viernes, 3 de enero de 2025

Un sitio para que los cardenales se conozcan, y elijan bien

 


por Edward Pentin


Ayudar a los cardenales a conocerse mejor: éste es el principal objetivo de College of Cardinals Report, una iniciativa lanzada el 12 de diciembre.

Se trata del primer recurso interactivo en línea de este tipo: se presentan en profundidad los perfiles de cuarenta cardenales, revelando quiénes son y su posición sobre diversos temas, junto con perfiles resumidos de los doscientos miembros restantes del Sagrado Colegio, incluidos los veintiuno que recibieron el birrete rojo en el último consistorio.

En colaboración con un equipo internacional de periodistas e investigadores católicos, la vaticanista Diane Montagna, directora ejecutiva del proyecto, y yo nos propusimos crear una base de datos con información basada en hechos y procedente de fuentes fiables. En el centro del análisis se encuentra el Colegio Cardenalicio más numeroso y diverso de la historia de la Iglesia.

El proyecto, creado en colaboración con Sophia Institute Press y Cardinalis Magazine, es una respuesta a las persistentes peticiones de cardenales y otras personas de todo el mundo que han expresado su deseo de saber más sobre los actuales príncipes de la Iglesia, cualquiera de los cuales podría convertirse en el 267º sucesor de Pedro.

Estas peticiones han surgido principalmente porque los cardenales se conocen poco entre sí, a pesar de nuestra era globalizada de la información. Esto se debe en parte a que el Papa Francisco ha elegido a muchos nuevos cardenales de lugares periféricos desconocidos, pero también a que los consistorios regulares han cesado desde 2014, dejando al Sacro Colegio con pocas oportunidades de reunirse.

A diferencia de mi libro de 2020 El próximo Papa, que surgió de una premisa similar, lo que hace único a este proyecto es su naturaleza interactiva: por primera vez, los visitantes podrán filtrar una lista exhaustiva de cardenales según varias categorías relevantes, descubrir el desglose geográfico y estadístico del Sacro Colegio a través de un mapa interactivo y consultar una tabla fácil de usar que muestra cuál es la postura de los cardenales sobre diez cuestiones contemporáneas clave a las que se enfrentan la Iglesia y la sociedad.

Hay que decir que rara vez hay algo verdaderamente inédito en la Iglesia católica, dada su larga historia, y esto también es cierto aquí. Hace siglos, diplomáticos y otros funcionarios de confianza compilaban biografías exhaustivas y fiables de cardenales y las distribuían a las partes interesadas. El Informe sobre el Colegio Cardenalicio es esencialmente una versión del siglo XXI de ese tipo de servicio.


Cardenales perfilados

Entre los cardenales cuidadosamente perfilados, el sitio identifica una selección de papabili, aquellos que se considera que tienen más posibilidades de ser elegidos. Entre ellos figuran cardenales como el Secretario de Estado Vaticano y arquitecto del acuerdo entre el Vaticano y China, el cardenal Pietro Parolin; el jefe de los obispos italianos y enviado de paz del Papa Francisco a Ucrania y Gaza, el cardenal Matteo Zuppi; y el experto húngaro en derecho canónico, el cardenal Péter Erdö de Esztergom-Budapest.

También se incluyen papabili jóvenes y prometedores como el líder de la Iglesia en Tierra Santa, el patriarca latino de Jerusalén, cardenal Pierbattista Pizzaballa; el poeta modernista portugués y prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, cardenal José Tolentino de Mendonça; y el experto francés en migrantes y quizá cardenal favorito del Papa Francisco, Jean-Marc Aveline de Marsella.

Muchos han especulado con que el próximo Papa podría ser africano, por lo que hemos incluido un informe en profundidad sobre el principal candidato emergente del continente, el cardenal congoleño Fridolin Ambongo Besungu, de Kinshasa.

Naturalmente, los perfiles deberán actualizarse y perfeccionarse, por lo que si un cardenal, o cualquier visitante del sitio, desea realizar un cambio o añadir algo al perfil de un cardenal, puede enviarlo a través de un formulario fácilmente accesible en el sitio. Naturalmente, se comprobará la exactitud de cada propuesta antes de proceder a su aplicación.

Nuestra esperanza y expectativa general es que College of Cardinals Report pueda ser un recurso duradero para los miembros del Sagrado Colegio, así como para informar a los medios de comunicación, a los fieles católicos y a cualquier persona interesada en saber quién podría llegar a ser Papa algún día.


Diferentes enfoques

Analizando a cada uno de los cardenales, tanto su visión de la Iglesia como su enfoque de una serie de cuestiones acuciantes pueden ser resumidas sucintamente por el Papa que los nombró obispos y los elevó al cardenalato.

En términos generales, para muchos de los que el Papa Francisco ha creado cardenales (hasta ahora ha elegido hasta 110 de los 140 cardenales electores), su enfoque tiende a centrarse en cuestiones de justicia social, diálogo interreligioso, ayuda a los pobres y pacificación. Valoran la sinodalidad y casi todos tienden a preocuparse por la migración y la lucha contra el cambio climático. Los nombramientos cardenalicios de Francisco suelen implicar a obispos del Sur Global, u ordinarios de diócesis occidentales poco habituales, elegidos deliberadamente de la «periferia» de la Iglesia.

Donde la demarcación es menos clara es en la ética sexual, el papel de la mujer en la Iglesia y la restricción de la misa tradicional en latín. Mientras que casi todos los cardenales occidentales del Papa Francisco tienden a apoyar o al menos están abiertos al cambio en estas áreas, los del mundo en desarrollo, especialmente en África, tienen una visión diferente. Están más preocupados por los problemas que asolan sus tierras (conflictos internos, fricciones interreligiosas, pobreza) y se oponen activamente al empuje de muchos cardenales occidentales que quieren relajar la enseñanza pastoral de la Iglesia sobre el matrimonio, la familia y la sexualidad.

Para el resto de los cardenales, la centralidad de la fe y los sacramentos, la importancia de la liturgia, la atención a la vida interior y una vigorosa defensa de la doctrina de la Iglesia, especialmente en cuestiones relacionadas con la vida, tienden a ser la prioridad. Para estos cardenales, la mayoría de los cuales fueron nombrados obispos por Benedicto XVI y que ahora son menos de treinta entre los electores, el estado interior de las almas y la soteriología parecen ser el pilar de sus ministerios. Esto no significa que los cardenales elegidos por Francisco no se preocupen por estos temas, pero su atención está en gran medida en otra parte.

Además de sus visiones de la Iglesia, también es interesante la diversidad de procedencias de los cardenales. Entre ellos hay un antiguo jugador de baloncesto, el hijo de un rey de una tribu africana, un sacerdote que fue encarcelado durante dieciocho años y condenado a trabajos forzados por la dictadura comunista albanesa, y un cardenal que pasó de lustrar zapatos y trabajar en una mina a convertirse en obispo boliviano. El miembro más antiguo del Sacro Colegio es el cardenal tailandés Michael Mitchai Kitbunchu, de 95 años, elevado a la púrpura por Juan Pablo II en 1983.

Pocos cardenales conocen visiones, trayectorias y características tan diversas, por lo que esperamos que, gracias a este innovador recurso en línea, estén mejor preparados para conocer a sus compañeros cardenales, quiénes son y dónde están.

jueves, 2 de enero de 2025

Los pañales de Cristo



por Eck 


Los Pañales de Cristo


La virgen lava pañales
Y los tiende en el ropero 

Los pajarillos cantando
Y el romero floreciendo 

(Villancico popular español:  Los peces beben en el río)



Una de las características de la cultura hispana de todos los tiempos ha sido el realismo y el personalismo hasta el límite de lo macabro, lo soez y lo obsceno. Ya lo podemos observar en el filósofo Séneca en sus Cartas y en sus obras de teatro pero, más aún, en el poeta satírico Marcial en sus Epigramas. Y, sin embargo, son capaces de tocar las cuerdas más humanas y entrañables del corazón humano, de vibrar y hacer vibrar el alma, del cor ad cor loquitur como pocos los pueden hacer.

Así, el procaz Marcial tiene uno de los poemas más hermosos, delicados y cálidos de la  muchas veces tan gélida, inhumana e impersonal poesía antigua. Tan real y tan conmovedor al mismo tiempo es su elegía dedicado a una niñita muerta en su infancia. De repente, el poeta bilbilitano abandona su feroz carácter fustigador de todas las miserias humanas y, paso a paso, va depurando su arte hasta acabar con estos inimitables versos que dicen tanto con tan poco:


Mollia non rigidus caespes tegat ossa, nec illi, 

Terra, gravis fueris: non fuit illa tibi.


“Que la no dura hierba proteja los blandos huesos

 y que no le seas, oh Tierra, pesada: no lo fue ella contigo.”

Marcial, Epigrammata, libro V, epigramma XXXIV



Unas décadas antes apareció quien iba a cumplir este deseo del gran poeta hispano hasta lo insospechado e inconcebible pero de un manera tan real que podemos decir que la hierba protege y cubre los huesos que duermen como una manta hasta el Último Día y que la tierra no será tan pesada que impida la resurrección de los muertos. Y, definitivamente, la niña volverá a ser poco pesada sobre ella para siempre gracias a Aquél que lo fue en su infancia cumpliendo la esperanza apuntada por el vate hispano en su petición.


La Misa Hispana de Navidad

Pero quien lo iba a decir, de que este realismo hispano lo encontraríamos incluso en la liturgia que nuestros antepasados erigieron para mayor gloria de Dios, gloria de la Iglesia y bien de las personas. Y así, en una de las misas más importantes del año, la segunda tras la grande de Pascua Florida, entre imponentes comparaciones entre la Virgen María y la Iglesia, entre el Cristo Niño y el Cristo Resucitado, nos encontramos en la oración de Alia con esto:


Sic revera Emmanuel noster, nobiscum Deus. Digneris manere in nobis et pugnare pro nobis. Te enim pugnante nos vincimus. Solve nos, quaesumus, pannis putribus peccatorum, qui te pro peccatis nostris dignatus es putredine ligare pannorum. (…) et ita noverimus defectatam voluntatem et fidem habere firmissimam, ut jugiter enitamur auxilio tuo ad vitam pervenire perfectam.

José Janini, Liber missarum de Toledo, Tomo I, 1982, pg. 38-41


Así realmente Enmanuel, Dios con nosotros. Dígnate de permanecer entre nosotros  y de luchar por nosotros. Pues, luchando Tú, nosotros vencemos. Líbranos, te pedimos, de los pañales pútridos de los pecadores, tu que te dignaste a estar ligado a la podredumbre de los pañales. (…) y así conozcamos nuestra voluntad defecada y tengamos una fe firmísima, para que así nos esforcemos con tu auxilio a llegar a la vida perfecta.


Tanto le debió gustar la idea de los pañales a los liturgos hispanos de la Navidad que la vuelven a reiterar en una de las tres Bendiciones tradicionales hispanas paragonándola con la asunción por Cristo de la humanidad dañada del pecado con el revestimiento de gloria por los salvados:


Et qui infantiam sumens humanitatis vilibus indutus est pannis, celestium virtutum vos vestiat indumentis.


Y quien asumiendo la niñez se vistió con los viles pañales de la humanidad, os vista con los trajes de las virtudes celestes.


¿Cuántas madres no se identificarían esa noche con María la Virgen al oír los pañales del Salvador al contemplar su propia vida? ¿Cuántas nos llevarían a sus hijos en brazos esa noche? ¿Cuántas no lavaban con sus propias manos esos pañales y les cambiarían al niño cada noche? ¿Cómo no ver en ellos la humanidad y la humildad de Cristo, que asumió nuestra naturaleza, de verdad, con todas sus servidumbres, sin ahorrarse nada, hasta el fondo?


La kenósis del Salvador

Así que Nuestro Señor  no sólo padeció huesos ablandados por los azotes y que sintió el peso de la muerte y la tumba sino que también conoció los pañales, usados y que la Virgen María tuvo que lavar con sus propias manos en agua fría, con una tabla y entre las rocas como cualquier madre de antaño, como nos recuerda ese villancico español tan conocido.

Otra vez identifica el genio hispano lo realista con lo profundo.

Porque podemos reflexionar sobre el hecho de que esta liturgia navideña se abaje hasta considerar los lienzos de la infancia y no sólo los de la Pasión de Nuestro Señor, tan gloriosos unos como otros y tan necesarios para nuestra salvación ambos. Sin embargo, estamos muy acostumbrados a pensar en las heridas en la batalla como galardones, como gloriosas. Los políticos romanos ya mostraban orgullosamente en sus campañas políticas las cicatrices de combate para que les votasen en las elecciones y no se equivocaban. Todos los pueblos, grandes y chicos, llevan la épica en la sangre y la cantan en poemas, libros, teatro y películas. Y no está tan desparejado el culto a los héroes y el de los mártires en su imagen exterior y en los sufrimientos. Sólo difieren en el espíritu y en la finalidad.

Pero ¿quién ha oido hablar de los pañales de Cesar?¿Quién ha meditado sobre el chupete de Alejandro?¿Quién concibe al general Patton con un sonajero normal? En la mitología antigua sólo se hablaba de cunas y bebes cuando era Hércules matando a las víboras, Mercurio robando las vacas o por sucesos maravillosos en personajes encumbrados como las abejas poniendo miel en la boca, águilas volando, lobas amamantando bajo una higuera o cosas semejas, anuncios del porvenir glorioso otorgado por los Cielos a sus elegidos. 

En cambio, la liturgia hispana fija la mirada en unos humildes pañales usados, que no olían a agua de rosas precisamente ni hacían milagros estupendos, y hasta el limite del mal gusto y casi la ofensa llega con ese adjetivo aludido a la voluntad, defecatam, tan gráfico y sonoro, y que no necesita traducción... Dios Todopoderoso, Creador del Cielo y la Tierra, Luz de Luz, por quien todo fue hecho, Verbo del Eterno Padre, proclamará el Credo en esa misma misa que habla de sus pañales, de su humanidad asumida totalmente hasta nacer como un niño desvalido, que necesita de teta y al que hay que cambiarle los pañales y lavarlos porque los usa como todos los demás los hemos usado desde lo comienzos del mundo. 

Menos en el pecado, Jesucristo, Dios, era verdadero hombre y la misa de Navidad hispana nos lo viene a recordar con admirable realismo y maestría, sin engaños ni subterfugios de gusto doceta o edulcorados. Unos pañales usados ¿Qué mejor muestra de humanidad?


La humanidad del Salvador: Oh admirabilem commercium!

Por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre…,  continua la Profesión de Fe. Admirable bondad de Áquel que se humanizó, se hizo hombre, para divinizarnos, para que viviésemos la vida divina. Se hizo hijo del hombre en la Virgen María para hacernos hijos del Eterno Padre. Desde el Inicio nos creo para ser coparticipes de su gloria junto a los ángeles, el universo y toda criatura. Pero sobrepujó en su caridad y en su humanidad Áquel que no sólo se encarnó para darnos a Él mismo sino que se hizo siervo para liberarnos, que murió para darnos vida, que se hizo pecado sin serlo para que fuésemos santos a causa de nuestra Caída. Admirable intercambio de Nuestro Señor, que tomó la humanidad en su divinidad para divinizarnos en nuestra humanidad, que tomó nuestra Nada para darnos Todo. El más Alto paso a ser el más bajo, esclavo, desvalido, gusano para elevarnos a las Alturas. El que tiene el Cosmos como escabel a ser el más débil, el Todopodoroso a ser el más impotente. El que es eterno a asumir la muerte para que los mortales se recubran de inmortalidad. Admirable intercambio de unos pañales usados por las prendas de la gloria, el que se resvistió de rudo lino y esparto para vestirnos de luz y santidad. 


Conclusión

Todo esto es lo que nos quieren recordar con sumo realismo, humanidad y profundidad hispanos nuestros antepasados a través de estos admirables textos litúrgicos sobre la humanidad del Salvador en una de las noches más importantes del año. Nos recuerda el precio y la verdad de su encarnación, de hasta qué profundidad se sacrificó por nosotros y nuestra salvación, de que proclama que Jesucristo es verdadero Dios y verdadero Hombre a la vez sin rebajas, ni confusión hasta el escándalo, sin florituras, ni máscaras ni silencios. Gran verdad olvidada: el Verbo se hizo hombre en todo, menos en pecado, hasta usar de unos simple y humildes pañales por todos los hombres y su salvación.

Y, sobre todo, nos recuerda que real es todo esto. Y así como dentro del crudo realismo hasta lo soez del poeta Marcial brotó uno de las más bellas y delicadas composiciones poéticas donde aletea una leve esperanza y vislumbre del porvenir de la resurrección, la misa de Navidad mozárabe lo confirma con igual realismo al afirmar la encarnación del Altísimo con tanto verismo y determinación con nombrar unos humildes pañales..

Dios usó pañales para que la niña vuelva a pisar ligeramente la tierra bajo sus pies para siempre. 

Esta es la gran verdad de la Navidad.

miércoles, 1 de enero de 2025

Diospamaman




María, la Madre de Dios, gloria de nuestra raza 

[Esta obra fue compuesta en el año 1631por el sacerdote secular Juan Pérez de Bocanegra, en el virreinato del Perú, y lo publicó en 1633 en su Ritual de curas. Es la obra polifónica más antigua de toda América. Son letanías a la Virgen María utilizadas para las procesiones e ingresos en el templo, que los pueblos del virreinato aún cantan en las fiestas de diciembre. El nombre original en quechua es Hanacpachap Cussicuinin, que en español significa Alegría del Cielo.]