Pregunté en estos días a varios amigos su primera opinión sobre Dignitas infinita, la última emanación del cardenal Fernández. Todos sin excepción, me dijeron que no la habían leído y que no lo leería, pues carecía de todo interés. Me pregunté entonces si valía la pena dedicar mi tiempo a escribir sobre el documento y distraer la atención de los lectores sobre estas cuestiones. El cuestionamiento es sincero, aunque hace algunos años hubiese parecido disparatado, y lo es porque estamos frente a un hecho indiscutible: el pontificado de Francisco está acabado, perimido; lo único que podrá hacer hasta que llegue el momento de su partida a la Casa del Padre es durar y, mejor aun, mantenerse en silencio. Ya sabemos lo que sucede cuando actúa: basta ver el caos que ha provocado en los últimos días en el vicariato de Roma.
Siendo honestos, hay que decir que el documento es menos malo de lo que podría haber sido. Dice unas cuantas verdades de sentido común católico —ningún católico jamás pensó que estaba bien la maternidad por subrogación, por ejemplo—, aunque las dice de un modo superficial, a lo Tucho. Un elenco de estos aspectos positivos del documento fueron comentados por el Prof. Roberto de Mattei en un artículo aparecido ayer en Rorate Coeli.
Pero por más bueno que pudiera ser el documento, lo cierto es que la figura del cardenal Víctor Fernández perdió toda autoridad desde el momento en que emitió Fiducia supplicans con la necesaria explicación posterior, y que provocó levantamientos episcopales de dimensiones continentales, y luego que se conoció su libro oculto en el que se revelaba su gusto por el erotismo y su placer por desgranar relatos escabrosos. Un cardenal pornógrafo y que provoca divisiones en la Iglesia pocas veces vistas, no puede estar al frente del dicasterio que defiende la ortodoxia de la fe. Debería renunciar y conseguir ubicación como capellán de un convento de monjas (no de frailes, para evitar confusiones). Si no lo hace, es simplemente porque no tiene dignidad —ni finita ni infinita—, y porque se sostiene en su puesto exclusivamente por la voluntad tiránica y omnímoda de su valedor. En estas circunstancias, aunque Tucho escribiera una nueva Pascendi no sería tomado seriamente ni por tradis ni por progres. Por eso, lo mejor que puede hacer es permanecer en silencio; sin hablar ni escribir, porque todo acerca de lo cual hable y escriba quedará manchado y perderá cualquier tipo de eficacia. Permanezca callado, Eminencia; es el mejor obsequio que puede hacerle a la Iglesia luego del enorme daño que le propició.
Lo primero que hace ruido en el documento es el nombre. ¿Es que puede atribuirse al hombre alguna calificación infinita? ¿Puede el hombre, sin caer en contradicción, siendo ser finito tener un atributo ontológico infinito? No soy teólogo, pero suena raro, muy raro.
Un segundo elemento que más que ruido, provoca un estruendo, es la insistencia en relacionar la dignidad del hombre con la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. De hecho, este documento de las Naciones Unidas se menciona en 11 ocasiones a lo largo de todo el escrito de Tucho. La argumentación del cardenal Fernández es que si bien la cuestión de la dignidad humana siempre fue defendida por el Iglesia, es en realidad con la Declaración de los Derechos Humanos cuando llega a su esplendor. Dice que se trata de un “nuevo principio de la historia humana, por el que el ser humano es más ‘digno’ de respeto y amor cuanto más débil, miserable y sufriente, hasta el punto de perder la propia ‘figura’ humana, que ha cambiado la faz del mundo” (n. 19). Es notable que Su Eminencia omita referirse a todo lo que hizo la Iglesia en favor de los más débiles, miserables y sufrientes desde sus mismo inicios. ¿Es que habrá que recordarle los Hechos de los Apóstoles en los que se trata la necesidad de los diáconos, o a San Vicente de Paul, por poner sólo dos ejemplos de entre los cientos que podríamos mencionar? Resulta entonces que una declaración constitucionalmente atea, como es la Declaración de los Derechos Humanos que nunca menciona a Dios, y que fue resistida oficialmente por la Iglesia, con el nuevo pontificado de Francisco se convierte en piedra angular de una parte relevante de su magisterio.
Y creo no exagerar cuando hablo de la concepción que subyace del pontificado de Francisco como fundacional de una nueva Iglesia, concubina del mundo. Dice el documento: “En este horizonte, su encíclica Fratelli tutti constituye ya una especie de Carta Magna de las tareas actuales para salvaguardar y promover la dignidad humana” (n. 6). Olvidémonos del De hominis opificio de San Gregorio de Nisa, y olvidémonos del “Agnosce, o christiane, dignitatem tuam” del Sermón 21 de San León Magno, cuya fiesta celebramos hoy. La carta magna sobre la dignidad del hombre no viene dada por los Padres y la Tradición de la Iglesia, sino por… Fratelli tutti de Bergoglio! Parece un chiste.
El documento, decíamos más arriba, es muy superficial, con una inexplicable abundancia de palabras y expresiones entrecomilladas, y comete errores groseros, siendo el más notable de ellos la referencia a la pena de muerte. Dice en el n. 34 que ésta “viola la dignidad inalienable de toda persona humana más allá de cualquier circunstancia”. Es decir, la pena de muerte es condenada por Fernández porque la considera intrínsecamente inmoral, con lo cual estamos ante un serio problema puesto que la enseñanza milenaria de la Iglesia, hasta el Papa Francisco, siempre consideró lícita la aplicación de la pena de muerte en casos extremos. Más aún, en los mismos Estados Pontificios se aplicó hasta el año 1870, con una decapitación en Palestrina, y muy conocida es la figura de Mastro Titta y sus labores en Piazza del Popolo. ¿Qué hacemos entonces con los papas y santos que sentenciaron a reos a la pena de muerte? ¿Los des-canonizamos? Me recuerda el grotesco kirchnerista de querer cambiar la historia según los gustos políticamente correctos de la época. La pena de muerte, en todo caso, puede ser inoportuna en la actualidad, pero el rabioso canibalismo institucional de Francisco y los suyos no puede llegar al extremo de condenar a todos los Papas y doctores que lo precedieron.
Algo análogo sucede cuando habla de la guerra. Transpirando un emotivismo completamente inapropiado para un documento de la Santa Sede, se afirma: “Ninguna guerra vale las lágrimas de una madre que ha visto a su hijo mutilado o muerto; ninguna guerra vale la pérdida de la vida, aunque sea de una sola persona humana, ser sagrado, creado a imagen y semejanza del Creador; ninguna guerra vale el envenenamiento de nuestra Casa Común; y ninguna guerra vale la desesperación de los que están obligados a dejar su patria y son privados, de un momento a otro, de su casa y de todos los vínculos familiares, de amistad, sociales y culturales que se han construido, a veces a través de generaciones. […] Ante esta realidad, hoy es muy difícil sostener los criterios racionales madurados en otros siglos para hablar de una posible “guerra justa”» (n. 39). En pocas palabras, el Papa Fransico, a través de Tucho, se carga la doctrina secular no sólo de la Iglesia sino del mismo ordenamiento jurídico, negando y condenando el derecho a la legítima defensa que tienen las naciones y negando también el concepto de “guerra justa”. Sería, según ellos, una nueva equivocación de Santo Tomás y de tantos otros santos y doctores, que el brillante intelecto de Tucho Fernández, basado en Fratelli tutti, ha venido a esclarecer. Parece un chiste…
Finalmente, el documento tiene también algunas curiosidades. Por ejemplo, afirma con acierto en el n. 57 que la consistencia científica de la teoría de género es discutida en la comunidad de expertos. Pero ¿por qué en todos los documentos de Francisco, y este mismo documento, no se pone en duda ni se alude a la fortísima discusión que hay en la comunidad científica sobre las causas antrópicas del cambio climático? Misteriosas preferencias pontificias.
En conclusión, no diría yo que Dignitas infinita sea un documento malo. Es un documento superficial y mediocre; una oportunidad perdida de haber dicho las buenas cosas que dice en un lenguaje claro y contundente, alejado del emotivismo como anclaje ético y desprendido de las circunstancias pasajeras de un pontificado que será caracterizado por la confusión y el caos.
P.S.: En ocasión de la presentación de Dignitas infinita en conferencia de prensa, al cardenal Tucho Fernández se le volaron algunas plumas. Un periodista le preguntó si no era ya tiempo de que el dicasterio de Doctrina de la Fe cambiara la enseñanza según la cual todos los actos homosexuales son “intrínsecamente desordenados”.
Fernández no respondió inicialmente a la pregunta con una simple afirmación o negación, sino que contestó que la frase en cuestión es una “expresión fuerte que habría que explicar, sería bueno que encontráramos una expresión aún más clara”. ¿Más clara aún? ¿Es que, acaso, es una expresión confusa?
Y continuó: “Lo que queremos decir es que la belleza del encuentro entre el hombre y la mujer, que es la mayor diferencia, es la más bella”. […] “El hecho de que puedan encontrarse, estar juntos, y que de este encuentro pueda nacer una nueva vida, esto es algo que no se puede comparar con ninguna otra cosa. Entonces, ante esto, los actos homosexuales tienen esta característica de que no pueden igualar de ninguna manera esta gran belleza”.
En pocas palabras, el problema de la homosexualidad es un problema estético; ¡y nosotros que creíamos que era antropológico y teológico! Rogamos a Su Eminencia que nos ahorre un nuevo libro con descripciones de estas bellezas disminuidas.
Sin dudas, nada es completamente inocuo de los que emane este muchacho, pero cómo bien se señala en el artículo, ha quedado tan desacreditado con la Fiducia que, su poder de fuego y daño ha quedado más que disminuido.
ResponderEliminarMuy buen comentario, me permito hacerle una corrección fraterna: en lugar de "emanación", yo pondría "excrección".
ResponderEliminarAbrazo
¿No sería más apropiado: "supuración"?
EliminarLo de la dignidad infinita, que en ningún caso se puede alienar o perder, me recuerda al argumento de León Ferrari, que sostenía que Dios -an sit- era el mayor violador de los derechos humanos de los réprobos. En efecto, si hay dignidad infinita no hay pena de muerte (y si me apuran tampoco cárcel) pero tampoco infierno (y si me apuran tampoco purgatorio).
ResponderEliminarNo se me había ocurrido eso último. En cualquier momento salen a decir que Satanás es el gran violador de derechos humanos y hay que cancelar el infierno (el cuál obviamente está vacío como ya sabemos por los dichos del pontífice). Estoy siendo irónico por cierto.
Eliminar¿León Ferrari era jesuita?
EliminarPorque lo parece.
Usted es muy generoso al escribir que este Señor, el Usurpador del Trono de San Pedro "partira hacia la Casa del Padre"...
ResponderEliminarQue partira, no hay dudas, lo que no es seguro es que vaya a la "Casa del Padre"...
El resto de la entrada, muy buena y muy clara Excelente el Blog!
Irá a la casa del Padre, a dejar su anillo papal.
EliminarUn mero trámite burocrático en su camino al .......
Muy bueno el artículo, don Güander. Ahora, un detalle. Cuando Ud. se refiere al momento de la partida del mago Saruman a la Casa del Padre, la pregunta que me hago es, ¿a la Casa de cuál "Padre"? Porque habrá que ver a cual de las dos llega, ¿no? A la de Arriba solo podrá llegar si antes se arrepiente sinceramente de todas las felonías y barbaridades que ha hecho, especialmente en todos estos últimos años de pontificado.
ResponderEliminarAy,Jesús,Jesús!
ResponderEliminarEn estas lineas no es mi intención defender a Mons.Fernandez,que ya esta crecidito y puede defenderse el solo...aunque no pareciera ser ese su fuerte.
Mi intencion apunta a matizar un aspecto de la nota y procurar un aporte al mismo.
Dignitas infinita "es menos malo"dice Don Wander...podria haberse dicho entonces que es bueno...y digo esto por una cuestión si se quiere espiritual.Dios de nosotros no dice que somos menos malos,sino que procura buscar al menos una brizna de bondad en nuestro obrar.
Lo segundo se refiere a cuando el Cardenal califica al matrimonio natural a traves de la "belleza".
"Solo la belleza salvara al mundo"dice Dostoyevski,comprendiendo a esta como la plenitud del camino que nace de la bondad,se nutre con la verdad y llega a plenitud en la belleza de la vision.
Mi intencion entonces es buscar una brizna de verdad y bondad y no el pelo en la leche.
Bueno...y como diria un sabio rioplatense:"por lo menos así lo veo yo!"
Ud dice anónimo..."Dios de nosotros no dice que somos menos malos,sino que procura buscar al menos una brizna de bondad"...NO. Dios dice que somos malos: MATEO 7:11
EliminarPues si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos se las dará también a quienes se las pidan!
Tiene usted razón en la cita de Mateo.Sin embargo y no queriendo entrar en un ping pong bíblico y sin de lejor ser un buenista,creo que Dios mira primero en nosotros no lo malo sino lo bueno,por aquello de ser Padre,y tanto más despues de la pasion del Hijo.
EliminarAnonimo: Su comentario es un canto a la negacion. Dice que no defiende a Trucho, pero da a entender que Wanderer le busca el pelo a la leche.
EliminarY no es verdad, viniendo de un personaje como Fernandez, no se trata de eso y Usted lo sabe. Es alguien que cauda mucho daño y que confunde a los creyentes.
Tiene razón. Don Wander no busca el pelo en la leche.Sin embargo tiene una visión negativa del documento,y a eso yo apunto.
EliminarTambien tiene razon en lo referente al mal que la teología y la moral que enseña Mons.Fernandez en el documento Fiducia es malsano para el pueblo de Dios.
Pero aún coincidiendo con usted en ambas propociciones,me sostengo en el comentario primero que dio origen a nuestra charla.
No somos buenos y por eso Dios nos mira o nos ama. Al revés, porque Dios nos mira y ama, somos buenos.
EliminarYo le contesto que no tiene Usted razon, porque cuando Wanderer dice que es "menos malo" por algo lo hace. Es un poquito menos malo porque al menos critica a la ideologia de genero, pero no basta con ello.
EliminarLa dignidad humana no es infinita, esa es una peligrosa y torcida idea, ni hablemos sobre los "derechos humanos"...
Dostoievskij ya anticipo en el Gran Inquisidor lo que iba a suceder, Bergoglio y el servil Fernandez o Ladaria, que es en verdad el que hizo este documento patetico y anticatolico, juegan en el equipo del Señor, sino mas bien en el del Maligno
De belleza, nada de nada o de lo contrario recuperarian como minimo a la Santa Misa en todo su esplendor.
Pero es pedirle peras al olmo, porque ni en los Sacramentos creen ni siquiera en Dios.
Hoy es tiempo de Santos martires no de mediocridades en las que vemos que podemos de bueno rescatar. Hablo de dar testimonio de Nuestro Señor Jesucristo que por su Santisima sangre redimio al mundo. A eso estan llamados Bergoglio y Fernandez, no a negociar con el poder mundano.
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EliminarEn infocatolica hay un interesante artículo sobre la dignidad infinita según santo Tomás y los aciertos y errores de la Declaración.
ResponderEliminarhttps://www.infocatolica.com/blog/praeclara.php/2404100256-la-dignidad-infinita#more45407
Excelente, don Wanderer. Gracias por su gran trabajo.
ResponderEliminarCristo en el Evangelio: Que su si sea si, y que su no sea no, todo lo demás viene del demonio.
ResponderEliminarManuel Adorni, un liberal argentino que hace de vocero presidencial cuando le preguntan algo: No, siguiente pregunta.
Tucho Fernández, guardián de la ortodoxia y de la pureza de la fe que nos dejo el Salvador, única que nos permite salvarnos y entrar al cielo, cuando le preguntan algo básico del catecismo: Y mira... y la verdad... ¿no es hermoso el cielo hoy? … que decía... ah si, hay que buscar una expresión mas linda, gracias.
Hay que prepararse para la proxima bergogliada, porque despues de querer pasar como defensor de tradiciones o de cosas con sentido comun, viene la de arena,casi seguro que se referira al tema de las futuras Diaconisas
ResponderEliminarLo de la conferencia de prensa muestra una de dos: cobardía para defender la recta doctrina sobre las conductas homosexuales o que a la larga se pretende cambiarla. Cosa imposible.
ResponderEliminarNegar la licitud de la pena de muerte es que además es HEREJÍA FORMAL. La licitud de la pena de muerte es una verdad de fe católica. Ésta es la profesión de Fe que se exigió a los valdenses para volver a la Iglesia:
ResponderEliminar«De potestate saeculari asserimus, quod sine peccato mortali potest iudicium sanguinis exercere, dummodo ad inferendum vindictan non odio, sed iudicio, non incaute, sed consulte prodedat»
«De la potestad secular afirmamos que sin pecado mortal puede ejercer juicio de sangre, con tal que para inferir la vindicta no proceda con odio, sino por juicio, no incautamente, sino con consejo»
(E. Denzinger, El Magisterio de la Iglesia. Manual de los símbolos. Definiciones y declaraciones de la Iglesia en materia de fe y costumbres, nº 425, Editorial Herder, Barcelona 1963).
A Francisco y a Ladaria le tendrían que haber llovido capones en el momento en que cambiaron el Catecismo sobre el tema, aunque en un ejercicio de jesuitismo ya se preocuparon de calificarlo como «inadmisible» y cosas así para evadir el anatema: supongo que fue obra de Ladaria, más listo, pero Francisco en sus discursos siempre se ha encargado de poner como sinónimos «inadmisible» e «ilegítimo». Pero esta fue la primera brecha, cambiando un tema «popular», para poder introducir el evolucionismo teológico: si antes era legítimo y ahora no, entonces cualquier verdad de Fe, con un poco de «discernimiento», «reflexión histórica actual» y un poco de jamalají-jamalajá de malabarismo sofístico, se puede cambiar a lo que se quiera. Es que antaño eran unos ignorante, Cristo incluido ante Pilatos, o no había grabadoras.
Tanto exaltar los derechos humanos y tanto condenar la pena de muerte y hasta la guerra aunque sea justa -algo siempre presente en la Tradición y el Magisterio de la Iglesia- acabaría por darle la razón a Nietzsche cuando dice que el cristianismo es una religión de esclavos.
ResponderEliminarAdemás, a eso habría que agregar una nueva "dignidad" que hasta hoy no conocíamos, la de la homosexualidad que practican las parejas del mismo sexo y que según Tucho y su jefe los curas deben bendecir en nombre de Dios en 15 segundos y en la vereda, claro. Si los católicos debemos aceptar eso, ¿seguirá siendo el hombre templo del Espíritu Santo o del vicio que lo aleja de Dios?
Ya que Tucho lee Wanderer, a ver si por favor aclara mi duda.
Muy interesante tu reflexión sobre Nietzsche, gracias.
EliminarEs la gran apostasía. Endiosamiento del hombre. Eso es lo que está pasando ahora.
ResponderEliminarEl hombre es finito, por ende su dignidad también. Éstos pensamientos lánguidos son la antesala de lo que están preparando . Lo próximo será negar juicio e infierno . Cómo usted dijo , leer ésto es perder tiempo !!! No merece análisis alguno. Ya con nombrar los Derechos Humanos , el siglo XX , sabiendo las aberraciones que ha traído ...to much !!! Basta de darle cabida a éste Trucho.
ResponderEliminarIsabella Católica
¿Acaso no viviremos para siempre, eternamente, en el cielo? O ¿penaremos, Dios no lo quiera, en el infierno , para siempre? ¿Es realmente finito el hombre?
EliminarInfinito no se dice en ambos casos en el mismo sentido. Viviremos o penaremos infinitamente porque estaremos en la eternidad, pero no porque nuestra dignidad (o especial estatus ontológico) sea infinita
EliminarEn la rueda de prensa posterior al documento, un periodista preguntó a Tucho que, si la dignidad del hombre es infinita, como se explica el infierno. Tucho contestó que habría que profundizar en la idea de Francisco de que el infierno podría estar vacío.
ResponderEliminarEl titulo de "Dignitas infinita", es más masónico que cristiano, el hombre elevado a la categoría de dios. Siguen con su labor de destructores de la Fe.
¿Es eso cierto? ¿Respondió pidiendo explícitamente profundizar en la teoría del infierno vacío?
EliminarSi, es cierto. Hay videos de la conferencia de prensa. Y ante la contradiccion entre una dignidad infinita y la posibilidad de condenacion, Tucho responde que la libertad puede ser "enferma y limitada" y ante esta limitación "nos tenemos que preguntar con el Papa Francisco, si el infierno esta vacio".
EliminarParto de la base que más del 80% de los católicos del mundo no se informan sobre lo que ocurre y emana del Vaticano o el Papa mas que por la prensa generalista. Así supieron que el Papa aprobaba bendecir parejas homosexuales. Ahora los titulares rezan más o menos que Vaticano condena el cambio de sexo, la teoría de género y los vientres de alquiler o que el Vaticano emite un documento sobre la dignidad humana que consterna a la comunidad LGBTQ, etc. Al menos por esto sirve para algo el documento.
ResponderEliminarAlguien sigue yendo a las audiencias de los miércoles?
ResponderEliminarUn bodrio total debe ser
Nestor
"El hombre, al pecar, se separa del orden de la razón, y por ello decae en su dignidad, es decir, en cuanto que el hombre es naturalmente libre y existente por sí mismo; y húndese, en cierto modo, en la esclavitud de las bestias"
ResponderEliminar- Santo Tomás de Aquino. Suma Teológica II-II. q. 64. art. 2 -
Fue Juan Pablo II el primero que habló de la dignidad "infinita" del ser humano. De aquellos polvos, estos lodos.
ResponderEliminarEn cuanto al documento recién publicado por Doctrina de la Fe, si resulta más ortodoxo que otros documentos emanados por Tucho se debe a que fue preparado por el Cardenal Ladaria y su equipo.
Antes que Juan Pablo II, santo Tomás, en el Comentario a las Sentencias, libro 1, d. 44, q. 1, a. 3 co.
Eliminar"La dignidad de la creatura recibe cierta infinitud por el Infinito al que se compara, como la naturaleza humana [de Cristo] en tanto que está unida a Dios, y la Bienaventurada Virgen en cuanto es Madre de Dios, y la gracia en cuanto nos une a Dios, y el universo en tanto que está ordenado a Dios".
Evidentemente lo sostenido por Santo Tomás se encuentra en las antípodas de lo dicho por JPII y Bergoglio, ya que estos últimos hablan de una dignidad infinita intrínseca, mientras que el aquinate la sujeta al estar ordenado a Dios y la gracia.
EliminarLa diferencia es sustancial.
Siga intentando, Don Carsten.
Por consiguiente es una dignidad secundum quid no simpliciter.
Eliminar"Como dije, lo que es intrínseco a nuestro ser es la "potencia obediencial" para ser ordenados por Dios, si Él quiere hacerlo, a la visión beatífica. Esa "potencia obediencial" es la no contradictoriedad de nuestra naturaleza con esa elevación, y requiere la naturaleza de un ser racional: cae fuera de la Omnipotencia divina que Dios eleve a la visión beatífica a una piedra, o a una planta, o a un gato.
EliminarDe ahí, de esa potencia obediencial, le viene al ser humano una dignidad infinita más elevada que la que le viene de tener a Dios como fin último natural, a ser alcanzado solamente con actos naturales de conocimiento y amor, como habría sido si Dios no nos hubiese ordenado al fin sobrenatural".
La dignidad del hombre no puede decirse simpliciter infinita, sino como señala Santo Tomás: secundum quid. Es decir, bajo cierto respecto; esto es en relación a la "dignitas filios dei fieri". En otras palabras, su dignidad ontológica es finita y sólo puede decirse infinita, en cuanto se considera en relación a la dignidad infinita de Dios de la que puede participar. Pero, siendo reiterativo, es la consideración de una relación, de un accidente, no del nivel de perfección de la esencia evidentemente limitada del hombre.
EliminarNo es extraño que un personalista como JP II sea la única refrencia magisterial de este documento.
Para el P. Santiago Martín, "Dignitas infinita" es un documento "aceptable" y que hay que agradecer:
ResponderEliminarhttps://www.religionenlibertad.com/video/154896/furia-dignitas-infinita.html
Aceptable...en fin...
Eliminar¿Vieron que, como lo adelantó Wanderer, Francisco se va a dar vueltas por el mundo pero no viene a Argentina?
ResponderEliminarPor supuesto que jamás va a venir ... acá lo conocemos bien y no nos puede engrupir ... sabemos mucho de él y lo peor ... como verdaderamente es su persona.
EliminarEs que el porteño sabe muy bien que "la confianza da asco".
Eliminar("hombre prevenido vale por dos")
Está vuelta coincido con De Mattei.
ResponderEliminarEl concepto de " guerra justa " es teórico .
ResponderEliminarLa realidad objetiva es lo que dice el documento .
y lo que vemos en los medios de comunicación .
Como lo que vemos en los medios de comunicacion?? Usted habla en serio o ironicamente? Por ejemplo en los medios de comunicacion se apoya el aborto constantemente y nadie comenta que ya se hayaa matado a mas de 200000 niños desde que se aprobo en Argentina.
EliminarO sea, existen omisiones. Pero ademas en un medio de comunicacion se dice una cosa y en el otro la opuesta. Las dos afirmaciones son ciertas??
No es demasiado soberbia esa idea de Realidad Objetiva?
Solo Dios puede acceder a ella
Nosotros, pobres mortales, quizas en breves instantes podemos aproximarnos a ella o dejarnos tomar por ella.
El Señor ha dicho que El era la Verdad.
El documento seria la realidad objetiva???
Que quiere decir con eso?
Que las patrañas que salen de las plumas y las torcidas mentes de estos sujetos que no tienen ni fe en Dios, ni le temen, son la verdad objetiva?
Supongo que no creera lo que escribio, nadie en este blog, probablementr ni Usted mismo.
Será teórico, pero obedece a una realidad: hay guerras siempre; solo serán justas entonces las necesarias para defenderse o, al menos, para evitar un daño mayor.
EliminarEsto en si no es baladí, porque obliga a unos comportamientos antes de que haya guerras, como condenar el militarismo. Y esto se traduce en doctrina.
Que quiere decir con militarismo? Que doctrina? Usted dice que hay que desarmarse? Que en un mundo como el actual no tiene que haber ejercito o policia?
EliminarO que Bergoglio tuviera que andar por ahi, por ejemplo sin ningun policia armado que lo proteja de un eventual intento de asesinato?
Porque, al fin y al cabo, si bien la situacion es bien diferente, tambien se usan armas para proteger a un Papa o a cualquier mandatario. Y si viniera un potencial asesino dispuesto a matar, la custodia papal lo bajaria de un tiro si fuera necesario, no?
Eso seria justo o no?
Lo mismo si un pais invade a otro
Y si Usted no tiene preparacion o ejercito, como podria improvisar una defensa?
Un pais no ha de tener ejercito?
O nos defendemos a piedrazos?
Estimado anónimo 7.19, militarismo es otra cosa. No se identifica con "reconocer la necesidad de tener fuerzas armadas y de seguridad".
EliminarG.
Que es militarismo?
Eliminar"La realidad objetiva es lo que vemos en los medios de comunicación".
ResponderEliminarAguda ironía o estupidez mayúscula.
Perdoneme .
EliminarMe parece que para opinar o actuar , siempre hay que tener " informaciones " .
¿ de dónde las sacamos ? sino de los medios , incluido " Wanderer "
Asi fuera una ironia le falta contexto para que haya chance de captarla. No hay razon para creer qur se trata de una ironia, salvo presumir un minimo de salud mental en el redactor.
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