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miércoles, 26 de junio de 2019

Congar


Luego de la lectura del imprescindible libro de Roberto De Mattei, Concilio Vaticano II. Una historia nunca escrita, publicada en español por Homo Legens, y sobre el cual ya hablamos en este blog en dos ocasiones (aquí y aquí), quedan muchas pistas para seguir. Por ejemplo, las razones del abrupto cambio de bando de Mons. Parente que, de ser un acérrimo defensor de la ortodoxia, se apichettó o se fernandizó o se massificó, y se pasó a la facción ultraprogre; o del cardenal Suenens, que terminó convertido en un fervoroso carismático. Otro de los enigmas es el de los protagonistas en las sombras de la catástrofe que gestó el Papa Juan que fueron, en gran medida, los verdaderos dueños del Concilio, manejando como títeres a decenas o centenas de obispos que levantaban la mano según los consejos que recibían en recreos y veladas. Me refiero a los famosos periti o asesores, y a los teólogos de relumbrón que menudeaban en los alrededores del aula conciliar. 

Uno de los más relevantes fue, sin duda alguna, el dominico Yves Congar. Y para conocerlo, qué mejor que escudriñar sus diarios, que los dejó escritos con detalles, y publicados. Leí el primero de ellos: Journal d’un théologien. 1946 - 1956 (Cerf, Paris, 2000). 
Son casi quinientas páginas densas que relatan en primera persona todos los sufrimientos reales -y merecidos, la mayoría de las veces-, por los que atravesó Congar en esa década, signada por las prohibiciones de enseñar en Le Saulchoir y de publicar; sus exilios en Jerusalén y en Cambridge, y sus desencuentros con superiores provinciales y con los maestros generales de la orden. En este sentido, me recordó mucho a los diarios de Castellani que tan bien ha engarzado Sebastián Randle en su monumental biografía. Ambos fueron hombres de genio, ambos fueron desobedientes, ambos fueron perseguidos, ambos se dedicaron a plañir sus cuitas, pero uno terminó cardenal, y el otro murió en un minúsculo apartamento de Constitución, viviendo merced a la caridad de sus amigos.
La lectura del libro conduce a varias conclusiones:
  1. En los años ’40, la Iglesia era una bomba de tiempo. La explosión debía producirse, antes o después. Un Papa prudente podría haber manejado una explosión controlada, pero a los egregios cardenales eligieron luego de la muerte de Pío XII a don Angelo Roncalli, a quien se le ocurrió de sopetón, convocar un concilio ecuménico para solucionar el problema. Como si a un bombero se le ocurriera reunir todos los focos de fuego dispersos por una enorme llanura, para acabar con el incendio… ¡insensato Juan XXIII e insensatos los cardenales que lo eligieron!
  2. La realidad de la vida religiosa, aún de la dominicana, dista bastante de la imagen que tenemos de hermanos viviendo en paz y alegría, y procesionando dentro del claustro conventual. Los odios e enemistades acérrimas que describe Congar son muy notables. En su caso particular, arremete una y otra vez, con pasión desencarnada, contra el P. Garrigou-Lagrange, profesor en el Angelicum de Roma. Cuenta el editor de las memorias, que Congar compró en su primer viaje a Roma, una postal con una reproducción de Perseo librando a Andrómeda del monstruo, de Piero de Cosimo, la cual conservaba en su celda con un etiqueta que decía: “Retrato de la Nouvelle théologie y de Garrigou abatiéndola” (p. 119). Ejemplos como este se suceden continuamente, en lo que aparece la ironía y el humor ácido del dominico, reflejos ambos de una agudísima inteligencia.
  3. Congar era, efectivamente, un hombre de gran inteligencia, y por eso, un hombre muy peligroso. Muchas de sus observaciones son ciertas, quizás la mayoría, pero las conclusiones a las que llega no siempre lo son, aunque resulta muy difícil argüir contra ellas, porque el razonamiento se presenta impecablemente concatenado. Cómo no estar de acuerdo, por ejemplo, cuando afirma: “La tragedia de la situación actual y del modo en el que se ejerce concretamente el magisterio ordinario romano, es que este magisterio hace teología sin cesar, y expone, con la autoridad del magisterio católico, las posiciones de una escuela teológica” (p. 182). La conclusión obvia es que el famoso “magisterio” deje de hacer teología, pues ese es asunto de los teólogos, y no tome posición explícita por una escuela, de lo cual la Iglesia siempre se cuidó, particularmente los padres del Concilio de Trento. Pero cuando tal cosa se hizo, en tiempos de Pablo VI, ya vimos lo que pasó. Y como el horror vacui también se aplica en este caso, tenemos en la actualidad al Papa Francisco que de tan progresista y a-teólogo, ha afirmado en varias ocasiones que todo lo que él dice -incluidas las sandeces aéreas y las monsergas de Santa Marta-, son parte del magisterio romano. Si el P. Congar viviera en estos tiempos, ya se habría arrojado de cabeza al Tíber desde el puente Sant’Angelo.
O bien, uno podría acordar con ciertos matices en que, durante la primera mitad del siglo XX, se dio en la Iglesia una desproporción del culto mariano en desmedro de la figura central de Cristo, lo que Congar llama “marilatría”, pero eso no lo autoriza a burlarse, por ejemplo, de San Luis María Grignion de Montfort (p. 159). Son exageraciones o reflexiones desmedidas frente a hechos reales. Uno de los párrafos más célebres en este sentido, dice: “Cuando, en mi estado actual, busco una conclusión para descubrir cuál es el fruto de mi vida, me pregunto si mi vocación no será la de sacrificarme a mi mismo, incluyendo mi felicidad y mi desarrollo espiritual, para luchar contra la hidra romana, para ayudar a las próximas generaciones a no ser cooptados por la empresa de la Bestia. Hay una lucha que ofrecer; un testimonio que dar. Y vale la pena”. (Muy castellaniano, por cierto).  

4. Se constata una vez más lo que tantas veces hemos dicho: el Vaticano II y el inmisericorde triunfo progresista que surgió de él, mucho tiene de venganza y de viejas reivindicaciones. Durante el Vaticano I, las posiciones contrarias al ultramontanismo de Pío IX no solamente fueron vencidas, sino que fueron humilladas; se les hizo besar, y en algunos casos literalmente, el polvo. Y pasó lo mismo que con el Tratado de Versailles: la Alemania humillada se levantó con muchas más fuerzas y destruyó Europa. Escribe Congar: “Nuestro asunto es una vieja historia que se remonta no solamente a 1942 (con el caso Chenú), sino a la época de Pío X, a los grandes debates de entonces. La cuestión de los curas obreros fue una ocasión para derribar a los representantes de una tendencia; no hay otros motivos para las medidas recientes que los motivos antiguos” (p. 264). Él lo hace derivar de la crisis del modernismo; yo creo que viene de antes. La cuestión es que ambos bandos extremaron posiciones. Congar y la nouvelle théologie por un lado, y Roma prohibiendo, por ejemplo, que los seminarios franceses tuvieran la colección de textos patrísticos Sources Chrétiennes (p. 202), por otro. Demencial. 
5. Congar comienza su decurso teológico promoviendo el ecumenismo, un movimiento que había comenzado a principios del siglo XX con el cardenal Mercier. Y la mayor parte de sus problemas con las autoridades de la orden y las autoridades romanas, vinieron por ese lado: su afán de unidad  y diálogo con los hermanos separados. Después de ochenta años, ¿qué tenemos? La misma situación de división, pero con una iglesia católica debilitada y frágil en sus posiciones dogmáticas. ¿Se cumplió el objetivo? Sí, se cumplió el objetivo del que Congar fue instrumento probablemente involuntario. Y me refiero a lo siguiente: relata en su diario en su entrada del 20 de septiembre de 1950: “El movimiento ecuménico (se refiere a la iniciativa protestante con sede en Ginebra) es muy poderoso. Tiene, en su central, 150 empleados y un presupuesto de 500 000 francos suizos y ha recibido una donación de un millón de dólares” (p. 172). Ese dinero, aclara el editor, venía de Rockefeller. 



Apostilla: Decía al comienzo que una de las cosas que me intrigaba era el errático comportamiento que tuvo Mons. Parente en el Vaticano II. Pietro Parente era decano de la Facultad de Teología de la Urbaniana e influyente consultor del Santo Oficio, y se consideraba, junto al cardenal Ottaviani y a mons. Piolanti, como los representantes más eximios de la Escuela Romana. Congar escribe: “El P. Barré me ha aconsejado hacerme el encontradizo con Mons. Parente. Me dice que es un espíritu primario, que asimila rápidamente y escribe más rápidamente aún, sin jamás prestar atención al nivel de los problemas y ni siquiera darse cuenta de su existencia” (p. 325). Y más adelante: “A propósito del Santo Oficio, el P. Vignon me habla de Parente. Y me dice que contribuyó personalmente a confundirlo en cuestiones de fe. Parente, me dice, es un espíritu superficial y concluyente. Juzga sobre todo sin haber estudiado nada. Hace tiempo, le dijo al P. Vignon que no había estudiado nunca las virtudes teologales, y el P. Vignon le pasó una biblioteca entera sobre la fe. Cuatro meses después, Parente sacaba un tratado sobre la fe…” (p. 351). 



51 comentarios:

  1. GASTON: Puede ser útil estudiar el papel que tuvo en la trayectoria posterior de Maritain y del mismo Congar la condenación de la Acción francesa. Y posiblemente la tuviera en más personajes que influirían después en el Vaticano II. E incluso en toda la Iglesia Católica en Francia cuyos obispos fueron nombrados a partir de 1926 excluyendo a cualquier candidato con inclinaciones contra revolucionarias o monárquicas. En algún sitio he leido que se pidió al Colegio romano francés la lista de seminaristas presentes en el mismo por alejar de la mitra a cualquier discípulo del P.Le Floch entonces presente en el mismo centro y amigo del cardenal Louis Billot.Y que, si a pesar de todo Marcel Lefebvre fue nombrado obispo en el África francesa, se debió exclusivamente a que no figuraba en dicha lista por estar entonces en el servicio militar.

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  2. GASTON:¿Lo de prohibir las Sources Chretiènnes en las bibliotecas de los seminarios es tan arbitrario? En algún sitio -lamento no recordar ahora cuál- he leido que la selección de textos patrísticos estaba hecha resaltando aquellos autores y aquellos textos que más podían servir de apoyo a la llamada Nueva Teología.

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  3. Gastón: quien estudia seriamente, lee lo que se escribió, en este caso, lo que escribieron los Padres de la Iglesia. Y se supone que los seminaristas estudian en serio, y no simplemente un catecismo apologético.
    Por otro lado, Sources Chrétiennes es una colección que en la actualidad posee más de 600 números, con obras de los Padres. Siguiendo el razonamiento que usted menciona, si todas estas obras fueran favorables a la Nueva Teología, estaríamos en un problema, porque implicaría que esta escuela teológica estaría basada en la Tradición, y sabemos que no es así.
    Es demencial prohibir a un católico que lea las obras de los Padres.

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  4. Fíjese, Wanderer, que me parece que falla ud. en la respuesta a Gastón. Lo que ha dicho Gastón es, simplemente, que ha habido una selección de textos favorables a la Nouvelle Theologie. Como si dijéramos, por ejemplo, seleccionar de San Agustín sus textos anti-maniqueos y silenciar sus textos anti-pelagianos, lo cual daría una visión sesgada de su pensamiento. Por otra parte, no creo que sea como Ud. dice, que estaríamos en problemas si las obras de los Padres fueran favorables a esa corriente, porque en tal caso estaría basada en la Tradición. Me parece que no es así, porque hay que ver, también, en qué otras fuentes abrevó esa corriente. Y si esas fuentes son o no, también, parte de la Tradición. Tradición que, por supuesto, no se cierra con los Padres.

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  5. copadisimo lo suyo don Wanderer!

    ya que usted menciona el tema de la formacion de los seminaristas, recuerdo el caso concreto de un muchacho, muy bueno, que estudiaba en el seminario IVE en USA alla por el anio 2000 y pico. El Rector de la casa de formacion en Washington en ese entonces me contaba que le costaba al mentado muchacho estudiar la teologia. consultado el caso con buela, el mismisimo founder le dijo "si sabe el nuevo catecismo, que lo ordenen".

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  6. Yo interpreto que Congar cuando dijo

    “La tragedia de la situación actual y del modo en el que se ejerce concretamente el magisterio ordinario romano, es que este magisterio hace teología sin cesar, y expone, con la autoridad del magisterio católico, las posiciones de una escuela teológica”

    se refería a que el Papa de ese momento (de paso, sería bueno saber qué año escribió eso en el diario) permanentemente hacia afirmaciones con peso magisterial, en sus documentos, discursos, etc., no solamente sobre doctrina ya asentada sino tambien sobre temas que aun estaban siendo discutidos por los teologos.

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  7. Gastón y Anónimo 13:23, la cuestión es bastante fácil de resolver. Es cuestión de ver cuáles fueron los primeros autores publicados por Sources Chrétienne.
    Se los nombro: San Gregorio de Niza, Clemente de Alejandría, San Ignacio de Antioquía, San Juan Crisóstomo, San Máximo el Confesor, San Hipólito de Roma, Orígenes, San Atanasio y San Basilio. ¿Los considerarían ustedes de doctrina dudosa? Recuerdo que entre ellos hay cuatro doctores de la Iglesia.

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  8. GASTON: Intentaré explicarme pero no hace falta que lo publique. Vd verá. El caso es que hablamos de una época inicial de Sources Chrètiennes en las que no contaba ni mucho menos con 600 volúmenes y lo dirigía el P. Danielou, que me parece es también el creador de la colección, y lo que se difundía con más empeño eran obras de autores tipo Clemente de Alejandría, Orígenes, etc...cuyos méritos son innegables pero cuya historia envuelta en polémicas diversas es bien conocida. Estas preferencias manifiestas de la nueva colección y posiblemente otros factores provocaron que se les mirase con desconfianza. Y luego vino lo demás.

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  9. Sería importante destacar que los obispos y sacerdotes que estuvieron detrás de la prohibición de acceder a los textos de los Padres en los seminarios franceses, eran, diríamos nosotros ahora,"tradicionales", es decir, celebraban la Misa de San Pío V, con el misal anterior a 1950,vestían sotana, faja y bonete, hablaban en latín y vivían en la Roma Eterna y Tradicional.Por eso no debemos olvidar que es la Tradición, que es lo que la constituye, sobre todo cuando hablamos de Misa Tradicional, curas tradicionales,que Roma vuelva a la Tradición y demás.

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  10. Wanderer, soy el anónimo de las 13:23. Desde ya, descuento que no piensa que pienso que es doctrina dudosa la de los Padres. Pero bueno, son temas demasiado importantes para tratar con la respuesta rápida. Y no tan fáciles. No estoy hablando de los Padres, estoy hablando de la Nouvelle Theologie.
    Ya lo hablaremos, Dios queriendo.
    Por lo demás, muchas gracias.

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  11. Estimado Gastón, los Padres que mencioné son los autores de los primeros veinte volúmenes de la colección, además de otros menos conocidos, que eran los que estaban disponibles en los años que estamos hablando. Como la numeración de los volúmenes es cronológica, es muy fácil saber cuales se editaron en primer término. Puede consultarlo en este link: https://www.editionsducerf.fr/Liste_publications_dec2016.pdf

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  12. He dado con una breve historia modernista del modernismo, que creo que puede ser de interés. Adelanto un párrafo:
    No matter how extensive the attack on modernism was, it was as if its very repression was a guarantee of its continued existence because the fundamental questions it was trying to address had not been answered. More prosaically, Maurice Blondel continued to write, and to have an influence on the next generation of Catholic philosophers and theologians. In the early 1920s, for example, Henri de Lubac was passionately reading bootlegged copies of L’Action and La Lettre at the Jesuit scholasticate on the Isle of Jersey where he was studying philosophy. At the end of 1931 we find Blondel asking de Lubac if his ideas went too far, and de Lubac responding that he is being too timid: “I admire the painstaking care by which you criticise yourself and I am saddened by the thought that this might delay future important works, that we await with such impatience.” Blondel writes in return: “It is now over 40 years since I started tackling these problems, at which time I was not sufficiently armed. At that time, Thomistic philosophy was reigning intransigently.”14 De Lubac’s fellow Jesuit Henri Bouillard in the 1930s was also reading a carbon copy of L’Action while studying theology. This apparently was a tradition that went on among the Jesuit scholastics for a long time. He recalled how he had been deeply disappointed with scholastic philosophy and apologetics, which were “badly taught, or taught without conviction by professors who were also, themselves, fascinated by the “modern philosophy”.”15
    Modernismo

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  13. Congar,rockefeller, masonería = nouvelle teologie. Objetivo: destrucción de la iglesia y fe católica. Sabia lo que hacia, llevado por el odio a la fe católica representada por Roma. Un lutero moderno que vio claro el error de lutero, separarse de Roma. Congar y los nuevos teólogos optaron por la destri cion desde dentro. Roma no tuvo la valentía ni la con cocción necesaria para expulsarlos a todos, como hizo con lutero y sus secuaces. De esos barros este lodozal actual

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  14. Congar y los periti alemanes tenían una gran esperanza de mucho progreso en el ecumenismo, pero ¿acaso se puede alcanzar algo real y concreto con las más de 30.000 sectas protestantes? Para intentar aplacar a los Ortodoxos propuso eliminar el Filioque de nuestro Credo, pero solo un iluso pensaría que con eso se contentarían los Ortodoxos, que son soberbios y desprecian todo lo que ha venido de Occidente, especialmente San Agustín, también Santo Tomás. ¿Realísticamente se puede esperar algo positivo con las actitudes que la mayoría de ellos tienen y ni siquiera son capaces de ponerse de acuerdo entre sí. En cuanto a los protestantes, lo que tal vez se pueda esperar es que se vayan a diluir en el secularismo, cosa que el Anglicanismo está haciendo a marchas forzadas, y los aspectos positivos sean incorporados en la Iglesia Católica.
    Estoy de acuerdo con que Juan XXIII cometió un error gravísimo en convocar un concilio sin consultar con casi nadie a unos meses de ser elegido, y para colmo no tenía ni una idea clara de lo que tendría que lograr el concilio, más allá del nebuloso "aggiornamento". Gongar y el resto de ellos que esperaban un nuevo Pentacostés como resultado del concilio fueron unos ilusos.

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  15. "Sería importante destacar que los obispos y sacerdotes que estuvieron detrás de la prohibición de acceder a los textos de los Padres en los seminarios franceses, eran, diríamos nosotros ahora,"tradicionales", es decir, celebraban la Misa de San Pío V, con el misal anterior a 1950,vestían sotana, faja y bonete, hablaban en latín y vivían en la Roma Eterna y Tradicional."

    Tal cual. Y ése es el gran tema, que apunta a un problema con el tradicionalismo que es mucho más serio de lo que suele concederse entre los tradicionalistas: el temor al disenso inteligente.
    Congar era una persona inteligente y que estudió en serio, y no un catecismo apologético, como bien dijo Wanderer. Congar tendrá sus problemas, pero los tradicionalistas del catecismo apologético tienen un problema mucho más grave, y es el temor al estudio académico serio por temor a que alguien llegue a pensar algo "contrario a la Tradición". Por eso sus recomendaciones bibliográficas, sus papers, el mundo académico donde se mueven, está completamente jibarizado. No dialogan con nadie y creen que si los demás no son tradicionalistas es porque o son ignorantes o malos.

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  16. José Vidal, gracias por señalar la errata.

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  17. Joaquin dixit:

    "Congar tendrá sus problemas, pero los tradicionalistas del catecismo apologético tienen un problema mucho más grave, "
    Sabias palabras!

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  18. La clave del asunto está en la comparación entre Castellani y Congar y sus trayectorias tan paralelas y, a la vez, tan distintas en la Iglesia. ¿Cual es la causa de que Congar llegara a cardenal y Castellani acabara en el exilio interior? Estaría bien un reflexión profunda y no meros esloganes porque en la Edad Media hubiese sido el contrario.
    Para mi el nudo gordiano del problema, con raices muy antiguas, está en como resolvieron los problemas de Fe dos papas. Pio IX y s. Pio X siguieron contra el galicanismo, modernismo y demas yerbas heréticas el lema de Juan XXIII: Obedentia et Pax. Imposición de la Verdad por un ukase papal, condena a los recalcitrantes y evitar cualquier vuelo de la inteligencia, no vaya a ser que alguno descarrile: lejos de nosotros esa funesta manía de pensar. El Papa tiene razón y es lo que vale, los obispos lo imponen administrativamente y los seminarios lo enseñan more coranico. Fantastica forma de corregir los errores de la inteligencia, de la unica forma que es imposible. El problema es cuando el Papa no sabe lo que piensa...o no piensa lo que dice. Pio XII, el último gran papa, lo vio claro e intentó corregirlo mediante enciclicas que daban razón de la Fe pero tenían la desventaja de ser papa, se obedece y ya está. Si al rey le gusta la caza, todos los cortesanos son cazadores, si el rey estudia, todos son estudosos.
    Vuelvo al principio, que se rompió en el alma católica para que el verdadero profeta fuera exiliado y el falso alzado. Quizas que se perdió la fe en Aquel que dijo: Yo soy la Verdad por una fe contraria y especular a la falsa protestante.

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  19. No estoy de acurdo Joaquín. El católico, con todas las definciencias intelectuales que quiera, tiene la fe; el modernista, con toda su "sabiduría", no tiene la fe. Y eso es mucho más importante.
    La sotana, la faja, la misa romana de la Curia que codificó S.P.V y el latín son muy importantes (obvio en muy distinto grado, pero ud. los pone todos juntos). Por eso los modernistas hicieron todo lo posible por eliminarlos. El hábito no hace al monje, pero ayuda.

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  20. Hay un ensayo muy bueno del dominico inglés Nichols sobre el enfrentamiento entre la dupla Congar-Chenu (más los jesuitas Danielou y de Lubac) y La Revue Thomiste a fines de los '40, enfrentamiento que llegó a complicar a Garrigou-Lagrange, a Maritain, a Gilson, a de Gaulle y al Papa Pío XII. Excepto G-L, no hace falta aclarar de qué lado se posicionaron los demás.

    [Aidan Nichols, "Thomism and the Nouvelle Théologie", The Thomist, Vol. 64, No. 1, January 2000, pp. 1-19.]

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  21. Joaquín: Lanza una acusación grave. ¿A quiénes se refiere? ¿Garrigou-Lagrange no era académicamente serio? ¿Cornelio Fabro? ¿Aidan Nichols? por nombrar sólo a tres de tres épocas distintas.

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  22. Don Pelayo, la fe puede ser una virtud moral, incluso teologal, pero virtud intelectual no es. Creer que algo es verdadero en ausencia dee evidencia puede ser meritorio o debido, pero no es una excelencia intelectual. Entiendo que en ese sentido se comparaba el caso de Congar y el de los tradicionalistas.

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    1. Es virtud teologal y radica en la inteligencia. Sto. Tomás en el prólogo del comentario al Credo dice que un campesino con fe tiene mucha más sabiduría que todos los sabios de la antigüedad (los que no tenían fe). La fe es conocimiento, es sabiduría.

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  23. Coronel Kurtz, no conozco a Joaquín, pero no creo que se refiera a los autores que usted menciona, cuya seriedad no puede ponerse en duda. Entiendo que la referencia es a tantos otros personajes de ese momento -por ejemplo, Mons. Parente-, rectores y profesores de seminarios, etc., que no eran serios. La anécdota que relata Congar es ilustrativa al respecto.

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  24. Claro, Wanderer, eso mismo imagino. Por eso lo grave de la acusación cuando va dirigida a muñecos de paja. Es como si impugnáramos a la Nouvelle Theologie por Henri Nowen o Anthony de Melo. Lo intelectualmente serio es comparar iguales.

    Si Garrigou-Lagrange no la siguió fue porque Pío XII se lo ordenó. Claro, también se lo ordenó a Congar, Chenu, de Lubac, etc., pero éstos no cumplieron (excepto de Lubac) y siguieron polemizando.

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    1. Pero Coronel, no cree que el problema estaba precisamente ahí? Ni Santo Tomás ni San Agustín escribieron lo que escribieron por seguir a ningún Papa, como mucho tuvieron presentes las proposiciones condenadas antes como herejía, o los grandes concilios. El problema es que primero el modernismo y luego la nouvelle Theologie fueron una aberración teológica y lógica, con una mezcla de vitalismo, cientificismo de quinta mano y filología de aficionado. La tragedia es que apenas nadie, como hizo Fabro con Rahner, pusiera negro sobre blanco que aquello, antes que una herejía era una solemne tomadura de pelo. Cuánto daño hizo la restauración de la compañía por Pío VIII y la vuelta a una teología más nominalista que otra cosa. Sin negar los méritos de Garrigou creo que le faltó bastante; en este punto Labourdette creo que sí se dio cuenta del engaño, antes que herejía, del circo francés de Danielou y De Lubac. Simplemente piensen, quién que supiera algo de biología podía tomar en serio a Teilhard? Y por desgracia solo se olvidó y no del todo por aburrimiento...

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  25. Ay... con Gastón que sigue sin entender nada, o poco.
    Guander, estoy en un 98 % con usted. Quiero decir que estoy un 100 % respecto del asunto principal y también con sus respuestas a algunas opiniones vertidas en razón de este artículo que por cierto creo es de una importancia medular, como pocos lo son.
    Sin embargo... hay un punto con el que no puedo estar de acuerdo, aunque me gane su regaño o el de cualquier opinador: "Y pasó lo mismo que con el Tratado de Versailles: la Alemania humillada se levantó con muchas más fuerzas y destruyó Europa". Pues bien... es inaceptable esto último. La historia ha demostrado categóricamente tanto respecto del origen de las dos Grandes Guerras, como de sus prolegomenos, sus INSTIGADORES, como de "quienes se beneficiaban" con ellas, y mucho más todavía... de la cantidad de veces que el III Reich (lejos de querer la guerra, lejos de instigarla, al contrario...) fue llevado a una guerra que procuraba evitar. Allí estan los claros y diversos ofrecimientos de paz realizados por las autoridades alemanas. Solamente la HISTORIA OFICIAL, funcional a los enemigos de la Cristiandad, todavía defiende aquello de que "Alemania destruyó Europa"... Alemania fue DESTRUIDA JUNTO CON EUROPA, por los mismos que hoy llevan al mundo hacia la GLOBALIZACIÓN y el MUNDIALISMO. Alemania estuvo dispuesta, para lograr la paz, a entregar gran parte de sus territorios que le habían sido robados en la anterior conflagración. Alemania resignaba sus reivindicaciones sobre Polonia conformandose con apenas un CORREDOR que uniese a los alemanes de los sudetes. Podría continuar casi indefinidamente con esto...
    Alemania, NO DESTRUYÓ EUROPA.
    Alemania cayó DEFENDIENDOLA contra el BOLCHEVISMO (un producto político e ideologico propiamente judaico) y contra el MAMMON CAPITALISTA (otro producto propiamente judaico y ADEMAS, financiador del Bolchevismo Marxista).
    Y con Alemania, lucharon y murieron muchos de los más de 600.000 voluntarios EUROPEOS (españoles, franceses, holandeses, ingleses, rumanos, daneses, etc. etc.) enrolados en las SS Europeas.
    Baste para recordar y rendir homenaje a todos ellos con la mención de uno de los hechos más heróicos de la II Guerra Mundial: la Epopeya de los Divisionarios Españoles en KRASNI BOR.
    Simplemente busquen y lean al respecto.
    Muchas veces, muchos se preguntan, ¿Como hemos llegado a la situación actual?
    La respuesta está delante de las narices...

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  26. Thomas J. Hennigan,
    un poco más arriba usted comentó En cuanto a los protestantes, lo que tal vez se pueda esperar es que se vayan a diluir en el secularismo, cosa que el Anglicanismo está haciendo a marchas forzadas, y los aspectos positivos sean incorporados en la Iglesia Católica.
    Bueno, puede ser que así sea. Pero no en todos los casos. Por ejemplo, yo dudo mucho de que haya algún Obispo Católico Argentino al frente de una diócesis que hable de manera más católica que Monseñor Greg Venables, el Obispo Anglicano de la Argentina (técnicamente 'el Primado del Cono Sur').
    Mons. Gregory Venables

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  27. ¡Qué paradójico que el Modernismo -que surgió de una sed de explorar y de entender frente a cierta rigidez romana- haya terminado encarnándose en alguien tan ajeno y refractario a las ideas y al pensamiento como es Jorge Bergoglio!.

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  28. El regusto que queda después de esta somera conversación escrita, es que los "pobres" defensores de la "nouvelle theologie" fueron unos desgraciados perseguidos a puro mordisco por los perros del Vaticano hasta acallarlos por muchos años, hasta que encontraron en el concilio VII una sana, JUSTA y razonable expansión...
    Nada más lejos de las realidades que se vivieron desde mediados del siglo XIX en la Iglesia; los modernistas de toda laya siguieron sus caminos de desacralización a todo vapor y con mucha astucia, permaneciendo en cátedras, seminarios y editoriales como si fueran discípulos dilectos de Tomás del Gordo -tal como indica con absoluta precisión san Pío X en su Encíclica Pascendi y lo hemos visto y vivido nosotros mismos en esta bendita ciudad "autónoma" de Buennos Aires. En Roma, escuché, no sin cierto pasmo, justificable por mi juventud ahora lejanísima, enseñar todas las tesis condenadas relativas el método "histórico crítico" de interpretación bíblica, que por cierto eran moneda corriente en el Semiasnario de Buenos Aires.
    ¿Quién persiguió a estos quintacolumnistas...? Que yo sepa, todos se jubilaron como profesores, y hasta alguno picó alto, alto...
    Una golondrina no hacer verano, pero muchas golondrinas muertas es una seria advertencia. Del asunto ése que habla Congar referido a Sources Chretiènnes no sé casi nada; sí sé que para consultar la Patrología la gente estudiosa iba a las fuentes seguras, como el extensísimo Migne en sus dos vertientes -griega y latina- cuyo autor, perseguido por masones y obispos de su tiempo, no deja de ser un ejemplo notable de lo que quiero decir. Vendrían después muchísimos sacerdotes y escritores católicos tradicionales, clásicos debería decir, que sufrieron persecución y "ninguneo" (¡qué maravilloso neologismo!) como Donoso Cortés o Balmes o el gran Antonio Rosmini y ciento más. A este número se agrega Castellani, todos ellos atrás de Cristo, claro está, a Quien los clérigos de su tiempo liquidaron sin contemplación. Del otro lado cae Congar... Dios le dió todo lo que a sus excelencias quisiéramos reconocerle, pero él las malbarató, como Napoleón lo hizo con sus innegables dones, su "estrella", porque al pensar debe uncirse el sufrir y algunos no quisieron aceptar esta temible conyunda. Y como el mundo sabe a quién dispensar honores, cuando Bonaparte se hizo canalla, lo ungió como Emperador y prócer. Lubac es otro caso notable, que dejo a la mejor pluma y mayores conocimiento del autor de este notable blog.
    Pero lo que no quiero dejar pasar es la sugerencia que estos autores modernos fueron víctimas de una máquina de reprimir sabios o su consecuencia lógica: que éstos lo hayan sido (sabios); al menos, no siempre ni todo el tiempo, pues algunos encontraron en la debilidad de la deserción ante el dolor el camino a la gloria terrenal, mientras que otros soportaron hasta extremos heroicos los males que les impusieron.
    Anselmo

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  29. Yves Congar fue "exiliado" en Oxford, no en Cambridge

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  30. Manuel de Paraná, avísele de la equivocación a Yves Congar, porque en su autobiografía afirma una y mil veces, su exilio en Cambrige, y escribe desde el convento dominico de esa ciudad.

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  31. Anselmo, ese regusto será suyo, y personal. Creo que aquí -y esa fue la intención del post- se trata de señalar el daño enorme que hizo Congar a la Iglesia, lo que no quita reconocer también los errores que cometieron "los buenos".
    Y cuando a su afirmación de que Migne es fuente segura...., la verdad que no sé cómo puede decir eso. Migne tuvo un enorme valor y mérito al editar su monumental Patrología, pero las suyas no eran ediciones críticas. Lo que hacía, en la mayoría de los casos, era copiar algún manuscrito con la obra de referencia. Las ediciones de Sources Chrétiennes, además de editar muchas obras que no están en el Migne, tiene ediciones críticas, que supongo usted sabrá de qué se trata.

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  32. Euro dice "Sin negar los méritos de Garrigou creo que le faltó bastante".

    Pero, como digo más arriba, si Garrigou-Lagrange no la siguió después de "La nouvelle théologie òu va-t-elle?" es porque se lo prohibieron. En determinado momento, a Labourdette también le prohibieron continuar sus superiores.

    Sí es cierto que muchos otros, analizaron y criticaron a la Nouvelle Théologie, pero lamentablemente, como señala Nichols, muchos de ellos erraron la crítica, siendo presa fácil de los combativos e inteligentes Chenu y Congar.

    Además, todo hay que decirlo. Estos "nuevos teólogos" publicaban en diarios masivos como Le Figaro o Le Monde, revistas familiares como Paris-Match o periódicos católicos oficialistas como La Croix, mientras que los "anti-modernistas" se limitaban a Angelicum, La Revue Thomiste o algún otro periódico de limitadísima distribución.

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  33. Coronel, ¿Garrigou y Labourdette entonces congeniaron en algún momento con "La nouvelle théologie"? ¿Hay alguna forma de acceder al artículo que ha citado anteriormente?

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  34. IGE: No. Al contrario. Perdón si no lo expliqué bien. El artículo que GL publicó en Angelicum fue censurado por la Santa Sede, justamente por atacar a la NTh.

    El artículo de Nichols se podía descargar de la web de The Thomist pero ahora no lo puedo encontrar.

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  35. Muchas gracias por la respuesta Coronel, algo había leído en el caso de Labourdette pues en cierto artículo trató de rebajar la polémica, aunque las posiciones eran las que eran. Todo esto me convence más de que el día que desaparezca en la Iglesia todo secreto que no sea el de confesión y de conciencia, es decir, que todo lo que tiene que ver con el gobierno (desde los cónclaves a los nombramientos de párrocos y por supuesto lo económico) sea público, se estará en el camino de la solución de los problemas y la realización de lo que nos pidió el Señor. Si puede dar algún dato más para investigar quién y cómo dio esa prohibición a Garrigou o a Labourdette se lo agradecería.

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  36. Hay que ponerse en situación. En las corrientes y problemas del mundo de la primera mitad del siglo XX. En ese contexto quedarse en la neoescolastica de los manuales de filosofía y teología resultaba abstruso. Hay que tener el coraje de volverlos a leer para darse cuenta de la sequedad y esterilidad intelectual y espiritual de esa bibliografía. Esto no lo podemos soslayar.

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  37. ¡Ahora sí que estoy seguro de que Francisco I lee el Wanderer!

    Lean el montón de cháchara intrascendente que es la carta pastoral «Al Pueblo de Dios que peregrina en Alemania», que se puede resumir en: «¡Todo el poder a los Soviets... digo Sínodos (sobre todo si son alemanes)!» (aquí se espera ovación mínima de 30 minutos cronometrados) y miren las citas de las notas al pie: quitando las de autobombo, que son prácticamente todas, hay algunas sueltas de Mahler, Martín Fierro, Ratzinger (¡ojo, de «El Dios de Jesucristo» de su época de descamisado del Rin-amigo de Rahner y cía) y... ¡tachán: Yves Congar! Creo que se estrena: citas de Boff, Teilhard de Chardin y gente así me acuerdo, pero no de Congar.

    http://www.infocatolica.com/?t=ic&cod=35229

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  38. Karl Rahner nació el 5 de marzo de 1904 en Freiberg, Alemania. Fue ordenado sacerdote jesuita el 26 de julio de 1932. En el siglo XX (que comienza a finales de 1930), con Rahner, junto con los teólogos Henri de Lubac, Pierre Teilhard de Chardin, Hans Urs von Balthasar, Yves Congar, Hans Kung, Edward Schillebeeckx , Marie-Dominique Chenu, Louis Bouyer, Jean Daniélou, Jean Mouroux y Joseph Ratzinger (más tarde “Papa” Benedicto XVI) comenzó el movimiento neo-modernista que despreciaba al neo-escolasticismo que había servido tan bien a la Iglesia. El movimiento fue llamado “Nouvelle Theologie” (“Nueva Teología”) por el gran teólogo antimodernista Reginald Garrigou-Lagrange, llamado a menudo despectivamente “monstruo sagrado del tomismo” por sus enemigos, debido a su amor por la filosofía de Santo Tomás de Aquino y por su odio al modernismo. En 1946, el Padre Garrigou-Lagrange escribió una crítica mordaz contra este movimiento (que le gustaba llamarse a sí mismo ressourcement — “vuelta a las fuentes “), al manifestar que estaban “volviendo al pensamiento patrístico.” Garrigou-Lagrange demostró que los teólogos del movimiento no “volvían a las fuentes”, sino que se desviaban de la larga tradición teológica de la Iglesia Católica, creando así la “nueva teología” que les es propia, y un disimulado resurgimiento del Modernismo. En 1950, el Papa Pío XII les salió al paso con su gran encíclica Humani Generis condenando muchos de sus errores, como el rechazo de las formulaciones dogmáticas tradicionales que surgieron a lo largo de la historia de la Iglesia, resultado de la teología escolástica, así como la re-interpretación del dogma católico de un modo incompatible con la tradición, cayendo en el error del relativismo dogmático y la crítica de los textos bíblicos de una manera desviada de los principios de la hermenéutica bíblica señalados por sus predecesores (principalmente por el Papa León XIII).
    De los “cristianos anónimos” de Rahner y el Vaticano II
    Casi todos los teólogos de la “nueva teología” estaban bajo sospecha de Modernismo por la Suprema Sagrada Congregación del Santo Oficio bajo el cardenal Ottavianni. Rahner no fue la excepción. Antes de la muerte del Papa Pío XII, el cardenal Ottaviani intentó sin éxito por tres veces convencer al enfermo Pontífice para que fuera excomulgado. En noviembre de 1962, “el papa” Juan XXIII nombró a Rahner perito en el Concilio Vaticano II. Fue así cómo el hereje Rahner tuvo franco acceso al Concilio teniendo así muchas oportunidades de compartir su herejía con los obispos. La influencia de Rahner en el Concilio Vaticano II fue generalizada, siendo posteriormente elegido como uno de los siete teólogos que desarrollarían la Lumen Gentium, la Constitución dogmática sobre la Iglesia, la cual creó la secta del Vaticano II con su, merecedora de condena, nueva eclesiología: La Iglesia de Cristo no sería idéntica a la Iglesia Católica Romana, sino una entidad separada que “subsiste en” la Iglesia Católica, así como en las falsas sectas.
    De esta falsa noción de la Iglesia provino la herejía más infam...

    https://moimunanblog.com/2018/04/10/importancia-de-karl-rahner-en-la-actual-iglesia-heretica/



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  39. De esta falsa noción de la Iglesia provino la herejía más infame de Rahner, la de los “cristianos anónimos”. Según Rahner:
    “Cristianismo anónimo significa que una persona puede vivir en la gracia de Dios y alcanzar la salvación fuera del cristianismo explícitamente considerado. Pensemos en un monje budista … que siguiendo su conciencia, alcanza la salvación y vive en gracia de Dios; de él hay que decir que es un cristiano anónimo, si no lo aceptamos habría que suponer que existe un auténtico camino para alcanzar la salvación que simplemente no tiene nada que ver con Jesucristo… Sin embargo yo no puedo decir eso… Por lo que si se mantiene que todo el mundo depende de Jesucristo para la salvación, y al mismo tiempo, si se acepta que muchos viven en el mundo sin haber expresamente conocido a Jesucristo, entonces, en mi opinión, no queda más remedio que aceptar el postulado de un cristianismo anónimo. “(Karl Rahner en Diálogo, p. 135)
    Esto fue codificado en el herético Catecismo de la “Iglesia” Católica (sic) cuando citando a Lumen Gentium, dice :
    “El plan de salvación abarca también a aquellos que reconocen al Creador. En primer lugar están los musulmanes, los cuales profesan tener la fe de Abraham, y junto con nosotros adoran al Dios único y misericordioso que juzgará a la humanidad en el último día. “(Véase el Catecismo de la Iglesia Católica, Nueva York:. Doubleday, 1995, nn 839-848)
    Nosotros no adoramos al falso “dios” de los mahometanos — “Alá”.
    En el documento Dominus Iesus (2000) -escrito por Ratzinger y (falsamente) tenido por documento “conservador” entre los miembro de la secta del Vaticano II – y que es ponderado como una “reafirmación” de la Iglesia Católica como la única y verdadera Iglesia, está, en realidad, penetrado hasta el fondo por una herejía inspirada en Rahner:

    “Sin embargo, Dios, que quiere llamar a todos los pueblos a sí mismo en Cristo y comunicarles la plenitud de su revelación y amor”, no deja de hacerse presente de muchas maneras, no sólo a los individuos, sino también a pueblos enteros a través de sus riquezas espirituales, entre las que sus religiones son la expresión principal y esencial, incluso cuando contienen ‘lagunas, insuficiencias y errores’ “. Por lo tanto, los libros sagrados de otras religiones, que de hecho alimentan y guían la existencia de sus seguidores, reciben del misterio de Cristo aquellos elementos de bondad y gracia que contienen “

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  40. Anónimo de las 2:14,
    algo muy parecido a lo que usted trae de Rahner sostiene el Padre Leonardo Castellani -en 'Psicología Humana'- cuando habla de Mansur Al-Hallaj y su martirio. Tendría que releerlo para verificar los detalles (lo leí hace mucho), pero el concepto es el mismo.

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  41. Para los que no tengan problemas de conciencia para con la piratería, acá está el artículo de Aidan Nichols: https://sci-hub.tw/10.1353/tho.2000.0000

    Jack Sparrow.

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  42. Anónimo de las 2.14.¿Puede citarme la condena a Rahner y al Catecismo de la Iglesia?

    ¿O la declaración de herejía no viene de la Iglesia si no de usted? En cuyo caso lo felicito, es usted el fundador de una nueva secta. Por curiosidad ¿Cómo la llama?

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  43. Off-topic:
    perdón por la interrupción, pero esto me parece muy grave: la abortista y feminista desquiciada Ofelia Martínez, ha sido puesta en la lista de candidatos a legisladores del Kirchnerismo por pedido expreso de Juan Grabois. Juan Grabois es Consultor del Vaticano nombrado por el Papa Francisco, y es el hombre de confianza de Francisco en la Argentina.
    ¿Somos conscientes de que el Papa está impulsando que se incluyan activistas pro-aborto en las listas de candidatos?.

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    1. Errata: el nombre de la fanática abortista es Ofelia Fernández.

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  44. Leí un librito titulado "la crisis de la Iglesia y Monseñor Lefebvre",de Ives Contar, por recomendación de un presbítero de probada ortodoxia aunque neocon al fin
    Me lo dió para que me saque de la cabeza a la FSSPX y de paso le saque la aureola a Lefebvre. No niego que Congar sea muy inteligente pero en dicho libro hacia aguas.

    Muy particularmente recuerdo que contaba la anécdota de que un monseñor romano lo interpelo por estar haciendo ecumenismo con protestantes y le dice "justamente usted que es dominico, la más insigne orden al servicio de la inquisición, hace ecumenismo con los protestantes"
    Congar si mal no recuerdo, le respondió, los tiempos han cambiado.

    Y vaya que han cambiado. El Barco de San Pedro de hunde, pero la palabra hundir ya no tiene sentido para el Capitán temporal, por tanto flotamos y alegres...

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  45. GASTON a NOSTALGICO LECTOR: Quizá el peor de los "pecados" de Mons. Lefebvre fue tener razón demasiado pronto. Tal como están hoy las cosas se puede decir que su diagnóstico sobre la situación de la Iglesia de su tiempo era cualquier cosa menos exagerado.

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  46. Tu lo has dicho Gastón.

    En el cielo estará diciendo "Se los dije"

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  47. Muy buen artículo. Me gustó mucho como está escrito y el análisis que realiza de la obra de Congar y sus relaciones con el Santo Oficio. Concuerdo en todo, pero quisiera hacer una salvedad y quizás usted, Wanderer pueda coincidir conmigo en lo siguiente: es un error considerar que el Vaticano II fue el punto de partida de cualquier cosa, en todo caso fue el punto de llegada. Allí no empezó nada, la situación se venía gestando desde mucho antes y lo que hizo la jerarquía romana (que aceptó el Concilio, lo promulgó y lo ejecutó, persiguiendo a quienes se oponían a él) no fue sino controlar una situación que podía explotar en cualquier momento.
    En este senttido, creo que también podemos comprender el Sínodo de Amazonia, es más de lo mismo, es un nuevo intento de Roma de controlar una situación que estallará en cualquier momento. Trato esto un poco más en este artículo:
    https://sursumcordablog2.blogspot.com/2019/06/el-sinodo-de-amazonia-mas-de-lo-mismo.html

    Nuevamente felicitaciones al autor del blog.
    En Xto,
    RM

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