El Dr. Silícides y Mr. Pale sabían que no eran bienvenidos en las reuniones dominicales en casa de don Gabino. El viejo los apreciaba pero el resto de sus amigos los miraban como a niños entrometidos en cuestiones de gente seria, adulta, casada y con hijos.
No eran niños, pero eran jóvenes aunque, con frecuencia, demostraban una madurez que los asimilaba a hombres de 20 años… en 1930.
Ese día se habían decidido a visitar a don Gabino a la caída del sol que, en otoño, caía más temprano. Sentados frente a las enormes ventanas francesas que daban al jardín, tomaban un Martini. Don Gabino sostenía que no era cosa sencilla preparar una buen Martini: el gin debía ser calidad -olvidarse de los gin nacionales-, debía mezclarse muy bien en una coctelera y beberse bien frío. Todos pensaban que eran cosas de sentido común, pero el viejo lo consideraba secretos de que sólo algunos pocos conocían.
Afuera corría un aire fresco que comenzaba hacía flotar a las primeras hojas amarillentas o rojizas de los árboles las que, al posarse, cubrían las pequeñas flores silvestres que aún quedaban.
- Ya hay olor a otoño -dijo Silícides.
- ¿Olor a otoño? ¿Cómo se dio cuenta?
- No sé bien… es verdad que solamente puedo ver que los árboles están cambiando de color y sentir en la piel el aire fresco pero, aunque técnicamente no pueda olerlo, de hecho, lo huelo.
-Qué interesante lo que dice… Eso no pasa siempre, o le pasa a pocos. Solamente a aquellos capaces de abrir los ojos, o las narices… No hay caso; estamos demasiado ocupados para despertarnos - respondió don Gabino.
-¿Cómo es eso? - preguntó Mr. Pale con intriga.
-Claro, el mundo moderno nos adormeció en el confort y la fantasía y son pocos los que logran despertarse a la realidad.
-Si no están despiertos a la realidad, es porque están dormidos en la imaginación -razonó el joven escritor.
-Peor aún: están dormidos en la nada o, si quiere, en la no-realidad. Ustedes saben que yo no soy amigo de andar viendo conspiraciones de judíos, de masones o de vegetarianos. Pero en esto me parece que algo hay… Todo empezó hace menos de un siglo con la revolución del confort: luz eléctrica que nos permite modificar los ciclos naturales del sol y la luna, y vivir la fantasía del día en plena noche; automóviles, trenes y aviones, que nos permiten desplazarnos a grandes velocidades y vivir la fantasía de la incorporalidad, además de ahorrarnos los peligros e incomodidades de los largos viajes; el teléfono, y después la televisión e Internet, que nos permiten la fantasía de hablar y ver a quienes no están a nuestro alcance natural; la calefacción y la refrigeración, que nos permiten la fantasía de vivir todo el año a la temperatura que deseamos.
- ¿Y eso está mal? -preguntó Silícides que abrigaba, por su formación médica, una razonable admiración por la ciencia y la tecnología.
- No, no está mal. Yo uso constantemente todo eso como ustedes. El problema es que nos adormila; es como un hipnótico.
- Al contrario -dijo Mr. Pale con énfasis -, creo que nos crea mucho más ruido.
- Mucho ruido… tiene razón -respondió don Gabino - pero ruido artificial y patógeno. Un ruido saludable sería el del agua que corre por el río, el de los truenos o el viento o, si quieren, el de los caballos arrastrando los carruajes por las calles de Buenos Aires a fines del siglo XIX. Esos eran ruidos en serio, que mantenían al hombre despierto. Había que levantarse con el sol si se quería aprovechar la jornada de trabajo porque, después del ocaso, no muchas cosas se podían hacer. Había que cortar la leña para calentarse en invierno; ordeñar las vacas para desayunar; programar con meses de anticipación un viaje de cincuenta kilómetros que podía demorar dos o tres incómodos días. Todas estas circunstancias, aunque no eran para nada confortables, eran saludables: nos hacían estar en contacto con lo que es natural para nosotros, seres corporales, prisioneros del espacio y del tiempo.
- Lo que usted quiere decir -asintió Pale- es que vivimos una vida de holgazanes y burgueses.
- Miré Mr. Pale, a mí me parece lo más normal que usted y yo vivamos vida de burgueses. Para algo estamos en el mundo; que la vida de monje la vivan los monjes. El problema es que, si no tenemos cuidado, no solamente perdemos el contacto con la realidad que las incomodidades les exigía al hombre de antaño, sino que, peor aún, vivimos en un mundo que no existe.
- Eso sí que no lo entiendo -se apresuró a decir el Dr. Silícides,.
- Cuando usted doctor ve y escucha en la televisión al presidente de Estados Unidos o al Papa, en realidad, está viendo irrealidades. No es que esos personajes no sean reales, sino que para usted no son reales y, si usted pretende que lo son, entonces significa que ya se subió al carrusel de las fantasías. Piénselo desde el hombre de algunas décadas atrás, del hombre que vivía en la realidad de lo natural para su naturaleza. ¿Existía para él el Papa? Sí, claro; sabía en que en Roma había un hombre muy importante que se vestía de blanco y al que llamaban Papa; que había que respetarlo porque era la autoridad máxima de la Iglesia, y poco más que eso. Para él, lo que existía era su párroco y su obispo al que, afortunadamente, veía cada muerte de obispo.
- Pero eso está muy mal -dijo Mr. Pale a quien le quedaban resabios neocones- ¿cómo hacía ese hombre para conocer lo que los Papas decían o escribían? ¿Cómo podían conservar la fe sin la voz del Papa?
Don Gabino sonrió mientras agregaba cuidadosamente en la coctelera los ingredientes para el próximo Martini.
- Antes los Papas hablaban poco y escribían menos. Las encíclicas, tal como las conocemos en la actualidad, comenzaron en la segunda mitad del siglo XVIII y quienes las usaron a rabiar fueron los dos últimos pontífices del XIX. El Papa no estaba para enseñar todos los días con homilías o chisporroteos verbales, ni para andar escribiendo sobre la cuestión social o sobre la ecología. El Papa hablaba y enseñaba cuando era necesario esclarecer alguna cuestión confusa; cuando se producían controversias entre los teólogos u obispos, y habían que dirimir la situación. Es decir, en cuestiones extraordinarias. Nuestra Iglesia es cristiana, no papiana. Cristo ya nos dejó su Revelación en la Sagradas Escrituras, las que fueron interpretadas por los Santos Padres y Doctores. Al Papa le toca cuidar todo ese Depósito y no pretender aumentarlo diariamente.
- Bueno, pero nos fuimos del tema… la cuestión era lo que usted decía de vivir en un mundo de fantasías -dijo Silícides.
- Justamente doctor. La figura omnipresente y parlanchina del Papa, de la Presidente, de un conductor de televisión o de un jugador de fútbol son para mí y para usted, que vivimos en este pueblo perdido, fantasías. No existen. Nos encaramamos en el carrusel en el que ellos están, y allí han sido colocados por los medios del mundo, y dejamos de vivir con los pies en la tierra de la realidad: del agua que corre, de las estrellas que están naciendo en este momento si usted se fija bien o del aire que sigue refrescando. Y ahora que lo digo, voy a cerrar las ventanas porque me entró frío -dijo don Gabino.
Mr. Pale se quedo pensativo con su copa de Martini en la mano. Era joven.
- ¡Qué aburrido sería vivir sin todas esas fantasías, don Gabino! ¿Qué haríamos todo el día? - se animó a decir.
- Ese es otro engaño del mundo moderno, señor Pale. Chesterton decía que cuando uno está en una isla desierta, no la encuentra nunca desierta. Si nuestro mundo se redujera al pueblo, al jardín y pocas cosas más, “encontraríamos cien pájaros y cien bayas que ni remotamente sabíamos estuviesen aquí. Si la nieve nos bloqueara en esta habitación, aprovecharíamos con la lectura de centenares de libros que están en aquel armario y que ni sabemos que están ahí; tendríamos charlas entre nosotros, charlas buenas o charlas malas” las que, irremediablemente, nos perderemos.
- Conclusión -dijo el doctor Silícides - debemos despertarnos a la realidad. Pero, ¿vale la pena?
- Usted dio en el clavo. Tiene que haber algo a lo cual valga la pena despertarse. Si no, quizás sea mejor seguir dormidos o amodorrados.
- ¿Y cómo nos despertamos?
- Todo, y lo único, que podemos hacer son preparativos: leer, rezar, trabajar o tomar un Martini. Siempre nos estamos preparando para algo que no se realiza nunca…
- Eso parece desesperante -dijo Pale.
- Así les parece a los paganos o a los hombres del mundo y por eso, comprensiblemente, siguen subidos al carrusel de la fantasía. Pero los cristianos sabemos que “eso” ya se realizó en la madrugada de un domingo, el primero después de la luna llena de primavera de hace casi dos mil años. Y que, para cada uno de nosotros, se realizará plenamente cuando Dios lo quiera. Mire don Pale, todos los saltos, descansos, tropiezos y triunfos de esta vida no son más que esfuerzos por volver al Edén, a algo que ya hemos tenido, y por lo que sentimos la nostalgia de los desterrados.
- Mi abuela decía - agregó Silícides - que “todos estamos desterrados y que ninguna cosa terrena puede curar la santa nostalgia de la casa eterna que nos prohibe descansar”.
No supieron si fue el Martini o el recuerdo de la nostalgia lo que animó, finalmente, a los dos amigos dejar la casa de don Gabino y a caminar hacia las suyas, despacio, sintiendo el aire que cada estaba más fresco.
[Los entrecomillados son textos tomados de Hombrevida, de Chesterton]
Ya lo decía Charly en aquel tema de Serú: la grasa de las capitales, no se banca más.
ResponderEliminarEl secreto está en no subirse al carrusel, en no dilapidar lo concreto en la timba banal que ofrece el siglo. Poder decir con seguridad, también con el rockstar: mientras miro las nuevas olas, yo ya soy parte del mar.
Don Gabino aprovechó la oportunidad para recordar el lugar de la Sagrada Escritura dentro de la Revelación, un mérito de este blog casi único en los medios en español. El mundillo tradicional insiste en repetir la primacía del Magisterio o, en el mejor de los casos, que Magisterio, Escritura y “Tradición” corran por carriles separados por aparentemente concordantes, posición que se vuelve contra ellos a la hora de confrontar el seudomagisterio actual con las Fuentes.
ResponderEliminarTomando como base lo ya dicho antes en este blog, me arriesgo a afirmar que las Sagradas Escrituras son el testimonio fijo e inmutable de la Divina Revelación, en las cuales se pueden encontrar todas las verdades de Fe de esa Revelación, aunque muchas de modo implícito, pero solo por la Iglesia sabemos que tales y cuales libros son Escritura, solo por la Iglesia sabemos cual es la interpretación recta de las Escrituras y sólo por la Iglesia conocemos aquellas verdades que le dan sentido a la Escritura. Como contrapartida, la Iglesia no puede cambiar las Escrituras, alterarlas ni cambiar esa enseñanza que ella misma ha dado en el pasado.
En este sentido, el judaísmo rabínico tuvo más intuición que el saduceísmo, al entender que el Tanakh (Bilbia hebrea) y en particular el Pentateuco eran el nucleo de la Torah, que no puede ser borrado por nadie, pues es el dedo divino, pero que no se agota en ese texto.
Muy buen texto don Wander, de hecho me recordó las conversaciones que tengo con un compañero de trabajo, donde tratamos estos temas del adormilamiento, y el vivir en una fantasía. Nos han creado una mentira en la que estamos dispuestos a dar hasta la vida eterna.
ResponderEliminarMuy bueno don Wander, hace pensar mucho y bien este relato de Don Gabino. Espiritualidad de la buena, donde hay desde esperanza hasta ascética.
ResponderEliminarGRACIAS. Juancho.
Ojo, también existe otra forma de ensoñación que es tentación para muchos, los de nuestro palo, digamos. Es lo que un amigo llama "tradicionalismo diletante" y que yo llamé Complejo de Samgrass.
ResponderEliminarWaugh lo caracterizó genialmente:
“El Sr. Samgrass era genealogista y legitimista; amaba a los monarcas desposeídos y conocía la validez exacta de las pretensiones rivales de los pretendientes de muchos tronos; no era un hombre de hábito religioso, pero sabía más que la mayoría de los católicos acerca de su Iglesia; tenía amigos en el Vaticano y, podría hablar largo rato acerca de la política y los nombramientos, diciendo cuáles eclesiásticos contemporáneos se veían favorecidos, cuáles no, qué hipótesis teológica reciente era sospechosa, y cómo tal o cual jesuita o dominico había patinado en hielo delgado o navegado cerca del viento en sus discursos de Cuaresma; tenía todo menos la Fe, y más tarde le gustaba presenciar la bendición en la capilla de Brideshead y ver a las damas de la familia con sus cuellos arqueados por la devoción bajo sus negras mantillas de encaje; amaba los escándalos olvidados de la alta sociedad y era un experto en las paternidades putativas; decía amar el pasado, pero siempre sentí que consideraba un poco absurda toda la espléndida compañía, viva o muerta, con la que se asociaba; era el Sr. Samgrass el que era real, el resto era una representación teatral. Era el turista victoriano, sólido y condescendiente, para cuyo entretenimiento se representaban estas cosas foráneas. Y había algo un poco demasiado vigoroso en sus modales literarios; sospechaba la existencia de una máquina de escribir disimulada en algún lugar del cuarto de los paneles.”
De acuerdo con todo.
ResponderEliminarPienso que la vida urbana - al menos como se da en sociedades como la nuestra - es prácticamente incompatible con la espiritualidad cristiana.
La televisión e internet nos sumen en un especie de letargo hipnótico.
Y la señorita Prim...despertó.
ResponderEliminarINTERESANTE ARTICULO de Sandro Magister, que empieza así:
ResponderEliminarROMA, 15 de abril de 2015 – "La llegada a la sede de Pedro de un teólogo como Benedicto XVI es sin duda una excepción. Juan XXIII no era teólogo de profesión. El papa Francisco es también más pastoral y la Congregación para la Doctrina de la Fe tiene como una de sus misiones la de promover la estructuración teológica de un pontificado".
Estas palabras del cardenal Gerhard Ludwig Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en una entrevista publicada el 29 de marzo en el diario francés "La Croix", han suscitado reacciones nerviosas en el campo de los ultra-bergoglianos.
El historiador Alberto Melloni ha liquidado la intención deliberada del cardenal de "estructurar teológicamente" el pontificado de Francisco, calificándola como "un impulso cómico de paternalismo subversivo".
Por su parte, el vaticanista Andrea Tornielli la ha denunciado como un abuso de su rol, que excede las funciones de la Congregación, además de ser ofensivo respecto al actual pontificado, al que se le critica por no poseer suficiente "estructura" ni estatura teológica.
Pero está a la vista de todos que efectivamente algunas afirmaciones – y entre ellas las más célebres – hechas por el papa Francisco padecen de escasa claridad.
ver en
http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/1351029?sp=y
QUIEN SOY YO PARA JUZGAR.... se está volviendo en contra, según Sandro Magister:
ResponderEliminarLa primera es el famoso interrogante "¿quién soy yo para juzgar?", aplicado al homosexual "que busca al Señor con buena voluntad".
Francisco lanzó esta pregunta en la conferencia de prensa del 28 de julio de 2013, en el vuelo de retorno a Roma, desde Río de Janeiro.
Lo repitió en la amplia entrevista concedida pocas semanas después a "La Civiltà Cattolica", agregando que "no es posible la ingerencia espiritual en la vida personal".
Dijo esto sin aclarar jamás en qué sentido la pregunta se vincula por un lado con la frase evangélica "No juzguen y no serán juzgados", y por otro lado también con el poder dado por Jesús a Pedro de "atar y desatar".
De hecho, la ambigüedad de la frase contribuyó enormemente a la fortuna mediática del papa Francisco.
Salvo que después se le ha vuelto en contra, como está ocurriendo en estos días con motivo de la falta de acuerdo vaticano respecto al nuevo embajador en la Santa Sede designado por el gobierno francés.
Los Samgrass abundan en el mundo tradi. Están los que confunden el estudio histórico y las mejores aplicaciones pasadas de los principios prístinos, con el presente y sus ya imposibles posibilidades de aplicación. Se regodean fumando pipa, considerándose puros y hablando de pasados definitivamente perimidos que no reconocen tales, o que cuando lo reconocen no lo dicen en alta voz. ¡Si los hay hasta con escudos de armas! Desopilantes burgueses.
ResponderEliminarY hay de otra especie, que por esto mismo curran. A estos últimos, al menos los entiendo.
Y no escuchan a Charly.
Flequillo, todo bien, pero no se meta con la pipa!
ResponderEliminarHACKERS TURCOS HABRIAN SABOTEADO LA WEB DEL VATICANO !!!
ResponderEliminarhttp://www.infovaticana.com/2015/04/15/hackers-turcos-podrian-haber-atacado-la-web-del-vaticano/
INTERESANTE reportaje de Infovaticana a un miembro de la Masonería, y su relación con la Iglesia Católica
ResponderEliminarhttp://www.infovaticana.com/2015/04/15/siga-el-encuentro-digital-con-serge-abad-gallardo-sobre-la-masoneria/
Con la pipa todo bien. Solo digo que en aquellos es generalmente un condimento de la nube de gas y humo a la que se subieron.
ResponderEliminar"Al mundo le falta un tornillo" (esa no es de Charly).
Gracias, amigo mío, que hermosa reflexión y desafío antimodernista.
ResponderEliminarIntervengo, nada más, para decir dos cosas: primero, que la palabra "fantasía" tiene -según Jack- dos sentidos, uno psicológico y uno literario. Claro que usted lo usa en su acepción psicológica, como una construcción imaginaria que el individuo confunde con la realidad. Otra cosa es la fantasía en sentido literario, cuyas narraciones de cosas imposibles o sobrenaturales nos despiertan a la realidad.
Lo segundo es un pequeño reparo a sus palabras: yo no hablaría de "ruido artificial y patógeno" vs. "ruido saludable"... Para mí el sonido del agua que corre, el de los truenos y el viento es la música de la creación; prístinas melodías que juegan en los hondones de la realidad. No creo que haya ruidos saludables, existe el ruido y el silencio... Y esta música que en nada nos perturba es, como lo enseño John Senior, "la voz del silencio".
Suyo,
el poeta.-
Don Gabino, amigo mío.
ResponderEliminar¡Cómo olvidar aquel encuentro con el Dr. Silícides! Tantas cosas hablamos, y todas bellas. Y el Martini: ¡qué delicia! Como quien dice, "pasaba como agua". A tal punto disfrutamos la bebida -al menos yo-, que me sentía literalmente en un "carrusel de la fantasía". Diga que el Doctor es un tipo serio, y procedió a marcharse en silencio, un tanto alicaído.
Lo que dice es muy cierto, pero muy oportuna es la intervención del Poeta que hace al respecto del término "fantasía" y de la aclaración sobre los "ruidos". La misma, yo la comparto, aunque no del todo. Pues a la hora de distinguir el tema de los "ruidos", para el Poeta existe "el ruido y el silencio". Mas, para mí, existe el ruido y el sonido. Tal es así, que puede haber un silencio sonoro, musical. Para que se entienda mejor la idea, el agua cristalina que fluye en un arroyo emite un sonido, y no un silencio sonoro, o un silencio sin más. Por eso es que no me cierra la distinción: "ruido y silencio". Para mí, Poeta de Cejas Asimétricas, la distinción sería: ruido y sonido.
Espero no oscurecer el diamantino post con mi tosco comentario, pero el Poeta -y el Martini- me obligaron a hacerlo.
Sin más, le dejo un fuerte abrazo don Gabino -y estoy con Ud. en la apología de la pipa-.
Mr. Pale
Qué dirá Samgrass de las mujeres con pantalones! La mujer solo mantilla y pollera.
ResponderEliminarNidia
Bonito post querido Wanderer, y certero también... sin entrar en sutilezas como los comentadores de arriba solo agregar que así como es cierto que no hay nada terreno que nos quite la nostalgia de lo perdido si que hay momentos,charlas,miradas,bebidas y tabacos compartidos que intentan saciar los deseos de retorno y que para ser pasajeros y efímeros no lo hacen nada mal...un cordial abrazo
ResponderEliminarSincerely yours
A.G.
Pope Francis. Con los tapones de punta contra la "Teoría de Género":
ResponderEliminarGender Theory
Santa Hildegarda, Alemania 1179 “Atraerá a la gente dándole completa libertad de dejar de observar todos los mandamientos divinos y eclesiásticos, perdonándole sus pecados y exigiendo que sólo crean en su divinidad… Concederá libertad total de los mandamientos de Dios y de la Iglesia y permitirá que todos vivan según sus pasiones...
ResponderEliminarSe esforzará por hacer que la religión sea conveniente. Dirá que no es necesario ayunar ni amargarse la vida con renunciación.”
. Testimonio del transexual al que F------ lavó y besó los pies al que luego dieron la Comunión en pecado mortal. Apocalipsis 2:21 `Le he dado tiempo para arrepentirse, y no quiere arrepentirse de su inmoralidad.
En este video vemos:
1) La rebelión de los sodomitas contra la ley de Dios ,
2) La idolatría de los sodomitas hacia Bergoglio ,
3) La ceguera espiritual y la obstinación en el pecado que produce el vicio de la sodomía.
4) El espiral de la adicción que describe Santo Tomas de Aquino.
Dios le da a los rebeldes lo que piden como parte del castigo así como cuando el pueblo de Israel se quejó que no tenían carne para comer; Dios le dio carne hasta que la vomitaron por las narices igual pasa con las personas que tienen una atracción al mismo sexo que no refrenan. Dios ofrece primero su misericordia para acoger a quien se arrepiente y perdonarle sus pecados pero cuando el pecador no pone los medios para alejarse del pecado sino que voluntariamente se entrega a el entonces es cuando es atrapado por el vicio y caen en el espiral de la adicción.
http://naturaboni.blogspot.com.ar/2015/04/transexual-recibe-la-comunion-en-pecado.html
ResponderEliminarUna pregunta al anónomo del
16 de abril de 2015, 8:13
¿.. si Jésus cometio un SACRILEGIO a darle la Eucaristia y consagrandolos Obispos a Judas que estaba en pecado mortal ...
Probablemente Samgrass disfrutaría de la mantilla, aunque solo por el gusto exterior de todo lo formal. Recuerde que contó sir Kurtz que no tenía fe. Y eso está muy mal: la mantilla se usa porque de lo contrario se ofende a los ángeles (San Pablo dixit, y si lo dixit San Pablo en un texto inspirado por Dios, quién soy yo para juzgar...).
ResponderEliminar¿O no le parece, Nidia?
Haciendo un poco de filosofía barata puedo agregar al tema de referencia.
ResponderEliminarQue el modernismo, y junto con el toda la alienación de la realidad en que nos hundimos diariamente producto de las comodidades fruto de la revolución industrial, empieza a surgir en el momento en que el hombre logra la habilidad para aumentar la velocidad a la que físicamente se mueve.
Veran ustedes, la velocidad es distancia sobre tiempo, y si bien es imposible físicamente, es una aproximación berreta a la omnipresencia, en teoría alguien que pudiese moverse muy rápido podría estar en todos lados a la vez y en ninguno. Con lo cual, siempre filosofando barato, estaría quieto pero presente, justamente esas dos son atribuciones del Dios, la omnipresencia y el estar quieto (esta vez en el sentido filosófico de no ser potencia de nada, el viejo motor inmóvil que Santo Tomas tomara de Aristóteles para su primera via).
En conclusión, desde que el hombre se mueve rápido, cada vez y una vez mas, pretende asemejarse a Dios y justo por eso lo olvida en el frenesí consumista en el que todos (en mayor o menor medida estamos metidos).
Finalmente, siempre me pregunte, por que Dios había sido tan injusto con nuestros antepasados, dándoles un mundo "injusto", lleno de muerte, hambre y enfermedad, en donde morían jóvenes (en especial niños) todos en medio de una vida de trabajo, privaciones y sufrimientos.
La respuesta a la que siempre llego, es que si bien los antepasados sufrían eso, tenían en contraprestación la Fe. En cambio nosotros que la tenemos mas fácil (aunque los niños siguen muriendo), tenemos cada vez menos Fe, y que justo ese es nuestro mal.
Si estoy equivocado en algo, aclare que era filosofía barata, de la Salada.
Un abrazo a Don Gabino!.
Cuando el este por Bs As. que avise que organizamos algo.
Saludos
Benigno
El contenido de la conversación seguramente se ajusta a lo que Don Gabino hablaría con sus amigos. Pero me parece que este relato ha debido sufrir una alteración importante, que no podemos dejar de mencionar.
ResponderEliminarSupongo que será obra de algún copista, que ha modificado alevosamente el texto original. Porque, ¿quién habría de creer en serio que Don Gabino tuviera algo que ver con un Martini?
Y ni siquiera con la Ginebra en estado puro, que no deja de ser una dama de dudosa virtud, y un tanto postmoderna.
A ciencia cierta que esa conversación debió de acompañarse de un Laphroaig, un Highland Park o un Talisker, por ejemplo. O quizás era un ron aromático lo que contribuía al ambiente otoñal.
Pero en ningún caso pudo tratarse de un Martini. Ese dato mina la credibilidad de la narración.
Habría que buscar otra fuente que nos permitiera cotejar el texto.
Acá tienen un baño de realidad:
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NOTIVIDA, Año XV, Nº 966, 15 de abril de 2015
Ciudad de Buenos Aires
ARREMETEN CONTRA EL ORDEN NATURAL
En su última sesión la Legislatura porteña aprobó por unanimidad el proyecto de “Ley contra la discriminación”. Si Macri no lo veta la Capital Federal sería pionera en incluir la no discriminación por “género”, “identidad de género y/o su expresión” y “orientación sexual”. Simultáneamente se convertiría en el primer distrito del país que prevé sanciones para cualquiera que defienda el orden natural.
Por Mónica del Río
Habrá que ir empacando los petates....
V.
Judas no recibió la eucaristía según Emmerik, y no fue consagrado.
ResponderEliminarPollera ¿o falda?
ResponderEliminarSr. Flake, no estoy de acuerdo con con usted. Lo que sí minaría totalmente la credibilidad de la narración sería que, en lugar de Martíni, hubiesen tomado Fernet con coca.
ResponderEliminarSr. Wanderer:
ResponderEliminarPoco puedo comentar del Fernet con Coca, puesto que no he tenido el placer (?) de ser presentado a esa pareja.
Pero creo en cambio no decir injusticia si afirmo que de un partidario del Martini puede esperarse, por ejemplo, que sea nombrado hombre del año por la revista Vanity Fair. U otras cosas por el estilo, en modo alguno propias de Don Gabino.
No insistiré, sin embargo, sobre este particular.
Anónimo
ResponderEliminardel 16 de abril de 2015, 14:38
Que significa eso
"...Jesús le respondió: "Es aquel al que daré el bocado que voy a mojar en el plato". Y mojando un bocado, se lo dio a Judas, hijo de Simón Iscariote.
13:27 En cuanto recibió el bocado, Satanás entró en él. ...."
A mi me parece muy claro.......
Don Andrés, terrible cosa sería ser nombra "hombre del año" por Vanity Fair, pero cosa mucho peor y repugnante es recibir ese mismo galardón de parte de "The Advocate", cosa que ocurrió con un triste personaje transteverino de quien prefiero no acordarme.
ResponderEliminarNo entiendo como los católicos piensan que la mujer puede no usar mantilla. Siempre la mujer usó mantilla. Estamos en tiempos de descomposión, cada cual hace lo que le canta.
ResponderEliminarPor favor, LEAN!!!
http://www.christianfamilyoutreach.com/pamphlets/spanish/LaMantilla.pdf
Mulier habet virum
Anónimo de las 14:38. Falso. Emmerick dice que sí.
ResponderEliminarY cito textual (del Kindle, por eso la falta de ubicación):
"Judas recibió el Sacramento en tercer lugar, pero las palabras de Nuestro Señor parecían huir de la boca del traidor y volver a Él."
"Judas también bebió un sorbo del cáliz. Después ya no volvió a su sitio, sino que se fue inmediatamente del cenáculo; los demás creyeron que iba a cumplir un encargo de Jesús. Se fue sin rezar"
En eso, Don Wanderer, le doy toda la razón. Ser nombrado hombre del año por la revista The Advocate sería mucho peor. Qué duda cabe!
ResponderEliminarPero eso es algo que a duras penas podría sucederle a un cristiano, por muchos Martinis que se hubiera tomado antes.
Qué brebajes puedan tener consecuencias tan terribles, si es que hay alguno, es un asunto que desconozco por completo.
Está más que clara la naturaleza del hombre y la contemplación.
ResponderEliminarBasta nada más haber viajado y ver qué sucede alrededor. Creo que observando te das cuenta de la naturaleza contemplativa del hombre y la imposibilidad de adquirir ese estado en el hombre moderno. Yo viajo un montón todos los días y lo veo a diario, aunque andaré en mis fantasías seguramente.
Antes que nada quería decir que comparto las ideas del post y algo entiendo. Quizás agregar una nota a la modernidad, que es tan pagana como los naturalistas antes de Sócrates.
Hoy nomas viajaba en micro de media distancia y había una vieja en el asiento de adelante que miraba para todos lados preocupada. Pensé que no sabía dónde estaba, asique le pregunte si quería saber, porque yo conozco bien el camino, pensando en que no quería perder la parada (justo antes en un lugar que se llama Paso de las Carretas). Me dijo que miraba porque le encantaba ver la montaña. El problema es que íbamos a más de 90 km por hora.
Está bien que me voy antes de Cristo, pero bueno. A Sócrates le preguntaron sobre el tema de la naturaleza y dijo que no se ocupaba de ello, pues aún no se conocía a sí mismo. Me parece que ahí esta una de las conexiones con la realidad: la ética. La religión también por supuesto nos conecta con la realidad principalmente, pero bueno antes lo primero.
saludos
Ya me han confundido.
ResponderEliminarVoy a la misa de O´Reily y el cura nunca nos dijo algo sobre la mantilla.
Le aviso?
Gracias.
El bocado que recibió judas era de la celebración del pessaj judío, que fue antes de la consagración, fíjese que habla del que moja el bocado con Jesucristo pero no en el cáliz sino en un plato. Era una especie de salsa con hierbas.
ResponderEliminaranónimo 18:20¿usted leyó el original de Emmerik?¿en el idioma que ella lo expresó?
ResponderEliminarAnónimo ...
17 de abril de 2015, 6:11
NO , yo lei el EVANGELIO ....
ResponderEliminarDE Catalina Emmerick
"....Elevó el cáliz por sus dos asas hasta la altura de su cara, y pronunció las palabras de la consagración: mientras las decía, estaba transfigurado y transparente: parecía que pasaba todo entero en lo que les iba a dar. Dio de beber a Pedro y a Juan en el cáliz que tenía en la mano, y lo puso sobre la mesa. Juan echó la sangre divina del cáliz en las copas, y Pedro las presentó a los Apóstoles, que bebieron dos a dos en la misma copa. Yo creo, sin estar bien segura de ello, que JUDÁS TAMBIÈN TUVO SU PARTE EN EL CALIZ . No volvió a su sitio, sino que salió enseguida del Cenáculo. Los otros creyeron que Jesús le había encargado algo.
Pues el Evangelio no dice que le dió la eucarístia. Habla de el pan mojado en un plato. Eso no aclara nada.
ResponderEliminarBenig_no :atinada su observación filosófica berreta sobre la velocidad.Que asociada a la producción de bienes materiales y servicios nos da el concepto moderno de eficiencia.Sabido es que en otras épocas(medioevo),la corporación de los tejedores,creo que en Marsella,tiró al mar un nuevo telar más "eficiente":iba a provocar un grave desacomodamiento social.
ResponderEliminarCreo que la velocidad por la velocidad misma ,por ocio(deportes) o por poder es signo de inmadurez(cortados verdes)o (queso fresco).Pero todo conspira para que por todos lados campee la inmadurez .