Silvano, un lector del blog, nos envía un elenco de paradojas acerca de los ordos romanos vigentes.
En realidad, no estoy muy de acuerdo con estas paradojas, porque creo que, algunas, no son tales y en otras, hay mala información. Pero como yo no lei el libro de Henri Hello, respeto la libertad de prensa.
Estimado Wanderer:
Mi comentario: sin tomar posición, quisiera volcar sobre la mesa algunas paradojas que se dan en el debate litúrgico en torno al doble Ordo romano. Y antes de verterlas aclaro que con ello no procuro relativizar, eufemizar o bastardar todo el asunto, sino despiojarlo de los “ismos” predeterminantes de los que tan, pero tan bien se desinfecta en este blog. También en materia litúrgica cabe desinstalarse de lo políticamente correcto (tanto del bando progre como tradi), del abusado argumento de autoridad y del maldito kombo… para discernir –en materia tan opinable como lo es un lenguaje (la liturgia es un lenguaje, entre varias otras cosas)- cuál sea mi parecer. (Nota: lenguaje no significa mera convención; digo lenguaje desde una semiología sana, donde significante y significado guardan un vínculo real, no necesario, pero sí conveniente u oportuno).Dicho esto, antes que suene el gong de W., vayan seis paradojas, entre la docena y media que oferta el status quo de la Quaestio, (algunas más tensas que otras):
1. Que los que insisten en que el cura es como todos, es uno más, y que en la Liturgia somos todos iguales, sean los defensores a ultranza de que el que preside la celebración no rece en el mismo sentido que los demás si no que sea el “otro”, el opuesto, el que está del otro lado, “enfrentado” al Pueblo. Y que, paradójicamente, a quienes subrayan con vehemencia que el sacerdote está actuando in Persona Christi les haga tanto ruido que éste (o mejor, Éste) de cara a su Pueblo les diga “tomad y comed”, y de cara a su Pueblo, como en el Gólgota, derrame su Sangre pro multis.
No sé cuál sea el mejor lenguaje para expresar el Misterio, pero sí tengo claro que unos y otros deberían pulir un poco su argumentación, que hace agua de ambos costados cuando está ideologizado y se descuida “la cosa”, la “res” en debate, entre manos.2. Que los que esgriman como argumento central “La” Tradición, lo que hicieron nuestros Padres, seguir por donde veníamos, olviden –o ignoren- cuántas de las “novedades” del “Novus” Ordo son extraídas de formularios que cuentan con algunas lunas, lustros y hasta siglos de mayor antigüedad que la reforma instalada por Pío V. La Plegaria eucarística II –novedad del post-Concilio- es casi entera de san Hipólito, la III, de san Basilio y siguen los ejemplos… (Me hace acordar a los que defienden a capa y espada los derechos de los mapuches, desplazados por los “huincas”… olvidando que ellos hicieron lo mismo con los nativos anteriores y esos a su vez con los previos…).
Y que, paradójicamente, los promotores del progresismo y la modernidad, desprecien la Liturgia Moderna de la contrarreforma y ejerzan –casi sin saberlo y sin quererlo- gestos litúrgicos de los tiempos más románicos y romanos.3. Que los fanáticos del mundo sin fronteras, ciudadanos del mundo, promotores del insólito esperanto, renieguen del latín, cuyo valor es ser la lengua común del Nuevo Israel, del Pueblo de Dios; y que los mismos, cuando se obsesionan por el latinoamericanismo, por la hermanada América, destituyan casi con asco los vosotros, los “isteis” y los “iereis” contra el uso vernáculo de todo el resto de los hispanoparlantes; y que, en curiosa paradoxa, los celosos de la Patria y de un argentinismo a ultranza, defiendan –cuando lo vernáculo fuera válido- el castellano foráneo y les resulte tan blasfemo el uso argentino de esta lengua. 4. Abrevio: que los cultores de la expresión corporal, del yoga, y la sensualidad participen de la Liturgia cuanto más sentados y quietos, mejor; mientras sus oponentes, a veces rayanos en lo maniqueo en materia moral, defienden los golpes al pecho del Confiteor y el Agnus, el hincarse, santiguarse y demás recursos a la expresividad corpórea.
5. Que algunos modernos promuevan los milenarios íconos (léase Taizè, hermanitas de Jesús, las paulinas ahora), mientras cierto tradicionalismo fomenta las voluptuosas Madonnas renacentistas…
6. Que en materia de cantos de Misa ambos caigan tan simétricamente en el mismo pozo de la gravidez pasional y humana y no remonten vuelo a lo sacro, a lo divino, a lo “áltero”. Sí: el “Cristo Jesús en Ti la Patria espera” tiene la misma aplastada bodoqueidad que el “Toma mi mano hermano”. Sólo el melisma gregoriano no se estrella en Punta Carrasco.
En fin, noto mucha modernidad en unos y otros; y para el caso, hallo tanto “mundo” en la estola amerindia colorinche como en la cauda y los ribetes.
Más acá de las paradojas, lo que se ve desde la imparcialidad –o su intento al menos- es un debate muy flojo en lo teológico y –en unos y otros- una chorrera de sofismas que podrían ser la panzada de una clase de Lógica. Como aquello de que las normas del Nuevo Misal son malas porque los curas –que son malos- infringen las normas del Nuevo Misal… ¿Cómo? Sí, como lo escucha. Y está en negro sobre blanco, con membretes, sellos y lacres… Tiene un aire a Lógica Kukú, o al posmoderno que arremete muy seguro: yo no estoy de acuerdo con la indisolubilidad del matrimonio: miren si no la de divorcios y cuernos que se dan entre los que se casan…
Mi comentario: sin tomar posición, quisiera volcar sobre la mesa algunas paradojas que se dan en el debate litúrgico en torno al doble Ordo romano. Y antes de verterlas aclaro que con ello no procuro relativizar, eufemizar o bastardar todo el asunto, sino despiojarlo de los “ismos” predeterminantes de los que tan, pero tan bien se desinfecta en este blog. También en materia litúrgica cabe desinstalarse de lo políticamente correcto (tanto del bando progre como tradi), del abusado argumento de autoridad y del maldito kombo… para discernir –en materia tan opinable como lo es un lenguaje (la liturgia es un lenguaje, entre varias otras cosas)- cuál sea mi parecer. (Nota: lenguaje no significa mera convención; digo lenguaje desde una semiología sana, donde significante y significado guardan un vínculo real, no necesario, pero sí conveniente u oportuno).Dicho esto, antes que suene el gong de W., vayan seis paradojas, entre la docena y media que oferta el status quo de la Quaestio, (algunas más tensas que otras):
1. Que los que insisten en que el cura es como todos, es uno más, y que en la Liturgia somos todos iguales, sean los defensores a ultranza de que el que preside la celebración no rece en el mismo sentido que los demás si no que sea el “otro”, el opuesto, el que está del otro lado, “enfrentado” al Pueblo. Y que, paradójicamente, a quienes subrayan con vehemencia que el sacerdote está actuando in Persona Christi les haga tanto ruido que éste (o mejor, Éste) de cara a su Pueblo les diga “tomad y comed”, y de cara a su Pueblo, como en el Gólgota, derrame su Sangre pro multis.
No sé cuál sea el mejor lenguaje para expresar el Misterio, pero sí tengo claro que unos y otros deberían pulir un poco su argumentación, que hace agua de ambos costados cuando está ideologizado y se descuida “la cosa”, la “res” en debate, entre manos.2. Que los que esgriman como argumento central “La” Tradición, lo que hicieron nuestros Padres, seguir por donde veníamos, olviden –o ignoren- cuántas de las “novedades” del “Novus” Ordo son extraídas de formularios que cuentan con algunas lunas, lustros y hasta siglos de mayor antigüedad que la reforma instalada por Pío V. La Plegaria eucarística II –novedad del post-Concilio- es casi entera de san Hipólito, la III, de san Basilio y siguen los ejemplos… (Me hace acordar a los que defienden a capa y espada los derechos de los mapuches, desplazados por los “huincas”… olvidando que ellos hicieron lo mismo con los nativos anteriores y esos a su vez con los previos…).
Y que, paradójicamente, los promotores del progresismo y la modernidad, desprecien la Liturgia Moderna de la contrarreforma y ejerzan –casi sin saberlo y sin quererlo- gestos litúrgicos de los tiempos más románicos y romanos.3. Que los fanáticos del mundo sin fronteras, ciudadanos del mundo, promotores del insólito esperanto, renieguen del latín, cuyo valor es ser la lengua común del Nuevo Israel, del Pueblo de Dios; y que los mismos, cuando se obsesionan por el latinoamericanismo, por la hermanada América, destituyan casi con asco los vosotros, los “isteis” y los “iereis” contra el uso vernáculo de todo el resto de los hispanoparlantes; y que, en curiosa paradoxa, los celosos de la Patria y de un argentinismo a ultranza, defiendan –cuando lo vernáculo fuera válido- el castellano foráneo y les resulte tan blasfemo el uso argentino de esta lengua. 4. Abrevio: que los cultores de la expresión corporal, del yoga, y la sensualidad participen de la Liturgia cuanto más sentados y quietos, mejor; mientras sus oponentes, a veces rayanos en lo maniqueo en materia moral, defienden los golpes al pecho del Confiteor y el Agnus, el hincarse, santiguarse y demás recursos a la expresividad corpórea.
5. Que algunos modernos promuevan los milenarios íconos (léase Taizè, hermanitas de Jesús, las paulinas ahora), mientras cierto tradicionalismo fomenta las voluptuosas Madonnas renacentistas…
6. Que en materia de cantos de Misa ambos caigan tan simétricamente en el mismo pozo de la gravidez pasional y humana y no remonten vuelo a lo sacro, a lo divino, a lo “áltero”. Sí: el “Cristo Jesús en Ti la Patria espera” tiene la misma aplastada bodoqueidad que el “Toma mi mano hermano”. Sólo el melisma gregoriano no se estrella en Punta Carrasco.
En fin, noto mucha modernidad en unos y otros; y para el caso, hallo tanto “mundo” en la estola amerindia colorinche como en la cauda y los ribetes.
Más acá de las paradojas, lo que se ve desde la imparcialidad –o su intento al menos- es un debate muy flojo en lo teológico y –en unos y otros- una chorrera de sofismas que podrían ser la panzada de una clase de Lógica. Como aquello de que las normas del Nuevo Misal son malas porque los curas –que son malos- infringen las normas del Nuevo Misal… ¿Cómo? Sí, como lo escucha. Y está en negro sobre blanco, con membretes, sellos y lacres… Tiene un aire a Lógica Kukú, o al posmoderno que arremete muy seguro: yo no estoy de acuerdo con la indisolubilidad del matrimonio: miren si no la de divorcios y cuernos que se dan entre los que se casan…
Silvano
Solo para recordar un antiguo (¿?) comentario efectuado a la entrada Culto poiético (o liturgia renga)
ResponderEliminarCreo que vale la pena conservarlo y reeditarlo.
P.O'R.
“Estimado Wanderer:
Reconozco que la cita que haré no resuelve la cuestión. Eso se lo dejo a otro más lúcido, yo soy un vulgar apropiador de ideas ajenas. Creo, sin embargo, que puede aportar a la discusión. Principalmente, por venir de quien viene, pues se trata de un autor apreciado en este blog. Al punto que Ud. mismo decidió refugiar su misteriosa personalidad bajo su amparo. Me refiero a J.R.R. Tolkien.
Su opinión en la materia puede resultar significativa, además, por cuanto:
1) Tolkien fue un hombre de fe, amó a la Iglesia y a su liturgia. Recorrió más de una vez esos kilómetros dominicales con tal de participar de una liturgia bella.
2) Pocos como él, dentro de la modernidad, fueron dotados de una conciencia simbólica tan profunda.
En carta a su hijo Michael (1.11.63), dice:
“La única cura para el debilitamiento de la fe es la Comunión. (…) Como el acto de Fe, debe ser continuo y acrecentarse por el ejercicio. La frecuencia tiene los más altos efectos. Siete veces a la semana resulta más nutritivo que siete veces con intervalos. También puedo recomendar esto como ejercicio (demasiado fácil es, ¡ay!, encontrar oportunidad para ello): toma la comunión en circunstancias que resulten adversas a tu gusto. Elige a un sacerdote gangoso o charlatán o a un fraile orgulloso y vulgar; y una iglesia llena de la habitual muchedumbre burguesa, niños de mal comportamiento -de los que claman ser producto de las escuelas católicas, que en el momento de abrirse el tabernáculo, se sientan y bostezan-, jovencitos sucios y con el cuello de la camisa abierto, mujeres de pantalones con los cabellos a la vez descuidados y descubiertos. Ve a tomar la comunión con ellos (y reza por ellos). Será lo mismo (o aún mejor) que una misa dicha hermosamente por un hombre visiblemente virtuoso, y compartida por unas pocas personas devotas y decorosas. (Cartas de Carpenter, pág. 394). La cita la extraje de un libro que no mencionaré, evitando así dar lugar a otra bochornosa exposición ocurrida en anteriores posts.
Reitero, no creo que esta opinión sirva para zanjar la disputa. Sí me parece un consejo importante y ciertamente consolador en estos días aciagos.
Saludos.
Un Penitente en Laodicea.
Estimado Silvano:
ResponderEliminarMas que paradojas son ironías. La paradoja da la idea de una contradicción o mejor contrariedad que sobrepasa la razón, como por ejemplo que Dios se haya hecho hombre, sin dejar de por eso ni de ser Dios ni de ser hombre. Se enlaza con el misterio. En cambio la ironia hace referencia a dos hechos del hombre y su conducta o modo de pensar que desencajan, puesto que falta alguna virtud que haga de justo medio para unirlos, cosa que en la paradoja existe aunque oculto. Es así que el que los que propagan el hecho de la hermandad universal sean los primeros en desechar irónicamente el latin sin darse cuenta de que fue la primera lengua universal, es valga la redundancia una gran gran ironía y no una paradoja.
Por lo demás valgame Dios esta llena esta question disputada de ironías!! Ironías que no permiten ver el milagro importantisimo para nuestra vida que se da en la liturgia y que hacen que muchos se mueran de hambre puesto que por estreches o execesiva anchura de mentes, se pierden o la solemnidad de lo sagrado en su teofania de la Liturgia (caso progre) o la misa con respectiva comnión dominical (caso de los tradi).
Acaso unos estan dispuestos a morirse de hambre!? y los otros estan dispuestos a morirse de diabetes(por tanta pasteleria)!? ironicamente y lamentablemente con un grna snif ! si!!
De todas maneras lamento aparte, se debe distinguir entre paradoja e ironia pues no son lo mismo.
Atentamente
La pequeña Mary Lennox
Para entender la liturgia de raíz y evitar caer en paradojas como las apuntadas, nada como el librito de Erik Peterson sobre los Ángeles.
ResponderEliminarSaludos,
M. de Lagarde
Silvano: así como Wanderer me avisó que tuviera cuidado, creo mi deber advertirle a Ud. que va por un camino peligroso: está Ud. pensando, y además se notan buenas e inteligentes lecturas. A ver si termina tomando whisky en algún pabellón de Bella Vista, o escuchando música que le guste, o cae en las garras de Gandalf, o se dedica a rezar en serio, o a complicarle la vida con perplejidades a tantos celosos inquisidores que no quieren problemas ausentes en los manuales, ni enterarse de que a veces hay que emprolijar los combos. En fin, sepa que está vigilado
ResponderEliminarEl anónimo normando
Ludovicus dijo,
ResponderEliminarinauguro la temporada de caza de silvano, atacando la ultima pseudo-paradoja: no es que digamos que las normas del nuevo misal son malas porque los curas infringen las normas del nuevo misal. Pensar que quienes tenemos dificultades con el nuevo ordo seamos tan estúpidos es excesivo.
Las normas son malas porque son laxas, y permiten abusar de ellas, yendo más allá del ritual.
Silvano, hay mucho abogado aquí, no sea simplista.
Ludovico,
ResponderEliminarMuy bueno lo suyo. ¿Es ud el que escribe en elultimoalcazar?
El Chapulín
Ludovicus dijo,
ResponderEliminarSigo. Vamos a la primera pseudo-paradoja: que quienes sostenemos que el sacerdote actúa "in persona Christi", nos contradecimos al preferir que esté en la misma direccion que los fieles, y no de frente a ellos, cual Jesucristo.
Estimado silvano, afortunadamente para los sacerdotes, la Víctima de la Santa Misa sigue siendo Cristo, y no ellos.
En la misa (por lo menos, los ritos que conozco), el sacerdote sacrifica y no es sacrificado, por lo que resulta màximamente conveniente que lo haga en la misma direccion que los fieles, que son los que se unen al ofrecimiento del Sacrificio.
Ludovicus dijo,
ResponderEliminarSeguimos con la segunda pseudo-paradoja: que los "tradicionalistas" no prefiramos oraciones más antiguas que las del ordo de San Pío V, dado que Bugnini armó un patchwork con oraciones del siglo III y IV (y no lo dice Silvano, agrego que, el famoso "recibe ... el pan... fruto del trabajo", es una oracion veterotestamentaria, màs antigua todavía)
Contesto:
1)En general, los tradicionalistas no ejercen la profesion de arqueologo. También ignoro si el Dr. Frankenstein era tradicionalista.
2) Desde Gamber y Bouyer, sabemos que no existe la "Misa de San Pío V". Lo que hay es un núcleo ya conformado hacia el siglo V, que fue desarrollandose en forma homogènea y restaurado por san Pìo V. Como las sequoias, los ritos catolicos se desarrollan majestuosamente a lo largo de los siglos, decantando la experiencia y el sensum fidei de generaciones. Nada que ver con el efímero sembrado de soja del sr. Bugnini, que pensò que un rito se pergeñaba, como he dicho, a lo Frankenstein, y con el trabajo de cinco iluminados.
La Misa, estimado, no es el Código Napoleòn.
Ludovicus dijo,
ResponderEliminarconcedo la tercera "paradoja", cum grano salis.
A la cuarta, evidentemente, Ud es un hombre afortunado, jamás asistió a una misa carismática. Congratulations.
Ludovicus dijo,
ResponderEliminarla paradoja 5 es buena. Nunca entenderé el gusto por las madonnas, la arquitectura pseudo medieval decimonónica (un ersatz del castillo de Disneylandia en las Iglesias)y los sagrados corazones de estilo espirista.
¿Barroquismo, devotio moderna, esteticismo escolástico tardío?
No; son grasas.
Ludovicus dijo,
ResponderEliminarA la última pseudo paradoja:
Las canciones Cristo Jesús, Recibe oh Dios Eterno, Por la Primera Vez, Cantemos al Amor, Oh Victima Inmolada, y demás de las decadas del 30. 40. 50, son las terribles avanzadas de la ola novus ordica y mersa que nos cubrió en los 60.
Tantum Ergo & Lauda Sion for Ever
Wanderer: gracias por elevar mi trasnochado comentario al indigno rango de post. Valoro sobre todo su magnanimidad en hacerlo aun desde la disidencia.
ResponderEliminarPenitente: impecable Tolkien, como siempre. Me hizo acordar a la defensa “al modo escolástico” que hace Tollers en su blog, de ir a Misa “a pesar de”…
Mary: es verdad lo que dice y vale. Acepto su corrección. A diario me corrigen las mujeres y casi se me ha vuelto una afición… En mi defensa: era un modo amplio de usar la expresión, que en el lenguaje vulgar se suele homologar a la contradicción. Pero hace bien en corregirme: término tan caro a la Teología de los Padres deberíamos celar mejor en su sentido originario.
De Lagarde: muy valioso el libro que cita, aunque algo ecléctico. Gran patrólogo el hamburgués, pero tenga cuidado, que es muy citado por Danielou, Congar y el primer Ratzinger… y en su blog actual, Pikaza lo trae a colación cada 2x3.
Normando: gracias por su consejo. ¿Esta gente anda armada? ¿Debería yo –como hace Lagarde por ejemplo- multiplicar mis pseudónimos para tornar más segura la criptación de identidad?
Ludovicus: “serás lo que debas ser o serás abogado”… al menos en la Argentina, no creo que la presencia de no-doctorados doctores de ley sea para temblar… no constituyen justamente la elite más aguda y sutil de la intelectualidad, creo yo.
Respecto al sofisma planteado, lo invito a repasar la carta de Benedicto acompañando el Motu Proprio, al hablar de las “deformaciones de la Liturgia al límite de lo soportable”, a ver si lo atribuye a lagunas o ambigüedades de la norma… Repase luego los 3 documentos últimos de Castrillón, a ver cuándo menciona la ambigüedad o laxitud que Vd. alega al referirse a los abusos. Finalmente, si le quedan ganas, lea las 2 últimas entrevistas a Ranjith que tanto ruido hicieron, a ver si al hablar de los abusos progresistas, los vincula a lagunas del derecho o a la rasa infracción del mismo…
Y si no, dejemos lo escrito de lado y vamos a los bifes: déme Vd. un ejemplo cualquiera de abuso litúrgico actual y dígame qué laguna jurídica lo ampare; o mejor aún: déme el abuso y déjeme a mí, que le espete la rúbrica rotunda contra la cual atenta dicho accionar. Quién le dice, capaz que yo también sea abogado…y sepa algo de litigios.
Silvano
Voy por la paradoja-ironía 4.: todos tenemos cuerpo y, por tanto, lenguaje corporal. Sólo que cada grupo privilegia el que le parece más adecuado.
ResponderEliminarLos progres promueven el aplauso, la ampulosidad en la apertura de los brazos de los sacerdotes, etc. No veo en ellos "quietismo" corporal. Sus Misas son más "movidas".
Los tradis prefieren otro tipo de gestos corporales (por ej., arrodillarse).
Abrevio: en este punto, todos me parecen consecuentes.
Otro día sigo.
Mientras viven en torno al tema de si tal o cual liturgia es válida o no, se olvidan de vivir la caridad Cristiana. El don de la Fe se vuelve agrio y no da fruto, poniendo en riesgo la propia salvación y la del prójimo.
ResponderEliminarLa acedia lo corroe todo.
Juan Manuel
Estimado Ludovicus:
ResponderEliminarLos abusos liturgicos, ¿solo nosotros hemos tenido la mala pata de sufrirlos, o tiempos `ha` -misa pío V incluída- que se padecen?
¿Serían también laxas las normas?
Disculpe mi ignorancia, pero ¿alguna norma esta exenta de ser abusada?
Será que todas las normas son laxas¿¡¡&$%
me rindo...
No, Ludovicus a secas, ben-hamete es un primo lejano, mucho más preparado que el servidor.
ResponderEliminarJuan Manuel: ¿Qué tiene que ver la acedia con lo que Ud. dice? ¿O será que Ud. asoció la fe "agria" con acedia?
ResponderEliminarLudovicus: Excelente su seguidilla de comentarios. Sobre todo, me parece genial su asociación del Novus Ordo con el Código de Napoleón. No se me había ocurrido.
Aquí va un comentario interesante del ÚLTIMO REY MAGO que, inadvertidamente supongo, dejó en otro post:
ResponderEliminarEn este baile no me meto pero solo una cosa al autor del post:
La plegaria eucarística del Ordo de 1968 no es "DE SAN HIPÓLITO" sino de la reconstrucción moderna de "Tradición Apostólica" de Hipólito (al que siempre han llamado seudo-hipólito). Basta mirar la patrología de Migne, las obras al respecto de Bea y Bugnini. (si si, Migne dije. Se pueden ubicar en 5 comodos cds...yo la tengo con el buscador en italiano).
El SÉPTIMO REY MAGO
Ludovicus dijo
ResponderEliminarEstimado Silvano,
estuve a punto de aceptar su apuesta, y detallar en qué la nueva normativa es laxa, y por qué la Misa receptada por san Pío V no lo es. Pero me arrepentí, porque sería una falta de respeto a quienes llevamos unas décadas de debate litúrgico.
Así que le dejo un plan de estudios, lo cual será más justo.
Silvano, de entre la selva -sit venia verbo- de documentos, le sugiero:
- Promulgación del Novus Ordo, con la expresa mención de que tanto la rúbrica como el texto admiten diversas valoraciones teológicas
- Distintas variedades de los 4 modelos de canon, incluido el del "hermano deprimido y explotado" (o "angustiado y desamparado" nunca me acuerdo)
- Facultadess otorgadas a las Conferencias Episcopales en materia de adaptacion y traduccion al vernáculo (padre del famoso "pro multis" trucho, del arriano "consustancial", de "los hombres de buena voluntad" rotarianos)
- Instructio sobre la Misa de los Niños, con facultades de adaptaciones de los textos.
Una vez leídos los documentos respectivos, lea la "Quo Primum Tempore", del santo Papa Dominico, en particular sus enfáticas prohibiciones a agregarle una coma al texto.
Y dígame qué textos son laxos y se prestan a abusos, y qué texto no lo admite.
Discúlpeme, pero la paradoja, como la novia de Angelus Silesius, recibe el beso del Esposo cuando es promesa de más sabiduría. De lo contrario, es un chiste fácil.
Ludovicus dijo,
ResponderEliminarEstimado Wanderer,lo de Napoleón con el Codigo Civil, y aún lo de Bugnini, empalidece ante nuestro Xul Solar, que le confesó a Borges que en una tarde de siesta había inventado diecisiete religiones...
Se armó, se armó la trifulca! Lástima que no pueda ser con un buen Scotch sobre la mesa, Zipoli de fondo y el inempardable facie ad faciem.
ResponderEliminarYa que es inevitable sea diálogo de ciegos, espero no se crucen nuestros comments y se genere un diálogo de sordos… Contesto algo.
Ironía I: no es la crucial (ya que el Nuevo Ordo admite ser celebrado ad Orientem) pero sí, al menos entre el vulgo, bandera del asunto. Y no, no me parece sea del todo como dice el amigo Ludovicus.
La sacramentización -en sentido amplio- de la Presencia de Cristo se da bajo variados respectos. Sede, Altar y Ambón, también son signo de su presencia. No obstante –explican los Padres, no Bugnini y asume Pío XII en su brillante Mediator Dei--, las “Presencias” admiten diversidad de intensidad, siendo la única “real”, la de la Eucaristía misma, y sigue en el ranking, la del Sacerdote celebrante mismo, quien, “expropiado de su identidad”, dirá Agustín, es tomado por Cristo para represencializar su triple función de ser “sacerdote, víctima y altar”. En sentido místico, el celebrante asume la representación de esta indivisible realidad. En sentido material, obviamente no asume ser víctima ni altar. Y la de hacer de oferente sí, aunque es muy impropio decir que “sacrifica” la Víctima… Los fieles se unen al ofrecimiento del Sacrificio, pero decididamente NO en el mismo sentido (funcional, seguro que no; de orientación… no sé) que el celebrante, que está haciendo las veces de Cristo y por eso dice “esto es mi Cuerpo” y no “esto es el Cuerpo de Cristo”. San Juan Crisóstomo, en su Tratado sobre el Sacerdocio explica de un modo preclaro este rol indiviso del ministerio sacerdotal en la Iglesia. Me aprieta el gong de W, pero valdría repasar del Pontifical (pre y post) la Liturgia de Ordenación presbiteral, donde se le dice al ordenando sobre este hacerse una misma cosa con la Ofrenda y el Oferente.
De todos modos, desdoblada la Víctima del Oferente (como si en alguna Teología éste pudiera no ser Cristo mismo y el sacerdote hiciera algo así como de Caifás o Centurión… “Yo doy la Vida porque quiero”) digo, desdoblado esto, Lo que queda sobre el Altar es el Centro de la Celebración y nadie le está dando “la espalda a Dios” cuando el celebrante interactúa con los fieles desde esa ubicación, unificando visualmente el Altar, la Víctima y el Sacerdote.
Si conviene un modo u otro, no queda zanjado por la teología de fondo, que puede ser la misma (y única) y admitir el doble lenguaje, que no es un doble idioma sino la aceptación de que en la lengua humana dos términos puedan decir la misma cosa, como un mismo término puede ser análogo y hasta equívoco y no siempre unívoco. No quita ello que uno de ambos términos lo diga mejor que el otro, y ese es el debate, en su justo status. Si la Misa es –como dice Ratzinger, the last one- “representación del Sacrificio de la Cruz en el marco de una recapitulación de los gestos de la última Cena”, no es tan simple aceptar sin más que esto necesite ser “traducido” al lenguaje litúrgico de espaldas a los destinatarios del “tomad y comed”.
Pensar nomás que el argumento central que diera Ratzinger contra la ordenación de mujeres es que el celebrante, que hace de Cristo, debe hacerlo enfrentado (gegenüber) a la Iglesia, su Esposa, ante quien y para quien vuelve a renovar su Sacrificio de Amor.
Lo importante es desintalar el debate del orden teológico (como si cupiera devanarse la cabeza pensando si deba ser hacia Dios o hacia el Hombre) y ajustarlo al estamento epistemológico de lenguaje teológico. No es de cara a Dios “o” de cara al pueblo. Nadie puede dudar de que siempre la Misa fue y será “ad laudem et gloriam nominis Dei, ad utilitatem quoque nostram, totiusque Ecclesiae suae sanctae”.
Lo que no está claro –a mí al menos- y admite disputa es cuál sea la mejor dicción del Misterio. En una y otra opción gana y pierde la expresividad. Como que traducir Verbo o Palabra al Logos abre el marcador de ambas opciones. La ubicación del altar en el paleocristiano o incluso en las basílicas romanas deja al menos entrever que la cosa arrancó movidita… es que siempre se usaron, amigo Ludovico, sweaters y pulóveres, tanto rojos como colorados, en cuartos fenómenos y en piezas hermosas, al cenar o al comer, con esposa o mujer… Es que siempre, doctor, siempre, hubo un modo ordinario y un modo extraordinario de hablar. Pero que el nene se haga caca… no hay modo serio de objetarlo.
Lo sin lugar a dudas, lo patente –y patético- es que el cura de hoy está –literaliter- “desorientado”…
Silvano
Ironía II: la oración sobre las ofrendas es hebrea, pero no VT, valga corregirlo. Y si no, dígame la cita bíblica. (Para el caso el Dominus vobiscum y el gratias agamus también vienen calcados del berakha judío). Pero creer que el desarrollo fue homogéneo hasta Pio V es no haber leído a Bouyer. Lo que hace Pío V no es preciso llamar “restauración” sino reforma o “innovación”, como lo dice nuestro bienamado Pontífice en su Motu Proprio (Sanctus Pius V, qui magno cum studio pastorali, Concilio Tridentino exhortante, totum Ecclesiae cultum innovavit). ¡Totum!!! Parece un loquito pelilargo o la Donna è mobile, llevándose por delante “la” sempiterna e inmutable Tradición!!! Y no, no era eso. Era la válida innovación de la sequoia en crecimiento perpetuo.
ResponderEliminarCreer que durante 40 años la Iglesia entera (o casi, para ser más exacto y no ir a los números) pueda vivir de una siembra efímera de un díscolo cardenal frankesteiniano y que 5 pelagatos iluminados han generado semejante zafarrancho… es puerilizar el debate, ridiculizar la búsqueda ardua y honesta de por dónde siga creciendo la bendita sequoia (que no admite macetas, diría el Athonita) y denigrar a nuestro Santo Padre, cuyo MP lejos de pretender demonizar el Novus Ordo, lo rescata y valora, lo reafirma en el centro mismo del ejercicio litúrgico de la Iglesia entera, y lo pretende salpimentar con el rescate del rito antiguo. Dixit: “las dos Formas del uso del Rito romano pueden enriquecerse mutuamente”. Y vaya detalle nos metió el alemán: sólo es apto de ser ejercido el modo extraordinario por aquellos que acepten de buen grado el modo ordinario, como válido, lícito y digno. Los que se obstinen en demonizarlo (o frankesteinearlo), pues que sepan que no es para ellos el Motu, que sigan nomás por donde venían, pues el Motu busca rescatar lo mejor de ambos, de camino hacia una solución del lenguaje litúrgico para el único Rito Romano.
Valga decir: hay un principio antiguo en moral que afirma que en materia eucarística no cabe parvedad en el error. Es decir, el más nimio de los desaciertos implica magno sacrilegio. Por eso jamás se puede “leer” una “concesión” litúrgica como un “mal menor permitido.” Si algo no está bien, está malísimamente mal permitirlo. Digo esto para tener ojo cuando uno discrepa con alguna normita marginal y se siente con derecho a creerla livianamente “mala”: sepa al menos que está acusando a Roma de aceptar el sacrilegio.-
Me alegra, de todos modos, la imagen del árbol promovido… al menos es señal de que el canon no ha cerrado y que cabe la evolución (con perdón de la palabra) del Rito. Qué sea mezclar y qué sea sumar y pulir; qué sea restaurar y qué reformar, qué podar y qué amputar, no es asunto simple. No sea simplista, Ludovico, mire que por acá pasa más de un doctor en Liturgia… (y en esto, ser doctor es estar doctorado).
Silvano
Avancemos: me admira (no hay ironía en esto) su concesión ad tertium: señal de que no compra Ud. el kombo tradi. Lo celebro y le sirvo otro whisky, y a Juan Manuel también qué tanto, doble y con rocas!!!: prosit! Lo cuarto, lo considero concedido también, ya que no es significativa la cuestión carismática en el contexto del Novus Ordo (no llegan a ser el 2,3%). Es un hecho que el homo liturgo posconciliar tiende a la quietud y a la sentada, y ese era el punto. La excepción confirma, no refuta. Hernandarias: sería largo acá, pero si bien sus ejemplos son válidos, habría que ser muy minucioso con la contabilidad completa para ver quién se mueve más… Vaya –por ejemplo- a un Corpus moderno y recuerde nuestras procesiones atravesando la ciudad entera; vaya a una profesión monástica moderna y recuerde lo que eran esas postraciones dobles y triples del profesando,,, o cuente nomás cuántas cruces traza el celebrante moderno sobre la Oblea y cuántas trazaba antes… aunque un aplauso haga más ruido, creo que había más compromiso corporal antes y que la inerte posmodernidad tiende, paradójicamente (perdón Lennox) más al espiritismo que al materialismo.-
ResponderEliminarSilvano
Ad quintum: gracias. Vaya otro whisky! Valdría –fuera de este debate- atender qué sea lo grasa y cuáles sus orígenes… Tal vez no haya oposición causal entre sus menciones. El románico –en las formas- y el gregoriano no sólo en su melodía sino en su espíritu, que es mucho más abarcativo, deberían ser el Oriente de esta búsqueda. Pero vaya si hay grasitud, estimados, en el estado actual de la Liturgia preconciliar. Ella necesita desempolvarse de sus brillantinas… y creo que hacia eso va El Alemán y hacia ello ha intentado –con muy poca cintura y destreza- la renovación litúrgica de los últimos cien años… sí, cien.-
ResponderEliminarSilvano
Ad sextum: no son del 60, sino la mayoría del 30 y 40. Y de ahí, la paradoja/ironía. Y… como hay nueva coincidencia, vaya otro escocés! Ya el siglo XIX mostró la hilacha en su decadencia musical. Y sí: hay que promover el gregoriano, ya sea en su versión original o,,, -sequoia al fin!- dejar crecer nuevas expresiones musicales con ese mismo espíritu. Ratzinger en “Un canto nuevo para el Señor” (p. 147 ss.) lo dice muy bien… para rematar finalmente con esta idea: en el cosmos hay tierra, agua y aire. Los peces habitan las aguas y callan; los animales la tierra, y gritan; las aves, el cielo y cantan. Y el hombre, pleroma del cosmos, debe ser capaz de conjugar silencios, clamores y cantos. Esa es la verdad litúrgica.
ResponderEliminarY con esto termino y me disculpo ante Wanderer por mi desmedida glosa.
Atte,
Silvano
Me aburro soberanamente, me hacen acordar a las viejas gordas de una de las tantas parroquias que me tocaron en suerte.
ResponderEliminarSe agradece al anonimo que trasladó el comentario que ubiqué mal. Muchas gracias. Una sola cosa, No firmo como el último rey mago (que sería "El Negro Baltazar") sino como el septimo.
ResponderEliminarEL SEPTIMO REY MAGO
PD: Mis disculpas a los comentadores y al Caminante por citar EN LA MISMA FRASE (ya es demasiado!) a Bea y a Bugnini. No son santos, ni de mi devoción, pero bueno, uno hizo la reconstrucción y al otro "confesión de parte, relevo de prueba".
ResponderEliminarEL SEPTIMO REY MAGO
Claro que asocio "fe agria" con acedia.
ResponderEliminarSi toda nuestra vida cristiana se centra en estas discusiones, sin mucha Caridad de por medio, nos volvemos tibios. Y la tibieza va de la mano de la acedia, que es un vicio tan común entre los católicos de hoy.
Juan Manuel
Ludovicus dijo,
ResponderEliminarEstimado Silvano,
primero que nada, y antes de que siga diciendo dislates sobre la orientacion del sacerdote, le informo a Usted -tan respetuoso de las rúbricas y los textos del Novus Ordo- que no existe, ni en los sesenta, ni en los setenta, ni en los ochenta, documento alguno que haya imperado tal posición.
Como oyó. La famosa posición coram populo fue un gualicho colectivo, sin ningún fundamento magisterial o disciplinar. Si Usted quiere, una formidable desobediencia a los textos del Novus Ordo que en nada imperaban tal innovación escandalosa.
Y es que la revolución litúrgica, estimado, se cumplió propter legem, praeter legem y contra legem, si a mano venía. Por mano de Bugnini y unos pocos iluminados. Concedo, algunos más de cinco.
Segundo:
ResponderEliminarcuando dije que la oración del ofertorio era veterotestamentaria, obviamente no quise decir que era de la Biblia, sino que era previa a la venida de N.S. Jesucristo.
Descartaba, con eso, su filiación post cristiana o talmúdica. Si fuera ese el caso, sería doblemente escandaloso.
Tercero:
ResponderEliminarentre un argumento de autoridad, cual es la opinión de B XVI sobre lo que hizo S. Pío V, y el propio juicio de San Pío V en la "Quo Primum Tempore", me quedo con este ultimo, que claramente informa que no ha innovado, sino que se ha limitado a "restablecer el misal romano.
Sobre todo porque la "innovacion total" a que hace referencia nuestro actual Pontífice puede referirse a la metodología empleada por S Pío V, no al venerable texto.
Ludovicus dijo,
ResponderEliminarhace al final un "finale maestoso", querido, con un argumento de autoridad remanido: pensar que cinco locos con un mason hayan pergeñado el novus ordo, después de cuarenta años y que el Santo Padre hoy reconozca el novus ordo, etc etc.
Pues mire, después de haberme desgañitado durante poco menos de 40 años hablando del "pro multis", del "consubstantialem", y haber recibido argumentos como estos (pensar que episcopados enteros, y el Santo Padre como garante y la mar en coche se hayan equivocado), y después escuchar que "la verdadera traduccion es "por muchos", por ejemplo, la verdad, estos argumentos prepotentes no me mueven más el amperímetro. Perfectamente un rito puede ser más perfecto que otro, perfectamente puede estar equívocamente diseñado, perfectamente puede haber hombres equivocados muy cerca del rito.
Pero el Espíritu Santo, de un modo u otro, prevalece. Sin simplismos, sin fideísmos, sin baratismos.
Cordialmente
Ludovicus dijo,
ResponderEliminarfinalmente, Silvano, su frase de que en materia eucarítica no hay parvedad de materia me ha dejado preocupado. No veo como ese principio no fulmina la ceremonia de "baldes con agua de chamanes" en la beatificación de Ceferino, la "limpia de Mexico" (qui potest capere...), y las múltiples ceremonias folklicas y seminudistas que el bugniniano Marini, durante el reinado del Magno, nos ha infligido.
No seamos tan duros, y salvemos la intención...
Ludovicus dijo,
ResponderEliminarEstimado Silvano, no quiero despedirme sin valorar esa bellísima analogía cósmica, que le envidio haber encontrado. Y desear que dicho equilibrio se restablezca: que el sacerdote sea pez durante el Canon, ave en el agnus dei, el kyrie, el gloria, el paternoster, y animal (no demasiado)en las lecturas.
Y que no tome ejemplo de los anfibios, ni de los reptiles, que nada tienen que hacer en la Liturgia.
Cordialmente