martes, 27 de junio de 2017

Vidas más o menos paralelas


“Una nueva etapa en el desarrollo del Concilio (Vaticano I) se alcanzó cuando Pío IX impuso, el 22 de febrero de 1870, una nueva serie de regulaciones que estaban designadas para acelerar el progreso y para llegar a las conclusiones que se pretendían. 
Estas nuevas regulaciones fueron introducidas en el Concilio sin su consulta o consentimiento; simplemente fueron impuestas. La primera regulación autorizaba al Presidente a controlar a cualquier orador que, a su criterio, se apartaba del punto en discusión. La segunda, le daba el poder (...) de cerrar la discusión”.
W.J. Sparrow Simpson, Roman Catholic Opposition to Papal Infallibility, London, 1909, p. 265.

“El Vaticano ha aprobado una nueva metodología para hacer "más dinámica y participativa" la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos que comenzará este domingo 4 de octubre. Este nuevo procedimiento, aprobado por el Papa en la reunión del Consejo Ordinario de la Secretaría del 25 al 26 de mayo de 2015, responde a la petición de los Padres sinodales de la asamblea del año pasado para que los participantes pudieran intervenir más y para que las reuniones en los círculos menores tuvieran más peso. Por ello, se amplían de ocho a 13 el número de sesiones de estos círculos menores, donde los Padres sinodales, agrupados por su lengua de origen, reflexionarán sobre el documento de trabajo, enriquecido por las aportaciones efectuadas en el aula.”
Declaración del cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario del Sínodo sobre la Familia, el 2 de octubre de 2015. 


“El Papa dijo que todos éramos hermanos. ¿Cómo no podía ser posible que toda la raza humana comenzara a amarse? “No hace mucho” -dijo- “tuve la visita de un grupo de protestantes franceses del monasterio de Taizé. Les pregunté: ‘¿Por qué no estamos juntos?’ Y me respondieron: “Tenemos diferentes ideas”. Les dije: “Ideas, ideas. ¿Qué son las ideas entre amigos?”
Entrevista de Robert Elson y Robert Blair Kennedy al Papa Juan XXIII, agosto de 1961.

“Ayer me encontré con un obispo luterano en la puerta del aula del sínodo y le pregunté: ‘¿Usted está acá? Qué coraje, porque en otra época a los luteranos los quemaban vivos acá’ (...) Todos creemos en el Padre, en el Hijo y en el Espíritu Santo, tenemos dentro al Espíritu Santo (...) y decimos que está solamente conmigo porque soy católico, o porque soy luterano, o porque soy ortodoxo. ¡Un manicomio teológico! Todos tenemos en nuestras iglesias buenos teólogos; bueno, que ellos hagan el trabajo del estudio teológico pero nosotros no esperemos a que ellos se pongan de acuerdo para caminar juntos”.
Declaraciones informales del Papa Francisco a un grupo de obispos luteranos en octubre de 2014.

14 comentarios:

  1. Es muy probable que el cambio en la metodología participativa que se evidencia entre el protoconcilio vaticano y el sínodo ortosecular responda más a contextos y factores epocales que a razones individuales. Respecto a la cercanía de tesituras visible en las palabras de Francisco y Juan XXIII, pueden ser leídas como herederas actualizadas de la raigal diversidad de perspectivas existente entre los judaizantes y el apostolado paulino. Aclaro, actualizadas, matizadas, reinterpretadas. De aquellas raíces, múltiples variantes se han nutrido, tal como suele suceder en toda iniciativa o esfuerzo que se prolonga en el tiempo y en el que interviene lo humano.

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  2. Al primer comentarista ¿Y en criollo como sería?

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    1. Al menos una aproximación. ..to tambien quede fuera de juego

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  3. http://www.lanacion.com.ar/2037406-papa-francisco-vaticano-renuncia

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  4. Me alegro de haber contribuido —con mi comentario al post anterior— a que el Wanderer concibiese la idea que expone en este. Así son estos diálogos entre amigos.

    Y para los que lo hayan pasado por alto, abundo en aquel pensamiento. Si algo no puede ser un santo es ingenuo: podrá ser puro, casto, bondadoso o simple, pero nunca ingenuo.

    Todo santo es, ciertamente, inocente: como Cristo, el cordero inmolado. Si puede contemplar las cosas del cielo, es porque en sus ojos hay esa pureza de las Bienaventuranzas que permite ver a Dios. Tal vez no la inocencia prístina de Cristo y su Madre Inmaculada, sino aquella otra de la Magdalena, restaurada por la Gracia y la penitencia.

    Inocente, sí, pero no ingenuo. No hay ingenuidad en sus ojos porque el santo no solo ha visto a Dios sino que, ineludiblemente, ha tenido que asomarse también a los abismos. Al triple abismo de los tres enemigos a quienes se ha enfrentado con fortaleza y lealtad: mundo, demonio y carne.

    El santo conoce bien al mundo, se ha enfrentado a él y tiene el cuerpo cubierto de cicatrices de sus zarpazos. Cualquiera que fuera su mundo de origen, por más inocente que fuera su vida, y pese al contemptus mundi y al retiro en que haya querido pasarla, ha conocido de cerca la maldad del mundo. La virtud sincera y humilde del santo, irremediablemente, habrá llamado la atención de los fariseos y habrá provocado su ira y su persecución implacable.

    El santo ha mirado de hito en hito a Satanás y ha hablado con él, como Cristo en sus tentaciones. Con prudencia y cautela, sí, pero también con gentileza. Con una suerte de gentileza —aprendida de Cristo y no correspondida por el Maligno— que le mueve a reconocerle como ángel, como criatura racional, y que deriva de su lealtad a todo lo creado por Dios.

    Y el santo —esto es lo más tremendo, lo que ha erradicado definitivamente de su alma la posibilidad de ser ingenuo— se ha asomado al abismo de sí mismo, de su naturaleza caída, al mysterium iniquitatis de su propio corazón. Y en esto tiene por modelo a Cristo y a la Santísima Virgen: los dos santos perfectamente inocentes y sin pecado, que son precisamente quienes antes y con más audacia, mediante una kénosis espantosa, y con entrañas de misericordia infinita, se han atrevido a mirar a este abismo profundísimo, a descender a este infierno y a abrasarse en él por amor.

    Que el Eck verdadero me perdone por usurpar su nombre y meterme a glosar esta frase suya, que me pareció luminosa. Él lo habría hecho mucho mejor, y además en criollo.

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  5. El problema de la voluntad desbocada, sin limite alguno. "Se hace lo que YO digo"
    Como aquel fundador que en un pueblito remoto y árido mandó construir un mega santuario con 40 confesionarios.

    Tristán Pantriste

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  6. Yo me pregunto si será edificante leer esos libros sobre las tretas en los entretelones de los dos concilios, del Vaticano, etc. Al final uno termina amargado y con broncas, y le cuesta ver en algunas cosas la acción del Espíritu Santo, que siempre está presente entre los padres conciliares.

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  7. GASTON a ANONIMO 16, 31: Hay que leer esos libros - Michael Davis, por ejemplo - para ser consciente de la época en la que Dios quiere que le sirvamos. Que es esta y no otra y tiene sus peculiaridades que es preciso conocer para saber estar a la altura. Pero tiene razón en que hay que dosificar la lectura. No ir más allá de lo necesario. Hay muchos otros temas...
    Y para el primer comentarista decirle que, si es tan amable, lo ponga en cristiano.

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  8. Al Usurpador de Nombres: muy buen comentario!

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  9. «Ideas, ideas... ¿Qué son las ideas entre amigos?» Pues depende precisamente de la idea que tengamos de lo que son amigos. Por chocante que les parezca, hay quien piensa que lo esencial de la amistad es precisamente compartir lo que se conoce, las ideas. «Vos autem dixi amicos, quia omnia quæcumque audivi a Patre meo nota feci vobis». El que dijo esta enormidad debía de parecerle un intelectualista al Beato Papa Juan; su actual sucesor le motejaría de «especialista del Logos», y algún otro Juan le ha llamado directamente el Logos (con perdón), o sea: la Idea. En su descargo hay que decir que —pese al obsceno intelectualismo que profesaba— no fue mal amigo de sus amigos, pues puso por obra esta otra máxima sobre la amistad, que nadie osará discutir: «Maiorem hac dilectionem nemo habet ut animam suam quis ponat pro amicis».

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  10. El video del señorito mortificado:
    https://www.youtube.com/watch?v=ZesfUh5VoDI

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  11. Ciertamente se unirán, PERO EN EL ERROR.

    Perogrullo.com.

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  12. Querido pseudo-Eck:
    Le agradezco mucho su glosa porque ha dicho lo que yo quería decir pero de una manera mucho mejor de lo que yo hubiese hecho nunca. Por lo tanto, nada que perdonar y si mucho que agradecer.

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