Páginas

jueves, 2 de mayo de 2024

La última obra de Roberto de Mattei: una biografía del cardenal Merry del Val

 


Roberto de Mattei, Merry del Val. Il cardinale che servì quattro Papi, Milano: Sugarco Edizioni, 2024; 453 pp. 


En este blog hablamos hace algunos años de una gran obra y de imprescindible lectura del Prof. Roberto de Mattei. Me refiero a su historia del Concilio Vaticano II que, me consta, ha tenido amplia difusión en el mundo hispánico. Su último libro, dedicado al cardenal Merry del Val, posee las mismas características de excelencia, tanto en la seriedad con la que se aborda el tema como con la elegancia y accesibilidad de la prosa. 

Recuerdo que siendo adolescente, no sé por qué circunstancias, llegó a mis manos una revista de gran formato y excelente edición de la que no recuerdo el nombre pero sí recuerdo perfectamente que sus páginas centrales estaban dedicadas al cardenal Rafael Merry del Val; incluía una breve biografía y sus Letanías de la humildad. Quedé impresionado con esa oración e intrigado con la figura de ese purpurado. A lo largo de los años, siempre estaba atento a conseguir alguna biografía de él, y di con algunas. Pero, en todos los casos, se trataba de escritos piadosos, con estilo hagiográfico, que no están mal, pero me resultan insuficiente para hacerme una idea seria y clara del personaje. Finalmente, ha llegado la biografía escrita por de Mattei que colma en todos los sentidos ese deseo.

Rafael Merry del Val nació en Londres de familia española. Por parte de madre, hacia varias generaciones que estaban establecidos en Inglaterra; su padre, en cambio, era un diplomático español. Es decir, poseía sangre española y cultura inglesa, y poseía ambas lenguas y las cualidades de ambos pueblos. Recibió su formación en Bruselas e hizo su seminario en Roma, pues desde joven fue marcado con la seguridad de su vocación sacerdotal. Y aunque su mayor aspiración era el trabajo pastoral —que nunca dejó de hacer en la barriada popular del Trastevere— lo cierto es que León XIII lo llamó al servicio de la antecámara pontificia siendo muy joven y diácono, y desde allí, no dejó el Palacio Apostólico por el resto de su vida. 

Circunstancialmente, debió asumir la tarea de secretario del cónclave que eligió Papa a Giuseppe Sarto quien, apenas elegido como Pío X, lo designó secretario de Estado aunque sólo contaba con poco más de 30 años. Entre ellos se forjó la amistad que suele darse entre los santos. Juntos trabajaron para el bien de la Iglesia sorteando dificultades de todo tipo: las presiones internas ejercidas por grupo liberal, liderado por el cardenal Rampolla, o el enorme problema del Modernismo. Fue Merry del Val quien estuvo al lado de San Pío X en la redacción de la Pascendi y en la firmeza en perseguir y arrinconar esa terrible herejía, objetivo que lograron y que duró varias décadas. 

Luego de la inesperada muerte de San Pó X, Merry del Val era el candidato más claro al pontificado del grupo “conservador” —“integrista” lo llamaban—, mientras que los liberales preferían al cardenal Maffi. Finalmente, se optó por una solución de compromiso y se eligió al oscuro cardenal Della Chiesa, que reinará como Benedicto XV, ubicará a Merry del Val en el Santo Oficio —exactamente el mismo movimiento que había hecho San Pío X con su mentor Rampolla— y elegirá como secretario de Estado al cardenal Pietro Gasparri, un viejo zorro de Curia, brillante para la política y el dinero, y con una notable habilidad para mantenerse siempre en el poder. 

Merry del Val será nuevamente candidato en el siguiente cónclave aunque, una vez más, el triunfo será para el partido liberal que eligió al cardenal Ratti, quien tomó el nombre de Pío XI. Mantuvo al cardenal en su puesto del Santo Oficio, aunque no siempre se dejó aconsejar por él. Es sabido no solamente el mal genio del Papa Ratti, sino que, cuando Gasparri trataba los espinosos casos de los Cristeros en México y la Cuestión Romana con Mussolini, un gran opositor a ambos acuerdos fue Merry del Val, puesto que implicaban arriar banderas que la Santa Sede siempre había mantenido izadas, aún a pesar de permanecer los Papas prisioneros en el Vaticano. El cardenal Rafael Merry del Val murió en circunstancias no del todo claras en 1930.

El libro de Roberto de Mattei repasa cuidadosamente cada una de las etapas de la vida del Cardenal. Y lo hace mostrando todas las aristas y circunstancias que intervinieron en su toma de decisiones y, sobre todo, en su vida de santidad. Pero lo más valioso es cada una de las afirmaciones del autor está fundamentada en un abundantísimo respaldo documental. El libro tiene 1658 notas a pie de página en las que invariablemente se remite al lector a libros históricos y a documentos inéditos, puesto que de Mattei realizó su estudio de la vida del cardenal no solamente en material impreso sino también en los documentos inéditos que se conservan en el Archivo Apostólico Vaticano y en varios archivos más, como los del Ministerio de Exteriores de Italia o del Archivo de Estado de Roma. Se trata, entonces, de un libro que reúne todas las condiciones de un trabajo de erudición científica.

Sin embargo, es un libro que se lee no sólo con facilidad sino también con pasión. Al menos en mi caso, resultó ser de ese tipo de libros que resulta muy difícil dejar de leer y, aunque sea tarde a la noche, siempre uno dice: “Un capítulo más, y apago la luz”. Y así pasan las horas. No podía ser de otro modo vista la calidad científica y literaria del autor.

Merry del Val fue declarado venerable por Pío XII, que lo había conocido mucho personalmente y valoraba sus virtudes. Luego, por supuesto, su causa fue arrumbada con la de aquellos personajes que el discurso hegemónico del progresismo ha cancelado. 

Tengo esperanzas de que el libro pueda ser traducido pronto al español. Siendo el biografiado un español de sangre, auguro que alguna buena editorial se decida pronto a tomar para sí esta tarea. La obra, y Rafael Merry del Val, lo merecen. 



El libro ya está disponible en Amazon, y La Feltrinelli y otros sitios de venta.

20 comentarios:

  1. ¡Gracias Wanderer! Tiene toda la pinta. Vamos a ver si lo conseguimos.
    Me permito recomendar un pequeño librito del Prof. De Mattei que publicó como respuesta a algunas críticas por su historia del Vaticano II, que lleva el título "Apología de la Tradición" (hay traducción al castellano de F. Dufourq y M. Viano). En este libro, también con abundancia de citas, se aclaran muchas cosas sobre las que venimos hablando hace años en este blog acerca de la Tradición y el supuesto "derecho" de los Papas a intentar cambiarla.

    ResponderEliminar
  2. Escritas -y rezadas- por un hombre anciano, esas letanías son extraordinarias, pero por un joven son increíbles.

    ResponderEliminar
  3. Habrá que conseguirlo. Hace muchos años leí una biografía del cardenal. Pero no recuerdo al autor. Sí, que era muy buena. Aprendí las letanidel cardenal para pedir la humildad; y confieso que siempre me resultaron durisimas. Un santo varón, amén de una lumbrera.

    ResponderEliminar
  4. Nada nuevo bajo el sol: las luchas de poder en el Vaticano vienen de lejos. El origen de la división actual de la Iglesia no está en el Concilio Vaticano II, sino en el pontificado de Gregorio XVI, en el cual se hunden las raíces de los “partidos” eclesiales aún existentes. La Revolución Francesa fue la madre del cordero, y con ella empezó todo. Surgieron dos posturas en la Iglesia sobre la estrategia de afrontamiento del liberalismo y los estados liberales, los cuales estaban terminando con la hegemonía ideológica, social, cultural y moral del catolicismo. Estas eran la estrategia de confrontación y la estrategia de conciliación, y dos siglos después en esas estamos, y la Iglesia sin levantar cabeza, ya que ninguna estrategia ha funcionado, superadas por la descristianización que parece irreversible. Por cierto, no sé yo si Pío XI era tan liberal. Ratti fue otra elección de compromiso entre las dos tendencias eclesiales.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es como usted dice. Al Syllabus de Pío IX le sucedió el Ralliment de León XIII; y ninguno de los dos funcionó.
      En cuanto a Achille Ratti, de Mattei transcribe en su libro las notas de Mons. Benigni de la época del cónclave: los candidatos de los cardenales liberales eran Ratti, que fue finalmente electo, Maffi y Gasparri. Los candidatos del grupo tradicionalista eran Merry del Val, De Lai y Boggiani.

      Eliminar
  5. Estimado Don Wander, me impactó eso de que a pesar de haber sido declarado Venerable por Pío XII, la causa de Merry del Val no haya podido avanzar porque fue arrumbada "con la de aquellos personajes que el discurso hegemónico del progresismo ha cancelado".
    Eso explica muchas cosas, por ejemplo, la trama silenciosa de liberales y masones que lentamente pero sin pausa, desde hace más de un siglo han venido tejiendo el chaleco de fuerza de la apostasía para inmovilizar a la Iglesia hasta llegar a la cima, tal como lo demuestra hoy la canonización de sujetos de avería como Angelelli o Arnulfo Romero.
    El desenlace de esta película de terror no puede tardar. La Santa Ira de Dios está en marcha.

    ResponderEliminar
  6. Fr John Hunwicke, RIP
    GREGORY DIPIPPO

    Iam very saddened to report (via the Facebook page of the Oxford Oratory) that the great Fr John Hunwicke died on Tuesday, after a long battle with pancreatic cancer. 

    https://www.newliturgicalmovement.org/2024/05/fr-john-hunwicke-rip.html

    ResponderEliminar
  7. Estimado Wanderer me gustaría comunicarme con usted porque medio lo podemos hacer?

    ResponderEliminar
  8. https://exorbe.blogspot.com/2008/05/un-cardenal.html

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estimado Don Terzio... qué ocurre que ya no escribe...extrañamos las entradas de su blog...

      Eliminar
    2. 1º me cuesta tener que escribir porque eso me obliga a combatir a pp.Francscus...y eso me causa escrúpulos (paradójicamente, tanto si escribo como si no) y 2º me han diagnosticado un Parkinson y estoy muy limitado en cuanto a movilidad y demás.

      Eliminar
  9. Infocatólica acaba de publicar una noticia increíble, el Congreso de EE.UU. aprobó una resolución declarando que el Nuevo Testamento es antisemita porque decir que los judíos tuvieron algo que ver con la crucifixión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo, es un discurso de odio.
    Según Infocatólica, los legisladores -en su mayoría cristianos- aprobaron la medida cediendo a la presión sionista que busca justificar que los bombardeos de Israel en Gaza fueron en defensa propia con la esperanza de que eso pueda apaciguar los graves incidentes de estudiantes propalestinos que desde hace varios días no cesan de provocar disturbios acusando a Israel de genocidio.
    Si el sionismo y el Gobierno de EE.UU. creen que con esta resolución se acabarán los disturbios, todo indica que lo único que conseguirán será todo lo contrario, porque a los incidentes de los grupos propalestinos se podrían sumar también los que provoquen estudiantes y no estudiantes cristianos de cualquier denominación, y no sólo en EE.UU., ofendidos por este increíble ataque contra el Libro más sagrado de los cristianos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo irónico del caso es que declara antisemitas al propio Talmud y a casi todas las tradición rabínica que no sólo afirma que condenaron a Cristo, al cual motejan de brujo y estafador, sino que se ponen la medalla.

      Eliminar
    2. A decir verdad, el proyecto (que todavía no pasó por el Senado) condena el antisemitismo, y pone como ejemplo del mismo la afirmación de que los judíos mataron a Jesús. Algunos republicanos están pidiendo que se aclare el sentido de esa afirmación, que efectivamente puede ser entendida de varias maneras.

      Saludos a todos,

      G.

      Eliminar
  10. Sin querer quitar lo bueno que hizo Merry también hay que recordar su nesfasta actuación contra el p. Mir y su obra acerca de la compañía de Jesús, que fue incluida en el índice con absoluta injusticia, y Merry intervino en todo el asunto como aparece en prólogo de la edición póstuma de la obra de Mir. Por desgracia Merry continuó en el error de que la respuesta a la revolución venía principalmente por vía de autoridad. Las medidas que aplica Francisco a algunos obispos no son muy distintas de las del papa Sarto, o sea, pleno espíritu del Vaticano I. Los frutos están a la vista de todos. Tampoco parece que hiciera nada ante el atropello de la destrucción del Breviario Romano por el mismo papa Sarto...Considerarle tradicional en sentido estricto es más que discutible

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Paseador de perros5 de mayo de 2024, 11:55

      Siendo, como soy, muy contrario a la reforma del Breviario de San Pío X, debo decir que no me parece responsabilidad de Merry del Val ese asunto. Autores notorios que fueron abiertamente contrarios a esa reforma fueron el laico Anton Bausmark y el dominico W. Bonniwell. El resto no manifestó resistencia.
      Estamos diciendo en varios posteos que San Pío X no era de escuchar consejos...

      Eliminar
    2. Paseador de perros6 de mayo de 2024, 10:53

      Donde dice Bausmark, debe decir Baumstark

      Eliminar
  11. Buenos días!

    Hay un hecho al que se hizo mención al pasar en este blog, pero que cuanto más lo pienso, más grave lo encuentro, y es que Francisco hace varios años que no preside la Eucaristía en público -y dudo que la celebre en privado- ni tampoco confiere la ordenación sacerdotal a obispos ni presbíteros, ni administra la confirmación ni la Unción de los enfermos. En las últimas ediciones de las "24 horas para el Señor", según pude chequear, tampoco administró la Penitencia.

    Este año sólo bautizó a 16 niños en la Capilla Sixtina en enero.

    No sé, me hace mucho ruido y me perturba, creo que ese abandono del ministerio de la santificación no es casual, ni solo un descuido, sino algo intencional. Lo comento porque quizá hay algo interesante escrito sobre el tema, o al blogger le interesa tomar esa punta del hilo para desarrollarlo.

    Gracias por su valioso apostolado!

    ResponderEliminar