La pandemia de coronavirus está terminando. Siempre que llovió, paró, y epidemias hubo miles en la historia de la humanidad, y siempre terminaron. Las vacunas no dejaron mortandad alguna y quienes la recibieron no se han convertido en autómatas ni en rinocerontes. El Gran Reset no se avizora en el horizonte: los mercados financieros siguen operando como antes y se recuperan rápidamente, como así también las economías nacionales. La temida gobernanza global parece una ilusión: Europa, además de fracturada por el Brexit, ni siquiera ha sido capaz de ponerse de acuerdo en políticas sanitarias comunes; Rusia se aleja cada vez más de una entente cordial con el Occidente liberal, China vive en su mundo, los talibanes volvieron al poder, y las regiones periféricas como Hispanoamérica son un mosaico de países con gobiernos de derecha virando hacia la izquierda, y con gobiernos de izquierda virando a la derecha. Es decir, el Nuevo Orden con un gobierno mundial unificado parece más lejano que hace dos años.
Esta es la situación, al menos tal como puede colegirse a partir de la lectura de la prensa. Y tengo la impresión que muchos de mis buenos amigos están decepcionados. Ellos esperaban que la peste provocara un cataclismo político y económico, que las vacunas fueran el instrumento perfecto para el dominio mundial y que el Amo del Mundo estuviera por estas horas ajustándose el traje para aparecer en escena de un momento a otro como el (falso) salvador de una humanidad desesperada. Y Bergoglio, por cierto, coronándolo y apostatando de Jesucristo.
No parece que las cosas vayan en esa dirección: el mundo sigue como siempre y en menos de un año habrá retornado a los mismos hábitos que tenía antes de la pandemia, y Bergoglio no es más que un simple cachafaz surgido de las orillas porteñas cuyo pontificado pasará a la historia como un vergonzoso y fracasado experimento. Le monde va de lui même.
Pero no me interesa discutir estas cuestiones que, en el fondo, son fenoménicas. Me interesa indagar en la psicología de aquellos que continúan esperando, como Helen White subida al tejado de su casa, un próximo y apoteósico final. En el fondo, creo yo, hay una fuerte necesidad de poblar la fe y la esperanza con hechos concretos que las confirmen. Yo soy el primero que quisiera ver signos en el cielos y escuchar las trompetas angélicas; siempre soñé con vivir en los días de la gran persecución y ser testigo de la lucha cósmica entre el arcángel Miguel y el Hijo de la Perdición. Pero últimamente me está pareciendo que esos deseos y esas necesidades de ver signos, prestar oídos a revelaciones y apariciones y estar oteando en el horizonte los fulgores del fin, son solamente una comprensible búsqueda de muletas a la fe y a la esperanza, lisiados como estamos y debiendo caminar como debemos en este valle de lágrimas lleno de amarguras y tinieblas. Estamos cansados y necesitamos un poco de entusiasmo que nos ayude a continuar el camino, y la hipotética proximidad de un fin, y del triunfo definitivo de nuestra causa, nos lo da. Es la comprensible búsqueda de una esperanza optimista en un éxito cercano, al que nosotros podamos ver y tocar, y del que podamos ser protagonistas.
La solución, sin embargo, está en la resignación. Sí, resignarnos a que la fe y la esperanza son oscuras, que nuestra vida de cristianos es caminar ex umbris et imaginibus in veritatem,“desde las sombras y las imágenes hasta la verdad”. Y no se trata de una postura pesimista y triste. Todo lo contrario. Es la postura del gozo profundo que nos dan las virtudes que recibimos en el bautismo: que al final de todo, está Dios.
Y mucho mejor que yo lo expresa Newman:
Llamo resignación a un estado espiritual más dichoso que la esperanza optimista del éxito presente (I call resignation a more blessed frame of mind than sanguine hope of present success) porque es el más verdadero y el más coherente con nuestro estado de naturaleza caída, el que más contribuye a corregir el corazón; y porque es aquel por el que se han distinguido los siervos de Dios más eminentes. […] Mirad la Biblia, y veréis que los siervos de Dios, aunque comenzaran con éxito, terminan decepcionados. No es que la causa de Dios y sus instrumentos fallen, sino que el momento de cosechar lo que hemos sembrado es el más allá, no aquí; a lo largo de su vida, aquí abajo ningún hombre verá mucho fruto.
Parochial and Plain Sermons 9, t. 8, del 12 de septiembre de 1830.
Excelente, Wanderer, yo también lo veo así.
ResponderEliminarPues me parece que ahora tenemos menos catolicismo, mucho menos, más aborto, mucho más, más eutanasia, mucha más, más dogmas ambientalistas, genderistas, pseudo sanitarios dictatoriales, migracionistas, etc. Si todo ello no responde al NOM sino que es pura casualidad, lo ignoro. No nos olvidemos del horizonte 2030, apoyado por el argentino bergo liante. Me temo que es más bien la consecuencia de una Iglesia en descomposición que ha optado por dar las espaldas al fundador para entregarse al que le aplauda con más fuerza.
ResponderEliminarMis queridos, parece que Aguer, monseñor retirado, no está de acuerdo con Uds.: https://www.infocatolica.com/?t=opinion&cod=41709
ResponderEliminarNo encuentro en qué se opone el artículo de Mons. Aguer a lo que digo en este post. Habla de otra cosa. Pero más allá de eso, sobre el tema de la entrada, yo no estoy de acuerdo con Mons. Viganò y quizás tampoco con Mons. Aguer, ambos prelados a los que respeto y considero de lo mejor que tiene actualmente la Iglesia, pero no debo estar necesariamente de acuerdo en todo con ellos.
Eliminar¡Se viene la polémica! jeje
ResponderEliminarEsto me pareció brillante: "Estamos cansados y necesitamos un poco de entusiasmo que nos ayude a continuar el camino, y la hipotética proximidad de un fin, y del triunfo definitivo de nuestra causa, nos lo da."
SIN EMBARGO...
Tampoco nos diga W que nada ha cambiado y que estamos igual que antes. En el mejor de los casos todo esto sirvió (vaya uno a saber si a sabiendas o simplemente aprovecharon las circunstancias) como un ensayo de control de masas.
Me parece un buen análisis el suyo (en cierto sentido), pero no creo que haya que irse al extremo de "aquí no ha pasado nada" porque es fácilmente rebatible desde el punto de vista político, religioso, ético, social, económico, etc.
El fanaticoultraderechistaconspirativista
No sé si sirvió para "un ensayo de control de masas". En todo caso, un control de masas global, eso se lo concedo, porque cualquier catástrofe natural o provocada ocasiona un control de masas. Pregúntele a los milaneses del siglo XVI si no hubo control de masas durante la peste que los afectó, o pregunte a los británicos o franceses de los '40 si no hubo control de masas durante los años de la guerra.
EliminarW, me refería a una cuestión global justamente. Gracias por aclararlo.
EliminarDe todas formas insisto, me parece temerario afirmar que no hayan habido cambios drásticos en muchos aspectos de nuestra vida por el Covid 19.
Las consecuencias de este suceso recién están comenzando. Me atrevo a decirle que en un par de años usted no estará muy conforme con este post.
El fanaticoultraderechistaconspirativista
Es probable. No soy profeta, y estoy expresando solamente una opinión, no una certeza.
EliminarSucederá, y sucederá que (porque y aunque) muchos no creerán que esté sucediendo.
ResponderEliminarEs mejor creer que no creer.
Creo que el término, menos que resignación, pudiera ser la melancolía cristiana.
La discusión, don Benjamín, no es si sucederá o no sucederá. Eso es una verdad de fe: sucederá. Lo que se discute es la actitud de quienes apalancan su fe y su esperanza en la inminencia del suceso.
EliminarEn cuanto a la "melancolía cristiana", no estoy de acuerdo. No existe la melancolía cristiana, como no existe la hepatitis cristiana ni la cistitis cristiana. Y sobre todo, la melancolía posee una fuerte carga de tristeza y desesperanza, que es justamente lo opuesto al concepto de resignación de Newman, que es el que hago mío.
Newmantino: la profecía de Isaias: una Virgen dará a luz.... se hizo 700 años antes.
ResponderEliminarLa batalla de Lepanto contra el invasor turco, cuando parecía que se iba a comer Europa, se ganó rezando el rosario y "con el mazo dando", de solo una parte pequeña de la cristiandad.
El arrianismo fue vencido, a pesar de contar con: la mayoría de obispos, más el Papa y el emperador.
El diablo tiene su ora y Dios la eternidad.
Que el Señor nos encuentre velando como a María, San Pío V y San Atanasio.
Que el Señor nos dé su Paz, y la vida eterna.
J. H. N. EN EL CLAVO COMO SIEMPRE, Y W. Tb.
Estoy de acuerdo con todo lo expresado en el artículo. Gracias.
ResponderEliminarDon Wander:
ResponderEliminarA propósito del post “Resignación”
“La solución, sin embargo, está en la resignación. Sí, resignarnos a que la fe y la esperanza son oscuras, que nuestra vida de cristianos es caminar ex umbris et imaginibus in veritatem,“desde las sombras y las imágenes hasta la verdad”. Y no se trata de una postura pesimista y triste. Todo lo contrario. Es la postura del gozo profundo que nos dan las virtudes que recibimos en el bautismo: que al final de todo, está Dios”. (The Wanderet).
¡Vaya, qué extraordinaria fuerza espiritual rezuman estas palabras! No se trata de una mera impotente aceptación de las sombras y dolores que se hacen presente en la presente vida. No, más bien todo lo contrario, porque en los párrafos anteriores, con notable agudeza, ha sabido hacer ver que todo lo que nos agobia en la actual circunstancia histórica, lejos de terminar triunfando aplastándonos no hará más que morder el polvo de la derrota. De un solo plumazo, bastaron estas pocas líneas para secar de mis ojos las lágrimas de dolor que nos provocan tantos infortunados hechos históricos, porque me hace ver que a pesar de las tribulaciones que opacan todos nuestros días, el sol de la esperanza no dejará de volver a brillar en nuestras vidas. “Siempre que llovió, paró, y epidemias hubo miles en la historia de la humanidad, y siempre terminaron”
Pero, la intención del autor de estas brillantes líneas, no se agota en hacernos ver el inexorable fin de nuestros actuales males terrenales. No, porque, como quiera que sea, las tribulaciones de la presente vida, no dejan de cumplir una providencial misión en nuestras propias existencias. Ellas, en tanto nos recuerden la Pasión del Señor, no cesarán de acompañar nuestros pasos, para recordarnos momento tras momento, que el fin de nuestras vidas no se halla en este mundo sino más allá de él. “Fecisti nos ad te, Domine, et inquietum est cor nostrum donec requiescat in te”.
¡Dios proteja a la Iglesia! ¡Alabado sea Jesucristo!
Coincido con W. Con el tiempo las cosas van a estar más o menos igual. Sí habrá nuevas tendencias de consumo relacionados con la web, algunos cambios de hábito en el trabajo, la educación, entretenimientos etc. Pero no mucho más, y hasta no se si serán de largo aliento.
ResponderEliminarY el Nuevo Orden Mundial siempre será el comodín de los que quieren ver conspiraciones en todos lados, así como ven judíos y masones en ellas.
Gracias por la entrada.
Para mí es evidente que se ha producido, exactamente, un gran reset. Y que después del apagón, ahora estamos en la fase de encendido: en la que muchas cosas se reactivan y recuperan la normalidad... pero otras no.
ResponderEliminarHoy don Wanderer nos viene contento y despreocupado porque se ha reunido con el director del banco donde guarda sus dineros y le ha dicho que «su cartera de inversiones ha recuperado ya el valor que tenía a principios de 2020». Pues muy bien: de verdad que me alegro. Pero en esta crisis han perecido muchas cosas que jamás volverán: cosas muy importantes para nosotros. Hay que ser terriblemente superficial para no verlo.
A fin de sacarme de mi terrible superficialidad, ¿me podría decir cuáles son las cosas importantes que han perecido y no volverán? Una lista de cinco sería suficiente.
EliminarMe tomo el atrevimiento de inmiscuirme en la respuesta:
Eliminar1) La moneda papel tiene "las horas" contadas.
2) La libertad ambulatoria definitivamente no es lo que era.
3) La intromisión de los Estados en esferas que jamás hubiéramos imaginado.
4) La opinión pública respecto a los que disientan de las políticas oficiales (a partir del Covid los disidentes serán cada día más parias).
5) La autonomía de los Estados para gobernar sus naciones con el Covid quedó reducida a una pantomima.
Pipino S.
Wanderer, y yo agrego otros cambios:
Eliminar1) Millones de personas dejaron de usar el iPhone 12 y ahora usan el iPhone 13
2) Fibertel ya no se llama Fibertel y ahora se llama Personal.
Como ve, está equivocado. La pandemia ha provocado numerosos cambios.
Querido don Wanderer: como autor del comentario 16:20 que da pie a este hilo, permítame decir tres cosas:
Eliminar1.ª Le agradezco a Pipino su oportuna y acertada respuesta a la demanda de cinco ejemplos de cosas que hemos perdido con la pandemia y no vamos a recuperar. En todos los casos el efecto nocivo es más bien el agravamiento de una dinámica que ya había empezado antes, pero es claro que los poderes públicos han aprovechado la crisis para acelerar y profundizar esos procesos perversos, haciéndolos irreversibles.
2.ª Pedir perdón por el chiste de las inversiones patrimoniales: lo de achacar su optimismo a que se habría recuperado de las pérdidas. Usted ha pasado por alto mi impertinencia pero no se la merecía. Estemos o no de acuerdo con ciertas opiniones del Wanderer, creo que sus numerosos lectores coincidimos en reconocer y agradecerle su inmensa generosidad. Un hombre de sus calidades podría dedicar su tiempo y su talento a infinidad de actividades mucho más lucrativas o gratificantes que instruirme a mí y a otros como yo, que nunca se lo vamos a retribuir. Usted atesora en el cielo, donde la polilla no roe y las cotizaciones no bajan.
Y 3.ª, en relación con la réplica de ese Viglione en el blog de Valli. Se ve que el tipo se puso a escribir sin haber leído su post, quizá porque aún no estaba traducido al italiano. Se quedó en el título y en las connotaciones que la palabra «resignación» hizo resonar en su cabecita. Tenga la tranquilidad de que, para quien se tome en trabajo de leerlo (y es menos «trabajo» y más agradable que leerse la réplica) queda muy claro el sentido que Newman y usted dan a la palabra resignación, y que no tiene nada que ver con pereza, quietismo, inhibición, ni falta de combatividad. ¡Todo lo contrario!
Veo que las ironías que lo favorecen no le molestan en absoluto. Queda muy en evidencia la argucia y mala fe que utiliza para publicar o censurar comentarios.
EliminarDe a poco entiendo con qué buey estamos arando...
Anónimo 13:32, yo plantearía la cuestión en otros términos. Creo tener la capacidad de distinguir entre una ironía y un chusco sarcasmo.
EliminarPor lo pronto hay unos pocos que han lucrado muy bien con la pandemia (las farmacéuticas amigas de Wanderer).
ResponderEliminarY unos cuantos que han perdido mucho.
La balanza pronuncia su inclinación.
Ya me gustaría, Javier, ser amigo de Juan Pfizer y de José Astrazéneca. Tomaría Dom Perignon todos los fines de semana.
EliminarEn todas las catástrofes hay muchos que pierden mucho: pregúntele a los agricultores de La Palma. La lava del volcán les arruinó las cosechas. Y siga preguntando en esa isla y verá que hay unos cuantos que ganaron mucho: los dueños de las desalinizadoras de agua, por ejemplo, y los empresarios de la construcción.
Habría que averiguar si Bill Gates o Georges Soros no están detrás de la erupción del Cumbre Vieja.
Ya que menciona el volcán de La Palma; en una entrevista publicada hoy, un veterano vulcanólogo, que se estrenó hace 50 años con el Teneguía, comenta la anécdota de entonces:
Eliminar"... El científico recuerda entre carcajadas una anécdota en plena erupción del Teneguía. Los periodistas del noticiero franquista se acercaron con el micrófono a los vulcanólogos. “Yo, que era un joven ávido por parecer que sabía mucho, solté un rollo sobre basanitas, piroclastos, etcétera”, relata el investigador. Los reporteros, abrumados por el galimatías, interrogaron entonces al sacerdote del pueblo, que se encontraba a su lado. “El cura dijo que Dios estaba en el cielo vigilando para que no les pasara nada”, rememora Carracedo. Finalmente, los informadores le dieron la palabra al agricultor que había visto brotar el primer chorro de lava. Tras un rato pensativo, el paisano proclamó: “Me parece que estos vulcanólogos saben tanto de lo que pasa ahí abajo como el cura de lo que pasa ahí arriba”..."
https://elpais.com/ciencia/2021-10-14/el-patriarca-de-los-vulcanologos-se-reencuentra-con-su-leviatan.html
Che, Wanderer, cuánto loco dando vueltas por el blog! Lo peor es que aún cuando les pongas evidencia concreta de que son solo elucubraciones y fantasías paranoicas lo que creen, van a armar otra mentira loca que se la van a creer. Reconozco que los dueños de las Pharma no son exactamente la gente más caritativa del mundo, pero de ahí a armar una conjura en la que se convierten en perfectos agentes y socios entre ellos, hay un abismo. Se matan entre empresarios, se odian entre presidentes, y cada vez que intentan lograr algún tipo de asociación... falla. Como en el caso de la ONU, que se volvió un corte inutil de izquierdistas a la violeta, que se dedican a vivir como millonarios. No amigos, el NOM es un caos, una fantasía de tantas que emana esta gente que vive del perfume de las flores y los millones pagados por gente que trabaja en los países miembros.
ResponderEliminarFarabundo
Estimado Farabundo: Interesante afirmación la suya, dónde dice «Se matan entre empresarios, se odian entre presidentes, y cada vez que intentan lograr algún tipo de asociación... falla», porque describe muy bien el infierno, donde todo es odio, ni una pizca de amor. Pero aún así tiene "intervalos lúcidos" con los cuales manejan conciencias y gobiernos y el diablo, pese a todo, es innegable que tiene su éxito. Si no, no estaríamos dónde estamos. Salvo que sea Ud. de los que piensan que el demonio no es poderosísimo y este despelote es todo culpa nuestra, desoyendo las advertencias del Señor contra Belcebú en el Libro de Job.
EliminarBueno, bueno, don Wander, celebro su diagnóstico de que la pandemia esté en franca retirada vencida por la vacuna y de que poco a poco todo vuelva a ser igual que antes. Aún así, me pregunto si no será una conclusión un tanto apresurada.
ResponderEliminarEn otros momentos usted también se mostró sumamente preocupado por el futuro de la Iglesia que de la mano de Bergoglio se hunde cada vez más en la confusión y la apostasía, pero si entendí bien y ahora podemos seguir durmiendo destapados porque todo vuelve a marchar viento en popa, ¿será que para los últimos tiempos todavía nos faltan otros mil o dos mil años?
Cuando usted nos dice que "el Nuevo Orden con un gobierno mundial unificado parece más lejano que hace dos años" es probable que tenga razón, pero también es probable que mañana estalle una guerra nuclear relámpago y en un par de horas el mundo quede en ruinas. ¿Lo pensó? ¿Con qué mundo y con qué Iglesia nos encontraríamos dos horas después?
Yo soy de los que piensan que ya nada volverá a ser igual que antes; es más, veo dos terribles crisis terminales y paralelas a punto de hacer eclosión, una la de la Iglesia, otra la del mundo.
A mi juicio la crisis de apostasía que vive la Iglesia ya no se revertirá, al contrario, sospecho que se irá profundizando día a día hasta que suceda lo peor, cisma, persecución, muerte y resurrección.
En cuanto al mundo, la ideología de género se está imponiendo a rebencazos y en algún momento el totalitarismo democrático mostrará su verdadero rostro y le abrirá las puertas a un gobierno mundial único y despótico, castigo que bien merecido lo tendremos como paso previo al Amo del Mundo tan temido que parece que ya nos está soplando en la nuca.
Es cierto que me puedo equivocar y mucho, porque como usted bien dice, siempre que llovió paró, pero aún así, creo que lo más prudente sería desensillar hasta que aclare, porque como decía Mostaza Merlo, mejor ir paso a paso porque en cualquier momento podemos tener una sorpresa muy desagradable.
En cuanto a eso de la resignación, creo que habría que hacer una distinción, porque la resignación cristiana no es igual a la resignación del mundo; esta es hija del desaliento y la frustración ante la fatalidad de lo que no podemos cambiar; aquella, en cambio, radica en comprender a tiempo que el secreto de la felicidad está en querer siempre lo que Dios quiere, convencidos de que aunque hoy no lo podamos entender un día comprobaremos que era lo mejor para alcanzar nuestra salvación.
De ahí que la característica distintiva del cristiano debiera ser vivir siempre con alegría más allá de las dificultades que se nos puedan cruzar en el camino. Al menos eso es lo que saco en limpio después de leer esa estupenda definición del Cardenal Newman: "Llamo resignación a un estado espiritual más dichoso que la esperanza optimista del éxito presente porque es el más verdadero y el más coherente con nuestro estado de naturaleza caída..."
Curiosa su postura don Ovejuna. Resulta que usted forma sus opiniones bajo el supuesto de una próxima e inminente guerra nuclear relámpago.
EliminarDe ningún modo, don Wander, lo mencioné porque una guerra nuclear es una posibilidad concreta que las potencias nucleares siempre tuvieron en cuenta desde que en 1947 se puso en marcha el "reloj del Apocalipsis", como le llaman al que marca los minutos que faltan para que se desate el infierno nuclear.
EliminarPero más allá de eso tengo mis buenas razones para creer que estos son los últimos tiempos. Hace unos días le mandé a gibelino1 algo que escribí al respecto. Me gustaría conocer su opinión siempre tan autorizada.
Me hace mucho bien leer sus escritos. Gracias.
ResponderEliminarGASTÓN:¿No sería útil en el sentido del artículo recordar lo que dice sobre la Fe San Juan de la Cruz: 2Subida. 22, 4-7. - Lo que antiguamente habló Dios en los Profetas a nuestros padres de muchos modos y de muchas maneras, ahora a la postre, en estos dias nos lo ha hablado en el Hijo todo de una vez. En lo cual da a entender el Apóstol que Dios ha quedado como mudo y no tiene más que hablar porque lo que hablaba antes en partes a los Profetas ya lo ha hablado en El todo, dándonos al Todo que es su Hijo.
ResponderEliminarPor lo cual el que ahora quisiese preguntar a Dios o tener alguna visión o revelación no sólo haría una necedad sino haría un agravio a Dios no poniendo los ojos totalmente en Cristo sin querer alguna otra cosa o novedad.
Porque le podría responder Dios de esta manera diciendo: Si te tengo ya habladas todas la cosas en mi Palabra, que es mi Hijo, y no tengo otra, ¿que te puedo responder o revelar que sea más que eso? Pon los ojos sólo en El porque en El te lo tengo todo dicho y revelado y hallarás en El aun más de lo que pides y deseas
Estimado: Como siempre, aplaudo su agudeza. Reconforta leerlo. Pero no puedo dejar de pensar que quizás Quintus haya dicho lo mismo, viendo a Lucrecia volver con el pan y demás hortalizas del Foro romano, pasado el susto porque que Atila porque derrotado en los Campos Cataláunicos, en el fondo los bárbaros no vienen a cambiar nada, y esta vez si, con el nuevo Rómulo Augusto los negocios van a volver a ser como antes. Incluso algunos han hecho grandes negocios con estas tribus bárbaras que ahora nos protejen...
ResponderEliminarDon Muret, seguramente en algún momento de la historia, Odoacro volverá a deponer a Rómulo Augústulo, y caerá lo que queda de la civilización occidental. Y ese momento, necesariamente, está cada vez más cerca, porque el tiempo es lineal.
ResponderEliminarLo que yo digo en el post es que no pareciera que la pandemia de Covid haya sido la que marcaba la llegada de Odoacro.
"Pero últimamente me está pareciendo que esos deseos y esas necesidades de ver signos, prestar oídos a revelaciones y apariciones y estar oteando en el horizonte los fulgores del fin, son solamente una comprensible búsqueda de muletas a la fe y a la esperanza", tal cual don W. Y hay muchos de estos en especial en ciertos ambientes. Y no viven ni dejan vivir. Y no viven porque están convencidos que el fin acaecerá mañana cuando en realidad el Señor nos ha dicho que hay que vivir "como si" fuera a ocurrir mañana. De eso trata la historia de las lámparas listas de la jóvenes vírgenes. Hay gente que está bastante mal del marote y han perdido, aunque no se den cuenta, la fe y la esperanza como virtudes teologales. Su esperanza radica en otra cosa. En fin. Buen post.
Eliminar"Odoacro volverá a deponer a Rómulo Augústulo"... "porque el tiempo es lineal". Pero esa frase sugiere que el tiempo es pendular del todo o, a lo menos, en cierta parte, y no lineal. ¿Recapitulaciones, como decía Castellani? ¿"el tiempo recursivo" de Giambattista Vico?
EliminarNo sé, W., no le encuentro a la frase un sentido unívoco. Abrazo.
Lo que quise decir es que nuestra fe nos dice que en algún momento llegará el fin y que reinará el Anticristo, y lo dije usando la misma metáfora de Rómulo Augústulo y Odoacro que había usado Muret. El momento de la venida del Anticristo necesariamente está más cerca que hace un año, porque el tiempo avanza.
EliminarY los romanos después de siglos vaticinando el final de su Imperio, un día tuvieron razón, llegó Odoacro y depuso a Rómulo Augústulo.
ResponderEliminarEs imposible predecir el curso de la Historia por mucho que a Asimov eso le pusiera. Pero de ahí a no ser conscientes de que lo que hemos vivido es algo sin precedentes (en realidad no ha terminado), es ser bastante miope. Veremos cómo continúa esto. Nada bueno me espero. Si yo tuviera capacidad y tentaciones de imponer una tiranía, habría tomado buena nota de la docilidad con la que el ser humano ha aceptado todo tipo de arbitrariedades.
Tiene usted razón, Wanderer, la pandemia se acaba. Pero no porque el virus haya desaparecido sino porque así se ha decretado. De repente nos hemos puesto de acuerdo en que el virus está en remisión, a pesar de que las cifras de contagios y de muertes diarias globales son exactamente las mismas que las de hace un año, octubre de 2020). Y algunos de los países que encabezan esta macabra lista son algunos tan poco civilizados cómo Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña o Méjico. Otros son países del sudeste asiático que en los que la pandemia acaba de empezar.
En cuanto a la vacuna, pues no está clara su eficacia ni su seguridad. Ojalá, lo digo de corazón, sea cómo usted dice. Pero creo que es algo prematuro "echar las campanas al vuelo". Por un lado, pocos países tienen reporte sistemático de los efectos adversos que se producen cómo consecuencia de la vacuna, cómo mínimo esto debería levantar suspicacias. Pero los que lo tienen, cómo VAERS en EEUU, cuentan una historia muy diferente. Además ya hay mucho países que no recomiendan la vacunación a jóvenes porque el riesgo no compensa los beneficios. Y esto podría ser sólo el principio, ya que aquí hay dos problemas que no sabemos que incidencia tendrán: por un lado nada sabemos de la posibilidad de efectos a largo plazo, y por otro se están administrando nuevas dosis.
Le veo con cierta ansia y "espíritu revanchista"; sea paciente, ya tendrá tiempo de desquitarse.
Se ve que usted nunca leyó el sermón De Urbis Excidio atribuido a San Agustín. Se lo recomiendo
EliminarPues no sé que tiene que ver el texto de San Agustín sobre la devastación de Roma, en el que nos dice que debemos aceptar el mal que recibamos en la vida porque forma parte del plan de Dios con mi mensaje. Efectivamente hay que sobrellevar los sinsabores con resignación y con alegría y así procuro hacerlo. Pero eso no obsta para que seamos ingenuos e ignorantes sobre lo que está pasando. Cómo dijo Jesús: "Yo os envío como a ovejas en medio de lobos: sed, pues, astutos como serpientes y mansos como palomas".
EliminarUsted lee la mitad del sermón y se olvida del optimismo y la relativización del supuesto pasado maravilloso junto con la llamada esperanzada al futuro. Que se cumplió
Eliminar¿Optimismo?, ¿reletavización?, ¿son esas categorías cristianas? Prefiero hablar de alegría que es además el término exacto que emplea San Agustín. Insisto, aceptar la voluntad de Dios con alegría no me impide ser crítico con cómo se está manejando todo esto. ¿El futuro? Ya digo en mi mensaje que es imposible predecirlo. Tampoco me preocupa demasiado. Afortumadamente los cristianos tenemos confianza en la vida eterna.
EliminarEsta bien amigo.Usted quiere gsnar la parida y se lo cedo. Solo recordar que uno de los capítulos memorables de Gilson se titula El Optimismo Cristiano. Y que hablé de d esoeranza y sue Agustín no pudo hablar de alegría porque el sermón no es ni pudo ser suyo y la crítica unánime lo afirma
EliminarLeeré a Gilson. Gracias por la recomendación.
EliminarSeñalo un rasgo: mi cuñado acaba de mandarme fotos de mi sobrino duranto una actividad en el jardin. Todos los niños con barbijo. No puedo dejar de ver la mutilacion del rostro. La persistencia del miedo. Mucho a cambiado.
ResponderEliminarEstimo que es un chiste....
EliminarNo sé qué noticieros frecuenta, Don Wanderer.
ResponderEliminarPor lo pronto, su diagnóstico me parece inusualmente optimista, casi diría ingenuamente optimista.
La Agenda 2030 progresa sin obstáculos decisivos. Yo no digo que el Anticristo aparece mañana, pero en 8 o 9 años... y sí, eso me resulta "inminente".
Me resulta incomprensible que no vea usted la "pequeña" diferencia de a situación actual con otras análogas que se sucedieron en tiempos pretéritos: antes las catástrofes eran locales, hoy es mundial; antes la Iglesia estaba más bien que mal, hoy la institución entera está al borde del precipicio, y como en un tobogán (concedo, la Iglesia es indefectible, yo no confundo el Cuerpo Místico de Cristo con la institución terrena que debería servirle y hoy es una rémora); antes había medios para expulsar a los malos gobernantes o para plantear un escenario de guerra justa (La Vendée, los Cristeros...), hoy no hay medios para eso.
Si no me equivoco, ya Donoso Cortés había advertido esta nueva situación inédita. Ahora no estamos tratando con crisis locales, sino con una crisis global.
En fin, no piense que lo tengo por insensato.
En cuanto a la mortalidad fruto de las vacunas, no es cierto que no hay nada; y habrá que esperar todavía para decidir si las alertas de científicos y médicos son o no atendibles.
Andreas, usted no sabe qué noticieros frecuento yo. Y yo no sé qué post lee usted, porque afirmar que el publicado es optimista, la verdad que es un poco exagerado.
EliminarComo dije claramente en el texto, lo que discuto es la actitud psicológica o religiosa de muchos amigos que hace unos meses esperaban que por estos días estuvieran encendiéndose el mundo con los fuegos del gran final.
El centro de la discusión del post es el concepto de resignación.
"No parece que las cosas vayan en esa dirección: el mundo sigue como siempre y en menos de un año habrá retornado a los mismos hábitos que tenía antes de la pandemia, y Bergoglio no es más que un simple cachafaz surgido de las orillas porteñas cuyo pontificado pasará a la historia como un vergonzoso y fracasado experimento. Le monde va de lui même."
EliminarWanderer, no me diga que esto no merece el calificativo de "optimista".
Con lo de la resignación estoy completamente de acuerdo. Usted dice, y le creo, que eso es el centro de la discusión del post. Bien, entonces yo solamente me he permitido discutir el "autour de". Espero no lo tome a mal.
Andreas, Si le parece que el mundo tal como está desde hace un lustro es un situación que provoca optimismo, y si le parece que tengamos por Sumo Pontífice a un cachafaz es un opinión optimista, la cuestión en discusión debería ser, entonces, el concepto de optimismo.
EliminarPor eso dije "ingenuamente optimista".
EliminarDesde luego que me parece optimista pensar que la situación seguirá igual que antes de la cuarentena, aunque lo que ya venía no era bueno. Y si lo que venía no era bueno, no veo por qué creer que seguiremos igual, pues nada permanece inmóvil, los acontecimientos claramente se precipitan, y sólo puede ser hacia mejor o hacia peor.
Decir que todo seguirá igual, como comprenderá, se presta a ser interpretado como ingenuidad y optimismo. Que en usted me sorprenden, pues no creo que le quepan naturalmente. (Y no, no quiero adular)
De cualquier manera, con respecto a mi comentario, el tema del optimismo no me interesa tanto como lo que digo a continuación.
Si le parece que el mundo tal como está desde hace un lustro y si le parece que tengamos por Sumo Pontífice a un cachafaz es un opinión optimista, la cuestión en discusión debería ser, entonces, el concepto de optimismo.
ResponderEliminarGracias Don Wanderer por el artículo, admiro su pluma y poder de síntesis.
ResponderEliminarCreo que Covid 19 es el nombre del primer capítulo de esta serie. Estamos en un intervalo, aprovechemos de comprar pochoclos.
Si llega o no el anticristo, que puedo yo saber, aunque se respira un tufillo. No tengo claro si me gustaría estar en este mundo en esa situación. No me imagino que sea como estar sentado en la tribuna observando la destrucción del mal, sino en el campo de un circo romano sin público, tratando de conservar la fé, moribundo e incomunicado.
Mundialmente las cosas han cambiado, el mundo virtual avanzó aceleradamente. Estamos bastante dóciles al poder del estado. Y hay muy pocas cosas que escapan al ojo controlador del gran hermano.
Personalmente he perdido el deseo de viajar, no pienso vacunarme. Si el papa fomenta las vacunas, mala cosa. Nadie conoce sus efectos secundarios a mediano y largo plazo. Nadie se hace cargo. Las farmaceuticas han firmado que no se haran cargo de problemas futuros. El gobierno no se hace cargo porque no es obligatoria. Los medicos no se hacen cargo porque es sin receta. Y finalmente el delirante termina siendo uno que no quiere inocularse ese experimento.
El Nuevo orden mundial, no es nuevo, ni es orden. Existe hace décadas y gana poder con toda esta movida. El mundo nos quedó chico.
Es cierto, deberíamos reconocer lo obvio, esto es, que ante el tedio y poseídos de una fe que necesita del signo visible, muchos católicos esperamos que nuestra monotonía existencial se vea rota por el final de los tiempos. Numerosos grupos crecen en algunas parroquias que se han dado en estudiar el Apocalipsis y los mensajes de ciertas apariciones que hablan sobre el aviso y cuestiones aledañas.
ResponderEliminarDicho lo cual, la pendiente de la curva no es similar a la de otros momentos históricos. Esto va mucho más rápido, Don Wanderer, mucho más rápido.
Un saludo desde España, desde donde lo leo desde hace muchos años.
Jorge, estoy de acuerdo con usted: la pendiente es mucho más pronunciada y la velocidad de caída es mucho mayor. Lo que yo discuto en el artículo, sin embargo, es la actitud psicológica de quienes se pasan la vida con el velocímetro en mano.
EliminarLos procesos históricos son largos y sólo se aprecian en perspectiva. Boecio creyó que el Imperio Romano podía sobrevivir y no se imaginó que los historiadores del futuro iban a poner el fin de aquel 30 años antes de escribir su Consolación de la Filosofía.
ResponderEliminarSi la "pandemia" fue sólo un hipo en la historia o el comienzo de un proceso más largo, creo que no lo vamos a saber en nuestra vida. Pero es indudable que hay un sentimiento generalizado de hastío, no sólo en la Argentina, y de que estamos al fin de algo y al inicio de otra cosa.
Si eso es el Reinado del Anticristo o sólo otro ciclo histórico más, no lo podemos saber. Pero que algo está pasando es indudable.
Por supuesto que eso no quiere decir regodearse en creer ser parte del pusillus grex de los últimos tiempos finales. Las advertencias de Nuestro Señor en Mt. 24 deberían hacernos dudar de nosotros mismos y de nuestra capacidad de poder tener todo tan claro a la hora del final.
Por de pronto, ya que citás a Newman, recuerdo aquesto otro:
Amenazado por la pena no desmayes,
¡no te inquietes, vigía en el otero
brumoso de la verdad!
Aunque pocos los fieles, y fiero el enemigo
lo débil es siempre la fuerza del cielo.
Infiel Ammon y Tiro mezquino
par discordante, podéis uniros.
Algunos trabajan por amor, algunos por salario,
pero lo débil será la fuerza del cielo.
La flaqueza de Elí, la negra ira de Saúl
alimenten el rencor de Ajitofel
y plegarias de Garizim, y maldiciones de Gat.
Nuestra debilidad mostrará la fuerza del cielo.
Aunque no haya amigos a la vista
no cejes, osado centinela;
no tiembles, vuélvete y pregunta
a los días de antaño, cuando siempre
lo débil era la fuerza del cielo.
Uno solo era Moisés, pero contuvo
en la presencia luminosa
el pecado de la hueste.
Y Elías en el Carmelo despreció el clamor
cuando Baal desafió la fuerza del cielo.
Muchos son los años del tiempo, pero una
es la eternidad, y uno el infinito.
Pocos son los elegidos, y los buenos hechos,
no obstante, lo exiguo es la fuerza del cielo.
(Trad. de Jorge Ferro)
Kurtz, la cuestión en todo caso si los cambios que previsiblemente sobrevienen después de una catástrofe son los que esperan algunos de nuestros amigos.
EliminarDespués de la pandemia de Gripe Española también hubo hartazgo por parte de buena parte de la población mundial, y ocurrió un cambio. Pero no vino el Anticristo; vinieron los Años Locos.
Bueno, después de la Gripe Española no habrá venido "el" Anticristo pero vinieron un par (o más) de anticristos menores. O, mejor, vinieron tiempos anticrísticos, en los que todavía vivimos.
EliminarNo sé de dónde saca usted esas conclusiones sobre los años locos.
EliminarLa gripe española fue una pandemia que nace también en China, pasa a Estados Unidos y los combatientes norteamericanos lo pasan a Europa por Dieppe, que es por donde desembarcan.
Como fue una guerra verdaderamente mundial, porque alemanes, franceses y norteamericanos combatieron con contingentes coloniales o "aliados"; una vez de vuelta a sus paises se llevaron con ellos el virus, contagiando a sus familiares, amigos y vecinos: de ahí la pandemia.
(incidentalmente se llama "española" porque España no participo en la guerra; fue neutral, por lo que no hubo censura en la prensa sobre esta enfermedad, cosa que si hubo en los paises combatientes, como es natural)
La enfermedad en sí no mataba; lo que pasó es que bajaba tanto las defensas naturales que luego un simple sarampión era mortal de necesidad.
Los años locos fueron una reacción natural a la guerra, que fue horrible. Murió muchísima gente, muchos quedaron mutilados o desfigurados y, cuando acabó, los jóvenes sólo querían divertirse y olvidar.
Naturalmente se juntan otras cosas, como la incipiente sociedad de consumo, la erosión de valores tradicionales, también por la guerra, el comunismo triunfante, que parecía la solución para todas las guerras, el jazz, que todos lo veían joven y subversivo...etc
Pero lo importante fue las vivencias de la guerra, guerra en la que combatieron casi todos. Y todas las familias tuvieron un muerto.
De ahí los esfuerzos imposibles del Primer Ministro Chamberlain de querer creer que Hitler no iría a la guerra, a pesar de todos los informes contrarios, porque sabía que la nación no quería ni oír hablar de ello.
Gracias. Importante e interesante. Para pensar.
ResponderEliminarÂνδρέας dice: "La Agenda 2030 progresa sin obstáculos decisivos. Yo no digo que el Anticristo aparece mañana, pero en 8 o 9 años... y sí, eso me resulta "inminente".
ResponderEliminar¿Estoy leyendo bien? ¿Así que en 8 o 9 años llega el Anticristo? ¡Mamadera!
Está leyendo mal. Dejó de lado los puntos suspensivos. ¿Tengo que explicarle lo que significan?
EliminarMamadera nada. El Anticristo puede llegar mañana, o estar ya entre bambalinas.
Yo no lo afirmo taxativamente. Tampoco lo niego.
Nuestro Señor nos dijo que nadie sabe el día ni la hora, pero a la vez nos dejó señalados unos cuantos signos para que leamos y entendamos la proximidad.
No sea necio y piense al leer.
El problema, estimado Andrea, es que esos signos que usted considera que se están cumpliendo en estos años y de allí la inminencia de la venida del Inicuo, también los vieron los tesalonicenses, y también los vio San Agustín, que murió convencido de la inminencia del fin, también los vieron los cristianos del año Mil, también los vio San Vicente Ferrer... y podría seguir nombrando muchos otros.
EliminarPareciera, entonces, que el discernimiento de esos signos no es moco de pavo.
Habría también que elucubrar que pensaron los millones de cristianos que vieron el avance monstruoso del comunismo, intentando extinguir todo lo religioso, desde comienzos del XX tomando gran parte de Asia (Rusia, China, Corea, Vietnam, etc), Europa oriental, por aquí Cuba, las guerrillas sudamericanas, etc. Realmente era una situación tremenda. Ahora la locura aparece en occidente con otros ropajes. Aquellos cristianos, seguramente muchos, ya vislumbraban al final. Y sin embargo, acá estamos. Reconozco que la situación de la única Iglesia verdadera hoy agrega un dato quizás no menor.
EliminarWanderer, Dios me libre de creer tener la llave de la interpretación.
EliminarNo he dicho ni querido decir que es moco de pavo.
Y no los considero cumpliéndose apoyado en mi criterio subjetivo, sino en todo caso apoyado en el criterio de hombres más sabios que yo, Castellani el primero, quien a su vez se apoya en otros.
Y no, yo no soy de los que se apuntan a considerar la vacuna como "la Marca de la Bestia", aunque sí reconozco que si no es, le pasa raspando. Tampoco soy aparicionista.
Por ahora, digo que hay que darle tiempo, pues aún hay cosas que están en ciernes y pueden resolverse de diversa manera. Lo que sí, es que no puede decirse que esta sea una crisis "como tantas otras que sucedieron en la Historia", por los motivos que ya señalé en otro comentario anterior a este mismo post.
Pero también soy consciente de que es muy, pero muy probable, que el Anticristo venga resolviendo las cosas hacia una paz relativa, pues deberá mostrarse similar al Cordero. Además, para que el engaño sea más efectivo, es necesario que las cosas estén bien, pues en las crisis se forjan los ánimos más enteros y aparecen los mártires, cosa que no conviene.
En resumen, veo que los acontecimientos se precipitan. Y que hay cosas que es prácticamente imposible, o imposible del todo, que puedan estar peor de lo que están.
El infame templo de todas las religiones se inaugura el año que viene.
La Agenda 2030 va viento en popa, y es en sí un programa del Anticristo, vamos.
Bergoglio se supera cada día, y lo mismo una gran parte de los jerarcas que indignamente ocupan sitiales en el gobierno de la Iglesia Católica.
No, esta no es una crisis como las anteriores. Y me vale que los hombres de esas épocas hayan pensado esto mismo de sus crisis. La de ahora es global, las de ellos no.
A mi me parece muy razonable la hipótesis de Andreas. Justamente porque los tesalonicenses creían inminente la Segunda Venida de Cristo, San Pablo les escribió una segunda carta para explicarles que estaban equivocados porque antes de la aparición del Inicuo la Iglesia tendría que caer en la apostasía.
EliminarAsí que salvo que nos estemos equivocando muy feo, si esta enorme confusión y pérdida de la fe a la que hoy asistimos perplejos no es la apostasía que profetizó San Pablo, ¿qué es?
También me pregunto si cuando vemos que hasta el mismo Papa dice que los homosexuales tienen derecho a la unión civil para que el Estado les garantice una obra social y derechos hereditarios, ¿estará haciendo lo que Cristo esperaba de él o lo que San Pablo profetizó para los últimos tiempos?
Y cuando Jesús les reprochó a los fariseos que no sabían ver las señales de los tiempos, ¿lo dijo sólo para los fariseos o también para nosotros?
Ciertamente, yo no sé cuándo va a venir el Anticristo, pero si vemos que en la Iglesia y en el mundo están ocurriendo muchas cosas anunciadas para el fin de los tiempos no es fácil entender que se las quiera negar así porque sí nomás diciendo que no tienen ningún valor probatorio.
Infovaticana acaba de publicar una noticia que puede tener mucho que ver con todo esto. No sé si será casualidad o qué, pero justo este domingo 17 de octubre en que se festeja el Día de la Lealtad peronista, Bergoglio aprovecharía el rezo del Angelus para anunciar los nombres de los cardenales que creará en el próximo consistorio. Entre ellos estaría nada menos que nuestro viejo conocido Tucho Fernández.
Creo que estaremos de acuerdo si digo que en ese caso Tucho será el nuevo Cardenal Primado de la Argentina.
Pero sabiendo también la predilección que Bergoglio siente por su delfín, ¿sería mucho decir que también tratará de allanar todos los caminos para que sea el próximo Papa?
Es más, si Specola insiste con los rumores que hablan de que al cumplir en diciembre 85 años Bergoglio podría renunciar, ¿sería muy loco pensar que hasta que entren en la Capilla Sixtina presionará a los cardenales para arrancarles ese compromiso en favor de Tucho?
Si lo logrará o no es otro cantar, pero que lo intentará no parece quedar duda.
Pero no es necesario que Tucho esté entre los cardenales electores para convencernos de que la apostasía de la que habló San Pablo es esta realidad que hoy nos golpea la cara, el que no la quiera ver que no la vea. Para mi la apostasía igual ya está entre nosotros y un día no lejano alguien verá quién estaba en lo cierto y quién estaba equivocado.
Don Ovejuna, le publiqué el comentario porque usted es un amigo de la casa, pero vaya dispare que ha escrito.
EliminarPara una interpretación moderna sobre la posible cercanía de la manifestación del Anticristo, que puede esté muy cercana, como sostiene Andréas, les invito a leer un libro muy cortito, con contenido para considerar. No soy un experto en la materia, ni creo que lo haya. Sólo sé que el Espíritu sopla dónde y cuándo quiere; y que, Dios se manifiesta a los humildes y a los sencillos de corazón.
EliminarLo encuentran en el siguiente enlace:
https://vsip.info/qdownload/quinto-reinopdf-pdf-free.html
Por otra parte, para los lectores del Padre Castellani, y para quienes lo estudiaron y –en su caso- sobre él escribieron, les envío un enlace que contiene en formato pdf un libro que no se sí se encuentra en librerías; pues, tampoco sé si todos lo leyeron o pudieron hacerlo.
Se trata de una obra del P. Alcañiz y el P. Castellani, editada por Paulinas, allá por el año 1962. Es el Padre Castellani quien escribió su PREFACIO y quien en un P/S, deja su opinión por lo que llama “este librito”; y, lo que dice del libro, no es poco, considerando que no creo que al Padre haya sido un regalador de halagos gratuitos.
https://ia801600.us.archive.org/19/items/LaIgleisaPatristicaYLaParusiaAlcanizCastellani/La%20Igleisa%20Patristica%20y%20la%20Parusia%20-%20Alca%C3%B1iz%20Castellani.pdf
Espero los consideren de utilidad.
Un saludo para todos.-
De acuerdo a los estudios de Gaston Georgel, 2030 es, efectivamente, el posible año en el que se produciría el fin de la era cristiana. Obviamente, nadie puede calcular el día ni la hora, pero sus argumentos son convincentes. Guénon vio con buenos ojos algunas de sus estimaciones
EliminarWanderer quisiera deslizar una observación: Creo que en general estamos mirando mal la situación. No hablo de usted sino a nivel general. Una catastrofe inminente, una guerra nuclear, una posible reacción negativa global en los vacunados o lo que fuere, no sería tan grave como lo que hoy vivimos. Eso es lo que yo pienso, y me inquieta que no se comparta esta visión. Esas cosas físicas y materiales adversas que pudieran sobrevenir no serían peor que el estado actual de las cosas. El estado del mundo HOY es peor que las catástrofes que puedan venir. Es más, creo que ese estado de desastre y pobreza sacaría a muchos de la indiferencia y apatía, los vincularía a la realidad de las cosas. Aunque pareciera terrible, humanamente, claro está. Pero hoy vivimos en el reino de las almas muertas (como le escuché decir a un poeta mexicano), un mundo que desprecia la religión. Reina la apatía y seguímos en una apostasía creciente de las naciones católicas, que en el siglo xxi aceptan lo antinatural en una proporción que ni un Castellani en sus novelas imaginó: aborto, homosexualidad, designación del propio sexo... y luego, las gentes buenas, que guardan cierto sentido comun viven desorientadas, tanto en sus inteligencias, liberales en general, y en lo moral, en el fango del pecado... sin sacramentos. Las parroquias se vacían y de la calidad de la vida espiritual de esas parroquias ni hablemos... ni del pecado se habla a veces... tampoco tengo que contarle a usted, que ha sido un cronista y es un conocedor del progreso creciente de desacralización. Todas esas variantes se vienen agravando globalmente. Y son hechos. Creo que estamos metidos muy dentro del río para verlo con distancia. Pensemos en los 50 del siglo pasado y cómo ha cambiado la sociedad, de esos años a los actuales. Son 70 años y parecieran 300 por la diferencia increíble, y el deterioro general de las cosas, que ya se insinuaban, si lo sé, pero la forma en que se ha desatado desde los 60 nos habla de un ataque furioso de las potestades contra las que el buen cristiano debe luchar. En fin... mi conlclusión es la siguiente: La sociedad del confort tal y como se dá hoy, es una maquina de producir almas que viven en peligro de condenación, y de arrastrar almas al infierno. No creo por ende, que el tema de discusión: si viene un reseteo o no, si hay reacción en los vacunados o no, sea importante comparado a lo que se nos suele pasar por alto: que el mundo vive en el desprecio de Dios llegando en estas décadas al desprecio de la ley natural misma, con lo que cualquier sociedad pagana antigua sale mejor parada que las nuestras.
ResponderEliminarWanderer, la realidad de tener que pelear el mango y mantener un matrimonio en medio de la pandemia, son cosas que no apasionan... Don Quijote no pierde su tiempo con el SiRADIG, sino que espera un "regnarok" épico y lleno de destrucción que le un poco de emoción a su monótona existencia.
ResponderEliminarEs la dichosa idea de los jesuitas de unir la épica de los cuentos de caballeros andantes con las leyendas doradas de santos. Finalmente queda una fantasía imposible e irrealizable, una suerte de borrachera intelectual, que justifica inmolar los problemas reales en el altar de la evasión.
Y no, no importa cuantas evidencias consiga, siempre va a haber un relato conspirativo que continúe el anterior.
Farabundo
No creo que el coronavirus haya Sido algo de importancia escatológica.
ResponderEliminarFue un Chernobyl chino que al contrario que los soviéticos, los chinos no supieron o quisieron contener en Wuhan.
Me he vacunado y no creo en conspiraciones con respecto a las vacunas que incluirían a todos los bioquímicos de todas las grandes empresas farmacéuticas del mundo.
Lo que más me preocupa a futuro es la ingeniera genética aplicada a la creación de nuevos humanos. Eso es algo que va a pasar más pronto que tarde, y primero lo van a hacer los ricos, porque como todo avance tecnológico, al principio es caro e inaccesible a las masas.
El riesgo es múltiple. Puede dividir a la sociedad en castas, los creados a la antigua con sus defectos, y los editados para ser todos altos sanos atractivos inteligentes; puede eliminar la necesidad de la unión del hombre y la mujer para crear nuevos humanos; y puede terminar en la persecución de quienes se nieguen a hacer eso, si dar a luz un hijo con defectos físicos es visto como una crueldad, una violación a los derechos humanos.
Vamos a ver cosas horribles, el hombre jugará a ser dios, y el estado no nos va a dejar vivir en paz.
En Estados Unidos ya es una idea extendida en todo el progresismo que está bien darle hormonas a niños para anularles la pubertad, o incluso castrarlos. Y padres le hacen eso a sus propios hijos.
Estamos en tiempos extraordinarios, para mal.
Al fin un comentario fundado en los horrores que sí están ocurriendo: nada de chips en las vacunas o delirios similares. Frente a las narices de los indignados anti-vacunas, se están mezclando embriones humanos y de cerdos (niños y animales) para poder carnearlos legalmente de sus órganos. Eso el propio Bergoglio lo aprobó, cosa que explicó el gallego que lo hizo.
Eliminarhttps://www.google.com/amp/s/www.elconfidencial.com/amp/tecnologia/2016-01-28/el-espanol-que-convencio-al-papa-para-investigar-con-quimeras_1142750/
https://www.infobae.com/america/internacional/2017/01/26/los-cientificos-crearon-por-primera-vez-embriones-hibridos-de-humanos-y-cerdos/
No le preocupa a nadie, y menos el OK romano...
Farabundo
Disculpe, Farabundo, para su tranquilidad no se mezclan embriones humanos con embriones de cerdo o mono o lo que sea. Basta con insertar en el embrión del animal células madre humanas.
EliminarCélulas madre yo he donado para un trasplante de médula. También se puede donar epidermis para cultivos de piel.
Las células son eso, células .
¿Una bolsita de células? El mismo argumento de las abortistas, el mismo discurso de la logia "la mano negra" que asesinó a grandes personas de Europa Oriental, sembrado guerra y muerte. ¿Usted también se ve así?
EliminarFarabundo
Otra vez le ruego me disculpe. No he dicho nada de " bolsita de células ", sé lo que es una mórula. Pero tampoco he hablado de mórulas. Solo he dicho que en la formación de quimeras no se mezclan embriones humanos y embriones de animales.
EliminarNo me crea si no quiere pero de ahí a hacerme sembradora de guerra y muerte puede que haya un poco de exageración ¿ no le parece ?
No es cuestión de creer o no:
Eliminar1) Son embriones
2) Tienen ADN humano
3) Los llaman quimeras, para no expresar la porquería que hicieron.
Esto es irrefutable y muy triste. Casi como cuando la gente iba a ver a las brujas y ellas pedían mezclar sangre de bebé y de cerdo. Pequeñas variaciones de un mismo sacrilegio.
Farabundo
Coincido bastante con Andreas, 14 de octubre, 22:48.
ResponderEliminarY creo que es fundamental leer a Castellani, dice "Cuando la estructura temporal de la Iglesia pierda la efusión del Espíritu y la religión adulterada se convierta en la Gran Ramera, aparecerá el Hombre de Pecado y su falso profeta, que será como un sumo pontífice del orbe, o que tendrá a sus órdenes un falso pontífice". Hay que ver el hoy y el futuro con los signos de los tiempos.
Estimado W, cada día me convenzo más de que la religión es algo muy peligroso. Es notable como comentadores que suelen hacer observaciones interesantes en algunos post, de repente salen con desvaríos mayúsculos cuando se tratan temas como el de las vacunas, el NOM, el Apocalipsis, etc. Qué se yo, me parece que finalmente terminan siendo tipos peligrosos. Una pena.
ResponderEliminarSaludos y gracias por su gran tarea.
Wanderer se olvidó lo que pasó con el seminario de San Rafael?? Terminará la pandemia y todo seguirá igual?? Qué miopía. Lean a Pieper sobre el tema del Anticristo y verán la luz.
ResponderEliminarAnduril, gracias por enseñarnos donde encontrar la luz.
EliminarEn cuanto al cierre del seminario de San Rafael, creo sinceramente que será uno de los pocos frutos buenos de la pandemia.
Totalmente fuera de este post. Pero quizás ayudaría a una visión más general ver una celebración según el Misal actual y que puede ser una profunda comunión con la tradición https://www.youtube.com/watch?v=tESgYy3MOtM
ResponderEliminar21.33: En esa misa que usted menciona se da la comunión en la mano. No le veo la "profunda comunión con la tradición"
EliminarGuanderer es cosa de que toque algo mínimo de la pandemia y/o las vacunas para que algunos salten con una histeria se digna de señoras que miran muchas novelas...
ResponderEliminarCuando venga el fin será como en el tiempo de Noé, que comían, bebían y se casaban, es decir un tiempo de prosperidad y paz, pero materialista, ni siquiera es que se estaban portando mal, hacían su vida pero sin mirar a Dios. Hacia ahí vamos, pasito a pasito, hay que ver el cuadro de lejos.
ResponderEliminarA eso también se refiere la parábola de la invitación a las bodas. Los que rehusaron no dieron malos argumentos, pero sus razones no eran valederas para el Rey. Porque en definitiva se trata de elegir los bienes terrenos por encima de Dios.
EliminarEntre su clarividencia y la clarividencia del Padre Leonardo Castellani...no es muy dificil optar. Haya pasado o no la pandemia,el espíritu anticristiano es más intenso. Y el mundo está más preparado para un gobierno mundial. Y la "romanidad" de occidente ya casi casi está totalmente desaparecida...
ResponderEliminar¿Mi clarividencia? ¿Cuándo la he mentado?
EliminarDe que haya cristianos que tengan pesadillas apocalípticas y estén un poco desequilibrados no se sigue que los tiempos descriptos como finales en los Evangelios más la Promesa "Vengo Pronto" no puedan presentarse con más fuerza en la conciencia de los cristianos lúcidos ante el desarrollo de los acontecimientos sociales y espirituales del siglo XX y lo que va del XXI. Su llamado de atención sobre lo que ud escribió sobre la "resignación" vale para todos los tiempos y más aún para los finales. Más aún, los tiempos finales en cuanto tales, imponen esa resignación, ya que obligan a destruir las esperanzas intramundanas.
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