Definitivamente, hay temas que no pueden tocarse.
Para mucho lectores habituales del blog, cuestionar el nacionalismo -desde el carlismo, que no es lo mismo que hacerlo desde el liberalismo o el marxismo-, es más grave que negar la divinidad de Nuestro Señor. No otra cosa puedo concluir a tenor de varios comentarios que he recibido en los que algunos, por poco, no prometen incendiar mi casa y las de mis vecinos, por las dudas, debido a mi alta traición a la Patria...
Cierro entonces los comentarios al post anterior, y lo hago oficialmente y no recurriendo a afirmar que me hackearon la cuenta como hace la señora Casa Rosada.
Y para hacerlo, nada más oportuno que una traducción de la genial pluma de Newman que Jack Tollers me acaba de enviar.
Prosit!
Si examinamos cuidadosamente cómo
ha sido el curso del cristianismo desde el principio, sólo veremos una serie
continua de dificultades y desórdenes de todo tipo.
Cada siglo se parece a todos los
demás y a todo los que viven en un siglo determinado, siempre les parecerá que
todo es peor comparado con todos los que lo precedieron. La Iglesia siempre se
muestra como enferma y si acaso permanece, siempre languidece débilmente "llevando
siempre por doquier en el cuerpo la muerte de Jesús, para que también la vida
de Jesús se manifieste en su cuerpo" (II Cor. 4:10).
En todo tiempo, siempre, parece
que la religión se termina, da la impresión de que los cismas se multiplican,
que la luz de la Verdad empalidece, sus adherentes desperdigados.
Siempre, en todo tiempo, la causa
de Cristo se halla en su última agonía, como si sólo fuera cuestión de tiempo y
cualquier día de estos desfallecerá para siempre. En todo tiempo, siempre,
pareciera que prácticamente no hay santos ya que la Parusía de Cristo está a la
vuelta de la esquina; y de esta manera el Día del Juicio siempre aparece como
inminente; y constituye nuestro deber estar siempre vigilantes y aguardándolo
expectantes; y nunca mostrarnos desilusionados porque a pesar de anunciarlo tan
a menudo diciendo "ahora sucederá", luego sucede que, contrariamente
a lo que creíamos, la Verdad de algún modo se recupera.
Así es la Voluntad de Dios, que
reúne a sus elegidos, primero a uno, y luego a otro, poco a poco, en los
intervalos de buen tiempo que hay entre tormenta y tormenta, o bien
rescatándolos de los oleajes de la iniquidad, incluso cuando las aguas se
muestran más furiosas que nunca.
Bien pueden los profetas lanzar
voces diciendo: "¿Hasta cuándo, Señor, hasta cuándo continuarán estas
cosas que no comprendemos? ¿Hasta cuándo seguiremos contemplando estos
misterios de iniquidad? ¿Cuánto más durará este mundo moribundo, apenas
sostenido por pálidas luces que luchan por sobrevivir en medio de esta
atmósfera tenebrosa?".
Sólo Dios sabe el día y la hora
cuando aquello, finalmente, sucederá, aquello con que Él siempre está
amenazando; y entretanto, podemos obtener mucho consuelo considerando lo que ha
sido en antes—y así nunca desalentarnos, nunca desmayar, nunca dejarnos ganar
por la ansiedad al contemplar los males que nos rodean.
Siempre ha sido así, siempre lo
será; es lo que nos toca en suerte.
Alzan los ríos, Yahvé, alzan los
ríos su voz;
alzan las olas su fragor.
Pero, más poderoso que la voz de
las muchas aguas,
más poderoso que el oleaje del
mar,
es Yahvé en las alturas. (Ps.
92:3-4).
(Lectures on the Prophetical
Office of the Church
Lecture 14: On the fortunes of
the Church).
*
Sabias palabras del Cardenal, sin duda inspiradas en su profunda Fe y en su sólido conocimiento de la historia de la Iglesia.
ResponderEliminarMuy reconfortante. Muchas gracias !!!
ResponderEliminarExcelente Wanderer.
ResponderEliminarJack Tollers podría traducir más escritos del Cardenal para los que no tenemos acceso a la verdadera sabiduría. Nuestra alma tiene sed de ellas.
Siga adelante con su blog.
Agrego algunos datos, para saber:
ResponderEliminarLos hermanos Rodríguez Saa, son descendientes del único hermano del Dr. Victoriano Rodríguez.
Son también descendientes del propio Dr. Victoriano Rodríguez -el mítico gran catedrático de la Instituta de Córdoba, que impartió lecciones de derechos a José María Paz entre otros-: a) un gobernador de Catamarca, Manuel Fortunato Rodríguez, b) el escritor riojano Arturo Marasso, y, c) un importante sociólogo argentino, que fue decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, Norberto Rodríguez Bustamante.
Saludos,
Muy bueno Newman, sus palabras son válidas para casi todas las épocas, pero no podemos olvidar que si por casualidad nacemos en la época parusiaca, entonces no son aplicables.
ResponderEliminarY, aunque yo no creo que estemos a las puertas del fin del mundo, sí creo que andamos a las puertas de grandes cambios como aquellos que se vivieron (y son hechos reales que pasaron en días concretos) en el diluvio o en la caída del imperio romano. Como dice Sir Aldingar citado por Lewis,
"Cuando la infelicidad está en lo más alto, el alivio está a punto de llegar."
Salo
http://www.ouest-france.fr/actu/actuDet_-Pape.-Benoit-XVI-assure-que-sa-demission-lui-a-ete-inspiree-par-Dieu_6346-2221795_actu.Htm
ResponderEliminarAnónimo de las 07:30
ResponderEliminarComo ante la caída del Imperio Romano, vivimos en la agonía de la civilización cristiana - y quizá ya haya muerto. Se alza una nueva civilización, como la bestia del mar, que no es cristiana: por eso nos tiene confundidos.
Anónimo de las 21:48, en mi página hallará que traduje casi medio centenar de escritos de Newman.
ResponderEliminarLéalos primero, y después hablamos, che.
Están en
www.cuadernas.com.ar/etvoila.php
Anónimo de las 07:30:
ResponderEliminar¿Dice ud. en serio que lo de Newman es válido "para casi todas las épocas, pero no podemos olvidar que si por casualidad nacemos en la época parusiaca, entonces no son aplicables"?
Señor, entonces ud. lee mal.
Che Wanderer vos que sos very grosso como dice mi Presidenta y por caridad como deberia decir mi Papa, tenes idea de donde me puedo bajar los Sermones del Cardenal Newman y el libro Diario de un Cura Rural de Bernanos en PDF. Mil gracias, muy bueno el programa.
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