Y de paso, comentarles que con alegría he encontrado el blog de una pequeña comunidad religiosa católico-rusa. Si Ud. lo considera oportuno, podría poner el siguiente link en la lista de los enlaces del blog.
http://oriente-cristiano.blogspot.com/
Si alguno tiene oportunidad de viajar a Pigüe, y se interesa por el Oriente Cristiano, no dude en contactar con el P. Diego.
Otra intuición: Ostrov la Isla...por ahí va el camino de la salvación.Tantos debates tantas palabras......obras ,eso sí,obras....por eso nos salvaremos o por eso nos condenaremos...
En sus “Consideraciones sobre el Arte Cinematográfico” Guardini colocó a las artes visuales entre las artes menores, por debajo del teatro, de la narrativa, de la poesía. Nunca estuve del todo seguro que tuviese razón. Después de “La Pasión” de Gibson y después de esta película, Ostrov, La Isla, mucho menos.
Pareciera que los rusos tienen un par de cosas para enseñarnos. Por lo pronto, en materia de imágenes. Y no me refiero solamente a Rublev y los íconos (lo que no sería poco) ni a las películas de Tarkosky, sino que estoy pensando en lo dicho repetidamente por Volkoff, que en la representación misma está el milagro y no tanto en la calidad (ni siquiera en el kalós) de esa representación.
Recordemos de paso que Cristo es la imagen del Dios invisible.
Pero no me quiero hacer el místico, que me queda grande y que no sé casi nada de eso y que tengo la lengua atada para hablar de eso. Quiero hablar sobre “La Isla”, esta película rusa completamente fuera de serie. Para explicar alguna cosa, resulta imprescindible decir algo sobre el guión, asunto fastidioso cuando se quiere comentar una película, pero, bueno, inevitable.
Es un guión simple: un hombre ha cometido un pecado. Se arrepiente. Y vive el resto de su vida en actitud penitencial. Eso lo hace santo, aunque él sólo puede pensar en su pecado y en la gracia de Dios y nada más. No tiene tiempo ni energía ni vida para mucho más que eso. Su pecado está simbolizado por el carbón. Carbón sucio, que mancha, pero que también alimenta un fuego purificador que calienta a sus hermanos. Al principio de la película el protagonistaAnatolyse esconde en una carbonera y luego sale completamente ennegrecido por el carbón y luego comete su pecado. El resto de su vida vivirá al lado de una carbonera, manoseará el carbón, lo trasladará, dormirá sobre él: “Yo llevo mi pecado delante de mí”.
Anatoly vivirá existencialmente lo que le explica Julia Flyte a Charles Ryder en “Regreso a Brideshead”: está viviendo en pecado, viviendo con mi pecado, allí va Julia con su pecado, etc. etc. Living in sin.
Pero esta película se sitúa lejos de los gloriosos jardines de Brideshead. Aquí estamos en el norte de Rusia, en un lugar helado donde la nieve domina el paisaje casi todo el año. Y es limpia. Cae suave y permanentemente del cielo y lo cubre todo, incluso el carbón. Carbón blanco.
De manera que en esta película nos vemos obligados a contemplar durante 112 minutos el negro del carbón y el blanco de la nieve y muy poco más. Los rostros grises reflejan muy poco (pero alguito sí) del blanco de la nieve; en las edificaciones y muelles y mejoras del monasterio donde el Patriuska Anatoly purga sus pecados campanea el gris, un eco del negro carbón. Poco más. El pecado y la gracia. El arrepentimiento y la misericordia. Anatoly y Dios. Y entre ellos, una zona gris.
Dije que el guión es simple, y lo es. No hay nada más simple que esto: nosotros somos malos, Dios es bueno. Hay que arrepentirse y Dios nos perdonará. La oración del corazón, la filocalia que respira el monje Anatoly trata de este asunto con exclusividad, no hay lugar para mucho más: “Señor Jesucristo, Hijo de David, ten piedad de mí que soy un pobre pecador”.
¿Se puede hacer una película con tan poco? Se hizo, y no es poco.
Para volver a Volkoff, “a medida que crece en pureza de corazón, el hombre cobra más y más conciencia de la enormidad de sus pecados, a la vez que disminuyen más y más los de sus hermanos. Y viceversa.” En la película el P. Job figura como quien ve enormes los pecados del P. Anatoly y tan abismado está por eso que no puede ver los propios. Claro que el P. Anatoly cree lo mismo que el P. Job: que sus propios pecados son enormes. Pero, claro, también crece en pureza de corazón porque “yo reconozco mi maldad y tengo siempre delante mi delito”. Y, por lo mismo, los pecados del P. Job se le antojan como cada vez más diminutos.
Dos salmos aparecen en esta películo, el uno y el cincuenta. Y con esto se nos recuerda con fuerza que quien medita en la Ley del Señor día y noche “Es como un árbol plantado junto a ríos de agua” (Salmo I), mientras que el “Miserere” nos ilustra sobre la nueva creación de Dios: “un corazón sencillo... un espíritu recto” (Salmo 50).
El mundo moderno no puede entender esta película, pues, como bien se ha señalado, no entiende la diferencia entre el arrepentimiento y el remordimiento. Y creerá que el P. Anatoly no es feliz en su isla de purgación. Pero la película lo desmentirá a cada paso, mostrando cómo este monje que vive en la austeridad y la penitencia más rigurosa es también feliz, y hace bromas (algunas bastantes pesadas, con humor loco, divino) y sabe reírse y se alegra enormemente con el hijo que va a tener la mujer que quiere abortar, con el niño que vuelve a caminar y que ha de recibir la confesión y comunión, con la mujer que él se ocupará de exorcisar. Y un exorcismo con fuego que reservará para su Superior.
Bien mirada, esta película estalla de alegría. Y sí, así es esta película, tan llena de misterio, tan llena de gracia. Pasan cosas, cómo no. Y en realidad pasa una sola.
Como esa nieve que cae, y vuelve a caer, y todo lo deja limpio, blanco, inmaculado, brillante y en paz.
Eso es lo único que pasa en la película y a través de la película; y es, claro está, lo único que importa.
Estimado M. de Lagarde: Y Ud. dice que no es crítico de cine... En fin, tanta humildad, abruma. Excelente su comentario. No era fácil escribirlo, y no cualquiera podía hacerlo. Era muy fácil arruinar esta película de pocas palabras con palabras. Pero Ud. salió airoso. Sólo en una cosa discutiría con Ud., lo cual daría pie para un post en el que estoy pensando: "La pasión" de Gibson. No creo que sea más que una expresión de Hollywood. Para quienes no vieron "Ostrov", cosa imposible en Argentina, no queda más remedio, por el momento, que bajarla de Internet con subtítulos en francés, a través de los programitas pirateadores (Espero que ningún fiscal lea este comentario. Podría considerarse como una incitación al delito).
Estimado Wanderer, no, qué sé yo. Y no tengo tanta humildad como eso. Pero me veo obligado a confesar que incluí la referencia a "La Pasión" de Gibson más por el efecto que le ha hecho a mis amigos y conocidos--que no a mí. Más cercana a la verdad sería decir que ni siquiera me gustó demasiado.
Y pensándolo mejor, quizá no debí ponerla al lado de Ostrov, que es, de otra dimensión, de otra entidad.
Tonto de mí, entonces. En adelante trataré de escribir lo que realmente pienso, y no incluir referencias vicarias.
Perdón por eso, también (y por mi falta de humildad).
Es un poco confuso: sus loas y detracciones de la pelìcula de Gibson me recuerdadn a un conocido fiscal que acostumbra cambiar sus pareceres con rapidez,ahora... nunca lo había logrado hacer en tan poco tiempo ¿me puede explicar por qué en dos días La Pasión pasó de parecerle la protopelícula a "personalmente ni siquiera me gustó demasiado"?
W: "La pasión" de Gibson. No creo que sea más que una expresión de Hollywood.”
No vi la tal “Ostrov”. Sí vi la “Pasión”, y considero que debe ser una de las mejores películas hechas jamás. ¿Es una expresión de Hollywood? Y …..”Arma mortal” es expresión de “eso”, pero un hombre es algo más que la estética de una industria.
Algo le paso a Mel, que decidió “arriesgar” su fortuna por una peli “religiosa”, cuando sus asesores, ante la negativa de los “estudios” por financiarlo, le decían que hiciera la quinta parte de “Arma mortal” o una nueva entrega de “Mad Max”
Algo le pasó a ese muchacho, y dejo las cuestiones financieras a los contadores, él sintió otro llamado. Y el resultado es una peli que no tiene errores teológicos. Lo único que cuestionan los teólogos es el cuervo saltando un ojo al ladrón que se ríe de Dios. Bue, nadie se ríe de Dios.
Bienvenido Mel, novel recluta de la milicia de la Luz en lucha contra el poder de las Tinieblas.
Estimado Chesterton: Qué lindo que todo fuera como Ud. dice! Lástima que ya no haya tiempo para la ingenuidad, pero si Ud. puede, consérvela, y siga creyendo en el gran Mel, proto-guerrero católico, así como muchos creen en el gran Karloncho, proto-heraldo de la ortodoxia.
Estimado Lupus: Borré accidentalmente su comentario. De todos modos, le aclaro que no trato de ingenuo al bueno de Chesterton porque le gustó "La Pasión". Allá él. Lo trato de ingenuo porque sostiene que Mel Gibson es el "novel recluta de la milicia de la luz en contra del poder de las tinieblas". ¿No le parece demasiado? Y, efecitvamente, estoy preparando, o pensando todavía, un post sobre la peliculita.
No se haga problema, amigo Wanderer: aunque la mayoría de las veces mi memoria no me sirve para nada, es capaz de superar tales problemas. Hay que estar preparado, y Ud. sabe cómo es esto: aparte de mí, está ese maldito otro yo que sale de los comentarios y olvidos de los demás.
Le decía que, en todo caso, deberíamos tratar de no caer en la dialéctica ingenua de comparar Octpob con Passion. ¿Será necesario?
Sí, me parece mucho lo del "recluta de la luz", pero tanto como tachar de "hollywoodense" una película excelente. Y allá yo también: una obra de arte.
Y sí, también me cae bien el tipo: "No hay nada más importante que tu familia. Si arruinas esa parte de tu vida, ¿qué queda?". "La vida es amor y compromiso y que se vaya al carajo el que piense que es un tópico".
Además, por cierto, son muy buena cosa El hombre sin rostro, Corazón valiente y Apocalypto.
"Seguid vuestros sueños. Luchad por aquello en lo que creéis... hasta que aparezca la policía".
Y si W.,…. Mel podrá pasar a la historia por borracho, por mujeriego, por haberse copiado en su examen de Plastinila II, por anti-semita (para aquellos que no comprenden la teología católica) y por muchos más horrores en los que suelen ahondar aquellos que solo pueden olfatear lo que los perros caza-falopa de aeropuertos buscan constantemente, porque nadie alguna vez les acerco una flor a sus hocicos.
Es como aquellos historiadores de “Yenny” y el “Ateneo” que venden millares de sus obras, porque a través de sus hocicos solo ven lo accidental de Rosas, de Belgrano, de San Martín, y se olvidan el “porque” estos muchachos pasaron a la historia.
No se confunda, estimado W., ud. puede hablar de Mel y algo le encontrará de seguro, así que puede lanzarle varios piedrazos (yo no me atrevería a lanzarle ninguna piedra), pero de la peli………¿Cuál es el error teológico? Yo solo soy un aprendiz de esas cuestiones, pero de seguro ud., puede señalarme aquello que a mi se escapa en mi ingenuidad e ignorancia, en virtud de su sabiduría y razonamientos llenos de esperanzas bellas.
Puedo explicarle, cómo no. Si relee mi asiento de las 13:05 verá que no cambié de parecer respecto de la película de Gibson.
El incordio se debió a una cosa mucho peor en mí, y allí se explica claramente. Digámoslo de nuevo para nuestra vergüenza:no asentar claramente lo que uno realmente cree, dejarse llevar por opiniones de otros y asumirlas como si fueran de uno cuando no es el caso.
Ahora bien, esto otro de lo que Ud. me acusa (¿quién es el fiscal?), de "presto mudar de parecer", si es en materia opinable, no es tan grave como parece, aun cuando la diferencia temporal entre un parecer y el siguiente sea muy corta. Es como el cuento del gallego: andá y fijáte si anda la luz intermitente. Ahora sí, ahora no. Con eso uno puede resultar desacreditado, claro que sí, pero, como el gallego aquel, no hace demasiado daño.
Sobre todo si la rectificación, el segundo, el tercero, o el cuarto parecer, se acerca más y más (tambaleando, a tientas) a la verdad.
Por otra parte, ese último parecer suele ser más fundado, más preciso, de mayor peso. En el proceso, además, aparece la posibilidad de la corrección fraterna, que siempre es gran cosa.
Insisto, con tal de que no sea en materia dogmática y de fe. En ese caso, mudar de parecer sería apostasía, infidelidad, pecados gravísimos.
Ahora bien, disculpe la extensión, tengo más. También es muy seria la cosa cuando nos hallamos ante la radical incapacidad de cambiar de parecer en materia opinable.
Tenga a bien excusarme de poner aquí ejemplo. Los que tengo en la cabeza (y llevo en el corazón) son dolorosos por demás. Y constituyen, no vaya a creer, frecuente materia de oración.
Sebastián: Tendremos que preguntarle a Pablo de Rosario. Yo bajé la película con subtítulos en francés. Imagino que habrá algún programita que adjunta los títulos a la película.
Muchas gracias Pablo por la explicación, seguí todos los pasos indicados y funciona sin problemas. Aunque todavía no puedo verla ahora ya que tengo que estudiar, casi no puedo esperar al fin de semana para verla.
buscando información sobre esta excelente película he encontrado esta web. Les escribo desde Madrid (España) y qusiera conseguirla en DVD pues quisiera verla en pantallaa grande y no en el ordenador personal. ¿Podría encontrarse el DVD con subtítulos en español?. También busco informaciñon sobre el DVD de "The Monastery Mr. Vig and the Nun". Gracia spor los comentarios que me han gustado muchísimo. mail: igor1980@mixmail.com
Estimado Caminante:
ResponderEliminarAprovecho para dejar unos links con más información sobre la película, que no he visto, pero que espero poder ver en los próximos dias:
http://en.wikipedia.org/wiki/Ostrov_(film)
http://spanish.imdb.com/title/tt0851577/
Y de paso, comentarles que con alegría he encontrado el blog de una pequeña comunidad religiosa católico-rusa. Si Ud. lo considera oportuno, podría poner el siguiente link en la lista de los enlaces del blog.
http://oriente-cristiano.blogspot.com/
Si alguno tiene oportunidad de viajar a Pigüe, y se interesa por el Oriente Cristiano, no dude en contactar con el P. Diego.
Cordiales saludos.
Otra intuición: Ostrov la Isla...por ahí va el camino de la salvación.Tantos debates tantas palabras......obras ,eso sí,obras....por eso nos salvaremos o por eso nos condenaremos...
ResponderEliminarRespetuosamente
Estimado Wanderer:
ResponderEliminarEn sus “Consideraciones sobre el Arte Cinematográfico” Guardini colocó a las artes visuales entre las artes menores, por debajo del teatro, de la narrativa, de la poesía. Nunca estuve del todo seguro que tuviese razón. Después de “La Pasión” de Gibson y después de esta película, Ostrov, La Isla, mucho menos.
Pareciera que los rusos tienen un par de cosas para enseñarnos. Por lo pronto, en materia de imágenes. Y no me refiero solamente a Rublev y los íconos (lo que no sería poco) ni a las películas de Tarkosky, sino que estoy pensando en lo dicho repetidamente por Volkoff, que en la representación misma está el milagro y no tanto en la calidad (ni siquiera en el kalós) de esa representación.
Recordemos de paso que Cristo es la imagen del Dios invisible.
Pero no me quiero hacer el místico, que me queda grande y que no sé casi nada de eso y que tengo la lengua atada para hablar de eso. Quiero hablar sobre “La Isla”, esta película rusa completamente fuera de serie. Para explicar alguna cosa, resulta imprescindible decir algo sobre el guión, asunto fastidioso cuando se quiere comentar una película, pero, bueno, inevitable.
Es un guión simple: un hombre ha cometido un pecado. Se arrepiente. Y vive el resto de su vida en actitud penitencial. Eso lo hace santo, aunque él sólo puede pensar en su pecado y en la gracia de Dios y nada más. No tiene tiempo ni energía ni vida para mucho más que eso. Su pecado está simbolizado por el carbón. Carbón sucio, que mancha, pero que también alimenta un fuego purificador que calienta a sus hermanos. Al principio de la película el protagonistaAnatolyse esconde en una carbonera y luego sale completamente ennegrecido por el carbón y luego comete su pecado. El resto de su vida vivirá al lado de una carbonera, manoseará el carbón, lo trasladará, dormirá sobre él: “Yo llevo mi pecado delante de mí”.
Anatoly vivirá existencialmente lo que le explica Julia Flyte a Charles Ryder en “Regreso a Brideshead”: está viviendo en pecado, viviendo con mi pecado, allí va Julia con su pecado, etc. etc. Living in sin.
Pero esta película se sitúa lejos de los gloriosos jardines de Brideshead. Aquí estamos en el norte de Rusia, en un lugar helado donde la nieve domina el paisaje casi todo el año. Y es limpia. Cae suave y permanentemente del cielo y lo cubre todo, incluso el carbón. Carbón blanco.
De manera que en esta película nos vemos obligados a contemplar durante 112 minutos el negro del carbón y el blanco de la nieve y muy poco más. Los rostros grises reflejan muy poco (pero alguito sí) del blanco de la nieve; en las edificaciones y muelles y mejoras del monasterio donde el Patriuska Anatoly purga sus pecados campanea el gris, un eco del negro carbón. Poco más. El pecado y la gracia. El arrepentimiento y la misericordia. Anatoly y Dios. Y entre ellos, una zona gris.
Dije que el guión es simple, y lo es. No hay nada más simple que esto: nosotros somos malos, Dios es bueno. Hay que arrepentirse y Dios nos perdonará. La oración del corazón, la filocalia que respira el monje Anatoly trata de este asunto con exclusividad, no hay lugar para mucho más: “Señor Jesucristo, Hijo de David, ten piedad de mí que soy un pobre pecador”.
¿Se puede hacer una película con tan poco? Se hizo, y no es poco.
Para volver a Volkoff, “a medida que crece en pureza de corazón, el hombre cobra más y más conciencia de la enormidad de sus pecados, a la vez que disminuyen más y más los de sus hermanos. Y viceversa.” En la película el P. Job figura como quien ve enormes los pecados del P. Anatoly y tan abismado está por eso que no puede ver los propios. Claro que el P. Anatoly cree lo mismo que el P. Job: que sus propios pecados son enormes. Pero, claro, también crece en pureza de corazón porque “yo reconozco mi maldad y tengo siempre delante mi delito”. Y, por lo mismo, los pecados del P. Job se le antojan como cada vez más diminutos.
Dos salmos aparecen en esta películo, el uno y el cincuenta. Y con esto se nos recuerda con fuerza que quien medita en la Ley del Señor día y noche “Es como un árbol plantado junto a ríos de agua” (Salmo I), mientras que el “Miserere” nos ilustra sobre la nueva creación de Dios: “un corazón sencillo... un espíritu recto” (Salmo 50).
El mundo moderno no puede entender esta película, pues, como bien se ha señalado, no entiende la diferencia entre el arrepentimiento y el remordimiento. Y creerá que el P. Anatoly no es feliz en su isla de purgación. Pero la película lo desmentirá a cada paso, mostrando cómo este monje que vive en la austeridad y la penitencia más rigurosa es también feliz, y hace bromas (algunas bastantes pesadas, con humor loco, divino) y sabe reírse y se alegra enormemente con el hijo que va a tener la mujer que quiere abortar, con el niño que vuelve a caminar y que ha de recibir la confesión y comunión, con la mujer que él se ocupará de exorcisar. Y un exorcismo con fuego que reservará para su Superior.
Bien mirada, esta película estalla de alegría.
Y sí, así es esta película, tan llena de misterio, tan llena de gracia. Pasan cosas, cómo no. Y en realidad pasa una sola.
Como esa nieve que cae, y vuelve a caer, y todo lo deja limpio, blanco, inmaculado, brillante y en paz.
Eso es lo único que pasa en la película y a través de la película; y es, claro está, lo único que importa.
La gracia de Dios.
Michel de Lagarde
Estimado M. de Lagarde: Y Ud. dice que no es crítico de cine... En fin, tanta humildad, abruma.
ResponderEliminarExcelente su comentario. No era fácil escribirlo, y no cualquiera podía hacerlo. Era muy fácil arruinar esta película de pocas palabras con palabras. Pero Ud. salió airoso.
Sólo en una cosa discutiría con Ud., lo cual daría pie para un post en el que estoy pensando: "La pasión" de Gibson. No creo que sea más que una expresión de Hollywood.
Para quienes no vieron "Ostrov", cosa imposible en Argentina, no queda más remedio, por el momento, que bajarla de Internet con subtítulos en francés, a través de los programitas pirateadores (Espero que ningún fiscal lea este comentario. Podría considerarse como una incitación al delito).
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarLos subtitulos se pueden conseguir en castellano en http://www.allsubs.org/
ResponderEliminarPara bajar en dos simples pasos los subtítulos en castellano:
ResponderEliminarhttp://rapidshare.com/files/93628527/Ostrov.srt.html
Saludos.
Estimado Wanderer, no, qué sé yo. Y no tengo tanta humildad como eso. Pero me veo obligado a confesar que incluí la referencia a "La Pasión" de Gibson más por el efecto que le ha hecho a mis amigos y conocidos--que no a mí. Más cercana a la verdad sería decir que ni siquiera me gustó demasiado.
ResponderEliminarY pensándolo mejor, quizá no debí ponerla al lado de Ostrov, que es, de otra dimensión, de otra entidad.
Tonto de mí, entonces. En adelante trataré de escribir lo que realmente pienso, y no incluir referencias vicarias.
Perdón por eso, también (y por mi falta de humildad).
M. de L.
Barrunto entrevero Stop Hasta por Gibson Coma Si a mano viene Stop
ResponderEliminarLupus
Estimado Michel,
ResponderEliminarEs un poco confuso: sus loas y detracciones de la pelìcula de Gibson me recuerdadn a un conocido fiscal que acostumbra cambiar sus pareceres con rapidez,ahora... nunca lo había logrado hacer en tan poco tiempo ¿me puede explicar por qué en dos días La Pasión pasó de parecerle la protopelícula a "personalmente ni siquiera me gustó demasiado"?
El Vengador Kukú
W: "La pasión" de Gibson. No creo que sea más que una expresión de Hollywood.”
ResponderEliminarNo vi la tal “Ostrov”. Sí vi la “Pasión”, y considero que debe ser una de las mejores películas hechas jamás. ¿Es una expresión de Hollywood? Y …..”Arma mortal” es expresión de “eso”, pero un hombre es algo más que la estética de una industria.
Algo le paso a Mel, que decidió “arriesgar” su fortuna por una peli “religiosa”, cuando sus asesores, ante la negativa de los “estudios” por financiarlo, le decían que hiciera la quinta parte de “Arma mortal” o una nueva entrega de “Mad Max”
Algo le pasó a ese muchacho, y dejo las cuestiones financieras a los contadores, él sintió otro llamado. Y el resultado es una peli que no tiene errores teológicos. Lo único que cuestionan los teólogos es el cuervo saltando un ojo al ladrón que se ríe de Dios. Bue, nadie se ríe de Dios.
Bienvenido Mel, novel recluta de la milicia de la Luz en lucha contra el poder de las Tinieblas.
G. K.
Estimado Chesterton: Qué lindo que todo fuera como Ud. dice! Lástima que ya no haya tiempo para la ingenuidad, pero si Ud. puede, consérvela, y siga creyendo en el gran Mel, proto-guerrero católico, así como muchos creen en el gran Karloncho, proto-heraldo de la ortodoxia.
ResponderEliminarCaminante:
ResponderEliminarNo sea tan duro con la película de Gibson. Para mí, de las que se han filmado sobre ese tema, es la mejorcita. Luego podrá haber mejores.
Cordiales saludos.
Estimado Lupus: Borré accidentalmente su comentario. De todos modos, le aclaro que no trato de ingenuo al bueno de Chesterton porque le gustó "La Pasión". Allá él. Lo trato de ingenuo porque sostiene que Mel Gibson es el "novel recluta de la milicia de la luz en contra del poder de las tinieblas". ¿No le parece demasiado?
ResponderEliminarY, efecitvamente, estoy preparando, o pensando todavía, un post sobre la peliculita.
No se haga problema, amigo Wanderer: aunque la mayoría de las veces mi memoria no me sirve para nada, es capaz de superar tales problemas. Hay que estar preparado, y Ud. sabe cómo es esto: aparte de mí, está ese maldito otro yo que sale de los comentarios y olvidos de los demás.
ResponderEliminarLe decía que, en todo caso, deberíamos tratar de no caer en la dialéctica ingenua de comparar Octpob con Passion. ¿Será necesario?
Sí, me parece mucho lo del "recluta de la luz", pero tanto como tachar de "hollywoodense" una película excelente. Y allá yo también: una obra de arte.
Y sí, también me cae bien el tipo: "No hay nada más importante que tu familia. Si arruinas esa parte de tu vida, ¿qué queda?".
"La vida es amor y compromiso y que se vaya al carajo el que piense que es un tópico".
Además, por cierto, son muy buena cosa El hombre sin rostro, Corazón valiente y Apocalypto.
"Seguid vuestros sueños. Luchad por aquello en lo que creéis... hasta que aparezca la policía".
Sí, me cae bien.
Lupus
Y si W.,…. Mel podrá pasar a la historia por borracho, por mujeriego, por haberse copiado en su examen de Plastinila II, por anti-semita (para aquellos que no comprenden la teología católica) y por muchos más horrores en los que suelen ahondar aquellos que solo pueden olfatear lo que los perros caza-falopa de aeropuertos buscan constantemente, porque nadie alguna vez les acerco una flor a sus hocicos.
ResponderEliminarEs como aquellos historiadores de “Yenny” y el “Ateneo” que venden millares de sus obras, porque a través de sus hocicos solo ven lo accidental de Rosas, de Belgrano, de San Martín, y se olvidan el “porque” estos muchachos pasaron a la historia.
No se confunda, estimado W., ud. puede hablar de Mel y algo le encontrará de seguro, así que puede lanzarle varios piedrazos (yo no me atrevería a lanzarle ninguna piedra), pero de la peli………¿Cuál es el error teológico? Yo solo soy un aprendiz de esas cuestiones, pero de seguro ud., puede señalarme aquello que a mi se escapa en mi ingenuidad e ignorancia, en virtud de su sabiduría y razonamientos llenos de esperanzas bellas.
Saludos!
Estimado Vengador:
ResponderEliminarPuedo explicarle, cómo no. Si relee mi asiento de las 13:05 verá que no cambié de parecer respecto de la película de Gibson.
El incordio se debió a una cosa mucho peor en mí, y allí se explica claramente. Digámoslo de nuevo para nuestra vergüenza:no asentar claramente lo que uno realmente cree, dejarse llevar por opiniones de otros y asumirlas como si fueran de uno cuando no es el caso.
Ahora bien, esto otro de lo que Ud. me acusa (¿quién es el fiscal?), de "presto mudar de parecer", si es en materia opinable, no es tan grave como parece, aun cuando la diferencia temporal entre un parecer y el siguiente sea muy corta. Es como el cuento del gallego: andá y fijáte si anda la luz intermitente. Ahora sí, ahora no. Con eso uno puede resultar desacreditado, claro que sí, pero, como el gallego aquel, no hace demasiado daño.
Sobre todo si la rectificación, el segundo, el tercero, o el cuarto parecer, se acerca más y más (tambaleando, a tientas) a la verdad.
Por otra parte, ese último parecer suele ser más fundado, más preciso, de mayor peso. En el proceso, además, aparece la posibilidad de la corrección fraterna, que siempre es gran cosa.
Insisto, con tal de que no sea en materia dogmática y de fe. En ese caso, mudar de parecer sería apostasía, infidelidad, pecados gravísimos.
Ahora bien, disculpe la extensión, tengo más. También es muy seria la cosa cuando nos hallamos ante la radical incapacidad de cambiar de parecer en materia opinable.
Tenga a bien excusarme de poner aquí ejemplo. Los que tengo en la cabeza (y llevo en el corazón) son dolorosos por demás. Y constituyen, no vaya a creer, frecuente materia de oración.
Atentamente,
M. de Lagarde.
Ya me bajé la película y también los subtítulos en español. ¿Con qué programa los uso? Gracias.
ResponderEliminarSebastián: Tendremos que preguntarle a Pablo de Rosario. Yo bajé la película con subtítulos en francés. Imagino que habrá algún programita que adjunta los títulos a la película.
ResponderEliminarSebastián:
ResponderEliminarLe cuento el método que a mí ha funcionado bien. Los subtítulos quedan bien sincronizados con el desarrollo de la película.
1.- Es necesario que Ud. coloque el video y el archivo de subtítulos en una misma carpeta.
2.- También, que ambos archivos tengan idéntico nombre, aunque respetando la diversa extensión. Los míos:
ostrov.avi
ostrov.str
3.- Si al abrir el archivo de video, y luego de unos minutos, no puede leer los subtítulos, le recomiendo que haga lo siguiente:
a) ingrese en la página www.download.com
b) baje VLC media player. Se descarga rápido y gratis.
c) Instala el VLC y abre el video con ese reproductor.
4.- A veces las versiones de las películas tienen distinto tamaño y formato. Mi versión de Ostrov es formato AVI y su tamaño es de 717.102 kb.
Quedo a su disposición.
Saludos.
Muchas gracias Pablo por la explicación, seguí todos los pasos indicados y funciona sin problemas. Aunque todavía no puedo verla ahora ya que tengo que estudiar, casi no puedo esperar al fin de semana para verla.
ResponderEliminarPasado tanto tiempo, no quería dejar de agradecerles por recomendar esta película. Grandiosa. Muchísimas gracias.
ResponderEliminarbuscando información sobre esta excelente película he encontrado esta web. Les escribo desde Madrid (España) y qusiera conseguirla en DVD pues quisiera verla en pantallaa grande y no en el ordenador personal. ¿Podría encontrarse el DVD con subtítulos en español?. También busco informaciñon sobre el DVD de "The Monastery Mr. Vig and the Nun". Gracia spor los comentarios que me han gustado muchísimo. mail: igor1980@mixmail.com
ResponderEliminarсиськи арины маховой
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