lunes, 23 de septiembre de 2024

El Papa Francisco en el "túnel de la amistad" (I)

 



Reproduzco aquí, en dos entregas, un imprescindible —e insisto, imprescindible— artículo de Vigilius, un notable teólogo alemán que me honra con su reconocimiento.  Él mismo me ha pedido que salude especialmente a los lectores del blog y le transmita su admiración por el alto nivel intelectual que suelen tener las discusiones que damos en esta bitácora. 

Luego de leer detenidamente su artículo, se ve con claridad aún mayor de la que aparece diariamente en los estropicios de Bergoglio, la profundidad del daño que está provocando en la Iglesia. 


por Vigilius


El Papa Francisco estuvo completamente en su elemento durante su viaje al sudeste asiático. Esto se debe a que una vez más pudo entablar con entusiasmo el «diálogo interreligioso». Si se leen los discursos ya publicados del Papa, este diálogo goza de un estatus casi sagrado de grandeza, que se nutre de impresionantes predicados morales. Pues el diálogo pretendido apunta en su esencia a la unidad, la fraternidad, la armonía y el acuerdo. Un elemento central del concepto bergogliano de diálogo es la «detección de lo que nos une», es decir, todo aquello que nos acerca permitiéndonos descubrir lo que en verdad siempre es ya idéntico, como simboliza el «túnel de la amistad» subterráneo entre la mezquita Istiqlal y la catedral de la Asunción de Yakarta.

Sin embargo, el concepto bergogliano de diálogo aún no está suficientemente definido por la experiencia de lo común en común. No sólo en contextos explícitamente interreligiosos, sino en todos los contextos en general, Francisco entiende el dia-logos en un sentido muy amplio, como un encuentro en que los interlocutores están sentados en sillas en forma de círculo, en el sentido de la yuxtaposición de puntos de vista y sentimientos sin prejuicios de lo que es personalmente importante para cada uno. Estos puntos de vista pueden diferir en cuestiones fundamentales, pero la diferencia es irrelevante. Pues se trata ante todo de «vivir juntos, mezclarse con los demás, encontrarse, abrazarse, apoyarse, participar en esta multitud un tanto caótica que puede transformarse en una verdadera experiencia de fraternidad» (Evangelii Gaudium, 87).

Sin embargo, existe aquí el peligro de enturbiar la euforia. Una vez que la elevación moral de la mente generada por la doctrina papal de la concordia se ha calmado un poco y se permite que el pensamiento se agite de nuevo, podría surgir en una u otra persona la pregunta, por ejemplo si recuerda sus clases de griego, de si «diálogo» no tiene clásicamente la connotación de discurso y contra-discurso.... Pero es precisamente esta connotación la que se borra en el concepto bergogliano de diálogo; falta el momento central del diálogo socrático, que viene determinado por la disputa intelectual de tesis y antítesis, es decir, por la argumentación racional, porque sólo así puede transmitirse el conocimiento de la verdad. La verdad en sí misma, sin embargo, no es en absoluto la síntesis de lo lógicamente irreconciliable, ni se encuentra necesariamente en el medio. Si así fuera, no habría necesidad de luchar por ella. Está donde está y hay que descubrirla.

Francisco excluye explícitamente la definición teórico-verdadera básica del diálogo: «El túnel se construyó para crear un vínculo entre dos lugares diferentes y distantes. Esto es lo que hace el túnel: conectar, crear un vínculo. A veces pensamos que el encuentro entre religiones consiste en buscar un terreno común entre doctrinas y creencias religiosas diferentes cueste lo que cueste. Sin embargo, ese planteamiento puede acabar dividiéndonos, porque las doctrinas y los dogmas de cada experiencia religiosa son diferentes. Lo que realmente nos acerca es crear una conexión en medio de la diversidad, cultivando lazos de amistad, cuidado y reciprocidad». [Ref.]

Esto es exactamente lo que Francisco repitió en su «encuentro interreligioso con los jóvenes» en Singapur: «Una de las cosas que más me ha impresionado de los jóvenes aquí presentes es vuestra capacidad para el diálogo interreligioso. Esto es muy importante, porque si empezáis a discutir: ‘Mi religión es más importante que la tuya…’, o ‘La mía es la verdadera, la tuya no es verdadera…’, ¿a dónde nos lleva esto? Que alguien responda. [Un joven responde: «A la destrucción»] Así es. Todas las religiones son caminos hacia Dios. Utilizaré una analogía, son como diferentes lenguas que expresan lo divino. Pero Dios es para todos y, por tanto, todos somos hijos de Dios. ‘Pero mi Dios es más importante que el tuyo’. ¿Es eso cierto? Sólo hay un Dios, y las religiones son como lenguas, caminos para llegar a Dios. Unos sijs, otros musulmanes, otros hindúes, otros cristianos. ¿Entendido?». [Ref.]

Creo que hemos entendido el mensaje. Quizá lo hayamos entendido incluso mejor que el autor de la pregunta.

Por eso me gustaría hacer dos comentarios.

En primer lugar: Sócrates y Platón se preocupan fundamentalmente de que alcancemos el conocimiento de la verdad porque es la verdadera realidad-ser. La naturaleza espiritual del hombre le orienta hacia esta realidad verdadera, es el objeto de su anhelo más profundo. Lo verdadero es también el bien; ambas dimensiones pueden trazarse sin solución de continuidad. Y como, según Aristóteles, nadie puede evitar querer el bien para sí mismo, es decir, su propia felicidad, el hombre busca la verdad y se esfuerza por la disolución de las apariencias. Pues intuye muy claramente que quien vive fuera de la verdad, en el mundo engañoso de la ilusión, nunca encontrará la felicidad y, por tanto, nunca se encontrará a sí mismo. Comprende que fuera de lo verdadero sólo hay devastación en lo inauténtico, en el vacío. El vacío también significa la destrucción de la comunidad. No puede haber unidad en la mentira, porque en la mentira ninguno de nosotros se encuentra en la verdadera realidad, sino que sólo nos confirmamos unos a otros en diversas perspectivas ilusorias. Fuera de la verdad, sólo hay separación, que sigue siendo separación aunque todos en el círculo de sillas parezcan unirse armoniosamente y coloquen sus posibles ilusiones unas junto a otras sin criticarse.

Por esta razón, el dia-logos de la metafísica griega está esencialmente orientado a que nos esclarezcamos sobre la falsedad. Esto ya llevó a Sócrates a la muerte. Él exige que los participantes en la conversación se trasciendan juntos hacia la verdad y estén dispuestos a abandonar sus respectivos mundos aparentes. Este diálogo no ve a priori ningún valor en la comunidad en lo común. Pues podría ser que algunos o todos los participantes del diálogo coincidan precisamente en la falsedad y se atrincheren mutuamente con el reconocimiento respetuoso de sus posiciones falsas, moralmente elevados en lo vano. Eso no sería más que una soledad compartida. Por ello, los griegos se preocupan por un diálogo en el que los interlocutores se respeten precisamente al cuestionarse sin concesiones y ser cuestionados a través del medio, epistemológicamente indispensable, del discurso y la réplica. Tienen esta voluntad porque desean esforzarse por su propia autoesclarecimiento, lo que no significa otra cosa que, precisamente por el bien de su propia felicidad, desean trascender hacia la verdad. Mientras que en el concepto bergogliano de diálogo no ocurre ninguna autotrascendencia común, ya que por consideraciones sentimentales de concordia falta la disputa argumentativa sobre la verdadera doctrina, y por tanto, todos permanecen en sí mismos y en sus posibles errores. El concepto socrático de diálogo no solo contiene la posibilidad de una auténtica autotrascendencia, porque los interlocutores se preocupan por honrar la verdad, sino también la oportunidad de alcanzar una verdadera comunidad en el sentido literal de la palabra, precisamente porque es fundada por la verdad misma.

La insinuación de Bergoglio de que de la disputa sobre la verdad sólo se deriva necesariamente la destrucción es sencillamente falsa. La destrucción sólo se produce si los dialogantes no están unidos desde el principio en el deseo de reconocer la verdad. La voluntad de entablar una disputa argumentativa que sirva para reconocer la verdad es algo muy distinto de la mera voluntad de triunfar sobre otro. Estas dos voluntades son opuestas; la primera es desinteresada, la segunda egocéntrica. En consecuencia, el Papa debería invitar ante todo a sus oyentes, que pertenecen a religiones diferentes, a esa abnegación que es la condición necesaria para una disputa productiva sobre la verdad, que es la única que ofrece la posibilidad de que los interlocutores encuentren su libertad con respecto al engaño en el conocimiento de la verdad transmitida por la disputa y, de este modo, se unan realmente.

Dirigiéndose en particular a los cristianos, el Papa podría animarles a utilizar en el diálogo interreligioso todos los argumentos que hacen razonablemente plausible la doctrina cristiana: ¿Es concebible el monoteísmo abstracto? Si Dios está vivo, ¿no debe engendrar diferencias en sí mismo? ¿No es la doctrina de la Trinidad el requisito previo para definir la naturaleza de Dios como amor? Aparte de Cristo, ¿es siquiera concebible que el hombre obtenga una participación interior en la vida divina sin ser destruido en su condición de criatura? ¿No fue precisamente a través del discurso cristiano sobre Dios como descubrimos nuestra propia persona y, por tanto, el estatuto ontológico específico y la dignidad inalienable de la individualidad humana? La lista de estas preguntas podría ser interminable. ¿Por qué habría que privar a los demás de los logros argumentativos de esta doctrina?

Por el contrario, los cristianos podrían aprender del Islam la importancia duradera de la theologia negativa. Pues el hecho de que Dios se haya hecho hombre no significa en absoluto que haya perdido su trascendencia y majestad incondicional, su incomprensibilidad e incontrolabilidad esenciales. Los excesos sacrílegos de la teología liberal y el intrusismo pasmoso con el que la deidad se cosifica y se somete al control humano en el ámbito del cristianismo con referencia al Dios fraternal podrían necesitar un correctivo interreligioso. Por lo tanto, un auténtico diálogo interreligioso podría ser sumamente atractivo. Desgraciadamente, la idea de diálogo de Jorge Bergoglio lo impide completamente.


Fuente:  Einsprüche

27 comentarios:

  1. En su visita al monasterio de Erfurt, donde Lutero estudió teología, Benedicto XVI señaló ante los protestantes un objetivo común con los luteranos, y es la lucha contra la secularización y la ausencia de Dios en la sociedad actual. El ecumenismo y el diálogo interreligioso han de tener razones estratégicas frente a enemigos comunes, más allá de construcciones teológicas, el “buenismo” o el irenismo.Estas alianzas de fuerzas diferentes son habituales hoy día, como vemos en el frente común de conservadores morales, católicos tradicionalistas e integristas, libertarios de derechas, marxistas ortodoxos e izquierdistas clásicos obreristas contra el llamado despectivamente “wokismo” o progresismo cultural, ideología dominante en la izquierda moral y postmaterialista actual. Los enemigos comunes unen mucho y nadie da puntada sin hilo.

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  2. Este Sr Bergoglio, usurpador del Trono de San Pedro, muestra cuales son sus intereses, terrenales, politicos, en las recientes declaraciones que hace apoyando a delincuentes que se apropian de partidas de dinero impresionantes, que les otorga el Estado Argentino, para dar una ayuda que jamas llegara a personas indigentes. Varias de las cooperativas de Grabois y del Sr Persico, incluso tienen la misma sede y haya desvios a empresas como Tandanor e incluso dinero qie han recibido como apoyo a la "ciencia".
    Bergoglio es un hombre sin fe, y sibre todo alguien que sientr un profundo rechazo a Nuestro Señor Jesucristo. Hoy los catolicos somos ovejas sin Pastor, en un mundo hostil y perverso, en el que se descartan y asesinan miles y miles de niños por nacer, que son asesinados en el vientre materno como si fueran hormigas aplastadas por el pie del demonio.
    Nosotros los creyentes estamos paralizados, y el mundo se envilece cada vez mas. Nunca en la historia de la humanidad se asesinaron tantos niños por nacer.
    Satan esta de fiesta con Bergoglio, Y hay 16 conflictos armados, muy severos, algunos de una gravedad desbordante, con lo cual el planeta es un rio de sangre humana, vertida minuto a minuto.
    A voz en cuello deberia, estar reclamando a la humanidad entera que ya cese tanta maldad y se conviertan al Señor.
    En paralelo a eso, las conductas en Occidente cada vez muestran mayor depravacion e inmoralidad.
    Signo inequivoco de una decadencia cultural imptesionante. Se permite y se legaliza hasta cambiar de sexo y en algunos paises eso se le permitr incluso a menores de edad.
    Pornografia, pedofilia, homosexualidad, drogas, abuso infantil, explotacion y trafico de seres humanos, trafico de armas, toda clase de delitos y crimenes se perpetran en el mundo, porque es de Satanas. La Iglesia deberia ser profetica en este sentido, conminando a las personas a arrepentirse, a salir de toda esa maldad.
    El Papa deberia alzar su voz, como Juan el Bautista el precursor, pero es un tibio, y a los tibios, ya lo sabemos, dijo el Señor: "Los vomitare de mi boca".
    La paz que el quiere es para que todo siga igual. El Señor vino al mundo para ser signo de contradiccion y vino a traer fuego a este mundo!
    Los Catolicos, como primera medida tendriamos que dejar de reconocer a este sujeto como Papa legitimo. No interesa si su origen lo es. Su conducta lo deslegitima, el no es un San Pedro, su conducta equivale a Judas.
    Pedro peco, se arrepintio y luego fue Martir! El emula a Judas, que finalmente vendio al Señor, lo traiciono y se ahorco y pobtr de El, lo que le espera.
    Basta de Bergoglio! No es Voluntad de Dios que este Señor usurpe el Trono de San Pedro.
    El primer paso qie debemos dar es dejar de reconocer a esta falsa autoridad, que hoy gobierna a la Iglesia que fundo Nuestro Señor.

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  3. Muy buen articulo.
    Gracias a Dios muy poca gente lo escucha al Santo Padre, SEGUI con atención la visitas y muy poca gente.
    Ayer en el Ángelus la plaza vacía, esto es alarmante para el y alegría para nosotros.
    Digo alegría en el sentido de la poca concurrencia a escuchar la mentira, falta de piedad y Alegría.
    Porque sencillamente este pontificado se caracterizó por la mentira y confusión, nunca en la historia de la Iglesia hubo UN Santo Padre con tanto sincretismo y heretico como este, siempre la balanza estuvo más o menos equilibrada, papas malos pero secretarios buenos.
    Lo del Diálogo Interreligioso me consta de primera mano que se cagan de risa del Papa las otras falsas religiones, para ellos la ancianidad es signo de sabiduría y ven en el Papa a un viejo que no puede caminar pero si hablar mentiras y sobre todo ven un viejo triste y Malo.
    Nose si observaron las últimas exposiones públicas, se ve un viejo, triste, enojado y malo, solo falta que grite : " tucho tucho tráeme el auto que hoy comienza Susana Gimenez y quiero ver la televisión".
    Pd: Cierto Obispo servil esta haciendo Lobby para que Susana vaya a entrevistar a cara de vinagre, la respuesta de producción, El Papa No mide bien, tira rating abajo".

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  4. Es que lo de Bergoglio no es diálogo, es la pax romana. Es ¨que cada uno piense lo que quiera y vayamos a los bifes¨, es decir a hacer cosas. Es la renuncia explícita a la inteligencia especulativa a favor de la praxis. Lo dijo textualmente, ¨si la educación de un chico se la dan los católicos, los protestantes, los ortodoxos o los judíos, a mí no me interesa. A mí me interesa que lo eduquen y que le quiten el hambre. En eso tenemos que ponernos de acuerdo”.

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    1. Un poco más religiosa luce la famosa sentencia de Eisenhower "los americanos somos religiosos, no importa de qué religión".

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    2. Sí, cada uno que piense lo que quiera, pero en mi corralito que solo se piense lo que yo quiero y guarda del que piense distinto. Y en ese corralito se cree él que esta toda Argentina. Somos pecadores pero, por favor, cuándo nos librará Dios de su presencia? Es el único motivo por el que quisiera que pase el tiempo, para que se acabe este cáliz.

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  5. "Si Dios está vivo, ¿no debe engendrar diferencias en sí mismo? ¿No es la doctrina de la Trinidad el requisito previo para definir la naturaleza de Dios como amor?".

    Habría que aclarar que esa exigencia ("debe") de las procesiones trinitarias (generación y espiración) no es cognoscible naturalmente. Y Dios mismo puede ser definido por amor sin necesidad del "requisito previo" de la doctrina de la Santísima Trinidad, en cuanto se identifica realmente con sus operaciones, una de las cuales es, precisamente, el amor.

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  6. "Aparte de Cristo, ¿es siquiera concebible que el hombre obtenga una participación interior en la vida divina sin ser destruido en su condición de criatura?"

    Aquí Vigilius se pasó tres pueblos. Quienes sostenemos (como opinión personal) que el Verbo se habría encarnado aún si el hombre no hubiese pecado decimos que esa es la vía más conveniente para que Dios diese al hombre la participación de la vida divina, no que es la única vía posible. Así, nuestra posición en esta cuestión es análoga a la de S. Tomás en la cuestión de la conveniencia o necesidad de la Pasión de Cristo luego del pecado: en ST IIIa q.46 a.3 S. Tomás afirma que la Pasión de Cristo fue la vía más conveniente para que Dios liberase al hombre del pecado, luego de haber afirmado en el a.2 que, "hablando, pues, llanamente, y en absoluto, a Dios le fue posible liberar al hombre por un modo distinto del que supone la pasión de Cristo".

    Que yo sepa, nadie que haya sostenido o sostenga la posición de Encarnación incondicional del Verbo afirma que es la única vía en que Dios podría hacer al hombre partícipe de la naturaleza divina, sino solamente que es la mejor, la más conveniente, la más sabia.

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    1. De acuerdo, Anónimo de las 13.54. Aunque lo de si el Verbo se habría encarnado si el hombre no hubiera pecado, me parece que no hace al caso aquí. Eso, a ciencia cierta, parece que no se puede saber. En cambio, "aparte de Cristo", sostiene santo Tomás que los Ángeles y Adán y Eva (antes de pecar) fueron partícipes de la naturaleza divina por la gracia.

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  7. EDAC
    El enlace es:

    https://katholisches.info/2024/09/18/papst-franziskus-im-tunnel-der-freundschaft/

    La Paz Bolivia
    23.Sep.2024 Hrs 13:07

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  8. Encontré la versión en idioma alemán en

    Katholisches
    Magazin für Kirche und Kultur

    (Revista Católica para la Iglesia y la Cultura.)

    https://katholisches.info/2024/09/18/papst-franziskus-im-tunnel-der-freundschaft/

    L.23.Sep.2024 Hrs 13:33

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  9. "Si Dios está vivo, ¿no debe engendrar diferencias en sí mismo?"

    Catecismo Romano #10

    "Dios Padre, primera persona de la Trinidad, principio sin principio, contemplándose a Sí mismo engendra al Hijo, segunda persona de la Trinidad, e igual a Él;"

    Ibid, #38

    "vea cuán grande es la fecundidad de Dios Padre, que mirando y entendiéndose a Sí
    mismo engendra al Hijo, igual y semejante a Él mismo;"

    La única diferencia es la originación y consecuente fecundidad ad-intra: el Padre es Primero (ingénito) y así engendra mientras que el Hijo es engendrado y así no engendra.

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    1. Los números de esas citas del Catecismo Romano y el texto de la primera no pertenecen al texto original sino al comentado y anotado por Gubianas O.S.B., Barcelona 1926. En el texto original los pasajes relevantes, que cito abajo con mi traducción, están en la Pars I, Caput II, Paragrapho X.

      "Iam vero hae tres personae, cum in iis quidquam dissimile aut dispar cogitare nefas sit, suis tantummodo proprietatibus distinctae intelliguntur."

      "Pero estas tres Personas, ya que es erróneo pensar que hay cualquier cosa diferente o dispar en ellas, se entienden distintas sólo por sus propiedades."

      "quae tanta sit Dei Patris fecunditas, ut, seipsum intuens atque intelligens, parem et aequalem sibi Filium gignat,"

      "cuán grande es la fecundidad de Dios Padre, que, mirándose y comprendiéndose a Sí mismo, engendra al Hijo igual e igual a Él"

      La reiteración no será elegante pero literalmente parem = aequalem = igual.

      Latin, formato texto:
      https://www.clerus.org/bibliaclerusonline/it/emn.htm

      Latin y español (traducción Zorita O.P., 1819), formato imagen:
      https://archive.org/details/A020295/page/n27/mode/2up

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  10. un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos.

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  11. Continuación del comentario precedente.
    Es decir, se comportó como Quien, en materia de religión, como si quisiera justificarlas a todas, sin consideraciones crítica alguna, al tiempo que respeta todas las religiones, a los efectos de concordar con todas, como si renunciara de antemano a las verdades de su propia fe, omite deliberadamente la afirmación de ninguna verdad que le sea específica. Con lo cual, en virtud de la mezquina proporción de verdad que brindó a quienes lo escuchaban, como si, renegara de su propio deber de estado que le convenía como Vicario de Cristo, paradójicamente, al no afirmarlos enteramente en sus propios principios de fe, al tiempo que se comportaba de un modo enteramente desleal con los propios fieles católicos, también lo hizo con quienes, pareciera respetar, pues, aunque podían no ser católicos, sin embargo, por el sólo hecho de ir a escucharlo por propia decisión, en razón del propio mandato de Dios, tenían todo el derecho de recibir de modo íntegro la misma verdad que él recibió de sus mayores en la fe. Y así, como si asumiese una suerte de naturalismo teológico, el papa Francisco, pudo hacer creer a quienes lo hubiesen escuchado en aquel momento, que, aunque no creyesen en Cristo, tenían todo el derecho a ser llamados “hijos de Dios”, y, a los que ya se confesaban católicos, que, para lograr su salvación ya no sería necesario recibir a Jesús.
    Así, el promotor de la nueva Iglesia sinodal, por escuchar a quien no debiera, y dejar de escuchar a quien debiera, dice adiós a lo enseñado tan cuidadosamente por San Pablo:
    “Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos: el que está sobre todos, por todos y en todos. A cada uno de nosotros, sin embargo, ha sido dada la gracia en la medida en que Cristo quiere otorgar sus dones” (Ef. 4, 5-7).
    ¡Señor, ten misericordia de nosotros! ¡Alabado sea Jesucristo!

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  12. Que alguien me desazne: ¿esa no es la concepción masona de las religiones?

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    1. Hola amigo Birlibirloque: a mi me suena lo mismo. Es un "no" a la religión revelada, Dios puesto dentro de los limites de la razon pura. Sin milagros, sin revelación, sin Dios encarnado, sin redención por la Cruz.

      Juancho.

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    2. Hola Don Juancho! Como siempre, coincidiendo con usted. Debemos venir de lugares y experiencias parecidos.

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  13. Este pasaje debe ser leído antes del que corresponde al de Chaoado a la antigua 23 de septiembre de 2024. 14:52.
    “La verdad en sí misma, sin embargo, no es en absoluto la síntesis de lo lógicamente irreconciliable, ni se encuentra necesariamente en el medio. Si así fuera, no habría necesidad de luchar por ella. Está donde está y hay que descubrirla”. (Vigilius).
    Esta frase tomada de Vigilius a propósito de la visita del Papa Francisco apostólica el extremo oriente, alude a la insistencia en la actitud abiertamente dialoguista con las otras vertientes religiosas. Y por cierto, dada la ríspida relaciones que guardan algunas religiones entre sí, por ejemplo, de modo especial la iglesia musulmana con la Iglesia católica, no se puede objetar en modo alguno la conveniencia de establecer un razonable diálogo con dichas corrientes. Y desde luego, como ya lo hiciera el Apóstol Pablo con los griegos en el Areópago de Atenas (Act. 17, 22-24), cuando, para congraciarse con sus oyentes apeló al “Dios desconocido”, también el papa Francisco asumió la necesidad de establecer un diálogo interreligioso en razón de “lo que nos une”. Hasta aquí todo muy bien, pero el punto es que lo que en el discurso de Pablo era tan sólo el punto de arranque, en Francisco terminó por ser “la estación terminal”. Y, de resultas, su exposición se limitó a lo mínimo: "Todas las religiones son un camino para llegar a Dios. […] Pero Dios es Dios para todos. todos somos hijos de Dios. […] Hay un solo Dios”. Vale decir: Sólo hay un Dios, y todos nos unimos en Él. Lo que significa que omitió lo que Pablo no hesitó en enseñar: “Dios ha permitido los tiempos de la ignorancia y anuncia ahora a los hombres que en todas partes deben convertirse”, e incluso llegó a hablar de su “muerte y resurrección”. Esto es, Francisco calló respecto de lo más importante, esto es, de Jesucristo como única vía o camino de salvación, como Verdad de salvación. Con lo cual termina estableciendo el diálogo con las demás religiones, sobre la mentirosa base de la omisión de la Verdad. Dejó a los demás la idea de que todas las religiones son iguales con el irremediable agravante de acallar el sagrado testimonio de la propia revelación divina. Con lo cual desoyó el divino mandato de “Id y enseñar a todas las naciones” y ni qué hablar de la parte donde decía: “bautizándolas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”. Y, consecuente con tal actitud, a la hora de bendecir, omitió la “Señal de la Cruz”.

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  14. Cristo nunca enseñó que se debía escuchar al mundo, sino que se debía ir y predicar el Evangelio.
    En uno de sus viajes, Bergoglio bendijo a todos con una oración que no bendecía a nadie, ya que eso lo puede decir todo el mundo al que quiere afectuosamente.
    No recuerdo cómo era.

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  15. Lejos de Sócrates y Platón, Bergoglio es un sofista de paladar negro, uno de tantos que en la Atenas del Siglo V aC condenaban al ostracismo por traición a la patria.
    De qué vale que esta Papa para el olvido celebre el abrazo entre la mezquita de Istiglal y la Catedral de la Asunción de Yakarta si millones de musulmanes se burlan de él y en Francia dejaron un tendal de doce dibujantes muertos y once heridos en la revista Charlie Hebdo por publicar un chiste sobre Mahoma. O que ande a los besos con el rabino Abraham Skorka cuando es sabido que los judíos odian a Cristo y en Israel escupen a los obispos y fieles cristianos de Tierra Santa.
    A este Papa nunca le importó ni la Iglesia ni la sana doctrina, su gran obsesión es levantar una falsa iglesia sobre los escombros de la Iglesia verdadera que Cristo fundó en cabeza de Pedro. De ahí su afán por la fraternidad universal entre las religiones camino a la única religión mundial y meterse en el barro de la política para rebajar al papado a la pelea callejera con los politiqueros, tal como se vio la semana pasada cuando recibió a los movimientos populares y organizaciones sociales -entre ellos al marxista Grabois- y en un durísimo discurso sin nombrar a Milei dijera entre otros exabruptos que en vez de pagar con justicia social el gobierno argentino pagó con gas pimienta.
    Ante tan ridículo espectáculo bien escribió Ricardo Roa en Clarín que tirando tanta basura contra el presidente argentino lo que tal vez buscaba era encontrar un buen motivo para no volver nunca más a la Argentina donde sabe que sólo puede ser bien recibido por los obispos genuflexos, la prensa amarilla y los políticos corruptos que lo ven como el inesperado picapedrero que por fin pueda lograr la demolición de la Iglesia.
    Y todavía no vimos todo lo que este precursor del Anticristo esconde bajo la manga; el cisma más grande de todos los tiempos acecha y pronto caerá sobre la Iglesia como un rayo purificador que abrirá la Caja de Pandora a todos los demonios del infierno hasta la Segunda Venida de Nuestro Señor Jesucristo. Después lo mejor está por venir.

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    1. Creo sinceramente, que berg es grado 33, "principe de misericordia" y por eso su insistencia en el tema

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    2. Irá por acá la cosa, Don Juancho?

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    3. Fuenteovejuna:

      ¿De paladar negro?

      ¿Como la letal mamba nagra?

      ¡Ojo!, que la mamba negra es muy inteligente. Como un perro dicen.

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    4. Estimado de las 22:36
      Algo de eso hay, el evangelio dice que tenemos que ser mansos como palomas y astutos como serpientes. Bergoglio de manso no tiene nada y mucho menos de paloma, pero que es astuto como una serpiente, de eso no cabe duda. Y más que astuto, retorcido; "furbo", como dicen los italianos.

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  16. Ich freue mich sehr, daß Sie Vigilius kennen gelernt haben und daß Sie mit ihm gesprochen haben.

    La Paz Bolivien
    Mo..Sep.23; 2024 21:59

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  17. ..."Una de las cosas que más me ha impresionado de los jóvenes aquí presentes es vuestra capacidad para el diálogo interreligioso"...

    Este hombre o es idiota perdido o no piensa...

    En estos paises, donde "coexisten" varias religiones (y varios grupos humanos ), NO HAY NINGÚN TIPO DE DIÁLOGO.

    Simplemente cada persona pertenece a una etnia y a una religión; y de ahí no puede salir.
    Eso es lo que se considera normal; por eso no hay diálogo religioso ni puede haberlo.

    Es más, en estos paises poco industrializados, la persona tiene muy poca discrecionalidad. Ella pertenece a una familia y está obligado a favorecer a su familia. No lo puede hacer si renuncia a su familia o renuncia a su religión (y entonces ¿qué ?, porque todo el mundo es igual: pertenece a una familia, a una etnia y a una religión
    determinadas ).

    Es más, es impensable que un joven se case con una chica determinada (y viceversa) sin la aprobación de su familia. Hay regiones incluso en que es la familia quien dice con quienes han de casar... Esto va por lo de "diálogos".

    Es cierto que puede haber conversiones, pero o es por causas muy determinadas o es porque la persona ha emigrado a la ciudad, donde está fuera de su comunidad, en contacto permanente con muchas otras personas de otras etnias y otras religiones; a veces ese alejamiento le provoca estrés y lo procura mitigar metiéndose en un grupo, aunque sea de otra religión...

    Muchas veces me da la impresión que este señor ha oído campanas y no sabe dónde. Este es un caso más.

    Me extraña que no haya mencionado nada al "discernimiento" y al "quien soy yo para juzgar".."

    ¿Será para despistar mejor ?

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