lunes, 13 de marzo de 2023

Hace diez años

 




[En este día de tristes recuerdos, cuando se cumplen diez años del error fatal cometido por el Sacro Colegio, reposteo el artículo que publiqué ese día, 13 de marzo de 2013. Me equivoqué en algunas de mis predicciones, sí; pero en la mayoría acerté, y me quedé corto, lamentablemente].


Algunas primeras reflexiones con la cabeza aún bamboleante entre la desesperanza y el terror.

1) La desesperanza es el peor enemigo y la tristeza es un demonio. No caigamos en esa tentación.

2) La Iglesia es la Esposa Inmaculada del Señor. Si Él no la cuida, para qué nos hacemos problema nosotros. Que se encargue Él.

3) Somos católicos y Bergoglio es el papa. Nos guste o no. No queda más que rezar por él y reconocerlo como tal.

4) ¿Cómo los cardenales pudieron elegirlo? No lo sé. Algunos habrán comprado el cuento del hombre humilde que viaja en subte; otros habrán visto en él la cabeza de los anti-ratzingerianos. Y todos habrán pensado: A este sudaca le damos un trabajo de sudaca que ningún europeo quiere hacer: limpiar la Iglesia. Convengamos que la cloaca venía tapándose y el Alemán, cuando vio el informe que le presentaron los tres cardenales, se dio cuenta que había que había que destaparla con mano, porque no hay sopapa que aguante. Y lo buscaron a Bergoglio. Y creo que es un trabajo que el jesuita va a hacer, pero mucho me temo que tire el agua sucia con niño y todo.

5) El problema es la fe. Algunos nos recuerdan con mucha razón que Dios es capaz de hacer de las piedras hijos de Abraham, pero nosotros tenemos que juzgar por lo que sabemos y por lo que vimos. Sobre lo que sabemos de él, huelga hablar. Y lo que vimos: hagamos la composición de lugar, ya que comenzamos un periodo jesuita. El Gran Humilde es elegido papa. Se acerca el maestro de ceremonias y le indica los pasos a seguir y las vestiduras a utilizar. Rechaza el hábito coral para su primera aparición pública y le ordena a Mons. Marini que le cambie pectoral estilo benedictino que tenía preparado por uno más sencillo. Le pide a la multitud que rece por el “obispo emérito” - y no por el papa emérito- y, antes de dar la bendición urbi et orbi, casi pide que lo bendigan primero a él, inclinándose en un gesto inaudito.

Es verdad. Son trapos y gestos, pero que aparecen en los primerísimos actos de su pontificado. Quiero decir, no tuvo ni tendrá ningún reparo en hacer lo que se le ocurra y cambiar lo que le venga en gana. Bergoglio va por todo.

Puede ser esta una personalidad que sirva para destapar la cloaca y mandar a su casa o a la cárcel a todos los pedófilos y a todos los maricas enquistados en el Vaticano, y también desarmar las matufias económicas de la Curia Romana. Pero temo que se lleve puesta la fe de la Iglesia, que se manifiesta en sus símbolos. Y ya vimos los primeros.

6) ¿Qué hacer?

a. En primer lugar, lo obvio: oración y penitencia. Y agregaría, rosario, oficio divino, las plegarias más tradicionales, porque hay que

b. cuidar la fe. Ahora veo bastante más claro la expresión de “pequeño rebaño”.

Hay que cuidar la fe católica, y se la cuida siendo católicos en el tiempo. Volver a leer, una y otra vez, todos los días, incansablemente, a los Padres, a los Doctores, a los Santos. Ellos son nuestros, y nosotros somos de ellos. Ellos son nuestra morada, y con ellos estamos en casa.

c. Esto lo digo con cierto temor y temblor. Puede ser excesivo, pero en fin. Creo que hay que adoptar la misma actitud que con Kristina: evitarlo a Francisco en lo posible en la TV, en la radio, en sus homilías. Muchas me dirán: es el papa y está asistido por la gracia del Espíritu Santo. Pero yo les digo: La gracia supone la naturaleza, y su naturaleza ya la conocemos. Quiera Dios que me equivoque, pero no espero un milagro que lo transforme.


Hay una idea que me ronda en cabeza desde hace algunas horas y no puedo espantarla: Bergoglio es un jacobino. Va a ser el Gran Entregador.



Scolia:

1) Qué tristeza para los argentinos: hacerle esto a la Santa Iglesia.

2) Debo reconocer que Ludovicus tenía razón: Ratzinger fue el peor político de los últimos tiempos. Fue el Gran Duhalde: le dejó servida la Iglesia a su enemigo.

3) No hay mal que por bien no venga: ya Luis D´Elía lo advirtió en su Tweeter. Bergoglio no se la va a perdonar a Cristina. Les va a hacer pagar a los K. todas las cuentas. Creo que se puede modificar, y mucho, el panorama político del país.

4) A todos nos gustaba hablar de las profecías de los últimos tiempos, pero cuando las vemos cerca… ay, ay, ay.

19 comentarios:

  1. Día inolvidable aquel 13/03/13. Conmocionado y desolador.

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  2. Don Wander, entre tantos aciertos quisiera destacar dos:
    1) Ahora Bergoglio "va por todo". ¡Vaya si fue por todo!
    2) "¿Qué hacer? Cuidar la fe. Ahora veo bastante más claro la expresión pequeño rebaño".
    Ese acierto fue casi una profecía cumplida, el pequeño rebaño se reduce cada vez más porque en estos diez años Bergoglio ha perseguido sin piedad a los católicos de la Iglesia de siempre. Y por lo visto lo seguirá haciendo con renovados bríos, como ya empezamos a ver después de la muerte de Benedicto XVI.
    Y algo curioso, entre tantos aciertos un desgraciado error que ya quisiéramos que hubiera sido otro gran acierto:
    "No hay mal que por bien no venga: ya Luis D'Elía lo advirtió en su Twitter: Bergoglio no se la va a perdonar a Cristina. Les va a hacer pagar a los K todas las cuentas. Creo que se puede modificar y mucho el panorama político del país".
    Por lo visto, la maldad de Bergoglio fue mucho más lejos de lo que suponíamos. Aquel enfrentamiento, primero con Néstor y después con Cristina, al final resultó ser todo un fraude; al convertirse en Papa Bergoglio se sacó la careta, se alió con Cristina y nos dejó a todos con un sabor amargo en la boca.
    Tarde descubrimos la triste verdad, Bergoglio tenía la misma ponzoña que ella y el tuerto.

    Fuenteovejuna

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    1. Estimadísimos Wanderer y Fuenteovejuna, ¿a qué enfrentamiento se refieren? Nunca entendí cuáles habrían sido sus motivos, causas, razones, cuáles fueron entre ellos las luchas, los debates, las peleas, etc. Jamás vi que nadie constatara alguna manifestación seria de verdadera oposición entre ellos. A lo sumo un mero desplante, como elegir otra sede distinta a la porteña para hacer el Te Deum, pero nada más. En lo esencial, para mi, los K y Bergoglio siempre fueron camaradas o a lo sumo adversarios circunstanciales en el plano político, como si dijéramos "opositores" que todos sabemos lo que significa: gente que se finge enemiga para compartirse alguna parte del queso del poder.
      Hilbert

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    2. Estimado Hilbert
      Lo suyo me toma de sorpresa, no sé si felicitarlo, porque parece que usted percibió lo que Luis D'Elía nunca vio: que Bergoglio y los Kirchner eran cómplices.
      Y le digo más, parece que los Kirchner tampoco se dieron cuenta, porque además de ese supuesto "desplante" -como usted bien señala- que Néstor le hizo a Bergoglio cuando cambió de sede para el Te Deum, yo quisiera destacar otros dos hechos significativos. El primero fue el 13 de marzo de 2013 cuando llegó la noticia de la elección de Bergoglio. En la Cámara de Diputados la bancada de Cambiemos pidió un aplauso para el Papa argentino pero la cosa no prosperó porque el bloque del Frente de Todos se negó rotundamente. ¿Será que los diputados K también estaban embaucados creyendo que había un enfrentamiento que en realidad no existía?
      El segundo hecho ocurrió ese mismo 13 de marzo en un acto político encabezado por Cristina Kirchner. Cuando le llegó el momento de hablar y como era inevitable que algo tenía que decir sobre el flamante Francisco, a lo único que atinó fue a decir "hoy fue elegido un Papa latinoamericano". No se animó a felicitar a Bergoglio ni tampoco al pueblo argentino ante el increíble suceso de que por primera vez en la historia la Iglesia hubiera elegido a un Papa latinoamericano y que ese Papa fuera argentino.
      ¿Por qué ese encono de Cristina? Porque ella también estaba convencida de lo que había dicho Luis D'Elía: ahora Bergoglio se iba a vengar de ella y del kirchnerismo. Pero para sorpresa de todos no ocurrió nada de eso sino todo lo contrario.
      Yo tengo una teoría al respecto: Bergoglio siempre quiso que la gente sea "feliz", especialmente con los placeres del bajo vientre, algo que la Iglesia siempre condenó. Claro, para Bergoglio en Buenos Aires eso nunca pasó de un sueño de sobremesa después de una buena comida, pero cuando se dio cuenta que como Papa tenía el poder absoluto, entonces vio que todos aquellos que también querían ese cambio podían serle útiles. Y en la Argentina ese cambio moral estaba representado, sobre todo, por Cristina y el kirchnerismo.
      En realidad, no era que había cambiado de opinión sobre Cristina, lo que vio era que ella podía ser un peón más dentro del gran tablero mundial para ganar la partida de ese cambio que siempre soñó, porque para lograrlo, sus mejores socios siempre fueron los peores enemigos de la Iglesia.

      Fuenteovejuna

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    3. Mi teoría es que en el escalafón de la élite, Cristina está al menos un escalón por debajo de Bergoglio. Por eso, no supo que Bergoglio era del palo hasta que empezó a actuar o le avisaron. Típico del manejo del secreto, el que esta abajo sabe lo que tiene que saber de sus inferiores y casi nada de sus superiores.

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    4. Estimado Fuenteovejuna, gracias por su ejercicio de memoria. No soy ningún gurú. Fíjese que aún en aquello que ud. Relata no se ve nada muy distinto de los desplantes que Cristina le hace a Macri o los que alguna vez le hizo a Massa, y lo cierto es que, como decía, más allá de las escaramuzas. Entre ellos, lo cierto es que todos tienen un enemigo común: la Argentina. Una revista una vez tituló su artículo central de este modo: "todos son oposición". Creo que era Cabildo. Pues bien, los hechos que ud. Relata dan cuenta de una escaramuza dentro del nido de víboras. No se explica cuál sería la causa de la enemistad que para mi sigue siendo fingida. Tanto como su posterior amistad.
      Cordialmente.
      Hilbert

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    5. Bergoglio y Cristina se hicieron amigos de la misma manera y por la misma razón que se hicieron amigos Herodes y Platos.

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  3. Es el papa, pero yo no puedo rezar por él.

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  4. Sí, estimado Wanderer, realmente se quedó muy corto en la apreciación de la mediocridad y la vileza del personaje. En esta triste conmemoración, renovemos nuestra confianza en la providencia y la sabiduría de Dios, que no deja de proteger a su Santa Iglesia.

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  5. Las puertas del infierno no prevaleceran contra la Santa Iglesia. Ese es mi consuelo! Hay una Iglesia Triunfante que nos acompaña, esta en nosotros unirnos a ella.

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  6. Dies nefastus, día en que empezó esta pesadilla interminable con esa sensación tan peculiar, siniestra e inefable que sentimos muchos cuando Bergoglio se asomó al balcón. No era una reacción de tipo racional, era la intuición de lo que era este hombre y de lo que era capaz de hacer, como muestra este posteo.

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    1. Tal cual. Esa siesta lloviznosa del 13/3/2013, al menos en donde yo vivía y vivo, acompañaba el sentimiento de oscuridad que me invadió. Me quedé perpleja y apesadumbrada. Desde la renuncia de Benedicto tenía la idea que el Papa que siguiera tendría algo de esjatológico. Pero no estaba segura si sería al estilo del Papa de Hugh Benson o más bien el tipo Falso Profeta del Apocalipsis.
      Cuando el camarlengo dijo el nombre de Bergoglio, obtuve la respuesta. Y pensé: ¿por qué argentino Señor? ¿Por qué argentino?...

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  7. estimado wanderer, si me permite tengo la siguiente hipótesis. la historia biblica de israel puede darnos pistas del futuro de la iglesia, es decir, la constitucion del reino de israel bajo el rey david, el posterior cisma de israel bajo el rey salomon por la infidelidad de este, y luego la destruccion de los reinos de israel y de juda por los imperios de asiria y babilonia respectivamente, y el regreso a lo que fue el territorio de israel de solamente los judíos, es decir los miembros de la tribu de juda. analógicamente hablando se podría señalar, la fundación de la iglesia por parte de CRISTO sobre la confesión del apostol pedro, luego la expansión sin parar del iglesia misma por toda europa y asia, el primer gran cisma de 1054 que dividiría la iglesia en dos cuerpos eclesiales que proclamarían ser los poseedores de la autentica fe, después vendría la reforma protestante causada por la gran corrupción papal y eclesial, que llevaría un cisma peor que el de 1054, y siglos despues, finales del siglo xix y principios del xx, aparecería el modernismo que degeneraría en el progresismo radical después del concilio vaticano ii, que llevaria a una descomposición teológica, liturgica y moral sin precedente en la iglesia de occidente, a lo que hay que sumar el repugnante abuso clerical a menores de edad y la falta de fe de una parte, por no decir gran parte, del clero catolico. por ende sospecho que a la iglesia catolica romana le pasara como al reino de israel del norte, destruido por asiria, que desaparecerá casi por completo por causa de la apostasía e infidelidad al evangelio y quedando solo un reducidísimo grupo de fieles, sacerdotes y obispos errantes en este mundo. ahora bien, será analogicamente ese pequeño resto que quede un nuevo juda? no lo se no, tal vez. o la promesa de la indefectibilidad eclesial será heredada a la iglesia ortodoxa? tal vez, pero tampoco lo se. lo único que se es que ahora todo es absolutamente incierto.

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  8. Yo siempre tengo un recuerdo triste de ese día.
    Por entonces era seminarista diocesano (luego explico por si alguno se confunde con un comentario mío en otro post reciente) y estábamos en clase de Teología Fundamental, creo, con un canónigo, a la sazón párroco de la Catedral (pobre infeliz que nunca consiguió la ansiada mitra).
    Mientras, algunos "afortunados" no estaban ni estudiando, sino que habían conseguido licencia para contemplar la TV que anunciaba los resultados del Cónclave.
    Cuando se anunció la fumata blanca, naturalmente todas las clases se suspendieron (¿para qué estudiar, no?) y al oírse el estentóreo nombre (también porque el Cardenal que lo pronunciaba parecía a punto de caerse por el balcón) se empezó a festejar más o menos como el reciente Campeonato Mundial de Fútbol.
    Yo había visto a muchos de esos que ahora festejaban, señaladamente al pobre diab.. canónigo que fungía de "docente", criticar a Bergoglio en forma acre, casi violenta.
    Ante lo cual, no por virtud sino por estar confundido, y seguramente por moción de mi Ángel Custodio al cual le estaré siempre agradecido, me fui a la capilla a orar postrado en el suelo. Me acompañó otro, pero que no fue a rezar sino a tocar la campana en señal de júbilo.

    Ese día empecé a dejar de ser hiperpapalista.

    PD: en otro comentario de otro post dije que se me rechazó del Seminario por cuestiones de imagen pública.
    Eso fue luego de este episodio. El pontificado de Bergoglio me hizo salir del Seminario para pensar bien las cosas, y cuando quise regresar (tal era el acuerdo a que había llegado con el Obispo y los Superiores), me bloquearon porque "mi imagen pública estaba dañada"... o sea, yo había empezado a hablar en voz alta sobre la crisis eclesial.

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    1. Lo felicito por su coherencia, Andreas. Lo que nos relata fue lo mejor que le pudo suceder. Dios no lo quería sacerdote, igual tiene una delicada misión para usted y para cada uno de nosotros. Ya sabemos que El no necesita del número para vencer, por eso la Virgen le dijo al Padre Gobbi que estaba formando su pequeño ejército para la batalla decisiva. En ese ejército tiene un puesto de combate para todos los que soñamos con ver el Triunfo de su Corazón Inmaculado.
      Presiento que este 2023 viene más que cargadito, tanto en la Iglesia como en el mundo ocurrirán acontecimientos extraordinarios que dejarán a más de uno con la boca abierta. Debemos estar en aprestos para dar el testimonio que Dios espera de nosotros. ¡Grandes cosas vamos a ver, lo mejor está por venir...!

      Fuenteovejuna

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  9. A esta altura del partido una de las grandes preguntas es porqué un tipo como Bergoglio, que tanto gusta de las multitudes, aún no haya vuelto a la Argentina.

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    1. Porque en realidad no le gustan las multitudes.
      Esta gente (por Bergoglio y todos los que son como él) en realidad odian y desprecian a todos. Son absolutamente incapaces de amistad verdadera, ni siquiera de camaradería auténtica, sólo llega a la compinchería y se rodean de paniaguados.
      Además, sabe que las multitudes argentinas no están a su favor como le gustaría.

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  10. Estimado Reburato, porque seguramente los argentinos no lo quieren.
    Por razones políticas no por otra cosa

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