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martes, 3 de enero de 2023

Traditionis Custodes rompió el corazón de Benedicto XVI


Fragmento de la entrevista a Mons. Georg Gänswein que será publicada en su totalidad el día del funeral del papa Benedicto XVI


Periodista: El levantamiento de la restricciones para celebrar la forma extraordinaria del rito romano concedida por el papa Benedicto XVI no duró todo el tiempo que él quería. De hecho, pudo ver la publicación del motu proprio Traditionis Custodes del papa Francisco. ¿Esto lo decepcionó?

Mons. Gänswein: Fue algo muy duro. Creo que la lectura del nuevo motu proprio rompió el corazón del papa Benedicto. La intención del Papa Benedicto era ayudar a aquellos que simplemente tenían que encontrar una casa en la Antigua Misa para encontrar la paz interior, para encontrar la paz litúrgica y también para los seguidores de Lefebvre. Además, si usted piensa en cuántos siglos la misa tradicional fue la fuente de la vida espiritual y el alimento para tantísima gente, incluyendo muchos santos, es imposible imaginar que ya no esté disponible para nadie. 
Y tampoco hay que olvidar que muchos jóvenes que nacieron después del Vaticano II y que realmente no entienden todo el drama que rodeó al Concilio, aún entendiendo la nueva misa, han encontrado también un hogar espiritual, un tesoro espiritual en la misa tradicional. Arrancar este tesoro a los fieles... debo decir que es algo que no me gusta.  


[Me da la impresión de que en los próximos días seremos testigos de acontecimientos importantes, y quizás históricos. En el término de veinticuatro horas se han conocido al menos tres entrevistas a Mons. Georg Gänswein sobre el papa Benedicto XVI y su muerte, dos en medios alemanes y una en un medio italiano. El fragmento de una de ellas, que publico en este post, da la pauta del peso que tendrán las palabras del secretario del papa Ratzinger. Se conocerá completa luego del funeral.
Quienes conocen de periodismo, me aseguran que se trata de entrevista preparadas y grabadas desde hace un tiempo, lo cual implica que fueron muy pensadas y en las que cada pregunta y cada respuesta cuenta. Y hace suponer que Benedicto XVI pidió o autorizó a que, después de su muerte, se dijera todo lo que él no podía decir. 
También se sabe que este mes, Mondadori publicará el libro escrito por el mismo Gänswein titulado Nada más que la verdad. Mi vida junto al Papa Benedicto XVI. Si dice allí la verdad, creo que muchas cucarachas de la curia romana estarán poniéndose nerviosa].

17 comentarios:

  1. Por Dios! Que se cuide Gänswein… Nunca como ahora, la Ciudad del Vaticano se ha convertido en una madriguera de alimañas.

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  2. Gänswein me genera mucha desconfianza... por alguna razón me recuerda a Grima de LOTR. Dios no permita hablen en nombre de Benedicto. Miren como se empieza a confundir todo https://www.aciprensa.com/noticias/benedicto-xvi-leyo-traditionis-custodes-con-dolor-en-el-corazon-asegura-su-secretario-35199.
    Dudo que Benedicto haya querido alejar a las personas de Lefebvre.

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  3. Queda clara en esta respuesta de Mons. Georg Gänswein que la intención de Summorum Pontificum fue para: “ayudar a que todos aquellos cuyo hogar era la misa tradicional encontraran la paz interior, la paz litúrgica, a fin de que abandonaran la postura de Mons. Lefebvre.”
    Esta postura, está expresada así: Mons. Lefebvre redacta una declaración con fecha 21 de noviembre de 1974, que manifiesta su elección de fidelidad a lo que la Iglesia siempre ha hecho y profesado:
    Nos adherimos de todo corazón y con toda nuestra alma a la Roma católica, guardiana de la fe católica y de las tradiciones necesarias para mantener esta fe, a la Roma eterna, maestra de sabiduría y verdad.”
    Nos rehusamos en cambio y siempre nos hemos rehusado a seguir la Roma de tendencia neomodernista y neoprotestante que se manifestó claramente en el Concilio Vaticano II y después del Concilio en todas las reformas que de él surgieron.” O sea: la nueva Misa, el ecumenismo (Asís) y la colegialidad (sinodalismo y democratismo)
    Mas claro...

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    1. Enrique, usted está basando su interpretación en la traducción al español que hizo el autor de este blog de la traducción inglesa de una entrevista en alemán. Lo suyo no es serio.
      En alemán, Mons. Gänswein dice que Summorum Pontificum tuvo como objetivo “ayudar a que todos aquellos cuyo hogar era la misa tradicional encontraran la paz interior, la paz litúrgica, a fin de que volvieran de Mons. Lefebvre”. Y lo que eso significa es que la FSSPX volviera a la comunión plena, o bien, que los fieles que encontraban un hogar en la liturgia tradicional tuviera una opción de "comunión plena".
      Es muy injusto lo que usted dice cuando fue justamente el papa Benedicto XVI quien más hizo para "solucionar" el problema lefebvrista, quien levantó las excomuniones a los obispos -un gesto que implicó para él un costo político enorme- y con Summorum Pontificum hizo lo que desde el comienzo mismo quería Mons. Lefebvre: que la misa tradicional estuviera disponible para todos los fieles.

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    2. Hermeneuta
      Era muy sencillo para Benedicto solucionar el asunto con la FSSPX: dejar de exigir la adhesión idolátrica modernista al CVII, y otorgarles pleno derecho.
      Al final se terminó enredando con soluciones falsas, parciales, y/o falaces, como la "ficción legal" de "las dos formas del rito", o el levantamiento de las excomuniones que trajo mucha confusión sobre el estado real de la cuestión (en lugar de reconocer, si era el caso, que las excomuniones eran inválidas desde el principio).
      Summorum Pontificum, salvo en algunas regiones especialmente bendecidas con un clero un poco más sano, fue papel mojado, además de contener algunas trampas, como la ya mencionada ficción legal, y además imponer el Misal del '62, entorpeciendo la necesaria revisión de las reformas de Juan XXIII y antes de Pío XII (que tampoco la FSSPX ha encarado debidamente).

      PD: el verbo alemán de la entrevista de Gänswein es "wegziehen". No concuerda con su traducción particular, lo lamento.

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    3. Andreas... estamos de acuerdo. De haberse querido solucionar el "problema Lefebvre" lo simple, sencillo y efectivo era abandonar el tonante personalismo idolátrico vaticano, tanto por el CVII como por los supuestos "permisos" del Papa -recordemos que en el remoto pasado de la Iglesia, estos "permisos" no existían- para llevar adelante cualquier obra católica. Con afirmar que "aquí no hay ningún problema" (y llevarlo a la práctica), el supuesto "problema" estaba superado.
      Anselmo

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  4. Estas declaraciones dejan en evidencia ciertas realidades que dolerán a unos y otros:

    - Taditionis Custodies fue una afrenta a Benedicto XVI y a los católicos que justamente querían la Liturgia Tradicional sin marginarse de la disciplina eclesiástica. Es un deseo muy legítimo, pues la comunión con los Pastores no es un tema menor, y eso va más allá de colgar un retrato del Papa o del Ordinario del Lugar.
    - Hay católicos que se han acercado a la Misa Tradicional por su belleza, por la fe y el sentido de eternidad que transmite, y sea por su edad o por su carácter poco interés tienen en las polémicas sobre el Concilio, algunas de ellas bastante desfasadas. En la oleada de tiranía woke, la libertad religiosa es uno de nuestros baluartes jurídicos para defender a la Iglesia, y de poco nos sirve proclamar la utopía nacional-católica.
    - La FSSPX ha sido para muchos -me incluyo- la única opción estable para acceder a la Liturgia Tradicional (enfatizo lo de estable, pues al menos en Chile los sacerdotes autorizados eran pocos y sujetos a los caprichos de la autoridad). Y al menos para mi y otros tantos, nunca nos ha interesado quedarnos ahí por un mero afán de gueto.

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  5. La intención del post no es discutir las presuntas intensiones del motu proprio Summorum Pontificum con respecto a la FSSPX. No es este el momento ni el lugar para esa discusión. No publicaré más comentarios al respecto.

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  6. La respuesta de Monseñor Gänswein cuando le preguntan si se sintió decepcionado por la publicación de Traditionis Custodes fue categórica: "Arrancar este tesoro a los fieles..., debo decir que es algo que no me gusta". ¿Alguien podría dudar que el destinatario de sus amargas palabras es el Papa Francisco, único responsable de la publicación de Traditionis Custodes? No lo creo.
    Nunca como ahora que Benedicto XVI ha muerto su secretario ha sido tan claro, y es lógico, ahora puede hablar a calzón quitado. Por eso comparto que en los próximos días Gänswein podría hacer nuevas y sensacionales declaraciones sobre este y otros temas candentes según la visión del extinto Papa Emérito, algo que puede ser mucho más grave para Bergoglio que la artrosis que lo condenó a una silla de ruedas. Hay que estar atentos.

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  7. Una perlita interesante, don W. (y no es mi intención reabrir ningún tema odioso...): La traducción de Specola en Infovaticana en su entrada de hoy, respecto de la frase del arzobispo Ganswein, es así: «La intención del Papa Benedicto era ayudar a aquellos que simplemente tenían que encontrar una casa en la Antigua Misa para encontrar la paz interior, para encontrar la paz litúrgica y también para los seguidores de Lefebvre».
    Para mí, tiene sentido. Mucho más que "otras" traducciones.
    Alceo

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  8. He corregido el texto en español según la traducción que trae Specola, a quien conozco y sé que conoce perfectamente el alemán.
    Además, copio aquí la respuesta que en su momento dio el papa Benedicto a la pregunta que en el mismo sentido le hizo Seewald:

    Peter Seewald:] La reautorización de la Misa Tridentina a menudo se interpreta principalmente como una concesión a la Sociedad de San Pío X.

    [Benedicto XVI Emérito:] ¡Eso es absolutamente falso! Era importante para mí que la Iglesia fuera una con ella misma interiormente, con su propio pasado; que lo que antes era santo para ella no esté de alguna manera mal ahora. El rito debe desarrollarse. En ese sentido, la reforma es apropiada. Pero la continuidad no debe romperse. La Sociedad de San Pío X se basa en el hecho de que la gente sentía que la Iglesia se estaba renunciando a sí misma. Eso no debe ser. Pero como dije, mis intenciones no eran de naturaleza táctica, sino de la sustancia del asunto en sí. Por supuesto, también es el caso de que, en el momento en que uno ve que se avecina un cisma de la Iglesia, el Papa está obligado a hacer todo lo posible para evitar que suceda. Esto también incluye el intento de llevar a estas personas de nuevo a la unidad con la Iglesia, si es posible.

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    1. Wanderer, con todo respeto, el original alemán dice "wegziehen".
      Lo he buscado en varios diccionarios y traductores, todos me dan el sentido de "retirar, apartar, mudar, irse, sacar".
      Por tanto hay algo que no cuadra en la traducción de Specola, lo digo sin juzgar intenciones.
      No sé si haya sido así realmente para Benedicto, o es una interpretación de Gänswein, pero el verbo alemán es "wegziehen".

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    2. Y si me permite, señalo algo más: el link de Specola a la entrevista dirige a la página de Marco Tosatti, la versión traducida al español da el sentido de "quitarlos de Lefebvre", y el original italiano (que es traducción del alemán), también.

      Como digo, puede ser una interpretación de Gänswein sobre las intenciones de Benedicto, pero lo que dijo es lo de "apartarlos de Lefebvre".

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  9. Vi recién la entrevista referida. El gesto que hace Ganswein, lo que dice... Indudablemente dice "apartarlos de Lefebvre". Por otro lado, no creo que sea controversial la declaración. Lefebvre entró en una situación, digamos, complicada, de la que el lefebvrismo no iba a poder salir sin claudicar algunas posturas respecto del CVII. Pero para muchos la FSSPX es el lugar de la llamada "Misa de siempre", y punto. Permitir eso fuera de la FSSPX era dar un lugar de "plena comunión" (o como quiera decírsele) a mucha gente que no le interesa todo el mambo con el CVII. Y quienes sigan discutiendo Dignitatis Humanae y la mar en coche, y eso les suponga un obstáculo insalvable con Roma, iban a seguir en la FSSPX, no matter what.
    En mi ciudad hubo y hay Misa dominical VO. La mayoría (sino todos) de los fieles que van jamás pisó la FSSPX. A esa gente no le interesa el tema del Concilio, y los que dicen que les interesa no les interesa tanto como para, como mínimo, leer los documentos. Así que hay mucho postureo también. Como sea, muchos hoy estarían en la FSSPX si no fuera por Summ. Pont. A esa gente dice (con o sin razón) Ganswein que se dirigió el motu proprio.
    En mi opinión, el motu proprio apuntó a una normalización de la situación litúrgica: primero, abrir el juego a un rito que jamás debió ser prohibido o "dificultado". Segundo: quizá en los próximos años aparezca algún diario o algún escrito donde quede más clara la intención de BXVI para con la Iglesia universal en ese sentido. Pienso que buscó una suerte de "overflow" del VO hacia el NO que ayude a limitar los excesos en la celebración de este último, y que ayude a mostrar a los fieles que están tomando parte de un sacrificio que debe dar temor y temblor, que se remonta a la cena de la pasión, e incluso a Moisés, Melquisedec y a los orígenes profundos del hombre.
    Ratzinger nunca aceptó de buen grado la manera en la que se dio la reforma litúrgica, particularmente esa prohibición del rito anterior. Pero siempre aceptó el NO como un rito legítimo y agradable a Dios. En ese sentido, su idea de que había un rito con dos formas es coherente con su posición desde los 60'.
    G.

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  10. "Apartar, alejarse, retirar, etc. etc." da igual... Esas son palabras de Gänswein no de Ratzinger. ¿Ahora Benedicto, post mortem, tendría un vocero oficial? ¿Y este vocero diría cosas que Benedicto nunca dijo? Me resulta muy confuso.
    No necesitamos intérpretes, ni voceros de Benedicto... con sus escritos debería ser suficiente.

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