Escribía Erasmo de Rotterdam en su Elogio a la locura que “la verdadera felicidad es algo que solo la locura puede ofrecer”. Una de la ideas que sugiere es que hay algunos logros, como la felicidad, que sólo pueden ser alcanzados con un cierto grado de locura. O podemos ponerlo en otros términos: algunos logros, o algunas hazañas, sólo pueden llevarlas a cabo quienes tienen un cierto grado de locura.
El 2 de septiembre del año pasado publicaba yo un post en el que planteaba mis serias reservas con respecto a la posibilidad de que Javier Milei fuera un presidente apropiado debido a su rasgo de locura. No creo haberme equivocado con respecto a la existencia de ese rasgo tan peculiar, pero sí me equivoqué con respecto a la posibilidad de hacer un buen gobierno o, al menos, un gobierno mucho mejor de lo que todos esperábamos a pesar de su locura.
Enfoquemos el caso desde otra perspectiva: sólo un loco podía aplicar en Argentina, la patria del populismo peronista, un imprescindible ajuste del 7% del PBI, eliminar en pocos meses el déficit fiscal -al que la Argentina estaba condenada desde hace 70 años- y mantener no solamente la paz social sino niveles de aprobación superiores al 50%. Pero mucho más impactante aún: sólo un loco podía animarse a hacer lo que está haciendo en lo que él denomina “batalla cultural”. ¿Quién pensó que un gobernante iba a atreverse a cerrar el INADI (Instituto contra la Discriminación) o el Ministerio de la Mujer diciendo que no servían para nada y que su único objetivo era el adoctrinamiento en las políticas progresistas? Y todavía más: ¿en qué mente fantasiosa podía nacer la idea de que entregaría la política exterior argentina, exceptuando las relaciones comerciales, a un grupo de funcionarios al que los medios califican de “ultracatólicos”? Y estos funcionarios no se han dedicado solamente a hacer declamaciones: se negaron a firmar la declaración de la OEA de Asunción por lo que se debieron modificar varios párrafos donde estaban contenida la monserga progre; la delegación argentina se retiró de la Cumbre del Clima de Bakú denunciando la ideología que se esconde detrás; en la Asamblea General de la ONU, Argentina votó en contra de una resolución que protege los derechos de los pueblos indígenas (ya todos sabemos lo que eso significa); fue el único país del G20 que votó en contra de una declaración sobre la igualdad de género y empoderamiento de la mujer. Y el mismo presidente Milei, en la Asamblea General de la ONU se expresó en contra del aborto, del gobierno de las elites mundiales y de la Agenda 2030. Más aún, en el presupuesto que se está debatiendo por estos días en el Congreso, el gobierno destinará $0 a financiar la educación sexual en las escuelas, uno de los más preciados logros de la izquierda peronista. Sólo un loco como Milei podía ser capaz de hacer lo que muchos pensábamos que era imposible, y sólo un loco como Trump será capaz de tomar decisiones que nos sorprenderán tanto o más de lo que nos sorprendieron, para bien, las de Milei.
En pocas palabras: un loco —sea Milei, sea Trump y con seguridad aparecerán otros más— es capaz de patear el tablero y cambiar rápidamente lo que parecía establecido, y recuperar en pocos meses territorios que creíamos perdidos. Pero la pregunta que quiero hacerme en este post es si podemos hacer una analogía con la Iglesia. No es necesario decirlo en esta página, pero la crisis de la Iglesia es monstruosa y los católicos desesperamos de que pueda existir alguna solución porque estamos razonablemente convencidos de que ningún cardenal será capaz, una vez elegido pontífice romano, de hacer los cambios drásticos que hay que hacer. Soñemos con lo imposible, como soñábamos no solo durante los abominables gobiernos kirchneristas sino también durante el gobierno del modosito Mauricio Macri. Pensemos en un Papa que, una vez que todos los puestos jerárquicos de la Curia le presentaran su renuncia como es de rigor, se las aceptara a todos, y mandara a Tucho de capellán de la cárcel de Ushuaia (haría buenas migas con el gobernador Melella); a Roche de obispo de la isla de Juan Bravo y a todo el resto de purpurados de misioneros a Corea del Norte. Que nombrara de prefecto de Culto al padre Claude Barthe; de Doctrina de la Fe al cardenal Burke y de Obispos al cardenal Sarah. Que pidiera la renuncia a todos los obispos argentinos —como hizo Francisco con los obispos chilenos—, se la aceptara a la mitad, y nombrara en las sedes más importantes a los buenos curas que todos conocemos y que aquí no nombraremos. Y que hiciera lo mismo en España y, para reinvindicar a los curas de la Sacristía de La Vandée, los eligiera obispos para reemplazar a los impresentables que ahora están en la península. Que declarara inválidos los puntos conflictivos de Amoris laetitiae, se dejara de hablar de la madre tierra y del calentamiento global y dejara sin efecto Fiducia supplicans. Y podríamos seguir soñando indefinidamente con medidas de este tipo. Y seguramente, a los pocos minutos, nos despabilaríamos, diríamos “Basta de pavadas” y seguiríamos rezando el rosario.
Anhelos análogos, insisto, teníamos los argentinos el año pasado. Y ocurrió lo impensado: muchos de esos anhelos se hicieron realidad en mayor o menor medida, y muchos otros se seguirán concretando en los próximos meses. ¿Cómo fue posible? ¿Cuál fue la condición de posibilidad para que esos autoengaños optimistas se hicieran realidad? Curiosamente, que un loco llegara al poder. Y volvamos al caso de la Iglesia: ¿podría pasar algo análogo en la Iglesia a lo que ocurre en Argentina y ocurrirá en Estados Unidos? ¿Se animarían los cardenales a elegir a un loco para gobernar la Iglesia como último recurso para evitar su auto aniquilación? Pero todavía más importante, ¿existe algún miembro del colegio cardenalicio capaz de tales locuras?
Yo creo que existe uno, y es el cardenal Gerhard Lüdwig Müller.
Algunos buenos amigos se enfadarán y me dirán: “¡Müller es un moderno!” “¡No. Es modernista!”. “No favoreció a los tradis cuando estaba en Doctrina de la Fe”. "¡Sólo ocasionalmente celebra la misa tradicional!" “¡Era amigo de Gustavo Gutierrez!”. “¡Celebra el rito nuevo!”. “¡Concelebra!” Y otras cuestiones del mismo tenor. Más o menos lo mismo que otros buenos amigos dicen de Milei: “¡No tiene la castidad de San Luis Gonzaga!” “¡No tiene la fe de San Luis Rey de Francia!” “¡Ha nombrado a muchos judíos en su gobierno!” “¡No leyó El liberalismo es pecado de Sardá y Salvany!” Y tienen razón. Es todo eso y muchas cosas más, pero a pesar de eso, Milei está haciendo por la restauración de los principios de la civilización occidental mucho más de lo que hicieron los presidentes de los últimos cincuenta años. ¿Por qué no dejar abierta la posibilidad, entonces, de que un cardenal con el mismo grado de locura (¿o de arrojo?) que Milei haga los mismo con la Iglesia?
El problema en la Iglesia son los obispos, los curas y el rebaño inane, que acepta lo que le echen y que no estuvo dispuesto ya con BXVI a ciertas restauraciones...
ResponderEliminarHará falta un loco bien loco, como dice la letra de un merengue: "Yo loco, loco y ella, loquita" (yo lo coloco y ella lo quita); pues en lo material, el Vaticano está en quiebra...
ResponderEliminarhttps://germinansgerminabit.blogspot.com/2024/12/vaticano-en-quiebra.html
Dice Wanderer:
ResponderEliminar“ Milei está haciendo por la restauración de los principios de la civilización occidental mucho más de lo que hicieron los presidentes de los últimos cincuenta años”.
Y yo digo: Milei está haciendo por la restauración de los principios de la civilización occidental mucho más de lo que hace el Papa y los obispos.
Lo que me pregunto es si el Caminante también está descendiendo a la locura, porque suponiendo que Burke sea el mejor candidato y sabiendo que este blog lo leen los más besuqueros entre los Princesos de la Iglesia, está azuzando a la bestia para que sigan persiguiéndolo y cancelándolo.
EliminarSed contra, me respondo, el Caminante está quizá haciendo el juego largo, del que sabe que "ser vituperado por los Francisquistas" es un activo muy importante para el candidato al papado.
También es un activo muy importante para los blogueros post-francisco. Se hace muy odiable: ya puedo oler en mi mente el mote de "mileísta-lefebvrista" (me refiero al olor a oveja de los que lo digan).
Estimado Wanderer: Milei o Trump no son los locos, ellos son los cuerdos de toda esta historia. Quienes están locos y dementes desgraciadamente es gran parte de la actual sociedad: una humanidad enferma, corrompida, destruida y desolada tras tantos años de políticas nefastas progres, de adoctrinamiento ideológico, de aborto, de feminismo alocado, de guerras, de maldad, de ser rebaño sin pastor, de un Vaticano execrable, de políticos miserables, jueces que no hacen justicia, pobreza y encierros... y la lista seria infinita.
ResponderEliminarEn Sodoma y Gomorra todos decían que Lot y su familia eran los locos, por no pensar y obrar como ellos. San Pablo Apóstol también nos relata que la Palabra de Dios es locura para los impíos. Bienvenida sea entonces esta era de locura, si eso significa remediar y volver a obrar lo correcto. Frente a la sociedad en la que convivimos, Milei o Trump, representan la locura para aquellos que han perdido hace mucho la sensatez de la corrección. Ojalá pronto haya un poco de locura también en Santa Marta.
Los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; pero para los llamados -sean judíos o griegos-, un Cristo que es fuerza de Dios y sabiduría de Dios
EliminarMuy de acuerdo con el artículo. Seguro que hay cardenales de mejor doctrina que Müller, pero en cuanto agallas para llevar a cabo algo digno del nombre Restauración, es Müller. Es varón y sobre todo no es pusilánime como todos los curas y obispos, incluidos los de buena línea.
ResponderEliminarAdemás, tiene mucho más fácil deshacer el nudo gordiano eclesial y de un tajo: aplicar el precedente de Honorio a Francisco por fautor de herejías (no hace falta ni que haya sido hereje) y por consiguiente declarar nulos todos sus actos de gobierno. Así que no hará falta ni andar expurgando sus encíclicas (se van directamente a la basura) ni andar removiendo cardenales y obispos dudosos (sus nombramientos son nulos ex tunc): le bastará con confirmar los que crea conveniente; el resto, al paro o a la sede que tuvieran antes de Francisco.
EliminarY si aparece gente poniendo pegas a la elección por un colegio cardenalicio en entredicho, se aplica el argumentario con el que tanto se desgañitan en justificar el de Pancho y santas pascuas. Ya que hablamos de cónclaves, de paso eliminar el secreto: antaño todo el mundo sabía quién apoyaba a quién y quién vetaba a quién, la oscuridad sólo favorece al demonio, como se ha visto en este caso.
Es posible que Milei mejore los datos macroeconómicos, pero habrá que ver si realmente mejora las condiciones materiales de vida de los argentinos. Por otra parte, podrá aprobar leyes ideológicas y morales conservadoras, pero está por saber si logrará restaurar los principios cristianos en la sociedad. La mentalidad moral de las sociedades occidentales no la ha determinado el llamado “wokismo” o izquierda posmoderna actual, sino los profundos cambios desde finales de los años 60 del siglo pasado, relacionados con factores económicos, culturales y sociales. No tengo nada claro que un paquete de leyes pueda cambiar de raíz esa mentalidad dominante.
ResponderEliminarEn cuanto al papa, lo realmente interesante sería conocer qué pontífice desea la mayoría de católicos o, en otras palabras, quién sería papa si lo eligieran los fieles. Es simplemente un suponer. Sé que en la práctica quizás fuera inviable y, de entrada, habría un primer problema, y es decidir quiénes tendrían derecho a voto, si lo bautizados, los creyentes, los practicantes. Al menos, siempre he echado de menos una encuesta de autoubicación religiosa dentro de la Iglesia Católica, análoga a la que existe sobre ubicación ideológica en la ciudadanía. Se basa en una escala del 1 (extrema izquierda) al 10 (extrema derecha). En el caso de la Iglesia, sería una escala del 1 (tradicionalismo radical) al 10 (progresismo radical). Es posible que, al igual que ocurre en política, la mayoría de católicos se situaran en las posiciones centrales, 4, 5 y 6.
¿Se atreverían los cardenales a votar a un Müller? Naturalmente que es posible. ¿Se atrevería un Müller a dar la vuelta al calcetín? Cambios relativamente drásticos se han dado escasas veces en la Iglesia, y uno de ellos fue el Concilio Vaticano II. No sé si un papa podría introducir reformas tan profundas. De hecho, Francisco es reformista hasta cierto punto, ya que su reforma principal no afecta a las estructuras eclesiales, sino a la mentalidad del catolicismo oficial.
Estimado Anónimo: ¿Realmente considera interesante la suposición de su segundo párrafo?
EliminarAl proximo papa lo elegiran los cardenales que ha elegido Francisco, el Espiritu Santo lo tiene dificil, pero la victoria es de Dios. Como decia San Anastasio, vosotros teneis los templos, pero nosotros tenemos la fe.
EliminarCompletamente de acuerdo con el primer párrafo. Los cambios sociales, de los cuales la ideologia "woke" es el corolario o conclusión natural, se vienen larvando desde hace décadas, con el impulso detonante de la coincidencia del mayo francés del 68, la "revolución sexual" propiciada por la anticoncepcion artificial y el Concilio VII.
EliminarHaría falta mucho más que un cambio de leyes en determinado pais para revertir la mentalidades relativista, individualista y hedonista que dominan a las sociedades "del bienestar".
Yo creo que el cambio vendrá después de muchas décadas de sufrimiento, de crisis, de vacio existencial, de reemplazo generacional, de agotamiento de la civilización occidental nacida en Europa. Y no lo veremos nosotros. Nos limitaremos a prepararlo, con la gracia de Dios.
Dejando de lado las cuestiones políticas internas a este país, creo yo que, fuera de un caso extraordinario como el de la llegada de un papa como el descripto por usted, podría ser más factible un gobierno de un estado que pudiera ejercer presión al Vaticano como en el reino de los Austrias mayores especialmente el de Felipe II (sin tener el grado de cristiandad alcanzado en esos momentos, claro está). Sabemos cuánto permeable es el Vaticano a estas presiones para el nombramiento de cardenales, por ejemplo o de obispos en algunas diócesis en particular. Ciertamente más lo podría lograr un mandatario de Estados Unidos que uno de la Argentina pero en fin, fantaseamos realmene sobre estas realidades ante terrible calamidad que no tiene paragón en la historia de la Iglesia más que le pese a quien quiera compararlo con el arrianismo o el protestantismo. El enemigo llegó a ocupar todos los dicasterios vaticanos y la profecía de Ernesto Bonaiuti se hizo realidad. Saludos.
ResponderEliminarExcelente articulo. Por decir lo mismo sobre Milei, sin ahorrar de mi parte criticas serias a sus errores, no pocos me consideran cipayo, filo-liberal y pro-sionista. Son aquellos que quieren restaurar la Cristiandad en 24 hs mediante una dictadura militar -Revolucion Nacional dicen ellos- de modo voluntarista pero que jamas dirigieron ni una modesta Sociedad de Fomento. Dios lo oiga respecto de la Iglesia, aunque yo sueño con una locura mayor: que sea Papa Mons. Schneider.Debo estar en lo mas profundo del sueño. Menos mal que soñar es gratis, segun el dicho popular.
ResponderEliminarAsí es Fernando. Recién le escribía Juan el Gris. Lo que yo veo en algunas personas es una enorme incapacidad de comprender la realidad y exigir posturas maximalistas. Por eso mismo, haga lo que haga Milei, estará mal y siempre existirán las sospechas judeo-masónicas detrás y la certeza de que en algún momento se dará vuelta. Es decir, descreen de la realidad presente en nombre de un futuro irreal y a sospechas en muchos casos patológicas.
EliminarEn el fondo, creo que anida el resentimiento. Milei, un loco marginal, está haciendo lo que ellos siempre soñaron hacer pero, a lo que más llegaron, es a movilizar a 20 adolescente que canten "Cara al sol".
Tengo el mismo sueño
EliminarSara
Magnifica entrada de Don Wander!
ResponderEliminarY siguiendo su argumentación tal vez lo que nuestra Madre la Iglesia necesite es alguien que tenga compasión de ella al modo de Dostoievski en "El idiota".
Necesitamos un cardenal "JURODIVYIE" un loco de Dios, que confié plenamente en El y nunca dude de su perdón.
Algún cardenal del cual se pueda decir: "Pareces un santo, pero un poco tonto ¡porque es así que Dios te ama!"
¿Muller? Podría ser, pero no es el único. Yo conozco otro...
Prefiero no quedarme dormido y que en lugar de sueño, sea pesadilla y alguno de los siguientes sea el próximo papa: Blase Joseph Cupich 75; Joseph William Tobin 72; Robert Walter McElroy 70; Robert Francis Prevost 69; Matteo María Zuppi 69; Mario Grech 67; Jean-Claude Hollerich, S.J. 66; Luis Antonio Tagle 65; Víctor Manuel Fernández 62; Konrad Krajewski 61; José Tolentino Calaça de Mendonça 58; Américo Manuel Alves Aguiar 50
EliminarQue no olvide el próximo Santo Padre, ordenar a los obispos que ordenen a los párrocos llevar a la plaza mayor de sus ciudades, todos los cajones peruanos que se usan en sus parroquiad, y allí encender una gran hoguera con ellos, hasta que no queden más que las cenizas...
ResponderEliminar¡Epa! ¡Con el cajón peruano no!
Eliminar"Dios escribe derecho sobre renglones torcidos", dice el dicho, y los hechos no dejan de corroborarlo. Las acciones concretas que este gobierno liberal, y con muchos defectos... hizo en pos de recuperar algunas causas que parecían perdidas para el sentido común, es innegable (a menos que nos empeñemos en no mirar la realidad). Respecto al paralelismo que hace con la Iglesia, me resulta bastante interesante. De hecho alguna vez lo hemos conversado con algunos amigos en el mismo sentido: ¿Por que no podria suceder a nivel eclesiástico lo que ha sucedio y sucede en Argentina a nivel politico? Algunos podrán opinar que se trata de una "esperanza contrafactica", a lo que otros podemos responder: esperan en Dios implica algo de eso, o dicho de otro modo, "esperar contra toda esperanza."
ResponderEliminarUno intenta ser respetuoso pero...
ResponderEliminarA qué se dedican los obispos ? : a criticar al Poder Ejecutivo de turno.
Los medios de comunicación lo dijeron claro y con nombre y apellido :"qué duro serán con...."
Hablando en serio, creo que en este mundo tan afectado por la corrección política, la falta de respetos humanos y de temor al qué dirán es, con demasiada frecuencia, interpretada como locura. Independientemente de las posibles patologías mentales que puedan padecer Milei y Trump, tomaron medidas que otros jamás se atreverían a tomar, ante todo, porque les importa un soberano pepino lo que opine la corrección política imperante. Es más, seguramente se divierten viendo como los hacen enojar con sus decisiones. Que por otra parte, muchas de estas decisiones, son las obligadas por el sentido común. El tema es que para tomarlas, son necesarios hombres valientes. Cosa tan rara en este mundo de políticos de cristal, que hasta parecen locos. Hoy según los estándares de comportamiento al uso, es locura animarse a desafiar la corrección política y arriesgarse a perder un voto progre. Lo que muchos no calculan, es que las cesiones que se hacen desde la "centro derecha" para conseguir un voto progre, tienen como resultado muchas veces, la pérdida inmediata de 10 votos "no progres", es decir, de gente sensata y no ideologizada.
ResponderEliminarEn fin, hoy en día, se percibe como algo muy loco ser sensato...
En Canal Mariano YouTube recomiendo reflexión del P.Gabriel Calvo Zarraute ( Sacristía de la Vendée) " Sólo un milagro"
ResponderEliminarMe parece que le término "loco" tiene un uso clínico como perturbado mental o insano mental y otro en sentido analógico, como el que no se ata a estilos y convencionalismos sociales. El primero tiene grados. Pero es peligroso cuando ejerce el poder, al menos por su imprevisibilidad. Cuanto más poder tenga más peligroso será. No me extrañaría que Milei gire 180 grados en los temas que señala la nota con entusiasmo. Ya lo hizo en temas de economía que es su propio campo. Una cosa es ser vehemente y agresivo, otra cosa es tener principios: esto último no parece ser el caso de Milei. O si los tiene los tiene muy equivocados. Don Wanderer: en este caso, no le arriendo la ilusión, lamentablemente. En cuanto al card. Müller, no es loco clínico. Es osado porque tiene principios, sanos principios, y no los subordina a intereses. Es un hombre de fe, de buena doctrina y tuvo experiencia de gobierno. Conoce bastante la Iglesia Universal. Otra cosa es que atraiga el voto de los cardenales. Juan el Gris
ResponderEliminarDon Juan, usted, como algunos más, descreen y son escépticos del momento presente en Argentina por un futurible: podría ser que Milei abandonara los principios conservadores. Se trata, en mi opinión, de una postura maximalista y malsana, y que en el fondo no es más que falta de realismo. Y en muchos caso, que no creo que se ale suyo, de resentimiento.
EliminarEstimado Wanderer, estoy de acuerdo con Ud en que Müller es un gran candidato. En los últimos tiempos (desde el comienzo del sínodo para acá) ha levantado su voz varias veces para denunciar fuerte y claro todas las derivas anticristianas de lo que ocurre en la Iglesia.
ResponderEliminarSin embargo creo que, además de la resistencia que buena parte de los cardenales más progresistas tienen por sus posturas tan conservadoras, su edad también le juega en contra. Cumple 77 años a fin de diciembre.
El Cardenal Müller nunca ha dado muestras de locura y, además, la edad juega en su contra porque en unos días cumplirá 77 años.
ResponderEliminarMi muy estimado Wanderer. ¡Brillante exposición! Hago mías todas sus palabras. Si, a veces los hombres razonables, nos dejamos llevar por nuestros deseos más locos. “Y seguramente, a los pocos minutos, nos despabilaríamos, diciendo “Basta de pavadas” y seguiríamos rezando el rosario”. Pues, lo que entendíamos como no razonable en el campo de la política, con mayor razón lo entenderíamos como mucho menos razonable en el misterioso campo del orden religioso, donde, como bien lo deja ver Wanderer, a todas luces, los problemas que se presentan en este campo son aún más descomunales. Mas, la pregunta que cabe es, ¿acaso sólo es de locos creer que, tal como están, las cosas en la Iglesia se pueden solucionar? Y sin dudas, la respuesta es que puede que nuestros deseos más profundos, excedan las posibilidades de la razón, pero no por ello, el pensar en su solución sería propiamente un deseo de locos, o de enfermos mentales, sino más propiamente, de hombres de fe. Pues, como lo señalara, la pariente Isabel respecto de la Santísima Virgen, fue precisamente, una mujer de fe la que hizo posible el gran milagro de la humanidad: “Bienaventurada tú, que has creído, porque se cumplirán las cosas que se te han dicho de parte del Señor” (Lc I, 45). De donde colijo, que, si lo que, en algún momento, deseamos que ocurriera en el orden político, hoy de alguna manera ya se está cumpliendo, entonces por qué, “puesto que para Dios no hay nada imposible” (Lc I, 37), no pensar que algo semejante pueda ocurrir, y con mucho mayor razón, en el campo de la fe. Sea con el Cardenal Müller o con quiera que Dios disponga. Por eso, levantando mi mirada hacia lo alto, pienso que, como en los de los inicios, éstos son los tiempos de Dios.
ResponderEliminar¡Señor, ten piedad de nosotros! ¡Alabado sea Jesucristo!
Agrego otro mérito para nada menor del actual Gobierno Nacional:
ResponderEliminarLa distribución de anticonceptivos externos se redujo de 4,4 millones a 2,4 millones de unidades; esto es: se registró una caída del 45,5% entre el tercer trimestre de 2023 y mismo periodo de 2024.
La entrega de anticonceptivos inyectables y orales, también se redujo en este lapso de tiempo: pasó de 4,9 millones a 2,3 millones de tratamientos entregados entre 2023 y 2024, lo que significa una baja del 53,9%.
De los métodos anticonceptivos de larga duración para las adolescentes también hubo una disminución: pasaron de 50 mil a 21 mil. Esto significa, un 57% menos.
La reducción más importante se dio en la entrega de abortivos, como el misoprostol y la mifepristona. En 2023 se entregaron 106.737 y en 2024 ninguno. En ese caso la caída fue del 100%.
Vengan de a mil, nacionalistas católicos argentos.
A qué?
EliminarMás allá del lobby que hizo la mafia de St. Gallen previamente, muchos coinciden en que el famoso discurso de Bergoglio antes del cónclave de 2013 le arrimó muchos votos de los cardenales que no lo conocían, que le permitieron ser elegido Papa. Quizás alguno de los cardenales conservadores aprende la lección y, con algunos cabildeos inteligentes antes del próximo cónclave, logra los votos necesarios para obtener la fumata blanca.
ResponderEliminarNecesitamos un candidato astuto como serpiente y manso como paloma, no sé quién puede tener ese perfil.
Los que se niegan a reconocer el bien que hombres como Milei, o Trump hacen, se hubieran negado a regresar a Jerusalén desde su destierro a Babilonia por el solo hecho de que lo habría ordenado un pagano como Ciro, rey de los persas. Y no se dan cuenta de que este tipo de personajes son parte de la ironía de Dios, que gusta de derrotar a sus enemigos con las armas más humillantes para ellos, ¿y qué es más humillante para la masonería argentina que verse derrotados por Milei? Pero el Señor tiene más sentido del humor que muchos católicos amargados.
ResponderEliminarGrandiosa y Gloriosa glosa del Wanderer.
ResponderEliminarOjalá se cumpliesen sus pronósticos, somos muchos que opinamos igual.
Sería un milagro patente!!!
El problema con las analogías seculares aquí planteadas es la dificultad de que aparezca un outsider surgido de las entrañas de esta casta cardenalicia (para usar la palabra de moda). Es cierto por otra parte que Bergoglio ha creado un caos importante, nombrando discrecionalmente una banda de variopintos personajes de la que puede salir una sorpresa. De lo contrario, si se elige un candidato del deep state creo que se ponen de sombrero al Vaticano, por lo bajo.
ResponderEliminar"Ya no hay locos, Ya no hay locos, ya no hay locos en España, ya no hay locos"...
ResponderEliminar"Se murio aquel manchego, aquel estrafalario fantasma del desierto"... dice el poeta.
Y mas tarde apunta con gran precision: "¿Cuando se pierde el juicio? ¿Yo me pregunto cuando? "Si no es ahora que la justicia vale menos que el prin de los perros" ...
"Ya no hay locos, ya no hay locos, ya no hay locos amigo, ya no hay locos"...
Pues asi estamos.
Se abortan miles de niños que son asesinados como si fueran hormigas o cerdos, cuyas vidas no valen nada.
El mundo vive mas de 15 conflictos militares, algunos de los cuales se cobran vidas humanas de a miles.
Narcotrafico, trata de personas, prostitucion infantil, pedofilia, la gente hasta se cambia de sexo, ya que siendo hombres creen ser mujeres y se aplaude a los sodomitas como si fueran heroes, cuando no son otra cosa que miserables degenerados.
Y los cerebros de millones y millones de personas son manipulados para pensar tofos iguales, feminismo, perversion, adoctrinamiento, Educacion sexual "integral", en la que se les enseña a los niños a masturbarse y a vestirse de mujer si son varones y a practicar sexo oral y anal, con el aval y las instrucciones impresas por los gobiernos, como ha hecho el Gobernador Kicillof, enseñando a los niños y adolescentes que abortar es un derecho y esta bien.
Y hay Catolicos preocupados porque aparece un Señor como Milei? En serio??
Yo pienso que va a suceder, que pronto viene un Papa "Loco" infectado del mismo "virus" que tiene tan "enfermo" a Milei...
Y que se agarren.
De Dios nadie se burla.
Comparto plenamente la semblanza de Milei que hace Don Wander. Lo advertí desde un principio cuando el loco se lanzó a la aventura política, la garantía me la dio Victoria Villarruel. Sabiendo que ella es una católica tradicional que 15 años antes se tiró a la fosa de los leones para luchar en soledad contra el formidable aparato político que tenía el kirchnerismo con el apoyo de Montoneros y toda la degeneración LGTB, no había dudas que si decidió acompañar a Milei era porque después de muchos cafés de por medio conoció muy bien al loco que en tiempo récord la gente llevó a la Rosada.
ResponderEliminarEs cierto que el loco se había hecho medio judío porque flojo de papeles como católico un día otro judío lo entusiasmó con las hazañas de Moisés y los Macabeos. Pero esa locura también era la garantía de hacer realidad el sueño imposible de encarrilar a la Argentina que nadie había logrado encarrilar desde muchas décadas atrás. Y por lo visto lo está demostrando, desde la Batalla de Caseros es el primer presidente religioso que tuvo el país, un loco que cree en Dios y que no se asustará ni renunciará por más paros salvajes o muertos que sus enemigos le quieran tirar en la vereda de la Rosada o de Olivos. A todos les dará batalla y los vencerá.
Lo único que puede evitar que la Argentina vuelva a ser un gran país en el concierto internacional es que las guerras de Ucrania o Israel se precipiten al punto de enloquecer la economía mundial. Pero si eso no ocurre, el año que viene Milei arrasará en las urnas porque ya sabemos que la gente vota con el bolsillo. Y la recuperación del país no sólo será en lo económico, tambien en lo moral.
En cuanto a la crisis que vive la Iglesia, en eso no comparto la opinión de Don Wander. Hace largo tiempo me convencí que la crisis de la Iglesia es una crisis terminal, la herida es tan profunda que ya no tiene remedio. Por más que el próximo cónclave elija un Papa santo, el cisma es inevitable. Y la razón es muy sencilla, los obispos y cardenales que apoyan a Bergoglio y los que son peores que Bergoglio como los alemanes y muchos otros por el mundo, nunca se someterán ni renunciarán por más que un Papa santo los excomulgue, ellos se atrincherarán en sus diócesis y todo acabará de la peor manera.
Esta es la hora del Apocalipsis, por más que muchos no se den cuenta hace rato que viajamos en un tren expreso que sin paradas intermedias no se detendrá hasta que aparezca el Anticristo. Después del inicuo lo mejor está por venir, que eso nadie lo dude, pero antes habrá que pasar por la puerta estrecha de la que hablaba don Miguel de Unamuno. No hay otra alternativa.
De la puerta estrecha habló N.S. Jesucristo; Unamuno, en cambio, de la pequeña, según se desprende de su poesía:
EliminarAgranda la puerta, Padre,
porque no puedo pasar;
la hiciste para los niños,
yo he crecido a mi pesar.
Si no me agrandas la puerta,
achícame, por piedad;
vuélveme a la edad bendita
en que vivir es soñar.
Gracias, Padre, que ya siento
que se va mi pubertad;
vuelvo a los días rosados
en que era hijo no más.
Hijo de mis hijos ahora
y sin masculinidad
siento nacer en mi seno
maternal virginidad.
Ojalá surja un buen Papa que guíe el timón de esta barca que va a la deriva. Pero todos debemos recordar que Dios siempre proveerá.
ResponderEliminarY en cuanto a Miley, si hace cosas buenas y acertadas, lo reconoceré, lo mismo que si se equivoca, diré que se equivocó.
Él, les quitó los planes sociales a los vagos, eliminó ministerios o instituciones que sólo servían para el adoctrinamiento.
Pero lo que no me agradó fue que al jurar su cargo, lo hizo por los Evangelios, cuando dijo públicamente que desea ser judío. Eso a Dios no agrada.
Acaso el Cardenal Ambongo podria ser un buen candidato? no es loco pero defiende la recta y justa doctrina.Ademas es impresionante el crecimiento dela Iglesia Africana
ResponderEliminarEl Cardenal Müller se ha labrado la imagen de gran opositor conservador al pontificado de Francisco. No podrá tener muchos apoyos en el próximo cónclave, de amplia mayoría progresista y bergogliana.
ResponderEliminarCuando empiece a funcionar a full la economía productiva y no solo la especulativa, hablamos.
ResponderEliminarPor ahora, la historia local y la forma mentis de este sujeto me piden ser prudente. Ya vi demasiados espejitos de colores en muchos lados.
G. Beckett
El "loco " ....ya paso.
ResponderEliminarEra Mons. Viganò .
L.C.
Me hizo reír... pero solo quiero puntualizar, cuando dice: "y que hiciera lo mismo en España y, para reinvindicar a los curas de la Sacristía de La Vandée, los eligiera obispos para reemplazar a los impresentables que ahora están en la península". Y es que en España hay más obispos en las islas, y si por pedir que no quede,... desearía que reemplazara a estos también... y si puede ser, uno de la Vendee, que reviva el espíritu del beato padre Palau y recatequice a los isleños, y expulse a los demonios que abundan por estos lares...
ResponderEliminarMarta
El que sería un excelente Papa, con aire de santidad y adornado de las demás condiciones, es el cardenal Arborelius. Ya tiene 75 años, pero está en buena salud. Con los años que Dios quiera darle dejaría una hermosa impronta para un giro que ponga la proa de la Nave en buen rumbo. De loco no tiene nada, en cambio sí mucho de hombre de Dios. Juan el Gris
ResponderEliminar¿Quién?
EliminarRectifico: anduve curioseando quien es el tal Arborelius: una vida muy, muy interesante.
EliminarYa van a saltar los fachos a decir que Milei no cumplió lo del aborto. Ergo...
ResponderEliminarPero por qué negar lo obvio : Dios quiere que la Iglesia Católica finalice.
ResponderEliminarMigraron muchos cristianos y seguirán migrando.
Cual es el problema.
Por izquierda y por derecha se intenta salvar a la institución.
No hay que confundir los roles con las personas.
Trump y Milei (con Bolsonaro ocurrió también, aunque después se lo devoró la corporación militar que prefirió volver al redil del viejo régimen tucano-petista) avisaron que venían con suficiente anticipación, bombos y platillos. Que los ningunearan muy seguros de sí mismos después de un confinamiento global tan efectivo, y que por eso no los vieran venir, es otra cosa. No señor. No hay cardenal que se haya anunciado de esa manera, pues ya deberiamos tener noticias de semejante fenómeno. A no ser un maniobrista tipo Bukele, que engañe a todos, tan fantástico como Lenny Belardo en The Young Pope.
ResponderEliminarSobtr milei,prometió hasta donde entiendo derogar el aborto y por ello votaron por el. No lo ha hecho. Desde fuera por más que argentina caiga simpática no se ve como un muro de resistencia al progresismo y eso es lo mas importante. Dado como esta cayendo la region. Encima lo del judaísmo y del patriotismo no por la Argentina sino por Israel es problemático. Por supuesto que alegra que haya sido milei y no fernandez, es el mejor escenario. Sin embargo creo que lo mejor del gobierno de milei es su vicepresidenta , esta mucho mejor aspectada. . Todos rogamos que argentina mejore pero me da miedo que milei sea disidencia controlada. Sobre el papa loco yo soñaría con que anule todas las beatificaciones y canonizacionea posteriores a la reforma que hizo JPII y se revise cada caso, sería más serio y también más honroso para los propios santos. Soñar.no cuesta y Dios es omnipotente así que yo creo que es saludable soltar la lista de deseos sin pudor
ResponderEliminarEstimado Marcos, yo no soy mileista ni creo que Milei sea el salvador de Occidente. Pero insisto con que hay que ser realista. Para derogar una ley, sea la del aborto, sea la que sea, se necesita otra ley. ¿Usted cree que una ley de derogación del aborto pasaría por el Congreso actual? Totalmente imposible, y por eso no tenía sentido alguno que presentara un proyecto en ese sentido: hubiese sido un fracaso rotundo. El año próximo, cuando si todo sigue como ahora, arrasará en las elecciones, tendrá número suficiente para presentar el proyecto de ley. Y cuando los progres planteen la inconstitucionalidad de norma, tendrá a Lijo y García Mansilla en la Corte. ¿Por qué cree usted que se empeña tanto en entran los dos o ninguno?
EliminarLo mejor de Mile es su Vice? Si no hace otra cosa que armar agendas paralelas. Lo que le hizo a Milei antes de ir a Francia con los imbéciles de la selección de fútbol fue vergonzoso. No se si lo hizo principalmente por su cabeza nacionalista o por arruinarle el viaje en despecho porque no le da más poder.
EliminarGobierno descompensado por todos lados, empezando por la Vice. ¿Y cómo iba a ser de otro modo una arremetida exo-oligárquica? Sin embargo, Milei no hace más que acelerar el rumbo propuesto en campaña al pueblo argentino. Eso es lo que odia el tipejo resentido de todo resentimiento. Odia que el presidente, tremendo cristiano anti-guevarista al fin y al cabo, tenga dos huevazos como melones haciendo saltar por los aires las miserables vanidades de cenáculos, cócteles y folletines
EliminarCon todo respeto, es una mujer que en su vida trabajó de nada más que de la reivindicación de las víctimas del terrorismo. No tiene otro antecedente. Si no fuera por Milei no existiría. Tampoco destaca por su habilidad política, más allá de que habla de corrido y tiene cierto ingenio en las réplicas.
EliminarRespecto a la vice ha sido lamentable como muchos nacionalistas han salido en masa a intentar esmerilar por redes al presidente horas después de la declaración que el otro día hizo sobre Villaruel. Nunca entendí la mentalidad que manejan, como le vendría bien a la Patria fomentar división entre presidente y vice. Igualmente y aunque les duela en el alma, no sacan muchos más votos que la izquierda (piensese sino en el humo que vendió en 2019 NOS con Gómez Centurión y Hotton a la cabeza).
Eliminary, parecería que para un nacionalista no hay nada mejor que otro nacionalista
EliminarEn toda Organización hay 4 niveles
ResponderEliminar1.Formal
2.Informal
3.Deseable
4. De Investigación
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Todos los niveles dicen cosas diferentes
El Nivel 4 de la Iglesia Católica dice : "hay tendencia" ...tendencia al CIERRE.
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Difícil que operando sobre los niveles 1,2 y 3 cambie el nivel 4.
Coincido en líneas generales. He publicado comentarios en su momento, durante el año pasado, sosteniendo que Milei estaba más cuerdo que toda la runfla de políticos mentirosos y economistas chantas que nos rodean. Muller me ilusiona pese a sus fallas. Nadie es perfecto. Dios se puede valer de quien Él quiera para restaurar a su Iglesia. Creo que Muller está tejiendo algo, que se revelará en el próximo Cónclave. Y está rosqueando desde hace rato. Es simplemente intuición. No información, sino deducción por las noticias que leo. Está haciendo política eclesiástica, que es la única manera de vencer al modernismo. Francisco es esencialmente un político y a toda esa caterva de inmorales que lo rodean lo único que le interesa es el poder. Es decir: la política. Está perfecto predicar y predicar los errores de Francisco. Pero si no se hace política.... "flatus vocis". Mi opinión (probablemente equivocada) es que no hay futuro Papa. Si Muller no se achica y llega hasta el fin, tenemos cisma.
ResponderEliminarDios quiera que el próximo Papa sea elegido por los mismos que han salvado a la Patria en las elecciones pasadas, y así restaurar a la Santa Iglesia Catolica
ResponderEliminarParece que hay varios que se olvidaron de tomar la pastilla en este blog
Eliminaraunque muller sea elegido papa, cosa que pongo muy en duda, y logre deshacer todo lo hecho por bergoglio, el papado ya esta herido de muerte por causa de bergoglio mismo. y es precisamente bergoglio, el argumento principal que los ortodoxos y protestantes utilizaran constantemente para sostener que la concepción catolica del papado esta completamente equivocada, y creo que resultara muy difícil refutarles.
ResponderEliminarEl tema de los liderazgos disruptivos o "locos" está indisolublemente ligado a la crisis de representación. A la vez, esta crisis se origina en gran parte en la caída estrepitosa del papel de los medios como mecanismo de legitimación; la clase política se ha quedado sola con su agenda y sus problemas, a distancia sideral del hombre de a pie, la "constituency". Ya no sirve elegir, desde las sombras, a un Biden, un Obama o una Harris, que trabajan como empleados del NOM. Ahora hay que competir en serio con candidatos populistas con agenda propia y horror de horrores, personal y política.
ResponderEliminarHasta hace muy poco, eran los medios los que daban el placet para tal o cual candidato, definían quién era de extrema derecha y quién de centro izquierda, en fin, instalaban la agenda del día. Hasta hace muy poco, cinco tapas de Clarín se cargaban cualquier gobierno. La irrupción torrencial de las redes arrasó con todo. De hecho, Milei comienza a existir cuando los medios tradicionales, inanes, comienzan a mendigar la presencia de este excéntrico "porque les subía -el escaso- rating".
Elon Musk la vio, y cuando a partir de una tragedia personal producida por la agenda woke decidió comprar X dio en el clavo. Jeff Bezos compró el Wahington Post y se clavó.
Por eso el progresismo global está desesperado, han perdido el control de la agenda, la representación política y si me apuran pueden perder mucha plata.
Ahora bien, trasladado esto a la Iglesia hay diferencias. La "constituency" está también a distancia sideral de sus "representantes". Pero el mecanismo de elección procede de la casta. Y fuera de la monserga de los medios que a nadie le interesa (¿qué persona nomral puede leer a la Piqué?) no hay formas de legitimación que la declinante fe de los fieles y todavía la fuerza del papado. Ergo, la emergencia de un liderazgo disruptivo, depende del Espíritu Santo y de que los cardenales elijan un "loco" como dice Wanderer, dentro o fuera del colegio cardenalicio -esto último no es probable, pero siempre es posible. En mi opinión esto es lo más difícil, paradójicamente una vez llegado al solio el nuevo Papa, si procede conforme este liderazgo populista y apoyándose en la masa de católicos, tiene una buena chance de encarar la reforma, aislando al grupo ridículo de progres (entiéndase obispos alemanes, curiales nefandos y algún otro infeliz más) que detentan hoy en día el poder. Eso sí, que le pida consejos a Trump para reforzar la seguridad, lo va a necesitar.
Agrego una cosa: a diferencia de lo que nos importa a nosotros, va a ser sumamente relevante para los cardenales elegir a un candidato lo menos incapaz posible en materia administrativa y fiscal, el Vaticano está en quiebra, Bergoglio se lo puso de sombrero. Pensarán sin duda en un "loco" a lo Pell.
Eliminar¿Cuales son los cardenales que podrían hacer lo de Milei en el Vaticano?
ResponderEliminarEstamos en el principio del fin. Es que nadie sabe o quiere saber y discernir los signos de los tiempos ???
ResponderEliminar¿Y cuáles serían esos "signos de los tiempos" por los cuales afirma usted que estamos en el principio del fin. ¿El fin de qué? ¿Del mundo? Ni siquiera el Hijo sabe la hora (cf. Mt. 24:36), pero usted sí. ¡Vaya!
EliminarNICO
ResponderEliminarQué bueno el discurso de Milei en la CPAC. Tiene no sólo asombrosa validez su receta de 10 puntos para hacer política, sino que podría muy bien aplicarse en el gobierno de la Iglesia. Lo que dice a partir del minuto 47 sobre la tibieza con sus falsos compromisos y su traición a la Verdad y sus pésimos frutos lo hemos estado viviendo desde el V2, verdadera y demoledora "Vergeltungswaffe". Sustitúyase en su discurso la palabra "socialismo" por "modernismo" y ya hay todo un programa para un verdadero Papa, fiel a la misión encargada por Nuestro Señor.
Justo hace un par de dias acabo de terminar "El Liberalismo es pecado" y habia apuntdo esta reflexion: A pesar de la deriva teorica entre liberalismo y socialismo, es clarísimo que, dejando de lado el aspecto dogmático y teorico, en la practica, el liberalismo conservador republicno está hoy mas cerca de la Doctrina Social de la Iglesia que la izquierda socialista y/o marxista, mal que les pese a muchos curas y obispos amigos del "pobrismo". La Nueva Derecha nacional e internacional debería barrer con el izquierdismo cultural con solo seguir aplicando el sentido común.
ResponderEliminarRecién hoy estoy leyendo las publicaciones, de atrás hacia adelante. Todas excelentes. Pero esta merece un comentario: AMÉN!!!
ResponderEliminarCon todo lo que tiene Müller, es el único cardenal que ha hablado sistemáticamente contra los disparates de Francisco diciéndolo con todas las letras. Y sí tiene una pesada mochila de coqueteos con el mundo, pero también es evidente que, a diferencia de otros "conservadores", no se ha vendido. Lo que sí no sé si el colegio cardenalicio se atraverá a elegir a alguien que haría saltar por los aires esta entente cordiale que Francisco logró con tan económicamente poderoso como herético Episcopado germanoparlante.
ResponderEliminarSe me ocurre un ejemplo histórico de "Papa loco": Mastai Ferretti (Pío IX), que de ser "la esperanza de los liberales" hasta 1848, se convirtió rápidamente en la bête noire para los bienpensantes del mundo por el resto de su pontificado.