Una estatua, una enorme estatua, de extraordinario brillo, de aspecto terrible, se levantaba ante ti. La cabeza de esta estatua era de oro puro, su pecho y sus brazos de plata, su vientre y sus lomos de bronce, sus piernas de hierro, sus pies parte de hierro y parte de arcilla. Tú estabas mirando, cuando de pronto una piedra se desprendió, sin intervención de mano alguna, vino a dar a la estatua en sus pies de hierro y arcilla, y los pulverizó. Entonces quedó pulverizado todo a la vez: hierro, arcilla, bronce, plata y oro; quedaron como el tamo de la era en verano, y el viento se lo llevó sin dejar rastro.
Daniel II, 31-35.
Si se prohíben las procesiones de Semana Santa, al menos puede salir la estatua de Poncio Pilatos. Estamos seguros, con la crítica histórica unánime a nuestro favor, de que él sí se lavaba bien las manos.
ResponderEliminardon Ginés
La vulnerabilidad del ser humano y todo lo creado..
ResponderEliminarCuando Daniel nos habla de la estatua que cayó porque tenía los pies de barro, nos está enseñando que la parte principal de la construcción siempre son los cimientos sobre los que descansa el edificio.
ResponderEliminarNo en vano los enemigos que trabajan en la demolición de la Iglesia atacan sin descanso la Tradición y el Magisterio de los Papas, igual que el leñador que para derribar el árbol no empieza por las ramas sino que mete el hacha a la raíz sobre la que descansa el tronco y la copa.
En esa inteligencia y buscando defender la comunión en la mano, Tucho Fernández acaba de rebajar la dignidad de recibirla en la boca al afirmar que "no es una herejía (recibirla en la mano) y está previsto en las normativas de la Iglesia. Si vamos al caso (enfatizó) es tan indigna la boca como la mano".
Cuando Jesús dijo "el que come Mi Carne y bebe Mi Sangre está en mi y yo en él" (Jn 6.56) ¿estaba pensando en recibirla en la mano?
Desde luego que Su Sangre no se puede recibir en la mano, ¿pero..., y Su Cuerpo?
Ana Catalina Emerick, quien en sus visiones dice haber presenciado la Ultima Cena, afirma que Jesús les dio Su Cuerpo a los Apóstoles en la boca".
Es cierto que no faltan defensores de la comunión en la mano, pero creo que en dos mil años de Historia nadie llegó tan lejos al punto de afirmar que la boca es indigna de recibir el Cuerpo del Señor.
No conforme con ese ataque a la comunión en la boca, Tucho la remató diciendo que en caso de que por alguna dificultad física un discapacitado no pueda recibirla en la mano, al terminar la Misa el sacerdote se la podrá dar en la boca, "con la máxima precaución de lavarse cuidadosamente las manos con jabón antes y después", no sea cosa que se contagie la peste.
Digo yo, ni la OMS ni ningún infectólogo del mundo han dicho que para evitar el contagio hay que lavarse la lengua. Por el contrario, si recomiendan una y mil veces lavarse con frecuencia las manos porque son el principal vehiculo de contagio, la deducción es obvia: por más que un infectado reciba la comunión en las manos, es casi seguro que también contagiará al sacerdote que inevitablemente se las tocó al depositar en ellas el Cuerpo de Señor.
Pero veamos el caso inverso, si el que recibe la comunión está sano, es seguro que con la boca no contagia; cosa que no se puede decir de sus manos que se pudieron contagiar tocando cualquier cosa que momentos antes de la comunión haya tocado un contagiado.
¿En qué quedamos entonces, qué es más seguro para el cura, darla en la boca o en la mano?
Y algo más, Tucho y el resto de los obispos, ¿pensaron en el pobre desgraciado sano que va el domingo a comulgar obligadamente en la mano y se puede contagiar de las manos del cura?
Estimado Fuenteovejuna: Hay que distinguir el modo de recepción de la Eucaristía sin peste donde el fiel tiene todo el derecho y todas las razone s para recibir la Sagrada Eucaristía en la boca y de rodillas y de oponerse al abuso de los holandeses que luego se epidemizo por doquier, del modo de recibir la Comunión bajo peste como es el caso actual. Le cuento: Yo doy la Comunión en la boca, normalmente no hay contacto, pero a veces se produce por accidente, por apuro, algunos fieles sólo abren la boca pero no sacan la lengua, hay que arrojarla dentro, y allí cierran la boca y se produce el contacto. Incluso comulgando sin la torpeza antedicha, a veces se produce un ínfimo roce entre el labio y los dedos. Y parece que esta peste es una fea plaga, y lo que digo nadie me lo puede negar. Así y todo, el que quiera comulgar en la boca en tiempo de peste a su cuenta y riesgo tiene derecho a hacerlo. En San Isidro resolvieron bien el tema. Los que comulgan en la boca, es decir, con riesgo, comulgan al final. Sí yo rozara
Eliminarun labio dando la comunión antes de seguir, me voy a purificar, tanto por el feligres siguiente como por mí. Firma: Eremita Platensis.
En San Isidro lo único que resolvieron bien fue el no obligar ilícitamente a los fieles a comulgar exclusivamente con la mano.
EliminarPero la praxis sería insólita: pues el último de la fila debe comulgar de unas manos que probablmente hayan tenido contacto con el interior de una boca, la cual puede tener el virus.
Hay una forma de dar la comunión que es depositar la hostia dada vuelta, de forma que se la empuja prolijamente con el índice desde arriba, y se evita así su contacto con la lengua.
Es sorprendentísimo, que esa Piedra, se desprende Providencialmente (sin mano humana) de la misma estatua de la era parte, la derrumba y pulveriza, y sigue siendo Roca, Divino.
ResponderEliminarEs un enigma tan sorprendente como Dios se manifiesta en nuestras vidas, y situaciones tan fuertes sucedidas añares atrás, que no comprendimos en su momento, de repente se corre el Velo y quedan descubiertas; Él, nunca abandonará a su Hijo predilecto, nunca, porque así lo prometió, nunca; Su Espíritu está.
ResponderEliminarPor más que los Demonios encarnados en los malvados y las babosas que se ajetrean a su lado, crean que pueden sembrar la iniquidad y someter a Dios a sus propios abominables mandatos, no lo harán; aunque imaginen que controlan la vida, la muerte y los microbios; aunque gocen que están 'ordenando' todo, no lo conseguirán. Él, late en su Raíz Sanguínea. Dios es más Fuerte que todos los malvados.
Y, por más que maten la carne, el Espíritu de Dios continúa, oculto a los ojos de los malvados; ellos no pueden amar ni seguir a Dios en la Verdad, siguen a Satanás, caminan al Infierno, sus conciencia y su corazón están cerradas a la Gracia; no entenderán que Dios actuará (y muy Fuerte) a pesar de ellos, y no serán los malvados los causantes.
ResponderEliminarEn España el gobierno compuesto por socialistas y comunistas no ha prohibido las Misas. Pero nuestros obispos, que son peores enemigos, al poco rato del decreto gubernamental, han cancelado la celebración de la Misas con fieles. El mundo al revés.
ResponderEliminarLo insólito es que nada se diga de la limosna, bien se sabe que los billetes contienen miles de gérmenes, y despues tocar la santa eucaristia?, por que no dispensar la ofrenda en billetes papel por cuarentena? y quien quiera colaborar lo haga por transferencia bancaria? Se ve eso no quieren hacerlo...
ResponderEliminar1:21 Ponerla en un sobrecito antes de salir de casa, con una mano limpia que toque el sobre y la otra que toca el dinero luego se la lava.
ResponderEliminarLo que más temo es por mis familiares que se dejen poner el chip.
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