Un católico, aunque no sea nazi, no puede hacer eso. Para empezar, los de nuestra religión no estamos acostumbrados al penetrante olor a naftalina de las pilchas de estos señores. Hay un simple sentido de no pertenencia que no es odio. Es ser ajeno a sentarse a la mesa con gente que te escupe cuando habla, que no te importa de lo que habla, que no serían tus amigos nunca. En serio, no es racismo, es sentido común. Es como cuando te preguntan cómo te llevás con los homosexuales y no sabés qué responder, sencillamente porque no te llevás. No son tus amigos. Sin esquivarlos no son parte de tu vida. Con los judíos igual. Y llegar a tenerlos de amigos o a la mesa es un ejercicio deliberadamente buscado, porque si no, no sucede.
Y si no, díganme cuántos asados comieron con judíos.
Esto es como las mujeres que a cierta edad les divierte tener amigos homosexuales para hablar de sus vidas privadas y jugarla de mentes abiertas. Tonterías que no duran. Muy ficticio.
¿Dime con quien andas y te diré quien eres? A la monja mercedina del Verbo que resiste heroicamente las bombas y la guerra en Siria siendo un consuelo para tantas almas la recibe 5 minutos en la Plaza de San Pedro, con los judíos...una cena!
Un católico, aunque no sea nazi, no puede hacer eso. Para empezar, los de nuestra religión no estamos acostumbrados al penetrante olor a naftalina de las pilchas de estos señores. Hay un simple sentido de no pertenencia que no es odio. Es ser ajeno a sentarse a la mesa con gente que te escupe cuando habla, que no te importa de lo que habla, que no serían tus amigos nunca. En serio, no es racismo, es sentido común. Es como cuando te preguntan cómo te llevás con los homosexuales y no sabés qué responder, sencillamente porque no te llevás. No son tus amigos. Sin esquivarlos no son parte de tu vida. Con los judíos igual. Y llegar a tenerlos de amigos o a la mesa es un ejercicio deliberadamente buscado, porque si no, no sucede.
ResponderEliminarY si no, díganme cuántos asados comieron con judíos.
ResponderEliminarEsto es como las mujeres que a cierta edad les divierte tener amigos homosexuales para hablar de sus vidas privadas y jugarla de mentes abiertas. Tonterías que no duran. Muy ficticio.
¿Dime con quien andas y te diré quien eres?
ResponderEliminarA la monja mercedina del Verbo que resiste heroicamente las bombas y la guerra en Siria siendo un consuelo para tantas almas la recibe 5 minutos en la Plaza de San Pedro, con los judíos...una cena!
Seguramente le hicieron pagar la cuenta al goim, jaja!
ResponderEliminarAmargo
Este encuentro acaeció a mediados de enero de este año.
ResponderEliminarSin ánimo de ofender, también se podría decir que fue una comida entre argentinos.
http://itonga.serversur.com/noticias/val/76213/papa-francisco-una-foto-con-rabinos-que-conmueve-al-mundo.html