jueves, 20 de abril de 2023

La tradicionalización de los jóvenes sacerdotes

 

Seminaristas del Pontifico Colegio Josephinum, de Ohio



Desde la aparición de Traditionis custodes, un grupo importante de fieles parisinos comenzó a manifestarse todos los sábados frente a la nunciatura y luego frente al arzobispado, rezando el rosario, y pidiendo la “paz litúrgica”, que se vio quebrada por el nuevo documento del papa Francisco. Es uno de ellos quien escribe esta breve reflexión.


Cada vez es más evidente que las filas se están moviendo en la Iglesia. En el plano muy concreto de nuestras manifestaciones piadosas ante el arzobispado, puedo asegurar, sin dar datos concretos, que no son sólo laicos los que se detienen a animarnos, sino también sacerdotes: “¡Aguanten! Sigan!”. Porque en este clima eclesiástico de fracaso desde el punto de vista moral (no hablo de los escándalos de la moral, sino de la forma lamentable en que son tratados por los jerarcas), de la fe, de las vocaciones (sólo tres nuevos seminaristas en 2022 en la diócesis de París, número que se ha conservado durante mucho tiempo), de la práctica en las parroquias, es que los sacerdotes de las generaciones más jóvenes se sienten muy cerca de nosotros.

La semana pasada cité este artículo de la página web de BFMTV del 9 de abril, en el que se señalaba que “Ganan terreno los tradicionalistas en la Iglesia”. Por otro lado, un artículo de Jean-Marie Guénois, publicado en Le Figaro el 20 de abril, se titula “Cómo los sacerdotes jóvenes quieren sacar a la Iglesia de la crisis”, es también particularmente interesante. Allí, evoca la emoción muy significativa provocada en el clero joven por la muerte del padre Cyril Gordien, párroco de Saint-Dominique, en el distrito XIV de París, ejemplo típico de “nuevo sacerdote”, que en su testamento espiritual no tuvo pelos en la lengua para denunciar todo lo que sufrió por parte de sus cohermanos y de su jerarquía (véase aquí la carta 927 bis de Paix Liturgique del 23 de marzo de 2023).

J.-M. Guénois entrevistó a doce sacerdotes de menos de cincuenta años, párrocos en diversos ambientes. Señalo lo siguiente de entre sus afirmaciones: “Al menos una cuarta parte de los jóvenes ordenados sacerdotes tienen una mentalidad más bien clásica, incluso tradicionalista. Los fieles de la generación de 1968, que son más bien progresistas, no lo pueden comprender”. Y rerlata esta confidencia de un sacerdote de la diócesis de Cahors: “Si hoy siento algo que me molesta, es la cuestión litúrgica. Habíamos llegado a una situación pacífica con los sacerdotes tradicionalistas y todo iba bien. Comprendemos que Roma no quiera que aparezcan grupos con preferencias particulares, pero las nuevas restricciones nos ponen las cosas más difíciles”. Yendo aún más lejos, este sacerdote que permanece en el anonimato, dice: “Cuando miramos a Roma, que siempre ha sido una proteección, un faro, una tierra firme, nos dicen: ‘No queremos más sacerdotes como tú’. Tienes que justificar que llevas un cuello romano. Nos da la impresión de que al Papa no nos entiende y de que no le gustamos”.

El abismo se ensancha entre Roma y los obispos que aplican su política de represión, por una parte, y los jóvenes sacerdotes y sus fieles, por otra. En cuanto a la liturgia tradicional, ¿deben los jerarcas estar tan cegados como para creer que un día podría desaparecer y que es necesario, en el mejor de los casos, manejar sus últimos años? ¿De qué creen que hablan los obispos de Francia cuando se reúnen? ¿De las misas dominicales a las que no asiste nadie? ¿De los seminarios vacíos? No. Hablan del número cada vez mayor de tradicionalistas. ¿Cuáles son las informaciones procedentes de Francia que más llaman la atención en los Dicasterios romanos del Culto Divino, de los Obispos, del Clero? Las relativas a la “tradicionalización” del clero.  

Antes de Summorum Pontificum, celebrando la misa tradicional en Santa Maria Maggiore el 24 de mayo de 2003, el cardenal Castrillón afirmaba: “El antiguo rito romano conserva, pues, su derecho de ciudadanía en la Iglesia dentro de la multiformidad de los ritos católicos latino y oriental”. Después de Traditionis custodes, esto sigue siendo verdad, y más aún en la medida en que la reanudación de las persecuciones de la misa tradicional ha subrayado su importancia. Repito, los tiempos están madurando: una nueva generación de sacerdotes, muy motivada, le abre las puertas y se apoya en el antiguo rito de la iglesia romana.

26 comentarios:

  1. ¡Aguanten! ¡Sigan! Por el amor de Dios.

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  2. Alzacuello, no cuello romano–traducción literal de”col romain”.

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  3. Don Wanderer: en primer lugar felicitaciones por el artículo, como siempre muy bueno. De hecho soy jóven y simpatizo con lo tradicional. Lamentablemente soy de una de las archidiosesis cuyanas en las que prácticamente lo tradicional está proscrito, la de más al norte, ya me entiende.

    Lo que sí me cuestiono, aquí en Argentina ¿Esta realidad que menciona el autor sobre los jóvenes tradicionalistas existe aquí? Sólo pregunto el parecer de los que suelen andar por aquí. A mí ver al menos aquí no lo veo. Pero quizá alguien vea algo que yo no puedo por mi natural limitación.

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    1. Gabriel, no es el caso de Argentina, ciertamente. El nuestro es un país de cuarta: sos gobernantes son de cuarta, como también sus obispos y el mismo papa. Fíjese que hasta Brasil tienen un buen número de seminaristas en institutos tradicionales. Argentinos, hay sólo algunos en el ICRSS.
      Los curas conservadores, como los de San Rafael, ahora han comenzado a mandar sus vocaciones al seminario de ¡Mendoza! Imáginese... y se supone que es el mejor clero.

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    2. En Argentina está uno de los seminarios de la FSSPX, el de La Reja. Por algo será.

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    3. Eso mismo. Sé de algunos que están en el seminario de aquí también, desastroso por dónde se lo mire. Y San Rafael lamentablemente se quedó sin nada muy bueno. Una lástima.

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    4. San Rafael tiene cosas de las cuales no conviene hablar para que no las conozcan los infiltrados.

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    5. Al anónimo de las 13:45. Si, sé de su existencia. Sin embargo me pregunto si el joven católico argentino medio siquiera sabe que es la FSSPX. Desde mí experiencia, de lo único que saben es de Pascua Jóven y de cosas por el estilo, si es que saben algo.

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    6. Gabriel: En Argentina todo el movimiento es en catacumbas porque el ojo de sauron nos vigila esperando para decapitar al primero que saque la cabeza. Pero hay. Pase un mail y lo pongo en contacto con gente amiga

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    7. ¡Pues que Dios los bendiga y fortalezca!

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    8. Buenas Gabriel! Si es de San Juan, envíe un correo electrónico con sus datos al Wanderer, para que podamos contactarlo. El Sanjua 2

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    9. No conviene hablar de San Rafael, porque por lo general no se tiene la menor idea de lo que se habla. O se habla de oídas. Mejor es guardar silencio ante lo que no se conoce. Y respetar el dolor. Y sobre todo "no hacer leña del árbol caído", más aún cuando el árbol aún sigue vivo...

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  4. Lamentablemente en Argentina los tradis "no lefes" están absolutamente proscritos.
    En Mendoza queda solamente la opción de Godoy Cruz. Y creo que en muchas otras ciudades la situación no es distinta.

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    1. Me podría explicar ¿ por qué es lamentable haya "tradis" "lefes", como usted comenta ?
      Que yo sepa, la FSSPX es parte del camino de restauración, parte de la solución, no es el problema.

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  5. En Buenos Aires Aires no se advierte esto. Alguna excepción podrá haber pero si se ve una sotana es de pura casualidad. Si hasta varios de los más conservadores han decidido dejar la sotana y pasar casi inadvertidos. Una pena nuestra pobreza de sacerdotes. Pr el contrario, otros de perfil más progre pero digamos que de buena fe se han entregado a una gran vida piadosa que fue puesta a prueba durante la pandemia: "atendían por la sacristía". El hábito no hace al monje..... por lo menos en ocasiones

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  6. Poli se reunió en audiencia con Francisco hoy y probablemente éste ya le anunció el nombre de su sucesor; y no, no va a ser el arzobispo Fernández sino Raúl Martín, que ya le sucedió en Santa Rosa.

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    1. Dios nos guarde, raul martin es un infiltrado, tiene el corazon más duro que la piedra, destruira todo sencillamente.

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  7. Hay un aspecto que no se suele comentar. Hoy quien ingresa en un seminario quiere ser solamente sacerdote y en una época en que conlleva muchos sambenitos en el mundo secular. Los problemas, intereses y neuras de la época conciliar son lejanísimos o incomprensibles. (Ojo, también los de la iglesia ultramontana aunque se quiera meter en el mismo paquete que el rito) Nada pues de trabajadores sociales, de animadores,organizadores de ONG etc. Para eso hoy no hace falta ingresar en el sacerdocio o en un convento.
    ¿Cómo no iban a estar interesados en un rito que les devuelve a la esencia de lo que buscan frente a otro que la agua?

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    1. Querido Eck, ¿puede desarrollar un poco más esa idea de la degradación de los sacerdotes a monitores o animadores?
      Gracias

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    2. Esa degradación en consecuencia de la pérdida de sentido de lo sagrado en el clero. El sacerdocio católico no es un mero oficio o carisma cultual, eso ya lo estaba en las religiones paganas y en la judía, sino que también tiene un aspecto de autosacrificio y de ayuda a los demás. Todo está fundamentado en la encarnación y sacrificio de Cristo para salvar a los hombres del pecado y de sus consecuencias. Muchos sacerdotes han perdido su función e imagen transcendente pero no el hábito ni la intención.
      Si han mantenido remanentes espirituales se convierten en gurúes de cualquier corriente de autoayuda, monitores y animadores de autodescubrimientos, de una religión de sentimientos y totalmente moralizada.
      Si no han mantenido el remanente espiritual o, peor, lo han convertido en pasión inmanente (el descenso de la mística en política) da lugar, en el mejor de los casos, a trabajadores sociales y, en el peor, en revolucionarios como los curas guerrilleros: los dos quieren convertir este mundo en el paraiso porque ya no creen en el postrero.
      Ambos en el fondo son iguales, solo difieren en el ídolo de este mundo por el que han sustituido a Dios: el Yo o la Sociedad/Humanidad.
      Por supuesto, la liturgia moderna lo refleja en cierto grado (sacerdote-actor o sacerdote-líder) en vez de las liturgias tradicionales en las cuales el sacerdote mengua para mostrar sólo a Dios.

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    3. La motivación para ingresar en el seminario, al menos en Occidente, de hoy en día con respecto a hace 40-50 años no tiene absolutamente nada que ver. Cualquier interés por la promoción social o el activismo ha desaparecido, puesto que hay otros caminos menos comprometidos y más lucrativos para llevar a cabo esas iniciativas. Es inevitable que el menguante número de sacerdotes occidentales sean más religiosos, y por tanto choquen con todos los curas y obispos ancianos de la posmodernidad del 68.

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  8. Ya lo dijo el Padre Castellano. La curia Argentina siempre ha dejado mucho que desear.

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  9. Hay que dar las gracias a Francisco por rematar al neoconservadurismo. Durante los pontificados de JPII y Benedicto, mientras que todas las diócesis de Occidente perdían fieles y religiosos a millares, los buenos católicos (laicos, sacerdotes y religiosos) siempre miraban a Roma como consolación mientras su entorno se iba deteriorando lentamente. Con Francisco, los mismos problemas que sufríamos en nuestras diócesis empezaron a surgir en las más altas jerarquías.

    Ante el fracaso del proyecto neoconservador y el erial progresista sólo queda el tradicionalismo, que han sido los únicos en tener vocaciones abundantes y constantes dentro de su minúsculo tamaño.

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  10. Hoy el que se mete a cura, creo que lo hace con mayor determinación que hace unas décadas, porque la cultura popular está muy en contra de la Iglesia y el clero.
    En twitter hace unos días vi que el gobernador republicano de Florida, Desantis, firmó la ley de pena de muerte para pedófilos, y alrededor de un quinto de los comentarios (en inglés, de estadounidenses) eran anticlericales, del estilo "la Iglesia se va a quedar sin curas ahora".
    En cualquier asunto controversial sobre legalizar algo degenerado, inmoral, homicida, se ven una sobreabundancia de mensajes anticlericales, como si estos individuos, pese a la decadencia actual de la Iglesia, todavía la identificaran como la fuente de resistencia.
    El que se hace cura hoy, si no es ingenuo, sabe que si lo hace va a ser odiado por gran parte de la población, y por la ideología dominante.
    Anteayer vi que la filósofa y "Directora del Observatorio de Género en la Justicia del Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires" Diana Maffia quería eliminar a los capellanes de la hospitales porteños que dan la extrema unción a los enfermos, por tener su cargo gracias a una ley de la dictadura del 76.

    Yo siento congoja cada vez que veo cómo se odia a la Iglesia, y no creo que haya sido así en los 70s u 80s. No sé si es comparable a la época de la Guerra Civil española o al período revolucionario en Francia.

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  11. Y se murió nomás. Sin que le leyeran la reducción al estado laical.

    Y como era de esperar ya comenzó el proceso de canonización ad intra.

    https://verbo-encarnado-ssvm-abusos.info/nueva-etapa-para-el-ive-murio-su-fundador/

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  12. Las cifras de deserciones en el IVE muestran la gran fragilidad de la formación y del estilo de vida de la congregación . Pobres jóvenes, pobres sacerdotes y religiosos !!!!

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