El artículo que publiqué el lunes de la semana pasada, en el que ordenaba de un modo sintético la información que se comenta desde hace años en sitios de internet, y que pude comprobar personalmente, acerca del ambiente que se respira en el Vaticano como consecuencia del estilo de gobierno tiránico que allí ejerce el papa Francisco, despertó muchas más repercusiones de las esperadas. Fue traducido a varias lenguas y publicado en sitios importantes, lo que ya había ocurrido con otros artículos. Esta vez, sin embargo, las visitas se dispararon a niveles altísimos y, lo que es más sorprendente, comenzó a llegar una buena cantidad de comentarios progresistas. En este rincón de la blogósfera, los que comentan son todos de la misma línea aunque aparezcan distintos matices y se ocasionen interesantes discusiones. Pero los modernistas nunca se asomaban. Esta vez fue diferente. Publiqué varios comentarios y eliminé muchos más. Llegó a comentar un anciano jesuita colombiano celebrando el pontificado francisquista como la gran primavera de la Iglesia!
Esto me lleva a una reflexión. El hecho es que cada grupo ve cosas distintas: nosotros, la catástrofe de la Iglesia; ellos, la primavera que arriba con un cierto retraso. Entonces, o bien son dos realidades sobrepuestas; o bien, si la realidad es una y la misma, hay un sector que acierta y otro que se equivoca estrepitosamente. Nosotros estamos seguros de estar en el primero, a la vez que reconocemos que el otro es el más numeroso y poderoso. Nosotros, los que queremos guardar la fe de la Iglesia tal como la recibimos de nuestros padres y como la enseñaron los apóstoles y, con ella, conservar el culto debido a Dios, somos una minoría muy minoritaria. Hace algunas semanas apareció una estimación interesante: del ya reducido grupo de fieles que practica la religión, sólo el 4% corresponde a los, por llamarlos de algún modo, tradicionalistas. Si aplicáramos un criterio cuantitativo y democrático, sería altamente improbable que quien tuvieran la razón fuera el grupúsculo de los desposeídos, de los marginados, de los perros.
Es verdad que podríamos introducir un criterio cualitativo en esos números y veríamos, por ejemplo, que ese porcentaje corresponde a los fieles laicos. En el grupo de los seminaristas y sacerdotes jóvenes la proporción de los tradicionalistas es mucho más elevada. En Europa y Estados Unidos, por ejemplo, los seminaristas de los clanes tradicionalistas representan una porción importante de la totalidad y, además, aquellos que estudian en seminarios “normales” pero tienen simpatías por el tradicionalismo, son también un buen número. Esto, probablemente, marque una diferencia en un futuro de mediano plazo, pero lo cierto, lo contante y sonante, es que hoy somos una ínfima minoría, y que los mastines romanos siguen rabiosos mordiéndonos siempre que pueden. Lógicamente, el desánimo se apodera de muchos; y eso también se ve. Es el cansancio de una lucha larga y extenuante y el lacerante sentimiento de orfandad que nos atraviesa desde hace décadas y que hemos naturalizado. Históricamente, podemos encontrar un sinfín de persecuciones a comunidades cristianas mucho más crueles y dolorosas que la que sufrimos nosotros. Lo que vivimos es apenas un rasguño comparado a lo que sufrieron los católicos franceses en el periodo post revolucionario; o los rusos durante el dominio soviético; o los mexicanos o españoles durante las guerras civiles. Y me refiero sólo a los hechos más recientes. Ellos, sin embargo, aunque se veían obligados a huir, abandonar sus bienes y familias, a enfrentarse cotidianamente a la muerte y, en muchos casos, entregar la vida, tenían el consuelo de una padre que, en la lejanía, los confirmaba en su testimonio. Quienes los perseguían eran claramente los enemigos de Cristo y su Iglesia, sin duda alguna; y sabían que sus hermanos católicos del pueblo vecino y de todo el mundo, estaban con ellos, como también lo estaban, sobre todo, los obispos con el papa a la cabeza. Todos ellos los confirmaban en la fe; les daban la certeza interior de que el sacrificio que hacían tenía un sentido y que, efectivamente, ellos estaban del lado de los corderos y quienes los atacaban eran los lobos que siempre merodean el rebaño.
Nuestra persecución no es cruenta. Nadie nos pide la vida ni los bienes. Sin embargo, no solamente no tenemos el consuelo que tenían quienes nos precedieron en el testimonio, sino que quienes nos persiguen son los “buenos”, que se han unidos a los “malos”. La mayor parte del rebaño y sus pastores se fueron con los lobos; casi nunca por maldad, sino por distracción, por el hábito gregario, y cómodo, de seguir al grupo mayoritario. Apenas un pequeño rebañito deambula por los pastizales, y quienes los atacan son sus compañeras, otras ovejas con las que compartían el mismo rebaño. Los lobos, de lejos, miran y se ríen, esperando el momento del banquete.
Dejemos las metáforas. Estamos huérfanos; esa es la realidad. Y la orfandad vale para los laicos y también para una multitud de sacerdotes que son cotidianamente perseguidos, humillados, maltratados y cancelados por sus obispos por el solo hecho de querer ser fieles a la integridad de la fe apostólica. Y la vida de estos pobres curas no es fácil y, sin embargo, resisten “sicut Dei ministros in multa patientia” (II Cor. 6,4). Este texto paulino lo escuchamos la semana pasada, en la epístola del primer domingo de cuaresma. Y un poco después, decía: “quasi morientes, et ecce vivimos” (9). “Como moribundos, pero he aquí que vivimos”. Parece que el apóstol hubiese escrito para nosotros estas palabras. Los perros de los tiempos post conciliares, estamos como moribundos, y nos desanimamos porque muchos veces nos percibimos en una agonía final e inútil, pero ecce vivimus. Sí, estamos vivos. Esa es la realidad, y creo yo que seremos nosotros parte de ese pequeños grupo —ese del que hablaba Benedicto XVI en su “profecía”— al que, en algún momento, los hombres del mundo se volverán para pedirle, como la Samaritana a Nuestro Señor, que le dé el agua que atesoró en los cántaros que el mundo y esa Iglesia prefirieron arrojar por la borda mientras danzaban embriagados en la cubierta de un buque que ha comenzado ya a naufragar.
[Hacía referencia más arriba a los curas fieles que son muchos más de lo creemos. Algunos, abandonados por sus obispos, viven de la caridad de los fieles y administran los sacramentos en sus casas; otros, obligados por las circunstancias, celebran habitualmente la liturgia de Pablo VI y, cuando pueden, la tradicional, aunque la añoran y sufren por la pérdida. Son perseguidos por sus obispos, pero son también nuestra responsabilidad. No nos olvidemos de ellos; seamos cercanos, de todos los modos posible: con la amistad, con el amparo, con el entusiasmo, con el refugio, con la defensa, con el dinero cuando sea necesario (y lo es muchas veces). Sin ellos, se acaba la liturgia tradicional. Cuidemos a los pocos pastores que nos quedan. Se nos pedirá cuenta de eso].
Querido Wanderer: Soy uno de esos otros “ obligados por las circunstancias, celebran habitualmente la liturgia de Pablo VI y, cuando pueden, la tradicional, aunque la añoran y sufren por la pérdida. Son perseguidos por sus obispos, …” Gracias por afirmar que “… son también nuestra responsabilidad.” Desde España, madre patria, con afecto y admiración y, sobre todo, mi Bendición
ResponderEliminarPero Ud. puede celebrar la Santa Misa de siempre, en latín, como misa privada diaria (lo que le ayudará a profundizar en la fe), y celebrar públicamente la eucaristía protestantizante de Montini.
EliminarNo veo que haya contradicción. El caso es que está obligado a protestantizar y hacer protestantizar a otros porque así le obliga su obispo, si quiere seguir en comunión con él.
Recuerde que esas minorías creativas de Benedicto XVI están formadas también con gente como usted. Precisamente lo que le ayudará en su misión ad gentes es la Santa Misa bimilenaria.
Y recuerde que siempre puede invitar a quien quiera a su misa privada.
Especialmente a quien le ayude sirviendo la Santa Misa.
Como a Montini y a un servidor, también Ud será llamado a dar cuentas de los talentos recibidos. Excusas de que si "Bergoglio por aquí" o "Bergoglio por allá" no cuelan.
No se latin ni participo en la Liturgia Tradicional.
ResponderEliminarHoy debe haber varias docenas de Ritos en uso.
La cruel persecucion al Rito Tradicional que perpetra el Indigno es Diabolica.
En realidad persigue a TODOS los catolicos normales.
Si no eres heretico, comunista, panteista, homosexualista, LGTBIxyz, blanqueados de dinero de tiranos, pro-chino o musulman, seras perseguido por Bergo y el 90% de indignos Obispos de hoy.
Dios hara Justicia.
Ya lo dijo De Maistre, "Los lobos andan en bandas, pero le perro guardián está sólo". Excelente post.
ResponderEliminarHilbert.
Estimados responsables de Caminante Wanderer: mi nombre y apellido es Patricio E. Marenco, soy Argentino y resido en mi Patria; el 17 de marzo; día de mi Santo, cumplo 78 años. Tengo 55 años de casado, siete hijos y doce nietos, todo regalo de DIOS!!.
ResponderEliminarSoy Católico, Apostólico y Romano y miembro de la Verdadera Iglesia; tristemente hoy la pequeña feligresía, dispuesto a dar la Vida por ella, Fundada por NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO. ¡¡Único Camino de Salvación del Alma!!. Estoy convencido que la Infiltración de nuestra Iglesia se remonta a muchos años, basta leer al gran sacerdote, teólogo, santo y mártir, Padre Julio Meinvielle, en sus obras y especialmente: “De Lamennais a Maritain” y “De la Cábala al Progresimo”; para tener una idea desde cuando el Perverso Masónico Modernismo y Progresista Comunista, ha usurpado lo que hoy debemos señalar y llamar Falsa Iglesia de Satanás!!
Quién tenga dudas de lo que digo, con total convicción y fundamentos; recurra al otro Gran Teólogo, santo y mártir sacerdote Leonardo Castellani; ambos Argentinos!!!!.
Dicho todo lo expresado, el principal motivo de este mensaje: ¡¡Es FELICITAR Y APOYAR LA LABOR DE CAMINANTE WANDERER!!!!
Pido a DIOS que los PROTEJA SIEMPRE!!, y que agoten sus fuerzas en ¡¡la DEFENSA DE NUESTRA SANTA IGLESIA CATÓLICA, APOSTÓLICA Y ROMA, DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO Y DE SU SANTÍSIMA MADRE LA VIRGEN MARÍA, CORREDENTORA Y MEDIADORA DE TODAS SUS GRACIAS!!!!.
Sin otro particular los saludo muy cordialme, y ¡¡VIVA CRISTO REY!!
Patricio E. Marenco
Estimado don Patricio, muchas gracias por sus palabras.
EliminarDios le pide a cada uno lo que puede dar; a veces se hará bien, otras no tanto, pero la cuestión es la disponible a escuchar su voz y obedecerle.
No se preocupe por las cifras, don Wanderer. La única vez que Nuestro Señor se sometió a un plebiscito, lo perdió.
ResponderEliminarEl sector progresista no es el más numeroso de la Iglesia. El más numeroso es el sector de los indefinidos, el de los que no saben/no contestan.
ResponderEliminarDe los tibios
EliminarAsi es
EliminarEl sector más abundante en la Iglesia es el de los ignorantes, que ni saben ni aprenden de la auténtica fe y doctrina católica. Pero eso siempre ha sido desde la fundación de la Iglesia. La triste diferencia en nuestros tiempos es que no hay pastores auténticos y formados que guíen al rebaño. Antes uno podía ser ignorante y sin embargo con confiar ciegamente en los valores de la sociedad y los sacerdotes aún podía llevar una vida de buen católico. Ahora eso no es posible, la confusión demoniaca ha llegado tan altos niveles,que a menos que te esfuerces mucho y todos los días por pedir al espíritu Santo el don del discernimiento, y que no te deje caer en el error, estás perdido. Cierto es que la ignorancia generalizada no es patrimonio de esta época, pero el nivel de manipulación de las entidades del mal aprovechándose y trabajando sin cesar para ganar lobos para su causa ha llegado a extremos nunca vistos. Y sin embargo hay lugar para la esperanza porque la auténtica Iglesia prevalecerá, aunque sea un número muy reducido. No nos dejemos abatir por ser minoría, confiemos en nuestro Señor con todas nuestras fuerzas y nuestro corazón, y sigamos el Camino.
EliminarGracias por su lucha, Wanderer... Dios te bendiga, y que Él guíe y proteja a Su Iglesia.
ResponderEliminar"Multitud de sacerdotes que son cotidianamente perseguidos, humillados, maltratados y cancelados por sus obispos por el solo hecho de querer ser fieles a la integridad de la fe apostólica. Y la vida de estos pobres curas no es fácil y, sin embargo, resisten “sicut Dei ministros in multa patientia” (II Cor. 6,4).
ResponderEliminarDebo decir en honor a la Verdad, que después de Traditiones Custodes, he recibido el permiso de rezar solo la Misa Tradicional, de parte de dos Obispos diocesanos argentinos. Sabiendo ellos que lo haré, colaborando en los Apostolados de la FSSPX. Parece increíble, pero real . Y soy Diocesano.
Estimado Padre:
EliminarAlegra saber que ha recibido ese permiso. No entiendo bien por cuál motivo lo recibe de 2 Obispos, visto que lo que TC pide es que sea su Obispo diocesano quien lo autorice no que sea su Obispo y otro más.
Por otra parte no se entiende bien eso de que lo hará solo y con ello (Misa en soledad) colaborará con apostolados de la FSSPX.
De todos modos me parece muy loable su apertura respecto a los apostolados de la FSSPX. Una gran caridad de su parte para con esos fieles.
Lo que los Obispos no quieren es que la Misa tradicional sea celebrada en las parroquias. Sobre lo que suceda con la FSSPX los tiene sin cuidado. Y más bien pueden llegar a alentarlo visto que el Santo Padre lo hace dándoles facultades para confesar a los sacerdotes de la FSSPX. Pero en el garaje de la FSSPX.
De parte de la FSSPX es extraño porque ellos están en contra de todo tipo de permiso para la celebración de la Misa tradicional y siempre persiguieron los "indultistas" descalificándolos y sugiriéndoles a sus fieles que se abstuvieran de participar en celebraciones de esa índole. Pero puede ser que hayan cambiado de postura.
Ni que hablar de otros aspectos doctrinales referidos a la teología sacramental.
Si yo fuera Sacerdote, celebraría la Santa Misa en Latín de forma privada con feligreses o en soledad y si aún no se, aprendo. Gracias a Dios y a la Virgen Santísima por esos Obispos y por usted, gracias. Si es tan perseguida por la falsa iglesia…
EliminarRamón Cuando digo solo ,no solo de estar solo ,sino solo el Rito tradicional, no el NOM
EliminarLo recibo de 2 Obispos, porque ejerzo el Apostolado en 2 diócesis. Y así lo pide TC.
EliminarSacerdote anónimo: ud dice..."Ramón Cuando digo solo ,no solo de estar solo ,sino solo el Rito tradicional, no el NOM...." Existe algo que se llama tilde para poder diferenciar "solo"( soledad) , de "sólo" (solamente). Es muy rico y variado nuestro idioma.
EliminarEstimado Padre:
EliminarGracias por su aclaración.
Yo entendí mal. Leí "solo" y pensé que significaba privadamente, no entendí que significaba exclusivamente.
Estimado Telamonio.
EliminarTiene usted razón. Lamentablemente, a pesar de ser sacerdote, de quien se deberia esperar una pluma mas exquisita, mi lingüística o gramática es pobre.
Tendré cuidado para otra vez.
Vale la corrección. Gracias
Don 23:49, como usted sabe , la RAE retiró la tilde de la palabra "solo" cuando podía ser sustituida por " solamente". Y la ha vuelto a recuperar hace pocos días pero no como obligación sino como recomendación . Así que, si es tan amable, no regañe al cura que bastante tiene con lo que tiene.
EliminarTelamonio
EliminarEl Padre nos cuenta con alegría que con la bendición de dos obispos está haciendo una tarea hermosa para la salvación de las almas, pero a usted le cayó mal que se olvidara de poner una tilde en la palabra solo, insignificancia que aprovecha para darle una lección de castellano a ver si aprende a diferenciar, "porque es muy rico y variado nuestro idioma". ¡Insólito!
Aún así, mucho más insólita fue la respuesta del cura, porque después de semejante falta de urbanidad todavía le escribe pidiéndole disculpas. Por lo visto, a lo mucho y bueno que viene haciendo también agrega un derroche de humildad, una virtud cristiana cada vez más escasa que muchos deberíamos esforzarnos en practicar, incluso usted, por supuesto.
Fuenteovejuna
En EEUU la estadística era que los tradicionales son cerca del 5% pero donan en promedio 4 veces más. O sea que son algo más del 15% de la facturación. De pronto no es tan despreciable.
ResponderEliminarhttps://www.infobae.com/sociedad/2023/03/06/francisco-del-llamado-al-sacerdocio-en-la-iglesia-de-flores-a-convertirse-en-el-primer-papa-jesuita/
ResponderEliminarPalabras textuales de Mons. Guillermo Karcher
"Estábamos rezando el rosario, nosotros los ceremonieros. En una de estas vueltas del rosario vi a la Virgen, a la Virgen Desatanutos de quien es devoto Bergoglio y que la llevó a Buenos Aires. Yo antes no era devoto, ahora sí. Quizás le rezaba a la Virgen de Luján, otras advocaciones que conozco, pero esta visión fue muy fuerte, porque en el momento en que apareció la Virgen, y yo percibí su presencia, me aflojé, dejé el rosario y les dije a mis colegas: “Voy a rezar por mi cardenal, porque era muy directo el mensaje”. Yo creo que fue una señal, porque en este momento se estaba desatando un nudo muy importante".
Cualquiera puede decir lo que mejor le parezca
No hay duda que hoy somos absoluta minoría, algo que Don Wander explicó con elocuencia. Pero Dios nunca necesitó del número para vencer.
ResponderEliminarAlguien dijo por ahí que la única vez que Nuestro Señor se sometió a un plebiscito, lo perdió. Aún así, ¿quién podría explicar por qué tan solo doce hombres -solos contra el mundo- pudieron sembrar una semilla que dio fruto al ciento por uno a tal punto que hoy el cristianismo es la religión más importante de la tierra? No hay explicación humana para eso, la única explicación es sobrenatural.
Y así como esa absoluta minoría logró vencer al Imperio Romano, hoy esta absoluta minoría vencerá al enemigo que tenemos enquistado adentro aunque los herejes cuenten con el apoyo de todas las potencias del infierno.
¿¡Quién como Dios!?
Fuenteovejuna
No sé si usaría ese argumento. Por varios motivos.
Eliminar1º en menos tiempo y solamente una persona (Mahoma) logró más de la mitad de los que se profesan cristiano. Hay 2.400 millones de cristianos y 1.500 millones de mahometanos.
2º si analizamos los que se profesan cristianos (y dejamos de lado a los protestantes y ortodoxos) no somos tantos. Hay 1.300 millones de católicos. Menos que los musulmanes.
3º si analizamos a esos 1.300 millones de católicos veremos que muchos (Papa, Obispos, sacerdotes y monjas incluidas) no profesan la fe católica.
Así que habría que definir "importante" para decir que es la religión más importante del mundo.
Ahora bien, que con esa minoría Dios puede hacer lo que quiere, estamos totalmente de acuerdo.
Estimado anónimo de las 19:14
EliminarNo sé si usted es católico, para los católicos la nuestra no sólo es la religión más importante, también es la única verdadera, un pequeño detalle que no tuvo en cuenta por más que usted quiera destacar que en el mundo hay más musulmanes que católicos.
Fuenteovejuna
Me extraña Anónimo de las 19.14 que cuestione el argumento de Fuenteovejuna toda vez que se trata del conocido motivo de credibilidad de la indefectibilidad de la Iglesia, a pesar de las terribles persecuciones de los judíos y paganos y la escasez de medios (por lo menos en los primeros siglos) para su establecimiento y conquista espiritual del imperio pagano más grande (por lo menos en influencia histórica) de la Historia. En cambio Mahoma precisamente puede ser explicado en términos puramente humanos. Efectivamente, el islam utilizó como PRINCIPAL argumento de difusión y expansión la jihad armada (no la fuerza justa) y eso desde el punto de vista puramente natural hace perfectamente explicable que ahora haya 1.500 millones de musulmanes. Y la cantidad de mártires cristianos es incomparablemente mayor al de cualquier religión de la historia.
Eliminar67 Jesús dijo entonces a los Doce: «¿También vosotros queréis marcharos?»
Eliminar68 Le respondió Simón Pedro: «Señor, ¿donde quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna,
69 y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios.»
Estimado Wanderer:
ResponderEliminarEs lógico y comprensible que el artículo provocara el desagrado y la oposición de los que se empeñan -por maldad, conveniencia o ingnorancia- en negar la verdad que manifiestan los hechos. Nada nuevo bajo el sol. Pero, como decía Santa Teresa, "la verdad padece, pero no perece".
Quien escribe este comentario es, además de uno de sus lectores asiduos, un sacerdote de 15 años de ministerio que ha vivido y vive las consecuencias de intentar ser fiel a la fe revelada por Jesucristo, no por Jorge Mario Bergoglio. Créame cuando le digo que conozco muy bien el significado de la "misericordia francisquista". Dejémoslo así.
Por lo tanto, quiero decirle: MUCHAS GRACIAS por la seriedad, la objetividad y el rigor intelectual de su trabajo. Por favor, no se calle. Cerrar los ojos o callar ante la profunda crisis en la que se haya sumida la Santa Iglesia es, cuando menos, imprudente.
Siempre habrá quienes vean su trabajo como un "ataque a la unidad de la iglesia" o cosas por el estilo. Pero lo cierto es que muchas veces los malos triunfan porque los buenos no hacen nada. Cierto es también que Dios cuida a su Iglesia y que, al final, la verdad triunfará. Pero Dios se vale de las causas segundas; nosotros tenemos el grave deber de hacer nuestra parte: "A Dios rogando y con el mazo dando", como dice el conocido proverbio.
Cuente con mi oración.
Soy seminarsta y conocer la liturgia tradicional fue lo mejor que le sucedió a mi vida, claro después de haber conocido a Jesús. Celebrare la Misa de San Pío V cuando sea sacerdote. Obvio pongo anónimo porque si mi obispo o formadores ven esto me corren.
ResponderEliminarAmigo Seminarista. Loable desicion la Tuya.
EliminarTen en cuenta que tendrás que sufrir mucho. Ser despreciado y celebrar muchas veces el Santo Sacrificio solo , en una pieza quizas. Pero Animo! Dios no pierde batallas! Rezo por ese noble deseo!
"Católicos Apostólicos Romanticos" le oí calificar así, a los parias reaccionarios pre-Conciliares al vicario de mi diócesis natal.
ResponderEliminarEn ese momento yo no conocía la tradición.
Felizmente ahora estoy con los parias, es lo que ha fortalecido mi Fe íntegra.
Rafael
Bien Rafael! No te avergüences de ser "paria".
EliminarYo tambien soy considerado así. Pero al ser sacerdote, es más difícil, desenvolverme entre las disposiciones "mitrales".
Animo.
Yo he comentado varias veces con amigos y colegas que creo que cada 500 años, más o menos, ha habido una gran reforma en la Iglesia. Primero fue San Gregorio Magno, luego San Gregorio VII, luego Trento y ahora volvería a tocar.
ResponderEliminarGrosso modo la Iglesia siempre ha vivido ese ciclo de expansión-colapso-catarsis. Ahora mismo, salvando las evidentes y enormes diferencias culturales con los momentos históricos citados, no veo gran diferencia entre el estado actual de la Iglesia y su estado en dichos momentos. En la época de San Gregorio Magno el imperio Romano había caído, Europa estaba completamente dividida y nada parecía poder garantizar una unidad que estuviera por encima de los poderes políticos. Pero Dios envió a un hombre que lo había tenido todo a nivel material y que, habiendo renunciado a todo, fue elegido Papa porque la gente reconoció en él la mano providente de Dios.
Lo mismo podemos decir de San Gregorio VII. En un momento donde el emperador parecía tener un poder casi omnipotente Dios envió a otro monje benedictino (el primer Gregorio también lo era) para sacar a su Iglesia del bache. Lo mismo puede aplicarse a la época de Trento y ahora estoy convencido de que también Dios está preparando a los grandes Santos de esta generación para la reforma que toca. Laicos, seminaristas, curas jóvenes... todos con la cabeza bien amueblada y con la única preocupación de hacer la voluntad de Dios. Gracias a usted por la parte que le toca, Sr. Wanderer!
Interesante su comentario. Me recuerda a lo de Chesterton (creo que en el hombre Eterno), de que la Iglesia no se muere porque su Dios tiene experiencia en eso de salir de las tumbas.
EliminarY nosotros, quizás al ser contemporáneos de los sucesos, no los apreciamos por falta de perspectiva.
Juancho.
Sí anónimo de 10.04...pero alguna vez será la última.
EliminarSí, pero la última renovación será la de la Parusía, cuando Dios recapitulará todo en Cristo, así que 0 problemas.
EliminarUna diferencia no menor, es que en esas crisis pasadas estaba afectada una parte de la humanidad, Europa y poco más.
EliminarLa crisis hodierna es universal.
Luego, sobre el ciclo de crisis y reformas, hay que notar que eso viene incluso desde Adán luego de la Caída. Hay un ciclo, sí, pero las reformas cada vez son más acotadas, en otras palabras, el "resto fiel" es cada vez más pequeño.
Eso fue así desde Adán hasta Cristo, luego viene la expansión de la Iglesia, y luego otra vez, grandes crisis con reformas cada vez más parciales.
Estoy muy de acuerdo con usted. Creo que mis hermanos sacerdotes jóvenes han de estudiar bien, además de la doctrina, la espiritualidad etc, la Historia de la Iglesia y la vida de los grandes santos mártires y confesores, Me viene a la mente San Atanasio,que fue expulsado 5 veces de su Iglesia. Pensemos en la reforma gregoriana con su más grande representante San Gregorio VII, pero también una notable lista de papas que llevaron adelante tal reforma. Luego en la época de la falsa Reforma Protestante cuando el Señor entregó a su Iglesia un gran número de santos misioneros, teólogos y pastores, por ejemplo, en España Santa Teresa de Jesús y Juan de la Cruz, San Ignacio y otro mucho Jesuitas como San Pedro Canisio, luego San Carlos Borromeo y tantos misioneros que evangelizaron América. La Revolución Francesa le dio a la Iglesia un golpe enorme, pero se dierorn los mártires de la Vendée, y posteriormente unos 150 años de mucha evangelización y grandes santos, muchos de Francia.
EliminarCreo que los sacerdotes jóvenes y los laicos comprometidos en esta época no han de desfallecer y han de seguir fieles al Señor, pues tienen detrás de ellos una enorme multitud de mártires y confesores. Me acuerdo que en el día de mi ordenación, hace ya muchos años, me vino a la memoria el mensaje que se entregó a San Pablo en el día de su conversión cerca de Damasco, que se le daría a conocer lo que tendría que sufrir por el Señor.
El Papa Francisco acaba de renovar el consejo de cardenales, lo que hace pensar que no ve cercano el final de su pontificado.
ResponderEliminarEs verdad,al parecer el final del pontificado no parece cerca.A menos que Dios disponga otra cosa.Confiemos,a la vez que actuamos,cada uno según sus posibilidades.Muchas gracias por por tan valiente y esclarecedor artículo.Por favor,continúe así.Gracias y un saludo en Xto.
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