jueves, 20 de octubre de 2022

Los preconciliares que hicieron el Concilio

 





A raíz del post anterior, varios comentarios señalaron lo obvio: el Concilio Vaticano II fue protagonizado por obispos preconciliares, lo cual significa que antes del Concilio la cuestión estaba muy mal y es absurdo entonces añorar esas épocas. Se trata de un tema del que hemos hablado varias veces en este blog, pero siempre se encuentran nuevos elementos para la discusión.

    El primer punto al que hay que volver es que los buenos obispos preconciliares eran, en su inmensa mayoría, completamente incapaces para tomar sobre sus espaldas una responsabilidad tan alta en un momento tan grave. Y ocurrió entonces lo que debía ocurrir: fueron marionetas en manos de un grupo muy reducido de obispos y peritos, inteligentes y muy leídos, que hicieron con ellos lo que quisieron. Se trataba, claro, de los obispos de la cuenca del Rin. Los obispos de habla española en general, los africanos o asiáticos, e incluso los italianos se sentían completamente inadecuados frente a tamañas inteligencias germanas y votaron lo que la gente inteligente les decía que tenían que votar. Además, como el papa Pablo VI quería que se votaran todos los documentos y el papa, desde Pío IX en adelante, se había convertido en casi una hipóstasis del Espíritu Santo, no se lo cuestionaron. El excelente libro de Roberto de Mattei explica detalladamente, volens nolens, esta situación. Pueden leer aquí una reseña que publiqué del mismo.   

    Comprensiblemente, esta afirmación podría aparecer arbitraria, y por eso conviene dar casos concretos. Y voy a dar un par de ejemplos que nos tocan muy de cerca porque es el caso de los obispos argentinos. Los he tomado del libro  Los obispos argentinos en el Concilio Vaticano II, de Luis Libert (Buenos Aires: SAT - Ágape - Guadalupe, 2015). 

    Luego de la primera sesión del Concilio, los obispos se reunieron entre el 6 y el 10 de agosto de 1963 (VII asamblea planetaria de la Conferencia Episcopal Argentina), "con el objeto de realizar un estudio en común de los esquemas que serán considerados en la segunda parte del Concilio Ecuménico Vaticano II". Cuando se leen los aportes que hicieron nuestros obispos, se cae la cara de vergüenza ajena: nada. Sólo frases hechas sobre el beneplácito con el que recibían las propuestas conciliares y protestas de adhesión y zalamerías de toda especie. Nada de nada. O, lo que es peor, sandeces. Veamos el siguiente caso.

    Uno de los esquemas que se había enviado de Roma para la discusión era sobre los clérigos, a fin de preparar lo que luego terminaría siendo el documento conciliar Presbyterorum ordinis. Los obispos argentinos enviaron a Roma apenas dos mociones. Una de ellas decía lo siguiente: 


PROPOSICIÓN: Teniendo en cuenta: 1° que no pueden coexistir el pecado y la oración mental simultáneamente. Textos de la S. Escritura y la Doctrina Ascética. 

2° Que la conducta del hombre está regida por las imágenes, por la fuerza motriz de las mismas. 

3° Que los estímulos constantes a que está sujeto el hombre son de tipo erótico y mundano por lo cual su conducta, de no tener otro tipo de imágenes, v. gr.: de orden sobrenatural, que contrarresten a esas imágenes mundanas, su conducta será erótica y mundana. 

En consecuencia se pide a los efectos de asegurar la vida espiritual de los clérigos que el párrafo 2 del Canon 125 del Código de Derecho Canónico scl. 'de que los clérigos dediquen cada día algún tiempo a la oración mental', tenga carácter obligatorio”.

La moción fue firmada por Mons. Oscar Villena, auxiliar de Buenos Aires, Mons. Benito Rodríguez, auxiliar de Rosario, Mons. Francisco Mugüerza, obispo de Orán y Mons. Germinano Esorto, arzobispo de Bahía Blanca.

    Resulta difícil creer que semejante documento pudo haber sido no sólo discutida sino firmada por los obispos. Nada duda que eran hombres católicos, buenos y preocupados por su clero, pero eso no los priva de una brutal estolidez. Para ellos, el hombre sólo puede tener pensamientos eróticos y mundanos, o bien sobrenaturales. Afortunadamente, fueron escuetos; no eran conscientes de que estaban documentando sus propias patologías. Además, habría que discutir si, efectivamente, la oración no puede co-existir con el pecado. Sería buena idea preguntarle al Hijo Pródigo que, en medio de su vida de pecado, rezó, se arrepintió y volvió a la casa de su padres. Pero más allá de esto, que podría discutirse acerca de lo que efectivamente quisieron decir, y lo dijeron mal, los obispos, resulta inconcebible el pedido que hacen. En resumidas cuentas, consideran que el modo de evitar que los sacerdotes tengas pensamientos impuros y todo lo que viene a continuación, consiste en obligarlos canónicamente a hacer oración mental. ¿Cómo es posible que gente con experiencia en la cura de almas cayeran en semejante simplismo? ¿Tan fácil es adquirir y conservar la virtud de la castidad? Si Castellani hubiese conocido esta moción, habría escrito un largo apéndice a su libro sobre el fariseísmo, pues esto es un ejemplo claro  de la actitud farisea que cundía en el clero y el episcopado católicos.


    Cuando llegaron a Roma estos aportes, y otros que vendrían después a medida que avanzaba el Concilio, los cardenales y el mismo Pablo VI quedaron decepcionados. Esperaban mucho más, puesto que el episcopado argentino era el más prestigioso y formado de todo Latinoamérica. En una entrevista que le hiciera el Prof. José Pablo Martín a Mons. Victorio Bonamín, obispo auxiliar de Buenos Aires, afirmaba  el prelado:

Cuando estuvimos en el Concilio nos preguntábamos por la razón del peso nulo que tenía el Episcopado argentino en la deliberaciones. Esa pregunta se la hizo el papa [Pablo VI] a monseñor [Manuel] Menéndez. Y él respondió dos cosas: que aquí no tienen tiempo los obispos para estudiar, y que en los seminarios argentinos no hay tradición que forme verdaderos estudiosos. (...) Algunos cardenales italianos expresaron también su congoja sobre el Episcopado argentino. Ellos hubieran esperado una participación más clara y decidida. Pero nuestros obispos estaban desorientados. Habían recibido el impacto de las novedades sin reaccionar. Recuerda que aquí poco se supo de la preparación del Concilio, sino lo que publicaba Lohlé y otros centros progresistas. [J. P. Martín, Ruptura ideológica del catolicismo argentino. 36 entrevistas entre 1988 y 1992, Buenos Aires: Universidad Nacional de General Sarmiento, 2013, 59].

No solamente era incapaces de reaccionar, por más conservadores que fueran. Eran incapaces en todo sentido. Y lo sabían. Tal es así, que en la misma reunión plenaria de agosto de 1963, se planteó la posibilidad de convocar a peritos teólogos a fin de que los asesoraran. Era una experiencia que algunos de ellos, pocos meses antes, habían iniciado. Se llamó el "grupo Pilar" o el "coetus argentino", y fue convocada por el obispo de San Isidro Mons. Antonio Aguirre, y asistieron Jorge Kemerer (Posadas), Alberto Devoto (Goya), Antonio Quarracino (Nueve de Julio), Vicente Zazpe (Rafaela), Miguel Raspanti (Morón), Moisés Blanchoud (Río Cuarto) y Manuel Tato (Santiago del Estero). Y convocaron a un grupo de peritos, cuyos nombres son muy significativos: 

Eduardo Pironio, que un año después será hecho obispo, luego eyectado a Roma por su progresismo de izquierda y su clara adhesión a la teología de la liberación, creado cardenal por Pablo VI y seguramente beatificado próximamente por Francisco. 

Carmelo Giaquinta, hecho obispo de Resistencia en 1980, y uno de los representantes más significativos del progresismo de izquierda en Argentina.

Jorge Mejía, llamado a Roma y hecho obispo en 1986, y cardenal por Juan Pablo II en 2001. Ocupó varios altos cargos en la Curia Romana. Progresista a ultranza por conveniencia y persona de la peor calaña. En el segundo tomo de la biografía de Castellani de Sebastián Randle aparece en numerosas ocasiones. Es cuestión de ir allí para apreciar la catadura del personaje o, si prefieren, podrían preguntarle a quien fue su secretario privadísimo, el P. Luis Ducastella o también a su ecopárroco de confianza. 

Completaban el grupo los padres Rodolfo Nolasco y Alfredo Trusso. 

    Los obispos del grupo Pilar hicieron una moción en la asamblea general del episcopado a fin de que estos peritos, y otros del mismo género, fueran incorporados oficialmente a fin de "ayudar" a los obispos en sus deliberaciones. El presidente, cardenal Antonio Caggiano, consideró que no consideraba oportuno que el Episcopado tuviera peritos, más allá de que cada obispo podía hacerlo por su cuenta. Por tanto, decidió no presidir la votación y se retiró. La asamblea quedó momentáneamente a cargo de Mons. Nicolás Fasolino, arzobispo de Santa Fe; se reanudó la discusión y finalmente la moción fue rechazada. 

    La mayor parte de los obispos argentinos tenían claramente olfato católico, pero no mucho más que olfato. Cuando fueron a Roma, votaron con aplausos todas los documentos y reformas que les fueron propuestos, amañados como estaban por los obispos y peritos del Rin, protegidos por Pablo VI. 


26 comentarios:

  1. En realidad el Concilio se hizo (exactamente como pasa en los Parlamentos nacionales, por lo que debían estar avisados) para que aprobase algo que alguien ya había decidido y simplemente quería hacer pasar por voluntad del Concilio lo que no es otra cosa que voluntad propia.

    De este modo si alguien se queja se le tapa la boca con:

    "lo ha aprobado democráticamente el Concilio"; "¿estás en contra del Concilio?"

    (en los paises, si te quejas, dicen: "lo han aprobado los representantes del Pueblo; ¿no eres democrático?)

    (por cierto, que la estafa del sínodo bergoglista es exactamente igual: "lo ha aprobado el sínodo del Pueblo de Dios")

    Es decir, lo del "Concilio" y lo del "Parlamento" no son otra cosa que la legitimación con el marchamo "democracia" lo que saben que de otra manera nunca hubiéramos aceptado (es pues un engaño)

    Vistas las consecuencias, cualquier católico bien nacido y democrático debe rechazar estos engaños.

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  2. Excelente artículo! Tengo presente que en la celebre obra "El Rin Desemboca en el Tiber" su autor, Ralph M. Wiltgen, consigna la intervención de Mons. Kemerer SVD -obispo de Posadas- en una de las sesiones del Concilio abogando en favor del diaconado permanente de seglares, lo cual ciertamente no era de modo alguno una idea original suya. Por otro lado, la impresión que a uno le queda después de haber tratado a muchos curas de antaño, algunos fallecidos hace años, es que amén de una formación marcadamente manualistica -de manuales muchas veces caseros y de uso interno- como bien advertia también Castellani, la teología de muchos parecía ser más bien un compendio de frases de santos y devociones y tal vez eso explique en parte la incapacidad de pensar por si mismos y la obediencia ciega a superiores aún en detrimento de la propia fe e incluso la propia vida, pues cómo el Santo Padre -uno de los tres "amores blancos" junto con la Eucaristía y la Virgen de todo buen cristiano -(sic) puede estar equivocado y mandarme algo malo...En fin, de aquellos polvos estos lodos a lo mejor, de la adoración a la figura papal de Pío XII o cualquier otro papá preconciliar como un faraón y tener como techo de la teología personal una antología de frases de Don Bosco a la adoración de Pancho y sus infames folletos no haya más que un movimiento pendular, con el perdón de Pío XII y Don Bosco que eran católicos.

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    1. Ya poner al Papa a la par que la Eucaristía o siquiera la Santísima Virgen... mamma mia!
      Qué nos sorprendemos de a dónde hemos llegado.

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  3. Muy buen artículo, más que interesantes las referencias históricas argentinas. Siempre es bueno ver estos ejemplos para que quede claro que la crisis eclesial no es sólo liturgica. Incluso siendo -relativamente- correcto en esos temas, como lo era la Iglesia preconciliar e incluso teniendo "olfato católico", ante el faltante de una adecuada espalda teórica la realidad te lleva puesto.

    Algo así como el vicio de ciertos conservadores o tradicionalistas actuales, que no piensan per se sino que adhieren a ciertas posturas con una especie de "tradicionalímetro". No hay razonamiento sino adherencia a una ideología.

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  4. Muy interesante el artículo. Lo que yo pienso es que el Vaticano II se hizo en el momento justo para lograr los cambios que querían. Luego de varias generaciones criadas por el cine de Hollywood, la gente ya estaba bastante sonza y sensiblera. Pero , creo que aún si no se hubiera hecho ese concilio, estaríamos en una iglesia decadente, por lo menos es la impresión que me dejaron varios curas que ya murieron y que fueron buenos, tenían fe, pero estaban imbuidos de una mundanidad de la cual NO SE DABAN CUENTA.

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  5. En el fondo el problema son los alemanes

    Todos los cambios se hicieron por y para ellos, los de la misa, para acercarnos a los luteranos y solucionarles la división nacional, y Nostra Aetate, por la falsa idea de que el antisemitismo que desembocó en el genocidio nazi a los judíos fue causado por la acusación cristiana de deicidio y el "que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos".

    Esa acusación es falsa, las mayores desgracias nacionales de los israelitas/judíos fueron las de los asirios, babilonios, romanos, y 1800 años después de Bar Kokhba, la de los nazis. En el período de Constantino a la Revolución Francesa, cuando cristianismo y occidente fueron sinónimos, no les ocurrió ninguna tragedia de ese grado, y el 80% de los judíos, un pueblo de medio oriente, terminó viviendo en Polonia. Los partícipes del Concilio Vaticano II se creyeron esa mentira lamentablemente.

    Hoy siguen causando problemas los alemanes con el camino sinodal. Esto lo digo sin xenofobia, soy de familia alemana. Pero hay que ponerse anteojeras para no ver los problemas que le causan y han causado a la Iglesia.

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    1. Y hay que ponerse anteojeras para no ver que, hoy en día, los dos únicos resistentes a la protestantización de la Iglesia y la destrucción de la Religión, son alemanes: Ratzinger y Müller. Y que el más grande pillo destructor es ítaloargentino: Bergoglio. Deje a los alemanes en paz, que ya tienen bastante con haber sufrido a los obispos actuales, que son de pesadilla (como aquí, pero más adinerados).

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    2. «En el fondo el problema son los alemanes.»

      Muy acertada argumentación, a la que habría que añadir, alguna que otra cosilla sin mayor importancia, como es el tema de los “viejos católicos”, el último cisma protagonizado por la Iglesia alemana, allá por el XIX. También tuvieron estos viejos católicos, mucho que decir, hacer y dejarse oír en CVII. Ampliamos información para quien todavía no esté al tanto del tema:

      «Viejos Católicos es la secta organizada en países de habla alemana para combatir el dogma de la infalibilidad papal. Llenos de ideas de liberalismo eclesiástico y rechazando el espíritu cristiano de sumisión a las enseñanzas de la Iglesia, casi 1400 alemanes publicaron, en septiembre de 1870, una declaración en la que repudiaban el dogma de la Infalibilidad “como una innovación contraria a la fe tradicional fe de la Iglesia”. Fueron alentados por muchos eruditos, políticos y hombres de estado, y fueron aclamados por la prensa liberal de todo el mundo. La ruptura con la Iglesia comenzó con esa declaración, presentada a pesar de que la mayoría de los obispos alemanes publicaron, en Fulda el 30 de agosto, una carta pastoral común apoyando el dogma. No fue hasta el 10 de abril de 1871 que el obispo Hefele de Rotterdam le emitió a su clero una carta respecto al dogma. A finales de 1870 todos los obispos austriacos y suizos habían hecho lo mismo.»
      (Fuente: https://ec.aciprensa.com/wiki/Viejos_Cat%C3%B3licos)

      P.D. Con francisco, la infalibilidad papal ya no es el problema, sino la locuacidad con la que la maneja.

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  6. Muy bueno. También hay que recordar algunas cosas que se desprenden no sólo de Wiltgen sino también de un Alberigo, por ej. Pienso en eso de que muchos obispos no entendieron que los Esquemas de Pío XII habían sido dejados de lado y reemplazados por otro. Pienso también en el apuro que le agarró en cierto momento a Pablo VI por terminar el Concilio obligando a votar a las apuradas documentos de compromiso, mal amalgamados, llenos de ambigüedades, ya que después iban a ser revisados por el Consilium con mayor cuidado, como les prometió el Papa en aquel momento. También las "malas artes" de los obispos progresistas que se pasaban denunciando a los "conservadores" ante el Papa por incumplir las reglas del Concilio, que ellos violaban todo el tiempo, haciendo que Pablo VI los recriminara varias veces y dejándolos en entredicho especialmente entre la inmensa mayoría de obispos cándidos que no entendían lo que pasaba ante sus ojos.

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    1. No quite responsabilidades a Pablo VI, que fue tan malvado como los intrigantes complotistas.

      Y la nueva misa la impuso personalmente él y lo dice así ante las cámaras.

      Bergoglio y sus arrupistas son los hijos naturales de este concilio satánico y natural sucesor del de Brescia para nuestra perdición.

      Pues, nada, que Dios les de mal galardón.

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  7. Luis Liberti (errata ínfima).

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  8. "que los clérigos dediquen cada día algún tiempo a la oración mental', tenga carácter obligatorio”.

    Así, durante los minutos de oración mental o de ensoñación mental no pecan.

    ¿Pero qué pasa entonces con el resto de la jornada?

    ¿Será una ocasión más para pecar?

    La solución ha sido que los sacerdotes dejen de rezar el breviario (aunque sea en vulgar), dejen de rezar el rosario y dejen de creer en algo.

    Lo que no pudieron hacer los siniestros masones con sus robos, persecuciones y martirios lo hizo Montini y un puñado de soberbios en menos que canta un gallo.

    Pues parece que nos han ilustrado a todos, ¿no?

    Como cualquiera puede ver con los templos vacíos.

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  9. Excelente artículo. No sabía que tuvimos un episcopado tan pero tan pero tan mediocre. Así se entiende el proceso posterior. Me pregunto por el caso del obispo de Mendoza, Mons. Alfonso M. Buteler que sufrió una "revolución" interna de sacerdotes progresistas quienes lo acusaron de integrista y autoritario. ¡Gracias!

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    1. 27 que con el correr de los años no destacaron ni en fecundidad y mucho menos en santidad. Para colmo de males en ciertos ambientes eclesiales fueron tenidos por héroes...

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  10. Muy buen artículo. Gracias por compartirlo.

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  11. Si conscientes de su pobreza intelectual y doctrinaria los obispos argentinos preconciliares designaron al "grupo Pilar" encargado de elegir a los peritos teólogos que debían asesorarlos, está visto que no sólo el grupo Pilar falló al elegir como peritos a Carmelo Giaquinta, Jorge Mejía y Eduardo Pironio -más tarde apodado "pirodemonio" por sus ideas ultraprogresistas- los obispos también se equivocaron en la elección del grupo Pilar donde nombraron colegas de temer como Vicente Zazpe y Antonio Devoto.
    Siendo así, era de esperar que todo saliera mal porque tanto en el grupo Pilar como en el de peritos que colaboró con ellos ya estaba el huevo de la serpiente que en 1967 parió el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, el mismo que poco después bendijo los fusiles con los que Montoneros cubrió de sangre y crímenes atroces la década del '70.
    Es por lo menos triste comprobar que así como desde entonces las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo no se cansan de acusar a la Iglesia por su colaboración con la dictadura, del otro lado nadie se atreve a denunciar a esos curas y obispos traidores que apoyaron al terrorismo marxista que las Madres y Abuelas reivindican.
    Esa historia de claudicaciones hoy adquiere ribetes dantescos al ver que el Papa argentino desde hace diez años y con bisturí de cirujano, no para de eliminar prolijamente lo poco bueno que pueda quedar en el episcopado nombrando como nuevos mitrados a aquellos candidatos que en su curriculum exhiben alguna fechoría detestable, y si fueran dos o tres, mejor.
    Viendo esa realidad, es difícil entender que algunos buenos católicos todavía abriguen la esperanza de que todo se podría arreglar si en el próximo cónclave se eligiera ese buen Papa que muchos quisiéramos tener.
    Creo que es imposible que eso suceda porque en estos días la Iglesia recién está subiendo al Calvario. Es cierto que porque Dios así lo ha dispuesto después vivirá su Pascua de Resurrección; pero no debemos engañarnos, antes de eso nos espera lo peor. Mientras tanto habrá que apretar los dientes y prepararse, sólo los que perseveren hasta el fin tendrán la dicha de ser testigos de lo mejor que está por venir.

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  12. A mi lo que me fascina es la antropología barroca de la propuesta “la conducta del hombre está regida por las imágenes, por la fuerza motriz de ellas”. Seguramente la solución pasaba por un tratamiento al estilo de la Naranja Mecánica.

    El Pulpero de la Recoleta

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  13. Lo que se desprende de este artículo es que el Concilio era verdaderamente necesario. Y, que yo sepa, los grandes teólogos del Vaticano II fueron franceses… ellos fueron los peritos… y entre los alemanes destacar por ejemplo a un Ratzinger. El Concilio trajo muchas cosas buenas, porque como Concilio es un acto de Magisterio eclesial. Es el más alto acto de Magisterio. Si esto no lo aceptamos, todo queda perdido en la subjetividad de cada uno. Eso es protestantismo aunque lo revistan de barroco.

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    1. Es el mismo subjetivismo protestante de Pablo: "Cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque (...) yo vi que no procedían rectamente, según la verdad del Evangelio"

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    2. Diga una cosa buena que trajo el Concilio y que no hubiera venido sino por el Concilio, por favor.

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    3. El truco estaba en hacer los documentos generales tan generales que no significasen nada y fueran aprobados por todos. Estaba previsto que las comisiones "progresistas" que tenían que desarrollar y aplicar los documentos del Concilio eran las que iban a dinamitar la Iglesia. La jugada les salió muy bien, por lo que "felicidades".

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    4. Andreas es un poco absurda la petición. Toda la verdad católica procede de la revelación que Dios ha hecho a los hombres. Si afirmo que algo bueno vino del Concilio que no vino sino por el Concilio me piso la cola.
      O usted puede afirmar que los anteriores concilios crearon un bien católico que no encuentre su origen en las fuentes de la Revelación? Basta con que la misma verdad católica haya sido explicada de tal modo que la entienda mejor para cumplir con lo que afirma el post criticado: a saber... Que el Concilio trajo muchas cosas buenas.

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    5. Anónimo, no se vaya por la tangente.
      Deje de lado el recurso dialéctico de marear la perdiz, y diga una cosa bueno que trajo el Concilio y por la cual el Concilio era necesario.
      Y sepa que estoy siendo benévolo, porque podría ponerme a ridiculizar su simplismo de "Concilio es un acto de Magisterio eclesial. Es el más alto acto de Magisterio."

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    6. Muy buen comentario.

      Joseph Ratzinger hizo un gran aporte poner al Centro a Dios en un mundo que cada vez iba a ser más perverso al hombre

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  14. Los concilios, excepto el CVII, claro que trajeron cosas buenas. Fueron concreciones de la evolución homogénea del dogma que han permitido ir definiendo mejor, para la capacidad de nuestra mente, el alcance de las verdades de Fe. Por consiguiente, nos permiten poder amar más a Dios.
    El CVII, en cambio, es una mezcla de charlatanería insípida, ambigüedad y confusión deliberada.

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  15. Vale la pena leer la biografía de Benedicto XVI de Peter Seewald porque ahí se puede entender el Concilio.

    Pues las declaraciones aún no desarrolladas hoy en día son el futuro para un cristianismo en un mundo globalizado con una ideología tecnocratica parecida al nazismo, totalitario y comunista y con amenaza de despoblar naciones cristianas y dejarlas con mayorías de población musulmana

    La libertad de conciencia, de religión y de consciencia declaradas por el cvii. Hoy son una posibilidad de vivir en cierto modo conmo un remanso de paz.

    Los Schema fueron hechos por la Curia y no proponían la. Vuelta hacia los padres de la Iglesia y el lenguaje evangélico sin retomar el lenguaje sistemático del catecismo escolástico para las declaraciones.
    No aportaban la santidad en medio del mundo y faltaban de declaraciones que obispos pedían por haber sufrido el nazismo, el comunismo o por vivir e países de mayoría musulmana.

    Estos obispos pedían ecumenismo para luchar contra el nazismo, protestantes y católicos en Alemania

    libertad de conciencia de parte de los obispos bajo el comunismo

    Libertad de religión por parte de los obispos que vivían en países de mayoría de musulmanes


    El concilio se adelanta con el tema de fe y razón , ya que hoy la instuciinalizacion de una iglesia vista como cuerpo corporativoque aplasta a los sacerdotes hacia la agenda política , solo es posible defenderse de esa situación con fe y razón , estas dos cualidades nos permiten distinguir y discernir en esta purificación

    Tbien el cvii nos permite unirnos a musulmanes y judíos en la defensa de la vida, de la sexualidad, de la familia, de muchos derechos y mandamientos del Decalogo

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