente revolucionarias o modernistas, dando lugar a la confusión que llega hasta nuestros días. Esto explica los casos antitéticos pero gemelos de Lanmenais y De Maistre. El francés comenzó como absolutista partidario de Carlos X y ultramontano para pasar a modernista y acabar como agnóstico,  mientras el saboyano perteneció a la masonería, martinista y algo gnóstico para acabar como el mayor reaccionario y absolutista papal; pero ambos estaban atrapados en la misma forma mentis de la modernidad introducido por la asunción del estatalismo hodierno, pues no en balde se ha dicho que el liberalismo es el protestantismo adaptado a los católicos post-tridentinos, pero esto lo veremos en la segunda carta.

    Como conclusión a esta primera parte, creo poder establecer los siguientes puntos objeto del debate:

1. El estudio y la crítica a la iglesia ultramontana es necesaria para corregir los errores modernos, y no porque sea su origen, sino porque la reacción especular representó una gran ayuda a la extensión del mal del modernismo a largo plazo. 

2. Esta reacción especular introdujo el modernismo donde menos se podía esperar: en una concepción del papado que ha subvertido las relaciones entre Revelación (S. Escritura y Tradición) y Autoridad eclesiástica, ahora concebida como Potestad voluntarista y relativista: Magisterio, al cual se somete todo. Es un típico caso de simetrización neomodernista. Sucedió como en un negativo fotográfico, es lo contrario al positivo pero muestra la misma imagen.

3. Otro punto es que la confusión entre ultramontanismo e iglesia tradicional se dio, por circunstancias históricas, en tres países y allegados: Francia, Italia y Alemania, mientras que otros o no llegaron o se acogió de forma tardía y con fuertes resistencias, como España e Inglaterra. 

4. Esta confusión duró mientras en el papado hubo un papa intransigente, como Pio IX, pero con pontífices más acomodaticios como León XIII y Pio XI dio lugar a colisiones entre dos lealtades absolutas. No es casualidad que se dieran justamente durante estos pontificados algunos quiebres morales de estos choques: el Ralliement y el caso de la Acción Francesa en Francia, y el hundimiento de la causa cristera en México, donde ganó el ultramontanismo frente al tradicionalismo, mientras que intentos similares en España se abocaron al fracaso.

5. Que la labor de zapa del ultramontanismo y su extensión universal dio resultado como lo vemos en la mínima resistencia al Vaticano II y a los pontificados de Juan XXIII y Pablo VI. El papa ordenó y la iglesia obedeció perinde ac cadaver.

6. Tras los paréntesis tranquilizadores de Juan Pablo II y Benedicto XVI, que fue el que mas hizo por restaurar el verdadero papel del pontífice romano tanto en la teoría como en la práctica, el ultramontanismo volvió por sus fueros más autodestructivos y disolventes con Francisco. Y es que el ultramontanismo tiende al modernismo de forma natural por compartir los mismos principios aunque no el mismo titular. Y así tenemos a Tucho, el prefecto de Doctrina de la fe, con frases dignas de autores ultramontanos del siglo XIX y siendo más lógicos que todos ellos. 

7. Por todo lo expuesto, juzgo como un grave error los intentos de restauración del ultramontanismo dentro del tradicionalismo. Es volver a una de las concausas para combatir las consecuencias.


38 comentarios:

  1. El punto 7 creo que debiera decir "juzgo como un grave error los intentos de restauración del tradicionalismo dentro del ultramontanismo", es decir intercambiando las palabras "tradicionalismo" y "ultramontanismo" de lugar

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  2. Estimado Eck, es harto interesante su punto de vista. Pero me surge una duda, ¿cómo podríamos, entonces, comprender la resistencia de Mons. Lefebvre a las novedades conciliares, siendo él alguien formado en el ultramontanismo?

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    1. Sencillo: porque era ultramontano y sostenia el primer silogismo; pero lo atormentaba sacar las últimas conclusiones. Se quedó a mitad de camino, pretendiendo una sopa de conejo sin cocinar al conejo. De ahí toda esa entelequia del "estado de necesidad". Y así lo transitorio se volvió permanente

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    2. Podemos comprender la resistencia por los elementos tradicionales que llevaba el ultramontanismo del sg. XIX en el que se formó Lefebvre. Eso le permitió tener una base sobre la que resistir aunque pagó un alto precio personal en la forma de perplejidad de la conciencia y remordimientos además de esa permanente esquizofrenia e inestabilidad que tiene su movimiento. Como bien dice el anónimo, se han quedado en la mitad de camino, atrapados en esa trampa saducea del ultramontanismo tanto antiguo como moderno. La solución la dio Cristo dando a cada uno lo suyo.

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    3. Gracias por su respuesta. Pero no termino de entender lo de "quedarse a mitad de camino ". Que se supone debería haber hecho? Avanzar hasta el sedevacantismo? O por el contrario, no resistir -o al menos no externamente- como hicieron tantos?

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    4. Para mi quedarse a medio camino es seguir defendiendo las tesis ultramontanas a la vez que se suspende el juicio sobre los papados progresistas (Pablo VI y Francisco y en algunos elementos los de J. Pablo II y Benedicto XVI) y los desobedecen (máximo pecado para el ultramontanismo). Con esto caen en una incoherencia y una esquizofrenia mayor. Dicho en plata, son ultramontanos cuando el papa es de su cuerda y tradicionales cuando no pero el problema no es de prudencia política ni eclesial sino de concepción, teológico sobre el Papa.
      O volvemos al papado tradicional y cuyas bases expuso Cristo en los Evangelios y la Iglesia con sus santos o aceptamos con todas las consecuencias las tesis ultramontana (obediencia absoluta al Papa actual o no lo reconocemos como tal). Tercera via no hay.

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    5. Eck, habría una tercera salida que convence a muy pocos. Es la que propone el P. Álvaro Calderón, profesor en seminario de la FSSPX en La Reja y seguramente el teólogo más importante de la Fraternidad.
      El sostiene que los papas, a partir de Pablo VI, renunciaron a su deber de enseñar toda vez que introdujeron un principio democrático en la Iglesia. Esa renuncia implica que los fieles no estamos obligados a seguir sus enseñanzas ya que, de hecho, no enseñan.
      La tesis tiene muchos problemas. El primero, es que se trata de un invento. Es decir, no tiene ningún sustento en la Tradición ni en la enseñanza de Padres y Doctores. Y el último, es que Francisco, por ejemplo, ha dicho claramente que su magisterio es enseñanza oficial, a tal punto que, cuando algunos se escudaron en una postura similar a la sostenida por el P. Calderón para no obedecer su interpretación de Amoris Letitae, la hizo publicar en las AAS.
      La Fraternidad, quiéralo o no, está encerrada en ese dilema y no puede salir de él.

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    6. Pucho, "aunque la mona se vista de seda..."
      Francisco y sus antecesores no ejercen el magisterio porque no creen en la función docente de la Iglesia, creen en el diálogo, tender puentes, el ecumenismo, etc.
      Es muy fácil, desde su seudónimo y su breve comentario, querer desprestigiar la gran obra del R.P Álvaro Calderón, pero en verdad no lo logra.
      Por otra parte, evidentemente no encontrará tal tesis en la tradición ni en los Padres y Doctores, porque la crisis en cuestión no tiene precedentes.
      Con respeto,
      Un esquizofrénizo inestable del movimiento.

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  3. Bueno, tiene lógica el artículo, al menos en esta primera parte. Será por aquello de que "extrema se tangunt".

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  4. Estimado Eck, gracias por esta explicación clarísima del peligro del ultramontanismo que aprovechando el prestigio de grandes Papas como San Pío X o Pío XII, sacó de la galera del mago una nueva iglesia que nada tiene que ver con la que Cristo fundó en cabeza de Pedro.
    Lo más grave de todo esto es que con Francisco la herida es tan profunda que seguramente ya no hay vuelta atrás. Todo indica que de ahora en más las cosas irán de mal en peor hasta que el choque sea inevitable y estalle un cisma de proporciones colosales.
    Aquellos que sueñan que del próximo cónclave pueda salir un Papa que ponga fin a tantas calamidades, dejen de soñar porque están mirando otro canal.
    Por más que venga otro San Pío X -un sueño irrealizable- todo será inútil. En este desgraciado pontificado de Francisco que ya va para los once años la apostasía se ha extendido de manera tal que la catástrofe que se avecina nos caerá encima con la fuerza de un piano de cola. Nadie podrá decir entonces que no estaba enterado.
    Que Dios tenga piedad de Su Iglesia y del mundo porque el castigo será grande, pero también será Justicia porque bien merecido lo tenemos.

    Fuenteovejuna

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    1. Eso sí llega otro papa, porque pueda que esté sea el último antes del Día del Señor y posterior triunfo del Inmaculado Corazón de María

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  5. Su Eminencia Alciro Tucho tiene mucha prisa en armar el corpus de la doctrina bergogliana, que es la suya pasada por autoridad. Las sonseras y las liviandades más arriesgadas que solía decir a sus despistados alumnos (más ocupados en tomar mate, jugar al futbol y ver cómo se las arreglaban con sus pulsiones hormonales, en medio de algunas prácticas piadosas y de "servicio pastoral") son las que ahora quiere dejar instaladas. Por ello los documentos que le redacta a Francisco son tan autorreferenciales en citas de textos que ya le escribió antes. Lo más ridículo, que en su momento gozó del ludibrio de la Facultad, fue la cita en Evangelii Gaudium de un discursito de Alciro entonces Rector de la UCA, publicado en un boletín novedades no en Sources Chrétiennes, su contenido las cosas más obvias. Así empezó audazmente el imparable oficio de redactor. Sólo Dios sabe a dónde va a terminar la aventura de este ruinoso idilio redaccional.

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    1. Estimado, usted haría un gran servicio a la Iglesia universal si me enviara (gibelino1@gmail.com) copia de ese boletín de novedades con el discurso del cardenal Alciro, en ese momento simplemente padre Tucho.
      Estoy seguro que muchos sitios amigos de este blog estaría interesados en profundizar en las fuentes del corpus doctrinal alcirensis.

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  6. Que bueno este articulo. Para dar gracias que exista este sitio Wanderer, que en este tiempo que nos toca, como seguidores del Señor, nos ayuda a pensar y entender.
    Gracias por este espacio Don Wanderer! Ojala dure mucho. Me da aliento en la fe y en el camino.
    Santiago.

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  7. estoy pensando que el concilio vaticano i y pio ix, sin darse cuenta, crearon a ese monstruo sin control llamado jorge bergoglio, el actual papa felizmente reinante.

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  8. Completamente de acuerdo Don Eck, y enhorabuena. De todos modos me figuro que completará en otras cartas con el nefasto influjo jesuita, sin el cual no se habría podido dar el ultramontanismo. Sin una espiritualidad basada en el nominalismo y en el alumbradismo (sólo que en vez de recibir iluminaciones el lider sectario las recibe la autoridad) todo este desastre no habría sido posible. Ay Pío VII, no sabía que lo que restauró sería más dañino para la Iglesia que la revolución francesa y Napoleón juntos...

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    1. Usted tiene mucha razón pero el tema es tan vasto que no he tocado la influencia espiritual de la Devotio Moderna y el jesuitismo en él aunque es una de sus claves más profundas: el voluntarismo y el activismo frente al intelecto y la contemplación dan lugar a una concepción de la Fe casi idéntica a la protestantes, más valiosa cuanto más áspera, irracional e increible sea pues será más pura. No es creer en lo que no vemos por amor a Dios quien nos revela sus secretos elevándonos a la contemplación sobrenatural de la Trinidad sino creer contra lo que vemos pues así demostramos más confianza y voluntad en la obediencia, más meritoria y más real cuanto más absurda para conseguir el premio. En la primera somos hijos, en la segunda esclavos y la imagen de Dios está de acuerdo con esto como la de la autoridad procedente de esta imagen (en verdad solo la primera lo es pues hace crecer (augeo) a los gobernados mientras que la otra loa aniquila).
      Como digo es un tema muy amplio sobre el que reflexionar.

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    2. Lo que ha sucedido en la Iglesia con el ultramontanismo es lo que sucedió a las monarquías tradicionales con el absolutismo. Un gangrena filosófica que corrompe el cuerpo social al alejarlo de la ley natural. A las monarquías absolutas le siguieron las revoluciones liberales y el alejamiento progresivo de la ley de Dios. Así ha sido en la Iglesia: a la Tradición le siguió el tradicionalismo y ahora el modernismo en la cúspide.

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  9. muchos ortodoxos y protestantes, viendo el desastre teológico y pastoral sin precedentes de bergoglio como papa, afirmaran sin dudarlo que bergoglio mismo es una prueba irrefutable de que la concepción católica del papado es absolutamente equivocada, es decir es falsa.

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  10. Entiendo que la clave de esta carta se encierra en el pasaje que reza: “La Fe ya no es una regla objetiva transmitida por Cristo a los apóstoles sino lo que subjetivamente diga e interprete el Magisterio, es decir, el Pontífice, pues son uno y lo mismo” (ECK). Luego, puesto que la labor del Sumo Pontífice consiste en velar por la unidad de la Iglesia y la transmisión fiel e integral del mensaje de Cristo, el punto es respecto de quién se puede constituir en juez para dirimir cuándo la interpretación del Sumo Pontífice se une o se separa del mensaje de Cristo. Pero, qué pasa cuando en su fuero interno algunos, y estos no son pocos, advierten alguna distancia entre el mensaje expreso de Cristo y el mensaje de su Vicario en la tierra. Y, en ese momento surge la triste necesidad de decidir entre responder al expreso mandato de Cristo, o al del sucesor de Pedro. Pero, ¿es posible que el sucesor de Pedro, determine su enseñanza o su mandato en una línea distinta a la de nuestro Señor? Entiendo que, como lo manifiestan algunos miembros destacados de la jerarquía de la Iglesia Católica, eso mismo es lo que está ocurriendo en nuestros días con algunas de las líneas de acción desplegadas por nuestro actual pontífice. Y lo lamentable es que quienes hoy hacen oír su voz en disidencia con algunas de las directivas del actual Sumo Pontífice, por considerar que estas directivas no son compatibles ni con la enseñanza de nuestro Señor, ni con el anterior Magisterio de la Iglesia, sin mayor análisis son pasibles de una grave sanción por parte de la cabeza de la Iglesia: ipso facto son separados de su cargo. Y así, paradójicamente, todo parece indicar que quienes hoy dan prueba de su entera fidelidad al Depósito de la Fe, son objeto de grave castigo por quien, precisamente, por su condición de Vicario de Cristo, debiera ser el primero en agradecer su laudable testimonio de fe. Es el escándalo de la incompatibilidad que algunos descubre entre algunas entre algunas enseñanzas del actual Magisterio de la Iglesia y su bimilenaria Tradición. De ahí la necesidad de que, aunque, por nuestra condición de simples cristianos, nos sintamos impotentes para poner remedio a tal grave anomalía en el seno de la actual Iglesia Católica, ello no impide que pongamos nuestro mayor empeño en ofrecer nuestros propios sacrificios personales en la forma de ayuno y oración, para poner fin a tales dolorosas situaciones. Porque Dios sabrá escuchar la oración de quienes, con entera humildad y piedad, se acogen a su infinita bondad para pedir por las necesidades de la Iglesia. “Nada es imposible para Dios”.
    ¡Dios guarde a la Iglesia! ¡Alabado sea Jesucristo!

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  11. GASTÓN:Seguramente ya lo habrán dicho otros pero creo que lo más grave al lado de que un claro perturbado pueda llegar tan alto en la escala jerárquica está el hecho de que el colectivo de todos los obispos católicos (creo andan en torno a los 3.000, corríjanme si me equivoco) guarde silencio ante tales injusticia. Salvo unas cuantas honrosísimas excepciones que con los de dos de una mano se pueden contar.

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    1. Según el Anuario Pontificio de 2020 el número de obispos era 5363

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  12. Frase feliz, digna de reflexión:
    “Es magisterio lo que dice el magisterio actual que es magisterio”.

    Me ha hecho recordar una de aquellas respuestas disparatadas en los exámenes, que coleccionaba un profesor de instituto de principios de los años 60 y que luego publicó bajo el título de “Antología del disparate”.

    Un alumno en su ingenuidad (parece que contaminado de ultramontanismo sin saberlo) dio la siguiente definición de Fe:

    “Fe es una virtud que nos da Dios para creer lo que nos dicen los curas”.

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  13. Un artículo extraordinario.

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    1. Si, nos hace ver la raíz del problema por la cual nos encontramos hoy con un papa dictador. El CVI, los ultramontanos, Pio IX y la declaracion' de la infalibilidad papal. Y de toda esta situación llegó hoy a nosotros JMB.
      Yo sueño, porque soñar es desear, y tanto deseo que Dios salve su Iglesia y en esto espero.
      La esperanza es la última a morir.
      Los tiempos son graves y terribles, pero peor que asi? No creo.
      Sara

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  14. Ruego corregir: Donde dice "algunos descubre entre algunas entre algunas enseñanzas ...", debe decir: "algunos descubren entre algunas enseñanzas enseñanzas ...".

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  15. No lo leí pero me dicen que este nuevo libro de Peter Kwasniewski (The Road from Hyperpapalism to Catholicism: Rethinking the Papacy in a Time of Ecclesial Disintegration) está muy bien.

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  16. Excelente estimado. Ata los cabos muy bien se lo agradezco.
    Marcelo

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  17. Esta mañana salió en Infobae que si gana Milei el Papa no vendría a Argentina.
    Luego salió una desmentida.
    Por las dudas, aguante Milei.
    Si no viene el Papa de visita a Argentina sería un bien.

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  18. Chiedo in anticipo perdono per scrivere nella mia lingua (l'italiano). Vorrei esprimere la mia gratitudine all'estensore dell'articolo, che getta una luce profonda sulle cause remote ed insieme autentiche dell'attuale situazione. A questo riguardo, vorrei presentare l'opinione per cui, supponendo una maturazione nella coscienza ecclesiale cattolico-romana - costretta suo malgrado a dover prendere atto del rivelarsi vano nella dimensione oggettiva della realtà fattuale e storica di un edificio dottrinale ritenuto divinamente rivelato, quale è quello da cui promana l'attuale modello ecclesiologico -, alla quale conseguisse l'esplicito riconoscimento del carattere anti-tradizionale e perciò eretico dell'ultramontanismo, possa essere viatico al ristabilimento della comunione con le chiese ortodosse; mi piacerebbe sapere se l'autore condividerebbe questo mio parere. Grazie.

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    1. Carissimo, mi permetto di esprimermi nella nostra lingua. Io, da ortodosso, penso che i fatti recenti possano permettere un dialogo sincero tra ortodossi e cattolici, ma sarà a livello dei semplici fedeli ed il clero non compromesso nei fatti politici. Bisogna però una grande methanoia da parte di tutti quanti, perchè vedo che per i latini non essista ancora una ecclesiologia diversa di quella tridentina. Anzi, viene associato un periodo storico-culturale (musica, paramenti, perfino i disegni dei tessuti) alla "tradizione". E non ci sarebbero grossi problemi se con questo non venissero anche associato un parere, una opinione diventata dogma, di una ecclesiologia della volontà sottomesa all'autorità del papa di Roma. Questo articolo esprime con chiarezza il pensiero di tanti che, vedendo la genesi degli attuali eventi, vediamo anche una speranza di vera comunione delle chiese.

      Ciccio

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    2. Traduzco anonimo 18.01
      Al texto faltan comas, punto y coma y puntos.
      Sara

      Pido disculpas por escribir en mi idioma (italiano). Quisiera agradecer al autor del artículo que ilumina sobre las remotas causas y al mismo tiempo auténticas de la actual situación. Al respecto, quiero dar la opinión suponiendo una maduración en la conciencia eclesial católica - romana-obligada a su pesar a tomar acto del vano revelarse en la dimensión objetiva de la realidad factica e histórica de un edificio doctrinal revelado divinamente, como es aquel del que emana el actual modelo eclesiologico, al que seguise el explícito reconocimiento del carácter anti-tradicional y por lo tanto eretico del ultramontanismo, pueda ser el medio al restablecimiento de la comunión con las iglesias ortodoxas, me gustaría saber si el autor condivide mi parecer. Gracias.

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    3. Grazie. Mi scuso degli errori/refusi, purtroppo la scrittura da smartphone è alquanto scomoda, e non ho ricontrollato il testo prima di inoltrarlo. Ancora grazie.

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  19. Otro "misericordeado" por el Déspota ... Enrique Eguía Seguí a la Prelatura de Base Marambio ... perdón de Deán Funes ...

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  20. Il y a un excellent article de John Lamont sur un sujet connexe : ‘Conscience, freedom, rights: idols of the Enlightenment religion’, The Thomist 73 (2009).

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  21. Habrá que rezar para que el próximo Papa sea católico. No este engendro, ustedes perdonen.

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