miércoles, 23 de noviembre de 2022

Francisco y los desaparecidos

 


por el barrendero del Sacro Palacio

Murió Hebe de Bonafini, la activista de izquierda que, financiada con decenas de millones de dólares por el progresismo internacional y criollo, se ocupó de hacer un daño enorme al país. Como era de esperarse, se conoció el saludo que el papa Francisco le mandó por medio de Mons. “Tucho” Fernández, Arzobispo de La Plata, su ordinario diocesano.

La relación entre la histórica presidente de las Madres de Plaza de Mayo y Jorge Mario Bergoglio fue cambiante. Generalmente, distantes y por momentos enfrentados, como cuando las “Madres” ocuparon la catedral de Buenos Aires, se transformó en franca amistad desde la elevación al papado. Circula una frase atribuida a Francisco en esos momentos de gloria: “A Hebe se le perdona todo”. Y los motivos serían porque todo debe perdonársele a una madre cuyos dos hijos fueron desaparecidos en razón de sus activismo terrorista durante los años ’70. Hay que decir que son muchos los que afirman, luego de diligentes investigaciones, que estas dos personas se exiliaron, viven en España y cobraron las millonarias cifras con las que el Estado argentino indemnizó sus muertes.

Sin embargo, no se nota esta misma actitud de compasión por el drama de los desaparecidos por parte del Bergoglio hacia la familia de Emanuela Orlandi, ciudadana vaticana desparecida el 22 de junio de 1983. Desde ese día su familia la busca con desesperación y, hasta la fecha, no se sabe nada de cierto sobre su paradero. Solamente un cúmulo de pistas falsas, encubrimientos y secretos en los que también parece estar de alguna manera implicado el Vaticano. En estos días se ofrece en Netflix una docuserie con el título: Vatican girl, referida a este caso no resuelto.

Todas las líneas de investigación que surgieron en los últimos 39 años sobre el caso Orlandi ofrecen algún tipo de información más o menos fiable, pero todas quedan truncas. Se habló de terrorismo internacional (Lobos grises), crimen organizado (Banda della Magliana), servicios secretos (Stasi, KGB, CIA, SISDE, SISMI) intrigas palaciegas (“maffia vaticana”) y un largo etcétera.

Se tiene la idea de que cada una de estas pistas son partes de un rompecabezas al cual le faltan algunas piezas. Cuando se analizan las que tienen mayores rasgos de veracidad, se nota que falta un ente coordinador a todos esos componentes. Y todo confluye en que ese ente está en alguna parte del poder del Vaticano o relacionado con éste.

En ambientes romanos laicos y curiales desde mitad de los años ’80 hasta el presente se escuchan algunas hipótesis en lo que se refiere a delitos en los que la Santa Sede está de algún modo implicada:

1. El atentado a Juan Pablo II no fue con intención de matarlo sino de advertirlo, para “domesticarlo”. Prueba es que un killer de la categoría de Agca no podía fallar desde esa distancia. Más aún, hubo ese día en la Plaza de San Pedro otros disparos además de los que los que salieron del arma de Agca. El turco jugó el papel de hacerse el loco hasta su liberación. Y hasta hoy no ha dado ninguna declaración coherente que explique su accionar.

2. Emanuela Orlandi fue acosada por un eclesiástico del entorno estrecho de Juan Pablo II. En estos días, esto salió a la luz por el testimonio de una compañera de clases de la joven, pero esa versión circula desde hace décadas en ambientes cercanos a la Curia Romana y al Vicariato de Roma.

3. El comandante de la Guardia Suiza asesinado junto a su esposa, Alois Estermann, fue un agente de la Stasi infiltrado allí y murió no por un crimen pasional, sino por asuntos bien diversos. Sobre esto hay hasta libros escritos.

Siempre se supo que la Secretaría de Estado estaba infiltrada por los servicios secretos guiados detrás de la Cortina de Hierro. Basta preguntarle a cualquier obispo de los países que integraron la Unión Soviética para corroborarlo.

Puede creerse que la tercera parte del Secreto de Fátima fue el atentado al Papa del 13 de mayo de 1981. Pero es evidente que ese relato no cierra por ningún lado. La realidad es evidentemente otra. 

Apenas haber sido elegido como Sumo Pontífice, Francisco celebró la Santa Misa en la parroquia Santa Ana, la parroquia del Vaticano. Allí asistieron los familiares de Emauela Orlandi. La señora Maria, madre de Emanuela, aún hoy vive en la Ciudad del Vaticano y Sant'Anna dei Palafrenieri es su parroquia, y era la parroquia de Emanuela. Cuando se acercaron los Orlandi a saludar al Papa, éste fue informado por la custodia sobre quiénes eran. Y Francisco dijo a la madre y al hermano de la joven desaparecida: "Emanuela è in cielo".

Sobre esta frase cabe aclarar que probablemente el recién elegido papa la haya dicho para sacarse de encima a la señora Maria, asegurándole de un modo piadoso que su hija está muerta (la hipótesis más probable). Sin embargo, esas palabras pronunciadas por un jefe de estado pueden tener consecuencias legales y de parte de un papa consecuencias teológicas.

Fue esa la única ocasión en que el Santo Padre habló con los Orlandi. Nunca más los quiso recibir ni referirse al tema. Aceptó un encuentro “casual” con la mamá de Emanuela, pero con la condición de que no estuviera presente Pietro Orlandi, el hermano. Jamás explicó cómo sabe que Emanuela está en el cielo y dónde está su cuerpo en la tierra. Y tampoco para darles una palabra de consuelo siendo que es su obispo diocesano y su jefe de estado.


[El autor de este breve informe conoce los rincones y recovecos del Vaticano y, al leerlo, no podemos sino observar la diferencia de la actitud pontificia entre los caso Orlandi y Bonafini. Hebe es madre de dos desaparecidos tan desaparecidos como Emanuela. Pareciera que para Francisco hay algunos desaparecidos más desaparecidos que otros, o bien, que hay desaparecidos que reditúan políticamente y otros que embrollan.

Viene bien recordar aquí la “semántica del discurso bergogliano” de la que nos hablaba hace algunos años Ludovicus, uno de cuyos principios dice: “Despreciarás a tu prójimo y amarás (o mejor, adularás) a tu lejónimo”].

28 comentarios:

  1. Sé que quizás mi pregunta quizá se salga un poco del tema. Sin embargo es interesante el tema a mí consideración. El autor da por hecho que el marido e hijo de Hebe están por ahí dando vueltas. ¿Alguien podría aportar algún dato más sobre eso?

    Y otra cosa más relacionada al tema ¿Cuáles serían las consecuencias legales y teológicas de los dichos del Papa sobre Emmanuela Orlandi?

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    1. Don Hernán, no me parece que el autor de la nota dé por hecho que los hijos de la Bonafini estén vivos. Simplemente, acota que hay versiones que así lo afirman. Y del marido no dice nada. Supongo que el pobre mártir estará desde hace años en el cielo, pues debe haber sido un infierno convivir con el súcubo de Hebe.
      En cuanto a la segunda pregunta, si nos pusiéramos a analizar las consecuencias legales y teológicas de los disparates que dice Francisco a diario, no daríamos abasto y deberíamos cerrar la iglesia por reformas. Imagínese que lo que le dijo a los Orlandi no tiene ninguna relevancia viniendo de quien viene.

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  2. Me temo que un autor que da la más mínima importancia a la ocurrencia de este Papa de decirle a una madre que su hija está en el cielo tiene una ingenuidad tan grande que para mí el resto de la argumentación pierde su valor. ¿De verdad cree que el Papa Francisco necesita una razón racional (valga la redundancia) para decir algo así? ¿Dónde ha estado los últimos nueve años? Algo parecido podría decirse de que "sobre esto hay hasta libros escritos" le parezca un argumento sobre la importancia o la seriedad de algo.

    Dicho todo esto sin ánimo de faltar al respeto al Sr. Barrendero del Sacro Palacio y sin dudar de la posibilidad de que haya intrigas criminales en el Vaticano, como en el entorno de cualquier otro gobierno de la tierra. El orden sacerdotal no confiere la impecabilidad en ninguno de sus grados.

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    1. ¿Cómo sabe el Santo Padre que esas dos personas están en el cielo?

      ¿ha recibido una comunicación de los espíritus?

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    2. ¿Y cómo sabía que estaban en el cielo todos los de este cementerio?

      https://www.infocatolica.com/blog/espadadedoblefilo.php/2111020635-icomo-van-a-creer-los-fieles

      Desgraciadamente, dice lo primero que se le ocurre, sin pensarlo primero. O peor, piensa que todo el mundo va al cielo.

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  3. Si Netflix o algún productor de cine llevara a la pantalla la historia mafiosa de Bergoglio desde sus tiempos de provincial jesuita en la Argentina hasta convertirse en Papa Francisco, sería un suceso mundial que dejaría llorando en un rincón a El Padrino de Al Pacino, tantas y tan demoledoras son las pruebas que lo avalan.
    En tiempos del presidente Alfonsín, arreciaron las denuncias contra Bergoglio por el secuestro y desaparición de Francisco Jalics y Orlando Yorio, dos jesuitas tercermundistas que durante la dictadura militar estaba bajo su mando.
    Miguel Raspanti, por entonces obispo de Morón, le pidió a Bergoglio que los mandara a su diócesis para protegerlos, pero él se negó. Por eso cuando desaparecieron fue acusado de entregarlos a la dictadura.
    Desde el diario Página12 el abanderado de esas denuncias fue el periodista Horacio Verbitsky, exjefe de inteligencia de Montoneros y responsable de gravísimos atentados sangrientos en los trágicos años '70.
    A su vez, Hebe de Bonafini, histórica presidente de Madres de Plaza de Mayo, fue otra furiosa enemiga de aquel Bergoglio al que acusó de cómplice de la derecha y los militares.
    Vale recordar que la Bonafini era la madre de dos terroristas del ERP-PRT supuestamente desaparecidos. Sin embargo, en internet existe abundante información de que el arquitecto Bonafini, padre de los supuestos desaparecidos, le confió en su momento al periodista Bernardo Neustadt que sus hijos estaban vivos y habían almorzado con él en un restaurant de Madrid a la vista del actor Héctor Alterio que estaba en una mesa vecina. Alterio fue el laureado protagonista de "La Historia Oficial", la película premiada en Hollywood que cuenta la historia tuerta de los desaparecidos en la dictadura argentina.
    Por todo eso y mucho más, los zurdos siempre fueron implacables enemigos de Bergoglio, pero sólo hasta que se convirtió en Papa. Nunca pudieron entender la increíble metamorfosis protagonizada por aquel enemigo fascista de repente convertido en aliado del marxismo, pero eso los llenaba de gozo.
    Fue por esa razón que con toda la soberbia del sapo hinchado de Esopo, la Bonafini luego le contaría a quien quisiera oír cómo fue que aquel viejo enemigo terminó rogándole infinidad de veces que lo vaya a visitar a Roma, algo que a ella le producía enorme satisfacción pero a lo que siempre se negaba con distintas excusas, hasta que un día aceptó y viajó a verlo con todo pago en primera clase y con secretaria y todo.
    Siempre según la Bonafini, allá Francisco le tendió una mesa de reyes con los más exquisitos manjares y charlaron largo y tendido durante tres horas, tiempo que ella aprovechó para darle unos cuantos consejos mientras él se deshacía en atenciones. Hasta confesó que al despedirse Bergoglio le regaló unos rosarios que ella dejó por allí con otras cosas del Gauchito Gil y no sé qué más, porque ella no creía en esas cosas. Quien quiera más información sobre esto en Youtube hay para hartarse.
    Fue por eso que hace un par de días Francisco les envió una sentida carta a las Madres de Plaza de Mayo para acompañarlas en su dolor por la muerte de tan insigne defensora de los derechos humanos. La misma que de Juan Pablo II dijo en su momento que era un cerdo hijo de puta.
    Hay que ver la foto enorme de Francisco y Hebe que Página12 -el viejo diario enemigo de Bergoglio- publicó ahora saludando la histórica carta de despedida que el Papa le dedicó a su gran amiga pidiéndole a Dios que la reciba en su Gloria.
    Y todavía son legión los que se escandalizan que a uno le pase por la cabeza que si mañana apareciera el Anticristo Francisco bien podría ser su Falso Profeta.
    ¡Hay cada gaucho en esta pampa!

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    1. Conozco personalmente a gente que durante el Proceso estaba cerca de Bergoglio. No son seguidores suyos, y posiblemente ni siquiera católicos. Me contaron situaciones que ellos vivieron, en las que Bergoglio como provincial en San Miguel advirtió a gente que estaban en las listas, que se escapen. No me lo contaron como algo heróico, que no lo fue, sino como una anécdota de cuando conocían al actual Papa. El hombre se ocupó de que algunos safaran.

      G.

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    2. Estimado G.
      Es muy cierto lo que usted dice, pero lejos de probar que Bergoglio fuera progre o de izquierda como muchos otros sacerdotes y obispos muy conocidos, lo que prueba es su juego pendular y ambivalente que siempre hizo de él un hombre escurridizo como una anguila que nunca tuvo problemas en servir a dos señores si eso servía a sus planes.
      La mala reputación de Bergoglio entre los militantes de izquierda no era infundada, y desde aquel Te Deum que aprovechó para criticar al kirchnerismo, Néstor Kirchner le hizo la cruz y nunca más se acercó a la catedral de Buenos Aires.
      Esa política fue continuada después por Cristina Kirchner al punto de que ese mismo 13 de marzo de 2013, cuando el mundo conoció la noticia de que Bergoglio era el nuevo sucesor de Pedro, lo único que dijo Cristina en un acto político fue que había sido elegido un Papa "latinoamericano", como una forma de demostrar todo su desprecio por Bergoglio.
      Claro, como presidenta Cristina pronto comprendió que no le convenía seguir con sus ataques porque Bergoglio ya no era más el Cardenal Primado de la Argentina, ahora era nada menos que el Papa de la Iglesia Católica. Y tuvo mucha suerte, porque desde ese día Francisco enterró al Bergoglio opositor y dio a luz al Papa kirchnerista que desde entonces hace las delicias de la izquierda argentina que siempre habló pestes de Dios y de la Iglesia. Por qué ese cambio tan drástico, nadie lo sabe, un secreto que seguramente el enigmático Bergoglio se llevará a la tumba.
      Cuánta razón tenía aquel que dijo "cuídame Señor de mis amigos que de mis enemigos me encargo yo".

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    3. ¿Y cómo se enteraba de quiénes estaban en las listas, chamigo?

      El Pulpero de la Recoleta

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    4. Nefli hizo lo suyo con esa película "Los dos papas"... sólo que nos dio una versión de algodón de Bergoglio

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    5. Estimado Fuenteovejuna, no es mi lugar, ni me interesa, defender el juego político de Bergoglio. Sólo mencioné eso porque me lo contaron testigos presenciales involucrados en la historia, y creo que era oportuno, dado el comentario de arriba.
      Querido Pulpero, supongo que, en los 70, ser provincial de los jesuitas conllevaba cierto prestigio y poder que lo ponía en contacto con la gente en Casa Rosada. Comentarios, pasillos, amistades personales. Todo eso siempre existió y existirá. No me extraña para nada que Bergoglio tuviera esa información, ni eso significa connivencia. Conozco varios (muchos!) casos de oficiales de las FFAA de alto rango que hablaban con familias en las que habían chupado gente para pasarles info, o bien que los habían ejecutado y enterrado vaya a saber uno dónde, o bien que estaban presos en algún centro. Eso no significaba que las familias en cuestión fueran parte del Proceso, ni que los oficiales fueran elementos infiltrados por la izquierda. Naturaleza humana, que le dicen.

      Saludos,

      G.

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    6. El cambio drástico de Cristina y sus secuaces se produjo cuando vio que hasta los que no pisaban una iglesia desde que habían hecho la primera comunión, ahora estaban como si hubiéramos ganado un mundial.

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  4. Me parece que el marido, del que se separó hace largo tiempo, vive. En cuanto a los hijos, entiendo que hay dos realmente desaparecidos y un tercero ajeno al asunto que está vivo. Este último es de quine usan los datos los que la denigran para decir que el hijo está vivo y no desaparecido. Aparte de que obviamente detesto el uso que esta mujer ha hecho de su tragedia y el modelo social que propugnaba ella y sus hijos desaparecidos, no deja de ser cierto que la campaña de desinformación de los servicios y los proes mezclan al vivo con los muertos y dicen que no hay muertos.

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  5. Más de un fatimista perderá la cabeza con algo de lo que se dice en este post, jaja.
    Juan Pablo II prefirió la mitología fatimista y ponerse él mismo en la profecía, también, así que bastante culpa tiene en la confusión.

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  6. Lo de "ordinario" diocesano le cae como anillo al dedo al Tuchi.. jaja

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  7. Dicen por ahi que renunció Satanas y asumiría Hebe de Bonafini....

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  8. Todo el caso Emanuela Orlandi huele a novela de Malachi Martin. Haríamos bien en releerlo, especialmente "El último Papa" (Windswept House). Hay cosas que se dicen ahí que hace 25 años podían parecer ficción literaria y hoy son claves.

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  10. Estimado, usted menciona que hay libros escritos sobre el asesinato del comandante de la Guardia Suiza. ¿Puede facilitar los títulos de los mismos?

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    1. El paseador de perros27 de noviembre de 2022, 15:36

      Basta poner en google books Alois Estermann

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  11. Para el anónimo soñador. Efectivamente te hace falta atención profesional. Pero también un buen curso de estilo, pues tu relato es bastante flojo como texto de fantasía. Muy prosaico y demasiado mensaje ideológico. Ánimo y adelante, cuando mejores puedes volver a pulsar el teclado.

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  12. Nunca mas desaparecidos. Ni en Argentina ni en el Vaticano. Justicia para las victimas, victimarios y complices.

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    1. Los desaparecidos de hoy en dia son los niños abortados.
      Miles y miles de NN que son almas de Dios, asesinados por la sociedad "democratica" y supuestamente civilizada.
      Por los que nadie reclama.
      Descartes humanos.
      Son menos visibles aun que los desaparecidos, nadie reclama por ellos. Veremos que dice Dios cuando estemos ante El, el Dia del Juicio.

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    2. Soy el anonimo del comentario. Estoy de acuerdo con usted. Claro que si. Y esto que ustwd describe, pertenece a la misma forma de pensar el mundo mecanicista-biologisista. Que si no es la modernidad.

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    3. Recordemos que unos de los primeros en reclamar por un desaparecido fue Leonardo Luis Castelanni y nada menos que por Haroldo Conti. A quien apenas conocia y ante el mismisimo Videla. Mientras que Sabato y Borges fueron un tanto pateticos en aquel "Naked Lunch" con el general.

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  13. Pero mientras que Castellani pedia por un escritor como el, Bergoglio entregaba a sus subalternos de la compañia militar de jesus. No para que los desaparecieran, si no para escarmentarlos. Demostrando asi que gobernaba sobre izquierda y derecha.

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