Sin quererlo casi, hemos caído en un tema interesante para discutir: frente al ya claro y violento desembarco de los orcos, ¿debemos permanecer en la ciudad o conviene huir conforme al consejo evangélico? Dice San Marcos en el capítulo 13: “Pero cuando veáis la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel, puesta donde no debe estar (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea huyan a los montes. El que esté en la azotea, no descienda a la casa, ni entre para tomar algo de su casa; y el que esté en el campo, no vuelva atrás a tomar su capa”. La pregunta hoy es si no sería una buena idea “irnos al campo”, como decía algún comentarista, y abandonar la abominación porteña o de las ciudades del interior.
Hace algunos años, cuando era más joven y recién había terminado de leer el libro de John Senior, no habría dudado en decir: “Sí, lo mejor es huir”. Ahora no estoy tan seguro, y esto por varios motivos.
En primer término, las experiencias que conozco en este sentido, han sido, justamente, “desoladoras”. El KKK (Kukú Kantry Klub), establecido en vecindades de la Finca sanrafaelina, nunca pasó de ser un polvoriento sueño febril del Arconte en el exilio, y el Catholic Village de Fr. U. terminó, justa o injustamente, envuelto en aires de estafa y corrupción. No conozco de cerca, ni de lejos, el caso de Pichimahuida, pero se trata, más bien, de una experiencia familiar y no sé si puede ser extrapolada a una comunidad “vecinal”. No conozco otras experiencias, y quizás las haya y exitosas.
Sin embargo, soy de desconfiar de este tipo de proyectos que tienden a construir de un modo previo y racional lo que, en la realidad, ha surgido casi siempre de un modo natural. En Europa, por ejemplo, los pequeños e idílicos pueblitos surgieron en los albores de la Edad Media, en torno a un monasterio (“en torno al sagrario”, diría Senior), que se había establecido allí con un propósito muchas veces misional. Diríamos, casi, el tañer de las campanas conventuales convocaron a los pobladores de la aldea. Si el proceso es a la inversa –construyo racionalmente el proyecto y lo ejecuto- es bastante probable que termine fundando “Fantasilandia”, que tendrá una duración limitada, y se convertirá, en el mejor de los casos, en una suerte de Disneyworld católica o en una pintoresca comarca menonita, de la que saldrán todos peleados y maldiciendo.
Es que, para vivir en una comunidad de ese tipo, todos necesitan de un inusual equilibrio psicológico, desde el cura que los atiende espiritualmente, hasta el peón que ordeña las vacas, para afrontar y resistir las tentaciones que sobrevendrán, y que serán varias, no siendo la menor la tendencia permanente a caer en un espíritu sectario que termine llevando a los pobladores al autoconvencimiento tranquilizador de que son el grupo de los elegidos.
¿No hay que huir entonces? No lo sé. Quizás todavía no sea el momento para la huída física y debamos comenzar con una huida espiritual. No significa esto desconocer los grandes beneficios que tiene el vivir en contacto con la naturaleza, como bien decía un comentador. El vivir en la tierra, en contacto con el reino vegetal y el reino animal, es una vuelta a la orígenes y a la realidad profunda del hombre y, necesariamente, el Padre de la Mentira odia a la realidad (y no “odia a la materia”, como decía el mismo comentador con exceso de ímpetu, según mi modo de ver). Es decir, la vida en el campo, si bien vivida, es terapéutica en sí misma. Pero lo mejor suele ser enemigo de la bueno.
Una solución de mínima sería tratar de vivir –y creo que todos los que nos juntamos en este espacio lo hacemos de un modo u otro-, como “monjes urbanos”, y con esto quiero decir reservándonos espacios de tiempo, e incluso espacios físicos, diariamente para hacer vida de monje, o de apartamiento del mundo y de contacto personal e íntimo con el Señor, a través de la oración, la lectio, la lectura, etc. Si se tiene posibilidades, puede ser una buena idea disponer de una suerte de oratorio en la propia casa: una habitación pequeña transformada en “capillita”, donde el ambiente y el silencio inviten y favorezca esa vida “monástica” urbana.
Otra medida podría ser adoptar el homeschooling, que posee una larga trayectoria y altas tasas de éxito en Estados Unidos, y que en nuestro país se están dando experiencias muy buenas. No es fácil, ciertamente, pero es posible, y habrá que ver a largo plazo cómo resultan los niños educados con ese método. Conozco casos actuales que sorprenden por la madurez y “normalidad” que alcanzan algunos de estos “alumnos”, y que es mucho más alta que la de sus congéneres formados en colegios convencionales. Una vez más, por supuesto, los padres y educadores necesitan una dosis extra de sentido común y equilibrio psicológico porque, caso contrario, se puedan arruinar vidas con bastante facilidad.
Una solución de máxima podría ser “copiar” el método medieval y comenzar a reunirse “naturalmente” en pequeñas “poblaciones” en torno a monasterios por los cuales uno sienta una particular atracción: algunos se irán a Chivilcoy con los Reparadores; otros al Cordón del Plata con los Orantes, y otros a Open Door con las monjitas. Pero claro, no es nada fácil; más bien, es bastante difícil.
De cualquier modo, y como todos sabemos, es sólo cuestión de tiempo. Nos buscarán, y aún en medio de las montañas, nos encontrarán. Oremos para que, al menos, nuestra “huida no sea en invierno; porque aquellos días serán de tribulación cual nunca ha habido desde el principio de la creación que Dios creó, hasta este tiempo, ni la habrá”.
Wanderer, has tocado un tema que me ocupa y me preocupa, al que no le doy pocas vueltas.
ResponderEliminarYo he llegado a la misma conclusión que tú en cuanto a lo de la huida. Es muy difícil por no decir imposible, más cuando tienes mujer e hijos. ¿Qué pasa con los padres y el resto de la familia?
Sí es factible lo que tú has bautizado con el término de "monjes urbanos" - el concepto bien merece un brindis -. Arremolinarse en torno a la Parroquia. Redescubrir el valor de la misma. No tendría que ser un locum geográfico en el sentido clásico, es decir que los fieles pertenezcan a ella por adscripición geográfica, sino unos fieles en torno a un sacerdote radicados en una Iglesia, donde poder desarrollar una vida espiritual, donde se reciban los sacramentos y a su vez, sirva para formar a los niños. Un sitio donde los niños puedan estudiar a Dante y a Santo Tomás.
Ni en chiste Wanderer, que me oxidaría entre vacas, faldas floreadas y largas, poemas gauchescos, poca higiene, escazo desodorante y eucaliptos.
ResponderEliminarEn calle Corrientes está escondido el depósito de moralidad que nos sacará del pozo. Hay que saber buscarlo, como a un Grial, siguiendo las coordenadas que nos dejara Leopoldo Marechal.
Será entonces cuestión de armar una buena cuadrilla, de cinco o seis sagaces voluntarios, que conocedores de los piringundines, cafetines y teatros, haciéndose pasar por turistas alemanes, nos descubran el enigma.
Estimado Sr. Wanderer,
ResponderEliminarEscribo desde España, aquí les llevamos algo de ventaja en la preparación para el reino del Anticristo: sodomonio lo tenemos desde hace años; desde el 1 de julio el aborto es (i)legalmente un "derecho" (y así se enseñará en las escuelas) y se preparan leyes de "libertad (?) religiosa" (= persecución anticatólica) y de eutanasia (es época de crisis económica, así que hay que eliminar a los improductivos).
Algunos dicen que ahora es momento de plantarse y presentar batalla (aunque ya la tengamos perdida). Yo, con menos fe, estoy pensando en emigrar a uno de los pocos países de América donde el aborto todavía es un crimen. Me quedaría en España si pudiera irme a algún pueblo perdido y vivir como hace 50años. Pero hace 50 años mis impuestos no se usarían para descuartizar a niños antes de nacer o pervertirlos en las escuelas.
Sobre las "comunidades Católicas planificadas" estoy de acuerdo con usted, es muy difícil que funcionen, suena como una especie de paraíso terrenal donde todos canten gregoriano sin desafinar. Algo así como los experimentos del socialismo utópico, pero en Católico. Yo me conformo con bastante menos, irme a vivir como un pecador entre otros pecadores a un sitio donde aún se respete un poco la Ley Natural. En términos de "Un Mundo Feliz", vivo en la "metropolis civilizada" y quiero escapar a la "reserva para salvajes".
http://www.laeditorialvirtual.com.ar/Pages/Huxley/Huxley_MundoFeliz_01.htm
Estimado Don Wanderer: le dejo un link a la página de un instituto que al parecer guarda bastantes semejanzas con otros casos comentados por Usted; hay una declaración del Comisario Pontificio muy elocuente sobre las irregularidades en torno del "padre" fundador.
ResponderEliminarhttp://www.milesjesu.com/
Saludos,
Rodion
Les dejo un artículo de Messori:
ResponderEliminarLos eremitas de hoy viven en la ciudad
Juan
Después de meses sin confesarme, hoy me topé con la iglesia del Patrocinio (Ayacucho entre Sta. Fe y la ex-Charcas). Buenos consejos del cura confesor; después me quedé a Misa de 18,00 hs, haciendo el esfuerzo que siempre debe hacerse en estos casos. En fin, me fumé un eterno sermón de un cura con pinta de ancianito bondadoso (P. Solano), que habló dulcemente del amor y la vida cristiana. Al arrodillarme para comulgar, se negó, me gritó que me pare, me negué, le pregunté si él sabiá más que el Papa, puesto que él da la comunión de rodillas. Me dijo "fuera", y se dio media vuelta. "Sinvergüenza" fue mi respuesta en alta voz. Ahora estoy en mi reducto urbano, mi casa, disponiéndome a rezar, y debo admitir que con tristeza por haber sido privado de lo que mi alma necesita. Seguramente escribiré a Roma, etc., pero la ganas de prender fuego al cura, con las diaconisas que lo rodean, y todo el circo de estos usurpadores de los templos, no me faltan.
ResponderEliminarSaludos,
Rodion
Don W
ResponderEliminarCreo que habría que precisar términos. En una guerra (y todo cristiano está en una, desde que nace hasta que muere) “huir” es sinónimo de “desesperanza”; se huye porque no hay más que hacer y la derrota ya es un hecho irreversible; se perdió toda esperanza por la que valga la pena seguir combatiendo, cada uno que se valga por sí y “sálvese quién pueda”.
De lo contrario, si aún existe ánimo de combatir pero escasean las fuerzas, a lo sumo uno podrá “replegarse” o “retroceder” para reagruparse, recuperar fuerzas y volver al combate.
No creo en “huidas escatológicas”, pues por el pavor de lo que vendrá no hacemos lo que debemos en el hoy y ahora, que es donde se define nuestra salvación: en última instancia, es más probable que nos pise un colectivo cuando salgamos de casa, en esta BsAs loca a que presenciemos el Armagedón. Y, pragmáticamente, debería preocuparnos más lo primero que lo segundo.
Catolicismo no fue ni será jamás sinónimo de cuaquerismo y, menos aún, de escapismos pietistas.
Como bien dice, don W, el demonio es enemigo de la realidad; y esta enemistad se funda en que detrás de la "realidad" que nos toca vivir, se esconde siempre el designio de la Providencia que nos la ofrece como Cruz a llevar; y que cosa más a gusto del Enemigo que escaparse de esa Cruz, con el afán utópico de crearse a medida una comunidad angélicamente descarnada e irreal. Podrá ser una idea muy romántica pero es confinar a la levadura a que se pudra solita dentro de un "tapper".
Ésta es la realidad que nos tocó en suerte (por la Gracia de Dios) y hay que afrontarla: no existe ya lugar seguro en este mundo; todo se ha transformado en un campo de batalla. Escaparse a retaguardia y "pedir gancho" al enemigo para que nos permita reposar y acomodar nuestras "cositas" espirituales o familiares es una gran ingenuidad: tarde o temprano lo tendremos sentado a la mesa.
Y los "hijitos de nuestra juventud"?. Se deberá cumplir lo del salmo: “serán como flechas en la aljaba del guerrero, quien litigue en la plaza con su adversario no quedará derrotado”.
Entonces deberán sumarse a la lucha?. Si, y cuanto antes, mejor; ellos ya no solo no podrán disfrutar del Dante o de Santo Tomás en un idílico retiro campestre, sino que, además, los deberán estudiar y ponerlos en práctica en cada una de las trincheras, con los orcos frente a frente,(y hasta quizás, deban usar los tres tomos de la Divina Comedia como proyectiles).
Carmelo, el guelfo
"¡Oh Atenienses!.¡Ciertamente, las cosas van mal y os desesperáis!. Pero equivocadamente. Tendríais razón, en efecto, si habiendo realizado todo lo necesario para que las cosas marchasen bien, las hubiéseis visto sin embargo estropearse. Pero las cosas han ido mal hasta ahora porque no habéis hecho lo necesario para que fueran de otra forma. Os queda por hacer lo que no habéis hecho y las cosas irán bien.¿Por qué, pues, os desesperáis ahora?".
ResponderEliminarDemóstenes"
Complicado el tema. Reconozco que me quita el sueño de vez en cuando y las opciones que ud, amigo wanderer, ofrece, a veces aparecen en posibles horizontes.
ResponderEliminarLo que no cierra es eso de la parroquia, que quiere que le haga, yo, sinceramente, no me fumo los curitas con cara de buenos, no busco buenos confesores, no me arrodillo en la parroquia y ni le grito al parroco o a algun esbirro, no miro diaconisas, no me fumo eso. Ni de monje urbano, ni de monje rural, ni nada. Además, no quiero ser monje, quiero ser padre.
Post data: no se, hagamos algo, juntémonos. O no. Quizás sale Kukulandia, quizás sale Bella Vista, quizás sale La Reja (eso es un monton de gente alrededor del monasterio) o quizás sale Saint Mary´s, Texas. No se, complicado. a Veces me gustan y a veces me dan miedo.
El Séptimo Rey Mago
Ese no es un cura, si es cierto lo que dijo es un hijo de puta.
ResponderEliminarParticularmente conincido con Carmelo y no creo que la huída esté en sintonía con el Misterio de la Encarnación. Creo que uno de los grandes méritos del Cristianismo es meterse en el barro de la historia.
ResponderEliminarLa huida dejémosla para los cuáqueros y cierto puritanismo mal entendido.
El mal anida en el corazón del hombre y lo acompañará adonde quiera que vaya.
Saludos.
Eremitas, dendritas, estilitas, etc. son católicos.
ResponderEliminarA los de Cluny no les fue mal.
Y como dice Santo Tomás, "principalior actus fortitudinis est sustinere, immobiliter sistere in periculis, quam aggredi". La virtud de la fotraleza no es tanto aggredi (ataque ) como sustinere (aguante).
Carmelo: Como Ud. bien dice, hay que discernir y aclarar términos. Una cosa es la lucha personal que cada uno de nosotros debe combatir hasta el fin de sus días y que no admite huidas, sino sólo retiradas para pertrecharse mejor. No otra cosa son los retiros espirituales.
ResponderEliminarOtra cosa es la lucha que libramos como Iglesia en medio del mundo que es nuestro perpetuo enemigo. Esta última lucha SÍ admite huidas y, lo que es peor, admite derrotas. Ud. no está de acuerdo con esas huidas a las que bien llama escatológicas. Es cosa suya, pero le recuerdo que el Evangelio habla claramente de la huida cuando veamos los signos anunciados. Y nuestra fe nos habla también de nuestra derrota provisoria en manos del Hijo de Perdición, sin reconquista posible.
Por otro lado, le guste o no, nuestra religión es escatológica, es decir, no pretende establecer un reino en esta tierra, sino el retorno a la unidad originaria con Dios conducidos por el Verbo.
Admito que se abren dos discusiones posibles: 1. Los signos que vemos no son los signos del fin.
2. Ud es milenarista, o theilardiano, y espera la concreción de un reino temporal.
Habrá que discutirlo.
Don Carmelo el Güelfo:
ResponderEliminarA mí ni se me ocurre hacer una experiencia de irme a ningun lado, ni siquiera lo del homeschooling. Para eso hace falta que la familia te acompañe.
Sin embargo, no me animaría a decir que está mal hacerlo.
Además, esos sermones de "quedémonos en nuestro lugar, no nos salgamos de nuestro sitio, Dios nos quiere ahí donde nos puso, hagamos, hagamos, hagamos, presentemos batalla, organicemos cosas" que se yó, no me convencen.
Si otro arma algo, yo aplaudo y, si puedo, participo.
Me parece que bastante trabajo tengo con tratar de "ser".
Juancho.
Carmelo el Güelfo: El que va al desierto, no es un desertor. Nada de un desertor, sino más bien un creyente que, en vez del activismo constructivo sólo en apariencia, ha decidido practicar otras formas de caridad más efectivas desde la perspectiva evangélica: el cuidado de sí y de los suyos y la oración por todos.
ResponderEliminarGracias Juan por el vínculo al artículo de Messori.
¿Huída?
ResponderEliminarSer católico -y amar su Tradición- es no olvidar la última vez que Cristo estuvo entre nosotros, en su cuerpo glorioso, reunido con el Santo Padre en las afueras de Roma, la Ciudad Santa.
Y tuvieron este diálogo:
And he obeyed the brethren's voice and went forth alone, saying: "Let none of you come forth with me, but I will go forth alone, having changed the fashion of my apparel." And as he went forth of the city, he saw the Lord entering into Rome. And when he saw him, he said: "Lord, whither goest thou?" And the Lord said unto him: "I go into Rome to be crucified." And Peter said unto him. "Lord, art thou being crucified again?" He said unto him: "Yes, Peter, I am being crucified again." And Peter came to himself; and having beheld the Lord ascending up into Heaven, he returned to Rome, rejoicing, and glorifying the Lord, for that he said: "I am being crucified"; the which was about to befall Peter.
Ludovicus dijo,
ResponderEliminarMe parece que la retirada es, principalmente, hacia el interior, en el sentido agustiniano.
No se trata de desplazarse geográficamente -aunque que quiere que le diga, eso de huir a las montañas en el marco del calentamiento global tiene miga- sino de hacer la "República dentro de uno, ya que no es posible hacerlo en el exterior", como dijo el precristiano Platón.
La formación de comunidades artificiales con reglas prefijadas, como dice Wanderer, habida cuenta de que las unidades serán individuos con habitus moderno, casi fatalmente devendrán en estructuras sectarias. En cambio, juntarse para densificar la trama cristiana, apoyarse unos a otros, perseverar, no sólo es recomendable, es necesario. Pero loosing bonds, al primero que reparta estatuto, brazalete y consigna, patada ad extram.
Y es que tenemos reinos inmensos por reconquistar en nosotros mismos. Hemos perdido densidad, consistencia ontologica y teológica, nos hemos desdivinizado, trivializado, dispersado. Nuestras familias son, en el mejor de los casos, hélas, campos de adoctrinamiento. Deben ser monasterios, unidades densísimas de zoe cristiano, usinas de vida intratrinitaria. Muy buena propuesta la de Wanderer de ceder un espacio y un tiempo sagrados en nuestra morada, con un ícono a modo de puerta a lo Sagrado.
No rumiamos, no meditamos, no contemplamos. Esa es la gran tarea, huir de nosotros hacia nosotros, huir de nosotros hacia Dios.
Y confiarnos en la mano de Dios. Antes de ir a los montes, alzar la mirada a los montes "de donde vendrá mi Socorro".
Los intentos de amistad terminaron en insinuaciones homosexuales o peores cosas, mi generacion esta maldita, por tanto he decido no tener amigos más que Cristo y María, los ángeles y los santos, y vivo mis días escondida en mi cuarto, con mi laptop, mis Misales Romanos, mis devocionarios y mis 100 rosarios colgados de una percha en el placard (por si se rompe uno tengo otro a la mano, no se puede vivir sin un rosario en la mano segun mi entender) Estudio, trabajo, soy amable con todo el mundo, pero no profundizo más que una sonrisa con la gente o un favor honesto, mi vida se limita a mi pequeña habitación que mira hacia una pared blanca, pero que esta lleno de imágenes religiosas que me observan y con las que dialogo... Al principio mi familia penso que habia enloquesido, pero con el tiempo ahora dicen: Rezame para el final, rezame por mi amiga enferma, rezame etcc... y han descubierto que es muy útil una persona que reza... Creo que el mejor escondite para un catolico es la oracion, por lo menos es donde me escondo de las fieras que me rodean, y hasta ahora me ha ido muy bien, nadie me ha lastimado y eso que estube con gente peligrosa, por ejemplo un diler que insistia en que me drogara, para que se den una idea, mi casa es la única en muchas manzanas a la que no han entrado ladrones ni una sola vez... casualidad? mmm...mientras en las otras han entrado varias veces?? no me parece.
ResponderEliminarDios protege a los suyos, no solo de un modo espiritual sino tambien material, porque tampoco nos ha faltado nada en el plano material nunca.
Cukita.
Wanderer,
ResponderEliminarQue temazo que ha tocado usted.
Yo soy un joven padre de 34 años con dos pequeñísimos hijos.
Y me estoy planteando eso de salir corriendo todo el día, la cuestión, al menos en mi caso es compleja.
1) A mi modo de ver el enemigo esta en todos lados, incluso dentro de mi casa, de hecho ni yo ni mi familia venimos del ambiente tradicionalista, y todo esto que estoy viendo ahora, si bien siempre fui creyente, es nuevo para mi, ni hablar de mi mujer que me mira cada vez mas raro cuando le digo algo relacionado con este tema (con esto no digo que mi mujer sea el enemigo, pero evidentemente para muchos de nosotros es complicado desde el vamos la idea de agarrar todo y salir corriendo)
2) Por otro lado, huir al campo, pero adonde? De que vivimos? Como vivimos? A que Iglesia vamos? A que colegio mando a los chicos? Que hago con mi familia (padres, tíos, etc.)
3) Me aterra la idea de la persecución y del martirio, no tanto el mío, sino el de mis hijos, pero si me escapo, adonde voy a estar a salvo?, con quien?. Yo tengo varias armas de fuego, y poseo pericia en el manejo de ellas, si me viene a buscar, ¿a cuantos me puedo cargar? ¿Hasta donde voy a escaparme?
Por otro lado, yo veo que
3) Yo gracias al cielo no vivo en el centro ni siquiera en el cono urbano, con lo cual si bien el enemigo esta por todos lados, yo me las puedo rebuscar para levantar murallas, corte el cable, (solamente películas en DVD) la Internet por ahora no es un problema, la radio ni los diarios tampoco) y tengo la posibilidad de cada día cuando vuelvo del trabajo estar con mis hijos, y prestarles atención suficiente como para ir formándolos de alguna forma “mas limpia” que los otros chicos.
4) Yo hoy por hoy tengo por ejemplo, a pesar de todo, misa tradicional a tres cuadras de mi casa y de a poco los descendientes del Padre U están construyendo una Iglesia y ya tienen un pequeño colegio al que quiero mandar a mis hijos a su momento y que además tiene una pequeña comunidad de parroquianos, que vienen de varios lugares, y que parece bastante buena, no digo que sean amigos, pero al menos son varios que están en la misma.
5)El otro día conversando por mail con otro forista, este me dio una muy buena idea, escaparnos no podemos, tenemos que estar en esta juntos (los que somos del palo) a pesar de estar rodeados de orcos, reuniones como este blog, es un ejemplo, por mas que nunca nos conozcamos en persona, podemos compartir experiencias y conocimientos, podemos también ayudarnos entre nosotros a conseguir trabajos, ayuda de todo tipo, etc.
El utilizo la palabra camaradas en el sentido bien entendido de la misma y a mi parece valida.
Conclusión
Finalmente, si bien sigo asustado por todo esto que esta pasando, ayer meditaba sobre como se habrán sentido los primeros cristianos de las catacumbas, o aquellos que se enfrentaron a la herejía arriana, o las invasiones musulmanas, o a la aparición del protestantismo o a la persecución de las revolución francesa, en todos esos casos, me parece que para esa gente fue su Apocalipsis, si bien no el definitivo, fue uno muy significativo, quizás esta sea una mas de esa, otra tormenta a capear por la nave de Pedro, no menos grave no simple, pero quizás no la ultima. Lo importante es que esas personas con su ejemplo nos dieron un ejemplo a seguir, Dios hizo que algo salga del sufrimiento de esa gente para las generaciones venideras, por ahí eso es lo que tenemos que hacer nosotros para los vengan después de nosotros. Yo por lo pronto voy a pelear en mi casa día a día, para que mis hijos sepan que esta bien y que esta mal, les voy a enseñar a rezar y a hacer la voluntad de Dios, tratare de rodearme de gente “del palo” en lo posible tratare de que mi familia también lo haga y a esperar rezando.
Perdón por lo largo.
Es verdad lo del monacato que dice San Isidoro. Pero también hay que decir que los ideales de perfección de vida cristiana van cambiando con el tiempo. Para mi a buena parte del monacato primitivo y del monacato medieval, Platón (de la mano de Agustín, entre otros)les jugó una mala pasada y enfatizón un rechazo a todo lo "in-mundo" que me parece que no está muy en consonancia con las Escrituras, sobretodo si tenemos presenta que "tanto amó Dios al mundo [...]"
ResponderEliminarPd: tuve oportunidad de visitar en una vez a los monjes que están en Mendoza (Tupungato). Me pareció interesante la propuesta, pero la primera impresión que me llevé es la ceirta soberbia (Cfr. Juan Casiano) y altanería. Espero poder tener otra oportunidad para confirmarlo o corregir la mala impresión
Ludovicus dijo,
ResponderEliminarY cabría darle una vuelta más de tuerca a esto de huir al desierto, más que en forma geográfica, en forma espiritual.
Por ejemplo, con lo del gaymonio. Nosotros queríamos romper la libreta, pedir si fuera posible la aniquilación del acto civil que nos "casó" (y eso que lo hicimos después del sacramento), porque no podemos consentir un lazo que vale para el matrimonio como para las uniones sodomíticas. Que eso es como llevar la marca de la Bestia.
Ha llegado la hora de abandonar estas instituciones, tomar las alas de águila y huir al desierto civil. Los cristianos no podemos acudir al Registro Civil de la Ciudad de Sodoma. Urge una catequética del vivir en la ciudad sin pertenecer a la ciudad. La Iglesia debería recomendar encarecidamente la separación entre matrimonio y registración, desligar absolutamente el sacramento de cualquier parodia civil del mismo. Esto era verdad cuando la ley de matrimonio civil y cuando la sanción del divorcio vincular, pero ahora devine absolutamente necesario y testimonial.
Creo que no es lo mismo, por un lado, esas experiencias de 'fuga mundi' antes de tiempo y, por otra parte, obedecer una fuerte recomendación evangélica de huir cuando lleguen esos tiempos. Hay -por lo menos- una gran diferencia: el qué, el por qué, cómo y para qué de la 'huida' en cuestión.
ResponderEliminarVoy a contar lo que pienso, sin intención de desanimar a nadie. Sólo comparto mis reflexiones. Parecería que cuando las papas quemen en serio, los que no tengan el signo de la bestia en la mano o en la frente no podrán comerciar. Eso significa que el empleado que vivía con cierta seguridad será despedido, si tuviese un ahorro y pensaba poner un kiosco para 'tirar' por tres años y medio, está equivocado pues no podrá ejercer el comercio (ni comprar ni vender). Por la misma razón, los que tienen actividad independiente, también quedarían con las manos vacías (del pan material). Ya no recuerdo si esto de la prohibición de comerciar sale de algún Evangelio, algún profeta o del comentario de alguien que estimo autorizado, pero me inclino por lo primero.
A eso hay que agregarle que las hordas furiosas -por lo que se puede ver- nos harán 'escraches', pintarán y quemarán nuestras casas, maltratarán a nuestras mujeres e hijos en la calle, y tal vez incluso se les muera un cristiano cada tanto. La policía y FF. AA. no perseguirán cristianos, ciertamente, pero supongo que tampoco los defenderán. El Estado prestaría tácito asentimiento con esta persecución de las turbas.
Entonces sabemos de qué huimos: de las turbas que nos persigan y de esa proscripción del comercio.
Supongo que es esa la razón por la cual el evangelista (creo que está en la carta a la Iglesia de Laodicea, al comienzo del Apocalipsis) dijo que no debemos desesperar porque no habremos terminado de pasar por todas las ciudades de Israel en nuestra huida antes que Cristo vuelva.
En cuanto a la expresión "ciudades" en este pasaje, lo entiendo como una expresión de lugar; pero así como no nos está indicando que debemos mudarnos a Israel, tampoco debemos tomar lo de "ciudades" al pie de la letra. Lo veo, reitero, como una figura para decir que siempre tendremos adónde ir hasta el fin de los tiempos. En este orden de ideas, me parece que aun en los pueblos del campo tendríamos problemas. El que conoce al pueblerino sabe que es tan sorete (de manera diversa) como cualquier otro de ciudad.
Así las cosas, me parece que lo que se nos recomienda es huir apartados del mundo donde podamos subsistir con el trabajo de nuestras propias manos y que no estemos expuestos a las amenazas de la turba. Por ejemplo, campo adentro, con sencilla casa, animales de granja y vegetales para el consumo. Y a aguantar sin colegios, sin OSDE, etc. En este contexto, tal vez sea mejor estar en una pequeña comunidad de pocas familias, soportándose los unos a los otros.
Como dice Nimo, al menos así lo veo yo. Espero no desanimar a nadie. Y enseguida después, Cristo vence. Y todos los prodigiosos males que nos acosaron se esfumarán, derrotados. Los monstruos no serán ya ninguna cosa para nosotros. Y los que triunfen, reinarán con Cristo.
Tanenbaum.
Estimado Wanderer; muy bueno el término "monje urbano", de echo con mi esposa ya lo hemos puesto en práctica desde hace aprox. 7 años. Hemos armado un pequeño oratorio donde amén de juntarnos a rezar, de vez en cuando pasa un sacerdote de Cristo a celebrar la misa Romana; " el Cielo en la tierra".
ResponderEliminarCon un saludo in Xto.
Estimado don W:
ResponderEliminarParece que se armó revuelo en la pulpería, lo cual no era mi intención. Si suena muy frontal lo dicho no es por mal ánimo sino por no saber escribir de otro modo.
Debo confesar que me dejó pensando estas etiquetas de “milenarista”, “thelardiano” y “activista constructivo” que tan sutilmente me endilgó. Pero le voy a evitar tener que dirigir la discusión por estos rumbos y dos son los motivos:
1) Sin cuestionar lo escatológico, me preocupa poco el pensar en términos de “milenios” cuando, como dije, no sé si hoy mismo no me tiran del estribo del San Martín: como bien Ud me recuerda, ese será para mi (y no otro) el “retorno a la unidad originaria con Dios, conducido por el Verbo”, el cual confió que sea feliz; como podrá ver, el donde huiré en caso de que me pille el Armagedón no está en mis prioridades.
2) Soy bastante anticlerical como para seguir a ciertos curas, máxime si son (malos) jesuitas.
Mi tesis es que, en muchas ocasiones, estas discusiones escatológicas, en vez de alentar la Esperanza no hace más que abrir el paso a la tristeza (¡los tristes y la tristeza!: de esos sí que hay que huir como del mismo demonio). Dejemos de lado aquí, esa manía que tenemos los católicos de absolutizar todo, de presentar opciones que caen dentro del campo prudencial, (ej: la “huida estratégica”) como únicas opciones posibles frente al problema de la realidad.
Lo que percibo muchas veces, es que por este camino de la “circunspección escatológica” más que el camino de la Caridad, se va abriendo la puerta a cierto tufillo maniqueista, esa vieja herejía que siempre se encuentra entrelazada a la vida de la Iglesia y a los afanes de perfección espiritual: tentación de considerar lo material, lo temporal como un mal necesario.
Que algunos se quieran hacer monjes urbanos, con mujer e hijos, o busquen la emulación de los Ingalls, es una cuestión de opciones, y por ende requiere el ejercicio de la Prudencia. Pero remarcar que esta no es la única forma cristiana, ni siquiera la mejor (y admito discusión) para resolver el problema de la realidad, del “instaurare omnia in Christo”, creo que nada tiene que ver con el jesuita o con la dialéctica “activistas vs espirituales”, excepto que el papa sarto haya sufrido un desliz thelardiano.
Todo esto tiene que ver con que en el hombre se imbrica lo eterno y lo efímero; no podemos ni debemos, aunque querramos, evadirnos del presente que nos toca vivir; no se trata aquí de una mera opción espiritual; se trata de una exigencia impuesta por la “realidad” del hombre, por su “forma sustancial externa”, por “la imagen previa y su medida”( Deus omniun entium est mensura), que obliga a rechazar, sin concesiones, cualquier canto de sirena filomaniqueo.
Aquí la clave es y seguirá siendo, como bien apuntó Lucho, la comprensión que tengamos del misterio de la Encarnación del Verbo. Dios ingresa a la historia, no para que el hombre huya de ella sino para que participe y actualice con su obrar libre la obra de la Redención, por aquello de que “la creación esta aguardando con ardiente anhelo la manifestación de los hijos de Dios”.
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ResponderEliminarY aquí es necesario, nuevamente, precisar términos:¿qué significa “activismo constructivista”?. Si es la crítica al “hacer” sin tener en cuenta el “ser”, al poner la mirada en lo terreno olvidando lo eterno, a toda clase de inmanentismo, ésta no puede ser más justa. Ahora si es un crítica velada a la vocación activa por considerarla “impura”, “irrelevante”o “banal” en vista a lo escatológico, esto no es lo que enseñó Cristo ni lo que sostuvo jamás la Iglesia: la levadura esta para fermentar la masa y no para guardarla en un “tapper”. Que cada uno elija el mejor modo para hacerlo, esto es otro cantar.
No se trata de negar lo escatológico: es más, hay que tratar de apoyarse en esa Esperanza para sobrellevar el hoy. Si los signos apocalípticos impondrán una huida, como ud nos recuerda, y si la misma debe entenderse en forma literal, espiritual o de otra índole, no lo sé, es problema de exégetas y deberán resolverlo los pobrecitos a los que les toque vivirlo; del mismo modo como hoy nos toca resolver a nosotros los embrollos de nuestra época: lo que no se puede admitir, por simple lógica, es que en vista de que sepamos hoy de que algunos deberán huir en un futuro (del que no sabemos ni la fecha ni la hora), yo comience a huir hoy por si las moscas. De lo contrario, y bajo este argumento, por ejemplo, toda la gran aventura de la cristiandad medieval tratando de edificar una ciudad conforme al evangelio fue un mero “activismo constructivista”, un “pérdida de tiempo” en vista a la actual apostasía de occidente y del eminente advenimiento del Anticristo. Pero a pesar de esta posibilidad, el hombre medieval no “huyó” pues era dueño de una verdad hoy diluida: que sobre lo único que Dios le había concedido potestad para obrar libremente era la realidad del instante presente; ni el pasado ni el futuro le pertenecían: el primero estaba en mano de la Misericordia y el segundo, en la de la Providencia. Por eso se puso a trabajar (cada cual en lo suyo) y dejó el resto a Dios.
El tema de la derrota es otro tema interesante. Me permito corregir un punto: ud pone el énfasis en la “derrota transitoria”; yo lo pongo en la “victoria permanente” ya ganada en la Cruz y a la que estamos llamados a actualizar en nuestra vida personal y social. Indudablemente, combatir sin contar con la posibilidad de ser derrotado, es de necios; pero no combatir por el temor de serlo, es de desesperados. De yapa, es notable como todo filomaniqueismo esconde bajo ropajes espiritualistas, un cierto regodeo masoquista, además de un determinismo respecto a todo obrar humano, el cual pareciera sostener algo como lo siguiente: “concedo que la fe sin obras es cosa muerta (porque no quiero ser protestante); pero para que la obra sea verdaderamente cristiana, debe necesariamente fracasar en cuanto al logro de sus fines temporales; porque lo importante es lo escatológico y no el hoy y ahora”. Y esto, que quiere que le diga, ya no solo no es cristiano, ni siquiera tiene una pizca de sentido común. Por huir del inmanentismo corremos el riesgo de caer en el “escatologismo” de los Tesalonicenses; y ya sabemos cómo cortó Pablo por lo sano; dándoles un mandato bien “activista”: “Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma” .
Lo de desertor, no creo habérselo atribuido a nadie en particular (revisaré lo escrito), por una sencilla razón: estoy convencido de que todos somos “desertores” en algún aspecto, al igual que Pedro en el huerto, cuando le escamoteamos a Dios lo que consideramos “nuestros” bienes (nuestro dinero, nuestro tiempo, nuestra comodidad, nuestra paz, nuestra tranquilidad, nuestra familia, etc) y comenzamos a vivir “desordenadamente, sin trabajar nada, pero metiéndose en todo”. Y como nos decía la nonna cuando venía el desasosiego. “Uaglio!, prende quella pala e vatene a lavorare la terra” que, siendo analfabeta, se ve que conocía mejor a san Pablo que yo: “ A estos les mandamos y les exhortamos en el Señor Jesucristo a que trabajen con sosiego para comer su propio pan”
Carmelo, el guelfo
Leí con gusto ese texto completo, ayer en mi casa.
ResponderEliminarPero quería agregar algo porque releyendo lo escrito, me da la impresión de que me faltó letra para decir lo que tenía en el magín.
Lo que quería decir es que la causa de la mujer trabajadora, la de los negros, la de la libertad sexual, la de los putos, etc., semeja la de la viuda, el extranjero, el huérfano, etc., satánicamente.
Un fuerte abrazo,
siempre quiero estar en otra parte. Si me voy, al tiempo voy a querer huir a otro sitio. No por una cuestion relacionada con la fe, sino porque me aburro de todo, inclusive de la gente o principalmene de la gente.
ResponderEliminarEn agonía y abatido por una realidad que no comprendo me muevo como una sombra con la voluntad de luchar quebrada.
Dr. Jekyll
Malachi Martin dijo:
ResponderEliminarGracias, Wanderer, por este tema de la "huida", absolutamente necesaria para los que quieran ser hijos de la Mujer que huye al desierto...
Ludovicus, Ud. da en el clavo: "usinas de vida intratrinitaria"...
Éso es lo que tenemos que dejar hacer en nosotros a "Los Tres". "¿De dónde me vendrá el auxilio? El auxilio me viene del Señor, que hizo el Cielo y la tierra". Hay que huir hacia adentro pero, más aún, PERMANECER ahí. Sin ésto, los lugares exteriores no son solución, aunque ayuden un poco.
Gracias, de nuevo.
Estimados amigos, aqui les envio una pagina muy interesante que habla del tema de como ser contemplativos en medio del mundo moderno.
ResponderEliminarhttp://usuarios.multimania.es/contemplatio/
Saludos
Jorge de Chile
Benigno, Carmelo, etc...
ResponderEliminarRecuerden lo de los romanos:
"Si gravis, brevis"
Merci.
L. P.
El caso del juez Ferrín en España es un ejemplo de lo difícil que se está haciendo vivir como católico en el mundo moderno.
ResponderEliminarPor atreverse, como juez de familia, a pedir un informe psicológico sobre la conveniencia de que una niña fuera adoptada por una pareja de lesbianas, fue suspendido sin goce de sueldo por un año, con prohibición de trabajar como abogado. Luego fue destituido bajo el cargo de prevaricato y ahora parece que ni siquiera le permiten ejercer su profesión en forma privada por sus "antecedentes penales". Cabe aclarar que Ferrin tiene siete hijos a su cargo.
He aquí parte de la noticia:
http://www.hispanidad.com:80/noticia.aspx?ID=137861
Me pregunto qué pasará en Argentina ante algún caso similar, con la nueva ley del homomonio, el Consejo de la Magistratura al mando de la perversa Diana Conti y un poder judicial cada vez más inficionado de progresismo.
Como abogado que vive de su profesión, leí con preocupación diversos comentarios de habitués de este foro que, a lo largo del tiempo, expresaron cuán difícil se hacía hoy en día trabajar en este rubro sin ofender a Dios.
Creo que varios de mis colegas que leen este blog sabrán cuán frecuente es tener que tratar con clientes que pretenden que defendamos lo indefendible y cuán difícil es salir del trance sin perder la gracia ni el sustento.
Creo que, por ser derivación directa del tema que venimos tratando y por afectar seguramente a muchos de los lectores, sería útil dedicar un post a la cuestión.
Opinólogo, comparto su preocupación, y también me pregunto si nos es lícito continuar ejerciendo la profesión de abogado. Lo mismo para los Jueces e inferiores en grado en la carrera judicial. Con leyes inicuas, que habrán de aplicar, ya no creo que sea válido refugiarse en el poder judicial.
ResponderEliminarY entonces entra el tema de la huida, y lo que dice Ens al respecto:
"Más y más, en la Argentina se va conformando un cuerpo legal que, por lo que se ve, muy probablemente le impedirá efectiva y realmente a un católico cualquiera decir, profesar y practicar su credo, y se verá entonces si está dispuesto a afrontar las consecuencias, cosa que es fácil de baladronear pero no tan fácil de hacer llegado el caso." (Aplicable a casi todas las profesiones y trabajos, dicho sea de paso)
Y yo que me quiero escapar, o al menos retirarme a un lugar más tranquilo, pero luego pienso que necesito plata para hacerlo, y sigo, y la pifio otra vez.
No es fácil, tiene razón Ens.
Monseñor Fusilado.
"Y cómo huir cuando no quedan islas para naufragar"
A los futuros esposos: ¡Por favor vean bien con quien se casan!. En estas cuestiones necesitarán el apoyo de su cónyuge.
ResponderEliminarSi no es una batalla perdida con los hijos, sobre todo del lado de la mujer. En mi caso no puedo hacer que deje de ver Tinelli y demás detritus culturales, incluso con mi hija.
Ayer ví "Gifted Hands" que hermosa película, la recomiedo, esas son madres de veras.
Desde el ostracismo, Tribunus Plebis.
Tribunus,
ResponderEliminarUd, que tiene experiencia ¿que recomendaría? Tenemos hijos y los largamos a la vereda? los metemos en un colegio del estado, en uno católico (esos donde tienen clase de religión, o algo asi y además usan uniforme), los metemos en un colegio de alguna secta simpática o hacemos uso de la "escolarización hogareña"?
Yo pienso de vez en cuando en los tipos que, ya teniendo hijos, se quejan amargamente por los colegios donde los inscriben.
Me pregunto: por que los inscriben? por que no alquilan una quinta con varias habitaciones, ponen guita para los sueldos y hacen un colegio (si quieren, uno que en realidad sea una simple tapadera: el título te lo entrega algún colegio ralefu acelerado, previo convenio sencillísimo y chau pinela) para mandar a sus hijos y a los de otros que también esten en la misma?
Ah... si, ya se! unos son conservadores, otros moderno-tradicionalisto-liturgicos, otros ucatomistas, otros "gente del palo" y nada más, otros lefebvristas, otros quien sabe que.
Se matarían a tiros antes del primer recreo de la mañana.
Una pena, si algo así existiera, yo mandaría a mis hijos, quizás daría clases o una mano y seguramente iría a las reuniones de padres donde, indefectiblemente, me mataría con los demás por los motivos que nombro ut supra. Eso si, si pensaramos un poco, "entre bueyes no tendría que haber cornadas", pero las hay. Una pena.
EL SEPTIMO REY MAGO
Estimado Séptimo Rey Mago y demás amigos:
ResponderEliminarS.O.S. ¡Por favor!
Todo está podrido.
Recién me entero que en el Poder Judicial donde yo trabajo, en Córdoba, se decretaron TRES dias de asueto porque no anda la calefacción !!!!!!.
No salgo de mi estupor; jueces y camaristas que caen a las 10 de la mañana y se van a las 13 tienen un poco de frío y en el salón de los pasos perdidos del Palacio de Justicia realizaron un "aplauso" de protesta, jueces, fiscales, etc... Y ahora porque les hace "frio" (¡afrancesados de m ...!) no se labura por tres días.
Soy funcionario de ese lamentable, pusilánime, vago, antro de molicie, y todo lo que se les ocurra que es ese Poder Judicial.
Porque mi flia., yo, y algunos otros, comemos de ese sueldo renunciaría por mi dignidad, que debo resignar por mi mujer y mi hija. Creánlo o no me significa un gran sacrificio.
Por eso piénsenlo antes de casarse y Uds. curas también cuando alegremente quieren nupcias para Uds. Conserven la libertad de Cristo, no como este pobre infeliz.
Por supuesto que el asueto al carajo yo voy a ir a trabajar.
Ayuda, amigos, ayuda.
Tribunus Plebis.
Amigo Tribuno de la Plebe,
ResponderEliminarEntiendo que se pueden (y se producen) suscitar dilemas y problemas de orden moral por conchabarse en el Poder Judicial (su caso), Ejecutivo, Legislativo u otros organismos estatales, paraestatales y no estatales del andamiaje burocrático argentino.
Entiendo que, además, preferiríamos vivir de algo digno (three acres and a cow! diría Chesterton) y dignamente ganarnos los mangos, o aún más, leer en casa y que la comida, ropa y otros gastos sean abonados de alguna forma.
Entiendo todo eso, me sucede en parte, lo que me pregunto es otra cosa:
¿Estaremos disgregándonos? ¿Estaremos alejándonos los unos de los otros? Quizás por eso tenemos tanto miedo, quizás por eso hay tribulaciones en torno a estas cuestiones, quizás lo que se está pudriendo en el "lugar común" (no en sentido figurado, sino, estrictamente la existencia misma de los lugares concretos, contantes y sonantes).
Ud dice que está en el ostracismo. ¿No cree que deberíamos cuidar un poco más el lugar? así, cuando retorne Ud, y cuando retornen otros tantos, haya donde retornar.
Quizás nos quedamos dormidos. Colgados. Inertes. Quizás los decretos del Lord Ivywood de "The Fliying Inn" del gordo Gilbert nos han paralizado. Quizás todavía podemos, por un ratito, conservar nuestras tabernas, nuestras posadas, nuestras hosterías. Quizás todavía contamos con algún tiempo y no necesitamos andar errantes con nuestro queso y nuestro barril de ron.
A eso me refería cuando hablaba, en el comentario anterior, sobre los colegios para los hijos (nacidos y por nacer).
¿A donde huir? ¿por que huir? Estamos dejando que se desmorone nuestra (o nuestras) tebaidas y eso nos congoja, aunque impávidos.
Salvemos la ropa, ganemos nuestros sueldos, honradamente, sin duda, pero ganémoslos, que nuestras mujeres, novias, hijos, hijas tienen que comer, vestir, dormir calentitos y tener algún lujo de vez en cuando.
Fijese, amigo Tribunus Plebis, que nosotros nos damos nuestros lujos, tenemos nuestro aire, aquí, por ejemplo. En patios traseros aunque escarche por la mañana, en departamentos donde el humo de cigarrillo no se disipa, en casas propias, en casas de amigos (¡amigos!, en casas de amigos de amigos, donde nos amistamos, con estos últimos), en lugares comunes. En esos lugares donde se repite eso de Lewis sobre el origen de una amistad: "You too? I thought I was the only one".
No se si cuidamos esos lugares comunes, mi amigo.
Creo que es peor eso que cobrar un sueldo de un ente burocrático y aún, de uno perverso.
No cuidamos lo propio. No se si podemos decir eso de Saint-Exupery: "Velan conmigo —decía yo—, únicamente los angustiados y los fervorosos. Que reposen, pues, los otros. Los que han creado durante el día y que no tienen vocación para permanecer a la vanguardia".
Ojalá (quiera Dios) que lo sigamos haciendo, al menos, un tiempo. Ya nuestros padres (no se de que generación es usted) dejaron que se pudran los lugares comunes, mis hijos (cuando los tenga) no me perdonarían jamás no heredarlos. Creo que los suyos tampoco.
El Séptimo Rey Mago
Tribunus Plebis, dejá de quejarte y bancátela.
ResponderEliminarUn amigo
Séptimo Rey Mago,
ResponderEliminarMis hijos me perdonan todo, con tal que les arrime unos morlacos.
Séptimo Rey Mago, creo que tiene razón.
ResponderEliminarEs la lucha por el derecho que decía von Ihering
Tribunus, volviendo del exilio
PSICOLOGIA 1959 - 2009
ResponderEliminarLos niños o adolescentes del 59 somos los abuelos de los niños del 2009,
sus padres son nuestros hijos
¿ Los supimos educar.........?
¿Como padres que opinión tienen de ellos..........
1959 vs 2009
Escenario 1: Juan no se queda quieto en clase. Interrumpe y molesta a los compañeros.
Año 1959: Va a la dirección, se queda parado 1 hora, sale el director lo caga a pedos y vuelve tranquilo a clase.
Año 2010: Lo derivan al depto de psiquiatría, lo diagnostican como hiperkinético, trastornos de ansiedad y déficit en atención ADD, el psiquiatra le receta Rivotril ó RITALINA. Se transforma en un Zombi. Los padres tramitan una subvención por tener un hijo discapacitado.
Escenario 2: Luis rompe el cristal de un coche en el barrio.
Año 1959: Su padre saca el cinturón y le emboca unos cuantos cinturazos en la cola..
A Luis ni se le cruza por la cabeza hacer otra nueva "cagada", crece normalmente, va a la universidad y se convierte en un profesional exitoso
Año 2009: Arrestan al padre de Luis por maltrato. Lo condenan a 5 años de cárcel y por 15 años debe abstenerse de ver a su hijo Sin la guía de una figura paterna, Luis se vuelca a la droga, delinque y queda preso en una cárcel especial para adolescentes.
Escenario 3: José se cae mientras corría una carrera en el patio del colegio, se raspa la rodilla. Su maestra, María, lo encuentra llorando y lo abraza para reconfortarlo...
Año 1959: Al poco rato, Juan se siente mejor y sigue jugando.
Año 2009: María es acusada de abuso sexual ,se enfrenta a tres años de cárcel. José se pasa cinco años de terapia en terapia. Sus padres demandan al colegio por negligencia y a la maestra por daños psicológicos, ganando ambos juicios. María renuncia a la docencia, entra en severa depresión y se suicida..
Escenario 4: Disciplina escolar
Año 1959: Hacías kilombo en clase.. El profesor te metía dos buenos castañazos. Al llegar a casa tu viejo te propinaba otros dos.
Año 2009: Haces kilombo. El profesor te pide disculpas para reprenderte y se queda con culpa x hacerlo . Tu viejo va al colegio a quejarse y denunciar al docente y para consolarte te compra una moto.
Escenario 5: 31 de octubre.
Año 1959: Llega el día del cambio de horario de invierno al horario de verano. No pasa nada.
Año 2009: Llega el día del cambio de horario de invierno al horario de verano. La gente sufre trastornos del sueño, depresión, falta de apetito y celulitis.
Escenario 6: El fin de las vacaciones.
Año 1959: Después de comerse una caravana interminable con toda la familia metida en un Fiat 600, tras 15 días gasoleros en la costa, se terminan las vacaciones. Al día siguiente se trabaja y no pasa nada.
Año 2009: Después de volver de Cancún, en un viaje 'all inclusive', se terminan las vacaciones y la gente sufre del síndrome del abandono, pánic attack y seborrea....
¿CUÁNDO FUE QUE NOS VOLVIERON TAN PELOTUDOS...?
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La respuesta está al principio los del 59 son los padres de los padres de los niños del 2009...
ResponderEliminarA no joder con boludeses!!
Estimado Señor Septimo Rey Mago, conosco muy bien La Reja, y no veo ni encuentro ningun monasterio con gente a su alrededor....
ResponderEliminarÚltimo anónimo:
ResponderEliminarTodo lo que usted quiera, pero si hay algo que se parece a una ciudad en torno a un monasterio medieval, siendo éste el verdadero corazón del lugar, es La Reja.
Es verdad, no es un "monasterio", es un Seminario. Esa es la única diferencia.
Le pongo un ejemplo: al rejense qué le importa más, la policía o el padre Olmedo? Dónde reconce la autoridad, fuera o dentro del Seminario?
La Reja es un reducto que tiene todo lo que católicamente se pudo mantener del medioevo sin caer en ningún espíritu sectario (si usted conoce La Reja realmente lo sabe bien), gracias a Dios.
Rejense.