Escribe Chesterton en su Santo Tomás de Aquino (4,2): “La religión es una cosa muy terrible, que es verdaderamente un fuego devorador, y que tan frecuente es que sea necesaria la autoridad para ponerle freno como para imponerla”. Los último años, meses y semanas nos han dado oportunidad de comprobar la verdad de esta afirmación: la religión es cosa terrible.
La desconcertante multitud de casos de abuso sexual y de otro tipo por parte de religiosos, demuestra que la religión puede ser usada para los fines más bajos.
Creo que los “abusadores eclesiales” pueden clasificarse en tres tipos: los que son pervertidos tout court y se metieron a cura para desfogar más fácilmente su perversión; los que son enfermos mentales -psicópatas en la mayoría de los casos, con una enorme cuota de narcisismo-, y que la religión o el ámbito religioso en el que se desenvolvían les permitió extremar su enfermedad, y aquellos que entraron en religión de buena fe, tratando de ser buenos religiosos o sacerdotes, y cedieron en una ocasión a la tentación, y después siguieron cediendo, y después ya no pudieron salir del pantano como le pasó al inglés de la fábula de Castellani.
La peligrosidad de la religión no se ciñe exclusivamente a los casos extremos de los abusos sexuales. Últimamente están comenzado a aparecer datos sobre hechos que están universalizados y que yo, ingenuamente quizás, creía que se reducían solamente a uno o dos institutos religiosos. Me refiero a la alarmante cantidad de intentos de suicidio en congregaciones religiosas femeninas de reciente fundación, a los numerosísimos casos de depresión crónica que sufren las religiosas y a la consecuente ingente cantidad de antidepresivos, antipsicóticos y anxiolíticos que consumen. Según una publicación seria, hay comunidades que destinan mil euros mensuales a la compra de psicotrópicos. No me parece mal que haya monjas que, ocasionalmente, tengan que recurrir a medicación psiquiátrica, como otras tendrán que recurrir a medicación para el hígado. El problema es la cronicidad y la alta frecuencia de los casos, lo cual es signo evidente de que algo no está funcionando bien. Y lo asombroso es que los superiores no se den cuenta de la situación, la atribuyan a “tentaciones” demoníacas y exijan a las pobres enfermas que continúen sufriendo en el convento -y cortándose las venas -literaliter- de vez en cuando- en vez de decirles que vuelvan a su casa y encuentren marido. Los superiores ordenan y ellas obedecen porque la religión es cosa terrible y muy peligrosa cuando se deja en manos de irresponsables.
Y si a estos pesares que sufren las monjas, les agregamos los casos de abuso sexual hacia ellas que yo desconocía, la verdad es que cualquier padre debería pensar más de cinco veces antes de dejar que su hija entrara a un convento. La situación es demasiado dolorosa y nauseabunda para nadar en ella, pero los casos que se están destapando ocurrían en institutos religiosos conservadores: la Comunidad de San Juan y las Franciscanas de la Inmaculada.
No vale la pena seguir revolviendo el basural, pero sí es necesario e ineludible preguntarnos una y otra vez cómo fue posible que en la Iglesia se formara tal estercolero. Y no hace falta irse lejos para toparnos con él. Miremos nomás lo ocurrido en nuestro país en los últimos años. Haciendo una cuenta rápida, me vienen a la memoria cinco institutos religiosos de reciente fundación que han tenido serios problemas por episodios de abuso de distinto tipo. En todos los casos, los fundadores fueron alejados de sus puestos, y tres de ellos están castigados, sea por la justicia canónica o por la justicia civil, con regímenes de prisión.
¿Qué tienen en común estos institutos? Varios elementos, de los que destaco dos: eran conservadores y el fundador poseía un fuerte carisma natural y un pretendido carisma sobrenatural. Este tipo de institutos religiosos conservadores atraían muchas vocaciones, lo cual resulta comprensible porque, si un joven toma la decisión de entregarse a Dios, buscará un lugar que perciba como serio y exigente, y no le interesará el ambiente mistongo y fofo que ofrecen los progres. ¿Y qué más quiere el zorro -es decir, el fundador- que encerrar en su propio gallinero muchas tiernas gallinitas -es decir, muchachitos- para sus solaz y refocilo? Las defensas que han esgrimido cuando se han revelado sus perversiones, son antológicas: “Fue sólo un besito”, dijo uno; y sus adláteres agregaban: “Es una enfermedad que tiene el Padre fundador; hay que comprenderlo”. Otro declaró que, en realidad, el muchachito lo sedujo. Yo me pregunto por qué, si tenía un novicio que andaba seduciendo superiores, no lo expulsó de inmediato. Por otro lado, si novicio lo sedujo, el superior se dejó seducir. Consecuentemente, en ese caso lo que correspondía era que ese superior abandonara su monasterio y se fuera de capellán de un hospital en Bolivia, donde las posibilidades de seducción iban a disminuir notablemente.
La otra característica en común es la que tiene que ver con el pretendido “carisma”, que aparece como una suerte de voluntad explícita de Dios o revelación sobrenatural acerca de las maravillas y excelencia de ese instituto religioso en particular. Curiosamente, muchos de estos fundadores aseguran haber tenido una aparición que les ordenaba fundar. Y esto, una vez más, es cosa terrible como la religión. En todos los casos, las situaciones de abuso eran conocidas por otros miembros de la comunidad religiosa, y callaban, y pedían que se callaran aquellos que se enteraban de la situación. Y esgrimían como motivo el bien mayor. “Esta nueva congregación religiosa es un don de Dios a la Iglesia y muchas almas se salvarán por ella. Dios lo quiere. No podemos tirar todo por tierra. Son miserias humanas que debemos perdonar”. No se les ocurría, ni se les ocurre pensar, que en muchos casos esa supuesta “congregación religiosa” no es sino la veleidad de un psicópata que se creyó el elegidos por Dios para reformar la Iglesia, o la vida religiosa de la Iglesia, o la vida apostólica de la Iglesia, o la vida monástica de la Iglesia.
Se trata de fantasías de enajenados “tan terrible como un fuego devorador”, según Chesterton. Y en estas situaciones, “es necesaria la autoridad para poner límites”. Pero los obispos, que son los que ejercen tal autoridad, no pusieron límites sino que autorizaron y erigieron esas fundaciones en sus diócesis. Me he preguntado en las últimas semanas cómo es posible que los obispos no hayan tenido el discernimiento mínimo para negar tal autorización. Creo que no es cosa tan difícil y compleja, cuando se tiene alguna experiencia en el trato de personas, darse cuenta cuando estamos frente a un psicópata. Un amigo, más sabio y más viejo que yo, me respondió que, si hubiesen tenido discernimiento, no habrían sido obispos, y tiene razón. Conclusión: la autoridad primera e inmediata que debería haber frenado estos desvaríos, no estaba preparada para hacerlo, ni en Argentina ni en ningún lugar del mundo.
Creo yo que el Santo Padre debería establecer una suerte de veda por la cual, durante cien años, se prohibiera la fundación de nuevos institutos religiosos.
“¿Pero qué hacemos?”, dirán algunos, “con los jóvenes que manifiestan vocación religiosa. Las congregaciones que existen son todas un desastre”.
Pues mejor es que ese joven no pueda seguir su vocación, a que termine violado por su superior. Y las buenas opciones siguen existiendo; lo que ocurre muchas veces es que no responden exactamente a lo que la fantasía de cada cual pretende. Si el joven tiene vocación a la vida monástica, buenos y tradicionales monasterios benedictinos hay en el mundo donde puede acudir, como Fontgombault y sus casas “hijas” o Le Barroux. Y si no se siente a gusto con los gabachos, puede irse a Clear Creek. Y si cree que él no puede abandonar su patria porque es este es el mejor lugar del mundo, entonces no tiene vocación monástica ni religiosa, pues ambas exigen el abandono total de lo todo lo terreno. Si se inclina por la vida activa, hay reductos: la provincia dominica inglesa, o las provincias argentina y polaca de los escolapios, o el Instituto de Cristo Rey Sumo Sacerdote o la Fraternidad San Pedro, por ejemplo. Y si nada de eso es lo que busca, pues vuélvase a su casa y cásese. Y si no quiere casarse, siga el consejo de San Pablo y quédese soltero, que en los tiempos que vivimos, cada uno se salva como puede y no como quiere.
La foto de la izquierda es de la misa pontifical celebrada el domingo pasado (10/02/2019) por el obispo de Shrewsbury (Inglaterra) en su catedral; hay atisbos de esperanza. (¿Alguien imagina a un obispo argentino celebrando un pontifical en rito extraordinario? Menos mal que nuestro país está especialmente bendecido por la Virgen, que si no, estábamos en el horno….)
Nota sobre la vida monástica: Esta veda o prohibición que sugiero de fundar nuevos institutos religiosos debería ser particularmente severa para cualquier iniciativa de fundar “vida monástica”, que suele convertirse en terreno propicio para las más disparatadas, y peligrosas, fantasías por la naturaleza misma de ese tipo de vida. La única posibilidad debiera ser que el fundador fuera un monje ya suficientemente formado en algún monasterio serio y reconocido.Y el motivo es porque es esto lo que siempre ocurrió en la Iglesia.
Hasta donde sé -y alguien que sepa más que yo podrá corregirme-, ninguna fundación monástica seria y arraigada nació a partir de las lecturas o veleidades místicas de un curita piadoso. Las diversas órdenes monásticas, tanto de Oriente como de Occidente, nacieron todas de monasterios anteriores. El único que comenzó de la nada fue San Antonio Abad, y por algo se lo reconoce como “padre de monjes”. El primer monasterio egipcio -siglo IV- fue el de Skete, fundado por San Macario el Grande, discípulo de San Antonio. Y de allí nacieron las fundaciones posteriores de Nitria y Kellia, y el monacato se fue propagando por el resto del mundo oriental.
En Occidente, San Benito estuvo en contacto permanente con los monjes durante su retiro en Subiaco y en su primera comunidad habían monjes venidos de otros monasterios. El Cister nació con San Roberto de Molesmes que era benedictino; la Trapa nació con el P. Rancé, que era cisterciense; San Bruno fundó la Cartuja luego de pasar un tiempo en Molesmes con San Roberto, y no muchas más órdenes monásticas masculinas quedan para contar.
Veamos un caso emblemático. La Revolución Francesa destruyó completamente el monacato en Francia. Los vida monástica benedictina fue restaurada por dom Prosper Guéranger en 1837. Era un cura diocesano, con vocación monástica, que se instruyó primero al respecto. Luego, con permiso de su obispo, compró el antiguo y ruinoso monasterio de Solesmes. Allí se retiró con otros tres compañeros y pasaron tres años haciendo vida comunitaria. Cuando finalmente se decidieron a seguir la regla de San Benito como comunidad monástica, dom Guéranger fue a Roma, hizo su noviciado en la abadía de San Pablo Extramuros -es decir, aprendió a ser monje con los monjes- e hizo allí mismo su profesión religiosa. Recién después, “fundó” Solesmes.
La enseñanza que deja el caso es clara: ni a este santo varón, ni a su obispo ni a sus compañeros se les ocurrió jamás que con solo leer unos cuantos libros y tener un grupo de benefactores que compraran un edificio adecuado, era suficiente para fundar una orden monástica. Primero, había que aprender a ser monjes, y ese oficio se aprende de los padres que, a su vez, lo recibieron de los suyos. Cualquier otra cosa, es fantasía y peligrosa veleidad que termina como todos hemos visto que termina.Nota sobre el monasterio del Cristo Orante: En las últimas semanas, recibí varios comentarios de distinto tenor sobre el triste caso que todos conocemos. No los publiqué y no publicaré nada al respecto. La situación es muy dolorosa y lacerante. Desde este blog, alguna vez recomendé que los lectores se acercaran a ese refugio de Tupungato, y uno de los monjes escribió en esta bitácora en más de una ocasión. Lo que ha sucedido y lo que se ha revelado que allí habría sucedido me ha desconcertado y turbado, y no sirve taparse los ojos para no ver.
Por ese motivo, la única reflexión que puedo hacer públicamente es la que acabo de hacer en esta entrada.
Don Guander, me permito destacar un fenómeno que quizás sea transversal -y paradojal- de estos movimientos “conservadores”: el afán de innovar, de encontrar un carisma único que a nadie se la había ocurrido antes: sean las misiones, la reivindicación de lo “ignaciano”, la afinidad con el Oriente Cristiano, la acción social, etc., y todo ex nihilo. Hay una peculiar “hermenéutica de ruptura” con la tradición, no tanto en el contenido sino en la actitud, el deseo de armar un catolicismo a mi medida y estética, actitud no muy diferente de lo que hacen los progres.
ResponderEliminarEn contraste, las congregaciones tradicionales más duraderas - incluyendo la FSSPX- no pretenden ser creativas, sino todo lo contrario: mantenerse en el 62 en todo cuanto sea posible. Si bien existe el riesgo de un congelamiento artificial y ahistórico -como si la Iglesia nunca hubiera adaptado sus rasgos no esenciales- se entiende que la Tradición es precisamente eso: transmitir aquello que se recibió, no aquello que se procesa a gusto ni menos aquello que se inventa, aun bajo una fachada “conservadora”.
Cada vez que nos viene el afán de estridencias y excentricidades, a los cristianos nos viene bien repasar la Epístola a Diogneto.
Estimado Wanderer:
ResponderEliminarLo que describe pone en palabras, al fin, muchas ideas que tenía sueltas en mi cabeza.
Alguna vez lo formulé de un modo que escandalizó a un oyente casual "todo lo que es demasiado perfecto... me provoca desconfianza"
La única crítica que me atrevo a hacerle, o, tal vez, el único pedido de aclaración es: ¿con qué elementos cuenta usted para recomendar esos monasterios y esas fundaciones? ¿Puede tener certeza de que en el mundo tradicional -sin ir más lejos, en la diócesis del obispo de la foto- no existan situaciones similares?
Personalmente he pasado -y creo que muchos lectores del blog lo han hecho- por esa etapa de pensar "si es tradicional, si usa hábito, si usa sotana, si hay mucho incienso... seguro que son santos". Lo cual fue abundantemente desmentido por los hechos.
Que el Señor nos consuele y dé esperanza en estos tiempos duros.
Anónimo 11:05: No tengo ninguna certeza, lamentablemente.
ResponderEliminarEn cuanto a los monasterios, los recomiendo porque los conozco personalmente (lo cual no es criterio válido, por cierto), y por su historia. Y los otros institutos que menciono, por lo que he visto y por lo que sé. La diócesis de Shrewbury? ni idea. Lo único que sé es que su obispo no tiene problema de celebrar un pontifical en la catedral, y nosotros tenemos al Chino Mañarro.
La cuestión es la siguiente: no pretendamos la perfección en nada que exista en este mundo sublunar. Fontogombault, Le Barroux y todo el resto deben estar llenas de cosas que no nos gustarían o que nos gustarían poco, pero todo es imperfecto en este mundo post lapsario.
Pero una cosa es un monasterio exagera el tema del ayuno, o que instituto exagere con las puntillas barrocas, y otra es que seduzcan y violen novicios.
Un lector cualquiera, ojalá usted tuviera razón. Lamentablemente, no es así. Todo fue tal como se dice, y peor aún.
ResponderEliminarY no tengo por qué dar razón de mi información.
Totalmente de acuerdo con el comentario de Lefe estepario. Siempre tuve las mismas dudas y cavilaciones. Ya objetiva yo que a pesar de la estética, del buen gusto, el tinte oriental de algunas congregaciones o monasterios, nada estaba anclado en la tradición. Es todo una orden Sui géneris, hasta la liturgia. Claro que como apunta bien Wanderer, esto es muy seductor, especialmente en la situación actual. Creo que esto nos desafía a estar más atentos que nunca. Pedir al Espíritu Santo por el buen discernimiento. Los tiempos que corren son muy confusos.
ResponderEliminarA.G.
Es demoníaco. no dejo de pensar en los jóvenes que habrán ingresado siguiendo una vocación tan radical, tan jugada, como es la monástica, seguramente después de superar incomprenciones de familiares y amigos; para finalmente terminar en manos de una pandilla de abusadores. Todo es muy doloroso. Incomprensible.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con lo de la veda, que sea por un siglo.
Rezo para que Nuestro Señor alivie el dolor y la desesperación de las víctimas.
El problema, creo yo, está en la autoridad.
ResponderEliminarEnajenados, excéntricos y pervertidos los ha habido siempre. A la vez que Santa Teresa de Jesús, en España tuvimos a Magdalena de la Cruz y otras monjas falsarias o alumbradas, que tuvieron que ser disciplinadas por la inquisición.
La religión, como dice D. Wanderer es una fuerza terrible, la más potente que existe en el hombre, porque responde a su necesidad fundamental más fuerte, que es la necesidad de Dios. Por eso necesita manos (y mentes) firmísimas que la encaucen por donde debe ir. De otro modo, en lugar de milagros, gracia y santidad, lo que se recoge es perversión, locura y muerte. Lo religioso, cuando se corrompe, se convierte en inhumano e infernal.
El problema es que generalmente las autoridades eclesiásticas actuales carecen por completo del nivel teológico, humano y de sentido común necesario para corregir lo que hay que corregir. Hacen como si las cosas verdaderamente graves no existieran y, en otras ocasiones, corrigen con crueldad implacable lo que, en realidad, apenas llega al nivel de defectillos. Nunca se ha hablado tanto del discernimiento y nunca se ha practicado tan poco.
Hasta que Dios no solucione la crisis de los pastores, quizá con una persecución brutal como ha sucedido en otras ocasiones, la crisis de la Iglesia no hará más que agravarse.
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P.S. No conozco nada del caso de los Franciscanos de la Inmaculada, pero el artículo enlazado, a primera vista, parece indigno del más mínimo crédito.
El otro problema de esto es, para donde enfilamos los laicos en busca de buenos pastores. Porque también requiere audacia, y caracteres fuertes e innovadores... que son los que parecieran caer en todas estas volteadas putrefactas. ¿Cerramos todo? ¿Taza taza?
ResponderEliminarSin monjes santos, no hay San Ireneo... ¿entonces?
Wanderer: ¿¿la provincia argentina de los escolapios?? Amplíe por favor, el gentilicio solo ya me sorprende y las imágenes que veo de la congregación no me inspiran nada positivo!
ResponderEliminarAgustín, no espere ver una foto como la del obispo de Shrewsbury. Pero fíjese las fotos de esta página: https://scolopi.org/bodas-de-plata-sacerdotales-en-argentina/
ResponderEliminarSe ven doce seminaristas -una multitud para los tiempos que corren-, y todos con hábito. El altar tiene frontal y candelabros de bronce, con una gran cruz en el medio mirando al celebante. Sé que son detalles, pero muy elocuentes, y confirman lo que varias me han comentado de estos buenos padres calasancios.
Quizás le haya faltado recomendar don Wanderer a la FSSPX. Ya que dice que no nos pongamos exquisitos, no creo que pueda objetar esas minucias que se lo objetan a la fraternidad. Me refiero a lo que usted pone ilustrativamente: una cosa es que se insisita en el ayuno, en la prédica ignaciana ( cosa que le puede gustar más o menos, o nada) , en lo puntilloso del Barroco,etc.; pero ahí nadie viola a seminaristas. Cuánto menos nunca han tenido que lamentar escándaldos de ese tipo. A Dios gracias.
ResponderEliminarA.G
Franciscanos de la Inmaculada. Qué vergüenza como los defendí! Eran "mártires de la Tradición"!
ResponderEliminarParte del ultimo reducto de la Fe, perseguidos por ser demasiado católicos.
Resulta que el "fundador", discípulo directo del Padre Pio, es un degenerado. Prostituyeron monjas y se metieron en el narcotrafico.
Criticamos al Papa por las sanciones, pero tenía razón él.
Carlos
https://adelantelafe.com/13-anos-despues-de-revelados-los-crimenes-de-maciel-los-legionarios-de-cristo-aun-celebran-su-legado/
ResponderEliminarA.G, don Wanderer podrá recomendar o no a la FSSPX, pero no diga usted que allí no ocurren escándalos como esos. Sí que ocurrieron, y los manejaron tal mal como cualquier diócesis "modernista".
ResponderEliminarEl primero fue a fines de los '90 y ocurrió en Estados Unidos. El sacerdote abusar fue trasladado a Suiza y después Escocia. Luego, dejó la Fraternidad. Ese sacerdote aparece en el documento de Pensilvania: https://www.rts.ch/info/monde/9779746-deux-pretres-accuses-de-pedophilie-aux-etats-unis-sont-lies-a-la-fraternite-saint-pie-x.html
El segundo es mucho más reciente. Un sacerdote suizo abuso de un niño en el Valais. Se callaron la boca y lo mandaron a Bruselas, nada menos que a un colegio de internado!!!! Por supuesto, volvió a abusar de un niño durante dos años. Fue condenado en 2017, y está preso en Bélgica: https://www.cath.ch/newsf/pedophilie-pretre-valaisan-de-fsspx-condamne-belgique/
No vengan entonces los lefes a decir que el problema de los abusos responde a la liturgia del Vaticano II. En todas partes se cuecen habas.
De Rancé no fue cisterciense, llegó a ha serlo. Era abad beneficiario de La Trappe, monasterio francés de esa Orden. Siendo un sacerdote de la nobleza --pero no libertino-- y estando bien reputado por sus servicios como funcionario de la Corona, se convirtió y, con el permiso renuente pero respetuoso de Luis XIV, católico mundano, asumió efectivamente su oficio para reformar con éxito desde dentro aquella casa según él interpretaba y vivía los ideales originales de los monjes. El resto es historia... y leyenda romántica.
ResponderEliminarPoirot: para los lefes todos los males responden a la liturgia del Vaticano II....asi de reduccionistas son.
ResponderEliminarYa no se puede confiar en nadie...
ResponderEliminarQue prontitud don Hércules para sacar trapitos al sol. No esta mal que así lo haga ( la fraternidad no es el arca de salvación ni es inmaculada), pero destila cierto resquemor hacia la institución.
ResponderEliminarEl hecho es que son casos aislados y aquí estamos hablando de casos institucionalizados o en su defecto de fundadores o superiores. Por su puesto que si se pone a hurgar, en todas las recomendaciones de don Wanderer encontrará un tirito al aire o alguna manchita. No sé trata de eso. Siempre los ha habido, si no mire un poco hacia atrás, el Renacimiento por ejemplo o los escritos de San Pedro Damián.
Por otra parte, jamás he escuchado de parte de alguien de la fraternidad que los abusos responden a la liturgia. Sería un poco absurdo ¿No lo cree?. Si otros males, por su puesto. Y en eso concuerdo absolutamente. La liturgia es el centro, el magma, el núcleo de la religión. Es muy importante aunque usted no lo crea.
Le recomiendo, sin ironía de por medio, releer el comentario de Lefe Estepario. Creo que da en uno de los clavos.
Suyo
A.G.
Lo que se ve como constante, desde mi punto de vista, en este tema de los institutos de cierto corte nacidos del siglo XX para acá, es que son hijos de su tiempo, demasiado hijos de su tiempo. Estoy pensando en lo que comenta el Lefe Estepario más arriba, pero también en la mentalidad mesiánica del extra coetus nostrum nulla salus, el culto a los fundadores, el uso de la estética de masas, la idea de que el miembro existe para el grupo (diferente de que el miembro exista para Cristo), etc.
ResponderEliminarSon resabios de una mentalidad moderna pasada de su fecha de vencimiento en la que se cree que aplicando la receta A de la cosa exterior 1 se va a lograr el paraíso en la tierra. Y resulta que no. Allá donde vayas, especialmente en la vida religiosa, vas a tener que elegir en función de lo que estás dispuesto a soportar y tolerar dentro del instituto para santificarte y ayudar a otros.
Respecto a lo de las autoridades... es que mientras tengan "vocaciones" está todo bien, porque el día de mañana el obispo X tendrá algún cura con el que tapar el agujero que tiene en su diócesis porque no tiene curas. ¿Por qué se arriesga a la gente? Lo mismo, por la mentalidad de use y tire. Mírese todos estos institutos que viven haciendo gárgaras con sus numerosas vocaciones y préstese atención, de 10 años a acá, si la franja etárea de la mediana edad ha crecido en proporción o no. Algo pasa en un instituto en el cual la perseverancia es igual o inferior a la de los institutos deformados o progretarizados en términos proporcionales a la cantidad de gente que entra. Así como tiene a esas religiosas que se suicidan o están medicadas, hay otros tantos que quedan por el camino de los que nadie se hace cargo. De nuevo, la persona está para servir a la institución y no para santificarse y servir a Cristo.
En todo esto se ha colado toda una teología de la vocación y los carismas que vaya a saber uno de dónde ha salido (sus orígenes los desconozco), por la cual la vocación se descubre por una especie de experiencia "mística" de consolaciones y sensación de pertenencia que pasa por alto cuestiones como la disposición natural, la aptitud física y psicológica, bajo la premisa de que si hay vocación (en ese sentido misticoide) entonces todo lo demás es irrelevante y la gracia suple y si no está supliendo es porque falta correspondencia. Pero resulta que la gracia supone la naturaleza. por otro lado parece que toda institución necesita ese carisma exclusivo y revelado directamente, la excusa para crear un chiringuito eclesial de incomprendidos. Yo qué sé, pero para mí que la congregación de hermanitas enfermeras fundada en un pueblo perdido de Italia en el siglo XIX no tenía esa clase de preocupaciones, sino lo básico y esencial: organizar la vida común para la santificación de las hermanas y facilitar el hacer una obra de misericordia.
La solución debería ir por ahí: dejar de rizar el rizo y buscar lo simple: allí donde tenga la posibilidad de hacerme santo y la Providencia lo disponga en sus medios ordinarios y esta sea la convicción dominante... ese es el lugar.
Como nota aparte acerca de institutos en Europa y EEUU: téngase en cuenta que en muchas de esas partes hay cierta desconfianza (comprensible) hacia la gente que se contacta desde estas partes del mundo, por ciertas aprehensiones respecto a que haya candidatos que todo lo que quieran sea ir a vivir al primer mundo y usen al instituto como via de entrada. Esto sin contar que ciertos desplazamientos no están al alcance de todos por el coste económico que conllevan y la falta de apoyo familiar que muchos candidatos puedan tener. No es asunto simple, las alternativas, aunque sean menos satisfactorias, están.
ResponderEliminarParece que la Hipocresía farisaica no es monopolio de los modernistas y liberales .
Disculpe don Wanderer, no sé qué más puede existir escrito en serio sobre el caso de los franciscanos de la Inmaculada, pero el artículo del link está muy flojo de papeles y está escrito por el abogado del P. Volpi, ciertamente interesado, por lo que le caben las generales de la ley.
ResponderEliminarHilbert.
A.G., gracias por la referencia. Aunque yo también escuché a un cura de la Frater decir que el problema de los abusos era sin más matices “culpa del Vaticano II”. Que hay influencias no cabe duda, pero me preocupa que se cuela a veces una actitud ideológica consistente en buscar explicaciones simples y unívocas para fenómenos complejos. La Providencia Divina tiene claro el devenir de la Historia, pero escapa a nuestra razón comprender todo el panorama más allá de las luces que nos da la Revelación, y lo único que falta es que caigamos en un “historicismo católico”, como el que se huele en la literatura de la TFP.
ResponderEliminar¿Qué hacer? Por ahora simplemente no sectarizarnos. Cada cual tendrá su “nicho” donde puede flotar, pero que no considere ese entorno por si solo tabla de salvación. Que hable con otros fieles y otros curas. Que se forme. Que no le de un cheque en blanco a nadie.
Lo que hace don Wanderer es socavar aún más la fe de los creyentes. Yo sigo creyendo que no todos son perversos. He vivido en religión y son los mejores años de mi vida. Hoy,por influjo de los medios y del metoo, parece que todos los seminaristas y las monjas han sido violadas y todo superior, un pervertido sexual. De haber existido esta moda de acusar a diestra y siniestra, hasta san Benito y san Bruno hubieran caido victimas del sistema. Creo don W. Que no contribuye a la dignidad de la santa Iglesia que usted meta todo en la misma bolsa. Me preocupa usted realmente.
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ResponderEliminarEn el final del 2014 , estuve ( en Europa ) , accidentalmente , con Franciscanos de la Inmaculada .Charlamos sin entrar en detalles . Pero saque una conclusion de la charla , que agradecía al Papa Francisco de la intervención , y que lamentaban las calumnias contra el padre Fidenzo Volpi .
Lefe estepario, el asunto del cheque en blanco es difícil. Más cuando se es joven, y uno vive rodeado de tanto desastre que ve una sotana e incienso y ya cree haber encontrado la tabla de salvación. Y ni le digo si uno se acercó con la intención de hacer discernimiento para la elección de estado.
ResponderEliminarEra famosa la frase de Roberto Yanuzzi "Todos tienen vocación religiosa hasta que se demuestre lo contrario" y otras similares.
Un superviviente de dos "nichos" impecables donde habia abusos.
Pasé u nos años como laico por Miles Christi. A la distancia, nunca me cerró su fundador, que era agresivo y soberbio en extremo (un psicópata, Diría Wanderer). Tenía un director espiritual que para mí era un santo. Me puse de novio y quiso que pensara si no debía ser cura. Su argumento fue que no me masturbaba, ergo tenia vocación. Insólito. Me casé, nos casó ese cura, y al tiempo colgó la sotana y se fue con una de sus dirigidas espirituales. Cusbdo sali de MC como laico "instituxional" recibí una carta del Fundador llena de sarcasmo y resentimiento, indicándole que yo era un cristiano mediocre. Pobres infelices los que siguen ahí. Saludos. Fernando de Antequera.
EliminarMi amigo, viví en una residencia de San Luis, administrada por MC, conocí al fundador.
EliminarNunca ingresé al Instituto, xq no tenían mi carisma o su misión pastoral no me representaba.
Dudo mucho de sus juicios, están afectados por sentimientos y carecen de prudencia y justicia.
Voy a sus retiros y jamás sentí coaccion o opologia de ser parte de su obra.
Dios guarde y perdone tanto resentimiento, los institutos y los fundadores son perfectibles, no son santidad.
Lo que ustedes quieran y más también. Pero lo cierto que en 40 años hay que buscar con lupa para encontrar 2 o 3 casos dentro de la FSSPX.
ResponderEliminarY sí, quévachaché, tuto bene solamente en cielo!, pero la performance es notable.
Que lo reconozcan o no, es igual.
Suyo,
Yusepe Verdi.
El Vaticano II no fué otra cosa que un naufragio, dónde de los restos de la barca algunos intentaron hacer la suya propia; con talento, inventiva y mucha propaganda. El caso del Palmar de Troya fué el mono en españa para mofarse de lo tradicional, para hacer creer que es pura locura. Pero el pulular de institutos revestidos de lo que cada uno quiso y pudo agarrar de ese naufragio es sin duda un fenómeno del mismo. Legiones extranjeras a montones se crearon, de un retiro vocacional gestionado por un instituto "x" al que asistían treinta mozuelos, 29 volvían con "vocación", y todos en ese instituto, ninguno para diocesano o monje de cualquier monasterio. Incluso el instituto es como un gran supermercado en ofertas, tiene de todo, vida monástica y activa, vida medio contemplativa/medio activa... y claro, pasivos y activos había y hay sin duda.
ResponderEliminarTodo el que entra en estos institutos siente que está en la Iglesia, que su organización es la Iglesia y que el fundador es su profeta.
Pero es cosa del diablo sin duda, la liturgia es esencial, pero algo falta... no sabría decirlo con exactitud, pero... ¿vieron cuándo uno entra a un lugar rodeado de incienso, pero percibe que Dios no está? bah... son sensaciones extrañas, pero por algo le pasan a uno. Que el abad de Montecassino se haya rajado con la guita destinada a la caridad y que se refocilase con otros másculos en hoteles de lujo es algo que a uno lo deja perplejo.... no era el monasterio de Tupungato, y sin embargo...
Todo esto es terrible y amargo, las vigas se nos caen encima, la casa está agrietada por doquier... pero el cimiento es firme, aunque tal vez nos mudaron con casa y todo y ni nos dimos cuenta.
Hay que buscar casitas con habitaciones pequeñas pero con living grande, porque juntarse con los fieles que uno tiene cerca es lo único que anda quedando de alivio y tal vez de Salvación... Algún curita Dios siempre nos manda, pero un día tal vez ya no sea así.
Ajenjo
La Iglesia necesita un poco de caza de brujas... Habría muchas injusticias pero o se actua duro ante cualquier denuncia de abusos físicos/psicológicos/sexuales, homosexualidad, corrupción económica, desobediencia sistemática y herejía, caiga quien caiga. Cuando se haya echado a un montón de gente y otro montón esten en celdas en la cartuja u otros sitios similares, se convocan sinodos provinciales, como los que mandaba Trento para que se decida en cada sitio la mejor disciplina a seguir a partir de entonces. Y si no queda ni el tato, vale.
ResponderEliminarPero es que hemos llegado al punto de que uno no va a dejar que su hijo se haga monaguillo o su hija se meta en un monasterio.
Y si hay que disolver casi todos o todos los institutos/ordenes etc. Pues que se haga. Los monasterios pueden seguir con la Regla de San Benito o la de San Bruno o Santa Teresa, con poca o ninguna organización por encima del monasterio, solo el obispo y quizás el abad del monasterio fundador. Todos los edificios que sobren se venden y se paga con ello reformas de las iglesias en sentido tradicional y el resto para la caridad. Y todas las monjas que queden que se dedican a la enseñanza que las organice el obispo del lugar y se ponga a alguien responsable, severo, piadoso y astuto en Roma para vigilar. Y las que se dediquen a la caridad pues otro tanto etc. Los curas si se quiere continuar con el celibato que se vayan cogiendo entre varones de mas de 30 años maduros, sin problemas psicológicos advertibles, que tengan una excusa razonable de porque no se han casado (pueden haber tenido mala suerte) y que tengan un buen medio con el que ganarse la vida. Se les hace estudiar teología y colaborar en la liturgia de una parroquia hasta que estén preparados para ordenarse diáconos. Y si, no pues que se escoja a varones casados probados ya (o las dos cosas, los célibes para párrocos y obispos, los casados para diáconos que administren el día a día o presbíteros que dediquen ratos a hacer tal misa, o catequesis o confesar).
Quedaría el paraíso? No. Quedaría una Iglesia llena de humanos falibles y pecadores; y con algún psicópata suelto pero donde podrías fiarte de que tu hijo sea monaguillo igual de lo que te fías de que vaya al cole o a un equipo de fútbol o de que tu hija profese en un monasterio igual de que se case. Y nos quitaríamos un montón de mierda.
No dudo de que muchos de los casos sean ciertos. Pero también es real que ocurren falsos. Por ejemplo, hace unos años denunciaron a un sacerdote conocido por abuso de una chiquilla. Más allá del impacto inicial, me resultaba extraño. Pero, "caras vemos corazones no sabemos", la sospecha me quedaba. Después se demostró que quien había abusado de la niña había sido el padrastro. Hoy por hoy la fama del sacerdote es tan mala (creo que causada principalmente por la ausencia de disciplina en la Iglesia que se niega a castigar internamente lo que conduce a que el deshonor de uno ensucie el honor del resto), que cualquier denuncia da por cierta.
ResponderEliminarOtro tema que creo que puede entorpecer en muchos casos es el secreto de confesión. El P Malaqui Martin hace mención de eso en "el último papa" y proponía levantar la obligación dle secreto en esos casos (aunque ponía algunas condiciones que no recuerdo en este momento). Vaya uno a saber qué es lo que hay detrás de cada denuncia.
En todo caso, demostrado el hecho, creo que sería bueno que el Papa, como rey en el Vaticano, aplique penas más severas en estos casos, como la pena capital (sería positivo para todo el mundo: posibilidad de salvación al depravado, y alivio para las víctimas).
Alfonso Jesús Vivar
Estimado Anónimo 19:06:
ResponderEliminarCreo que crítica es injusta. Yo no “socavo aún más la fe de los creyentes”. Pareciera que lo que usted prefiere es que cerremos los ojos y la boca ante lo que está sucediendo y lo que ha sucedido en las últimas décadas en la Iglesia. La negación de la realidad no soluciona nada; el único modo de encontrar una solución es tomar el toro por las astas, y eso significa recibir algunas cornadas, unas cuantas patadas, ensuciarse con el barro del corral y pegarse un par de porrazos.
Yo en ningún momento digo que “todos los seminaristas y las monjas han sido violadas y todo superior, un pervertido sexual”. Yo hablo solamente de cinco institutos argentinos de reciente fundación -a los que ni siquiera pongo nombre-, en los que los fundadores tuvieron denuncias de abusos. Por eso mismo, no pongo a todos en la misma bolsa. ¿De dónde saca eso? De hecho, menciono monasterios y congregaciones religiosas que me parecen recomendables.
Yo entiendo que todos estemos muy doloridos y sensibles por lo que está viviendo, pero la solución no vendrá negando la realidad. Si usted tiene un tumor, por más que se niegue a ver los resultados de la tomografía, el tumor seguirá allí, y lo más probable es que lo mate.
El enlace sobre los Franciscanos de la Inmaculada, que los acusa de abusos sexuales y tráfico de drogas me parece muy poco creíble. Habla de falsas acusaciones contra Volpi, pero no dice nada de que Volpi fue condenado por la justicia por difamar y mentir sobre los Franciscanos de la Inmaculada.
EliminarMi amigo.
EliminarEn mi castillo de vida interior, su artículo me ayudó a crecer en la Fe.
Siento mucha tristeza por algunos casos de abusos, son serios y la iglesia tiene que acompañar al abusado.
Ahora usted me preocupa, perdió o se enfrió el Primer Amor.
Tiene tantos temas para de debatir y trae a consideración y con varios juicios absolutos este...
La perversión de lo mejor.
Ojalá cuando pueda y quiera frente al Santísimo, pedirle perdon por ser causa de confusión, no se olvide que Jesus es el primer ofendido es El.
Las Dos Banderas. O se está con Dios o con Lucifer. No hay grises.
ResponderEliminarMezclemos esto con lo sexual y estamos en un enorme problema.
En cuanto consiento la tentación en mi mente, me paso a la "bandera de Lucifer" e inconcientemente delego la voluntad en el mismo demonio que "mete la cola". Ya no puedo frenarme porque Satanás es un ser superior. Resisto lo poco que puedo, pero ya me vendí a su bandera interiormente.
El demonio mismo se las ingenia para probarme y traer un seminarista para seducirme. Cuanto más virtuoso es uno, más dificiles son las pruebas que permite Dios. Es soberbia pensar que uno por sus propias fuerzas puede vencer las tentaciones. Son pruebas de fidelidad. Es el combate que hay que luchar, que dejará cicatrices.
Pasan cosas terribles, porque somos humanos, naturaleza caida y la carne es débil... Es cuestión ahora de hacer un buen examen y pedir perdón en la confesión, borrón y cuenta nueva, lo pasado pisado.
Eso que describo genera una personalidad obsesivo-compulsiva. Es para ir a un psicólogo, no para un cura.
Alberto
El problema está precisamente en que los laicos/curas parroquiales, deberían dejar de aconsejar como buenos, lugares donde nunca vivieron, ni pisaron. Podrían empezar todos ayudando por ahí, cuesta años de terapia después recuperarse de los lugares que nos recomendaron como "buenos".
ResponderEliminarUn sobreviviente de una de las 5 sectas.
Todos estos sucesos me recuerdan a los ritos sexuales y festividades relacionadas con ellos que se llevaban a cabo en Grecia y Roma, como las Bacanales, Saturnales y Lupercales entre otras. En el paganismo, los excesos y orgías estuvieron siempre relacionados con el culto a los dioses, como la prostitución sagrada.
ResponderEliminarCristo oró al Padre, no para que sacara a su Iglesia del mundo, sino para que la guardara del mundo. Por tanto una "iglesia" entregada a las bajezas del mundo que continúa en el paganismo, o bien no es de Dios, o Dios es impotente para guardarla. Me quedo con la primera opción.
Para quienes les interese, pueden leer aquí (en francés) el artículo publicado en Le Point sobre el libre de Martel, con una entrevista de este y algunos extractos de Sodoma.
ResponderEliminarhttps://passezoutre.blogspot.com/2019/02/extraits-du-livre-de-frederic-martel.html
Una primera lectura de los extractos parece confirmar aquella premonición del Capitán Ryder, según la cual, el libro podría ser una enésima jugarreta bergogliana para dejar mal parados a los conservadores.
Anónimo de las 11:08..
ResponderEliminarY la CRUZ ...para que ..?
Si no recuerdo mal un profesional de la información de la categoría de Henry Sire en "El Papa dictador" defiende a los Franciscanos de la Inmaculada de las acusaciones. No creo que haya actuado a la ligera. Y como muestra de desolación eclesial contra la que habría que reaccionar no creo que sea menos grave la que supone el olvido de los actuales mártires. Y ahí no hay dudas de lo que está pasando. Sólo en Nigeria más de 450 cristianos asesinados.
ResponderEliminarLo cierto es que hoy cualquier candidato a la conversión al catolicismo que aplique el 'por sus frutos los conoceréis', pondrá los pies en polvorosa y se perderá en el horizonte. Y yo, sinceramente, no lo podría culpar.
ResponderEliminarComo Frodo en el Concilio de Elrond...
ResponderEliminarSuelo leer los artículos y los comentarios de este blog con placer y serenidad, porque, aún de acuerdo o en desacuerdo, la amabilidad y la búsqueda serena de la verdad es lo que suele notarse... Pero en este caso reina tal inquietud que me da la impresión de que todo el mundo está enarbolando en forma tajante la solución o su completa decepción... Iba a agregar que "la analogía tiene más de analogía que de semejanza", que yo no era Frodo, etc., etc. pero me doy cuenta de que cada uno de nosotros ES Frodo, y debe cerrar un momento los ojos, serenarse y seguir cargando el anillo... la cruz, su cruz. ¿O acaso creíais que veríamos estos tiempos sin sufrir de verdad? ¿Creéis acaso que decir "¡qué barbaridad lo que ha dicho tal obispo! ¡oh, qué horrible, qué sufrimiento!" es sufrir? ¡qué risa! Sufrir es una cosa seria, sufrir es sentir que te han traspasado el alma con una lanza como alguien profundamente enamorado que no es correspondido... Lo demás es verlo de afuera.
Pensar que siempre fue un orgullo tener un hijo sacerdote. Y lo es, si éste es un buen sacerdote. Pero hoy también es una cruz, porque hay una gran sanción social hacia el clero por todas las cosas que están pasando. Dios les dé fortaleza a los buenos sacerdotes, y también a sus padres.
ResponderEliminarEsto se pone movido: según leo, Monseñor Athanasius Schneider -Obispo Auxiliar de Astana, en Kazakhstan- ha afirmado que el Cardenal Kasper 'no vive la Fe de los Apóstoles, y que se ha moldeado una fe propia al gusto de su ego'....
ResponderEliminarMons. Athanasius Schneider
With his reasoning against the Manifesto of Faith, Cardinal Kasper has only demonstrated that he himself does not anymore live in the true Faith of the Apostles and of the Church of all times, but, on the contrary, he represents a Christianity that in the manner of a gnosis has built up for itself a world of an alleged faith after the taste of one’s own ego or the predominance of the respective “Zeitgeist” (the spirit of the age).
ResponderEliminarGilles de Rais ...
¿ Conocía a Martel antes que aparezca hace un mes atrás ..?
Debe afirmarse que el cristianismo apostólico y la ortodoxia católica tienen una perspectiva singular en lo referido a su comprensión de la crisis mencionada. Era muy sencillo, limitar seriamente la fundación de nuevas ordenes. El papa Clemente en sus justificaciones para disolver a la Compañía de Jesús 1773, si Dominus ac Redemptor, mencionaba la imposibilidad de nuevas fundaciones. El papa León XII, ya a inicios del siglo XX lo afirmaba nuevamente. Entonces, ¿qué ha pasado?. El poder y el sentimentalismo místico se ha impuesto. Volver a la tradición apostólica, y sospechar de tanta revelación privada y tanto santurrón, como santurrona. La justificación ha sido que los carismas y caminos de la iglesia son tan variados, pero eso lo tenían claro los apóstoles y recordemos los frutos que cosecharon: Europa, África del Norte y parte de Asia evangelizada. El lema, que mantienen los grandes místicos: el camino de la unión con Dios, ya la gracia santificante y la acción del Espíritu santo será proporcional a la devoción de cada persona, comunidad y nación. Pero es cierto no más fundaciones. Qué los "santos" fundadores modernos miren antes de solicitar permisos en Google los miles de institutos, ordenes, y movimientos que existen, muchos de ellos fundados por la gula espiritual y la soberbia de su fundador. Evagrio Póntico, o Evagrio el Monje, también apodado El solitario, como todos sus santos y anónimos amigos deben reírse de lo bueno con tanto espíritu de fundación, fenómeno principalmente occidental y en parte derivado de san Benito, san Jerónimo como también de san Agustín, de cierta manera ellos, gigantes desde luego, pero un tanto ya modernos en su pretensión fundacional.
ResponderEliminarWanderer: ¿cómo puede usted conceder algún crédito a un texto que afirma, por ejemplo, que el P. Volpi fue asesinado por la Camorra? ¿Está usted de broma? ¿No conoce cómo se las gastan los enemigos de la Tradición? Ese escrito no merece ningún crédito.
ResponderEliminarDurante 7 años forme parte del movimiento de laicos de los Legionarios de Cristo. El padre fundador, vivo en ese entonces, lo idolatraban y lo trataban de santo en vida. A mi particularmente no me cerraba su postura (nunca me cayó bien un hombre que se tiñe y menos un cura), Por el año 2000 salieron acusaciones en la revista Newsweek de EEUU acusándolos de pedofilia y que había 6 sacerdotes denunciandolo desde 1950.
ResponderEliminarSe lo defendió diciendo que era una operación de la masonería, incluso yo mismo he salido en su defensa.
En el año 2006 cuando estalla el escándolo, todo fue desilución tomada con calma.
Actualmente no defiendo a ningún sacerdote más.
Sigo mi camino, que ellos sigan el suyo.
Voy a misa y nada más
Esto se está poniendo que arde, dijo una vieja y le estaban quemando la casa. Dios nos ayude, pero cosas como estas pueden ser las últimas y más eficaces estrategias para confundirnos y sumarnos a la apostasía colectiva...
ResponderEliminarAjenjo
Wanderer:
ResponderEliminarTriste es ciertamente lo que está pasando. Muchos deben pasar por una situación y una sensación que se asemeja a darte cuenta que tu marido tan perfecto, aquel que va a misa en latín, que te trata como una dama y que se gusta decir de si que es un caballero de los que ya no existen, No solamente se masturba y mira pornografía (perdón la brutalidad) sino que a la vez te engaña con otra. Esa es la sensación que uno tiene la primera vez que se entera de estas cosas y se promete que no va a volver a caer. Pero, como la mujer golpeada y abusada vemos Un altar reluciente, un hábito impecable, un poco de latín y allí vamos corriendo hacia los brazos del lobo disfrazado de oveja.
Y la pregunta es siempre la misma ¿Por qué si todo esta bien hecho volvemos a ser engañados? La respuesta es que no le hacemos caso a Nuestro Señor, nosotros, los amantes de la belleza, vemos el sepulcro blanqueado por fuera y nos olvidamos del cadáver que está dentro.
Más que vedar monasterios, es hora de volver a lo central y a no fijarse tanto en lo perfecto que hasta en la misa con guitarra se puede encontrar la santidad. Muchas veces si uno se deja guiar por el Espíritu Santo y sorprenderse, va a lograr escuchar al cura local dar, por accidente, un buen sermón, sólo si nos dejamos interpelar, sólo si nos bajamos del pedestal que juzga y empezamos a disfrutar de una misa como un laico normal. Nunca me voy a olvidar de como Orugario le recomendaba a Escrutopo que distraiga al paciente de la presencia Real de Cristo con los pecados del cura, o las faltas de la vecina que está en la fila a comulgar.Simone Weil decía que Cristo está hasta en la formas liturgicas disminuidas, porque ahí es donde está siendo verdaderamente vuelto a crucificar y ahí vale el doble. Y la verdad que me quedó con lo que Dice ella, he tenido mi propia experiencia en alguno de los reductos que menciona donde abunda la sotana y falta la caridad.
La pregunta o la cuestión que se me ha hecho es ¿y nosotros qué hacemos? ¿ya no se puede confiar en nadie? Y uno que antes era pequeño, pero que ya lleva varias cicatrices en el corazón dice:" Lo que hacemos es seguir adelante con la mirada puesta en Cristo y no en las personas, haciendo el bien y rezando" No hay más, seguir adelante porque el camino sigue y no podemos quedarnos atras, ni de brazos cruzados.
Hasta ahí mi comentario y me disculparán la catarsis brutal, pero dada la historia algo tenía que Comentar.
Oremos los unos por los otros y acompañemosnos porque la cosa está dura y necesitamos de nuestros hermanos
La pequeña y vieja guerrera
Mary Lennox
En respuesta al anónimo del 14 de febrero de 2019, 17:41. F Martel es un conocido activista homosexual de la izquierda francesa que obró mucho para la adopción del PACS (primer escalón antes de llegar al mal llamado “matrimonio” igualitario) en los años ‘90.
ResponderEliminarIndica él mismo que la Iglesia no es lo suyo, pero que fue contactado por un cura de su “parroquia” (como llama a los homosexuales del Vaticano) y que, a raíz de ese contacto, se le ocurrió investigar el tema de la homosexualidad, -sobre el cual ya tiene varios libros escritos-, en la iglesia.
De los extractos que pude leer, comienza pegándoles duro a Burke y Benedicto XVI y exculpando a Francisco.
Me da la espina, pero éste un análisis personal, de que verdades habrá en el libro de Martel ya que no le habrá sido difícil encontrar correligionarios suyos entre los monsignores vaticanos.
Pero también me parece que alguien con el pedregree de Martel no pudo andar suelto mucho tiempo entre el mármol de esos palacios, sin que Panchito se entere.
Me pregunto entonces si Martel no fue usado, con o sin su consentimiento, para ajustar cuentas con los “rígidos de la curia”. Es significativo que un capítulo de su libro lo dedique al cardinal Burke, por ejemplo.
Ya lo sabremos.
Por el momento, pero puedo equivocarme, ni el Vaticano, ni ninguno de los presbíteros citados en el libro han hecho desmentida alguna.
Al igual que lo que ocurrió con Mgr Vigano, se sabrá más de lo que no se diga (“no diremos una palabra sobre el asunto” – “juzguen ustedes mismos”) que de lo que se afirme y/o niegue desde la sala de prensa vaticana.
Algunas cosas…
ResponderEliminar1) Había muchos motivos para intervenir a los Franciscanos de la Inmaculada: Poco discernimiento en lo vocacional, mala y escasa formación intelectual, poca atención a la salud de sus miembros, coacción, etc. Pero al artículo que linkeo no se le puede dar ni un mínimo de credito.
2) Por un lado hacemos un mea culpa con respecto a haber alabado a ciertas congregaciones conservadoras hoy caídas en desgracia y por el otro seguimos juzgando a una congregación o a un obispo por la cantidad de seminaristas, la posición de los candelabros o si celebran en latín o en lengua vernácula. (No me corra con lo del obispo auxiliar de Merlo...nadie esta defendiendo eso). Y la realidad es muy complicada.
Todos seguimos aplaudiendo a Burke por su tenaz defensa de la fe contra la Amoris Laetitia. Pero en su paso, como obispo de la diócesis de Saint Louis, dejó un tendal de curas que no hicieron ningún tipo de discernimiento y que ahora piden la reducción al estado laical…
3) Hay congregaciones donde de todo se culpa al diablo. Pero en las que toman antidepresivos en general de todo se culpa a la psiquis...porque no creen en el diablo...
4) Pregunto: El I.C.R.S.S. no es también una nueva fundación? No tiene muchas de las cosas que los emparentan a los otros grupos? O es que la misa Tradicional evita esas caídas?
Pequeña Mary, como hombre ideal de esos que casi ya no quedan, se lo digo:
ResponderEliminarVaya a misa a la FSSPX, no haga más pruebas. Las excusas o preerencias que tuvieron hasta hoy son insuficientes, que una cosa son los detalles que no le gusten y otra los crímenes o el tener que concurrir a misa con un rito pueril esperando que sea ese el domingo que el sacerdote acierte en decir algo correcto.
Se trata de ser un simple laico, que escucha desde esa posición, estoy de acuerdo con usted. Pero esa simpleza no quita que haya un núcleo de conincidencias básicas, como la vez del Pacto de la Moncloa que tanto les gusta los ibéricos.
Entiendo su punto, pero no es posible, con cierta formación y vivencias mínimas, aceptar al cura local como usted propone con sincera humildad.
No digo que la FSSPX sea lo único viable de la Iglesia, pero en Argentina, salvo muy específicas excepciones que no exceden de uno,dos o tres curas por provincia, no encontrará otra realidad.
El viejo anti lefebvrismo está complicado con todo esto de los escándalos, pues no va a ceder y "allí no terminarán". Mala suerte para ellos, pero no creo que sea su situación.
Lennox, había que meter a los que celebran en latín para decir que no sólo los modernistas son abusadores, no sé si alcanza a ver la movida de bergoglio en esto.
ResponderEliminar
ResponderEliminarMary...esa es precisamente la conclusión a la que los enemigos de la iglesia querían que la gente arribara....que en las misas con guitarra también hay santidad....oh si estuvo perfecta la movida de los demoledores de siempre.
Mary especialmente no se puede confiar en los modernistas.
ResponderEliminarEstimado Wanderer: me parece que le ha faltado un comentario respectivo al Santo Padre. Hace menos de una semana lo dejó en ridículo en un artículo de este blog por decir que ponía el acento en los casos de monjas violadas por sacerdotes, cuando el problema de abusos "importante" era otro: la homosexualidad en el clero.
ResponderEliminarUd mismo pone fuerte énfasis en este post sobre el asunto de las monjas, reconociendo que tiene dimensiones considerables el problema. No hubiera estado mal un "Francisco tenía un punto", ni siquiera digo darle "la razón".
Sin ánimo de trifulcas, el Marqués del Godoy.
Gelfand: no conozco a fondo al ICRSS, en general sus sacerdotes parecen buenos, pero tienen unas cosas respecto a las pilchas... que a mi me dan cosa. Así como da mala espina un obispo disfrazado de laico, un fundador disfrazado de ¿obispo? o sus miembros disfrazados de prelados (y no me vengan con que están autorizados, esto es todo menos tradicional) o siguiendo ciertas "modas" decimonónicas (que parecieran mandadas por sus estatutos) o poniendo su escudo y colores hasta en la sopa, tendría que producir algún resquemor.
ResponderEliminarY lo dice alguien a quién le encanta estudiar las barroquizadas costumbres vestimentarias eclesiásticas (aunque prefiera mas la sobriedad y nobleza de la Edad Media).
Repito, por lo que sé son excelentes sacerdotes, sus liturgias son bellísimas, pero ¿sólo a mi me encienden la alarma estos detalles? Y esto, mas que de los "canónigos" intuyo que es cosa del "monseñor".
Entiendo lo que dice, aunque no conozco el caso que muenta. Me sucedió algo similar con un fundador de una sociedad religiosa, que conocí en una oportunidad. Dio un sermón bellísimo sobre los dolores de la Virgen que aún recuerdo a pesar de mi escasa memoria. Pero había algo en el cura que me chocaba. Una nimiedad, pero que tiraba todo abajo. Llevaba el flequillo colgando sobre la frente. Me pareció en su momento, que era a propósito, pero no quise hacer un juicio temerario, y supuse q tal vez fuera un mal corte de pelo que le habían hecho (el corte era reciente, se notaba por lo prolijo). Pero buscando fotos en internet vi que siempre lo llevaba.
EliminarNo sé si es una estupidez, pero no cierra la imagen con la vida espiritual que quieren dar a entender que llevan.
En este caso, luego me enteré que tenía denuncias por acoso sexual también. Ignoro si hay condena o no. Pero...
Lo peor es que uno llama la atención sobre estas cosas y es criticado. Y luego ocurren las denuncias, y los que defendían al abusador creen que uno está contento por haber acertado y se resienten. Me pasó con el P Buela. De acosos no sabía nada, pero le criticaba el forzamiento de vocaciones. La vez que me enteré lo de los abusos, no dormí en toda noche del espanto. Y no, no es agradable acertar. Se sufre mucho más de lo que se cree.
Alfonso Jesús Vivar
Por lo que leí en algunos comentarios, varios festejan que la FSSPX sufre mucho menos casos de aberrante corrupción entre sus sacerdotes.
ResponderEliminarNada de que alegrarse: en vez de despojarlos del estado clerical y expulsarlos con deshonra, también se han dedicado a prudentes "traslados", lo habitual entre todos estos perversos, sean progre, tradi, homo, hetero.
A victimarios, cómplices, ocultadores y/o tolerantes les espera el mismo infierno.
Dios no les va a preguntar qué misa celebraron...
"Cosa terrible es la religión" Sí, con el tiempo Chesterton se volvió más religioso en sus ensayos y los lectores lo fueron abandonado. En Ortodoxia menciona claramente la idea de que al leer por primera vez el Evangelio, entendió el sentido general como lucha, combate, guerra permanente. De todas formas no es el mismo sentido de la cita inicial del post, creo. También dijo un poeta pagano que de todas las cosas más terribles, las más terrible es el hombre. Son dos ideas similares como para distinguir el paganismo y el mundo, y la fe.
ResponderEliminarUn hombre con un poco de espíritu, aunque no con vocación religiosa a tiempo completo, percibe a temprana edad que el mundo moderno no esta hecho para él, pero no se deduce uno a uno de ahí el volverse cura o monje, si bien quizás lo piense en secreto y algún líder estafador de esas fundaciones de moda lo quiera pervertir.
Si se trata de informar estos males reales a los desprevenidos hombres con algo de espíritu, me parece bien que lo hagan los mismo católicos. También es verdad que con poco espíritu se llega a comprender rápido estas situaciones. Hoy la información vuela. Deben ordenar pelotudos que no se enteran de nada. Sostener el principio "de rumores sólo se levantan castillos en el aire" en contradicción con que no es la prensa anticatólica precisamente la única informante de los casos de abuso, pues no quieren deducir el mundano "algo de todo eso debe haber". Ni hablar de los casos ya demostrados.
Sumar el principio de que el cristiano se justifica más y más, entonces comienza la perorata contra el mensajero, el pesimismo, el endurecimiento de los corazones etc. etc. (la lista es larga, perdida de fe, de esperanza, "apocalíptico amargo"-aburre la enumeración sabida- con el fin de defender al líder fundador, ahí está lo terrible. Ya están comprometidos (committed dicen en el juego). Un poco de espíritu (perdón, nada de espíritu, de lo contrario estarían alertas contra la simplificación en la inteligencia de los hechos), y el Evangelio fuera de contexto. Cuando cualquier ataque o defensa viene de asumir una posición y no la búsqueda de la verdad por ella misma, se parecen mucho a los políticos en campaña: dicen barbaridades sin razón de ser con tal de pegarle al contrario, por lo cual no se sabe si son estúpidos o simplemente humoristas, o las dos cosas.
Vino nuevo en odres nuevos y a no perder el tiempo. ¿Dar soluciones? Ya lo dije. Pero yo no puedo nada.
Afirma el Anónimo de 22:36 que Dios no les preguntará qué misa celebraban.
ResponderEliminarCreo que no lo hará porque todo lo sabe y que el hecho de celebrar la misa y no una fantochada hace que aquellos encubrimientos, de haber existido, sean más graves que los que pudieron haber realizado en otros institutos o diócesis.
No obstante, no se trata de que la FSSPX sea perfecta. Nada que dependa de los hombres lo es. Aún en la alta edad media pasaban estas cosas.
Lo que no se puede poner en duda es que la FSSPX no cae en estas cuestiones con habitualidad y que uno puede concurrir durante toda una vida a una u otra capilla sin tener que haberse escandalizado por temas de este tenor. De hecho, que se mencionen apenas dos o tres casos desde su fundación, lo dice todo.
Sería bueno conocer un plazo igual de tiempo, en cualquier siglo y congregación religiosa, para ver a ciencia cierta si es tan mala la situación de la FSSPX comparadas con otras.
Les pido a los que lean estos comentarios que si algún fiel o amigo de confianza, les cuenta que está pasando un mal momento con algún sacerdote, religioso o director espiritual, por favor le presten atención y no lo dejen pasar. Generalmente las personas abusadas no son conscientes de esto, hay una manipulación realizada con cuidado. Escuchen con atención a sus amigos, denle la seriedad que se merece, no los desestimen, no les digan que no es tan grave y sobre todo, cuando la persona ya tenga conciencia del abuso, créanle, por favor, el abuso no es una moda, es algo que está pasando de verdad y somos muchas las víctimas.
ResponderEliminarAgustín: Estoy de acuerdo con vos. Esa devoción por la puntilla no es sana. Como tampoco es sano que un instituto de ese tipo haya sido fundando en Gabón. Lo que no es normal no es sano. Y no vengan ahora con esto de que los santos son así y no siguen lo que es simplemente normal…
ResponderEliminarY eso no quita que en el ICRSS haya excelentes sacerdotes...
Creo que caen en un grave error quienes afirman que la Fraternidad no ha tenido casos de abusos. Que no se hayan hecho públicos no significa que no existieran. Escándalos de polleras o de pantalones han tenido y muchos. Es más, en muchos casos, la solución fue simplemente cambiar al sacerdote de destino. Solución más grave que el problema. En estos momentos estoy pensando en 6 casos que conocí hace varios años, que eran 3 y 3.
ResponderEliminarLa cosa es obvia: si tiene flequillo y denuncia, es culpable. Ignoramos si tiene condena, peeeeero.......
ResponderEliminarAsí vamos. Los que defienden a Maciel, los que condenan por el corte de pelo, los que creen que los lobos están excluidos de las liturgias antiligúrgicas... Así vamos.
No es el corte de pelo el asunto, sino la vanidad del corte. Pensé que estaba claro. Y vanidad no de una obra buena (tentación de la que dudo se libre alguien) sino de algo tan "adolescente" como un flequillo estudiado.
EliminarHabía contradicción entre la vida espiritual de perfección que se proclamaba y los hechos.
Alfonso Jesús Vivar
El ICRSS tiene muchos defectos, aunque una cosa sean las fotos y otra la realidad, diríamos más prosaica que las puntillas de las fotos, pero no idolatran al fundador. Conozco varios y nunca escuché que los sacerdotes o seminaristas hablaran del fundador como de un santo.
ResponderEliminarEstimados:
ResponderEliminarQué lejos estamos del 2008, muchos no sobreviven el desafío de los 10 años. Pensé que entenderían el comentario, incluso que se armaría un buen debate sobre ¿Qué es lo que realmente importa? Pero no, respuestas mediocres y conspiranoia, quizás un ataque y alguien que se dice "el hombre ideal de los que ya no quedan". Por favor, hombre ideal sólo Cristo, el resto, como ya lo dijo Platón, somos meras copias. Y santidad... Dios puede sacar santidad de estas piedras si quiere.
Estimados, lo esencial es invisible a los ojos y ustedes están ciegos.
Nadie está a salvo de no caer, nadie tiene la vaca atada, somos todos pecadores que buscamos llegar a casa, lo importante es no perder el norte a pesar de las bajas. ¿Cuál es el norte? Cristo es el único norte, el resto es silencio. Recuerden el Evangelio y en el tengan fija su mirada, sino van a desesperar como Denethor de tanto mirar al Palantir.
Una última cosa aún con las últimas noticias del Cristo Orante, hay que seguir rezando, más que antes.
Un saludo atento en la oración
Mary Lennox
Sin embargo soy su hombre ideal, dear Mary.
ResponderEliminarNo hago todas esas cosas feas que menciona.
Atte.
Claro que la religión es algo peligroso, peligrosísimo, la idolatría en sus diversas formas acecha todo el tiempo al creyente, pero el que cree en espíritu y en verdad, recibe, aún en su frágil existencia, un gracia indestructible.
ResponderEliminarLo atroz aquí es que todas estas instituciones, la mayoría surgidas o aprobadas durante el larguísimo pontificado de Juan Pablo II, hicieron de la idolatría un sistema. Aterrados muchos por la pérdida de relevancia espiritual, cultural, moral, política del catolicismo romano, sólo pudieron sacar como conclusión que había crear este tipo de agrupamientos, casi sectarios, centrados en la persona del fundador, autoproclamatorios en cuanto a su rol en la historia de la iglesia, despreciadores de todas las demás instituciones religiosas. Aunque muchos "tradicionalistas" o conservadores, sin embargo siempre en búsqueda de novedades, melindrosos en lo accesorio, prescindentes en lo esencial. Dispuestos a destruir el alma de cualquiera por bien de la institución, mintiendo como razón de estado, cultivando el snobismo y la codicia.
Pero, sobre todo, tratando a los miembros de estas instituciones o a las personas que se acercan a ellas como medios, o instrumentos para un fin completamente mundano, completamente antievangélico, prevalecer, influir, brillar...Nunca un ser humano ha de ser visto como un mero medio, Dios en su creación lo ha establecido así. Tratarlo como un medio para algún fin ulterior, supone borrar la imagen que el Creador ha impreso para siempre y la dignidad que le corresponde por eso. Jamás puede ser un medio para consolidar el poder, aún un poder "religioso", porque poder y riqueza, en sus diversas formas, son, como decía Santa Teresa de Jesús, como dos cadenas para quienes quieren servir a Cristo. También juega aquí el prestigio, la honra, que como también decía la santa es como paja de romero seco...nada. Pero cuando una institución quiere la nada, bajo cualquier de estos tres modos, poder, riqueza, prestigio, disfrazados, falsamente espiritualizados, en vez de desear el rostro del Dios Viviente...entonces el demonio baila, y los ídolos viejos y nuevos toman su sitio espantoso.
Conozco a uno de estos muladares de manera directa, todavía me duele el alma por lo allí vivido, y pude sobrellevar muchas cosas cuando comprendí qué lejos estaba esta gente del Evangelio, del cristianismo, de su tradición antigua y medieval, de la vida de los grandes santos, tan equilibrada, tan divina, tan humana, tan sabia, tan sana.
Estamos ante una especie de idolatría nihilista, que no puede leer la contradictoria y doliente presencia de Dios en este tiempo sino en las excrecencias más marginales, y dañinas de tiempos pasados, de sus brillos y sus glorias, humanos, demasiado humanos.
Mientras tanto, papas, cardenales, obispos y otras yerbas han estado al tanto de todo, o progresivamente de todo, y han sido, casi siempre, perros mudos. Espero, que de alguna manera, el tiempo del silencio cómplice, dela cobardía, del disimulo, se termine...la realidad siempre encuentra su cauce para expresarse, el tema es qué van a hacer quienes han tenido responsabilidades y no han estado a la altura...pero sobre todo la cuestión es qué haremos los creyentes para confirmarnos en la fe, porque, lo sabemos, la imagen de este mundo pasa, pero hay una Imagen Perfecta, un Eikon, que permanece, Cristo, Rostro amable y terrible de Dios, ante el cual no habrá razones de estado que valgan.
Estimada Mary: no hay nada de "ideal" en Cristo, Él es más concreto que usted y yo.
ResponderEliminarIn Domino!
Me ha parecido muy interesante éste blog, lo voy a recomendar con mis familiares siempre es bueno tener presente la fe en nuestros corazones y no olvidarnos de Dios.
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