Uno de los temas más dolorosos y desconcertantes que los católicos de las últimas décadas hemos debido afrontar es el descubrimiento de los incontables abusos de todo tipo cometido por sacerdotes y religiosos. Es difícil enfrentarse con la situación por muchos motivos, y uno no menor es una pregunta agazapada que nos resistimos —al menos es lo que suele ocurrirme— a encararla. ¿Desde cuándo sucedió esto en la Iglesia? Porque los casos que se están destapando en los últimos tiempos tuvieron lugar, a lo más, hace cincuenta años, pero ¿antes también ocurría o se trata de un fenómeno nuevo? Es una cuestión inquietante, sobre todo cuando miramos a las congregaciones religiosas que tanto bien objetivo trajeron a la Iglesia y al mundo. ¿Habrán sido ellas también parte de un monstruoso sistema de abuso o encubrimiento?
Acaba de aparecer en Francia un libro que, por lo que parece, echa bastante luz sobre el tema (La Trahison des pères, Bayard, Paris, 2021). Al menos, esa es la impresión que me ha dado al leer un reportaje realizado a la autora, Céline Hoyeau. Tiene a su favor que se trata de una mujer católica, que practica su fe y que ha sufrido tanto como cualquiera de nosotros la situación. Y, siendo periodista, realiza una investigación que parece seria, aunque reducida a los casos franceses. Lo que me ha resultado interesante, y tranquilizador, es que ella adjudica el caso de los abusos a los fundadores (les pères) surgidos como flores luego de la lluvia al calor de la primavera que trajo Concilio Vaticano II, y abonados y animados por Juan Pablo II, que los consideraba los “heraldos de la nueva evangelización”. Sería, si estos criterios son ciertos, un efecto más de la tan mentada primavera.
He traducido los párrafos más salientes de la entrevista publicada en Crux, y aquí los dejo:
Crux: ¿Cómo resumiría el libro para los lectores de Crux?
Algunos de los fundadores de las nuevas comunidades, principales figuras carismáticas de la segunda mitad del siglo XX en la Iglesia católica, fueron descubiertos por haber cometido abusos (abuso espiritual, abuso de poder, abuso sexual). He querido comprender las razones de esta "caída de las estrellas" entrevistando a víctimas, antiguos miembros de estas comunidades y expertos: historiadores, sociólogos, psiquiatras, psicoanalistas, teólogos, canonistas, obispos...
Me parece que un determinado contexto permitió el ascenso de estas figuras carismáticas que llegaron a tales alturas que ya no encontraron ningún contrapeso y pudieron cometer abusos: Un contexto de crisis, de grandes expectativas de renovación para los católicos y de ausencia de control.
Después del Concilio Vaticano II, en un período marcado por la secularización y la descristianización, algunos fundadores se entusiasmaron, atrajeron muchas vocaciones y tuvieron éxito, en un momento en que la Iglesia parecía perder impulso, cuando las parroquias y los seminarios se vaciaban. Estas nuevas comunidades parecían haber encontrado la receta milagrosa para convertirse en el futuro de la Iglesia. En un contexto de crisis, estos fundadores aparecían como “hombres providenciales” capaces de “salvar a la Iglesia” y reevangelizar la sociedad.
Estas personalidades carismáticas respondían también a las grandes expectativas de los católicos que aspiraban a tener puntos de referencia claros en la enseñanza de la fe, una liturgia con sentido de lo sagrado, la belleza de las celebraciones, una relación personal con Dios y un fuerte ideal de vida comunitaria y fraterna. El genio de estos fundadores es haber sabido responder a esta búsqueda espiritual, haber sabido encarnar no sólo una autoridad tranquilizadora, sino también una nueva forma de creer, que da lugar a la emoción, a la afectividad, a la ternura, al cuerpo, a la acogida de la propia vulnerabilidad.
Estos fundadores fueron considerados por estas generaciones de católicos como enviados del Espíritu Santo: como santos. Se encerraron en una omnipotencia y pudieron abusar impunemente, sin encontrar fuerzas contrarias ni un control eclesial eficaz. Si estos abusos han podido continuar a lo largo del tiempo sin ser denunciados, en realidad es también culpa de todo un ecosistema, del que cada uno de los actores tiene una parte de responsabilidad y un papel que desempeñar hoy para ayudar a la Iglesia a salir de ellos.
Crux: Marie-Dominique y Thomas Philippe, André-Marie van der Borght, Ephraim, Thierry de Roucy, Jean Vanier... la lista de líderes de la "primavera de la Iglesia" que fundaron estos supuestos “nuevos movimientos” pero que demostraron haber cometido actos delictivos. ¿Por qué muchos de ellos pudieron “salirse con la suya”?
Por razones que tienen que ver tanto con su personalidad, a menudo manipuladora, como con el contexto no controlable en el que surgieron. En efecto, siempre han existido personalidades bifrontes y abusivas, pero el contexto será propicio o no para que transgredan y abusen. Pero estos fundadores no encontraron ningún contrapeso fuera o dentro de su comunidad, o lograron eludirlos.
Los obispos, por ejemplo, no estuvieron atentos. En la época en que despegaron, en los años 70, la mayoría de los obispos franceses estaban más comprometidos con la Acción Católica y las luchas sociales, y miraban con cierta desconfianza a estos fundadores, que les parecían conservadores y apegados a formas de piedad anticuadas. Frente a la descristianización, otros obispos se alegraron, sin embargo, de acoger en sus diócesis a estas comunidades que atraen muchas vocaciones, mientras sus seminarios y parroquias se vaciaban. Estaban fascinados por estos fundadores.
Las autoridades romanas también se dejaron cegar por el éxito de estas comunidades. Durante el pontificado de Juan Pablo II, que veía en estos fundadores a los heraldos de la nueva evangelización, estaban fascinados por los cientos de “ratones grises” que acompañaban al padre Marie-Dominique Philippe a San Pedro cada año. Por eso, cualquier queja que pudiera remontarse a Roma no se tomaba en serio y se desestimaba. Sobre todo porque, en aquella época, la palabra de las víctimas no se tenía en cuenta en absoluto en la Iglesia.
Pero incluso los obispos que estaban lúcidos se encontraban impotentes: Hubo algunos intentos de advertir a estas comunidades, pero se encontraron con reacciones defensivas muy fuertes. De hecho, estos fundadores no hubieran podido prosperar si no hubieran tenido delante una corte de discípulos bajo su influencia, que los adoraban, que les daban una imagen de santidad, que no veían o no querían ver, y que se dejaban engañar en todos los sentidos. Defendieron al fundador con uñas y dientes. Cualquier crítica a su comunidad era desacreditada, los obispos acusados de no entender el carisma del fundador que había recibido su misión del Espíritu Santo. Atacarlo era, en esencia, atacar a Cristo. Los pocos miembros de la comunidad que eran críticos fueron marginados, y los que se fueron, fueron demonizados.
La regla se elaboraba según las intuiciones del fundador, en torno al cual giraba todo. Básicamente, la regla era él. Estas comunidades no respetaban las salvaguardias y los equilibrios que constituyen las reglas habituales de la sabiduría en la Iglesia (en particular, la distinción entre el foro interno y el externo, es decir, que el superior de una comunidad no puede dirigir espiritualmente o confesar a un miembro de su comunidad, para preservar su libertad).
Todo ello se inscribe en el contexto de una sociedad, tras el Concilio Vaticano II y el mayo de 1968, en la que se había convertido en “prohibido prohibir”. La Iglesia no era inmune a estos cambios culturales: Los obispos preferían “acompañar” antes que sancionar. Se prefería una “Iglesia de comunión” al modelo autoritario de antes del Vaticano II.
E incluso cuando había sanciones, el secretismo en la Iglesia tuvo el efecto perverso de disminuir su alcance y hacer que algunas de estas sanciones cayeran en el olvido, como en el caso de Thomas y Marie-Dominique Philippe. Hasta 2019 no supimos que el propio fundador de la comunidad de San Juan había sido sancionado en 1957, tras el juicio a su hermano.
Crux: Sé que para escribir el libro entrevistó a supervivientes y a expertos en la materia. ¿Llegó a una conclusión sobre los elementos comunes de estas personas que se inspiraron y que inspiraron a otros a hacer mucho bien en nombre de Dios, tenían personalidades reservadas y criminales?
Todos estos fundadores son personalidades carismáticas, a menudo emotivas y cautivadoras por esta afectividad, dotadas de un gran talento para la predicación, y con un elevado ideal espiritual adecuado para alcanzar las aspiraciones de los buscadores de sentido.
También tienen en común el haber mantenido, bajo un aire de humildad, un culto a la personalidad, y el haberse reservado un ritmo especial y un trato privilegiado en su comunidad (comidas separadas, horarios diferentes). Tienen una relación complicada con la autoridad: Algunos dejaron una primera comunidad para fundar la suya propia en la que eran los únicos maestros a bordo; eligieron diócesis donde el obispo les era favorable y cambiaron de diócesis para encontrar nuevos apoyos.
Me pregunté si eran perversos desde el principio o si iban a la deriva, ganados por el orgullo espiritual del éxito de su comunidad. Hay razones psicológicas y espirituales para ello. Sin embargo, no puedo trazar un perfil típico.
Los expertos, además, no se ponen de acuerdo entre ellos. No obstante, podemos enumerar algunos aspectos de estas personalidades de dos caras... algunos, raros, reúnen las características del verdadero “pervertido”, que construirá un sistema en el que podrá disfrutar de la explotación y la destrucción del otro; otros, los más numerosos, presentan un fuerte defecto narcisista y, en un contexto incontrolado, desarrollarán rasgos de perversión y utilizarán a los demás para sus fines (intelectual, espiritual, financiero, sexual), sin ser necesariamente conscientes de ello.
Ni el Concilio ,ni el Papa Juan Pablo ll,tuvieron culpa de estos abusos.Con respecto al Padre Buela,del IVE,tengo entendido,que uno de los que lo acusó se retractó,por otro lado,nunca tuvo denuncia formal de nada.
ResponderEliminarEn casi todo de acuerdo con la autora. Esas conductas se han replicado en los casos de otros fundadores por todo el mundo (p.ej. Sodalitio de Vida Cristiana, de Perú). Pero esto es solo uno de los aspectos de los abusos eclesiales. El otro factor absolutamente fundamental para entender estos abusos es la introducción de los homosexuales en la Iglesia. Supongo que la autora, aunque sea de refilón, tiene que haber hecho alguna referencia. Si no, sería una lamentable carencia de la investigación. Tener presente el informe de la Dra. Randy Engel referido especialmente a la colonización de la Iglesia católica en los Estados Unidos durante la década de 1950 y especialmente durante los pontificados de Juan XXIII y Paulo VI (La homosexualidad y la Iglesia Católica de Roma (julio de 2006) (1282 páginas). O el trabajo del sacerdote polaco P. Dariusz Oko, en 2012 sobre “La homoherejía”. Obviamente el proceso de “fuga” de entre 70.000 y 80.000 sacerdotes de la Iglesia durante el posconcilio aceleró la aceptación en los seminarios de candidatos al sacerdocio con graves alteraciones afectivas, lo que ha dado como resultado la entronización de obispos y cardenales homosexuales en la Iglesia. De ahí todo la metodología de encubrimiento de los obispos con los homosexuales devenidos sacerdotes haciéndolos circular como si fuera una calesita por todas las parroquias de la diócesis cuando sus “protegidos” eran descubiertos. Aquí en la Argentina tenemos varios casos, y que estos sodomitas habían trepado hasta altos cargos se demostró con el escandaloso caso del obispo Maccarone. Por eso se ha hablado con razón de un “lobby gay” o una “homomafia” dentro de la Iglesia. Y los medios masivos mundiales siguen ignorando (lógicamente no les conviene) los claros y contundentes informes que tiene la propia Iglesia católica sobre el hecho de que el 80% de los abusos dentro de la Iglesia han sido cometidos por homosexuales devenidos sacerdotes. Un indicio claro de cómo ya están actuando a cara descubierta son las últimas y repetidas declaraciones de muchos sacerdotes y obispos de negarse a seguir las indicaciones de la Congregación de la Doctrina de la Fe para que no se bendigan uniones homosexuales. Y las presiones que hay para modificar el articulado del Catecismo de la Iglesia Católica sobre la homosexualidad. Esto sigue para peor.
ResponderEliminarAugusto del Río
Para el Anónimo de las 9:17, le recuerdo que según lo que puede leerse en la entrevista que publico, la autora del libro justifica y prueba sus afirmaciones acerca de la culpabilidad del Vaticano II y de la "distracción" de Juan Pablo II. Si usted tiene pruebas en contrario, le ofrezco el blog para que las exponga y justifique.
ResponderEliminarAl anónimo que hace referencia al padre Carlos Buela, le comento que no solamente nadie se ha retractado sino que en febrero comenzó su juicio penal en la Rota Romana, sede judicial en la que están declarando las víctimas y los testigos. En las próximas semanas tendremos noticias de la sentencia, pero conociendo a Roma como la conozco, le adelanto que el padre Buela será, dentro de poco, el Sr. Buela.
ResponderEliminarMe parece bien que se haga el juicio. Ha hecho mucho daño a jóvenes Sacerdotes y seminaristas y debe pagar ese daño. Pero no olvidemos la "devoción " que le tienen en el Instituto, la ceguera de algunos y la "manija" que le dan a los que entran y no conocen bien al Instituto. Tampoco hay que olvidarse que los superiores ocultan la verdad a los miembros que están adentro y que no tienen la posibilidad de conocerla, aunque también hay otros que no la quieren conocer....los superiores son tan culpables como Buela.
EliminarMe olvidé de precisar que el informe de Engel sobre la homosexualidad en la Iglesia en los Estados Unidos lleva el sugestivo título de “El rito de la sodomía”.
ResponderEliminarAugusto del Río
Respecto de Buela me pregunto cómo puede suceder que aún hoy con toda el agua que paso por el río existe gente como el anónimo de las 9:17, y los propios miembros del IVE que lo defienden y/o hacen de cuenta que no ha pasado nada. El fiel católico no debería acaso, por un deber de justicia ,ponerse siempre del lado de la víctima?
ResponderEliminarSon cosas que jamás lograré entender.
Todo bien con la obra del IVE al rededor del mundo, pero eso no justifica la triste y real historia del fundador, tapar el sol con una mano no a esta altura es un imposible.
Para mantener una buena opinión entre los camaradas, para no ser visto como un mal IVE-ista, hay que citar frases del padre Buela con alguna asiduidad. Cuando Roma se expida puede ser que esto cambie.
EliminarLa oscuridad crece en el vacío.
ResponderEliminarEl vacío es la relajación moral, que depende de la relajación doctrinal y litúrgica, en esta época como en todas las demás. Lo particular de esta época es que la relajación es universal y no localizada.
Por lo que revela el reportaje, la autora desnuda las desviaciones de los padres fundadores de comunidades que en Francia cayeron en abusos de poder, espiritual y hasta sexual, de sus seguidores.
ResponderEliminarInterpreto que ese relajamiento de la fe que según Céline Hoyeau surgió a partir de los años '70 al calor de las ideas anarquistas de la juventud revolucionaria del '68 con su lema de "prohibido prohibir", bien pudo ser el fermento de la apostasía de la fe que explotó en el siglo XXI al calor de la ideología de género que acabó por subyugar no sólo a sacerdotes sino también a numerosos obispos y cardenales, un verdadero cáncer terminal que se ha convertido en la ofensiva demoledora que está a punto de volar los cimientos milenarios de la Iglesia.
Prueba de lo dicho es la noticia de que en abierto desafío a Roma, 2.500 sacerdotes alemanes anunciaron que el próximo 10 de mayo bendecirán a todas las parejas homosexuales que lo deseen.
Si bien al amparo del "prohibido prohibir" Céline Hoyeau afirma que aquellos fundadores franceses esterilizaron las voces de alarma de algunos buenos obispos que advirtieron el peligro de esas nuevas comunidades, sospecho que en el caso alemán ocurre todo lo contrario, porque es imposible que los obispos hayan ignorado lo que tramaban sus sacerdotes.
Más bien me inclino a pensar que se trata de una conjura en la que todos son cómplices, razón por la cual lo del 10 de mayo será un globo de ensayo que lanzarán a modo de prueba para ver la reacción que provoca en Roma.
Todo indica que se trata de un vermucito como anticipo del plato fuerte que probablemente pondrán sobre la mesa en octubre cuando los obispos anuncien sus reformas explosivas, verdaderas herejías que provocarán el cisma más grande que han visto los siglos dado que muchísimos obispos por el mundo comparten la apostasía de los alemanes.
La pregunta del último párrafo, efectivamente, no tiene respuesta. No sabemos qué hay en el fondo de estos tipos. Lo ilustra muy bien la escena final de Otelo, cuando Yago, preguntado por el motivo de su felonía espantosa, se niega a contestar y se encierra en el silencio.
ResponderEliminar"Demand me nothing: what you know, you know:/from this time forth I never will speak word".
Ese silencio es el misterio del alma del psicópata, que incluso lo envuelve a él mismo. Es posible que ni ellos puedan discernir sus motivos, ocupada toda su mente por su propio ego deformado.
El fondo de muchos de esos fundadores es fácil: son psicopatas de manual (estoy hablando en términos psicológicos no lo que entiende el vulgo). Personas cuyo único interés es el poder y sus deseos sin tener ninguna empatía (sin corazón) por el prójimo. El endosamiento que les proporciona la religión solo aumenta el autoengaño y el mal de su comportamiento. El P. Castellani en su Psicología los describe magistralmente.
ResponderEliminarLa gran pregunta es por qué han ido en aumento desde el siglo XVI, se ha acelerado en el XIX y ha llegado a su culmen en el XX.
En la Edad Antigua no hay sombra de fundadores (S. Benito, Basilio, Fructuoso, Bernardo, Bruno y demás dieron reglas que las más veces eran redactadas colectivamente y alguno hubo que ni entro en la orden como S. Alberto de Jerusalén); en la Edad Media los así llamados no lo son como hoy se entiende, se les unían quienes querían vivir como ellos habiendo órdenes que llegaron a contar con 12...
En el XVI empieza a cambiar la cosa pero controlada pero en el XIX se aceleró con las nuevas fundaciones pero se mantuvo bajo ferreo control por el papado hasta que con el Vaticano II explotó al soltarse los lazos del papado autocrático en miriádas de enviados de Dios hipostasiados. Su culmen lógico y absurdo lo muestra la Iglesia Palmariana de Troya.
En mi opinión tiene varios factores clave, no de su nacimiento, sino de su desarrollo: Devotio Moderna (exageración en la obediencia de caracter militar y no fraterno)-Supremacía de la Acción frente a la Contemplación (en el fondo es la Devotio Moderna llevada al exterior) -Decadencia y casi desaparición de las Ordenes Monásticas y Mendicantes desde el siglo XVIII (eran las que podían ver más profundamente los peligros, las que los cortaban o controlaban como se puede ver en los dictamenes e informes que elaboraban).
Ya que toda la culpa, lo que no hace la autora según la transcripción, para algunos está en CVII, respecto a las "nuevas fundaciones" hay que revisar cuantas de ellas, si son de los años 70 todas probablemente, fueron fundadas por consagrados formados antes del CVII, de la misma manera que todos aquellos que abandonaron en aquellos años el sacerdocio o sus congregaciones ya masculinas, ya femeninas, fueron formados antes del CVII. Parece que muchos males provenían de tiempos anteriores al quizás malogrado concilio. Para lo que si sirvió el CVII, independientemente de su eventuales errores doctrinales, buscados o no, conspiraciones o no, es que la Iglesia dejó de controlar, de ser mater et magistra para ser abuela consentidora, los fundadores camparon a sus anchas, se abolió el index, sirvió para plegarse al zeitgeit y los desastres y yerros formativos que pudieran existir antes no sólo siguieron sino que se acentuaron.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarRespecto al posible rol del Concilio Vaticano II como posibilitador o directamente causa de estos casos, quiero recordar el caso de una comunidad fundada en España varias decadas antes de ese Concilio. Caso en que el fundador - por parte del cual no hubo abuso sexual alguno, aclaremoslo - era un claro ejemplo de trastorno narcisista de la personalidad e imprimio un perfil a su imagen a la organizacion por él fundada. Hay sitios donde ex-miembros de esa organizacion testimoniaron su experiencia traumatizante en ella.
ResponderEliminarNotemos que los trastornos de la personalidad no son necesariamene incompatibles con la santidad personal, en el caso de este fundador declarada canonicamente por la Iglesia. Porque pueden ser un bagaje que el individuo no puede superar y que condiciona sus buenas intenciones. Permitanme describirlo con un toque de humor:
- Doctor, qué es el trastorno narcisista de la personalidad?
- Es un invento de algunos idiotas que no quieren reconocer que algunos somos superiores y que nuestro intento de controlar los pensamientos y la vida de los demas es por su bien.
W, Ud deja pasar comentarios como el de Valerie para que nos hagamos al menos una idea de la clase de comentarios que Ud debe filtrar en su blog?
ResponderEliminarBien dicho, Eck.
ResponderEliminarSi no recuerdo mal, por algo Trento limitó la creación de nuevas órdenes, hasta tal punto que la Orden Carmelita pasó raspando.
valerie
No le dé más letra a los detractores del tradicionalismo. Wanderer no apoya descaradamente al NOM ni nada de lo que usted dice (y lo digo estando profundamente en desacuerdo con él, como quedó de manifiesto en mis comentarios). Comentarios como el suyo desprestigian todo, y hacen difícil la comprensión, dando lugar a los prejuicios como los que hemos visto en estos últimos días aquí.
Che, Valerie, ¿Cómo se que no sos una infiltrada reptilieana del IVE que lo ataca a Wanderer por fomentar que los seres humanos sobrevivan al COVID-19? Seguro comés ratones vivos como los extraterrestres de V - Invasión extraterrestre.
ResponderEliminarSebastián M. S.
PD: Ya que para vos no existe el virus, andá a cualquier hospital público a ofrecerte como voluntaria. Los pibes están matados ayudando a que los enfermos sobrevivan.
Sería bueno saber en qué hospital público laburas vos. Yo hace 25 años que atiendo en un hospital público en BsAs. Y no veo lo que decís.
Eliminar¿Anduviste por el de Tigre últimamente?
EliminarSebastian M. S.
Pampeano, en el pasado habrían sido muy controlados los "fundadores". Con el CVII se dio rienda suelta a la bestia del abismo.
ResponderEliminarSebastián M. S.
Andreas:
ResponderEliminaruna pequeña corrección. Lo que Ud atribuye al Tridentino fue el IV Concilio Lateranense. El canon 13 dice:
«Para que una excesiva diversidad de religiones (es decir, de reglas y de fundaciones religiosas) no conduzca a una seria confusión en la Iglesia de Dios, prohibimos firmemente que en el futuro se funden nuevas religiones; y quienquiera que desee convertirse a una nueva religión, tome alguna de las ya aprobadas. Igualmente, aquellos que deseen fundar una casa religiosa en el futuro, adopten la regla e institución de las religiones ya aprobadas. Prohibimos también que nadie presuma tener la condición de monje en diversos monasterios y que ningún abad presida varios monasterios».
Señor Wanderer, por favor no nos haga leer comentarios como el de Valerie. Entiendo que usted tiene que hacerlo, y lo lamento mucho. Pero tenga un poquito de misericordia de sus lectores.
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ResponderEliminarMe parece que en los tiempos de San Pedro Damián era mucho peor que ahora cuanto a laxismo
Pero , no tengo explicación .
Buenas noches; no he podido aportar nada al entrañable disparate de las vacunas que se ha suscitado, sobre las vacunas no tengo opinión, aunque estoy vacunado, felizmente vacunado. Sobre las causas del vicio por los menores mi opinión es que más que causas hay excusas, yo me he acostumbrado a diferenciarlas. Hay cosas que se deben diferenciar, y otras que no, qué bien lo explicó Aristóteles y qué poco caso se le ha hecho.
ResponderEliminarTengo una buena opinión del señor Wanderer, no puedo decir lo mismo de algunos comentaristas a los que he dejado de leer, como dejé de leer al Papa Francisco, hay ocasiones en las que leer es un vicio. Les deseo lo mejor a casi todos, y al resto lo que se merecen, y un poco más.
Valerie, hágase ver, lo suyo es serio.
ResponderEliminarY, encima, hay que llamarlos "el Padre", al punto que, en el círculo, esa es la denominación. No hay más "padres", el resto son nada. Leo con interés estos post, pero solo me revuelven la memoria. Por suerte, solo sufrí abuso de conciencia. Pero fue tremendo. Fue como si mi adolescencia se prolongara. Se rompió por pura gracia de Dios esa relación malsana. Y me costó muchísimo. No sólo años desperdiciados, sino humillaciones cuando te estás yendo y la sensación de "¿cómo pude meterme acá?" Nunca más.
ResponderEliminarPero, doy fe, el tipo ni se dio cuenta. Creo que se sabe un salvador de la Iglesia, aunque, bueno, fracasa olímpicamente, pero él todo lo hace bien.
¡Ánimo! El Señor te iluminó, se te abrieron los ojos y tuviste la fuerza de la gracia para elegir irte.
EliminarMe permito recomendarte que hagas un camino de sanación espiritual. Sobre todo la experiencia de un retiro de sanación con imposición de manos, Adoración al Santísimo, preparación de una buena confesión y el espacio para expresar verbalmente y desahogar en una charla espiritual.
Esto le ha cambiado la vida a mujeres que abortaron, a víctimas de todo tipo de abusos, a seminaristas tentados hasta la desesperación, a laicos que fueron manipulados mientras eran religiosos, y a personas maduras heridas por todo lo que te hiere después de haber vivido unos años sobre esta tierra.
"Por suerte, solo sufrí abuso de conciencia". Conozco casos de ex religiosos que lo sufrieron hasta los límites y sus vidas nunca más pudieron ser normales. No hay que subestimarlo. No es simplemente manipulación, puede llevar a un "reformateo" de la conciencia que no tiene vuelta atrás.
Un análisis excelente de estos hechos y sus resortes psicológicos y morales que posibilitan tal desastre en una congregación, instituto, o parroquia se puede leer en los riesgos de la vida religiosa libro de Don Dysmas de Lassus.
ResponderEliminarAgradecería profundamente a don wanderer si lo publica y comenta capítulo a capítulo. Una joya sin desperdicio. Y admira el ataque al libro de parte de un ínclito miembro y profesor de un instituto argentino... pica la verdad?
Mucha psicología y poca teología ¿No será como dice San Pablo en Romanos que "cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador"?
ResponderEliminarEs corta la bocha: Dios hace que te hagas a ti mismo aquello que pretendes hacerle a Él. Si haces de Dios un tirano abusador tu te convertirás en un tirano abusador, si inviertes a Dios tu te convertirás en un invertido, si lo haces un ñoño sentimental, tu te conviertes en un ñoño sentimental, si lo haces juez implacable tu te vuelves así.
Me sorprendió ampliamente la investigación del año pasado sobre el padre Josef Kentenich, a quien se lo acusa de haber abusado de religiosas. Realmente no esperaba esta situación (aclaro que no soy miembro de Schoenstatt). Espero, sinceramente, que sea una mentira a modo de boicot para suspender su causa de beatificación; sin embargo tengo entendido que los testimonios, aparentemente, cumplen los mismos modus operandi que el resto de casos de "padres fundadores", lo cual no es un buen augurio.
ResponderEliminarAgradecería si pueden brindar más información sobre el tema. Gracias y Saludos.
AP.
Jorge R, sí, desde luego lo que dices es perfecto. Recuerdo ahora que Castellani dice en una de sus homilías, que la homosexualidad es castigo por el ateísmo... dice que puede ser porque la homosexualidad es una degeneración corporal, y se corresponde con la degeneración mental del ateísmo.
ResponderEliminarEl paseador de perros, gracias, tenía mala la memoria sobre cuál Concilio fue.
Wanderer, justamente ayer, Steve Skojec de 1Peter5 publicó un artículo relatando su experiencia en los Legionarios de Cristo y una comparación con el Opus Iudei (a partir de la realidad de que los Legionarios de Cristo consideran al Opus sus más acérrimos enemigos/competidores). Nunca se dirá lo suficiente sobre los daños que causan los abusos espirituales y psicológicos, aunque no incluyan el abuso carnal. Y esto no sólo en la vida religiosa. Yo fui seminarista diocesano 6 años, y puedo decir sin faltar a la verdad que fui abusado, espiritual y psicológicamente. (Castellani me ayudó a empezar sanar, por cierto)
Anónimo de 16 de abril de 2021, 9:49, la obra del P. Kentenich es cuanto menos "extraña" y tiene muchas aristas dudosamente canónicas. Nunca quedó claro porqué fue enviado a Milwokee ni cómo fue a Roma en tiempos del CVII. Por otro lado, hay una teología con un foco excesivo en el "Pater", confundiendo muchas veces la imagen del P. José Kentenich con la de Dios Padre, a lo que debe sumarse elementos de psicoanálisis que poco o nada tienen que ver con el misticismo tradicional. También los juramentos de fidelidad "sequese mi diestra", son impropios de una orden o comunidad católica, y por eso mismo nulos e inválidos.
ResponderEliminar¿Hay gente buena allí? Cantidades. Pero la organización en sí es poco saludable. Si no hubo abuso, el contexto de autoridad, juramentos y la devoción al fundador, no podrían haberlo impedido.
Como muchos otros institutos actuales, debería regularizarse cuanto antes y obedecer las formas tradicionales de la Iglesia Católica. En los hechos, los motivimientos on pequeños cismas asumidos de forma diplomática.
Sebastián M. S.
Entendería que uno de los que está el la foto es el petiso Ianuzzzzi, ya juzgado y reducido al estado laical, y creo que en proceso de apelación.
ResponderEliminarSerá por ello que don Wanderer no pone foto de los "monjes" del Monasterio del Cristo Orante?
Digo, nobleza obliga..
Le pegamos a Buela, y está muy bien eso..
Pero no olvidemos a los otros "mendocinos" del Tupungato...
Me parecería justo...
SL2
A Cristo tambièn lo juzgaron sin sentencia previa
EliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarCreo que la tesis de la autora es en gran medida cierta, aunque hay que tener en cuenta que el fenómeno de fundadores sancionados o con acusaciones, aunque no exclusivo de Francia (ahí está la Legión de Cristo, el Sodalicio de Vida Cristiana, el fundador de Tocca de Asís, etc.) sí es particularmente importante en ese país. Sin embargo, me parece un error circunscribir el problema de los abusos a esto. Es cierto que los fundadores en estos años de erial espiritual han sido vistos como una tabla de salvación en la Iglesia y es cierto. Recuerdo que el mismo Jean Vanier, citado en la lista de fundadores de la entrevista, decía que el problema era que los fundadores no tenían límites ni nadie que les vigilara. Pero también es cierto que los últimos años la Iglesia se ha centrado en intervenir Movimientos y congregaciones nuevas, con justificación válida casi siempre, pero no ha movido un dedo para parar la tolerancia al pecado en las congregaciones de siempre: abusadores trasladados lejos, homosexuales activos tolerados, incluso parejas trasladadas juntas. Se obvia la extraordinaria relevancia de la homosexualidad en los abusos en la Iglesia y la nula oposición a ella en la mayoría de las diócesis y congregaciones religiosas.
ResponderEliminarLos fundadores, como cualquier cristiano, no son santos por decreto y pueden y tienen problemas. Ha pasado y seguirá pasando. Se hace bien en señalar las tendencias y riesgos que existen en ellos, pero no sería justo ni poner a todos los aludidos en el mismo plano (el hermano Ephraim de la Comunidad de las Bienaventuranzas fue apartado por ponerle los cuernos a su mujer) ni olvidar que el problema real, la mayoría, está en lugares donde no se pone la lupa.
ResponderEliminarComo explicamos , que una base firma , general e indiscutible del espíritu y de la acción de lo que hablamos es justamente el Padre Castellani ...?
Creo que hierran, desde el otro lado del atlántico, al intentar enjuiciar este libro y esta autora desde las experiencias vividas en Argentina o México.
ResponderEliminarEl caso francés es del todo original y hay que seguir estudiándolo. Y eso que, en este libro, se dejan a un lado los abusos cometidos por fundadoras por no ser éstos de carácter sexual pero sí de conciencia y de autoridad.
Por último, y sin querer desestimar nada, después de un estudio serio del tema, diría que el tema de la sodomía poco o nada tiene que ver. Muchos de estos abusos (Efraim, Vanier, los hermanos Philippe...) son a mujeres a las que dirigían espiritualmente.
Don Dysmas de Lassus, Cucci y Zolner o Cencini son lecturas que ayudan a entender este tema. Pero también el reporte a la CDF de un antiguo prior de un monasterio que acusó a su joven Congregación de utilizar estos resortes espirituales y psicológicos para manipular y abusar de las personas.
Hierran? Nos ponen herraduras? 😳
EliminarApreciado Wanderer, convendría establecer una relación entre la aparente "firmeza de la fe", y el reclamo de una "obediencia ciega", tal como se ha propugnado para distorsionar la inteligencia (no de los "novicios", pues no los hay) de los miembros de ciertos institutos sacerdotales, que ponen en peligro la Fe, y a veces hasta la propia vida de sus integrantes.
ResponderEliminarTengo en mis más cercanos, un adoctrinado ex-sacerdote de los Servii Trinitatis, con su vida destrozada a causa de una obediencia malentendida a Don Grati. Posiblemente fuera un buen hombre, pero lo excedía su "ideología" joseantoniana.
Gracias por tratar nuevamente este tema de los "fundadores".
Ernesto
Los sacerdotes tienen un poder muy grande sobre los fieles: imparten sacramentos que habilitan el perdón, o no, de los pecados. Por otro lado, la obediencia es uno de los tres votos (pobreza y castidad son los otros) o sea, algo positivo dentro del sistema de valores de nuestra religión. Y finalmente, tenemos la obligación de ofrecer nuestros sufrimientos a Dios como camino de santificación.
ResponderEliminarSon los ingredientes perfectos para que florezcan los abusos. En épocas pasadas, en donde la superioridad moral de la autoridad se tomaba por defecto, estos abusos no eran denunciados, y si lo eran, se trataban entre bambalinas - hubo un caso en mi familia, dio para posiciones anticlericales muy fuertes y un desprecio enorme por la Iglesia. De mi parte, tuve un encontronazo: soy practicante, pero desde ese entonces debo admitir que mis creencias rayan en la herejía.
Ahora no es así, por eso la sucesión de denuncias que nos dejan a todos anonadados. Obviamente, a alguien hay que culpar - el Concilio Vaticano II viene de figurillas. No es el Concilio, son las maneras en como se ejerce el poder dentro de la Iglesia. Esto va a seguir pasando mientras no haya mecanismos de fiscalización.
Interesante comentario. Hago una pequeña aclaración: solamente las órdenes y congregaciones religiosas tiene "Votos" (obediencia, pobreza y castidad). El resto (los sacerdotes diocesananos y el clero en general) tienen "promesas". Parecen similares pero tienen diferencias al fin y al cabo.
EliminarAP.
Cómo soy un converso, no sufrí lo que algunos sufrieron, es lamentable lo sucedido, pero debo decir que también se construye con Bosta cuando faltan ladrillos. Marcelo
ResponderEliminarMI humilde parecer, después de haberme confesado aunque sin tener nunca director espiritual, con curas del IVE; Opus, Miles C. y demás grupos, es que parte del cataclismo post conciliar tuvo que ver con la falta de certezas. El hombre quiere que le digan la verdad y que hay una verdad. Necesita, porque es natural, aferrarse al ser frente al devenir. Y como la Igesia jerárquica se auto mutiló y se negó a dar certezas o a seguir predicando verdades eternas, superiores al tiempo y al espacio, la gente "buena" se aferró como si fuera la Revelación misma a estos personajes. Y así la cantidad de mermelada en la tostada (sic!) era algo dogmático al nivel de la asistencia a misa o la Santísima Trinidad.
ResponderEliminarPor supuesto está antes el rpoblema de la deformación de la obediencia en la mentalidad pre conciliar, que fue utilizada por el enemigo para destruir todo en nombre de la obediencia. El golpe maestro de Satanás diría Mons. Lefebvre.
El concilio fue la explosión de muchos temas que venían siendo tapados, más o menos bien o mal que, combinado con de la devotio moderna, arrasó con todo.
Es largo el tema, pero esos "fundadores" hicieron daño y alargaron la agonía de la Iglesia post-conciliar.
No estoy de acuerdo con Andreas en que siempre se trate de relajación litúrgica, al menos reduciendo el alcance de lo litúrgico al plano exterior (rituales, ornamentos, incluso el buen gusto de edificar iglesias con una arquitectura que sirva al culto y sea catecismo de piedra), pues conozco una diócesis Argentina donde, si veías un cura de sotana, decir bien la misa y hasta algo de latín, cantado que era p... No era en todos los casos, ciertamente. Buenas predicas, seis candelabros, casullas guitarra, peeeeero.
ResponderEliminarY luego, los hay en todos los planos. El problema está en que hilan muy fino, y nadie dice nada. Les pongo un ejemplo. No quiero generalizar, por favor, pero hablo de lo que ví personalmente. En ciertas zonas, el ser sacerdote implica comida gratis, buen coche, privilegios que ya no existirán tanto en Buenos Aires y las grandes polis, pero en el interior aún se trata al cura con mucho respeto y hasta la vieja mas humilde le lleva pan calentito recién sacado del horno de barro.
Muchas veces el muchacho que entra al seminario conoce a un párroco que lo hace partícipe de estos bienes, lo ve como un ejemplo, y se dice "y por qué no?" total en el seminario aprueba cualquiera, comida y cama gratis durante un tiempo, y si no llego al menos no me gasté el lomo.
Y así es como llegan a un seminario, y deslumbrados por las ciudades y todo lo que en su casa no tuvieron nunca, se dejan uncir como eslabón a una cadena de perversidades que empieza primero por una borrachera jocosa en la canónica de algún cura que les unta las manos con un poco de la colecta del Domingo. Chiste va, chiste viene.
Para el próximo fin de semana a la borrachera se le suma el quedarse a dormir, y ver al cura en calzones que hace bromas subidas de tono. Y luego al sobre con el cura.
Por estos "favores" reciben sus beneficios, y algún querido especial de algún párroco que tenga algo que ver en algún instituto de formación docente conseguirá transformar al más inepto e ignorante en un licenciado en algo.
Y luego ese licenciado en algo escalará en el clero (o no) pero lo cierto es que la rueda sigue girando. Claro, son mayores de edad... pero no es un pecado grave aunque no sea un abusador de menores? que, dicho sea de paso, da la casualidad de que casi todos los abusadores de menores son homosexuales.
En fin, es un tema muy complejo, y por demás difundido.
U' Sceccu
«Y luego al sobre con el cura».
ResponderEliminarNo debería ser tan lacónico, tiene que ilustrarnos con los sellos que ponen al sobre. A un servidor la filatelia le interesa mucho. Cordiales saludos.
Anónimo de las 10:49, la Iglesia supo tener un "mecanismo de fiscalización". La Santa Inquisición se encargaba de estas cosas también. Hasta tenemos un documento papal que exige se le aplique a los curas pervertidos el mismo castigo que entonces se usaba en los tribunales civiles: pena de muerte.
ResponderEliminarU'Sceccu, yo también conozco curas afeminados (por decir lo menos) que posan de tradicionalistas litúrgicos, porque les gustan los trapos, como se dice. No me refiero a la pura exterioridad en mi comentario. De hecho, y creo que ya se ha dicho, uno de los problemas es precisamente la exteriorización que vino con la devotio moderna. Los ritos, que debían ser guías de la oración para interiorizar la fe, se convirtieron imperceptiblemente para muchos en "ceremonias mágicas" (como decía el p. Castellani). Luego se echó todo por la borda con la destrucción litúrgica, pero el problema de fondo nunca se trató.
Don W. y seguidores: la memoria me decía que este tema había sido ya tratado y muy bien tratado hace tiempo en este mismo sitio. Me costó dedicarle un par de horas por tres días, hasta que logré dar con la publicación. Lleva siete años !!! Para mí fue esclarecedor. Pongo el enlace. Vale la pena . Gracias don W. por sus aportes. JGF
ResponderEliminarhttp://caminante-wanderer.blogspot.com/2014/06/de-fundadores-y-fundaciones.html
Para Anónimo (17-abr-2021 19:47):
ResponderEliminarLe hubiera bastado con introducir "fundadores" en el buscador de este blog ("Buscar este blog", a la derecha, entre "Seguidores" y "Entradas populares") y lo hubiera hallado al instante, entre otros:
http://caminante-wanderer.blogspot.com/search?q=fundadores
ResponderEliminarNihil novum sub sole
Interesante historia de esa Beata , publicada hoy en Infovaticana .
Lucrezia Bellini
infovaticana.com/2021/04/18/hija-de-una-monja-poseida-por-el-diablo-y-beata-protectora-de-los-exorcistas/
Al final, Bouyer tenía razón cuando en su libro "La Descomposición del Catolicismo" compara la situación de la Iglesia postconciliar a la de un joven que acaba de salir de su casa y disfruta de una nueva libertad, y lo primero que hace es ir a un burdel dónde contrae sífilis.
ResponderEliminarLa Iglesia de los cincuenta estaba "aprisionada" en un ambiente aún conservador, el libertinaje sexual y las distracciones tecnológicas aún eran cosas que se estaban construyendo en reservados ambientes de Europa. Pero cuando esto explotó en el 68, esa joven Iglesia que había llegado a "la madurez" o "autoconciencia de si misma" (no sé qué rayos es eso) de vio libre de juntarse con el mundo lejos de la prisión del 50.
El resultado: irse a los burdeles más cercanos que había (en aquel entonces la democracia y el comunismo) para infectarse de alguna fea enfermedad terminal
Da mucha risa leer a detractores del Concilio citar a Bouyer... Él criticó lo que ocurrió después del Concilio, así como señalaba las faltas del catolicismo preconciliar, pero jamás se le ocurrió desconocerlo, siempre lo defendió. Deberían de leerlo más allá de La descomposición del catolicismo, y estudiar este libro tomando en cuenta todo su pensamiento y ver cómo encaja perfectamente. Además es muy recomendable conocer lo que opinaba de Lefebvre.
ResponderEliminarSí, el libertinaje sexual solo existió después del Concilio, la Iglesia del Papa Alejandro VI es un mito seguramente, jaja. La sodomía también nació en los 60's.
Nostálgico, hable de lo que opinaba Bouyer delcatolicismo integrista de catecismo apologético en esa misma obra que cita, ¿o solo leyó lo que le agrada? Si se entera se va de espaldas.
Contar Jr, el mal siempre existió, pero prevaleció donde no le pusieron límite. El CVII fue tomar las tendencias autodestructivas de la Iglesia y bajarlas al papel. Su resultado son la runfla de psicópatas y degenerados que fundaron su boliche, y varios vecinos de Santa Marta (de noche, los que "no comparten" deben cerrar la puerta del cuarto con doble llave).
EliminarSebastián M. S.
¿De veras es tan difícil ser intelectualmente honesto?
EliminarUsted apunta a troll.
¿Porque no está de acuerdo y cae en el insulto? Yo soy honesto, si tiene algo en que refutarme, hágalo, sino guarde silencio. Defender una banda de degenerados condenados por la justicia, eso sí es vergüenza.
EliminarSebastián M. S.
Sebastián, es con Congar Jr. no con usted. Quedó confuso por el sistema de respuesta de los comentarios.
EliminarA Congar Jr:
ResponderEliminarCuando Alejandro VI fornicaba en Roma, la reina Isabel la Católica promovía una reforma del clero en España y en las universidades se escribían tratados de moral cristiana. Ahora, cuando Pablo VI publicaba la "Humanae Vitae", el rey Juan Carlos estaba engañando a doña Sofía y regalando una España católica a la democracia liberal, mientras que las universidades europeas empiezan a dar catedra sobre aborto, feminismo y exploración de sexualidades alternativas.
A eso apuntaba mi comentario, no a negar la existencia del pecado en otras épocas, porque sería algo tonto de mi parte.
En cuanto a la opinión de Bouyer sobre el catolicismo integrista de catecismo apologético, le diría que es la parte que mas disfrute del libro, a mi también me aburré esa visión de nuestra religión como también me aburre tener que hablar del Concilio en pleno siglo XXI, no defiendo ese blanco y negro de pre-62 bueno buenisimo y post-65 malo fatal. No me interesa una iglesia encerrada en los 50 como de igual manera me aburre la iglesa encerrada en los 60.
Ya me ha quedado bastante clara su posición y la comparto hasta cierto grado. Una disculpa si me leí ofensivo, es que me causa frustración leer ideologizados (usted no es el caso) que repiten cosas aisladas para que encajen en una visión "tradi" que no corresponde a la realidad. Una disculpa por prejuzgar.
EliminarUna pregunta de Tradi Ideologizado: ¿Dejaría a sus sobrinos menores de edad pasar la noche en Santa Marta? ¿Le parecería bien que tengan al Card. Law como director espiritual? ¿Sugeriría que tengan un retiro con Ricca?
EliminarVamos, sea sincero, deme el ejemplo de "honestidad intelectual".
Sebastián M. S.
“Los sacerdotes, hijitos míos, por su impiedad y su irreverencia al celebrar los santos misterios, por su amor al dinero, al honor y a los placeres, se han convertido en cloacas de impureza." Nuestra Señora de La Salette.
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