Nos enteramos hoy que Mons. José María Baliña, obispo electo de Mar del Plata, ha renunciado a su cargo antes de asumirlo. La nota en la que explica su decisión a sus fieles marplatenses que nunca fueron (aquí) afirma que el motivo es un problema de desprendimiento de retina… La verdad es que suena raro, muy raro. Tan raro como que afirme en su nota que seguirá “ofreciendo mi servicio sacerdotal en la Arquidiócesis donde estoy”. ¿Por qué servicio sacerdotal y no episcopal?
Recordemos que Mons. Baliña fue hasta su elección obispo auxiliar de Buenos Aires, nombrado por Francisco, y una de sus peores elecciones: de lo más progre y mediocre. En este blog publicamos en más de una ocasión sobre él. Pueden ver, por ejemplo, este video o esta entrada. Seguramente, son muchos los que saben la verdad detrás de la decisión episcopal de Baliña y se ventilará más pronto que tarde.
No es la primera vez que sucede algo del género, ni en Argentina ni en el mundo entero. Si nos atenemos solamente a nuestro país, el capuchino Carlos Alberto Novoa De Agustini fue nombrado obispo auxiliar de Lomas de Zamora apenas comenzado el pontificado de Francisco, pero pocas semanas después y antes de ser consagrado, renunció. Y no hace mucho, ocurrió exactamente lo mismo con el P. Fabián Belay, elegido como auxiliar de Rosario. Algunos maliciosos opinan que en ciertas circunstancias, los muertos ocultos en los armarios cobrar vida.
El hecho, más allá de las razones que lo provocaron, muestra una vez más el caos que significa el pontificado de Bergoglio para quien no existen reglas y normas porque, en última instancia, la Iglesia es él y puede hacer lo que quiera con ella. Es la nunciatura la que debe estudiar los antecedentes de cada candidato al episcopado con los informes que recibe de la Conferencia Episcopal Argentina. Son los nuncios y sus funcionarios los que están capacitados para esa delicada tarea, pero Bergoglio se sabe omnipotente y, como el conoce Argentina, decide saltarse todos los pasos y advertencias de la nunciatura, y nombrar directamente a quien le viene en gana. Y estas son las consecuencias.
Y quienes deben tomar nota también de estos hechos vergonzosos son los mismos obispos argentinos, completamente sometidos al yugo papal, y que aceptan sin chistar los caprichos del tirano felizmente reinante. Nunca lo harán, pues saben que sin esos caprichos la mayor parte de ellos no serían más que curitas de parroquia perdidas en las pampas, pues para otra cosa no les da su naturaleza. Saben, y se ven reflejados el caso de Mons. Baliña, que “lo que natura non da, Bergoglio non presta”.
Don Wander
ResponderEliminarPor lo menos, nos consuela el hecho de que Dios siempre saca bien del mal. En este caso, ha sido nombrado Obispo de Mar del Plata Mons. Larrazábal. Así que los sanjuaninos estamos muy felices... jejeje. Ya Dios compensará a los marplatenses por el bien que nos hace a nosotros.
A los marplatenses piadosos les recomiendo ir preparándose, porque Mons. Gustavo es un gran impulsor de la comunión en la mano. En San Juan, en las primeras comuniones y confirmaciones, es obligatorio para todo el mundo comulgar en la mano. ¿Razones? Ninguna, obviamente.
Los sanjuaninos somos mansos. No levantamos la voz. Acostumbramos a desobedecer calladamente. Jejeje
El Sanjua
Que personaje nefasto Larrazábal. De lo peorcito que hay. Igualmente iremos a estar mejor sin él aquí? Lozano y el otro auxiliar no parecen mejores.
Eliminar¿Cuándo vamos a empezar a agarrar a trompadas a los obispos? Lo digo en serio. Es de locos
EliminarUn amigo que vive en San Juan le puso el mote de "el Digno", porque se cree digno de ser obispo.
EliminarEn cada misa, cuando el obispo reza por el Santo Padre, debe agregar una frase acerca de sí mismo "indigno siervo tuyo"; aparentemente este señor Larrazabal omite el adjetivo "indigno", en señal de que sí se cree digno, que se merece el cargo que tiene.
Larrazábal detesta todo lo que suene a corrección liturgica. Es además troncho. Una vez tenía que esperar un rato en el centro de la ciudad para hacer un trámite y decidí entrar a la Catedral. Estaba dando misa el prelado en cuestión. Literalmente una profanación al Divino Sacramento. No dure ni cinco minutos y me fui a la plaza.
EliminarLa cobardía y el temor de nuestros obispos alcanzan horizontes ridículos.
ResponderEliminarPara ello va un botón de muestra: Durante la última asamblea episcopal los obispos renovaron la invitacion al Papa para visitar la Argentina.
Para ello el pusilánime de Mons Ojea redacto una nota,que previamente envió al Papa para que la corrigiera!!!!! y luego dé recibirla corregida por aquel que debia recibirla fue enviada;y esto anunciado en la plenaria como si fuera algo buenisimo.
Los obispos ,especialmente Mons Ojea no son capaces de redactar una nota de invitación a Francisco sin que la corrija Francisco.
Como anunciaba un viejo programita de tv de los años 80:"Increíble pero verdad"
No se crea que es tan raro que un sacerdote renuncie a la oferta de ser obispo.
ResponderEliminarSeguramente porque no puede controlar a los sacerdotes de su diócesis y eso, junto con el papeleo, le complica la vida y le aleja de su vocación espiritual /pastoral.
Luego es cierto que la presión que hace Bergoglio sobre los obispos (para imponer el protestantismo y la agenda 2030), hace que el cargo sea demasiado oneroso.
No es sacerdote, sino obispo auxiliar de Buenos Aires y a cargo de la vicaría Centro.
Eliminareste ya era obispo
EliminarTotalmente de acuerdo con su diagnóstico sobre las dificultades de ser obispo hoy en Argentina y con este Papa.
EliminarAhora, pregunto, y entonces ¿Por qué aceptaron? O sea, en estos 3 casos enumerados los candidatos primero aceptaron y luego dijeron que no.
Me cuenta una monjita que el retina no quiere irse de CABA, tiene que ir al oftalmólogo y no quiere viajé, se siente cómodo en el microcentro.
EliminarEs fanático del Barrio de constitución y lugano.
No es tan progre, es progre con la liturgia y moral, jajaja, después con la vida de cheto es bien capitalista.
Y saben que al Pancho le queda poco...
Ven Señor Jesús.
No sé si es tan malo el que, algunos, renuncien antes de asumir el episcopado e, incluso, antes de ser ordenados. Probablemente sea lo mejor para ellos y para quienes no fueros sus feligreses. Hace demasiados años, y no desde el nefasto despotismo peronista, que las ternas de candidatos a obispos, elevadas a Roma x la Nunciatura, incluyen personajes de avería. Baste recordar, x citar a uno, al defendido (x Bergoglio y la CEA), Maccarone. Más le hubiera valido renunciar antes de ser ordenado...
ResponderEliminarAtaque de pánico
ResponderEliminarNo hay fantasmas en el ropero sino en las retinas.
Según parece Baliña sufre de cataratas y la operación en un primer ojo fue un fracaso.
Esta situación que tiende a agravarse más un repentino ataque de "responsabilitis"hizo que luego de consuntarlo con otro obispo,decidiera alejarse del viento y la arena quedándose sin el sucundum...
No es una mala noticia que este obispo tome conciencia de su fragilidad y ante Dios renuncie a esa carga pastoral.
Estimado Wanderer. Sólo para decir que toda la verdad sobre estas extrañas renuncias, se conocerá cuando Bergoglio sea quitado de en medio por Dios.
ResponderEliminarCuantos comentarios desfavorables, quería saber la verdad por la que Monseñor Baliña renunció ir a Mar del Plata pero solo me encuentro con comentarios muy desalentadores.
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