Reportaje de Tollers a Ludovicus (II)
| Tollers: ¿Cómo sabe latín? ¿Qué otras lenguas
domina? ¿Sirven para algo, le parece?
Ludovicus: El latín
como todos en estas crueles provincias, lo aprendí a salto de mata, con
alguna buena profesora. El inglés, bueno, es el koiné de la época,
difícil eludirlo. Con el latín y algunos rudimentos, se pueden leer las
lenguas romances, que en definitiva es lo que uno busca. Leerlo a Dante, por
ejemplo, escapándose de los ripios de Mitre. ¿Conoce el epitafio de Mitre
que le hicieron en el grupo Martín Fierro?
En esta casa parduzca yace el traductor del Dante; Apúrate
caminante, no sea que te traduzca. (Risas)
Metiéndome en uno de sus oficios, Tollers, creo que
uno puede resignarse a las traducciones en prosa, con la excepción del
lenguaje filosófico que exige constantes perífrasis para las
intuiciones―¿cómo traducir kairós, ens, Zeitgeit?―y sobre todo
del lenguaje poético y del litúrgico. Son géneros en que prima la
intuición y la imagen, de modo que traducir es como tratar de llevar agua
de un cuenco de la mano al otro: se pierde la mitad por el camino. En el caso
de la liturgia, con el agravante de que es poesía decantada
secularmente, con cadenas de asociaciones mentales también seculares, en
parte subconscientes, no plenamente cervantinas ni cartesianas. Por ejemplo,
¿cómo traduce el locum refrigerii, lucis et pacis del Memento de los Difuntos?
"El lugar del refrigerio" parece el bar de la oficina.
Refrigerium, por una asociación inmediata, trae a la
memoria la Odisea y la Eneida, con esas sombras que se acercan a la
libatio derramada en tierra; es algo estupendo, porque funde las imágenes
del paganismo―la idea de que las almas están "descansando" en cierta
estupefacción―con las nociones primitivas acerca de la vida en el
Purgatorio. Y eso con una sola palabra. O la frase referida a la hostia,
"Ofrenda racional"―dicho así, en castellano, uno piensa en Kant, en
un economista, en un plan de ajuste. Tiene que hacer una perífrasis: adecuada a
Ti, digna de tu Naturaleza, proporcionada al Ser-Que-Es, espiritual. Y todo con
rationale.
Bueno, todo eso lo hicieron pelota con las traducciones. A la
basura con las cadenas de asociaciones nocionales, el humus secular de que se
alimenta la mente, las grandes imágenes poéticas que reflejan por analogía lo
Sacro.
Tollers: Sí, las traducciones deficientes son
verdaderas traiciones. A veces tengo la impresión de que es fina obra del
demonio. Entre nosotros, por ejemplo, “La crisis de nuestra civilización” de
Hilaire Belloc no dice mucho, precisamente por eso. Ahora, cuando se trata de
las Escrituras (entre paréntesis, lo del culto “racional” está en San Pablo,
Romanos, creo), y si se traduce mal deliberadamente… Dios nos pille confesados.
Y dígame, ¿le gusta la poesía? ¿Compuso alguna?
Ludovicus: Me gusta
muchísimo, la clásica y la moderna. Es un buen correctivo contra el pensamiento
racionalista, a veces demasiado contrapeso como cuando uno lee a T.S. Eliot o a
Pound y termina escuchando el trotar seco de las ratas sobre el vidrio de los
callejones no sabemos bien a cuento de qué. La poesía exige una forma distinta
de leer, de representar y de pensar que abre operaciones intuitivas del
intelecto soterradas por la ratio. El viejo librero Yanover, el de la
librería enfrente de la Facultad de Ingeniería en Las Heras, decía que los
mejores lectores, sed pauca, eran los que leían poesía. Y claro que todos
tenemos el violín de Ingres, algo he escrito y algo escribo.
Tollers: ¿Y novelas? ¿Escribió alguna?
Ludovicus: No.
Sucede que la literatura siempre me pareció palabras mayores, me pegó fuerte
eso de que sólo tenés que escribir si hay algo nuevo que decir que repetía el
charlatán de Gregorio Marañón, si no me equivoco. Bajo la influencia de Borges,
siempre preferí el cuento. Quizás con esto de internet se me suelta la mano, no
sé. Por de pronto, dejé de escribir bien, que es el primer requisito.
Tollers: Usted y yo participamos del blog del
Wanderer casi desde sus inicios, así que ya se sabe qué pensamos. Pero existe
fuerte oposición al uso del medio al que se considera nocivo en sí mismo…
Ludovicus: Hasta
hace poco, estaba en la etapa de enamoramiento con el medio. Hay ventajas
indudables: con internet se acabaron los secretos. En materia de secreto
eclesial, encubrimientos, tapaderas, todo eso se acabó, no va más. Esto ha
producido un cambio formidable en la Iglesia católica, ha sido como el
cumplimiento de la profecía de Jesús de que nada oculto dejará de ser
revelado.... La información hoy es instantánea. Hay un allanamiento en Bélgica
y todos nos enteramos. Ya no se puede engañar a la gente con una fraus pía.
Y el acceso a las fuentes... una maravilla. Usted, Tollers,
puede poner a disposición del lector respetable traducciones en tiempo real,
joyas que antes costaba media vida encontrar en librerías de viejo. Etcétera.
Ahora, en cuanto a los blogs de naturaleza más controversial,
los veo con muchas limitaciones. Se pasa de un tema a otro, no se profundiza,
la palabra de un burro vale lo mismo que la de un profesor, se corren los
riesgos o de exponer el nombre o de que, en caso de haber optado por el
anonimato, te develen la identidad. Por supuesto, cuando el blogger es bueno
sirve para laudar y darle contorno a las cuestiones. Pero es lo que hay,
probablemente sirva de aperitivo, quizá a alguien le haga un click en la
cabeza.
En todo caso, el balance sigue resultando positivo. Es lo que
hay.
Tollers: ¿Alguna vez pensó en hacerse cura?
Ludovicus: Jamás.
Tollers: ¿Irse del país?
Ludovicus: Errata
pathos.
Tollers: En los tiempos que corren, aquí en la
Argentina, aquí y ahora, suponiendo que contara con el dinero necesario, ¿haría
un colegio, un diario, una revista, una editorial, pondría una radio, un canal
de televisión, o quizás, produciría una película? (Yo querría hacer una
miniserie sobre la vida de Newman―habría que hacerla en Inglaterra, desde
luego, porque ellos, los muy maulas, no lo hicieron).
Ludovicus: ¿Usted
me dice con la chequera del dueño de Domino's Pizza, que está financiando la
"Ciudad Católica"?
Bueno, yo le daría trabajo y plata a los buenos curas. Una
base económica, en lo posible académica, para que pudieran hacer apostolado en
serio. Algo así como lo que hizo Lady Acton con Knox, pero en forma masiva.
Mientras tengamos una quantité négligible de curas buenos viviendo a salto de
mata, reducidos a poco menos que la miseria, dependientes de obispos despóticos,
no lograremos nada.
Y después, con mucha plata, el Colegio. Pero con muchísima
plata. Sino, no perdamos tiempo.
Tollers: Bueno, igual, no tema, no tenemos,
era una conjetura nomás…
Ludovicus: Me
estaba ilusionando…
Tollers: De los cuatro enemigos del hombre,
plata, poder, placer y prestigio, ¿a cuál le teme más?
Ludovicus: Al
miedo. La raíz de todas esas “p” es el miedo: miedo a la pobreza (plata y
poder), miedo a la vida (prestigio), miedo a la muerte (placer).
Tollers: Ajá. Pero creo que no entendí lo del
“miedo a la vida” que dice usted.
Ludovicus: Quiero
decir miedo a la vida real, del modo real en que nos es dada, en el presente.
Por miedo a atrapar esa vida real nos refugiamos en los fantasmas del
pudiera-haber-sido, o nos arredramos ante las montañas del futuro, negándonos a
avanzar, a optar. Acuérdese del siervo de la parábola, que no salió de parranda
con el talento, no: lo guardó por miedo a gastarlo, a gastarse la vida concreta
en el presente real. Y por supuesto que en el fondo, el miedo a la
realidad no es otra cosa que miedo a Dios. La nuestra, paradojalmente, es una
época deífoba.
Tollers: Sí, puede ser. De todos modos, no es
para menos, digo, esto de tener miedo. Mire Newman lo que dice sobre la amistad
(y eso de joven aún): “Se tarda mucho, hasta que llegamos a conocernos bien
unos con otros, y parecemos a los ojos de los demás como fríos, o duros, o
caprichosos, o egoístas, cuando no lo somos. De tal manera que desgraciadamente
ocurre que incluso buena gente se retrae el uno del otro, y se refugian en su
interior, y su Dios, como escapando de la aspereza del mundo.” Pienso, por
ejemplo, en Jack Lewis y Tolkien distanciados, después de tanta cosa, de tantos
años…
Ludovicus: No, no
es para menos, el miedo es un enemigo enorme. Tanto predicar contra la lujuria
y tan poco contra el miedo. Casi todos nuestros errores o pecados son fruto del
miedo, de la pusilanimidad, en suma de la desesperanza que se niega a aceptar
la realidad.
La amistad es una apuesta contra el miedo, ciertamente. Y a veces
desgraciadamente, es una luz que brilla un momento y luego se apaga. Ahí hay un
miedo al cambio real, a dejar que el amigo cambie, que siga siendo real. Y
bueno, como en el caso de Tollers y Jack no se acepta esa realidad. Por eso
Tolkien de algún modo recuperó esa amistad cuando Lewis murió, se lamentó con
esa frase tan sentida: le resultaba más fácil recuperar ese amigo
"ideal".
Wanderer, la frase que puso como título pertenece a la primera parte. Yo elegiría: "De los cuatro enemigos del hombre, ¿a cuál le teme más? Al miedo.
ResponderEliminar...miedo a la vida real, del modo real en que nos es dada, en el presente. Por miedo a atrapar esa vida real nos refugiamos en los fantasmas del pudiera-haber-sido, o nos arredramos ante las montañas del futuro, negándonos a avanzar, a optar. Acuérdese del siervo de la parábola, que no salió de parranda con el talento, no: lo guardó por miedo a gastarlo, a gastarse la vida concreta en el presente real. Y por supuesto que en el fondo, el miedo a la realidad no es otra cosa que miedo a Dios.
Comparta sus poesías, Ludovicus.
No habló del miedo al poder...
ResponderEliminarComparta, salvo que piense que su poesía es parecida a la de Baltasar Gracián.
ResponderEliminarSds.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEs muy cierto lo que dice con respecto a los amigos, la amistad es algo muy valioso y esencial. Muchas veces se pierde por dos excesos o el miedo a abrirse o el miedo a quedarse solo, ambos dos llevan a arruinar las amistades. También es cierto que el idealismo lleva a arruinar amistades, porque el amigo que se tiene en frente no es un momento de nuestra espíritu sino una persona real y como tal no siempre se comporta como uno desearía, ni nosotros tampoco cómo él desearía. Creo que en eso casos la regla no es esperar de los amigos sino dar a los amigos y dejar que ellos te sorprendan cuando te dan.
ResponderEliminarSaludos
Mary
Espero la 3º parte!
ResponderEliminarEl tema del "miedo" es de los tópicos que más ponen en evidencia la falta de coherncia en los católicos modernos.
ResponderEliminarUna de ellas es el miedo a la incomodidad o enfermedad que se trasluce en el pago por parte de católicos de coberturas prepagas de salud siempre carísismas hasta en los planes más económicos.
Esto para el católico solo se justifica en dos ocasiones: especiales casos de gravedad en algún miembro puntual de la familia o que te lo paguen desde el trabajo.
Sin embargo la mayoría de las veces desde el trabajo solo pagan la del propio trabajador y no la de todo el núcleo familiar y rara vez hay más de una persona en el seno de las familias que justifica estos recaudos y resulta que todos tienen su "resguardo".
Tampoco veo que sea una excusa que los hospitales públicos estén en pésimo estado, pues así estuvieron siempre y en todo caso es más cristiano hacer colas o tener que pagar una consulta médica puntual y donar a los pobres el sobrante que estar "asegurado".
Y estos miedosos incoherentes son tanto tradis como progresos. Digámoslo. Por eso es que a mí con el tema de las misas, etc., no me corren más. hay pequeñas cosas que dicen más acerca del espíritu ("espíritu y verdad").
Para muestra basta un botón: qué queda del catolicismo?
Quedan varones católicos? Hay católicos que afirman que ya no hay "hombres" pero tienen su prepaga al día?
Cosme.
Nada que ver, pero ¿no te emocionaste con el himno Jerusalem hoy? en fin, si es que tenés tu corazoncito people-british-monárquico...
ResponderEliminarNo veo lo peligrosísimo, aunque sí la falta de simpleza del hombre moderno ante lo que antes era simple, natural y cordial.
ResponderEliminarCreo que esto les va a gustar:
ResponderEliminarhttp://www.radiomickdanger.com/index.php
Es una pagina con radio teatros en Ingles algunos originales de la época simplemente geniales!
Saludos
Mary
Mary, muy linda y acertada tu reflexión sobre la amistad.
ResponderEliminarCande
anonimo de las 13 38,
ResponderEliminarNo se si Wanderer lagrimeó (junto a otros participantes "gentry" del blog) con Jerusalem, lo que si puedo decirle es que, feliz de no haber seguido la "boda" (término horrendamente grasa si los hay) real (que no era real, técnicamente hablando, ni siquiera de Estado), eso de "I will not cease from mental fight, nor shall my sword sleep in my hand until we have build Jerusalem in England´s green and pleazsant land" de Blake, me conmueve hasta las lagrimas úselo o no la dinastía Hannover y sus secuelas Sajonia Coburgo Gotha disfrazados en "Windsor".
Sin una gota de sangre inglesa, con buenos litros de francesa, suiza, española e italiana, me conmueve hasta las lágrimas.
El Séptimo Rey Mago
PD: Blake dice que fue fundada Jerusalem upon these Satanic Mills, provocando la mar de tinta y comentarios. Estos tipejos están mas cerca de esa maquinaria satánica que del Bow Of Fire, sin duda.
PD2: Perdón si no se ajusta in totum al texto original de Blake, cito de memoria y con fiaca.
Para COSME
ResponderEliminarTener medicina prepaga , no tiene nada que ver con el miedo pero si con la prudencia ,( la virtud la mas humana según Santo Tomas )
Mira lo que le paso a un pobre hermanita contemplativa , por no tener “ miedo “ ( hasta diría , por su exceso de Fe pensando que Dios bendecía lo que hacia ) , pero mas que todo por fallar su virtud de prudencia .
http://www.losandes.com.ar/notas/2011/4/29/procesan-monja-muerte-obrero-podaba-convento-565180.asp
Obaldo
Muy buenas las entrevistas a Ludovicus. Espero la tercera parte.
ResponderEliminarSaludos.
Obaldo.
ResponderEliminarCuídese de no distinguir entre la prudencia y la "prudencia". La segunda siempre tan fácil y cómoda de invocar.
Una es para católicos, la otra no.
Cosme.
Cosme
ResponderEliminarLa prudencia es una virtud cardinal , no es propia de las Católicos pero si de los sabios . Con la otra prudencia que me nombras , debe ser , o me equivoco , esa cobardía , que justifica el “ no meterse “ ( yo argentino ) cuando la virtud de prudencia obliga a meterse ….en ese caso si no se mete es un porfiado , y un necio .( Parabolas de las vírgenes prudentes y necias y la de los talentos).
El que dice “ soy prudente , nunca me va a pasar nada “ no previniendo problemas futuros es un inconciente imbécil .
San Luis ejemplo de Prudencia en ejercer la Justicia y en todo ...
Obaldo