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sábado, 25 de abril de 2009

Los frutos del concilio


No se trata, claro, del hasta ahora fruitless Concilio Vaticano II, sino de uno más reciente y pequeño, celebrado hace algunas semanas de Nogoyá. Uno de los primeros documentos (serán sólo tres) que han surgido está ya disponible en la página de Jack Tollers, a un sólo click de ésta (podrán encontrar la pestaña correspondiente en el banner superior).
El documento, titulado !Ojo al Cristo que es de vidrio!, es un agudo y profundo análisis de Lord Tollers acerca de las herramientas que usará, o está ya usando, don Anticristo. 
Particularmente interesante me ha parecido su discurso, característico de su pluma, sobre la importancia de la atención en la vida espiritual. Y, claro, la referencia kukusa es imperdible.
No dejen de bajarlo y leerlo. Lo encontrarán en la la columna izquierda de su página.

miércoles, 22 de abril de 2009

Después de la tormenta

Pareciera que lo peor de la borrasca, por el momento, ha pasado. Es hora, entonces, de recorrer el campo y ver cuáles han sido los daños que nos dejó el vendaval. En nuestro caso se trata, entre otras cosas, de reordenar las piezas que quedaron revueltas y dislocadas. No es tan solo una cuestión de amor por el orden, sino también de amor por la justicia.

Concretamente, luego del revuelo por las declaraciones de Mons. Williamson muchos fueron los escandalizados y los enrabiados. De adentro y de afuera. De izquierda y de derecha. No se trata ya tan solo de discutir acerca de la oportunidad de sus comentarios, sino del reposicionamiento de la FSSPX y frente a la FSSPX. No puedo opinar acerca del primer caso, pero si me parece apropiado hacerlo acerca del segundo.

Últimamente he estado hablando con numerosos amigos concurrentes habituales a las misas de la Fraternidad algunos, otros sólo ocasionales y otros simpatizantes de afuera. Muchos de ellos han quedado con mucha bronca no sólo con Mons. Williamson sino también con toda la Fraternidad, derramando acusaciones y resucitando viejas querellas. Y, aunque ciertas muchas observaciones, me parece que a veces se posicionan en extremos y caen, llanamente, en la injusticia.

Pareciera que el árbol no nos deja ver el bosque. Quiero, entonces, podar un poco el follaje, a ver si podemos ver un poco mejor. Y la poda consistirá, simplemente, en señalar los méritos que la FSSPX ha tenido y que las desafortunadas, o no, intervenciones del prelado inglés hicieron menguar o, incluso, desaparecer.

En primer lugar, la Fraternidad mantuvo la misa y la liturgia tradicional a nivel popular, o bien, facilitó el acceso a la liturgia latina. Es verdad que no podríamos atribuirle el mérito de “guardiana de la tradición” o de suponer que, sin ella, la Iglesia habría perdido los tesoros de su liturgia. De hecho, todos nosotros conocemos curitas que desde hace décadas celebran la misa latina en departamentos, bohardillas, garajes o estancias. Pero eran, y son, celebraciones solitarias o a las que asisten un pequeño y muy selecto puñado de fieles cuasi juramentados, que en modo alguno se atreven – y lo bien que hacen en muchos casos – a publicitar sus encuentros litúrgicos.

La Fraternidad permitió que esas mismas celebraciones se pudieran oficiar de un modo más normal. Y con esta normalidad aludo a que se hicieran en una iglesia o capilla con altar en serio, imágenes, ornamentos apropiados, etc.; que fuera de puertas abiertas y no sólo para núcleos de iniciados y que, en definitiva, la misa diaria o dominical según el rito tradicional fuera un paso o un momento habitual del domingo sin ese sabor – dulce cuando se es joven, amargo cuando se es más viejo – de lo prohibido o de lo secreto.

Esta situación posibilitó un segundo aspecto positivo y es la continuidad de la traditio del rito. Más allá de que se conservaran todos, o casi, los manuales con las rúbricas que explican el modo concreto en el cual se celebran las ceremonias cuyas palabras están en los misales o rituales, lo cierto es que el modo de que el sacerdote tiene de aprender a celebrar los ritos litúrgicos es, fundamentalmente, copiando lo que hace otro sacerdote a quien ve hacerlo durante años. Es significativo el éxito que tuvo, por ejemplo, el DVD en el que se explicaba y se mostraba cómo celebrar la misa. Un librito no habría despertado ese interés ni habría sido tan útil. La transmisión del rito es oral y visual, no intelectual. La reforma de Pablo VI cortó en seco esa entrega o traditio de una generación a otra de los modos de celebrar los misterios cristianos.

La FSSPX la mantuvo. No habría sido fácil para los sacerdotes que, luego del Motu Proprio del Santo Padre quisieron comenzar a la celebrar la liturgia según el modo extraordinario, hacerlo sin que algún grupo más o menos numeroso hubiese conservado los modos concretos de celebración que van desde los movimientos y circulaciones en el presbiterio hasta la posición de las manos y de los ojos. Y en la liturgia, estos no son detalles menores.

En tercer lugar, la Fraternidad fue un factor aglutinante de buena gente y, como tal, comunidad de supervivencia. En los ´70 y en los ´80 arreciaban los ataques de todas partes y de todo tipo: Pablo VI y el Magno con sus deletéreas teologías, el marxismo craso en los gobiernos y las acciones armadas del ERP y Montoneros, o el marxismo light pero más peligroso de Gramsci, el optimismo infundado por un mundo nuevo y mejor que necesariamente exigía acabar con lo viejo, y tantos otros ataques más. No era fácil sobrevivir en esa tempestad. De hecho, no fueron muchos los que lo lograron (¿Un diez por ciento quizás?) La cuestión era agarrarse con los suyos a una tabla de salvación, fuera grande o pequeñas, estuviera sucia o limpia, tuviera clavos o astillas sueltas. Unos pocos, muy poquitos, son capaces de mantenerse a flote solos. La mayoría necesitamos comunidad para hacerlo. La FSSPX fue una de esas comunidades. Y no es el caso que se diga que estaban suspendidos a divinis o excomulgados. No había que mirar mucho el estado de la tabla; había que manotear algo y salvarse. Muchos amigos se salvaron de ese modo.

Seguramente se podrían agregar muchos elementos más. Creo que los mencionadas son los más importantes. Ustedes, amigos, podrán aportar, como es habitual, otros en sus comentarios.

martes, 14 de abril de 2009

Athonita censurado


El Athonita me envío un poema para celebrar la Resurrección del Señor titulado "Crisálida en Anástasis". Esta vez no está escrito en noruego sino en Old Norse o, según algunos, en Icelandic. Para evitar un lyncheamiento en el TupungAthos, no lo publico aunque los conocedores de esas lenguas antiguas podrán leerlo bajándolo desde este link.

domingo, 12 de abril de 2009

Khristos anesti!


Jesús ha resucitado para que también nosotros, creyendo en Él, podamos tener la vida eterna. (…)Desde la aurora de Pascua una nueva primavera de esperanza llena el mundo; desde aquel día nuestra resurrección ya ha comenzado, (…). El anuncio de la resurrección del Señor ilumina las zonas oscuras del mundo en que vivimos. Me refiero particularmente al materialismo y al nihilismo, a esa visión del mundo que no logra transcender lo que es constatable experimentalmente, y se abate desconsolada en un sentimiento de la nada, que sería la meta definitiva de la existencia humana. En efecto, si Cristo no hubiera resucitado, el "vacío" acabaría ganando. Si quitamos a Cristo y su resurrección, no hay salida para el hombre, y toda su esperanza sería ilusoria. Pero, precisamente hoy, irrumpe con fuerza el anuncio de la resurrección del Señor, que responde a la pregunta recurrente de los escépticos, referida también por el libro del Eclesiastés: "¿Acaso hay algo de lo que se pueda decir: "Mira, esto es nuevo?"" (Qo 1,10). Sí, contestamos: todo se ha renovado en la mañana de Pascua. "Mors et vita / duello conflixere mirando: dux vitae mortuus / regnat vivus" - Lucharon vida y muerte / en singular batalla / y, muerto el que es Vida, / triunfante se levanta. Ésta es la novedad. Una novedad que cambia la existencia de quien la acoge, como sucedió a lo santos.
Benedicto XVI

Khristos anesti ek nekron,

Thanato thanaton patisas,

Kai tis en tis mnimasi

Zo-in kharisamenos!
 

Cristo ha resucitado de entre los muertos

pisoteando la muerte con la muerte

y a aquellos en la tumba

concediéndoles la vida.

Para escuchar este bellísimo himno bizantino, click aquí.

(Gracias Sol y Pablo)

Felices Pascuas


Hac die, quam fecit Dominus, 
Solemnitas solemnitatum, 
et Pascha nostrum: 
Resurrectio Salvatoris nostri Jesu Christi secundum carnem.

sábado, 11 de abril de 2009

Surrexit Dominus vere


La Pascua anual que no cesamos ni de recordar ni de esperar, nos mantiene en el sentimiento de los primeros cristianos que  exclaman vueltos hacia el pasado: "El Señor ha resucitado verdaderamente", y vueltos hacia el futuro: "Ven Señor Jesús! Ven pronto!".
Louis Bouyer

viernes, 10 de abril de 2009

El sueño del Rey


El Rey duerme. Hay que despertarlo.

El Señor y Dueño del Mundo,

tras cantar su Cántico Nuevo,

Cántico nupcial,

duerme en paz,

como un niño, como un Rey

en la proa de la barca de la historia.

 

 

¿Quién pronunciará el “Thalitá Kum”

sobre este Niño dormido?

 

 

Yo, Señor. Diré al mundo:

el Niño no está muerto sino que duerme.

Como Elías sobre el hijo de la viuda,

me arrojaré sobre Ti.

Y el mismo Aliento

que con fuerza expiraste sobre mí,

soplaré yo

sobre tu Muerte y Sueño de Amor.

Te ungiré, Jesús mío,

con la mirra de mi compunción,

con el aceite de mi nostalgia de santidad,

con el bálsamo

de mi amor tenue pero cierto.

 

Y te diré: ¡Vive!, ¡que eso me basta!

¡Vive, y tu sueño se hará!

El Athonita

miércoles, 8 de abril de 2009

Viernes Santo


Sí, contemplemos a Cristo, nuestro precursor, capitán y autor de nuestra salud, en camino hacia el Calvario. Ha pasado la noche, esa noche-crisol, visitación de Yahvé, “fuego devorador” para quienquiera que haya llevado con angustia la cuenta de aquellas interminables horas. Y sin embargo, aquella noche tampoco ha carecido de júbilo festivo, ni se ha ausentado el amor: el lavado de los pies, la inefable Eucaristía, la Gran Colecta pontifical del Viernes Santo¾¾porque, no lo olvidemos, la jornada litúrgica se inicia la víspera con el crepúsculo del día anterior¾¾todos los misterios de la suprema dilección atestiguan acerca de esta alegría manifestada en el Umbral de las lágrimas de sangre.
Frank-Duquesne

Jack Toller ha colgado en su página el texto completo de Júbilo de Jesucristo, de Frank-Duquesne, una excelente y apropiada meditación para "leer en familia" el Viernes Santo. Son sólo 22 páginas, y valen la pena. 
(Inexistencia de piedad sansulpiciana garantizada)

miércoles, 1 de abril de 2009

Ladran, don Raúl


Murió Alfonsín. Que Dios lo tenga en la gloria.

Los medios argentinos se han hecho eco de la repercusión que su muerte ha tenido en los medios del mundo. Desde los diarios de la India a los de Australia, pasando, claro, por los americanos y los europeos, dan cuenta del deceso del padre de la democracia argentina. Ladran Sancho... No es buen signo, don Raúl, que los corifeos del mundo lo alaben. Es preferible morir como un desgraciado o, casi le diría, insultado y escupido como un crucificado, que morir en medio de las alabanzas de los servidores de la Bestia.

Debo reconocer que, secundum quid, es decir, secundum nuestros últimos gobernantes, Alfonsín fue un estadista. Pero absolute, su mérito fue el de dispararle al cisne que, desde diciembre del ´83, comenzó a entonar su triste canto final, y murió hace ya algunas décadas. Alguien con sensibilidad y formación podría escribir una novela situada durante el gobierno de Alfonsín y que fuera un paralelo a Brideshead revisited de Waugh o a la Radetzkymarsch de Roth: una triste canto a un mundo que, irremediablemente, se fue.

Hay mucho para decir de Alfonsín. Le dejo a Ludovicus que hable de la economía, y al Normando sobre el juicio a las juntas. Yo empezaré con un recuerdo. Un día, cuando estaba en los primeros años del colegio secundario, un compañero bastante pícaro, nos reunió a la salida para mostrarnos su última adquisición: una revista semi-pornográfica, en blanco y negro, que se habían agenciado de un modo mucho más secreto y peligroso que el que hoy se utiliza para comprar cocaína. Todos quedamos asombrados al enterarnos de que esas cosas existían: ¡la pornografía! Si apenas conocíamos esa palabra. Al año siguiente, el providente padre de la democracia nos abría las puertas al paraíso de los degenerados, poblando los kioscos de revistas cubiertas de una bolsa de nylon negra. Tiempos después, sólo era cuestión de caminar por Corrientes y detenerse en los puestos de diarios para ver ya las revistas desnudas, y para todos los gustos e inclinaciones. El padre tuvo, además de la democracia, una hija putativa: la pornografía argentina.

Pero engendró, además, cual conejo en celo, varios monstruos más que aún sufrimos y que, me temo, ya nadie podrá matar. Aunque, si bien se lo considera, su proceso de copulación más bien podría ser calificado como de “entrega”. Raúl Ricardo fue un gran entregador. Repasemos:

1. Le entregó la cultura a la izquierda, en todas sus expresiones. ¿Y quién puede ahora arrebatársela? Macri, el año pasado - más por ignorancia que por convicción, creo yo -, se le ocurrió proponer como secretario de cultura de la Ciudad a Rodriguez Felder quien, ingenuamente, afirmó que no le gustaba la obra de León Ferrari. ¡Cómo se levantaron las víboras para defender al sacrílego y apóstata plástico! Total, que el pobre debió irse antes de haber llegado.

A Alfonsín le debemos, entre otras cosas, jugar a la rayuela fluo con Marta Minujín en la 9 de julio, escuchar a Soda Stereo en el Salón Blanco y a los Pibes Chorros en el canal del Estado, que nuestros embajadores no sean más excelencias y que la noche del juramento presidencial no sea más una gala en el Colón.

2. Entregó la Educación a la Flacso, es decir, a la peor y más barata izquierda latinoamericanista. Copiando del proceso de desnazificación que efectuaron los Aliados en la Alemania durante la posguerra, financió la deformación mental de miles de educadores a quienes les pagó cursos, carreras, pasajes y hoteles para que desaprendieran los hábitos de educación autoritaria que poseían y aprendieran los nuevos postulados de los procesos educativos democráticos. Y, paralelamente, instaló la persecución en todas las universidades argentinas y en el Conicet.

Una perlita de ejemplo: asumió como decano normalizador de la facultad de humanidades de Rosario un bibliotecario cuya primera acción de gobierno fue expulsar de sus cátedras a todos los profesores que habían ganado concursos durante el gobierno militar. Y todos recordamos a viejos amigos investigadores de carrera, muertos ya la mayoría, que fueron perseguidos y hasta encarcelados por haber investigado durante los años negros de la dictadura.

3. Entregó la prensa a la izquierda. Ya parece una fantasía pensar que antes de Alfonsín habían diarios y periodistas de derecha. La Prensa lo era decididamente; La Nación, liberal, pero claramente derechosa en muchos temas; Clarín, más de centro, pero con sentido común; Gente, Somos, Roberto Maidana, Nicolás Kasanzew, José María Muñoz y tantos más. Hoy hay que contentarse con Rolando Graña, Silvestre y Longobardi, esclavos repetidores de los deseos del poder.

Don Raúl Ricardo, que Dios se apiade de su alma. Y que la unción que ayer le dio Mons. Ciénaga haya sido válida.

(Gracias al amigo con que el que anoche, luego de conocer la triste noticia, nos juntamos a charlar del tema. De esa conversación salieron estos temas, y otros impublicables).